El blog del Dr. Enrique Rubio

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CONTAMINACION AMBIENTAL

CONTAMINACION AMBIENTAL

La contaminación ambiental es la introducción en el medio natural de Agentes de tipo físico químico y biológico tales como el petróleo las radiaciones gases contaminantes residuos urbanos entre otras que pueden alterar las condiciones naturales del Ambiente

La polución del aire está ocasionando muertes en el mundo dice las OMS

La historia de la contaminación se remonta a 240 años antes de la revolución industrial se confirmaron en Estados Unidos y Dinamarca al encontrar en un lugar de gran altitud de los andes peruanos una capa dentro del glaciar depositados entre el año 793 y 1989, este bloque de hielo ha proporcionado el primer registro detallado de contaminación atmosférica generada por factores humanos en américa del sur antes de la revolución industrial,  los investigadores encabezados por  Paulo Gabriel y con un espectómetro de masas buscaron tras ese antimonio arsénico bismuto molibdeno y especialmente plomo los resultados obtenidos arrojaron un pico en el año 1480 que coincide con la expansión del imperio Inca probablemente por el uso de bismuto en la producción de bronce .

Un segundo pico aparece en el  año 1540 una década después del inicio de la colonización española en américa del sur debido al apogeo en la minería y la metalurgia en la producción de plata.

A través de la historia las sociedades que han tenido un gran desarrollo económico y social han contribuido a la contaminación del planeta y a pesar de las evidencias de que el calentamiento global y la contaminación en general afectan directamente en nuestra salud

Las enfermedades aparecen como consecuencias del agujero en la capa de ozono, la lluvia ácida, las basuras , el derretimiento de los casquetes polares , la acidificación de los océanos y en ello actúan principalmente, China, EEUU. India, China, Japón, Alemania, Irán, Corea del Sur, Arabia Saudita e Indonesia

La pandemia en el 2020 le da un respiro a nuestro planeta por la cuarentena frente al coronavirus causando estragos en la economía pero beneficiando al mundo entero algunos ejemplos de este hecho son la mejora drástica de la calidad del aire en China las aguas cristalinas de los Canales de Venecia y el cierre del agujero más grande en la capa de Ozono después de sólo un mes del inicio de la cuarentena mundial.

Esta epidemia de Coronaviirus y las medidas que se han tomado, nos dicen por los resultados, que es posible mejorara la polución del mundo

LA REVOLUCION INDUSTRIAL

La polución ambiental, está produciendo la mayoría de las enfermedades degenerativas que estamos sufriendo.

Una enfermedad degenerativa es: crónica, hay destrucción progresiva de la celularidad y perdida de la función.

Es la patología de nuestro tiempo, sucedió a la patología infecciosa.

No tenemos ningún remedio eficaz para combatirla

Se incrementan sin parar

Su comienzo sin duda tiene su origen en la revolución industrial, donde el nuevo uso de tóxicos, provoca la disbiosis que padecemos y la reacción infamatoria que esta lleva consigo

Los efectos del uso de combustibles fósiles La introducción sistemática de carbón y, más tarde, petróleo en la vida económica de la humanidad permitió acelerar las tasas de crecimiento económico porque permitía acceder a cantidades de energía muy superiores a las que podían obtenerse a través de las fuentes de energía tradicionales.

A comienzos del siglo XIX, cuando varias regiones industriales inglesas habían comenzado su industrialización el uso del  petróleo fue contemplado por algunos, desde principios del siglo XX, toxico ambiental.

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Junto al aumento de la contaminación atmosférica, la industria de la segunda revolución industrial generaron otros problemas ambientales, como la contaminación del agua y la generación de grandes cantidades de residuos.

La tesis de la desmaterialización Algunos autores vienen sosteniendo desde la década de 1970 (y, de manera más insistente, a raíz de la “nueva economía” creada por el boom de la tecnología de la información y las comunicaciones durante la década de 7 1990) que las etapas avanzadas del desarrollo generan una tendencia hacia la desmaterialización de la economía. Se ha sugerido así que existe algo parecido a una “curva de Kuznets ambiental” (Gráfico 3). En una hipótesis que ha estimulado gran cantidad de investigaciones sobre el tema, el economista Simon Kuznets había sugerido previamente que el nivel de desigualdad en la distribución de la renta seguía una curva con forma de “U” invertida a lo largo del proceso de desarrollo: en las etapas iniciales del proceso (en los inicios de la industrialización), la desigualdad tendía a aumentar; tras alcanzar ésta un máximo, etapas posteriores del proceso registraban una disminución de las desigualdades en la distribución de la renta. Gráfico 3. La curva de Kuznets ambiental Fuente: Roca y Padilla (2003), p. 75. Los partidarios de la curva de Kuznets ambiental sugieren que, si bien la primera y la segunda revolución industriales generaron un aumento de la presión sobre el medio ambiente, la tercera revolución industrial (con su corolario de predominio del sector servicios en la estructura del PIB y el empleo) tiende a reducir dicha presión. ¿Cuáles serían los motivos? En primer lugar, que, tras la crisis mundial generada por la escalada de los precios del petróleo durante la década de 1970, varias de las economías punteras se volvieron más eficientes en su uso del petróleo, siendo capaces de reducir su intensidad energética. Pero, además, y en segundo lugar, la “nueva economía” de los servicios y las nuevas tecnologías de la información y las comunicaciones crearían las condiciones para un 8 desarrollo más limpio, al tratarse de sectores que, por su propia naturaleza, tenderían a generar un impacto ambiental menor que el de los sectores líderes de la primera o la segunda revolución industrial. Una evidencia poco concluyente Aunque se necesita un mayor número de estudios empíricos que contrasten esta hipótesis teórica, la impresión general que se extrae del estado actual de la cuestión es que la tercera revolución industrial no ha supuesto una tendencia clara hacia la desmaterialización de la economía o hacia una reducción del impacto ambiental de ésta última. Para empezar, ni siquiera está claro que el sector servicios haya ganado tanto peso dentro de las economías desarrolladas como en ocasiones se sugiere. A partir de datos extraídos de la economía sueca en las décadas finales del siglo XX (en un ejercicio probablemente extrapolable al resto de economías desarrolladas), la historiadora económica Astrid Kander ha encontrado que el aparente dominio del sector servicios no refleja un dominio del mismo en términos de crecimiento de su producción real, sino sobre todo una mejora de sus términos de intercambio intersectoriales. Los términos de intercambio intersectoriales reflejan el precio de los bienes de un sector (en este caso, el sector servicios) en relación al precio del resto de bienes producidos en la economía (sectores primario y secundario). Trabajos teóricos han mostrado que los términos de intercambio del sector servicios pueden mejorar como consecuencia de las peculiares características del mismo: mientras la industria tiende a registrar un crecimiento sostenido de la productividad, basado en cambio tecnológico y conducente a descensos de los precios de los bienes industriales, los servicios experimentan un crecimiento de la productividad inferior, ya que, por su propia naturaleza, muchos de ellos (educación, sanidad) no son susceptibles de un cambio tecnológico tan acentuado y son intensivos en mano de obra. En estas condiciones, el ascenso del sector servicios en las economías desarrolladas es probablemente menos fulgurante de lo que aparenta, ya que en parte es una ilusión estadística derivada de la evolución de los términos de intercambio intersectoriales.

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A continuación, no está claro que estas economías desarrolladas estén desmaterializándose. Como ha mostrado el economista ecológico Óscar Carpintero, los requerimientos totales de materiales de la economía española no han dejado de aumentar a lo largo del periodo 1955-2000 (Cuadro 2). Es decir, los requerimientos totales de materiales no sólo crecieron durante las dos primeras décadas del periodo (cuando España 9 registró la culminación de su industrialización sobre la base del ciclo tecnológico de la segunda revolución industrial), sino también más adelante, conforme los servicios pasaban a representar la mayor parte del empleo y el PIB del país. Cuadro 2. Evolución de los inputs directos utilizados por la economía española, 1955-2000 1955 1975 1991 2000 Miles de toneladas 111.836 340.804 502.049 673.379 Toneladas per cápita 3,9 9,6 12,9 16,6 Fuente: Carpintero (2003A), p. 34. Gráfico 4. Evolución de las emisiones atmosféricas en España, 1980-2001 (1980 = 100) Fuente: Roca y Padilla (2003), p. 77. La evidencia disponible sobre emisiones de contaminantes atmosféricos es más ambigua. Las emisiones de algunos gases contaminantes, como el dióxido de carbono, aumentaron de manera sostenida en España entre 1980 y 2002 (Gráfico 4). (Es preciso insistir en que éste se corresponde ya con un periodo de clara “terciarización” de la economía española.) Ello se debió a las emisiones realizadas por sectores que, como la producción de electricidad y el transporte, desempeñaban un 10 papel clave en el funcionamiento de la economía española. En cambio, en otros países, como Suecia, donde se aplicaron de manera más temprana políticas encaminadas a reducir el impacto ambiental de las producciones industriales, el resultado ha sido un claro descenso de las emisiones de gases contaminantes desde la década de 1970. También otras economías altamente desarrolladas, como Estados Unidos o el Reino Unido, lograron en las décadas finales del siglo XX reducir sus niveles generales de emisión de gases contaminantes (Gráficos 5 y 6). Incluso en España encontramos una reducción reciente de algunos gases contaminantes: no dióxido de carbono, pero sí, por ejemplo, dióxido de azufre (Cuadro 3). Gráfico 5. Emisiones de contaminantes atmosféricos en Estados Unidos Fuente: Baumol y Oates (1995), p. 455. La evidencia es, por lo tanto, ambigua y deben evitarse las conclusiones tajantes. 11 Cuadro 3. Las emisiones de dióxido de azufre por sectores en España 1990 Miles de Tm. % sobre total 2001 Miles de Tm. % sobre total % variación Producción y transformación de energía 1.607 74 1.034 73 –36 Combustión industrial 341 16 238 17 –30 Otros 234 11 154 11 –34 Total 2.182 100 1.425 100 –35 Fuente: Roca y Padilla (2003), p. 80. Gráfico 6. Las emisiones y el grado de concentración de contaminantes atmosféricos en Reino Unido Fuente: Elsom (1995), p. 481. 12 Desmaterialización relativa y “efecto rebote” La evidencia disponible sugiere que, en el mejor de los casos, las economías desarrolladas tienden a presentar una tendencia hacia la desmaterialización relativa, esto es, una reducción de la cantidad de materiales necesaria para lograr una unidad adicional de PIB. En economías en vías de desarrollo pero con rápido crecimiento en la actualidad (como China), es probable que ni siquiera se haya registrado esta tendencia hacia la desmaterialización relativa. En cualquier caso, la variable clave en términos de política económica es la desmaterialización en términos absolutos, ya que no resulta tranquilizador saber que cada unidad de PIB se logra con un impacto ambiental menor si, en realidad, el PIB crece tan deprisa que el impacto ambiental total crece sostenidamente a lo largo del tiempo. En parte con objeto de ilustrar este extremo, los economistas ecológicos hablan de “efecto rebote”: los servicios y las nuevas tecnologías pueden, en principio, crear las condiciones para un desarrollo más limpio y respetuoso con el medio ambiente, al reducir los requerimientos de recursos ambientales por unidad de PIB. Sin embargo, estos servicios y nuevas tecnologías de la información y las comunicaciones, en la medida en que estimulan el crecimiento del conjunto de la economía, favorecen una expansión de la demanda de recursos ambientales en términos absolutos. Por ejemplo, la informática permite que se use menos papel (ya que es posible transmitir y asimilar información directamente desde la pantalla); es probable, además, que un trabajador administrativo equipado con ordenador y conexión a Internet utilice menos papel por cada operación realizada que un trabajador administrativo del pasado. Sin embargo, el trabajador administrativo del presente tiende a utilizar una cantidad total de papel superior porque la escala de su actividad (el número total de operaciones realizadas) es muy superior. Hay un efecto rebote: los mismos cambios tecnológicos que caeteris paribus favorecerían la reducción de los requerimientos materiales abren unas posibilidades de expansión económica que terminan creando nuevos requerimientos de materiales. Además, en ocasiones, las nuevas tecnologías de la información y las comunicaciones pueden ir asociadas a formas de organización empresarial que, paradójicamente, generen impactos ambientales superiores. Un estudio comparativo del supermercado tradicional y una empresa de abastecimiento por Internet en Estados Unidos en torno al año 2000 revela que ésta última generó un impacto ambiental superior para abastecer a un número semejante de hogares. Ello se debía a que sus costes energéticos de 13 embalaje y empaquetado por unidad de producto eran superiores (al usarse frecuentemente servicios de “correo exprés” para cantidades pequeñas) y a que la empresa de comercio electrónico utilizaba un eficaz pero complejo sistema de distribución basado en el suministro desde un centro a subestaciones intermedias que, a su vez, abastecían a los hogares (Cuadro 4). Cuadro 4. Comparación de costes ambientales del sistema tradicional (supermercado) y el comercio electrónico (cifras de la empresa Webvan), circa 2000 Supermercado Webvan Diferencia Número de hogares abastecidos 10.000 10.000 Distancia media de la ruta completa (millas) 5 62 +57 Número de viajes al mes 8 4 –4 Porcentaje de la ruta dedicada a las compras 25 100 +75 Distancia total recorrida al mes (millas) 100.000 97.600 –2.400 Combustible utilizado (galones) 3.994 6.177 +2.183 Emisiones de CO2 340.000 10.022.300 +9.682.300 Emisiones de partículas 8.000 387.960 +379.960 Fuente: Carpintero (2003B), p. 69. Tras la industrialización y el desarrollo: las políticas contra el deterioro ambiental La obtención de altos niveles de bienestar como consecuencia de la industrialización ha favorecido, en la mayor parte de países desarrollados, cambios ideológicos y políticos en torno a la cuestión ambiental. Mientras que, en sociedades con bajos niveles de vida, el deterioro ambiental es un tema secundario en relación a las estrategias para el desarrollo económico, la obtención de niveles de vida elevados va acompañada de la aparición de nuevas mentalidades más sensibles a la cuestión ambiental. Estos nuevos vientos pueden incluso traducirse en la aparición de nuevos movimientos 14 sociales, como los grupos ecologistas, y nuevos partidos políticos, como los partidos “verdes”. Tres casos de contaminación atmosférica Para profundizar en el análisis de estas respuestas sociales y políticas al deterioro ambiental, comparemos en perspectiva histórica tres zonas industriales: la cuenca del Ruhr en Alemania, Japón y el llamado “Triángulo Sulfúrico” que comprendía focos industriales en tres países limítrofes del antiguo bloque soviético (República Democrática Alemana, Polonia y Checoslovaquia). Los tres casos se caracterizaron por una creciente intensidad industrial durante los dos primeros tercios del siglo XX. El carbón, el hierro y el acero se encontraban en buena medida en la base de estos complejos industriales. Se trató así de industrializaciones muy exigentes en términos energéticos, que utilizaban grandes cantidades de combustible fósil por unidad de producto. En torno a 1960, los niveles de contaminación atmosférica habían llegado a ser preocupantes en las tres zonas. Las continuas emisiones de humo y dióxido de azufre tenían un fuerte efecto ambiental, llegando a causar problemas de salud a las poblaciones locales. (De hecho, algunas estimaciones han sugerido que la tasa de mortalidad fue en estas regiones algo superior a lo que lo habría sido en ausencia de contaminación atmosférica.) Durante varias décadas, éste fue el precio a pagar por economías regionales dinámicas en las que se creaban puestos de trabajo y se alcanzaban altos niveles de vida. A partir de 1960, sin embargo, una sociedad cada vez más próspera se preguntaba si no se trataba de un precio demasiado alto. Comparando las respuestas locales a la contaminación La respuesta dada por estas tres zonas al problema ambiental dependió de sus características políticas. En Japón y en Alemania existían gobiernos locales que debían responder ante sus ciudadanos y, por ello, conforme la presión de los grupos ecologistas y otros grupos sociales preocupados por la cuestión ambiental se hizo más intensa, los gobiernos buscaron soluciones políticas. En Japón, el buen entendimiento entre elites empresariales, funcionarios de la administración y asesores académicos generó entre 1965 y 1985 lo que algunos autores han denominado “el 15 milagro medioambiental japonés”: una sustancial reducción de los niveles de contaminación sin detener por ello la máquina del crecimiento económico. En el Triángulo Sulfúrico, en cambio, el carácter autoritario y centralizado del sistema político bloqueó la capacidad de respuesta ante el problema ambiental. En nombre del progreso de la industrialización y del prestigio nacional, las empresas de la región continuaron generando elevados niveles de contaminación atmosférica de acuerdo con los planes de producción diseñados por el Estado. Mientras la cercana región alemana del Ruhr logró reducir sus niveles de contaminación a partir de 1970, el Triángulo Sulfúrico continuó registrando altos niveles hasta el colapso del sistema comunista en torno a 1990. El problema de la capa de ozono Algunos importantes problemas ambientales requieren soluciones políticas más complejas porque tienen un carácter transfronterizo. Se necesitan en esos casos acuerdos multilaterales en virtud de los cuales todos los países se comprometan a dejar de generar impactos ambientales negativos. (En ausencia de estos acuerdos, los países que continuaran generando impacto ambiental negativo podrían aprovecharse de la mayor concienciación ambiental de los países que sí decidieran reducir su impacto.) El caso de la capa de ozono ilustra que este tipo de acuerdo es posible. En lo alto de la estratosfera, la luz solar y el oxígeno reaccionan formando ozono, que absorbe el 99 por ciento de la radiación ultravioleta que penetra en la atmósfera y, por tanto, cumple una función crucial a la hora de proteger la vida sobre la Tierra. Esta capa de ozono se ha visto crecientemente amenazada durante la segunda mitad del siglo XX como consecuencia de la emisión de clorofluorocarburos (CFC), que en su momento constituyeron un gran paso adelante para la industria química debido a su gran estabilidad y su ausencia de reacción ante casi cualquier otra sustancia. Sin embargo, esto, que era una virtud para el mundo empresarial, terminó poniendo en jaque al medio ambiente, ya que, una vez en la estratosfera, la radiación ultravioleta directa descomponía los CFC liberando agentes que rompían a su vez las moléculas de ozono. A partir de 1985, la comunidad internacional tomó conciencia de este serio problema y un gran número de países acordaron prohibir el uso de CFC antes de finales de la década. Aún con todo, los CFC son tan estables y se mantienen 16 durante tan largo tiempo en la atmósfera que los CFC emitidos en el pasado continuarán destruyendo ozono hasta finales del siglo XXI. Otros problemas, como la lluvia ácida o el efecto invernadero, muestran las dificultades que pueden surgir para generar soluciones políticas a problemas transfronterizos. La combustión de carbón y la circulación de automóviles (con la consiguiente combustión de derivados del petróleo) generaron a lo largo del siglo XX emisiones de óxido de azufre y óxido de nitrógeno. A diferencia de la mayoría de contaminantes, estas emisiones permanecen en la atmósfera el tiempo suficiente para desplazarse miles de kilómetros. La resultante lluvia ácida hacía que ciertas zonas vieran su flora, su fauna y sus suelos amenazados por los efectos ambientales de una industrialización que, en realidad, estaba teniendo lugar en otras partes. (Ya en la década de 1960, científicos escandinavos detectaron este problema en los ríos y lagos del sur de Suecia y Noruega como consecuencia de la lluvia ácida generada por las industrias británicas.) Por su parte, el efecto invernadero consiste en el aumento de la concentración de los llamados “gases de invernadero” (en especial, dióxido de carbono y metano) en la atmósfera. Los gases de invernadero son importantes porque favorecen que la Tierra no sea un lugar gélido (al estilo de Marte), pero su creciente concentración puede estar generando un proceso de calentamiento global. Es difícil contrastar esta hipótesis porque el cambio climático sólo puede observarse en el muy largo plazo y carecemos de series estadísticas tan largas. Sin embargo, la mayoría de los expertos auguran para el siglo XXI aumentos en la temperatura media del orden de 1 a 5 grados centígrados. Las consecuencias para la actividad agropecuaria, la conservación de la biodiversidad o la propia salud humana pueden ser importantes. Desde finales del siglo XX, cuando comenzó a tomarse conciencia de estos dos problemas, la comunidad internacional ha avanzado de manera lenta en la adopción de respuestas coordinadas. Muchas economías han encontrado complicado sacrificar, aunque fuera parcialmente, pilares como la combustión de carbón o la circulación (y fabricación) de vehículos. El mismo proceso político que, a nivel local, puede permitir que las demandas ambientales de la población se traduzcan en soluciones políticas a problemas ambientales locales (como en el Ruhr o en Japón) puede hacer 17 que, en un contexto de problemas ambientales transfronterizos, algunos países, ante la presión de grupos empresariales y trabajadores de sectores económicos clave, dificulten el avance de la cooperación internacional. Los distintos protocolos en torno a la lluvia ácida proporcionan un ejemplo, como también lo hace la negativa de Estados Unidos a firmar el protocolo de Kyoto de 1997, por el cual se pretendía fijar compromisos para frenar el efecto invernadero. A ello se une el hecho de que continúa librándose un debate científico importante en torno a la lluvia ácida y al calentamiento global, de tal modo que algunas voces reclaman no tomar medidas drásticas a escala mundial mientras no exista un mayor consenso dentro de la propia comunidad científica.

