El blog del Dr. Enrique Rubio

Categoría: General (Página 43 de 50)

ALZHEIMER. LATE. ELA. DEMENCIA F T

ALZHEIMER. LATE. ELA. DEMENCIA F T

Con gran rapidez van apareciendo proteínas normales en condiciones fisiológicas, que se comportaron como patológicas ante agentes externos, tales como los gérmenes.
Recientemente ha aparecido, un cuadro clínico, en personas aún más longevas que las que sufren ALZHÉIMER , y con las que a veces se asocian y multiplican así los daños.
Se trata de la demencia LATE, similar al Alzheimer, pero en ella interviene la proteína desdoblada TDP-43 . Esta proteína era conocida por su intervención en la ELA.
El Alzheimer, tiene acúmulos de dos proteínas b amiloide y TAU
La demencia LATE presenta síntomas similares a los de la enfermedad de Alzheimer, pero tiene una causa diferente, la proteína TDP-43. Un grupo de patólogos describe ahora los criterios del diagnóstico ‘postmortem’.

B AMILOIDE

Desde hace tiempo se sabe que la demencia con pérdida de memoria puede achacarse a diferentes enfermedades y procesos patológicos, y así se constata en el examen del cerebro postmortem de los pacientes.
ALZHEIMER, La enfermedad de Alzheimer (EA), es una enfermedad neurodegenerativa que se manifiesta como deterioro cognitivo y trastornos conductuales. Se caracteriza en su forma típica por una pérdida de la memoria inmediata y de otras memorias.
La enfermedad de Alzheimer es la forma más común de demencia, y aparece con mayor frecuencia en personas mayores de 65 años de edad, aunque también en raros casos puede desarrollarse a partir de los 40 años.
Ante la sospecha de alzhéimer, el diagnóstico se realiza con evaluaciones de conductas cognitivas, así como neuroimágenes, si están disponibles. A medida que progresa la enfermedad, aparecen confusión mental, irritabilidad y agresión, cambios del humor, trastornos del lenguaje, pérdida de la memoria de corto plazo y una predisposición a aislarse a medida que declinan los sentidos del paciente. Gradualmente se pierden las funciones biológicas, que finalmente conllevan a la muerte. El promedio general es de siete años, menos del 3% de los pacientes viven más de 14 años después del diagnóstico.
Las placas seniles y ovillos neurofibrilares. beta AMILOIDE Y TAU son una constante en su patología. Los tratamientos actuales ofrecen moderados beneficios sintomáticos, pero no hay tratamiento que retrase o detenga el progreso de la enfermedad.16 Tampoco las medidas para la prevención de esta enfermedad se han mostrado útiles

ELA

LATE es el nombre acuñado para una demencia con síntomas similares a los de la enfermedad de Alzheimer, cuyos criterios diagnósticos consensua ahora un grupo de patólogos de varios centros estadounidenses. El acrónimo alude en inglés a “encefalopatía con predominio de TDP-43 límbico que se asocia a la edad”. (Brain. )
“Hemos propuesto un nombre para promover el reconocimiento y la investigación de esta causa de demencia, cuyos síntomas clínicos se asemejan a la enfermedad de Alzheimer, pero que no está causada por los ovillos y placas de amiloide beta, sino por acúmulos de la proteína TDP-43”,
Este nuevo estudio presenta un consenso de criterios anatomopatológicos para identificar el LATE. Entre ellos, destaca la forma y ubicación anómalas de TDP-43, una proteína de unión a ADN. La proteína ya se había relacionado con otras enfermedades neurodegenerativas, como la esclerosis lateral amiotrófica (ELA) y la degeneración lobular frontotemporal.
También en estudios recientes se había demostrado que esta proteína mal plegada es común en ancianos: un 25% de las personas mayores de 85 años la presentan en cantidad suficiente como para afectar a la memoria y/o a las capacidades cognitivas. Descubren cómo atrapar proteínas patológicas subyacentes a muchos trastornos neurodegenerativos

Una sola proteína con mal comportamiento, llamada TDP-43, está detrás del 97 por ciento de los casos de esclerosis lateral amiotrófica (ELA) y del 45 por ciento de los diagnósticos de demencia frontotemporal. También se encuentra en el 80 por ciento de los casos de encefalopatía traumática crónica y en el 60 por ciento de los casos de enfermedad de Alzheimer. Ahora, investigadores de la Universidad de Pittsburgh,
LA ESCLEROSIS LATERAL AMIOTRÓFICA (ELA) es una enfermedad neurodegenerativa progresiva del adulto, que afecta a las neuronas motoras centrales y periféricas. Los Pacientes con ELA muestran debilidad progresiva gradual y parálisis de los músculos debido a la destrucción de las neuronas motoras superiores en la corteza motora y en las neuronas motoras inferiores en el tronco cerebral y la médula espinal, dando lugar en última instancia a la muerte, usualmente por insuficiencia respiratoria.19, 20 El cuadro clínico global del ALS puede variar, dependiendo de la localización y de la progresión de los cambios patológicos encontrados en tejido nervioso.21
La búsqueda persistente de patogenos responsables de esta enfermedad, lleva a la localización de germenes diversos, que pueden, solos o en grupos intervenir. Las infecciones crónicas presentan secuencias del enterovirus en una mayoría de muestras de la médula espinal por la reacción en cadena de polimerasa (PCR).22, 23 Esto tiene controversia, puesto que otros no pudieron detectar secuencias del enterovirus en muestras de la médula espinal de pacientes con o sin el ELA. No obstante, los agentes infecciosos que penetran en el SNC pueden desempeñar un papel en la etiología de la ELA, aunque no se ha demostrado la transferencia de los germenes de hombre a hombre o animal.

