DISMINUCIÓN DE LAS INFECCIONES DURANTE LA EPIDEMIA DEL CORONAVIRUS

Absolutamente inesperado es  la bajada del número de casos de otras enfermedades de carácter infeccioso durante la pandemia del SARS-CoV-2 Podriamos decir que este efecto colateral nos alegra enormemente, pero al mismo tiempo nos sorprende.

Adelanto que la explicación de este hecho, no es simple, que nadie se entusiasme, pero este acontecimiento es espectacular .

Gracias a los datos que arroja el Informe semanal de Vigilancia del Instituto de Salud Carlos III, podemos saber la evolución de decenas de enfermedades infecciosas a lo largo de 2020 con respecto a años anteriores en las mismas fechas. Desde hace décadas, los médicos en España están obligados a notificar a la Red Nacional de Vigilancia Epidemiológica diversas enfermedades infecciosas cuando las detectan durante la práctica clínica. Cada semana, se publica el citado boletín dirigido principalmente a profesionales sanitarios e investigadores, aunque también al público en general, con los resultados de esta vigilancia de enfermedades transmisibles de declaración obligatoria (EDO).

Esta lista está compuesta por un total 60 enfermedades infecciosas (gripe, tuberculosis, tétanos, varicela, sífilis…) y se clasifican en enfermedades de transmisión alimentaria, parenteral, respiratoria, vectorial, zoonótica (procedente de animales), sexual y en aquellas que se podrían evitar con vacunaciones. Algunas de ellas (alrededor de una veintena) se registran semanalmente y otras son de declaración urgente (fiebre amarilla, peste, fiebres hemorrágicas…). La idea principal tras este boletín semanal es alertar rápidamente cuando se detecta un aumento inesperado de casos de ciertas enfermedades infecciosas o cuando aparece un brote por cualquier causa.

Los datos son rotundos: prácticamente todas las enfermedades infecciosas documentadas (salvo la COVID-19) han disminuido de forma contundente su incidencia en 2020. Desde las más frecuentes como la gripe, hasta aquellas con una frecuencia muy reducida como el tétanos, la brucelosis o la rubéola. Aunque, como avisan en el boletín, es posible que por la pandemia de SARS-CoV-2 «los cero casos se deban a falta de notificación en algunas comunidades autónomas», la tendencia general es clara y uniforme. 

Un análisis de los datos epidemiológicos de las EDO en los últimos cinco años (2016-2020), acumulados en la semana 35, refleja dos tendencias generales diferentes. Por un lado, se encuentran los casos de múltiples enfermedades infecciosas que ya iban en descenso desde 2016 y que han disminuido bruscamente en 2020. En este grupo encontramos a la tos ferina, la infección gonocócica o gonorrea, la tuberculosis, la varicela, la hepatitis A, la legionelosis, la hepatitis B, la brucelosis o el tétanos. También existe un descenso de los casos de gripe, aunque ligero, ya que la pandemia de coronavirus comenzó en España cuando la epidemia de gripe daba sus últimos coletazos.

Por otro lado, se registran casos de diversas enfermedades infecciosas que se mantenían en el tiempo o incluso iban en aumento y que han disminuido notablemente en 2020. En este grupo encontramos a la sífilis, el paludismo, la shigelosis, el sarampión, la fiebre tifoidea y paratifoidea, la parotiditis y la enfermedad meningocócica.

Y esto no ocurre solamente en España sino que en el mundo que pública ocurre también

Así lo pone de manifiesto un trabajo publicado recientemente en la revista «The Pediatric Infectious Disease Journal» realizado en el Royal Children’s Hospital de Melbourne (Australia), y según el cual entre el 1 de abril y el 31 de mayo de 2020 (periodo en el que las medidas anticoronavirus ya estaban presentes), se produjo una disminución en los ingresos hospitalarios relacionados con infecciones comparado con el mismo lapso de 2019. Según estos datos, en ese tiempo hubo una reducción drástica de 1.264 pacientes en comparación con el mismo período de 2019 a 2005, así como una bajada proporcional en las admisiones relacionadas con las infecciones del 41% al 30% (818 casos vs 375).

El descenso más significativo, del 91%, tuvo que ver con el crup o laringotraqueobronquitis (una infección de las vías respiratorias superiores que causa dificultad respiratoria y tos en niños) que pasó de 22 casos a tan sólo dos, seguido del 86% de la bronquiolitis que bajó a 30 casos frente a 212.

Además confirma que, aunque aún no existen datos estadísticos al respecto, en nuestro país «ha habido menos ingresos de neumonías y enfermedades por otros virus y bacterias respiratorias durante el periodo Covid», si bien apunta que esto podría también deberse al «cambio de actitud de la población de no acudir a las urgencias por cuadros más leves».Efecto positivo Covid

Benito Almirante, portavoz de la Sociedad Española de Inmunología y Microbiología Clínica (Seimc) y jefe de enfermedades infecciosas del Hospital Vall d’Hebron de Barcelona, argumenta que habrá que esperar a que aparezcan las enfermedades del frio, para ver si se confirma esta bajada de infecciones.