Bibliografía

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ATAXIA CEREBELOSA AGUDA:

ATAXIA CEREBELOSA AGUDA:

Las Ataxias, agudas son graves, no por ellas en si, sino son secundarias a procesos severos, pero no ocupan un numero grande en la practica diaria.

Lo que si es un problema son las ataxias cronicas, son mas discretas y suaves, pero hacen perder el equilibrio y dar lugar a caidas, con lo que ello trae consigo sobre todo en personas añosas.

Empezare primero por las agudas y en otro capitulo hablare de las cronicas, y para ello hace falta un estudio delicado del sistema vestibulo cerebeloso y la inervasion que estos hacen en nuestra economia

En pacientes neuroquirúrgicos  con procesos de fosa posterior, la ataxia solo es perceptible. en los tumores de crecimiento lento. Y suele tener poca expresión.

Los procesos agudos son tan  dramáticos y severos  que ocultan la ataxia. No se la tiene muy en cuenta. Lo importante es la hipertensión endocraneal.

La ataxia cerebelosa es un término que comprende un amplio espectro de trastornos neurológicos con la ataxia como síntoma principal, y denota clínicamente la pérdida de equilibrio y coordinación. Además, la ataxia puede ser causada por alteraciones en varias partes del sistema nervioso (por ejemplo, cerebelo, tronco encefálico, médula espinal y nervios periféricos)1. Los síndromes cerebelos agudos generalmente se adquieren, no son  genéticos

La ataxia cerebelosa es un hallazgo común en la práctica neurológica y tiene una amplia variedad de causas. Las ataxias se pueden subdividir en seis grupos principales: ataxias spinocerebellar dominantes autosómicas, ataxias recesivas autosómicas, ataxias congénitas, ataxias mitocondriales, ataxias cerebelosas vinculadas a X y ataxias esporádicas o adquiridas1,2.

Las ataxias cerebelosas agudas (ACA) son más comunes en la infancia, a menudo presentándose como un trastorno post-infeccioso4. El grupo principal de enfermedades que pueden causar ACA discutido en este artículo se enumeran en el Cuadro 1  e incluyen: accidente cerebrovascular, infeccioso, tóxico, inmuno-mediado, paraneoplástico, deficiencia de vitaminas, enfermedades estructurales y metabólicas3.

Las ataxias cerebelosas agudas secundarias a enfermedades infecciosas implican con mayor frecuencia la fosa posterior.La cerebelitis aguda representa un trastorno inflamatorio que resulta de una inflamación parafe infecciosa, post-infecciosa o postvacunas. La evidencia de infección directa del sistema nervioso central rara vez se encuentra6. La cerebelitis post-infecciosa aguda es más frecuente en niños y adultos jóvenes. Es un síndrome cerebelo puro con imágenes de resonancia magnética cerebral (RM) normales o anormales al principio. Las infecciones notificadas anteriormente incluyen: virus Epstein-Barr, gripe A y B, paperas, virus de la varicela-zóster, virus coxsackie, rotavirus, ecovirus,  Mycoplasma pneumoniae  e inmunización.. En general, el 91% se recuperó por completo, incluidos todos los niños con varicela7. Otras infecciones que pueden estar relacionadas con aca incluyen hepatitis A, herpesvirus humano 7, paperas y parvovirus humano B193. Los casos graves de cerebelitis aguda pueden presentar manifestaciones clínicas relacionadas con el aumento de la presión intracraneal resultante de hinchazón cerebelosa e hidrocefalia aguda, que eclipsan las manifestaciones de disfunción cerebelosa y pueden necesitar descompresión neuroquirúrgica urgente3.

Infección bacteriana Cualquier infección bacteriana que cause meningoencefalitis puede resultar en signos y síntomas cerebelosas, incluida la ACA. La micoplasma pneumoniae  también se ha asociado con un síndrome cerebelar durante o justo después de la enfermedad aguda. Teniendo en cuenta la rhombencephalitis,  Listeria monocytogenes  es el agente causal más común2.

Ataxia aguda en síndromes de inmunodeficiencia adquirida En pacientes con síndromes de inmunodeficiencia adquiridos, la ACA puede estar relacionada con M. pneumoniae,el virus Epstein-Barr, el virus del herpes simple y la toxoplasmosis.

Los pacientes con enfermedad de Lyme, enfermedad de Whipple y enfermedad de Creutzfeldt-Jakob también pueden desarrollar ataxia, y esta puede ser la manifestación inicial3. Los hongos, en particular la especie Aspergillus,  también pueden causar ACA debido a su tendencia a causar la enfermedad parenquimal invasiva posterior de la fosa5. También se ha notificado que la infección sífilis meningovascular causa aca en el establecimiento de un infarto cerebeloso inferior bilateral

El alcohol puede causar efectos tóxicos en los sistemas nerviosos central y periférico. La degeneración cerebelosa alcohólica está relacionada con un efecto alcohólico tóxico directo en las células de Purkinje y deficiencia de vitamina B1 (ver sección de deficiencia de vitaminas)8. Por lo general, la ataxia tiene una progresión rápida (semanas o meses), pero puede producirse una progresión más lenta. Las características neurológicas generalmente incluyen ataxia grave de marcha y extremidades inferiores con una afectación relativamente leve de las extremidades superiores. Curiosamente, el habla y la motilidad ocular generalmente se conservan. El tratamiento de la degeneración cerebelosa alcohólica consiste en abstinencia del alcohol y suplementos de vitamina B12,8.

Ataxia aguda inducida por antibióticos Semanas después del inicio del metronidazol, puede ocurrir una encefalopatía acompañada de signos cerebelos y anomalías en la RMN cerebral. Se caracteriza por disfunción cerebelosa, convulsiones raras y anomalías de EEG no específicas. La toxicidad del metronidazol da lugar a anomalías características de la señal de RMN reversible en los núcleos de dentario cerebeloso, tronco dorsal o esplenio del cuerpo calloso. Tanto el aumento como la disminución de la difusividad se han observado en la RMN, lo que sugiere la presencia variable de edema vasogénico y citotóxico, respectivamente9.

Varios medicamentos pueden causar ataxia tóxica, dependiendo de la dosificación y el momento de su uso. Los principales agentes incluyen anticonvulsivos (carbamazepina, fenobarbital, vigabatrina, gabapentina, lamotrigina y fenitoína), antineoplastics (5-fluorouracil, citosina arabinoside, capecitabina, metotrexato), litio y amiodarona. Es importante mencionar que la interacción entre medicamentos puede aumentar el nivel plasmático de estos agentes2,8. Las toxinas químicas relacionadas con la exposición ambiental también pueden causar ataxia aguda e incluyen: dióxido de carbono, picadura de escorpión, insecticidas/herbicidas (organofosfato), tolueno, derivado de benceno y metales pesados (mercurio, talio, manganeso, plomo y cobre)2,11. El abuso de drogas como la cocaína, la heroína, la metadona y la fencyclidina también son causas importantes de las ataxias tóxicas11.

Las ataxias mediadas por el sistema inmunitario pueden causar ataxia aguda, subaute o crónica. En este tema, nos centraremos en las ataxias autoinmunes agudas y subaute no relacionadas con una enfermedad desmielinizante, como la esclerosis múltiple.

La encefalopatía sensible a los esteroides asociada con la tiroiditis autoinmune es un trastorno autoinmune caracterizado por anomalías conductuales, convulsiones, ataxia, mioclono, episodios similares a accidentes cerebrovasculares y altos niveles séricos de anticuerpos tiroideos12. La encefalopatía sensible a los esteroides asociada con la tiroiditis autoinmune casi nunca se presenta con un síndrome de ataxia pura y generalmente se asocia con un fenotipo más complejo con encefalopatía.

La enfermedad celíaca es enteropatía crónica mediada por el sistema inmunitario precipitada por la exposición al gluten en pacientes portadores de HLADQ2 y/o alelos DQ814. Los pacientes pueden desarrollar anticuerpos contra la transglutaminasa y el endomysio.

Ataxia anti-GAD Los síndromes neurológicos del anticuerpo de descarboxilasa de ácido glutámico (GAD-Ab) comprenden ataxia cerebelosa, encefalitis límbica, síndrome de persona rígida y epilepsia autoinmune16,17. El espectro clínico de ataxia asociado con anti-GAD-Ab comprende el síndrome de ataxia cerebelosa subacute o crónica que evoluciona a lo largo de meses o años, asociado con la atrofia cerebelosa en la RMN cerebral. El análisis de líquido cefalorraquídeo frecuentemente representa bandas oligoclonales

Encefalitis autoinmune La ataxia aguda y subaute es un síntoma frecuente en pacientes con encefalitis autoinmune. Receptor de glutamato metabotrópico 1 (mGluR1) es un receptor acoplado a proteínaS G, implicado en la depresión a largo plazo de la fibra paralela–Sinapsis celulares Purkinje. Los pacientes con encefalitis anti-CAPSR-2 pueden presentar ataxia, encefalitis límbica e hiperexcitabilidad del nervio periférico. La encefalitis anti-GABA(B) puede presentarse como ataxia aguda junto o no con encefalitis límbica y convulsiones. Otros anticuerpos asociados con la ataxia incluyen anti-GABA(A), proteína anti-dipeptidil-peptidase-como 6 y anticuerpos contra el miembro de la familia IgLON 5 proteína21.

El síndrome de Miller-Fisher es una variante del síndrome de Guillain-Barré, caracterizado por ataxia aguda, areflexia y oftalmoplejia, generalmente con una infección anterior. El líquido cefalorraquídeo muestra disociación citológica proteica, la resonancia magnética cerebral es normal y el anticuerpo anti-GQ1b puede ser positivo. La evidencia actual sugiere que un ataque de anticuerpos de raíz dorsal puede explicar la ataxia cerebelosa22.

La degeneración cerebelosa paraneoplástica (PCD) tiene una asociación con multiples tumores  tumores La degeneración cerebelosa paraneoplástica se observa en aproximadamente el 20% de los síndromes neurológicos paraneoplásicos y por lo general afecta a más mujeres que a los hombres.el ovario y la mama, cáncer de pulmón de células pequeñas y linfoma de Hodgkin, pero también se ha divulgado en asociación con muchos otros tipos de tumores. Los síntomas de la ataxia pueden ser parte del síndrome de opsoclonus-myoclonus. En este síndrome, opsoclonus se asocia con ataxia truncal, mioclono difuso o focal, vértigo, disartria y encefalopatía. En los niños, puede estar asociado con neuroblastoma o ganglioeuroma, y en adultos con cáncer de pulmón o teratoma ovárico

Paciente con ataxia aguda y cáncer de mama. Se diagnosticó degeneración cerebelosa paraneoplástica. La resonancia magnética cerebral ponderada por FLAIR axial reveló señal marcada de hiperintienda en la vermis superior. 

El tratamiento suele no tener éxito, aunque puede producirse una mejora o estabilización de los síntomas neurológicos después de la resección quirúrgica del tumor. Otras opciones de tratamiento son terapias inmunosupresoras con corticosteroides, inmunoglobulina intravenosa, ciclofosfamida, tacrolimus, micofenolato y, más recientemente, rituximab (anti-CD20)28.

Las deficiencias de vitamina B1 (tiamina) y B12 pueden causar ACA o ataxia subacute. Deficiencia de tiamina puede causar encefalopatía wernicke (ataxia, confusión y oftalmoparesia), una condición generalmente observada en los alcohólicos

Figura 3 Paciente con ataxia sensorial aguda relacionada con deficiencia de vitamina B12. La RESONANCIA MAGNÉTICA de la columna T2 ponderada muestra la señal de hiperintienda en la columna posterior de la médula espinal. 

El accidente cerebrovascular cerebelar representa aproximadamente 2% a 3% de todos los accidentes cerebrovasculares. Pueden manifestarse con ataxia, vértigo, disartria, náuseas, vómitos y, a menudo, un dolor de cabeza prominente.. Aproximadamente el 20% de los pacientes con accidente cerebrovascular cerebelar desarrollan signos de deterioro clínico y radiográfico debido al efecto de masa. La isquemia del cerebelo puede coexistir con isquemia del tronco encefálico debido a la anormalidad patológica en las arterias vetebrales y cerebral posterior. Los pacientes con pequeños accidentes cerebrovasculares cerebelosos pueden presentar síntomas cerebelosos clásicos y aquellos con accidentes cerebrovasculares más graves pueden  desarrollar daños  del tronco encefálico e hidrocefalia.

Los tumores cerebrales primarios, como meningiomas y gliomas, así como tumores metastásicos secundarios al melanoma, el cáncer de mama y pulmón, pueden presentar ataxia aguda(Figura 5)3. Del mismo modo, otros tumores cerebrales de fosa posterior pediátrica, incluyendo astrocitoma cerebeloso y medulloblastoma, pueden presentar ACA e hidrocefalia de cuarta obstrucción de salida del ventrículo35. Otras lesiones que ocupan espacio, como lesiones cerebelosas, abscesos y malformaciones arteriovenosas que sufren transformación hemorrágica, pueden manifestarse con ataxia aguda. Las etiologías menos comunes para las lesiones cerebelosas que ocupan espacio incluyen placas gigantes de esclerosis múltiple y lesiones de esclerosis múltiple tumefactive, hematoma subdural traumático y leucoencefalopatía multi-focal progresiva. Los pacientes con Chiari casi nunca presentan ataxia aguda o subacute.  La resonancia magnética cerebral es el método estándar de oro para el diagnóstico.

Las enfermedades metabólicas y genéticas asociadas con las ataxias agudas se observan con mayor frecuencia en los niños, y casi nunca ocurren en adultos. La deficiencia de biotinidasa es un trastorno hereditario asociado con la presencia de convulsiones, hipotonía, problemas respiratorios, pérdida de audición y atrofia óptica La enfermedad de la orina del jarabe de arce es una aminoocidopatía autosómica recesiva. La enfermedad lleva el nombre de la presencia de orina dulce y los pacientes afectados frecuentemente presentan eventos intermitentes de ataxia aguda, somnolencia y convulsiones38.

Síndromes periódicos infantiles , anteriormente llamados «síndromes periódicos infantiles que son comúnmente precursores de la migraña» en la Clasificación Internacional de Trastornos del Dolor de Cabeza (ICHD)-II o coloquialmente «síndromes periódicos infantiles», estos trastornos fueron rebautizados como «síndromes episódicos que pueden estar asociados con la migraña» en la beta ICHD-III. Los cólicos infantiles afectan a bebés pequeños, torticollis paroxísticas benignas para bebés mayores, el vértigo paroxístico benigno suele afectar a niños en edad preescolar, la migraña abdominal y los vómitos cíclicos afectan a los niños en edad escolar alrededor de los seis o siete años de edad41.

Los trastornos del movimiento psicogénico pueden presentar un amplio espectro de fenomenología que puede parecerse, pero se puede diferenciar de, trastornos del movimiento orgánico por antecedentes cuidadosos y examen, a veces complementado con pruebas auxiliares44. Los trastornos psicogénicos de la marcha pueden tener varias presentaciones clínicas, como la ataxia. El patrón más frecuente es astasia-abasia, caracterizado por extrañas contorsiones y balanceo de lado a lado de sus cuerpos, generalmente acompañado de pandeo en las rodillas, manteniendo un buen equilibrio e incluso siendo capaces de realizar la marcha tándem. Los pacientes pueden tener una mejoría espontánea, pero la recurrencia o un trastorno crónico psicogénico de la marcha también pueden ocurrir45.

La migraña con aura brainstem, anteriormente llamada migraña basilar o migraña de tipo basilar, es una subcategoría de migraña con aura. La ataxia aparece entre los síntomas del tronco encefálico que pueden ocurrir durante un ataque, junto con disartria, vértigo, tinnitus, hipoacusis, diplopia y disminución del nivel de conciencia. Una respuesta terapéutica a un medicamento que previene dolores de cabeza por migraña puede ayudar a ratificar el diagnóstico de ACA secundario a la migraña basilar46.

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EL COVID PROLONGADO

EL COVID PROLONGADO

Esto dos artículos, se refieren a la persistencia del Covid como enfermedad crónica

LA   dificultad de estos estudios, nunca dan clara idea de como actuar. Esta hechos en Dinamarca 2020 y publicados en  The LANCET  .

El concepto del llamado COVID prolongado ha ganado prominencia en los últimos meses, y algunos pacientes informaron manifestaciones neurológicas persistentes , desde síntomas más leves como dolores de cabeza, hiposmia, hipogeusia y fatiga hasta afecciones más graves que incluyen trastornos del sueño, dolor, deterioro cognitivo y (en casos muy raros) Síndrome de Guillain-Barré

El SARS-CoV-2, la causa de la epidemia de COVID-19, ha provocado más de 117 millones de casos y más de 2 · 6 millones de muertes en todo el mundo al 7 de marzo de 2021, según las estimaciones de la OMS . 

La presencia o ausencia de inmunidad protectora después de la infección o la vacunación contra el SARS-CoV-2 afectará la transmisión del virus y la gravedad de la enfermedad.

Se cree que la ausencia de inmunidad preexistente al SARS-CoV-2 es responsable de la rápida propagación del virus a nivel mundial y de la pandemia continua. Por lo tanto, es esencial comprender mejor el grado de protección contra la reinfección con SARS-CoV-2 para perfeccionar las estrategias de intervención adecuadas.

Se sabe poco sobre la protección contra las infecciones repetidas por SARS-CoV-2, pero dos estudios en el Reino Unido han encontrado que la inmunidad podría durar al menos 5-6 meses después de la infección.

Estos datos sugieren que la reinfección por SARS-CoV-2 es poco común y ocurre en menos del 1% de las personas que previamente dieron positivo por SARS-CoV-2. Estos hallazgos son consistentes con varios estudios de casos únicos o pequeños, con solo hasta seis pacientes, realizados en los EE. UU., China, Corea del Sur e India, que encontraron que la reinfección ocurre dentro de los 26 a 142 días después de la primera infección, respaldada por factores genéticos. pruebas y resultados negativos de la prueba de PCR entre las dos infecciones.

 Los virus estrechamente relacionados SARS-CoV y MERS-CoV indujeron una inmunidad que por lo general duraba de 2 a 3 años después de la infección.

No está bien descrito el grado en que la infección por SARS-CoV-2 confiere protección frente a una reinfección posterior. En 2020, como parte de la amplia y gratuita estrategia de pruebas de PCR de Dinamarca, aproximadamente 4 millones de personas (69% de la población) se sometieron a 10 · 6 millones de pruebas. Utilizando estos datos nacionales de pruebas de PCR de 2020, estimamos la protección frente a la infección repetida con SARS-CoV-2.

Métodos

En este estudio observacional a nivel de población, recopilamos datos a nivel individual sobre pacientes que habían sido evaluados en Dinamarca en 2020 de la base de datos de microbiología danesa y analizamos las tasas de infección durante la segunda oleada de la epidemia de COVID-19, del 1 de septiembre al 31 de diciembre. , 2020, mediante la comparación de las tasas de infección entre personas con pruebas de PCR positivas y negativas durante el primer aumento (marzo a mayo de 2020). Para el análisis principal, excluimos a las personas que dieron positivo por primera vez entre las dos oleadas y las que murieron antes de la segunda. Hicimos un análisis de cohorte alternativo, en el que comparamos las tasas de infección durante todo el año entre aquellos con y sin una infección previa confirmada al menos 3 meses antes, independientemente de la fecha. También investigamos si se encontraron diferencias por grupo de edad, sexo, y tiempo desde la infección en el análisis de cohorte alternativo. Calculamos los cocientes de tasas (RR) ajustados por posibles factores de confusión y la protección estimada contra la infección repetida como 1 – RR.