«Demencia frontotemporal» (degeneración lobular frontotemporal) es un término general para referirse a un grupo diverso de trastornos poco frecuentes que afectan principalmente los lóbulos frontal y temporal del cerebro, las áreas en general asociadas con la personalidad, el comportamiento y el lenguaje.
En los casos de demencia frontotemporal, hay partes de estos lóbulos que se encogen (atrofian). Los signos y síntomas varían, según qué porción del cerebro esté afectada.
Algunas personas con demencia frontotemporal muestran cambios drásticos en su personalidad y se comportan de manera inadecuada desde el punto de vista social. También pueden volverse impulsivas o emocionalmente indiferentes, mientras que otras pierden la capacidad de usar el lenguaje.
Con frecuencia, la demencia frontotemporal se diagnostica erróneamente como un problema psiquiátrico o como enfermedad de Alzheimer. No obstante, la demencia frontotemporal tiende a presentarse a una edad menor de lo que lo hace la enfermedad de Alzheimer, en general entre los 40 y los 45 años.
El hecho de identificar con precisión qué enfermedades quedan comprendidas en la categoría de demencia frontotemporal es un verdadero desafío para los científicos. Los signos y síntomas varían en gran medida de una persona a otra. Los investigadores han identificado varios grupos de síntomas que tienden a presentarse juntos y que son predominantes en subgrupos de personas con el trastorno.
Es posible que en una sola persona se presente más de un grupo de síntomas.
Los signos y síntomas de demencia frontotemporal empeoran progresivamente con el tiempo, casi siempre con los años. Tarde o temprano, las personas necesitarán atención las 24 horas.
Los signos y síntomas más frecuentes de la demencia frontotemporal incluyen cambios extremos en el comportamiento y la personalidad. Estos cambios incluyen:
• Acciones cada vez más inapropiadas
• Pérdida de empatía y otras capacidades interpersonales
• Falta de juicio y de inhibición
• Apatía
• Comportamiento compulsivo repetitivo
• Deterioro de la higiene personal
• Cambios en los hábitos alimentarios, sobre todo, comer en exceso
• Exploración oral y consumo de objetos no comestibles
• Falta de conciencia del pensamient

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Referencias
Julie Schneider, autora principal del estudio y directora del Centro Rush de Enfermedad de Alzheimer, en Chicago.
Enriquerubio.net
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NUEVA ESPECIE HUMANA EN FILIPINAS


NUEVA ESPECIE HUMANA EN FILIPINAS
La noción de homínido está vinculada a la evolución del ser humano. El término se utiliza para nombrar al ejemplar que pertenece al orden de los primates superiores, que tienen al ser humano (Homo sapiens) como la única especie que sobrevive.
La palabra Homo (del latín homo, ‘hombre’, ‘humano’) es un género de primates homínidos de la tribu Hominini. Se caracteriza por ser bípedo y plantígrado, con pies no prensiles con primer dedo alineado con los restantes, hipercefalización y una verticalización completa del cráneo.
La clasificación de los seres humanos como uno más de los animales que pueblan la Tierra se establece siguiendo las mismas pautas que para éstos: el hombre pertenece al tipo cordados, clase mamíferos, orden primates, suborden catirrinos, infraorden antropomorfos, familia homínidos, en la cual se incluyen el género Homo y la especie sapiens. Los más de dos mil restos fósiles humanos hallados hasta el momento han hecho que las denominaciones aludan, unas veces, al origen geográfico del yacimiento (hombre de Neandertal, por la localidad alemana de este nombre) y otras, a la posición que ocupa dentro del árbol genealógico de la especie humana.
Los primeros homínidos aparecieron a finales de la era terciaria, hace aproximadamente unos quince millones de años. Como miembro del orden de los primates, el ser humano comparte hasta un 99 % de macromoléculas con los otros individuos del mismo orden; por tanto, debe de existir un antepasado común entre nuestra especie y los Australopithecus, el género más parecido al Homo. Los australopitecos, o monos meridionales, han sido localizados en África meridional y oriental, y su cronología abarcaría de los 6,5 millones de años de los Preaustralopithecus a un millón de años cuando se extinguieron. A lo largo de este largo período pueden subclasificarse en varios grupos y subgrupos, que se diferencian por sus características morfológicas.
La clasificación de los seres humanos como uno más de los animales que pueblan la Tierra se establece siguiendo las mismas pautas que para éstos: el hombre pertenece al tipo cordados, clase mamíferos, orden primates, suborden catirrinos, infraorden antropomorfos, familia homínidos, en la cual se incluyen el género Homo y la especie sapiens. Los más de dos mil restos fósiles humanos hallados hasta el momento han hecho que las denominaciones aludan, unas veces, al origen geográfico del yacimiento (hombre de Neandertal, por la localidad alemana de este nombre) y otras, a la posición que ocupa dentro del árbol genealógico de la especie humana.