Así lo cree también María García Onieva, pediatra de atención primaria y secretaria del Comité Ejecutivo de la Asociación Española de Pediatría (AEP), quien subraya que «se han publicado ya resultados de la epidemia de gripe en países de esas latitudes y se ha visto que han disminuido muy notablemente los casos de gripe confirmados por laboratorio: un 93% en Australia, en Chile se han reportado hasta 18 veces menos casos que el año anterior y en otros países como Argentina o Nueva Zelanda el descenso también ha sido importantísimo». «Aunque a priori no podemos dar una cifra de la bajada de infecciones que esperamos en España por gripe este año, por efecto del confinamiento y las medidas anticovid está claro que vamos a ver una reducción en todas las enfermedades respiratorias», asegura Menéndez. A lo que además, añade, hay que sumarle el más que probable aumento en las tasas de vacunación de este año, lo que contribuirá más aún a frenar el número de contagios.

Y no sólo en los casos de gripe, «los de bronquiolitis han sufrido también un descenso, está menos presente que otros años. Existen evidencias de que han disminuido el número de enfermedades infecciosas, sobre todo las respiratorias, pero también las gastrointestinales como consecuencia de las medidas tomadas por la pandemia –añade Onieva–. 

Otras que ha mejorado mucho son las enfermedades que se transmiten dentro de los hospitales. «Ahora todos los sanitarios vamos con mascarilla y hacemos todas las medidas de higiene, lo que se ha materializado en un descenso, aún no cuantificado oficialmente, de las infecciones nosocomiales, pero sí que lo hemos notado –asegura Almirante–. A día de hoy se han reducido alrededor de un 50% estas infecciones. Esto es así». «En los hospitales el uso de la mascarilla ha llegado para quedarse –corrobora Menéndez–. Antes no la utilizábamo siempre, sólo en el pico gripal (no así el lavado de manos que sí que se hacía), pero ahora se lleva todo el tiempo y con todo tipo de pacientes».

También las infecciones de transmisión sexual (ITS) se vieron reducidas en un primer momento como consecuencia del coronavirus, pero en este caso por el confinamiento obligatorio. Nos referimos a sífilis, gonococia clamidia o el herpes genital, terminando así con años de cifras al alza, un repunte en casi todas las infecciones de este tipo sostenido desde 2003. Valga como ejemplo lo que cuenta el doctor Almirante: «Nosotros tenemos clínica específica de ITS y la pudimos cerrar durante los tres meses del confinamiento. Se produjo un descenso de la actividad de más del 90%, lo que es lógico. Ahora hay alrededor del 50% de la actividad».

«La idea es que hay menos de todo, menos infecciones del tipo mononucleosis, enfermedad boca-mano-pie o impétigo contagioso (causada por el estafilococo aureus) y menos infectaciones (de piojos o escabiosis) porque necesitan de un contacto directo y mantenido y obviamente esto ya no es así o será más difícil que se de. Habrá un descenso de la probabilidad de contagio del resto de infecciones», concluye Gloria Garnacho, miembro del Grupo de Tricología de la Academia Española de Dermatología y Venereología (AEDV).

Las posibles razones para este panorama favorable de las enfermedades infecciosas, al margen de la COVID-19, son numerosas y muy variadas. Por ejemplo, las diversas acciones dirigidas a reducir los contagios por coronavirus podrían haber sido útiles para disminuir también el contagio de enfermedades infecciosas respiratorias como la tuberculosis (cuyos casos se han reducido al 60% con respecto a 2019). Por otra parte, el confinamiento limitó las interacciones entre no convivientes y es probable que esto haya influido en una menor incidencia de las enfermedades de transmisión sexual y de enfermedades que se pueden prevenir por vacunación (como por ejemplo el sarampión). También es posible que algunos casos de estas enfermedades infecciosas no se hayan detectado por el miedo a ir a los centros de salud y a los hospitales durante los peores momentos de la epidemia en marzo-abril. 

A pesar de la clara dinámica general de las enfermedades infecciosas en 2020, existen llamativas excepciones: las enfermedades infecciosas de origen tropical como la fiebre hemorrágica de Crimea-Congo y la fiebre del Nilo Occidental han ido a más en 2020. Los primeros casos conocidos de fiebre hemorrágica en España, transmitida por garrapatas, se remontan a 2016. Desde entonces hasta ahora, se han confirmado 6 casos de esta fiebre hemorrágica (3 muertes) en nuestro país, dos de los cuales han ocurrido en 2020. El porcentaje de las garrapatas en España que poseen el virus ha aumentado notablemente en los últimos años. 

La situación de la fiebre del Nilo (transmitida por mosquitos) es más preocupante, pues este año ha ocurrido el mayor brote registrado en nuestro país, con decenas de casos confirmados y siete fallecidos. No se detectó ningún caso de esta enfermedad en humanos tanto en 2017 como en 2019 y solo un caso en 2018. El aumento drástico de los casos de la fiebre del Nilo podría deberse a la proliferación de mosquitos en diferentes partes de la geografía española por el confinamiento (con una actuación menor para el control de estos insectos) y una primavera favorable para ello.

Este hecho espectacular de la desaparición un menguado de las infecciones en tiempo del coronavirus , necesitan para explicar la algo más que la prevención qué estamos utilizando. Esto es más difícil aquí intervienen más factores de los que estamos utilizando.

“Ya nos enteraremos “

Referencias

EVA S. CORADA

Benito Almirante, portavoz de la Sociedad Española de Inmunología y Microbiología Clínica (Seimc) y jefe de enfermedades infecciosas del Hospital Vall d’Hebron de Barcelona

María García Onieva, pediatra de atención primaria y secretaria del Comité Ejecutivo de la Asociación Española de Pediatría (AEP),

«The Pediatric Infectious Disease Journal» realizado en el Royal Children’s Hospital de Melbourne (Australia) realizado en el Royal Children’s Hospital de Melbourne (Australia)