Recomendaciones

Durante el primer aumento (es decir, antes de junio de 2020), se realizaron las pruebas a 533381 personas, de las cuales 11 727 (2 · 20%) resultaron positivas para la PCR y 525 339 fueron elegibles para seguimiento en el segundo aumento, de las cuales 11 068 (2 · 11%) dieron positivo durante el primer aumento. Entre los individuos elegibles con PCR-positivo del primer aumento de la epidemia, 72 (0 · 65% [IC 95% 0 · 51–0 · 82]) dieron positivo nuevamente durante el segundo aumento en comparación con 16 819 (3 ​​· 27% [ 3 · 22-3 · 32]) de 514 271 que dieron negativo durante la primera oleada (RR ajustado 0 · 195 [95% CI 0 · 155–0 · 246]). La protección contra la repetición de la infección fue del 80,5% (IC del 95%: 75,4-84,5). El análisis de cohorte alternativo proporcionó estimaciones similares (RR ajustado 0 · 212 [0 · 179–0 · 251], protección estimada 78 · 8% [74 · 9–82 · 1]). En el análisis de cohortes alternativo, entre los mayores de 65 años, la protección observada contra la repetición de la infección fue del 47,1% (IC del 95%: 24,7-62,8). No encontramos diferencias en la protección estimada contra la infección repetida por sexo (hombres 78,4% [72,1–83,2]vs mujeres 79 · 1% [73 · 9-83 · 3]) o evidencia de disminución de la protección con el tiempo (3-6 meses de seguimiento 79 · 3% [74 · 4-83 · 3] vs ≥7 meses de seguimiento 77 · 7% [70 · 9–82 · 9]).

Interpretación

Nuestros hallazgos podrían informar las decisiones sobre qué grupos deben vacunarse y abogar por la vacunación de personas previamente infectadas porque no se puede confiar en la protección natural, especialmente entre las personas mayores.

Investigación en contexto

Evidencia antes de este estudio

Buscamos publicaciones en PubMed y en los servidores de preimpresión bioRxiv y medRxiv entre el 1 de septiembre de 2019 y el 14 de febrero de 2021, sin restricciones de idioma, utilizando los términos («SARS-CoV-2» O «COVID-19» O «COVID» O “Coronavirus”) Y “reinfección” E “inmunidad”. Para los artículos preimpresos, incluimos el término de búsqueda «humano» y encontramos 695 artículos, de los cuales 192 se publicaron en el servidor bioRxiv y 503 en el medRxivservidor. En PubMed, encontramos 112 publicaciones revisadas por pares y, después de filtrar por estudios en humanos, identificamos 48 artículos. La mayoría de estos artículos revisados ​​por pares informan que la reinfección con SARS-CoV-2 es un evento raro que ocurre en menos del 1% de los casos de COVID-19. A continuación, repetimos nuestra búsqueda en PubMed y cambiamos el término de búsqueda «reinfección» por «seroprevalencia» para evaluar la inmunidad al SARS-CoV-2 en la población en un momento dado. Identificamos 47 estudios que informaron una seroprevalencia de SARS-CoV-2 basada en respuestas de anticuerpos séricos de 0 · 37–22 · 1%, destacando la ausencia o el bajo nivel de inmunidad en la población en general. Al observar la inmunidad natural, identificamos tres estudios de cohorte: un artículo revisado por pares sobre reinfecciones en residentes de dos hogares de ancianos y dos artículos preimpresos,

Valor agregado de este estudio

Mediante el análisis de los datos de vigilancia a nivel de población danesa con más de 10 millones de resultados de pruebas de PCR identificables por personas en 2020, estimamos que la inmunidad protectora es aproximadamente del 80% al 83% en personas menores de 65 años. No encontramos diferencias en la inmunidad durante el período de estudio. Entre las personas de 65 años o más, se estimó que la inmunidad era aproximadamente del 47%.

Implicaciones de toda la evidencia disponible

La infección natural con SARS-CoV-2 condujo a una protección observada contra la reinfección estimada en aproximadamente 80% después de 6 meses. Sin embargo, la baja inmunidad natural observada en personas de 65 años o más subraya la necesidad de vacunar a las personas previamente infectadas, en particular en este grupo de edad.

Dinamarca registró su primer caso positivo de SARS-CoV-2 el 27 de febrero de 2020.

Al igual que en otros países europeos, la epidemia se caracterizó por dos oleadas de infecciones en 2020, una en primavera (marzo-mayo) y otra en otoño-invierno (septiembre-diciembre). Dinamarca ha estado realizando pruebas de alta intensidad para la infección por SARS-CoV-2 entre sus 5,8 millones de residentes, con inversiones en instalaciones de prueba realizadas con el objetivo más amplio de mantener la sociedad abierta siempre que sea posible. Además de las pruebas de PCR realizadas en personas sintomáticas por derivación dentro del sistema nacional de atención de la salud, un sistema de pruebas nacional paralelo, dirigido principalmente a personas no sintomáticas, estuvo ampliamente disponible a partir de mayo de 2020, conocido como TestCenter Dinamarca. Como parte de este sistema de prueba paralelo, las estaciones de prueba a nivel nacional ofrecieron pruebas de PCR gratuitas a todos los residentes mayores de 18 años, y la posterior expansión para todos los mayores de 2 años en septiembre de 2020. La cantidad de estaciones de prueba ha aumentado gradualmente durante 2020, y al 31 de diciembre de 2020, se habían realizado más de 10 millones de pruebas de PCR en Dinamarca en 3 · 96 millones de personas en total. Todas las pruebas son identificables inequívocamente a las personas, lo que permite identificar a las personas con más de una prueba positiva a escala nacional. El objetivo de nuestro estudio fue estimar la protección contra infecciones repetidas medida por PCR positiva de SARS-CoV-2, incluyendo si la protección estimada resultante de una primera infección difería por grupo de edad, sexo o período de tiempo desde la infección.

Métodos

 Diseño de estudios, recopilación de datos y sistema de vigilancia.

En este estudio observacional a nivel de población, recopilamos datos a nivel individual de la base de datos de microbiología danesa (MiBa) para todas las personas que se sometieron a una prueba de PCR para SARS-CoV-2 entre el 26 de febrero y el 31 de diciembre de 2020. Registros electrónicos de reservas Los resultados se capturan en el MiBa en un formato identificable por personas y se enriquecen con datos (incluida la edad, el sexo y el estado vital) del sistema de registro civil y otros registros del sistema de vigilancia nacional automatizado.

 El sistema de vigilancia está alojado y mantenido por Statens Serum Institut (SSI; Copenhague, Dinamarca), el Instituto Nacional Danés para el Control y la Prevención de Enfermedades Infecciosas.

En cada sitio de pruebas de PCR que forma parte de TestCenter Denmark, los hisopos de garganta se recolectan y transportan a instalaciones centrales de laboratorio de alto rendimiento (uno en el campus de SSI o uno que abrió el 7 de diciembre de 2020, en Aarhus, Dinamarca) y analizados por PCR. Las citas para las pruebas de PCR se reservan electrónicamente o por teléfono, y los resultados de las pruebas generalmente están disponibles en 48 h (positivos, negativos o no concluyentes) y se comunican al paciente en línea a través de registros médicos electrónicos personales (y su médico de atención primaria). Para aquellos que fueron evaluados por derivación como parte del sistema nacional de pruebas de atención médica, los pacientes asistieron a hospitales o centros de atención primaria y se tomaron muestras de garganta para realizar pruebas de PCR y se transportaron a uno de los diez principales laboratorios clínicos, públicos y microbiológicos. Dependiendo de si los pacientes fueron evaluados como parte del sistema nacional de atención médica o TestCenter Denmark, se utilizaron diferentes plataformas de PCR. Los laboratorios de microbiología clínica aplicaron una variedad de plataformas comerciales con la marca CE o ensayos internos cuya calidad se controló de acuerdo con los estándares de diagnóstico de microbiología clínica. El laboratorio TestCenter Denmark aplicó un ensayo de RT-PCR con el gen E en SARS-CoV-2 como objetivo.

En diciembre de 2020, las pruebas rápidas de antígenos también estuvieron disponibles gratuitamente en estaciones de prueba públicas dedicadas separadas (las pruebas de antígenos comerciales estaban disponibles para su compra antes de esta fecha); estas pruebas no fueron capturadas por la vigilancia y no se incluyen en este análisis. Los análisis que presentamos en este artículo se basan en datos extraídos del sistema de vigilancia nacional y cubren todas las pruebas de PCR, tanto las realizadas dentro del sistema nacional de atención médica como en TestCenter Dinamarca.

Nuestros análisis se basan en datos de vigilancia de COVID-19 nacionales daneses existentes y no requirieron aprobación ética. Una copia del protocolo está disponible en línea .

 Análisis de infecciones y reinfecciones durante la segunda oleada

Para su inclusión en este análisis, seleccionamos a todas las personas del país con una prueba de PCR positiva o negativa desde el primer brote de la epidemia, es decir, antes del 1 de junio de 2020 (se eliminaron todos los resultados de las pruebas no concluyentes [aproximadamente el 1% de todas las pruebas] del conjunto de datos antes del análisis). Luego, hicimos un seguimiento de esta cohorte durante el segundo aumento de la epidemia, del 1 de septiembre al 31 de diciembre de 2020, para ver quién contrajo una infección por SARS-CoV-2 (confirmada por PCR) durante este período. Las tasas de infección durante la segunda oleada se compararon con aquellas con una prueba positiva o negativa desde la primera oleada. Las personas que dieron positivo por primera vez durante el período del 1 de junio al 31 de agosto (es decir, entre el final del primer aumento y el comienzo del segundo aumento) fueron excluidas del análisis, al igual que las personas que murieron por cualquier causa antes de septiembre. 1 de enero de 2020.

Calculamos la tasa de infección como el número de personas con pruebas de PCR positivas durante el segundo aumento dividido por el número acumulado de días-persona en riesgo. Calculamos el número de días en riesgo para cada individuo de la muestra como el número de días desde el 1 de septiembre de 2020 hasta la primera prueba positiva, o el 31 de diciembre de 2020, lo que ocurra primero. Censuramos el tiempo de seguimiento en caso de fallecimiento. Este mecanismo de censura no informativo esencialmente asumió que se habría observado una tasa de infección similar entre los que murieron si hubieran sobrevivido, como se observó entre los sobrevivientes con el mismo estado de exposición (ya sea previamente infectados o no). Calculamos la razón de tasas ajustada (RR) y el IC del 95% correspondiente mediante regresión de Poisson, ajustada por sexo, grupo de edad (0-5, 6-14, 15-24, 25-34, 35-44, 45-54, 55 –64, 65–74, 75–84, y ≥85 años) y la frecuencia de la prueba (número de pruebas de PCR realizadas a cada persona en 2020 clasificadas como 1–2, 3–5, 6–10 y ≥11 pruebas) para controlar posibles factores de confusión. La protección contra infecciones repetidas se calculó como RR ajustado a 1, análogo al método para estimar la efectividad de la vacuna a partir de datos de observación.

Debido a que las personas eran propensas a realizarse más pruebas si pensaban que podrían tener un mayor riesgo de infección, existía la posibilidad de sesgo en el análisis principal, especialmente si los patrones de prueba diferían entre aquellos con y sin una prueba positiva previa. Por este motivo, realizamos un análisis de sensibilidad en el que repetimos el análisis principal en un subgrupo de personas (enfermeras, médicos, trabajadores sociales y auxiliares de salud) que fueron evaluados de forma frecuente y rutinaria como parte de su profesión (detalles sobre profesiones se obtuvieron mediante la vinculación con el registro de autorizaciones sanitarias de la Autoridad Danesa de Seguridad del Paciente).

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Para determinar en qué medida nuestros hallazgos dependían de la brecha entre la primera y la segunda oleada (es decir, el tiempo mínimo permitido entre pruebas positivas repetidas para que un individuo sea categorizado como reinfectado), hicimos dos análisis de sensibilidad adicionales, uno en en el que el segundo aumento comenzó el 1 de agosto de 2020 (es decir, 2 meses después del final del primer aumento), y uno en el que comenzó el 1 de octubre de 2020 (es decir, 4 meses después del final del primer aumento). El período para el primer aumento se mantuvo sin cambios.

 Análisis de cohortes alternativo

Utilizando un enfoque de análisis alternativo, hicimos un uso completo de los datos disponibles para investigar las tasas de reinfección a lo largo de la epidemia, no solo durante la segunda oleada. Se realizó un seguimiento de cada individuo con un resultado de la prueba de PCR desde el momento de su primera prueba, independientemente de la fecha y si tenían un resultado positivo o negativo, hasta el 31 de diciembre de 2020, o una nueva prueba positiva al menos 90 días después. Si la prueba inicial fue negativa, una prueba positiva posterior dentro de los 90 días cambió el estado de un individuo de no infectado a infectado previamente. Comparamos la tasa de infección observada durante el seguimiento cuando las personas no estaban infectadas con la tasa observada durante el seguimiento de las personas que ya estaban infectadas. Aquellos que dieron positivo durante el seguimiento por primera vez (es decir, que inicialmente habían aportado tiempo como individuo no infectado) permanecieron en seguimiento pero, desde la fecha de su primera infección, aportaron tiempo como individuo previamente infectado. Estimamos el RR ajustado utilizando los mismos métodos que para el análisis principal, excepto que el modelo se ajustó adicionalmente para el mes de inicio del seguimiento (mediante la inclusión de variables indicadoras) para minimizar los factores de confusión debidos a variaciones en la tasa de infección subyacente a lo largo del tiempo.

 Variaciones por edad, sexo y tiempo desde la primera infección

Para evaluar si el nivel de protección conferido por una infección previa difería según el sexo o la edad, ampliamos el análisis de cohortes alternativo para incluir términos de interacción con el sexo y el grupo de edad (restringido a cuatro grupos de edad [0-34, 35-49, 50-64 , ≥65 años] para evitar estratos con pocos eventos). Esta expansión nos permitió calcular una estimación del efecto protector por separado para cada grupo de edad y por sexo, y probar la evidencia de la modificación del efecto utilizando una prueba de razón de verosimilitud. Usamos un enfoque similar para comparar el nivel de protección contra infecciones repetidas medido por una prueba de PCR positiva antes y después de los primeros 6 meses de seguimiento. Hicimos este análisis dividiendo el tiempo en riesgo en dos períodos para aquellos con más de 180 días de seguimiento (individuos con < 181 días de seguimiento aportados con un único período no superior a 6 meses), el primero de 0 a 180 días, y el segundo desde el día 181 hasta el final del seguimiento, ya sea por resultado positivo de la prueba, fallecimiento o fin del estudio. Incluimos un término de interacción con el período en el modelo para permitir una evaluación separada de la protección contra infecciones repetidas, medida por la positividad de la PCR para los dos períodos. También trazamos una curva de Kaplan-Meier de tiempo hasta la infección durante el seguimiento.

Informamos proporciones calculadas utilizando IC del 95% exactos (Clopper-Pearson). Hicimos todos los análisis usando SAS versión 9.4 y generamos gráficos usando Graphpad Prism (versión 8.3.0).

Resultados

La capacidad para realizar pruebas de PCR para el SARS-CoV-2 en Dinamarca aumentó rápidamente durante 2020, desde las primeras pruebas en febrero hasta el final del año, cuando aproximadamente el 10% de la población se evaluó cada semana en promedio. Durante la primera oleada de la epidemia (es decir, antes de junio), se hicieron pruebas a 533 381 personas, de las cuales 11 727 (2 · 20%) resultaron positivas a la PCR. Durante el segundo aumento (del 1 de septiembre al 31 de diciembre de 2020), se hicieron pruebas a 3 · 48 millones de personas, de las cuales 150 159 (4 · 32%) dieron positivo ( figura 1 ). Para el 31 de diciembre de 2020, 3 · 96 millones de personas, más de dos tercios de la población de 5 · 8 millones de personas, se habían hecho la prueba al menos una vez, de los cuales 2 · 55 millones (64 · 4%) se habían hecho más de una vez ( figura 2 ; apéndice p 6 ).

Después de excluir a 610 personas que dieron positivo por primera vez entre la primera y la segunda oleada de la epidemia, y otras 7432 que murieron (por cualquier causa) antes de la segunda oleada (de las cuales 659 dieron positivo por SARS-CoV-2 durante el primer aumento; apéndice p 2 ), 525 339 de los que fueron evaluados durante el primer aumento de la epidemia permanecieron en seguimiento durante el segundo aumento. En esta población, 11 068 (2 · 11%) individuos dieron positivo durante el primer aumento, de los cuales 72 (0 · 65% [IC 95% 0 · 51–0 · 82]) dieron positivo nuevamente durante el segundo aumento en comparación con 16 819 (3 ​​· 27% [95% CI 3 · 22–3 · 32]) de 514 271 personas que dieron negativo durante el primer aumento.

La tasa diaria de infección durante el segundo aumento fue de 5 · 35 pruebas positivas por 100 000 personas entre las que habían dado positivo anteriormente frente a 27 · 06 por 100 000 personas entre las que dieron negativo anteriormente ( tabla 1 ). El RR de infección ajustado fue de 0 · 195 (IC del 95%: 0 · 155–0 · 246) entre aquellos que previamente dieron positivo en comparación con aquellos que previamente solo habían dado negativo. La protección estimada contra la repetición de la infección después de una infección previa por SARS-CoV-2 fue del 80,5% (IC del 95%: 75,4-84,5; tabla 1 ).

La frecuencia de las pruebas durante la segunda oleada fue un poco más alta entre los que no tuvieron un resultado positivo durante la primera oleada que entre los que dieron positivo durante la primera oleada ( apéndice p 3 ). En un análisis de sensibilidad, restringimos la muestra a los 15 604 enfermeros, médicos, trabajadores sociales y asistentes de salud que se encontraban presentes en la muestra. Se realizaron una mediana de 10 pruebas (IQR 9-12) cada una en 2020, y 658 (4 · 2%) dieron positivo durante el primer aumento ( tabla 1). Ocho (1 · 2%) de 658 que dieron positivo en el primer aumento también dieron positivo durante el segundo aumento. Por el contrario, entre los que no se infectaron durante el primer aumento, 934 (6,2%) de 14 946 dieron positivo durante el segundo aumento. El RR ajustado fue 0 · 189 (95% CI 0 · 094–0 · 379) y la protección estimada contra la reinfección fue 81 · 1% (95% CI 62 · 1–90 · 6). Mover la fecha en la que comenzó el segundo aumento en dos análisis de sensibilidad y, por lo tanto, revisar la definición de reinfección en nuestro estudio al cambiar la brecha entre la primera y la segunda prueba positiva, solo afectó ligeramente la protección estimada contra la infección repetida ( tabla 1 ).

Se incluyeron 2432509 individuos en el análisis de cohorte alternativo, de los cuales 28875 (1 · 19%) contribuyeron con períodos de tiempo expuestos y 2405683 (98 · 90%) contribuyeron con períodos de tiempo no expuestos, y 2049 contribuyeron tanto al tiempo no expuesto como al tiempo expuesto períodos, con un total de 138 reinfecciones. Ningún individuo dio positivo más de dos veces. Los resultados de este análisis de cohorte alternativo fueron muy similares a los del análisis principal ( tabla 1 ), aunque se basó en más eventos debido al tiempo de seguimiento adicional que brinda el enfoque analítico, que también permite el análisis de reinfección. durante todo el año calendario. La protección estimada contra la infección repetida en este análisis fue del 78,8% (IC del 95%: 74,9-82,1).

También en el análisis de cohortes alternativo, encontramos poca evidencia de que el grado de protección contra la infección repetida, medido por la positividad de la PCR conferida por una infección previa, variara según el grupo de edad por debajo de los 65 años. Sin embargo, la protección contra la infección repetida entre las personas de 65 años o más fue menor que entre los grupos de edad más jóvenes ( tabla 2 ). No encontramos evidencia de diferencias en las estimaciones de protección contra la infección repetida por sexo, ni encontramos ninguna evidencia de que la protección contra la infección repetida estuviera disminuyendo después de 6 meses de seguimiento * Tasa de infección por 100 000 días-persona de seguimiento.

† Ajustado por sexo, grupo de edad, frecuencia de la prueba y mes de inicio del seguimiento.

Discusión

Utilizamos un gran conjunto de datos de vigilancia nacional de resultados de pruebas de PCR transferibles individualmente para estimar el grado en que una infección previa con el SARS-CoV-2 da como resultado protección contra la repetición de la infección. Encontramos que la protección en la población es del 80% o más en los menores de 65 años, pero de aproximadamente el 47% en los de 65 años o más. No vimos signos de disminución de la protección contra la repetición de la infección durante el año 2020.

Nuestras estimaciones de protección general después de una infección previa con SARS-CoV-2 de 77-83% están en línea con varios otros estudios de cohortes del Reino Unido, Qatar y los EE. UU. Que informaron que la reinfección es rara y ocurre en menos del 1% de los casos. todos los casos de COVID-19.

 Se desconoce cuánto tiempo dura la protección contra la infección repetida después de una infección previa por SARS-CoV-2 porque ha transcurrido muy poco tiempo desde el comienzo de la pandemia, pero un estudio de más de 20000 trabajadores de la salud en el Reino Unido encontró que el riesgo de la reinfección con SARS-CoV-2 se redujo en un 83% durante al menos 5 meses después de la infección primaria.