Los primeros homínidos aparecieron a finales de la era terciaria, hace aproximadamente unos quince millones de años. Como miembro del orden de los primates, el ser humano comparte hasta un 99 % de macromoléculas con los otros individuos del mismo orden; por tanto, debe de existir un antepasado común entre nuestra especie y los Australopithecus, el género más parecido al Homo. Los australopitecos, o monos meridionales, han sido localizados en África meridional y oriental, y su cronología abarcaría de los 6,5 millones de años de los Preaustralopithecus a un millón de años cuando se extinguieron. A lo largo de este largo período pueden subclasificarse en varios grupos y subgrupos, que se diferencian por sus características morfológicas.
Algunas de las principales especies conocidas
El ser humano actual es el único superviviente del género homo, habiéndose extinguido el resto de especies que nos han acompañado o precedido a lo largo de la historia. Pero estas han sido múltiples. Aunque existen más e incluso se especula que pueden haber otros antepasados o especies extintas que aún no conocemos, a continuación os indicamos algunas de las más reconocidas.
Hay que tener en cuenta las especies que vamos a indicar son las que hasta hace poco considerábamos homínidos pero que ahora entrarían dentro de los homininos, con lo que no vamos a hacer referencia a especies como el chimpancé, el gorila, el orangután o los gibones.
1. Ardipithecus ramidus
Si bien probablemente es el más desconocido de los que vamos a comentar, el Ardipithecus ramidus es el más antiguo de nuestros antepasados bípedos que se conocen, con lo que su descubrimiento tiene importancia. Su representante más conocido es Ardi, de los restos del cual se ha recuperado gran parte.
Esta especie caminaba solo sobre sus piernas, pero tenía algunas dificultades anatómicas que hacía que no poseyera una alta capacidad de desplazamiento: los pulgares de los pies no eran aún paralelos al resto de dedos como el de nuestros pies sino oponible. Si bien poseian una dentición similar a la de los simios, lo cierto es que era mucho más reducida. Aún eran de pequeño tamaño, y existía dimorfismo sexual en que los machos eran más grandes que las hembras.
2. Australopithecus anamensis
Una de las especies de australopithecus más antigua y de la que se conservan muy pocos restos, se trata de un homínido con características aún muy semejantes a las de los simios. El esmalte de su dentición hace pensar que su alimentación no era únicamente de fruta sino que posiblemente fuera omnívoro. Su dentición aún conservaba molares y premolares asimétricos, y poseía una mandíbula robusta en el que se aposentaban unos largos incisivos y caninos. Se considera evolución de los ardipithecus.
3. Australopithecus afarensis
Este tipo de australopithecus es el que probablemente tenga mayor popularidad, siendo la archiconocida Lucy miembro de esta especie. La capacidad craneal aumentaba con respecto a sus antepasados con un volumen craneal de alrededor de 480 cm cúbicos, pudiendo llegar a un tamaño similar al de un chimpancé actual pero en un cuerpo relativamente más pequeño (el promedio no superaría el metro y medio en el caso de los machos, más grandes que las hembras).
Aunque bípedos, la forma de manos y pies deja claro que aún estaban adaptados a la vida arborícola. Los caninos están bastante empequeñecidos en comparación a otras especies anteriores. Se cree que su alimentación era principalmente a base de fruta, no siendo su dentición especialmente apta para el consumo de carne.
4. Homo habilis
Se trata del primer representante del género Homo, el homo habilis se caracteriza por la presencia cráneos más redondeados aunque aún con cierto prognatismo. De pequeño tamaño, se considera que es el primero de los homininis que emplea herramientas de manera habitual (si bien algo toscas de piedra, en forma de lascas).
Su capacidad craneal era de alrededor de 600 cm cúbicos. Se sabe que cazaban, algo que deja ver que probablemente ya empezaban a desarrollarse habilidades cognitivas, estratégicas y comunicativas más complejas.
5. Homo erectus
De huesos más gruesos y capacidad craneal superior a las de sus antepasados (con un volumen de entre 800 y 1000 cm cúbicos), su pelvis se asemeja ya al del ser humano actual. Se asocia a esta especie el inicio del dominio del fuego, así como la elaboración de las primeras hojas bifaces. Eran cazadores nómadas y sociables, cooperando con otros grupos para cazar.
Se ccree que las últimas poblaciones pudieron haber llegado a coexistir con el Homo sapiens en Asia, y fue probablemente una de las primeras especies de homínido que viajaron fuera de África hacia Eurasia.
6. Homo antecessor
Con una capacidad algo mayor que la de erectus (de entre 1000 y 1100 cm cúbicos), se caracteriza por ser la primera especie considerada europea (sus restos han sido principalmente hallados en Atapuerca). Físicamente, eran gráciles (si bien la mayoría de restos son de infantes) y tenían características faciales parecidas a las del Homo sapiens. Su altura era bastante mayor que la de otras especies, llegando al metro ochenta.
Se cree que puede ser antepasado del neandertal y tal vez de nuestra propia especie, siendo probablemente el último nexo entre nuestras dos especies. Asimismo, se ha observado que cometía canibalismo.
7. Homo neanderthalensis
La última especie homínida que se extinguió, desconociéndose aún los motivos exactos, y que convivió y compartió espacio con el ser humano actual durante mucho tiempo, hasta hace unos 30.000 años. El hombre de neanderthal era una especie adaptada al clima de una Europa prácticamente glacial. Tenían arco superciliar prominente, la frente algo más achatada que los miembros de nuestra especie, y el cráneo algo más proyectado hacia atrás.
De gran fortaleza física aunque de una altura menor (alrededor de 1,65m), su capacidad craneal (aproximadamente de 1500cm cúbicos) incluso superaba a la nuestra (alrededor de 1400). Se sabe que poseían elementos culturales avanzados, practicando ceremonias tales como el enterramiento. También cuidaban de ancianos y enfermos, y sus herramientas estaban bastante desarrolladas a pesar de ser aparentemente simples. Poseían probablemente un sistema de lenguaje no apoyado totalmente en la articulación de sonidos con la boca y la faringe, y eran grandes conocedores del medio.
8. Homo sapiens
Nuestra especie es la más reciente de las citadas hasta el momento. Sin arcos superciliares y de una capacidad craneal elevada (aunque como hemos visto en los neandertales, algo menor que la suya), los humanos modernos mostraron una gran facilidad para conquistar todo tipo de ecosistemas. Las primeras construcciones creadas fueron probablemente obra de nuestra especie, y uno de los principales elementos más distintivos es que con este grupo aparecen las pinturas rupestres (si bien algunos autores consideran que muchas también son atribuibles a los neandertales).
Los sapiens aparecimos en África, emigrando primero a Asia y luego a Europa (donde se encontraría con los neandertales) en algún momento entre hace 200000 y 150000 años.
9. Otras especies
Estas son solo algunas de las pocas que han recibido mayor reconocimiento por parte de la sociedad y que resultan más conocidas para la mayoría de nosotros. Sin embargo, hay muchas más. Además de las anteriores, por el momento, se han estudiado otras tales como las que siguen, si bien la consideración de unas u otras como especies diferenciadas o como subespecies no siempre está clara:
• Australopithecus garhi
• Australopithecus africanus
• Paranthropus aethiopicus
• Paranthropus robustus
• Paranthropus boisei
• Kenyanthropus platyops
• Homo gautengensis
• Homo georgicus
• Homo ergaster
• Homo heidelbergensis
• Homo floresiensis
• Homo rudolfensis
• Homo rhodesiensis
• Homo helmei
• Homo sapiens idaltu

En la Isla de Luzón, Filipinas, vivió hace más de 50.000 años, este hominido, del que no se sabe cómo llegó allí ni quiénes eran sus antepasados

Los dientes del ‘Homo luzonensis’ se parecen a los de nuestra propia especie, pero los huesos de sus pies y manos recuerdan a los de los primitivos australopitecos (Callao Cave Archaeology Project)

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Estos homínidos vivían totalmente aislados y los restos encontrados, muestran dientes similares a los nuestros, pero manos y pies propios de los primitivos australopitecos, una combinación jamás vista. Cómo eran, cómo llegaron a la isla y de dónde vinieron es un completo misterio.
Bautizados como Homo luzonensis , constituyen una nueva especie humana y representan una nueva pieza de difícil encaje en el puzle de la evolución por sus extrañas características. Los ha descubierto una investigación internacional liderada desde el Museo Nacional de Historia Natural de Francia en París y la Universidad de Filipinas en Ciudad Quezón que publica la revista Nature .
“Este hallazgo es una nueva prueba significativa para mejorar nuestro conocimiento de la evolución humana, especialmente en Asia, donde fue claramente mucho más compleja, y mucho más interesante, de lo que pensábamos anteriormente”, según afirma Florent Détroit, investigador del Museo Nacional de Historia Natural de Francia
Sólo conocemos dos especies humanas que salieron de África hasta llegar al Sudeste Asiático: los Homo erectus, hace entre 1,5 millones y 2 millones de años, y los Homo sapiens, nuestra propia especie, que hace 50.000 años ya había llegado hasta Australia.