 Otro estudio de 12 541 trabajadores de la salud en el Reino Unido mostró una protección del 89% durante al menos 6 meses.

 Un estudio de Qatar que examinó a 43 000 personas mediante PCR sugirió que la protección contra la repetición de la infección se produjo en el 95% de las personas que dieron positivo, durante al menos 7 meses.

Estudios anteriores han encontrado que los anticuerpos contra otros coronavirus disminuyen con el tiempo y permiten la reinfección a largo plazo; sin embargo, la longevidad exacta de las respuestas de anticuerpos después de la infección por coronavirus aún es incierta. Para el coronavirus humano circulante, el período estimado de inmunidad protectora fue de 11 meses.

 Para MERS-CoV, los anticuerpos disminuyeron después de aproximadamente 5 meses, mientras que la inmunidad duró hasta 3 años, y para SARS-CoV, hasta 2 años.

 Las estimaciones de la seroprevalencia de los anticuerpos IgG contra el SARS-CoV-2 varían según los métodos de laboratorio utilizados, la cohorte seleccionada, la ubicación geográfica y el origen étnico de los participantes y su origen socioeconómico.

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 En nuestro estudio en el que clasificamos el tiempo entre la infección y la reinfección en dos períodos de tiempo principales, tardío y temprano, no observamos un efecto que indicara una disminución de la protección contra infecciones repetidas durante nuestro período de estudio.

Además de los estudios epidemiológicos, se necesitan estudios serológicos longitudinales y otros estudios inmunológicos para proporcionar información sobre los mecanismos de inmunidad contra el SARS-CoV-2 y su duración. Un estudio observacional de los EE. UU. Que incluyó a 3,2 millones de personas que se sometieron a pruebas de anticuerpos para el SARS-CoV-2 examinó sus patrones de prueba de PCR posteriores.

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 Tres meses después de la fecha índice de la prueba serológica, las pruebas de PCR dieron positivo en las personas con una prueba de anticuerpos contra el SARS-CoV-2 negativa al menos diez veces más a menudo que en las que tuvieron una prueba de anticuerpos positiva.

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 Muchos estudios han examinado la inmunidad adaptativa después de la infección por SARS-CoV-2.

 En un estudio longitudinal de la memoria inmunológica para el SARS-CoV-2, aproximadamente el 95% de las personas retuvieron la inmunidad hasta 8 meses después de la infección según las mediciones de anticuerpos, células B de memoria y células T CD4 y CD8.

Aunque las concentraciones de anticuerpos contra el pico de SARS-CoV-2 y el dominio de unión al receptor disminuyeron moderadamente durante el período de estudio de 8 meses, la cantidad de células B de memoria aumentó y las células T CD4 y CD8 de memoria tuvieron una vida media de 3-5 meses . Por tanto, los diferentes tipos de memoria inmunológica como parte del sistema inmunológico adaptativo estaban activos pero tenían una cinética distinta, y las mediciones de los anticuerpos circulantes no parecían predecir la memoria de las células T.

Estimamos una protección relativamente baja contra la reinfección en personas de 65 años o más en comparación con las personas más jóvenes. Aquellos de 65 años o más tenían menos del 50% de protección contra infecciones repetidas por SARS-CoV-2 después de la primera infección. Sin embargo, otro grupo de estudio, que utilizó un diseño de estudio diferente, encontró un alto grado de protección contra la reinfección entre las personas mayores.

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Nuestro hallazgo de que las personas mayores tenían más probabilidades que las personas más jóvenes de dar positivo nuevamente si ya habían dado positivo podría explicarse por los cambios naturales relacionados con la edad en el sistema inmunológico de los adultos mayores, también conocidos como senescencia inmunológica. Estos cambios afectan tanto al sistema inmunológico innato como al adaptativo y la coordinación de las respuestas inmunitarias y, por lo tanto, las personas mayores son más susceptibles a las enfermedades infecciosas emergentes, como el SARS-CoV, MERS-CoV y otros virus.

 Se ha descubierto que la coordinación de las respuestas de las células T CD4 y CD8 específicas del SARS-CoV-2 se altera en individuos de 65 años o más, pero no en individuos más jóvenes.

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 Además, la escasez de células T vírgenes se asoció con el envejecimiento y peores resultados de COVID-19.

 A la luz de esta evidencia, nuestro análisis destaca la necesidad de proteger a las personas mayores contra la reinfección con SARS-CoV-2 mediante vacunación, medidas de distanciamiento físico y equipo de protección personal, como mascarillas, independientemente del estado de infección anterior.

El potencial de reinfección de los trabajadores de la salud es de particular interés debido a su alto riesgo de exposición al virus y a las pruebas frecuentes, independientemente de los signos y síntomas clínicos. En nuestro análisis de sensibilidad de los trabajadores de la salud, encontramos resultados similares a los de nuestro análisis principal. Varios estudios de seroprevalencia de trabajadores de la salud han encontrado que el riesgo de infección por SARS-CoV-2 es mayor en este grupo que en la población general.

 En un estudio de Irán, la seroprevalencia de IgG fue casi del 20%.

 Un estudio de seroprevalencia entre los trabajadores de la salud en Dinamarca encontró que el riesgo de infección era 1 38 veces mayor en los trabajadores de atención médica de primera línea que trabajaban en las salas COVID-19 que en otros trabajadores de la salud en el hospital.

 En nuestro estudio, encontramos que la tasa de infección entre los profesionales de la salud era aproximadamente el doble que en la población general.

Una de las fortalezas principales de nuestro estudio es el tamaño y la completitud de nuestro conjunto de datos, que se basa en toda la población de Dinamarca e incluye a todas las personas que han sido sometidas a pruebas para el SARS-CoV-2 entre el 26 de febrero y el 31 de diciembre de 2020. Aprovechamos del hecho de que Dinamarca tiene una gran capacidad de prueba, ofreciendo pruebas gratuitas dentro de la población sin necesidad de derivación, e independientemente de la edad, si un individuo es sintomático o asintomático, o si sospecha de infección o no. Este marco nos permitió estudiar las diferencias dentro de los grupos de edad. Como se describió, las instalaciones de prueba se volvieron más accesibles durante el transcurso del período de estudio y el número de pruebas realizadas por semana aumentó hasta diez veces en el segundo aumento en comparación con el primer aumento. No creemos que el cambio en el número total de pruebas realizadas haya afectado nuestro análisis;

El conocimiento de una primera prueba positiva podría afectar potencialmente el comportamiento de un individuo, dando como resultado una clasificación errónea diferencial. Las personas con una prueba de PCR positiva previa pueden participar en actividades de mayor riesgo (por ejemplo, no usar una mascarilla) debido a la supuesta inmunidad y, por lo tanto, es más probable que la prueba sea positiva por segunda vez. Por el contrario, y probablemente más probable, estas personas podrían tener menos probabilidades de realizarse una segunda prueba de PCR porque podrían creer que son inmunes. Tal comportamiento daría lugar a una sobreestimación del efecto protector de una infección previa. Abordamos esta posible sobreestimación de dos maneras: ajustando los análisis por el número de pruebas realizadas y mediante el análisis de sensibilidad de los trabajadores de la salud. Los resultados de este análisis corroboraron los resultados del análisis principal. Los diferentes enfoques que adoptamos para el análisis de los datos no cambiaron los hallazgos generales, ni tampoco cambiaron el período de tiempo definido entre la primera y la segunda oleada. De hecho, el aumento en el período entre oleadas dio como resultado un ligero aumento en la protección observada contra la repetición de la infección, lo que sugiere que los criterios de reinfección se volvieron más específicos porque menos infecciones recrudescentes se clasificaron erróneamente como reinfecciones. Por tanto, creemos que podemos sacar conclusiones representativas sobre la protección frente a la repetición de la infección en la población. el aumento en el período entre oleadas dio como resultado un ligero aumento en la protección observada contra la repetición de la infección, lo que sugiere que los criterios de reinfección se volvieron más específicos porque menos infecciones recrudescentes se clasificaron erróneamente como reinfecciones. Por tanto, creemos que podemos sacar conclusiones representativas sobre la protección frente a la repetición de la infección en la población. el aumento en el período entre oleadas dio como resultado un ligero aumento en la protección observada contra la repetición de la infección, lo que sugiere que los criterios de reinfección se volvieron más específicos porque menos infecciones recrudescentes se clasificaron erróneamente como reinfecciones. Por tanto, creemos que podemos sacar conclusiones representativas sobre la protección frente a la repetición de la infección en la población.

Una de las limitaciones de nuestro estudio es que no pudimos correlacionar los síntomas con la protección contra la infección repetida porque los parámetros clínicos detallados generalmente no se registran a menos que el paciente ingresara en el hospital debido a síntomas graves de COVID-19. Nuestro conjunto de datos incluye resultados de pruebas de personas con pocos o ningún síntoma que podrían haber resultado en una respuesta inmune comparativamente más baja que si solo hubiéramos incluido individuos con síntomas moderados o severos. Sin embargo, si hubiéramos incluido solo a personas con infecciones moderadas o graves, nuestros hallazgos habrían sido generalizables solo a personas con infecciones sintomáticas. Además, podría haber ocurrido una clasificación errónea de las reinfecciones si el ARN del virus detectable persistiera durante más de 3 meses en algunos pacientes. Sin embargo, Es poco probable que este sesgo potencial haya afectado nuestros resultados sustancialmente porque abordamos esta clasificación errónea potencial en el análisis alterando el período de tiempo definido entre las oleadas pandémicas. Es posible que se hayan producido algunas clasificaciones erróneas en las pruebas de PCR; sin embargo, se cree que la prueba utilizada es muy precisa, con una sensibilidad del 97,1% y una especificidad del 99,98%.

Por lo tanto, solo esperaríamos aproximadamente dos resultados falsos positivos por cada 10 000 pruebas en personas no infectadas y aproximadamente tres resultados falsos negativos por cada 100 pruebas en personas infectadas. Nuestros hallazgos solo se ven afectados muy levemente cuando se tiene en cuenta la precisión de la prueba (datos no mostrados). Por último, recientemente han aparecido en Dinamarca nuevas variantes de SARS-CoV-2 con las sustituciones del área de unión al receptor 484K o 501Y.

En resumen, encontramos que la protección contra la repetición de la infección por SARS-CoV-2 es robusta y detectable en la mayoría de los individuos, protegiendo al 80% o más de la población infectada naturalmente que tiene menos de 65 años contra las reinfecciones dentro del período de observación. Sin embargo, observamos que las personas mayores de 65 años tenían menos del 50% de protección contra la repetición de la infección por SARS-CoV-2. Debido a que el grupo de mayor edad es más propenso a un curso clínico grave de la enfermedad, este hallazgo destaca la necesidad de implementar medidas de protección para la población de mayor edad en forma de vacunas efectivas y un mayor distanciamiento físico y control de infecciones, incluso en aquellos que se sabe que son infectado. Además, nuestros datos indican que se debe vacunar a las personas previamente infectadas porque no se puede confiar en la protección natural.

La OMS actualizó su guía en vivo para el manejo clínico de COVID-19 en enero de 2021, que ahora incorpora una nueva declaración de práctica sobre el cuidado de pacientes con síntomas persistentes, nuevos o cambiantes después de la sospecha o confirmación de COVID-19. La guía señala que la caracterización clínica del COVID prolongado es inadecuada y, por lo tanto, se justifica una mayor investigación sobre las secuelas a largo plazo.

El año pasado se lanzaron múltiples iniciativas para recopilar datos clínicos neurológicos sobre COVID-19, con el objetivo de ayudar al manejo y comprender las manifestaciones clínicas a largo plazo de la enfermedad. 

En abril de 2020, la Academia Europea de Neurología (EAN) estableció el grupo de trabajo EANcore NeuroCOVID-19 y comenzó a recopilar recursos para ayudar a los neurólogos a prepararse y manejar esta crisis médica. Casi un año después, el grupo de trabajo ha logrado algunos objetivos, incluida la elaboración de una declaración de consenso sobre el manejo de pacientes con enfermedades neurológicas y COVID-19. El grupo de trabajo EANcore NeuroCOVID-19 también ha creado el registro ENERGYpara evaluar la prevalencia de manifestaciones neurológicas en pacientes con COVID-19 confirmado, cuyos hallazgos se espera que se publiquen más adelante en 2021. EAN también ha establecido colaboraciones con varias organizaciones internacionales, incluida una colaboración formal con la Sociedad de Cuidados Neurocríticos en los EE. UU. .

Además, en los EE. UU., El Instituto Nacional de Trastornos Neurológicos y Accidentes Cerebrovasculares (NINDS) está apoyando varios proyectos, incluida una iniciativa para rastrear síntomas neurológicos, complicaciones y resultados de COVID-19, para obtener información sobre cómo la enfermedad afecta el sistema nervioso y para estimar la prevalencia de estas complicaciones potencialmente raras. Una de las iniciativas apoyadas por NINDS es el Proyecto NeuroCOVID, que fue lanzado el 26 de enero de 2021 por investigadores de NYU Langone Health. El proyecto tiene como objetivo construir y mantener un recurso internacional de datos clínicos y bioespecímenes no identificados.

 Reconociendo la escasa comprensión del proceso de recuperación después de la infección por SARS-CoV-2, el NINDS también participa en la Iniciativa de Secuelas Post-Agudas de Infección por SARS-CoV-2 de los Institutos Nacionales de Salud (NIH) (PASC). Las oportunidades de investigación fueron anunciadas por la Iniciativa PASC en febrero de 2021, y otorgará subvenciones para estudios de cohortes de recuperación clínica, estudios de cohortes de autopsias y estudios basados ​​en datos del mundo real, con el objetivo de identificar factores de riesgo y biomarcadores de resultados adversos a largo plazo y comprender los mecanismos fisiopatológicos que podría ayudar en el desarrollo de estrategias de prevención y tratamientos novedosos.

Las iniciativas EAN y NIH se pueden agregar a múltiples proyectos adicionales que se han iniciado en todo el mundo. En mayo de 2020, el Grupo de Especialidad en Neurología Ambiental de la Federación Mundial de Neurología (WFN)comprometido a curar la investigación de registros nacionales e internacionales, haciendo que estos datos estén disponibles gratuitamente en el sitio web de WFN. Sin embargo, con tantos registros disponibles, el riesgo de duplicación de datos y variación en las definiciones de casos son complicaciones potenciales. Con mucho aún desconocido sobre los efectos a largo plazo de COVID-19, y muchos proyectos en curso o en curso, las organizaciones deben trabajar juntas. Los enfoques deben estandarizarse y las definiciones de casos deben usarse de manera coherente en todos los estudios. Con el objetivo de perfeccionar las pautas para el manejo de los pacientes con COVID-19 y caracterizar sus manifestaciones neurológicas a largo plazo, serán fundamentales las colaboraciones multidisciplinarias y a gran escala.

A medida que la pandemia COVID-19 entra en su segundo año, un logro notable ha sido la aprobación de las vacunas contra el SARS-CoV-2. Las personas con enfermedades neurodegenerativas corren un riesgo particular de un peor resultado después de la infección por SARS-CoV-2, ya que la comorbilidad preexistente y la edad avanzada son factores de riesgo. Las estrategias de vacunación están priorizando a los adultos mayores y a las personas con comorbilidades. Sin embargo, a pesar de las expectativas sobre la vacunación que anuncian el regreso a la normalidad, la disponibilidad de vacunas es limitada y es probable que muchas personas permanezcan desprotegidas durante mucho tiempo. Mientras tanto, la colaboración para mejorar nuestro conocimiento de COVID-19, incluidas sus manifestaciones neurológicas a largo plazo, debe seguir siendo una alta prioridad.

Referencias

Evaluación de la protección contra la reinfección con SARS-CoV-2 entre 4 millones de personas sometidas a pruebas de PCR en Dinamarca en 2020: un estudio observacional a nivel de población Christian Holm Hansen, PhD  Daniela Michlmayr, PhD  Sophie Madeleine Gubbels, MD Prof. Kåre Mølbak, DMSc Profesor Steen Ethelberg, PhD 

THE LANCET Publicado: abril de 2021DOI: https://doi.org/10.1016/S1474-4422(21)00059-4

EDITORIAL AL COVID PROLONGADOPDF

VAGABUNDEO MENTAL TEA Y MICROBIOS

VAGABUNDEO MENTAL TEA Y MICROBIOS

Me gusta, cada día, leer la vanguardia y las innovaciones en medicina que divulga Internet.

Todos me enriquecen , pero también me aturden, y pienso que la unión de los conceptos espirituales y organicos, de manera inteligente, podrían explicarme, la aparente desincronización.

El Dr Alonso, siempre interesante en sus publicaciones, analiza como las personas con un equilibrio mental, saben con trucos, espirituales, resolver situaciones, displanceteras, con vagabundeo mental, mejor que los que tienen trastornos del aspecto autista, TEA.

Mi pregunta: como aunamos, las dos cosas, los microbios con los que saben sacarle partido a la vida y los que no pueden.

La única utilidad que tienen este trabajo conjunto, es como podríamos modular los microbios, para que no produjeran trastornos mentales e individuos desgraciados.

Un ataque de ansiedad, tan frecuente en nuestros días, y cuyo origen es siempre disrrupcion de neurotransmisores, hace desgraciado y sin capacidad para reaccionar al que lo sufre.

Estoy de acuerdo con los dos autores, en que mas conocimiento, nos llevaran a un equilibrio.

Pero lo que no soporto, es el “depende de ti”.

No es verdad, se enferma entero, física y psíquicamente “ , y la causa, siempre es genómica, pero también externa.Y el deseqlibrio es la enfermedad.

Y la solución por ahora, ni se asoma.

El blog de José Ramón Alonso  Doctor por la Universidad de Salamanca. Catedrático de Biología Celular y Director del Laboratorio de Plasticidad neurona. Nos cuenta y muy bien, como son diferentes las actitudes, de las personas normales y los TEA

Todo el mundo conoce la sensación de dejar vagar la mente libremente en un momento de tranquilidad. Los pensamientos y sentimientos experimentados en esos momentos influyen en nuestro bienestar, y también nuestro nivel de bienestar influye en esa divagación. El vagabundeo mental -las distracciones espontáneas de la tarea que se está realizando- es una propiedad útil de la mente, por ejemplo, cuando reflexionamos sobre el pasado o planificamos el futuro; sin embargo, un vagabundeo mental frecuente puede ir en detrimento del bienestar, nos podemos sentir incómodos e incapaces de centrarnos en lo que nos ocupa. La planificación del futuro, la resolución de objetivos personales, la inspiración y la resolución creativa de problemas son algunas de las funciones adaptativas que cumple la deambulación mental. Por otro lado, el vagabundeo mental también se ha asociado con consecuencias negativas para la salud. Puede ser perjudicial para el estado de ánimo y contribuir a la rumiación, provocando o empeorando los síntomas en trastornos como la depresión, el insomnio y la ansiedad o el trastorno por déficit de atención con hiperactividad (TDAH). Por todo ello es importante investigar el vagabundeo mental y su papel en la salud y la enfermedad.

Sonja Simpraga y su grupo han analizado qué pensamientos y sentimientos experimentan los adultos con trastorno del espectro autista (TEA) durante unos minutos de reposo y los han comparado con los de adultos similares sin TEA. Los criterios de inclusión fueron un diagnóstico clínico de TEA, tener entre 18 y 55 años y no tener ningún trastorno intelectual. La muestra final estaba formada por 91 adultos (50 mujeres), con edades comprendidas entre los 20 y los 56 años (media: 43,8, desviación estándar: 9 años). En total, se pidió a 88 adultos con TEA y a 90 adultos sin TEA que descansaran durante 5 minutos con los ojos cerrados y dejaran vagar su mente. Inmediatamente después, se les pidió que rellenaran el Cuestionario de Estado de Reposo de Ámsterdam, una encuesta que sondea lo que los participantes sentían y pensaban durante el periodo de reposo en diez ámbitos. Estos diez dominios son denominados Discontinuidad de la mente (dificultad para centrarme en mis pensamientos, tener la cabeza en ebullición, saltar rápidamente de una cosa a otra), Teoría de la mente (pensar en los demás, pensar en gente que me gusta, ponerme en los zapatos de otra persona), Yo (pensar sobre mí mismo, sobre mis sentimientos, sobre mi comportamiento), Planificación (pensar sobre las cosas que tengo que hacer, pensar en cómo resolver algún problema, pensar en el futuro), Somnolencia (sentirme cansado, sentirme adormilado, tener dificultades para mantenerme despierto), Confort (sentirte relajado, sentirte a gusto, sentirte feliz), Conciencia somática (ser consciente de tu cuerpo, notar tu respiración o tu latido cardíaco), Preocupación por la salud (me siento enfermo, pienso sobre mi salud, siento dolor), Pensamiento visual (pensar en imágenes, visualizar situaciones, visualizar lugares) y Pensamiento verbal (pensar con palabras, tener conversaciones silenciosas, dialogar contigo mismo). Todos los ítems se puntúan en una escala que va desde “Totalmente en desacuerdo” hasta “Totalmente de acuerdo” en una escala de cinco puntos.

Los investigadores descubrieron que los adultos con TEA tienen pensamientos y sentimientos atípicos durante el descanso, con algunas diferencias con el grupo control. Los adultos con TEA tienden a pensar menos en los demás, se sienten menos cómodos y tienen más pensamientos alterados durante el descanso en comparación con los adultos sin TEA. Los participantes con TEA obtuvieron puntuaciones más bajas que los controles en Teoría de la Mente (se ponían menos en qué estarían pensando los otros), Confort (sentían mayor incomodidad), Pensamiento Visual (pensaban menos con imágenes), Conciencia Somática (notaban menos su propio cuerpo) y Planificación (pensaban menos en las cosas que tenían que hacer o en como resolver algún problema que les afectara), mientras que tuvieron puntuaciones más altas en la Discontinuidad Mental (peor control sobre sus propios pensamientos). Curiosamente, los participantes con TEA que informaron de niveles más bajos de comodidad durante el descanso también informaron de más síntomas de TEA, específicamente en conductas y habilidades sociales, cambio de atención de una tarea a otra e imaginación.  Las personas con TEA también tenían más monólogos internos (“me imaginé hablando conmigo mismo”) y una mayor conciencia de su entorno.

La característica más destacada de los individuos con TEA fue una menor puntuación en la dimensión de Teoría de la Mente (ToM). Este resultado parece coincidir con los criterios de diagnóstico del TEA, que priman las dificultades en las habilidades sociales. Las deficiencias en la ToM son un hallazgo establecido en el TEA e incluso se ha demostrado que la ToM es predictiva de la gravedad del TEA. Sin embargo, algunos estudios han mostrado una ToM intacta en niños de inteligencia normal a alta con TEA, lo que sugiere que el TEA de alto funcionamiento puede compensar sus deficiencias sociales. 

El estudio sugiere que, aunque se puede esperar que las capacidades de ToM estén bastante intactas, los individuos con TEA piensan menos en otras personas cuando no se les indica que lo hagan. Esto estaría en consonancia con la hipótesis de la motivación social, que plantea que los individuos con TEA están menos motivados para participar en la interacción social y la cognición y que las deficiencias sociales son un resultado de ello.

Los investigadores proponen utilizar la condición de descanso con los ojos cerrados en combinación con el Cuestionario de Estado de Reposo de Ámsterdam de forma más amplia para arrojar luz sobre los pensamientos y sentimientos aberrantes en distintas condiciones y trastornos y para poder hacer un seguimiento sobre el efecto de las intervenciones terapéuticas.

El otro trabajo de

CONVIVIMOS CON MILES DE BICHOS EN NUESTRA CASA”

ROB DUNN, biologo, profesor de biologia aplicada en la universidad de Carolina del Norte

Soy profesor de Ecología Aplicada en la Universidad de Carolina del Norte y estudio el modo en el que todas las especies interactúan con nosotros en nuestra vida diaria. Me gusta la idea europea pero más ecológica. Siento una profunda emoción en cuanto a la grandeza de la vida

  • Rob

Con quién vivo en casa?

  • Con todas las especies que viven en los humanos con los que convive. Tenemos cientos de microbios que cubren nuestra piel.
  • ¿Qué me dice?
  • Son beneficiosos, y los intercambiamos. También tenemos microbios en las encías, que de hecho tienen muchas más células que nuestro propio cuerpo. Muchas de esas especies no solo forman parte de quienes somos sino que dependemos de ellas, otras son inocuas y un pequeño porcentaje pueden ser dañinas.
  • Entiendo.
  • Hemos descubierto que coexistimos en el mismo espacio con muchos bichos: reptan, flotan y saltan miles de organismos en nuestras casas. Están en las camas, sofás, lámparas, en el aire que respiramos, están en todas partes, da igual si vivimos en un piso de ciudad, en el campo o en la estación espacial internacional.
  • ¡…!
  • Hay que ser conscientes de que es imposible vivir una vida estéril. Y, además, sin muchos de esos organismos acabaríamos enfermos.
  • Los detergentes quieren acabar con ellos.
  • Matarlos no es una buena idea. Si usted mira las etiquetas le dirán la cantidad de gérmenes que aniquilan y, al hacerlo, creamos un mundo en el que solo sobrevive un 1% de especies que suelen ser las que resisten a todo, incluso a una bomba nuclear, y esos son los peligrosos.
  • Entiendo que por algo estarán ahí…
  • La clave está en el equilibrio. Muchas especies no nos hacen ningún daño, entonces ¿para qué matarlas? Mire esa arañita, no le hace ningún daño, todo lo contrario: se come otros bichitos que sí se lo hacen. Déjela ahí. La grandeza de la vida nos rodea, todas esas especies increíbles de las que sabemos muy poco.
  • ¿Dónde está el límite entre la limpieza y dejar que el polvito se acumule?
  • Lavarse las manos con jabón ofrece un equilibrio: lo que ya estaba se queda y lo que acaba de llegar no. Sacar el polvo está bien, pero lavar la casa y los alimentos con lejía o usar insecticidas, a no ser que tengas una infestación, no es bueno.
  • ¿Cuáles son los beneficios de esas criaturas con las que convivimos y no vemos?
  • Las alergias, el asma y la enfermedad de Crohn podrían estar asociados a la pérdida de exposición a estos organismos. Algunas especies favorecen el funcionamiento del sistema inmunitario, otras contribuyen al control de plagas y compiten con ellas o son fuentes potenciales de enzimas y fármacos nuevos, y miles de ellas realizan procesos ecológicos muy valiosos, como mantener el agua del grifo libre de patógenos.
  • ¿Mejor beber agua embotellada?
  • El agua que tiene mucho cloro favorece a los bichos a los que les gusta el cloro. El agua que produce menos problemas es la que tiene menos tratamientos, la que viene de manantiales que no estén contaminados, claro. ¿
  • Hemos analizado cientos de mangos y alcachofas de ducha, en ellos miles de bacterias crean un biofilm, o sea: mugre para que el agua no las arrastre, y proliferan más en aguas con mayores tratamientos químicos de depuración que en las procedentes de pozos o acuíferos naturales.
  • Hábleme de criaturas que velen por mí.
  • En casi todas las casas hay una especie de avispa diminuta que no le hace nada a los humanos pero que pone sus huevos en las cucarachas y las matan. Hay todo un ecosistema de especies que nos ayudan a diario.
  • Deme más ejemplos.
  • En las almohadas tenemos ácaros del polvo, pero también ácaros leopardo que se comen los ácaros del polvo, es todo un ecosistema amplio y prodigioso.
  • ¿Cuántas especies lleva clasificadas?
  • 200.000 especies solo en América del Norte y Europa, pero hay muchas todavía desconocidas. Se calcula que hay un billón de bacterias en el mundo y el porcentaje dañino es muy bajo.
  • ¿Cómo nos afecta pasar la mayor parte de nuestro tiempo en lugares cerrados?
  • En el pasado simplemente con vivir expuestos a especies que habitan en la tierra y en los árboles conseguíamos tener una población de microbios adecuada, pero como ahora vivimos vidas tan limpias a veces ese equilibrio no es correcto. En EE.UU. la gente pasa el 90% del tiempo en interiores, y eso no es saludable.
  • ¿Demasiado aislados del exterior?
  • Sí, cuanto más cerrado es el espacio, cuanto más sellamos los edificios, mayor es la complicación. Lo mejor que podemos hacer es una buena ventilación para que los microbios de la tierra y de los árboles entren en casa.
  • ¿Qué nos traen a casa las mascotas?
  • Los perros traen tierra y con ella sus microbios beneficiosos. Los niños que tienen perros no suelen presentar tantos casos de alergias.
  • ¿Qué es lo que más le fascina ahora?
  • La biología de los alimentos. Estamos descubriendo que las bacterias de quien hace el pan afectan a la masa madre fermentada y viceversa. Estamos descubriendo que hay una conexión física, somos todos parte de una comunidad, y para mí eso es interesantísimo.
  • ¿En la biodiversidad está la salvación?
  • Es clave para la supervivencia humana. Estas criaturas diminutas tienen un inmenso valor.
  • Bibliografia
  • Simpraga S, Weiland RF, Mansvelder HD, Polderman TJ, Begeer S, Smit DJ, Linkenkaer-Hansen K (2021) Adults with autism spectrum disorder show atypical patterns of thoughts and feelings during rest. Autism  19: 1362361321990928. doi: 10.1177/1362361321990928.
  • IMA SANCHÍS 22/02/2021 00:20

‘NATURAL KILLER’

‘NATURAL KILLER’ SU APLICACIÓN

La célula NK (del inglés Natural Killer), asesina natural o célula asesina es un linfocito, y un componente importante del sistema inmunitario innato para la defensa del organismo. Su función es la destrucción de las células infectadas y de las células cancerosas, además de regular las respuestas inmunitarias. No son células fagocíticas, destruyen las células a través del ataque a su membrana plasmática causando la citolisis.
Se cree que estas células detectan a la célula diana por reconocimiento del glicocálix anómalo. También se cree que las reconocen cuando las células infectadas o tumorales pierden la MHC de clase I, las cuales inhiben la acción de las células NK.

Anatomía microscópica

 

Linfocito NK mostrando su superficie vellosa típica. Microscopio electrónico de barrido.

Con el microscopio óptico se ven como linfocitos llenos de gránulos citoplasmáticos por lo que se conocían como células LGG (Linfocito Grande Granuloso). Morfológicamente son casi indistinguibles a los linfocitos grandes excepto por los gránulos que contienen.

Célula NK (en la mitad inferior) con sus gránulos líticos característicos. Unión de membranas plasmáticas de la célula NK con su célula blanco (en el tercio medio). Microscopio electrónico de transmisión.

Con el microscopio electrónico se caracterizan por sus gránulos y la estructura de los mismos. Los gránulos líticos que se encuentran en el citoplasma de la célula NK, son lisosomas secretores. Esto significa que presentan características tanto del compartimento celular lisosómico, como de la maquinaria secretora especializada de la célula NK. El resultado es un orgánulo de doble función, una función especializada en actividades destructivas debido a sus propiedades lisosómicas y además una función secretora asociada.1

Fisiología

No expresan un receptor de membrana especial de los linfocitos, el receptor de linfocito T (TCR) que es el receptor de membrana característico de los linfocitos T, tampoco expresan el BCR (receptor característico de los linfocitos B), ni CD3 (que es una molécula que hace parte del complejo del receptor TCR), etc. También se las conoce como célula nula. Además, no madura en el timo, como lo hacen los linfocitos T. Se desarrolla en la médula ósea y como ya se había mencionado, no posee los marcadores de superficie característicos de los linfocitos B y T.
Tampoco expresan marcadores celulares fenotípicos que tradicionalmente identifican al resto de las subpoblaciones de linfocitos. En sus membranas sólo expresan CD2CD16 y LFA-1, diferenciándolas de los linfocitos T que siempre son CD3+ y CD16. Se localizan principalmente circulando en sangre y en el bazo, rara vez en otros tejidos. Otro marcador usado para identificar a las células NK es el CD56.

Funciones]

Sinapsis inmunológica entre un linfocito NK arriba en rojo y su célula objetivo en verde.

Esquema que muestra la interacción del patógeno con los Linfocitos T CD8+ y las células NK (en inglés)

Los linfocitos granulares NK, son identificados por su habilidad para reconocer y matar células tumorales o infectadas por virus y bacterias, sin necesidad de antígeno sensibilizante.2

Las células asesinas NK, tienen la capacidad de diferenciar las células infectadas por un virus, o las células tumorales que han sufrido transformaciones malignas. Son capaces de identificar qué células son propias del hospedador y cuales son foráneas.
Esto pasa gracias a que los receptores de membrana de la célula asesina detectan la presencia de las MHC de clase 1 en este tipo de células dañadas y receptores inhibidores en células sanas. Este sistema sencillo de reconocimiento de las células sanas y de las células dañadas es muy eficaz.

Sinapsis inmunológica NK

Sinapsis inmunológica NK, vista desde la célula objetivo. Ubicación de las diferentes dominios supramoleculares. El eje Z muestra el espesor completo de la célula NK, con la disposición cortical del centro organizador de microtúbulos o MTOC (en azul) y de los gránulos líticos. Microscopio confocal.

La citotoxicidad requieren de una zona de contacto intercelular estrecho, entre la célula NK y su célula objetivo; esta zona es la sinapsis inmunitaria, a través de la cual pueden liberarse moléculas para desencadenar la citolisis.3
Esta interfase NK especializada, está finamente regulada, porque es crítica para el proceso de citotoxicidad, pero también para la inhibición, la regulación y la co-estimulación inmunológicas.4

Receptores activadores

Los receptores de activación de células NK se acumulan mediante un proceso dependiente de actina en las sinapsis inmunes citotóxicas, donde proporcionan señales sinérgicas que desencadenan las funciones efectoras de células NK.

Sinapsis inmunitaria NK, pueden ser tanto activadoras (célula NK#2), como inhibidoras (célula NK#1) con sus células blanco (221). Imagen izquierda contraste de fase; imagen derecha: inmunofluorescencia las diferencia por colores.

Receptores inhibidores

En contraste, los receptores inhibidores de las células NK, la familia de receptores MHC tipo I (KIR), se acumulan en las sinapsis inmunes inhibitorias, bloquean la dinámica de actina y evitan la fosforilación dependiente de actina de los receptores de activación. De esa manera la capacidad citotóxica queda bloqueada.5

Además de este sistema liberan interferón y otras citocinas para desencadenar su respuesta inespecífica y destruir la célula que ha expulsado dicha sustancia, al verse atacada por una acción vírica. El reconocimiento de células diana induce a la movilización de gránulos hacia el sitio de contacto, los cuales contienen granzimas y perforinas. Estas proteínas forman un complejo, junto con una tercera proteína que actúa como carrier, el cual es endocitado por la bacteria. Esta endocitosis esta mediada por el receptor manosa 3-fosfato. Las perforinas desestabilizan la membrana del endosoma, liberando a las granzimas, que inducen apoptosis celular

Activación

La célula NK (en rojo), provoca la citolisis de una célula de cáncer de mama. En este ejemplo el proceso dura 6 horas (360 minutos).

Las células NK se activan por interferones, los cuales son producidos por las células infectadas por virus (es un proceso feed-back). También se activan por otras citocinas: las interleucinas-2, las cuales se forman en los linfocitos T activados.2


Una vez que el sistema inmunitario específico se ha activado, los anticuerpos tienen un papel de activación de las células NK, pues éstas también tienen función citotóxica (tóxicas para la célula). Las células NK poseen receptores específicos para la región Fc de la inmunoglobulina G (FcγRIII). Cuando una célula está infectada por virus, los antígenos de éstos, se presentan en la superficie de la célula infectada y los anticuerpos unidos a la NK, a su vez se unen a la célula infectada.

A las células NK activadas por interleucinas-2 en laboratorio, se las denomina células LAK.

Una nueva aplicación de estas células, amplian su utilidad.

‘NATURAL KILLER’ PERMITIRÍA ELIMINAR LA INFECCIÓN POR VIH

Un estudio liderado por los grupos de investigación en Enfermedades Infecciosas y CIBBIM-Nanomedicina. Nanopartículas Farmacocinéticas del Valle de Hebrón Instituto de Investigación (VHIR) ha demostrado, mediante una nueva técnica que utiliza nanopartículas, que la activación de las células natural killer (NK) del sistema inmunitario ayudaría a eliminar los reservorios del virus del VIH en las células infectadas.

En el trabajo, publicado en la revista Nano Today, colaboran el Servicio de Otorrinolaringología del Hospital Universitario Valle de Hebrón, el grupo de investigación Nanopartículas Inorgánicas del Instituto Catalán de Nanociencia y Nanotecnología (ICN2), la Universidad Autónoma de Barcelona, el IrsiCaixa y el Instituto de Investigación Germans Trias i Pujol (IGTP).

En el caso de las células infectadas por VIH (virus de la inmunodeficiencia humana), «las NK juegan un papel clave en su eliminación y se encuentran especialmente activas al inicio de la infección. Sin embargo, al tratarse de una infección crónica, con el paso del tiempo, las células NK dejan de responder bien, se agotan».

“Sabemos que las natural killer son muy importantes en la lucha contra el VIH, así que nuestro objetivo es encontrar nuevas terapias que potencien su actividad para que vuelvan a actuar como en el inicio de la infección”,. En concreto, los investigadores se focalizan en la actividad citotóxica de las NK que es dependiente de anticuerpos, es decir, utilizan anticuerpos para dirigir a las NK hacia las células infectadas y que las eliminen.

Para reactivar las células natural killer, los investigadores han desarrollado nanopartículas que contienen dos tipos de anticuerpos. Uno de los tipos reconoce la proteína CD16, que se encuentra en la superficie d las células NK, y el otro tipo reconoce la proteína gp120 que expresan las células infectadas y ayudan a que las NK se activen de forma más eficaz y eliminen la infección.

“Como novedad, hemos conseguido diseñar unas nanopartículas polarizadas, es decir, los anticuerpos que son iguales se agrupan en dominios concretos encima de la superficie de la partícula (por un lado, los anti-CD16 y, por el otro, los anti-gp120). Esto favorece la unión a las proteínas que nos interesan y dirigimos mejor la respuesta inmunitaria”, destaca Víctor Puntes, jefe del grupo CIBBIM-Nanomedicina y Nanopartículas Farmacocinéticas del VHIR, jefe del grupo de Nanopartículas Inorgánicas del ICN2 e investigador ICREA.

Mediante esta tecnología, los resultados del estudio muestran que las células natural killer son capaces de poner en marcha un respuesta citotóxica hacia las células infectadas y eliminar los reservorios celulares de VIH en cultivos de células sanguíneas y de tejido linfoide humano.

“Las NK, permiten eliminar las células infectadas con VIH”.  

De cara a investigar su potencial uso en la clínica, ahora el grupo de Enfermedades Infecciosas del VHIR trabaja en la búsqueda de anticuerpos biespecíficos, capaces de reconocer a la vez tanto las células infectadas como las natural killer para facilitar esta unión. En este caso no se utilizarán nanopartículas para facilitar el proceso de traslado hacia la clínica, y se probará la eficacia para eliminar las células infectadas por parte de estos anticuerpos tanto en cultivos celulares como en ratones.

Innovación en nanotecnología

Valle de Hebrón explica que «en los últimos años, el interés en la investigación sobre las aplicaciones médicas de la nanotecnología ha crecido exponencialmente. Desde los años 80, los investigadores han trabajado para conseguir nanopartículas donde unir diferentes tipos de anticuerpos que reconozcan proteínas concretas. Sin embargo, hasta ahora no se había demostrado que era posible crear nanopartículas de oro polarizadas con dominios de anticuerpos diferenciados, es decir, donde cada tipo de anticuerpo se agregue con los que son iguales a él. Es lo que se llama adsorción cooperativa. Hasta ahora, los anticuerpos se colocaban al azar sobre la partícula».

“La adsorción cooperativa, que permite crear nanopartículas polarizadas, se había visto en partículas y superficies más grandes. En el caso de partículas tan pequeñas, creíamos que era posible, pero es la primera vez que se demuestra en la práctica”,.

Para hacerlo posible, los investigadores han diseñado una metodología de formación de las nanopartículas que requiere unas condiciones muy concretas y controladas. Así, han conseguido tener nanopartículas polarizadas con dos tipos de anticuerpos separados en el espacio que permitan aumentar la eficacia de las uniones a las células de interés.

Las nanopartículas polarizadas se han utilizado, en este caso, para el estudio de la unión entre las células natural killer y las células infectadas por VIH. Sin embargo, esta tecnología podría convertirse en una nueva plataforma de investigación con un gran abanico de aplicaciones, como por ejemplo el cáncer. En este caso sería, por lo tanto, una estrategia de inmunoterapia que dirigiría las células del sistema inmunitario hacia las células tumorales.

Referencias

 Orange, JS (2008). «Formation and function of the lytic NK-cell immunological           synapse»Nat Rev Immunol. 8 (9): 713-725. Consultado el 5 de marzo de 2018.

 Xu Y, Zhou S, Lam YW, Pang S W (2017). «Dynamics of Natural Killer Cells Cytotoxicity in Microwell Arrays with Connecting Channels»Front. Immunol. Consultado el 5 de marzo de 2018.