En las últimas décadas que la historia fue más complicada que la de dos únicas migraciones, de H. erectus, y más tarde de H. sapiens. En 2004, en la isla de Flores, en Indonesia, se descubrió otra extraña especie humana, el Homo floresiensis. Comparado con los hobbits de J.R.R. Tolkien por su baja estatura, de poco más de un metro, se estima que sus restos más modernos datan de hace más de 60.000 años y que sus ancestros pudieron llegar a la isla de Flores decenas de miles de años antes.
Se han descubierto nuevos restos humanos en la isla de Luzón, en Filipinas, en la Cueva del Callao. Son siete dientes, un trozo de fémur y múltiples huesos de pies y manos de hace más de 50.000 años y que pertenecieron a tres individuos: dos adultos y un niño. El fósil más antiguo, un hueso de un pie, tiene como mínimo 67.000 años de antigüedad.

Los restos de ‘Homo luzonensis’ se han encontrado en la Cueva del Callao, en la isla de Luzón (Filipinas) (Callao Cave Archaeology Project)
Las características de los restos no encajan con ninguna especie humana conocida. Los dientes son sencillos, con pocas protuberancias, parecidos a los de los Homo sapiens, y pequeños. En cambio, las falanges son curvadas, propias de especies arborícolas y similares a las de los australopitecos, que precedieron al género Homo en África. En conjunto, por sus extraordinarios rasgos, sus descubridores defienden que estos inusuales humanos de Luzón fueron una especie distinta: los Homo luzonensis.
Por el tamaño de sus dientes y huesos, probablemente los Homo luzonensis no eran muy altos, aunque hay que tener precaución al extraer conclusiones de los restos que han hallado por ahora. Sus pies y manos arcaicos, no son razones de peso para pensar que los Homo luzonensis llevaran una vida medio arbórea como los australopitecos. “Aunque se cree que era bípedo y tenia falanges curvadas, estas pudieron ser consecuencia de una deriva evolutiva en esta población, aislada genéticamente del resto de humanos en la isla de Luzón.
En otro yacimiento en el cercano Valle del Cagayán, las excavaciones también han arrojado pruebas de que hubo un asentamiento de humanos hace 700.000 años que utilizaban herramientas de piedra para descuartizar animales, entre ellos rinocerontes. Sin embargo, en este yacimiento no se han encontrado fósiles del H. luzonensis ni de ninguna otra especie humana.
En base a las pruebas existentes, los investigadores proponen dos escenarios para la llegada de los ancestros de los H. luzonensis a la isla de Luzón, que se encuentra totalmente aislada de otras masas de tierra.
Una posibilidad es que los individuos hallados fueran descendientes de los primeros Homo sapiens que salieron de África, ya que se sabe que eran capaces de navegar en el océano desde hace más de 50.000 años. Tras llegar a Luzón, quizá evolucionaron algunas decenas de miles de años de forma acelerada, al carecer de intercambio genético con otros humanos, lo que hizo que emergieran sus extraños rasgos.
Otra opción es que los Homo luzonensis sean en realidad descendientes de Homo erectus que de algún modo llegaron a Luzón, se establecieron y sobrevivieron durante cientos de miles de años, hasta la época de los sapiens. Algunos expertos cuestionan que los Homo erectus fueran suficientemente inteligentes como para navegar y sostienen que se extendieron a algunas islas accidentalmente, a bordo de balsas improvisadas hechas de restos de árboles arrancados en tsunamis. “Pero el caso es que cada vez tenemos más evidencias de que se instalaron con éxito en varias islas del Sudeste Asiático en el pasado remoto, así que probablemente no fue tan accidental”, rebate Florent Détroit.
“Teniendo en cuenta toda la información que tenemos hoy sobre la prehistoria y el registro fósil de homínidos en Asia, así como la edad del Homo luzonensis, mi sensación es que debieron de descender de Homo erectus de Asia, quizá de China. Pero tenemos que trabajar más en este aspecto”, argumenta Détroit. A favor de esta hipótesis juegan los restos del Valle del Cagayán de hace 700.000 años, una época en la que aún no existían los Homo sapiens.
Secuenciar el ADN del Homo luzonensis ayudaría a zanjar la cuestión. Sin embargo, por la humedad y la elevada temperatura de las islas del Sudeste Asiático, apenas queda material genético que se pueda analizar. “Estas condiciones son las peores para la preservación del ADN. Pero los métodos de la genética están progresando tan rápido que creo que será posible extraer ese ADN tan degradado en un futuro cercano”, apunta Détroit.
“Este hallazgo es una llamada de atención a la evolución humana en esta región, que apenas se conoce”, valora José María Bermúdez de Castro, coordinador del programa de paleobiología del Centro Nacional de Investigación sobre la Evolución Humana (CENIEH). También ayuda poner en perspectiva la evolución de nuestro linaje en comparación con otras especies animales. “Somos muy antropocentristas. Tradicionalmente pensábamos que éramos superiores a cualquier otra especie. Por supuesto, esto no es cierto. Somos iguales que las otras especies y estamos sujetos a las mismas leyes evolutivas. Si quedamos aislados en una isla, sufrimos los mismos cambios evolutivos que otras especies. También evolucionamos hasta formas extravagantes o diferentes de lo que consideramos la normalidad”,