 Alice CN, Brown ACN, Oddos S, Dobbie IM, Alakoskela J-M, Parton RM, Eissmann P, et al. (2011). «Remodelling of Cortical Actin Where Lytic Granules Dock at Natural Killer Cell Immune Synapses Revealed by Super-Resolution Microscopy.»PLoS Biol 9 (9): e1001152. Consultado el 10 de marzo de 2018.

 Mace ME, Dongre P, Hsu H-T, SinhaP, James AM, Mann SS, Forbes LR, Watkin LB, Orange JS (2014). «Cell biological steps and checkpoints in accessing NK cell cytotoxicity». Immunology and Cell Biology (Revisión) 92: 245-255. doi:10.1038/icb.2013.96.

 Schleinitz N, March ME, Long EO. (2008). «Recruitment of Activation Receptors at Inhibitory NK Cell Immune Synapses»PLoS ONE 3 (9): e3278.

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Linfocitos T modificados con receptores quiméricos(CAR-T):

QUE SON LOS (CAR-T):

Linfocitos T modificados con receptores quiméricos antígeno-específicos (CAR-T):

Lifocitos, sensibilizados contra determinadas partículas imprescindible, para algunas células ,y al destruirlas,  , la célula pierde esa función ,imprescindible para seguir viviendo Cómo funciona la terapia de células CAR-T

El sistema inmunitario reconoce sustancias extrañas en el cuerpo mediante la búsqueda de proteínas llamadas antígenos en la superficie de esas células. Las células inmunitarias llamadas células T tienen sus propias proteínas llamadas receptores que se unen a antígenos extraños y ayudan a provocar que otras partes del sistema inmunitario destruyan a la sustancia extraña.

Receptores quiméricos de  antígenos (CAR)

Las células T utilizadas en las terapias de células CAR-T se alteran en el laboratorio para detectar células cancerosas específicas mediante la adición de un receptor artificial (llamado receptor quimérico de antígenos CAR). Esto les ayuda a identificar mejor a unos antígenos específicos de las células cancerosas. Dado que los diferentes tipos de cáncer tienen distintos antígenos, cada CAR está hecho para el antígeno específico de un cáncer. Por ejemplo, ciertos tipos de leucemia o linfoma tendrán un antígeno en el exterior de las células cancerosas llamado CD19. Las terapias de células CAR-T para tratar esos cánceres están diseñadas para conectarse al antígeno CD-19 y no funcionarán contra un cáncer que no tenga el antígeno CD19. Las propias células T del paciente se utilizan para producir las células CAR-T.

En la mayoría de los casos, los linfocitos T CAR son células autólogas obtenidas del propio paciente, activadas ex vivo, modificadas con un vector viral que codifica las secuencias CAR y expandidas aún más antes de ser infundidas en el paciente, un proceso que puede durar de 10 a 15 días (excluyendo exámenes de calidad). El proceso para la terapia de células CAR-T puede tomar unas semanas.

Recolección de las células T

En primer lugar, los glóbulos blancos (que incluyen las células T) se extraen de la sangre del paciente mediante un procedimiento llamado leucoféresis. Durante este procedimiento, los pacientes generalmente se acuestan en una cama o se sientan en un sillón reclinable. Se necesitan dos líneas intravenosas porque la sangre se extrae a través de una línea, y luego se regresa al torrente sanguíneo por otra línea, después de extraer los glóbulos blancos. A veces se utiliza un tipo especial de línea intravenosa llamada catéter venoso central, que tiene ambas líneas intravenosas incorporadas. El paciente tendrá que permanecer inmóvil durante 2 a 3 horas durante el procedimiento. A veces, los niveles de calcio pueden disminuir durante la leucoféresis, lo que puede causar entumecimiento y hormigueo o espasmos musculares. Esto se puede tratar fácilmente con calcio que se puede administrar por vía oral o a través de una vía intravenosa.

Producción de células CAR-T

Después de extraer los glóbulos blancos, las células T se separan, se envían al laboratorio y se alteran genéticamente agregando el receptor quimérico de antígenos (CAR). Esto las convierte en células CAR-T. Puede que tome varias semanas terminar de producir el gran número de células CAR-T necesarias para esta terapia.

Infusión de células CAR-T

Una vez que se han producido suficientes células CAR-T, se devolverán al paciente para lanzar un ataque preciso contra las células cancerosas.  Unos días antes de una infusión de células CAR-T, el paciente podría recibir quimioterapia para ayudar a reducir el número de otras células inmunitarias.  Esto da a las células CAR-T una mejor oportunidad de activarse para combatir el cáncer.  Esta quimioterapia generalmente no es muy potente porque las células CAR-T funcionan mejor cuando hay algunas células cancerosas que puedan atacar.  Una vez que las células CAR-T comienzan a unirse a las células cancerosas, empiezan a aumentar en número y pueden destruir aún más células cancerosas

 El desarrollo de los llamados CAR de “segunda generación” (principalmente CD28 o 4-1BB) representó un paso crucial hacia la mejora de su eficacia clínica, especialmente en las neoplasias malignas de células B.

Una dosis única de linfocitos T CAR redirigida a la molécula CD19 [expresada en todos los linfomas no Hodgkin de células B (B-NHL) y leucemia linfoblástica aguda (B-ALL)] (CART19) dio como resultado respuestas clínicas espectaculares en pacientes con B-ALL refractaria (80% de respuestas completas, RC) y linfoma difuso de células B grandes, el subtipo B-NHL más prevalente (40% RC)2,3.

Estos datos, considerados como un “avance” clínico extraordinario, llevaron a la aprobación por parte de la EMA de dos tratamientos CART-19 distintos, tisagenlecleucel (Kymriah) y axicabtagene ciloleucel (Yescarta), para el tratamiento de pacientes con linfoma difuso de celulas B grandes (DLBCL) recurrente/refractario (ambos), y pacientes con LAL-B hasta 25 años de edad L (Kymriah).

 Si bien estas dos terapias se redirigen a CD19, el tratamiento Kymriah posee una coestimulación mediante 4-1BB, mientras que el tratamiento de Yescarta posee una coestimulación mediante la molécula CD28. Aún no se sabe si esta diferencia en el tipo de coestimulación supone un impacto en la eficacia clínica, aunque es posible que se produzcan diferencias en toxicidad.

Este tratamiento complicaciones potencialmente mortales: el síndrome de liberación de citocinas (CRS por sus siglas en inglés) y el síndrome de neurotoxicidad de las células efectoras inmunitarias (ICANS por sus siglas en inglés)4. El CRS es una complicación muy frecuente (alrededor del 80% de los pacientes) relacionada con la expansión in vivo de las células T y la producción de citocinas (sobre todo de IL-6, entre otras) que requiere un tratamiento de soporte hemodinámico y el uso de anticuerpos que bloqueen la IL-6 (es decir, tocilizumab) y/o esteroides.

Aunque la mayoría de los casos se resolvieron, una proporción significativa de los pacientes (hasta el 30%) puede necesitar tratamiento en una unidad de cuidados intensivos.

 Una segunda complicación, el síndrome de neurotoxicidad, presenta diferentes grados de encefalopatía, aunque se han producido casos raros de edema cerebral mortal.

Estas complicaciones dieron lugar al desarrollo de unidades altamente multidisciplinarias para el tratamiento de pacientes con CART, constituídas por hematólogos, neurólogos, médicos de medicina intensiva y farmacéuticos lo que implica que esta terapia esté actualmente limitada a hospitales altamente especializados.

El CART-19 es el más utilizado para tumores malignos hematológicos (>200 ensayos clínicos), se están desarrollando cada vez más CAR que se dirigen a otras moléculas. El antígeno de maduración de células B (BCMA) se expresa en la mayoría de las células de mieloma múltiple, y los diferentes CAR que se dirigen a BCMA ya están sometidos a ensayos clínicos. Como ha ocurrido con los resultados de CART-19, los pacientes con mieloma altamente refractario (>3 líneas de tratamiento previo) tuvieron Autor para correspondencia Javier Briones Meijide Servicio de Hematología. Hospital Santa Creu i Sant Pau Mas Casanovas, 90, 08041 Barcelona, España. Correo electrónico: JBriones@santpau.cat 001_11312_Linfocitos T de receptor de antígeno quimérico_ESP.indd 173 3/11/19 19:10 174 Farmacia Hospitalaria 2019l Vol. 43 l Nº 6 l 173 – 174 l Javier Briones-Meijide una tasa de respuesta del 80% con casi la mitad siendo RC5. Tal tasa de respuesta rara vez se observó con otras terapias en grupos de pacientes con características similares.

Además de CART19, se han desarrollado otros CARs para el linfoma de Hodgkin y las neoplasias mieloides malignas. Se ha probado un CAR dirigido a CD30 (expresado en todas las células tumorales de Hodgkin) en dos ensayos clínicos pequeños con un 30% de RC6, y se espera que a finales de este año se inicie un ensayo clínico con un nuevo CART-30 desarrollado por nuestro grupo en Hematología de Sant Pau después de la aprobación por la AEMPS. A diferencia del éxito de CART-19 para el linfoma de células B y B-ALL, los CAR para la leucemia mieloide aguda (LMA) han sido más difíciles de desarrollar, debido a la ausencia de antígenos tumorales verdaderos no expresados en células madre hemopoyéticas normales.

Los CARs para LMA es un área de investigación intensiva para pacientes con LMA refractaria, una situación que representa una verdadera necesidad médica no cubierta. A pesar del éxito clínico obtenido con CART-19 y CART BCMA, actualmente casi el 50% de los pacientes no se benefician de esta terapia, ya sea porque no responden inicialmente o porque recaen. De modo que es evidente el gran margen de mejora que existe, y, al igual que para otras terapias, se espera con interés el conocimiento de los factores predictores de respuesta y de los mecanismos de resistencia a terapia CART. En esta línea, los datos clínicos preliminares muestran que la persistencia in vivo de las células CART puede estar relacionada con una mejor respuesta clínica y la proporción de subtipos particulares de células T (por ejemplo, células T de memoria) en el producto infundido puede estar asociada a la respuesta clínica.

Por esta razón, se está realizando una investigación intensiva sobre los métodos utilizados para la expansión de células T ex vivo que intentan preservar aquellos subtipos de células T de memoria menos diferenciados que pueden mejorar el efecto antitumoral7 . Otras áreas de investigación activa incluyen el desarrollo de los CAR que secretan citocinas que mejoran aún más el efecto citotóxico de las células T y otras células inmunes (IL-12, IL-18), los llamados CAR de cuarta generación o “armados”. Ya se han iniciado ensayos clínicos con estos diseños novedosos para pacientes con neoplasias linfoides malignas y se espera que la tasa de respuesta mejore.

Un concepto novedoso que se está probando recientemente es el uso del CART en sí mismo como plataforma para secretar agentes antitumorales directamente al microambiente tumoral. En este sentido, los CAR pueden diseñarse para incorporar medicamentos en el formato de ADN que, después de la traducción de proteínas, pueden liberarse tras la estimulación con las células tumorales dentro del microambiente, aumentando así su eficacia y minimizando las toxicidades, una idea que dio lugar al concepto de los CAR como “minifarmacias”. Un buen ejemplo de este concepto es el diseño de los CAR con secuencias de ADN que codifican anticuerpos dirigidos a antígenos tumorales o moléculas de control inmunosupresor (p. ejemplo, anti-PD-1) que ya se ha probado en modelos preclínicos8. El éxito de CART-19 para algunas neoplasias hematológicas ha alentado la aplicación de los CART en tumores sólidos. A pesar de haberse desarrollado ensayos clínicos con los CART dirigidos a varios antígenos diferentes en distintos tumores, como el disialogangliósido (GD2), receptor de interleucina 13 α2, mucina-1 y receptor de factor de crecimiento epidérmico humano 2, entre otros, la eficacia fue moderada9 . Se deben superar varios desafíos, como el tráfico eficiente de células CART a tumores y la inhibición de la inmunosupresión inducida por las céluals cancerígenas para que esta terapia actúe correctamente en tumores sólidos. La terapia CART no solo ha traído una nueva forma de terapia al campo de la oncohematología, sino que también implica una forma diferente de organización. La logística requerida para proporcionar esta terapia es compleja e involucra no solo a equipos de atención clínica multidisciplinarios sino también a las unidades de aféresis y servicios de farmacia hospitalaria. Los bancos de sangre y las unidades de aféresis participan en fases críticas del proceso de producción, como la obtención de células T para la producción de los CART, la criopreservación y el envío al fabricante, así como la recepción del producto CART criopreservado hasta la infusión al paciente.

Todos estos procedimientos deben implementarse con los más altos estándares de calidad, ya que en última instancia pueden afectar el rendimiento del producto. La farmacia hospitalaria tiene un papel muy importante en la coordinación de todo el proceso. El farmacéutico desempeña un papel fundamental al proporcionar acceso a todos los medicamentos necesarios para el tratamiento de las complicaciones de los CART, algunos de ellos de nueva indicación (como tocilizumab), además de crear protocolos para la entrega urgente de estos medicamentos en cualquier momento. Por otro lado, dado que las células CART son medicamentos, el farmacéutico debe garantizar la trazabilidad y la validación de las células hasta el momento de la administración, lo que puede representar una nueva tarea dentro de sus responsabilidades. A este respecto, la amplia experiencia adquirida por los departamentos de hematología y banco de sangre con células para trasplante hematopoyético debería servir como una buena plataforma para introducir la farmacia del hospital en este “nuevo mundo” de la terapia celular.

Como añadido personal, esta técnica que parece de fabula, tiene la dificultad, que el antígeno que hay que añadir al lifocito, tienen que ser especifico para la vida del tumor. Lo cual confiere una dificultad en la búsqueda. Y el riesgo que este antígeno, sea comatiple con la biología de células normales.

Las pruebas que se hacen para bloquear el reparador de ADN de las células tumorales sometidas a quimioterapia o radiaciones en algunos tumires solidos, están tienendo cierta fortuna.

Parece una terapia ingeniosa, pero ariesgada

Bibliografía

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VACUNAS Y TODO LO DEMAS CONTRA EL COVID

VACUNAS Y TODO LO DEMAS CONTRA EL COVID

Como cada día la vanguardia me sirve de índice y actualización de la pandemia por el Covid .

Me pregunto y cada día si en el futuro las revistas de prestigio en medicina a las que cuesta tanto trabajo acceder y publicar un artículo, van a persistir .

Cada día puedo tener los adelantos en investigación en medicina. los periodistas  e investigadores jóvenes que cada dia hacen resumenes de todo lo pulicado las revistas importantes publican en internet resúmenes enormemente completos e informadores.

Van a persistir estas revistas en el futuro, en las que cuesta publicar en ellas, que son muy caras , muy difíciles de indexar y ocupan un enorme espacio para archivarlas. Mientras que en unos minutos el bendito ordenador me ofrece unos resúmenes actualizados y con una complejidad abarcable para los no expertos . Que sepa todo el mundo que esto va a cambiar .

 Cuando era estudiante de Medicina en Sevilla me preocupaba por la fisiología de la contracción muscular y en la calle Laraña frente a la Universidad Central, estaba la Casa Americana con una biblioteca fantástica  y donde yo he estado muchas horas .

Cuando leía un trabajo en un libro de neurofisiología , no era infrecuente que hiciera referencia a un trabajo que no estaba publicado en el libro consultado lo que me obligaba a buscar el libro al que hacía referencia , que no siempre encontraba y qué me hacía emplear un tiempo enorme .

Eso lo puedo hacer ahora en minutos, sentado en mi despacho y con mi querido ordenador.

Seguro que esto es rebatible pero a mí me va estupendo, me hace la vida más cómoda y estoy al día en lo que a neuro  publicaciones se refiere y para lo que yo necesito.

La vanguardia en concreto cada día me gratifica con actualizaciones médicas y ya después me encargo yo te buscar los artículos originales con los buscadores de internet.

Este trabajo de MARTA RICART, dice algo asi, ¿como, tenemos que contentarnos, solo con las vacunas , en el tratamiento del Covid, o debemos hechar mano, de otros mediamentois, conocidos y en conocimiento, que sirven para matar al virus¿

Aquí lo copio

Como en toda enfermedad nueva, un gran obstáculo en la epidemia de covid ha sido la falta de tratamientos, ya no específicos, sino medianamente eficaces. Al tener vacunas, se plantea si estas han ganado ya la carrera de la investigación. ¿Harán innecesarios los tratamientos? Los científicos dicen que no y continúan los estudios.

Bonaventura Clotet, director de enfermedades infecciosas del hospital Germans Trias i Pujol de Badalona, del IrsiCaixa y de la Fundación Lucha contra el Sida, indica que “la vacunación será seguramente una respuesta eficaz contra la pandemia”. Pero cree que los tratamientos “la complementarán, se podrán usar en paralelo”.

Según él, porque las terapias se necesitarán mientras las vacunas no lleguen a todo el mundo (ya ha habido limitaciones de producción o suministro) y surtan efecto. Servirán para personas que no puedan vacunarse; si las inyecciones no son todas igual de eficaces ni en todos los grupos de población y edades; si su efecto tiene una duración limitada y si el virus sigue activo mucho tiempo y genera variantes o resistencias (aunque podrían afectar a las vacunas y a los tratamientos). Aún cuando acabe la epidemia, el SARS-CoV-2 puede seguir causando infecciones graves. Por ello, el médico sostiene que se debe continuar investigando.

Anticuerpos neutralizantes

Son el eje de las terapias específicas contra la covid. Cuando se infecta, el organismo genera anticuerpos para neutralizar el virus que evitan que se replique. La vacuna también los activa. Y este tipo de tratamiento inyecta anticuerpos en el organismo para acelerar y reforzar su respuesta, para parar la infección, impedir que se agrave. Trascendió el ensayo de esta terapia cuando se le dio a Donald Trump, pero va evolucionando. Se empezó usando suero de convaleciente, plasma de personas que han pasado la infección (se usa también de personas sanas, que fabrican anticuerpos contra virus comunes). Esa perfusión se ha ido sofisticando. La última fórmula es la terapia que la farmacéutica catalana Grifols ensayará en el área metropolitana norte de Barcelona (junto a otros centros científicos).

La nueva amenaza de las variantes del virus

Como ocurre con las vacunas, los laboratorios con tratamientos de anticuerpos también han empezado a analizar esta última semana si sus terapias funcionarán igual contra la variante del virus sudafricana, que parece causar una merma de los anticuerpos. Y lo mismo podría ocurrir con otra detectada en Brasil. Unos primeros estudios en laboratorio de Regeneron con la Universidad de Columbia y el sistema público de salud de EE.UU. han apuntado que con el tratamiento de esta compañía, que incluye dos anticuerpos, uno preserva su potencial, mientras que el otro lo pierde, y lo mismo ocurriría con la terapia de Lilly, excepto si se combina con otro fármaco. Ambas parecen funcionar contra la variante británica. Las dos compañías han dicho que revisarán sus tratamientos. Lilly anunció que analizará más anticuerpos (hay de muchos tipos) que combatan la cepa sudafricana y verá si refuerza su terapia. Para ello, probarán su bamlanivimab con un anticuerpo de GSK. Y es que la dinámica en la investigación de vacunas también puede incidir en la búsqueda de tratamientos. Grandes laboratorios como Merck, que hace unos días abandonó los ensayos de una vacuna, prevén dedicar más esfuerzo a posibles terapias contra la covid. Lo mismo otras farmacéuticas sin inmunógeno, como Novartis o Sanofi, que además producirán la vacuna de Pfizer.

“Vamos a ensayar una inmunoglobulina (Ig) hiperinmune que potencia diez veces los anticuerpos del plasma de convaleciente”, explica Clotet, quien, junto a Oriol Mitjà, infectólogo de su equipo, dirigirá desde este febrero el ensayo en 800 personas. Los anticuerpos (de distintos donantes que han pasado la covid) se seleccionan y concentran para activar al máximo su eficacia y atacar distintas partes del virus ­–por eso se llama terapia policlonal, frente a la monoclonal, que combate solo una parte del virus, en general, la proteína S–. Esos anticuerpos se convierten en un fármaco que se administrará por inyección subcutánea, frente a la infusión intravenosa aplicada en EE.UU. Así podría usarse más fácilmente en los CAP, en urgencias de hospitales o hasta en residencias, para evitar hospitalizaciones, indica Clotet. Espera resultados del estudio para mayo.

Extracción de sangre de un paciente que ha pasado la covid para obtener anticuerpos 

  Enric Fontcuberta/EFE

Grifols también tiene Ig ya aprobadas contra otras dolencias, que se prueban asimismo para tratar la covid en España y EE.UU., en pacientes hospitalizados y de las ucis, detalla Antonio Páez, director médico de la compañía.