NUEVA ESPECIE HUMANA EN FILIPINAS


NUEVA ESPECIE HUMANA EN FILIPINAS
La noción de homínido está vinculada a la evolución del ser humano. El término se utiliza para nombrar al ejemplar que pertenece al orden de los primates superiores, que tienen al ser humano (Homo sapiens) como la única especie que sobrevive.
La palabra Homo (del latín homo, ‘hombre’, ‘humano’) es un género de primates homínidos de la tribu Hominini. Se caracteriza por ser bípedo y plantígrado, con pies no prensiles con primer dedo alineado con los restantes, hipercefalización y una verticalización completa del cráneo.
La clasificación de los seres humanos como uno más de los animales que pueblan la Tierra se establece siguiendo las mismas pautas que para éstos: el hombre pertenece al tipo cordados, clase mamíferos, orden primates, suborden catirrinos, infraorden antropomorfos, familia homínidos, en la cual se incluyen el género Homo y la especie sapiens. Los más de dos mil restos fósiles humanos hallados hasta el momento han hecho que las denominaciones aludan, unas veces, al origen geográfico del yacimiento (hombre de Neandertal, por la localidad alemana de este nombre) y otras, a la posición que ocupa dentro del árbol genealógico de la especie humana.
Los primeros homínidos aparecieron a finales de la era terciaria, hace aproximadamente unos quince millones de años. Como miembro del orden de los primates, el ser humano comparte hasta un 99 % de macromoléculas con los otros individuos del mismo orden; por tanto, debe de existir un antepasado común entre nuestra especie y los Australopithecus, el género más parecido al Homo. Los australopitecos, o monos meridionales, han sido localizados en África meridional y oriental, y su cronología abarcaría de los 6,5 millones de años de los Preaustralopithecus a un millón de años cuando se extinguieron. A lo largo de este largo período pueden subclasificarse en varios grupos y subgrupos, que se diferencian por sus características morfológicas.
La clasificación de los seres humanos como uno más de los animales que pueblan la Tierra se establece siguiendo las mismas pautas que para éstos: el hombre pertenece al tipo cordados, clase mamíferos, orden primates, suborden catirrinos, infraorden antropomorfos, familia homínidos, en la cual se incluyen el género Homo y la especie sapiens. Los más de dos mil restos fósiles humanos hallados hasta el momento han hecho que las denominaciones aludan, unas veces, al origen geográfico del yacimiento (hombre de Neandertal, por la localidad alemana de este nombre) y otras, a la posición que ocupa dentro del árbol genealógico de la especie humana.

Los primeros homínidos aparecieron a finales de la era terciaria, hace aproximadamente unos quince millones de años. Como miembro del orden de los primates, el ser humano comparte hasta un 99 % de macromoléculas con los otros individuos del mismo orden; por tanto, debe de existir un antepasado común entre nuestra especie y los Australopithecus, el género más parecido al Homo. Los australopitecos, o monos meridionales, han sido localizados en África meridional y oriental, y su cronología abarcaría de los 6,5 millones de años de los Preaustralopithecus a un millón de años cuando se extinguieron. A lo largo de este largo período pueden subclasificarse en varios grupos y subgrupos, que se diferencian por sus características morfológicas.
Algunas de las principales especies conocidas
El ser humano actual es el único superviviente del género homo, habiéndose extinguido el resto de especies que nos han acompañado o precedido a lo largo de la historia. Pero estas han sido múltiples. Aunque existen más e incluso se especula que pueden haber otros antepasados o especies extintas que aún no conocemos, a continuación os indicamos algunas de las más reconocidas.
Hay que tener en cuenta las especies que vamos a indicar son las que hasta hace poco considerábamos homínidos pero que ahora entrarían dentro de los homininos, con lo que no vamos a hacer referencia a especies como el chimpancé, el gorila, el orangután o los gibones.
1. Ardipithecus ramidus
Si bien probablemente es el más desconocido de los que vamos a comentar, el Ardipithecus ramidus es el más antiguo de nuestros antepasados bípedos que se conocen, con lo que su descubrimiento tiene importancia. Su representante más conocido es Ardi, de los restos del cual se ha recuperado gran parte.
Esta especie caminaba solo sobre sus piernas, pero tenía algunas dificultades anatómicas que hacía que no poseyera una alta capacidad de desplazamiento: los pulgares de los pies no eran aún paralelos al resto de dedos como el de nuestros pies sino oponible. Si bien poseian una dentición similar a la de los simios, lo cierto es que era mucho más reducida. Aún eran de pequeño tamaño, y existía dimorfismo sexual en que los machos eran más grandes que las hembras.
2. Australopithecus anamensis
Una de las especies de australopithecus más antigua y de la que se conservan muy pocos restos, se trata de un homínido con características aún muy semejantes a las de los simios. El esmalte de su dentición hace pensar que su alimentación no era únicamente de fruta sino que posiblemente fuera omnívoro. Su dentición aún conservaba molares y premolares asimétricos, y poseía una mandíbula robusta en el que se aposentaban unos largos incisivos y caninos. Se considera evolución de los ardipithecus.
3. Australopithecus afarensis
Este tipo de australopithecus es el que probablemente tenga mayor popularidad, siendo la archiconocida Lucy miembro de esta especie. La capacidad craneal aumentaba con respecto a sus antepasados con un volumen craneal de alrededor de 480 cm cúbicos, pudiendo llegar a un tamaño similar al de un chimpancé actual pero en un cuerpo relativamente más pequeño (el promedio no superaría el metro y medio en el caso de los machos, más grandes que las hembras).
Aunque bípedos, la forma de manos y pies deja claro que aún estaban adaptados a la vida arborícola. Los caninos están bastante empequeñecidos en comparación a otras especies anteriores. Se cree que su alimentación era principalmente a base de fruta, no siendo su dentición especialmente apta para el consumo de carne.
4. Homo habilis
Se trata del primer representante del género Homo, el homo habilis se caracteriza por la presencia cráneos más redondeados aunque aún con cierto prognatismo. De pequeño tamaño, se considera que es el primero de los homininis que emplea herramientas de manera habitual (si bien algo toscas de piedra, en forma de lascas).
Su capacidad craneal era de alrededor de 600 cm cúbicos. Se sabe que cazaban, algo que deja ver que probablemente ya empezaban a desarrollarse habilidades cognitivas, estratégicas y comunicativas más complejas.
5. Homo erectus
De huesos más gruesos y capacidad craneal superior a las de sus antepasados (con un volumen de entre 800 y 1000 cm cúbicos), su pelvis se asemeja ya al del ser humano actual. Se asocia a esta especie el inicio del dominio del fuego, así como la elaboración de las primeras hojas bifaces. Eran cazadores nómadas y sociables, cooperando con otros grupos para cazar.
Se ccree que las últimas poblaciones pudieron haber llegado a coexistir con el Homo sapiens en Asia, y fue probablemente una de las primeras especies de homínido que viajaron fuera de África hacia Eurasia.
6. Homo antecessor
Con una capacidad algo mayor que la de erectus (de entre 1000 y 1100 cm cúbicos), se caracteriza por ser la primera especie considerada europea (sus restos han sido principalmente hallados en Atapuerca). Físicamente, eran gráciles (si bien la mayoría de restos son de infantes) y tenían características faciales parecidas a las del Homo sapiens. Su altura era bastante mayor que la de otras especies, llegando al metro ochenta.
Se cree que puede ser antepasado del neandertal y tal vez de nuestra propia especie, siendo probablemente el último nexo entre nuestras dos especies. Asimismo, se ha observado que cometía canibalismo.
7. Homo neanderthalensis
La última especie homínida que se extinguió, desconociéndose aún los motivos exactos, y que convivió y compartió espacio con el ser humano actual durante mucho tiempo, hasta hace unos 30.000 años. El hombre de neanderthal era una especie adaptada al clima de una Europa prácticamente glacial. Tenían arco superciliar prominente, la frente algo más achatada que los miembros de nuestra especie, y el cráneo algo más proyectado hacia atrás.
De gran fortaleza física aunque de una altura menor (alrededor de 1,65m), su capacidad craneal (aproximadamente de 1500cm cúbicos) incluso superaba a la nuestra (alrededor de 1400). Se sabe que poseían elementos culturales avanzados, practicando ceremonias tales como el enterramiento. También cuidaban de ancianos y enfermos, y sus herramientas estaban bastante desarrolladas a pesar de ser aparentemente simples. Poseían probablemente un sistema de lenguaje no apoyado totalmente en la articulación de sonidos con la boca y la faringe, y eran grandes conocedores del medio.
8. Homo sapiens
Nuestra especie es la más reciente de las citadas hasta el momento. Sin arcos superciliares y de una capacidad craneal elevada (aunque como hemos visto en los neandertales, algo menor que la suya), los humanos modernos mostraron una gran facilidad para conquistar todo tipo de ecosistemas. Las primeras construcciones creadas fueron probablemente obra de nuestra especie, y uno de los principales elementos más distintivos es que con este grupo aparecen las pinturas rupestres (si bien algunos autores consideran que muchas también son atribuibles a los neandertales).
Los sapiens aparecimos en África, emigrando primero a Asia y luego a Europa (donde se encontraría con los neandertales) en algún momento entre hace 200000 y 150000 años.
9. Otras especies
Estas son solo algunas de las pocas que han recibido mayor reconocimiento por parte de la sociedad y que resultan más conocidas para la mayoría de nosotros. Sin embargo, hay muchas más. Además de las anteriores, por el momento, se han estudiado otras tales como las que siguen, si bien la consideración de unas u otras como especies diferenciadas o como subespecies no siempre está clara:
• Australopithecus garhi
• Australopithecus africanus
• Paranthropus aethiopicus
• Paranthropus robustus
• Paranthropus boisei
• Kenyanthropus platyops
• Homo gautengensis
• Homo georgicus
• Homo ergaster
• Homo heidelbergensis
• Homo floresiensis
• Homo rudolfensis
• Homo rhodesiensis
• Homo helmei
• Homo sapiens idaltu