También las compañías Regeneron y Eli Lilly crearon terapias de anticuerpos monoclonales, ambas autorizadas de urgencia (se usan, pero siguen en estudio) en EE.UU. Ese país las quiere extender: ha encargado dosis de ambas compañías por valor de 3.500 millones de ­euros, informó Bloomberg . Alemania ha comprado asimismo 200.000 dosis por 400 millones. Lilly ha pedido ya la aprobación de su terapia en la Unión Europea, apunta José Antonio Sacristán, director médico de la compañía en España.

Los ensayos indicaron que los anticuerpos reducen la carga viral y evitan hospitalizaciones por el agravamiento de la infección, pero los estudios con pacientes dan resultados dispares. Hace diez días, un estudio apenas vio efecto del bamlanivimab de Lilly en infectados no graves, aunque sí combinado con otro fármaco, etesevimab. La compañía aseguró que otro ensayo demuestra un notable efecto preventivo de su anticuerpo en personas de riesgo si contraen la covid, como quienes viven en residencias. Quiere impulsar un uso más preventivo (darlo a personas antes de infectarse). Lo mismo Regeneron. En cambio, la Universidad de Oxford ha parado un ensayo con plasma de convaleciente al ver que no reduce la mortalidad.

Para Clotet, una clave de la terapia de anticuerpos parece ser en qué fase de la infección se usa, al no haberse observado mucho efecto en enfermos ya graves, pero sí cuanto más pronto se administra. En el ensayo de Grifols se inyectará a infectados en las últimas 72 horas, sin síntomas. El médico explica que se analizará además si activa un mecanismo molecular que impide la llamada tormenta de citoquinas, la hiperreacción del organismo que se da en muchos casos de covid y agrava el estado del infectado.

Antivirales

Ante el alud de enfermos graves, médicos y científicos se pusieron a revisar qué fármacos existentes podrían combatir la covid. Los primeros en mirar fueron los antivirales, aunque el éxito del reciclaje ha sido limitado, dice Verdaguer. Lo ilustra el caso del remdesivir, usado, aunque varios estudios no lo han visto eficaz. Verdaguer y su grupo investigan (aún están en una fase básica) un cóctel de antivirales, juntar al menos dos distintos (favipiravir y ribavirina en su caso) para atacar mecanismos diferentes del virus. El cóctel de fármacos es una estrategia que se extiende; en su día logró parar la mortalidad del VIH-sida.

Otro equipo del IBMB analiza fármacos contra la tormenta de citoquinas. Verdaguer aclara que este virus no es más complejo que otros, pero investigar lleva su tiempo. Se prueban más antivirales, como el sofosbuvir, que cambió la hepatitis.

Antiinflamatorios

Es otro tipo de medicinas que se emplean para tratar la hiperinflamación que causa la covid en algunos casos. Como la dexametasona, muy utilizada. La hidroxicloroquina, muy usada en la primera ola, se descartó después. Grifols prueba su alfa-1 antitripsina; Oxford, el tocilizumab (que se usa contra la artritis reumatoide) y Lilly, su baricitinib, además en cóctel con el remdesivir. Sacristán presume que “son de Lilly dos de los cuatro fármacos aprobados contra la covid en EE.UU.”. Tras la primer ola, el uso de estos medicamentos más temprano se considera uno de los factores para reducir ingresos en ucis y muertes.

Anticoagulantes

Otra de las familias de fármacos que se dan a muchos enfermos para prevenir y tratar la trombosis venosa o arterial, la embolia pulmonar y el ictus que origina la infección. La Organización Mundial de la Salut (OMS) insistía esta semana en que se utilicen estos fármacos. E incluso se ensaya un clásico, la aspirina.

Se estudian muchos más medicamentos, como la colchicina contra la gota. Científicos de la Universitat Politècnica de Catalunya han visto resultados con el raloxifeno. Otros del instituto ISGlobal y Clínica Universidad de Navarra, con el antiparasitario ivermectina. Un estudio liderado por Adolfo García-Sastre, virólogo del hospital Mount Sinai de Nueva York, analizó 47 fármacos y varios eran activos contra el virus, sobre todo el antitumoral plitidepsina. En el centro de Clotet (en consorcio con otros) ya vieron que era la más potente contra el virus de 70 moléculas analizadas.

Todo vale, y en tiempo de Pandemia mas.

MARTA RICART

BARCELONA

31/01/2021 06:00Actualizado a 31/01/2021 09:08

VACUNACIÓN FRENTE A COVID-19

RECOMENDACIONES FACME PARA LA VACUNACIÓN FRENTE A COVID-19

La Federación de Asociaciones Científico Médicas Españolas (FACME) ha adquirido el compromiso de generar recomendaciones acerca de la vacunación de determinados grupos que podrían considerarse de riesgo o de condiciones especiales, con el fin de que los facultativos dispongan de información protocolizada y apoyada en la mayor evidencia científica a la hora de aconsejar la inmunización frente a la COVID-19

 En este momento, tanto el conocimiento científico sobre las vacunas de ARNm que se  están utilizando como la evidencia disponible indican que la vacunación no modifica los resultados de las pruebas diagnósticas de infección por SARS-CoV-2 (salvo la serología). Catalunya ha realizado más de dos millones de PCRLa historia de la PCR, mucho más que una simple prueba para detectar  coronavirus - NIUS

– RT-PCR en exudado nasofaríngeo

No es posible obtener falsos positivos debidos a la vacunación.

La vacuna supone la administración de un fragmento de ARNm viral, que producirá la proteína S. Ese ARNm se degrada rápidamente tras su administración parenteral y no alcanza la vía respiratoria, por lo que no podrá ser detectado en la mucosa nasofaríngea. Además, las técnicas de RT-PCR están diseñadas para amplificar otras secuencias del virus y el resultado solo es positivo cuando tiene lugar la amplificación de varios genes del viPruebas de COVID-19: Así son las pruebas de secuenciación que se utilizan  para detectar el coronavirus | Públicorus.

– Test antigénicos en exudado nasofaríngeo

La información disponible parece descartar que pudiera haber presencia de proteína (antígeno) en mucosa nasofaríngea tras la vacunación intramuscular.

Los test de antígenos pueden incluir en su composición anticuerpos contra fragmentos de la proteína S. Sin embargo, la producción de proteína que genera la vacuna es a nivel local y no parece posible que parte de esa proteína (que es identificada y procesada por el sistema inmunitario) pudiera llegar a las vías respiratorias en una cantidad detectable.

Por lo tanto, la hipótesis actual es que los test antigénicos tampoco mostrarían falsos positivos tras la vacunación frente a COVID-19.

– Test serológicos

La mayoría de los test disponibles en los laboratorios clínicos, detectarán tanto los anticuerpos generados por la infección natural como los generados por la vacuna.

Sin embargo, para poder interpretar de forma adecuada los resultados de las pruebas serológicas, es muy importante tener en cuenta el tipo de ensayo que se está utilizando y los anticuerpos generados por la vacuna y por la infección natural. Las vacunas actualmente aprobadas generan anticuerpos anti-proteína S1.

La infección natural genera  anticuerpos anti-espícula (S) y anti-nucleocápside (N). Los anticuerpos anti-MPER interactúan con el 'talón de Aquiles' del VIH

Así, dentro de los ensayos de uso más habitual, el 2019-nCoV IgG de MAGLUMI® se basa en la detección de anticuerpos IgG Anti SARS-CoV-2 contra el dominio de unión al receptor de la proteína S y la proteína N, el ensayo Access SARS-CoV-2 IgG de Beckman® realiza la detección de anticuerpos IgG Anti SARS-CoV-2 contra el dominio

Interpretación de pruebas diagnósticas de SARS-CoV-2 tras la vacunación:

PCR o tests antigénicos positivos significan INFECCIÓN

¿Qué interpretación debe hacerse de las pruebas diagnósticas tras la vacunación?

La unión al receptor de la proteína S1, el ensayo TGS COVID-19 IgG Menarini® determina anticuerpos Ig Anti SARS-CoV-2 contra el dominio de unión al receptor de la proteína S1 y la proteína N, el ensayo SARS- CoV-2 S1/S2 IgG de LIASON® se fundamenta en la detección de anticuerpos IgG Anti SARS- CoV-2 contra el dominio de unión al receptor de la proteína S1 y S2, el ensayo Elecsys Anti SARS-CoV-2 (anticuerpos totales IgG, IgM e IgA) de ROCHE®, detecta anticuerpos Anti SARS- CoV-2 utilizando una proteína recombinante que representa al antígeno de la proteína N, el ensayo de SIEMENS detecta anticuerpos IgG Anti SARS-CoV-2 frente al dominio de unión al receptor (RBD) de la S1 y el de Abbott, detecta IgG contra la proteína N.

Por lo tanto, los métodos que pueden identificar anticuerpos generados por la vacuna serán aquellos que determinen anticuerpos IgG Anti SARS-CoV-2 contra el dominio de unión al receptor de la proteína S1.

− Un paciente (vacunado o no) con un resultado POSITIVO en una prueba diagnóstica de infección aguda (exudado nasofaríngeo para RT-PCR o test de antígenos) debe considerarse COVID POSITIVO y se debe proceder a las medidas de salud pública y atención médica oportunas (aislamiento, búsqueda de contactos, tratamiento si precisa…).

− La posibilidad de un falso positivo tras la vacuna es la misma que la posibilidad de un falso positivo en la población general. En pacientes sintomáticos, la probabilidad de falso positivo es excepcional con cualquiera de las dos técnicas.

− Debe tenerse en cuenta que todavía no sabemos si la inmunidad que produce la vacuna impide también la infección o solo impide el desarrollo de enfermedad sintomática. En un momento de alta transmisión, como el actual, es muy posible que las personas que están siendo vacunadas puedan adquirir la infección. Y los vacunados pueden desarrollar enfermedad sintomática, sobre todo si todavía no han finalizado su vacunación.

− La vacuna puede producir reacciones febriles, astenia, escalofríos, mialgias, que podrían confundirse con COVID-19. Ante un diagnóstico de presunción de reacción vacunal (febrícula, malestar, cefalea, mialgias) puede esperarse 24-48 horas (tiempo habitual de resolución de la reacción vacunal) para realizar la prueba diagnóstica de infección por SARS-CoV-2. La aparición de tos, anosmia o neumonía son propias de COVID- 19, no de la vacuna. En estos casos la prueba diagnóstica de elección es el test antigénico. Si la sospecha clínica es alta y el test antigénico es negativo, se recomienda la realización de la RT-PCR.

− El conocimiento del método empleado es esencial para interpretar los resultados serológicos, de tal forma que, aún en aquellos casos en los que el paciente desarrolle la inmunidad esperada, los anticuerpos generados pueden no ser detectados

Referencias

Interpretation of SARS-CoV-2 test results in vaccinated persons. CDC. https://www.cdc.gov/vaccines/covid-19/info-by- product/clinical-considerations.html

DISMINUCIÓN DE LAS INFECCIONES DURANTE LA EPIDEMIA DEL CORONAVIRUS

DISMINUCIÓN DE LAS INFECCIONES DURANTE LA EPIDEMIA DEL CORONAVIRUS

Absolutamente inesperado es  la bajada del número de casos de otras enfermedades de carácter infeccioso durante la pandemia del SARS-CoV-2 Podriamos decir que este efecto colateral nos alegra enormemente, pero al mismo tiempo nos sorprende.

Adelanto que la explicación de este hecho, no es simple, que nadie se entusiasme, pero este acontecimiento es espectacular .

Gracias a los datos que arroja el Informe semanal de Vigilancia del Instituto de Salud Carlos III, podemos saber la evolución de decenas de enfermedades infecciosas a lo largo de 2020 con respecto a años anteriores en las mismas fechas. Desde hace décadas, los médicos en España están obligados a notificar a la Red Nacional de Vigilancia Epidemiológica diversas enfermedades infecciosas cuando las detectan durante la práctica clínica. Cada semana, se publica el citado boletín dirigido principalmente a profesionales sanitarios e investigadores, aunque también al público en general, con los resultados de esta vigilancia de enfermedades transmisibles de declaración obligatoria (EDO).

Esta lista está compuesta por un total 60 enfermedades infecciosas (gripe, tuberculosis, tétanos, varicela, sífilis…) y se clasifican en enfermedades de transmisión alimentaria, parenteral, respiratoria, vectorial, zoonótica (procedente de animales), sexual y en aquellas que se podrían evitar con vacunaciones. Algunas de ellas (alrededor de una veintena) se registran semanalmente y otras son de declaración urgente (fiebre amarilla, peste, fiebres hemorrágicas…). La idea principal tras este boletín semanal es alertar rápidamente cuando se detecta un aumento inesperado de casos de ciertas enfermedades infecciosas o cuando aparece un brote por cualquier causa.

Los datos son rotundos: prácticamente todas las enfermedades infecciosas documentadas (salvo la COVID-19) han disminuido de forma contundente su incidencia en 2020. Desde las más frecuentes como la gripe, hasta aquellas con una frecuencia muy reducida como el tétanos, la brucelosis o la rubéola. Aunque, como avisan en el boletín, es posible que por la pandemia de SARS-CoV-2 «los cero casos se deban a falta de notificación en algunas comunidades autónomas», la tendencia general es clara y uniforme. 

Un análisis de los datos epidemiológicos de las EDO en los últimos cinco años (2016-2020), acumulados en la semana 35, refleja dos tendencias generales diferentes. Por un lado, se encuentran los casos de múltiples enfermedades infecciosas que ya iban en descenso desde 2016 y que han disminuido bruscamente en 2020. En este grupo encontramos a la tos ferina, la infección gonocócica o gonorrea, la tuberculosis, la varicela, la hepatitis A, la legionelosis, la hepatitis B, la brucelosis o el tétanos. También existe un descenso de los casos de gripe, aunque ligero, ya que la pandemia de coronavirus comenzó en España cuando la epidemia de gripe daba sus últimos coletazos.

Por otro lado, se registran casos de diversas enfermedades infecciosas que se mantenían en el tiempo o incluso iban en aumento y que han disminuido notablemente en 2020. En este grupo encontramos a la sífilis, el paludismo, la shigelosis, el sarampión, la fiebre tifoidea y paratifoidea, la parotiditis y la enfermedad meningocócica.

Y esto no ocurre solamente en España sino que en el mundo que pública ocurre también

Así lo pone de manifiesto un trabajo publicado recientemente en la revista «The Pediatric Infectious Disease Journal» realizado en el Royal Children’s Hospital de Melbourne (Australia), y según el cual entre el 1 de abril y el 31 de mayo de 2020 (periodo en el que las medidas anticoronavirus ya estaban presentes), se produjo una disminución en los ingresos hospitalarios relacionados con infecciones comparado con el mismo lapso de 2019. Según estos datos, en ese tiempo hubo una reducción drástica de 1.264 pacientes en comparación con el mismo período de 2019 a 2005, así como una bajada proporcional en las admisiones relacionadas con las infecciones del 41% al 30% (818 casos vs 375).

El descenso más significativo, del 91%, tuvo que ver con el crup o laringotraqueobronquitis (una infección de las vías respiratorias superiores que causa dificultad respiratoria y tos en niños) que pasó de 22 casos a tan sólo dos, seguido del 86% de la bronquiolitis que bajó a 30 casos frente a 212.

Además confirma que, aunque aún no existen datos estadísticos al respecto, en nuestro país «ha habido menos ingresos de neumonías y enfermedades por otros virus y bacterias respiratorias durante el periodo Covid», si bien apunta que esto podría también deberse al «cambio de actitud de la población de no acudir a las urgencias por cuadros más leves».Efecto positivo Covid

Benito Almirante, portavoz de la Sociedad Española de Inmunología y Microbiología Clínica (Seimc) y jefe de enfermedades infecciosas del Hospital Vall d’Hebron de Barcelona, argumenta que habrá que esperar a que aparezcan las enfermedades del frio, para ver si se confirma esta bajada de infecciones.

Así lo cree también María García Onieva, pediatra de atención primaria y secretaria del Comité Ejecutivo de la Asociación Española de Pediatría (AEP), quien subraya que «se han publicado ya resultados de la epidemia de gripe en países de esas latitudes y se ha visto que han disminuido muy notablemente los casos de gripe confirmados por laboratorio: un 93% en Australia, en Chile se han reportado hasta 18 veces menos casos que el año anterior y en otros países como Argentina o Nueva Zelanda el descenso también ha sido importantísimo». «Aunque a priori no podemos dar una cifra de la bajada de infecciones que esperamos en España por gripe este año, por efecto del confinamiento y las medidas anticovid está claro que vamos a ver una reducción en todas las enfermedades respiratorias», asegura Menéndez. A lo que además, añade, hay que sumarle el más que probable aumento en las tasas de vacunación de este año, lo que contribuirá más aún a frenar el número de contagios.

Y no sólo en los casos de gripe, «los de bronquiolitis han sufrido también un descenso, está menos presente que otros años. Existen evidencias de que han disminuido el número de enfermedades infecciosas, sobre todo las respiratorias, pero también las gastrointestinales como consecuencia de las medidas tomadas por la pandemia –añade Onieva–. 

Otras que ha mejorado mucho son las enfermedades que se transmiten dentro de los hospitales. «Ahora todos los sanitarios vamos con mascarilla y hacemos todas las medidas de higiene, lo que se ha materializado en un descenso, aún no cuantificado oficialmente, de las infecciones nosocomiales, pero sí que lo hemos notado –asegura Almirante–. A día de hoy se han reducido alrededor de un 50% estas infecciones. Esto es así». «En los hospitales el uso de la mascarilla ha llegado para quedarse –corrobora Menéndez–. Antes no la utilizábamo siempre, sólo en el pico gripal (no así el lavado de manos que sí que se hacía), pero ahora se lleva todo el tiempo y con todo tipo de pacientes».

También las infecciones de transmisión sexual (ITS) se vieron reducidas en un primer momento como consecuencia del coronavirus, pero en este caso por el confinamiento obligatorio. Nos referimos a sífilis, gonococia clamidia o el herpes genital, terminando así con años de cifras al alza, un repunte en casi todas las infecciones de este tipo sostenido desde 2003. Valga como ejemplo lo que cuenta el doctor Almirante: «Nosotros tenemos clínica específica de ITS y la pudimos cerrar durante los tres meses del confinamiento. Se produjo un descenso de la actividad de más del 90%, lo que es lógico. Ahora hay alrededor del 50% de la actividad».

«La idea es que hay menos de todo, menos infecciones del tipo mononucleosis, enfermedad boca-mano-pie o impétigo contagioso (causada por el estafilococo aureus) y menos infectaciones (de piojos o escabiosis) porque necesitan de un contacto directo y mantenido y obviamente esto ya no es así o será más difícil que se de. Habrá un descenso de la probabilidad de contagio del resto de infecciones», concluye Gloria Garnacho, miembro del Grupo de Tricología de la Academia Española de Dermatología y Venereología (AEDV).

Las posibles razones para este panorama favorable de las enfermedades infecciosas, al margen de la COVID-19, son numerosas y muy variadas. Por ejemplo, las diversas acciones dirigidas a reducir los contagios por coronavirus podrían haber sido útiles para disminuir también el contagio de enfermedades infecciosas respiratorias como la tuberculosis (cuyos casos se han reducido al 60% con respecto a 2019). Por otra parte, el confinamiento limitó las interacciones entre no convivientes y es probable que esto haya influido en una menor incidencia de las enfermedades de transmisión sexual y de enfermedades que se pueden prevenir por vacunación (como por ejemplo el sarampión). También es posible que algunos casos de estas enfermedades infecciosas no se hayan detectado por el miedo a ir a los centros de salud y a los hospitales durante los peores momentos de la epidemia en marzo-abril. 

A pesar de la clara dinámica general de las enfermedades infecciosas en 2020, existen llamativas excepciones: las enfermedades infecciosas de origen tropical como la fiebre hemorrágica de Crimea-Congo y la fiebre del Nilo Occidental han ido a más en 2020. Los primeros casos conocidos de fiebre hemorrágica en España, transmitida por garrapatas, se remontan a 2016. Desde entonces hasta ahora, se han confirmado 6 casos de esta fiebre hemorrágica (3 muertes) en nuestro país, dos de los cuales han ocurrido en 2020. El porcentaje de las garrapatas en España que poseen el virus ha aumentado notablemente en los últimos años. 

La situación de la fiebre del Nilo (transmitida por mosquitos) es más preocupante, pues este año ha ocurrido el mayor brote registrado en nuestro país, con decenas de casos confirmados y siete fallecidos. No se detectó ningún caso de esta enfermedad en humanos tanto en 2017 como en 2019 y solo un caso en 2018. El aumento drástico de los casos de la fiebre del Nilo podría deberse a la proliferación de mosquitos en diferentes partes de la geografía española por el confinamiento (con una actuación menor para el control de estos insectos) y una primavera favorable para ello.

Este hecho espectacular de la desaparición un menguado de las infecciones en tiempo del coronavirus , necesitan para explicar la algo más que la prevención qué estamos utilizando. Esto es más difícil aquí intervienen más factores de los que estamos utilizando.

“Ya nos enteraremos “

Referencias

EVA S. CORADA

Benito Almirante, portavoz de la Sociedad Española de Inmunología y Microbiología Clínica (Seimc) y jefe de enfermedades infecciosas del Hospital Vall d’Hebron de Barcelona

María García Onieva, pediatra de atención primaria y secretaria del Comité Ejecutivo de la Asociación Española de Pediatría (AEP),

«The Pediatric Infectious Disease Journal» realizado en el Royal Children’s Hospital de Melbourne (Australia) realizado en el Royal Children’s Hospital de Melbourne (Australia)


NUEVA ZELANDA Y EL CORONAVIRUS

NUEVA ZELANDA LO HA HECHO TAN BIEN FRENTE AL CORONAVIRUS QUE HA LOGRADO ERRADICAR HASTA LA GRIPE

No hay nadie en este mundo que no esté deseando encontrar un sistema que detenga la pandemia del coronavirus Covid19 .

Y los procedimientos utilizados, son exactamente iguales en todo el mundo. “Aislarse” y sin embargo la incidencia de virus oscila, incluso en los países más desarrollados, sube cuando quiere y baja como le da la gana.

Sin embargo en Nueva Zelanda, esto no es así. Prácticamente no sufren epidemia.

Posiblemente son mas ordenados y disciplinados. Pero eso lo han hecho muchos otros paises sin éxito.

Inglaterra, Alemania, España y otros paises, donde las olas se suceden, pese a los consejos de las autoridades, y merced al incumplimiento de ellas.

Quiero decir con esto, que hay algo más , que se nos escapa, para explicar el devenir de la pandemia.

De entre todos los países que han servido de ejemplo y modelo al resto de la humanidad por su gestión del coronavirus, sólo un grupo muy reducido han sostenido su éxito a lo largo del tiempo. De entre todos ellos, Nueva Zelanda brilla con luz propia. El archipiélago ha sostenido los contagios por debajo de los 2.100 (población: 4.800.000) y los muertos por debajo de los 25. Entre mayo y diciembre sólo ha registrado tres fallecidos atribuibles al coronavirus.

Ha exterminado a la epidemia. Y de paso a la gripe.

El efecto secundario. Lo ilustra un estudio preliminar, no revisado, publicado en The Lancet esta semana. Frente a los abultados excesos de mortalidad identificados en otros países, muy en especial en Europa, Nueva Zelanda ha contado menos muertos este año que en los precedentes. Desde la instauración del confinamiento y hasta nuestros días el número de fallecidos absoluto registrado por las autoridades neozelandesas ha caído un 11% respecto a la media de los cinco años anteriores.

123 muertes por cada millón de habitantes vs. 138. Similares conclusiones se pueden extraer tomando como referencia un periodo de tiempo más amplio (2011-2019).

¿Por qué? Debemos atribuirlo a las medidas destinadas a contener la epidemia. Hasta la 13ª semana del año, es decir, marzo, justo antes de que el gobierno cerrara el país, el volumen de fallecidos apenas se desviaba de la media histórica. El confinamiento y las restricciones hundieron los accidentes de tráfico, la contaminación, los suicidios, los accidentes laborales y un amplio número de muertes relacionadas con el día a día de cualquier sociedad. Nada que no sucediera en otros países.

EN MAGNET

Una «burbuja social» de diez personas: la idea para recuperar los contactos tras el confinamiento

Lo peculiar. Sucede que Nueva Zelanda fue tan efectiva en la supresión del virus que también acabó con otros problemas de salud pública. Entre ellos la gripe. La reducción de la mortalidad se mantuvo por debajo de la media histórica, explican los autores, incluso «durante un periodo habitualmente marcado por el aumento de los fallecimientos debido a la gripe estacional y a la neumonía». Tan prolongada reducción, concluyen, «se debe a la ausencia de la gripe en Nueva Zelanda en 2020».

Las medidas. ¿A qué podemos atribuir el éxito? Primero cerró sus fronteras de forma inmediata e impuso cuarentenas obligatorias, aún vigentes, para todos aquellos viajeros que aterrizaran en las islas. Segundo, a su estrategia de testeo. Si bien no ha hecho más pruebas por millón de habitantes que otros países, sí ha hecho más pruebas por número de casos positivos. Dicho de otro modo: su positividad ha sido siempre muy baja.

Esto, como sabemos, es crucial, dado que permite a los gobiernos dibujar un mapa muy preciso de la epidemia y atajar los casos allí donde se encuentren. Nueva Zelanda elaboró un estricto protocolo de trazabilidad y aislamiento desde muy temprano, y también diseño un sistema de «burbujas sociales» que limitó los contactos de personas contagiadas. A esto debemos sumar factores exógenos: un archipiélago remoto y una distribución habitacional muy dispersa, muy poco densa.

Drástico. Partiendo de una epidemia más controlada que sus pares europeos, Nueva Zelanda siguió la estrategia de los países asiáticos, más exitosos en la gestión del coronavirus: la «eliminación» del virus. Cuando el pasado mes de noviembre un sólo caso fue identificado en Auckland, la principal ciudad del país, el gobierno recomendó a todos los trabajadores quedarse en sus casas. También identificó y siguió los movimientos de la persona contagiada. Una respuesta drástica y rapidísima.

Es decir, Nueva Zelanda se ha beneficiado a largo plazo de su éxito inicial. La epidemia está controlada, lo que hace más sencillo identificar y atajar los pocos casos que surgen. Pese a todo, sí ha habido un celo que otros países no se han permitido. Auckland salió del último nivel de alerta y restricciones (reuniones limitadas, aforos reducidos, confinamientos parciales, etcétera) a mediados de agosto, cuando el país contaba… 37 casos activos. Una cifra que Europa ni ha rozado desde la primavera.

El resultado de todo este proceso ha sido no sólo un volumen de fallecimientos atribuibles a la epidemia muy bajo, sino una caída de la mortandad a todos los niveles. Las comparaciones son dolorosas: España cuenta 70.000 más fallecidos que en años precedentes (29% al alza); Reino Unido, en torno a las 60.000 (20% al alza). Incluso Alemania, el estado europeo que mejor había sorteado la pandemia, ya registra un exceso del 5%. Nueva Zelanda mira desde la absoluta lejanía.

Posiblemente olvidamos que mucha gente tiene otro tipo de inmunidad, que es la que manda y permite o no que el germen anide.

Hace falta un receptor, para que el germen penetre desde las mucosas y basta que este receptor, este bloqueado o no exista, para que no anide el germen, o que exista una inmunidad cruzada. O otros tipos de inmunidad.

Lo que a mi me perece que existe algo mas que el aislamiento para que no nos infecte el virus.

En todo el país africano, existe una menor invasión de esta pandemia, y las medidas sanitarias, son claramente menores, aunque si estan muy invadidos por otros gérmenes.

Lo que quiero decir es que las ventanas materiales externas para el virus, no son suficientes.

Imaginemos, que bloqueamos los receptores virales ACE2, con la pulverización en las mucosas, de algún preparado, que no haga daño al resto de las mucosas, y que destruya al virus, o que se produzca mas cantidad inmediata de IgA, la gamma globulina que primero ataca al virus y que se produce de preferencia en la mucosa nasal.

O antivirales, que lleguen a tener el éxito de los antibióticos

Es posible que esto no sea posible por el momento, pero permítanme soñar

Mohorte

16 diciembre 2020, 13:14 – Actualizado 17 diciembre 2020, 17:52

No hay nadie en este mundo que no esté deseando encontrar un sistema que detenga la pandemia del coronavirus Covid19 .

Y los procedimientos utilizados, son exactamente iguales en todo el mundo. “Aislarse” y sin embargo la incidencia de virus oscila, incluso en los países más desarrollados, sube cuando quiere y baja como le da la gana.

Sin embargo en Nueva Zelanda, esto no es así. Prácticamente no sufren epidemia.

Posiblemente son mas ordenados y disciplinados. Pero eso lo han hecho muchos otros paises sin éxito.

Inglaterra, Alemania, España y otros paises, donde las olas se suceden, pese a los consejos de las autoridades, y merced al incumplimiento de ellas.

Quiero decir con esto, que hay algo más , que se nos escapa, para explicar el devenir de la pandemia.

De entre todos los países que han servido de ejemplo y modelo al resto de la humanidad por su gestión del coronavirus, sólo un grupo muy reducido han sostenido su éxito a lo largo del tiempo. De entre todos ellos, Nueva Zelanda brilla con luz propia. El archipiélago ha sostenido los contagios por debajo de los 2.100 (población: 4.800.000) y los muertos por debajo de los 25. Entre mayo y diciembre sólo ha registrado tres fallecidos atribuibles al coronavirus.

Ha exterminado a la epidemia. Y de paso a la gripe.

El efecto secundario. Lo ilustra un estudio preliminar, no revisado, publicado en The Lancet esta semana. Frente a los abultados excesos de mortalidad identificados en otros países, muy en especial en Europa, Nueva Zelanda ha contado menos muertos este año que en los precedentes. Desde la instauración del confinamiento y hasta nuestros días el número de fallecidos absoluto registrado por las autoridades neozelandesas ha caído un 11% respecto a la media de los cinco años anteriores.

123 muertes por cada millón de habitantes vs. 138. Similares conclusiones se pueden extraer tomando como referencia un periodo de tiempo más amplio (2011-2019).

¿Por qué? Debemos atribuirlo a las medidas destinadas a contener la epidemia. Hasta la 13ª semana del año, es decir, marzo, justo antes de que el gobierno cerrara el país, el volumen de fallecidos apenas se desviaba de la media histórica. El confinamiento y las restricciones hundieron los accidentes de tráfico, la contaminación, los suicidios, los accidentes laborales y un amplio número de muertes relacionadas con el día a día de cualquier sociedad. Nada que no sucediera en otros países.

EN MAGNET

Una «burbuja social» de diez personas: la idea para recuperar los contactos tras el confinamiento

Lo peculiar. Sucede que Nueva Zelanda fue tan efectiva en la supresión del virus que también acabó con otros problemas de salud pública. Entre ellos la gripe. La reducción de la mortalidad se mantuvo por debajo de la media histórica, explican los autores, incluso «durante un periodo habitualmente marcado por el aumento de los fallecimientos debido a la gripe estacional y a la neumonía». Tan prolongada reducción, concluyen, «se debe a la ausencia de la gripe en Nueva Zelanda en 2020».

Las medidas. ¿A qué podemos atribuir el éxito? Primero cerró sus fronteras de forma inmediata e impuso cuarentenas obligatorias, aún vigentes, para todos aquellos viajeros que aterrizaran en las islas. Segundo, a su estrategia de testeo. Si bien no ha hecho más pruebas por millón de habitantes que otros países, sí ha hecho más pruebas por número de casos positivos. Dicho de otro modo: su positividad ha sido siempre muy baja.

Esto, como sabemos, es crucial, dado que permite a los gobiernos dibujar un mapa muy preciso de la epidemia y atajar los casos allí donde se encuentren. Nueva Zelanda elaboró un estricto protocolo de trazabilidad y aislamiento desde muy temprano, y también diseño un sistema de «burbujas sociales» que limitó los contactos de personas contagiadas. A esto debemos sumar factores exógenos: un archipiélago remoto y una distribución habitacional muy dispersa, muy poco densa.

Drástico. Partiendo de una epidemia más controlada que sus pares europeos, Nueva Zelanda siguió la estrategia de los países asiáticos, más exitosos en la gestión del coronavirus: la «eliminación» del virus. Cuando el pasado mes de noviembre un sólo caso fue identificado en Auckland, la principal ciudad del país, el gobierno recomendó a todos los trabajadores quedarse en sus casas. También identificó y siguió los movimientos de la persona contagiada. Una respuesta drástica y rapidísima.

Es decir, Nueva Zelanda se ha beneficiado a largo plazo de su éxito inicial. La epidemia está controlada, lo que hace más sencillo identificar y atajar los pocos casos que surgen. Pese a todo, sí ha habido un celo que otros países no se han permitido. Auckland salió del último nivel de alerta y restricciones (reuniones limitadas, aforos reducidos, confinamientos parciales, etcétera) a mediados de agosto, cuando el país contaba… 37 casos activos. Una cifra que Europa ni ha rozado desde la primavera.

El resultado de todo este proceso ha sido no sólo un volumen de fallecimientos atribuibles a la epidemia muy bajo, sino una caída de la mortandad a todos los niveles. Las comparaciones son dolorosas: España cuenta 70.000 más fallecidos que en años precedentes (29% al alza); Reino Unido, en torno a las 60.000 (20% al alza). Incluso Alemania, el estado europeo que mejor había sorteado la pandemia, ya registra un exceso del 5%. Nueva Zelanda mira desde la absoluta lejanía.

Posiblemente olvidamos que mucha gente tiene otro tipo de inmunidad, que es la que manda y permite o no que el germen anide.

Hace falta un receptor, para que el germen penetre desde las mucosas y basta que este receptor, este bloqueado o no exista, para que no anide el germen, o que exista una inmunidad cruzada. O otros tipos de inmunidad.

Lo que a mi me perece que existe algo mas que el aislamiento para que no nos infecte el virus.

En todo el país africano, existe una menor invasión de esta pandemia, y las medidas sanitarias, son claramente menores, aunque si estan muy invadidos por otros gérmenes.

Lo que quiero decir es que las ventanas materiales externas para el virus, no son suficientes.

Imaginemos, que bloqueamos los receptores virales ACE2, con la pulverización en las mucosas, de algún preparado, que no haga daño al resto de las mucosas, y que destruya al virus, o que se produzca mas cantidad inmediata de IgA, la gamma globulina que primero ataca al virus y que se produce de preferencia en la mucosa nasal.

O antivirales, que lleguen a tener el éxito de los antibióticos

Es posible que esto no sea posible por el momento, pero permítanme soñar

Mohorte

16 diciembre 2020, 13:14 – Actualizado 17 diciembre 2020, 17:52

NUEVA ZELANDA LO HA HECHO TAN BIEN FRENTE AL CORONAVIRUS QUE HA LOGRADO ERRADICAR HASTA LA GRIPE

No hay nadie en este mundo que no esté deseando encontrar un sistema que detenga la pandemia del coronavirus Covid19 .

Y los procedimientos utilizados, son exactamente iguales en todo el mundo. “Aislarse” y sin embargo la incidencia de virus oscila, incluso en los países más desarrollados, sube cuando quiere y baja como le da la gana.

Sin embargo en Nueva Zelanda, esto no es así. Prácticamente no sufren epidemia.

Posiblemente son mas ordenados y disciplinados. Pero eso lo han hecho muchos otros paises sin éxito.

Inglaterra, Alemania, España y otros paises, donde las olas se suceden, pese a los consejos de las autoridades, y merced al incumplimiento de ellas.

Quiero decir con esto, que hay algo más , que se nos escapa, para explicar el devenir de la pandemia.

De entre todos los países que han servido de ejemplo y modelo al resto de la humanidad por su gestión del coronavirus, sólo un grupo muy reducido han sostenido su éxito a lo largo del tiempo. De entre todos ellos, Nueva Zelanda brilla con luz propia. El archipiélago ha sostenido los contagios por debajo de los 2.100 (población: 4.800.000) y los muertos por debajo de los 25. Entre mayo y diciembre sólo ha registrado tres fallecidos atribuibles al coronavirus.

Ha exterminado a la epidemia. Y de paso a la gripe.

El efecto secundario. Lo ilustra un estudio preliminar, no revisado, publicado en The Lancet esta semana. Frente a los abultados excesos de mortalidad identificados en otros países, muy en especial en Europa, Nueva Zelanda ha contado menos muertos este año que en los precedentes. Desde la instauración del confinamiento y hasta nuestros días el número de fallecidos absoluto registrado por las autoridades neozelandesas ha caído un 11% respecto a la media de los cinco años anteriores.

123 muertes por cada millón de habitantes vs. 138. Similares conclusiones se pueden extraer tomando como referencia un periodo de tiempo más amplio (2011-2019).

¿Por qué? Debemos atribuirlo a las medidas destinadas a contener la epidemia. Hasta la 13ª semana del año, es decir, marzo, justo antes de que el gobierno cerrara el país, el volumen de fallecidos apenas se desviaba de la media histórica. El confinamiento y las restricciones hundieron los accidentes de tráfico, la contaminación, los suicidios, los accidentes laborales y un amplio número de muertes relacionadas con el día a día de cualquier sociedad. Nada que no sucediera en otros países.

EN MAGNET

Una «burbuja social» de diez personas: la idea para recuperar los contactos tras el confinamiento

Lo peculiar. Sucede que Nueva Zelanda fue tan efectiva en la supresión del virus que también acabó con otros problemas de salud pública. Entre ellos la gripe. La reducción de la mortalidad se mantuvo por debajo de la media histórica, explican los autores, incluso «durante un periodo habitualmente marcado por el aumento de los fallecimientos debido a la gripe estacional y a la neumonía». Tan prolongada reducción, concluyen, «se debe a la ausencia de la gripe en Nueva Zelanda en 2020».

Las medidas. ¿A qué podemos atribuir el éxito? Primero cerró sus fronteras de forma inmediata e impuso cuarentenas obligatorias, aún vigentes, para todos aquellos viajeros que aterrizaran en las islas. Segundo, a su estrategia de testeo. Si bien no ha hecho más pruebas por millón de habitantes que otros países, sí ha hecho más pruebas por número de casos positivos. Dicho de otro modo: su positividad ha sido siempre muy baja.

Esto, como sabemos, es crucial, dado que permite a los gobiernos dibujar un mapa muy preciso de la epidemia y atajar los casos allí donde se encuentren. Nueva Zelanda elaboró un estricto protocolo de trazabilidad y aislamiento desde muy temprano, y también diseño un sistema de «burbujas sociales» que limitó los contactos de personas contagiadas. A esto debemos sumar factores exógenos: un archipiélago remoto y una distribución habitacional muy dispersa, muy poco densa.

Drástico. Partiendo de una epidemia más controlada que sus pares europeos, Nueva Zelanda siguió la estrategia de los países asiáticos, más exitosos en la gestión del coronavirus: la «eliminación» del virus. Cuando el pasado mes de noviembre un sólo caso fue identificado en Auckland, la principal ciudad del país, el gobierno recomendó a todos los trabajadores quedarse en sus casas. También identificó y siguió los movimientos de la persona contagiada. Una respuesta drástica y rapidísima.

Es decir, Nueva Zelanda se ha beneficiado a largo plazo de su éxito inicial. La epidemia está controlada, lo que hace más sencillo identificar y atajar los pocos casos que surgen. Pese a todo, sí ha habido un celo que otros países no se han permitido. Auckland salió del último nivel de alerta y restricciones (reuniones limitadas, aforos reducidos, confinamientos parciales, etcétera) a mediados de agosto, cuando el país contaba… 37 casos activos. Una cifra que Europa ni ha rozado desde la primavera.

El resultado de todo este proceso ha sido no sólo un volumen de fallecimientos atribuibles a la epidemia muy bajo, sino una caída de la mortandad a todos los niveles. Las comparaciones son dolorosas: España cuenta 70.000 más fallecidos que en años precedentes (29% al alza); Reino Unido, en torno a las 60.000 (20% al alza). Incluso Alemania, el estado europeo que mejor había sorteado la pandemia, ya registra un exceso del 5%. Nueva Zelanda mira desde la absoluta lejanía.

Posiblemente olvidamos que mucha gente tiene otro tipo de inmunidad, que es la que manda y permite o no que el germen anide.

Hace falta un receptor, para que el germen penetre desde las mucosas y basta que este receptor, este bloqueado o no exista, para que no anide el germen, o que exista una inmunidad cruzada. O otros tipos de inmunidad.

Lo que a mi me perece que existe algo mas que el aislamiento para que no nos infecte el virus.

En todo el país africano, existe una menor invasión de esta pandemia, y las medidas sanitarias, son claramente menores, aunque si estan muy invadidos por otros gérmenes.

Lo que quiero decir es que las ventanas materiales externas para el virus, no son suficientes.

Imaginemos, que bloqueamos los receptores virales ACE2, con la pulverización en las mucosas, de algún preparado, que no haga daño al resto de las mucosas, y que destruya al virus, o que se produzca mas cantidad inmediata de IgA, la gamma globulina que primero ataca al virus y que se produce de preferencia en la mucosa nasal.

O antivirales, que lleguen a tener el éxito de los antibióticos

Es posible que esto no sea posible por el momento, pero permítanme soñar

Mohorte

16 diciembre 2020, 13:14 – Actualizado 17 diciembre 2020, 17:52

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