En la Isla de Luzón, Filipinas, vivió hace más de 50.000 años, este hominido, del que no se sabe cómo llegó allí ni quiénes eran sus antepasados

Los dientes del ‘Homo luzonensis’ se parecen a los de nuestra propia especie, pero los huesos de sus pies y manos recuerdan a los de los primitivos australopitecos (Callao Cave Archaeology Project)

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.
Estos homínidos vivían totalmente aislados y los restos encontrados, muestran dientes similares a los nuestros, pero manos y pies propios de los primitivos australopitecos, una combinación jamás vista. Cómo eran, cómo llegaron a la isla y de dónde vinieron es un completo misterio.
Bautizados como Homo luzonensis , constituyen una nueva especie humana y representan una nueva pieza de difícil encaje en el puzle de la evolución por sus extrañas características. Los ha descubierto una investigación internacional liderada desde el Museo Nacional de Historia Natural de Francia en París y la Universidad de Filipinas en Ciudad Quezón que publica la revista Nature .
“Este hallazgo es una nueva prueba significativa para mejorar nuestro conocimiento de la evolución humana, especialmente en Asia, donde fue claramente mucho más compleja, y mucho más interesante, de lo que pensábamos anteriormente”, según afirma Florent Détroit, investigador del Museo Nacional de Historia Natural de Francia
Sólo conocemos dos especies humanas que salieron de África hasta llegar al Sudeste Asiático: los Homo erectus, hace entre 1,5 millones y 2 millones de años, y los Homo sapiens, nuestra propia especie, que hace 50.000 años ya había llegado hasta Australia.

En las últimas décadas que la historia fue más complicada que la de dos únicas migraciones, de H. erectus, y más tarde de H. sapiens. En 2004, en la isla de Flores, en Indonesia, se descubrió otra extraña especie humana, el Homo floresiensis. Comparado con los hobbits de J.R.R. Tolkien por su baja estatura, de poco más de un metro, se estima que sus restos más modernos datan de hace más de 60.000 años y que sus ancestros pudieron llegar a la isla de Flores decenas de miles de años antes.
Se han descubierto nuevos restos humanos en la isla de Luzón, en Filipinas, en la Cueva del Callao. Son siete dientes, un trozo de fémur y múltiples huesos de pies y manos de hace más de 50.000 años y que pertenecieron a tres individuos: dos adultos y un niño. El fósil más antiguo, un hueso de un pie, tiene como mínimo 67.000 años de antigüedad.

Los restos de ‘Homo luzonensis’ se han encontrado en la Cueva del Callao, en la isla de Luzón (Filipinas) (Callao Cave Archaeology Project)
Las características de los restos no encajan con ninguna especie humana conocida. Los dientes son sencillos, con pocas protuberancias, parecidos a los de los Homo sapiens, y pequeños. En cambio, las falanges son curvadas, propias de especies arborícolas y similares a las de los australopitecos, que precedieron al género Homo en África. En conjunto, por sus extraordinarios rasgos, sus descubridores defienden que estos inusuales humanos de Luzón fueron una especie distinta: los Homo luzonensis.
Por el tamaño de sus dientes y huesos, probablemente los Homo luzonensis no eran muy altos, aunque hay que tener precaución al extraer conclusiones de los restos que han hallado por ahora. Sus pies y manos arcaicos, no son razones de peso para pensar que los Homo luzonensis llevaran una vida medio arbórea como los australopitecos. “Aunque se cree que era bípedo y tenia falanges curvadas, estas pudieron ser consecuencia de una deriva evolutiva en esta población, aislada genéticamente del resto de humanos en la isla de Luzón.
En otro yacimiento en el cercano Valle del Cagayán, las excavaciones también han arrojado pruebas de que hubo un asentamiento de humanos hace 700.000 años que utilizaban herramientas de piedra para descuartizar animales, entre ellos rinocerontes. Sin embargo, en este yacimiento no se han encontrado fósiles del H. luzonensis ni de ninguna otra especie humana.
En base a las pruebas existentes, los investigadores proponen dos escenarios para la llegada de los ancestros de los H. luzonensis a la isla de Luzón, que se encuentra totalmente aislada de otras masas de tierra.
Una posibilidad es que los individuos hallados fueran descendientes de los primeros Homo sapiens que salieron de África, ya que se sabe que eran capaces de navegar en el océano desde hace más de 50.000 años. Tras llegar a Luzón, quizá evolucionaron algunas decenas de miles de años de forma acelerada, al carecer de intercambio genético con otros humanos, lo que hizo que emergieran sus extraños rasgos.
Otra opción es que los Homo luzonensis sean en realidad descendientes de Homo erectus que de algún modo llegaron a Luzón, se establecieron y sobrevivieron durante cientos de miles de años, hasta la época de los sapiens. Algunos expertos cuestionan que los Homo erectus fueran suficientemente inteligentes como para navegar y sostienen que se extendieron a algunas islas accidentalmente, a bordo de balsas improvisadas hechas de restos de árboles arrancados en tsunamis. “Pero el caso es que cada vez tenemos más evidencias de que se instalaron con éxito en varias islas del Sudeste Asiático en el pasado remoto, así que probablemente no fue tan accidental”, rebate Florent Détroit.
“Teniendo en cuenta toda la información que tenemos hoy sobre la prehistoria y el registro fósil de homínidos en Asia, así como la edad del Homo luzonensis, mi sensación es que debieron de descender de Homo erectus de Asia, quizá de China. Pero tenemos que trabajar más en este aspecto”, argumenta Détroit. A favor de esta hipótesis juegan los restos del Valle del Cagayán de hace 700.000 años, una época en la que aún no existían los Homo sapiens.
Secuenciar el ADN del Homo luzonensis ayudaría a zanjar la cuestión. Sin embargo, por la humedad y la elevada temperatura de las islas del Sudeste Asiático, apenas queda material genético que se pueda analizar. “Estas condiciones son las peores para la preservación del ADN. Pero los métodos de la genética están progresando tan rápido que creo que será posible extraer ese ADN tan degradado en un futuro cercano”, apunta Détroit.
“Este hallazgo es una llamada de atención a la evolución humana en esta región, que apenas se conoce”, valora José María Bermúdez de Castro, coordinador del programa de paleobiología del Centro Nacional de Investigación sobre la Evolución Humana (CENIEH). También ayuda poner en perspectiva la evolución de nuestro linaje en comparación con otras especies animales. “Somos muy antropocentristas. Tradicionalmente pensábamos que éramos superiores a cualquier otra especie. Por supuesto, esto no es cierto. Somos iguales que las otras especies y estamos sujetos a las mismas leyes evolutivas. Si quedamos aislados en una isla, sufrimos los mismos cambios evolutivos que otras especies. También evolucionamos hasta formas extravagantes o diferentes de lo que consideramos la normalidad”,

TRANSCRIPTOMA

TRANSCRIPTOMA

El genoma humano está compuesto de ADN (ácido desoxirribonucleico), una molécula larga y serpenteante que contiene las instrucciones necesarias para producir y mantener células. Estas instrucciones se componen de «pares de bases» de cuatro sustancias químicas diferentes, que se organizan en 20,000 a 25,000 genes. Para que las instrucciones puedan llevarse a la práctica, el ADN debe «leerse» y transcribirse, en otras palabras, copiarse para crear ARN (ácido ribonucleico). Estas «lecturas» de genes se llaman transcritos, y un transcriptoma es una colección de todas las lecturas de genes presentes en una célula.
Hay varias clases de ARN. La clase más importante, llamada ARN mensajero (ARNm), desempeña un papel vital en la elaboración de proteínas. En este proceso: el ARNm se transcribe a partir de genes; luego, los transcritos de ARNm se entregan a los ribosomas, las máquinas moleculares ubicadas en el citoplasma de la célula; entonces, los ribosomas leen, o «traducen», la secuencia de las letras químicas en el ARNm y ensamblan componentes básicos llamados aminoácidos para formar proteínas.
El ADN también puede transcribirse a otros tipos de ARN que no codifican proteínas, pero regulan la estructura celular y regulan los genes.
El genoma humano está compuesto de ADN (ácido desoxirribonucleico), una molécula larga y serpenteante que contiene las instrucciones necesarias para producir y mantener células. Estas instrucciones se detallan en la forma de «pares de bases» de cuatro sustancias químicas diferentes, que se organizan en 20,000 a 25,000 genes. Para que las instrucciones puedan llevarse a la práctica, el ADN debe «leerse» y transcribirse, en otras palabras, copiarse para crear ARN (ácido ribonucleico). Estas «lecturas» de genes se llaman transcritos, y un transcriptoma es una colección de todas las lecturas de genes presentes en una célula.
Hay varias clases de ARN. La clase más importante, llamada ARN mensajero (ARNm), desempeña un papel vital en la elaboración de proteínas. En este proceso: el ARNm se transcribe a partir de genes; luego, los transcritos de ARNm se entregan a los ribosomas, las máquinas moleculares ubicadas en el citoplasma de la célula; entonces, los ribosomas leen, o «traducen», la secuencia de las letras químicas en el ARNm y ensamblan componentes básicos llamados aminoácidos para formar proteínas.
El ADN también puede transcribirse a otros tipos de ARN que no codifican proteínas, pero sirven para regular la estructura celular y los genes.
La secuencia de ARN es un reflejo de la secuencia del ADN de la que fue transcrito. Desde la colección completa de secuencias de ARN en una célula (el transcriptoma), se puede determinar cuándo y dónde está activado o desactivado cada gen en las células y los tejidos de un organismo.
Con diferentes técnicas es posible contar el número de transcritos para así determinar la cantidad de actividad de los genes, también llamada expresión génica, en un tipo específico de células o tejidos.
En los seres humanos y en otros organismos, casi todas las células contienen los mismos genes, pero distintas células muestran distintos patrones de expresión génica. Que son los responsables de d distintas propiedades y comportamientos de varias células y tejidos, tanto en la salud como en la enfermedad.
Al comparar los transcriptomas de distintos tipos de células, se pueden entender cómo funciona ese tipo de célula y cómo los cambios de actividad génica pueden afectar o contribuir a las enfermedades. Los transcriptomas pueden conducir a generar al genoma completo y qué genes están activos y en qué células.
La búsqueda en una base de datos del transcriptoma puede dar a los investigadores una lista de todos los tejidos en los que se expresa un gen, y orientar sobre su memoria como trae su devoción función.
En las bases de datos del transcriptoma, los niveles de expresión de un gen desconocido son claramente más altos en células cancerosas que en células sanas, el gen desconocido pudiera desempeñar una función en la proliferación celular. O, si un gen desconocido es expresado en tejido adiposo pero no en tejido óseo o muscular, el gen desconocido pudiera estar implicado en el almacenamiento de grasas o en el metabolismo. En ambos casos, los datos del transcriptoma dan a los investigadores un buen punto de partida para comenzar a buscar la función de un gen recién identificado.
El Proyecto del Transcriptoma Murino fue una iniciativa financiada por el NIH). Estos datos de expresión génica de tejidos específicos, que han sido mapeados en el genoma del ratón, están disponibles en un formato que permite hacer búsquedas en la Base de datos del transcriptoma de referencia del ratón (Mouse Reference Transcriptome Database).
Existen otros recursos de transcriptomas, que incluyen los encontrados en programas del NIH, tales como el Proyecto de expresión del genotipo en tejidos (Genotype-Tissue Expression Project, GTEx) y la Enciclopedia de los Elementos del ADN (Encyclopedia of DNA Elements, ENCODE). GTEx está creando un catálogo de expresión génica humana en una variedad de tejidos diferentes. El objetivo de los investigadores de ENCODE es caracterizar y entender las partes funcionales del genoma, incluido el transcriptoma. Tanto Novartis como el Laboratorio Europeo de Biología Molecular (European Molecular Biology Laboratory) cuentan con bases de datos de expresión génica bien consolidadas.
secuencia de ARN es un reflejo de la secuencia del ADN de la que fue transcrito. Por consiguiente, al analizar la colección completa de secuencias de ARN en una célula (el transcriptoma), los investigadores pueden determinar cuándo y dónde está activado o desactivado cada gen en las células y los tejidos de un organismo.
Dependiendo de la técnica utilizada, a menudo es posible contar el número de transcritos para determinar la cantidad de actividad de los genes, también llamada expresión génica, en un tipo específico de células o tejidos.
En los seres humanos y en otros organismos, casi todas las células contienen los mismos genes, pero distintas células muestran distintos patrones de expresión génica. Estas diferencias son responsables por tantas distintas propiedades y comportamientos de varias células y tejidos, tanto en la salud como en la enfermedad.
Al obtener y comparar los transcriptomas de distintos tipos de células, los investigadores pueden adquirir un entendimiento más a fondo de lo que constituye un tipo específico de célula, cómo funciona normalmente ese tipo de célula y cómo los cambios en el nivel normal de actividad génica pudieran afectar o contribuir a las enfermedades. Además, los transcriptomas pudieran habilitar a los investigadores a generar un panorama exhaustivo sobre el genoma completo de qué genes están activos en qué células.
Todavía se desconoce la función de la mayoría de los genes. Una búsqueda en una base de datos del transcriptoma puede dar a los investigadores una lista de todos los tejidos en los que se expresa un gen, ofreciendo pistas sobre su posible función.
Por ejemplo, si la base de datos del transcriptoma muestra que los niveles de expresión de un gen desconocido son radicalmente más altos en células cancerosas que en células sanas, el gen desconocido pudiera desempeñar una función en la proliferación celular. También si un gen desconocido es expresado por tejido adiposo pero no en tejido óseo o muscular, el gen desconocido pudiera estar implicado en el almacenamiento de grasas o en el metabolismo. En ambos casos, los datos del transcriptoma dan a los investigadores un buen punto de partida para comenzar a buscar la función de un gen recién identificado.
El Instituto Nacional de Investigación del Genoma Humano (National Human Genome Research Institute, NHGRI), que es parte de los Institutos Nacionales de la Salud (National Institutes of Health, NIH), ha participado en dos proyectos que crearon recursos de transcriptomas para investigadores alrededor del mundo, la iniciativa de la Colección de Genes Mamíferos (Mammalian Gene Collection) y el Proyecto del Transcriptoma Murino (Mouse Transcriptome Project).
La iniciativa de la Colección de Genes Mamíferos creó una biblioteca pública gratuita de secuencias de ARNm de seres humanos, ratones y ratas. El proyecto fue dirigido por el NHGRI y el Instituto Nacional del Cáncer (National Cancer Institute, NCI), que también forma parte del NIH. El ratón y la rata son modelos importantes con los que se estudia la biología humana.
El objetivo de los investigadores de ENCODE es caracterizar y entender las partes funcionales del genoma, incluido el transcriptoma. Tanto Novartis como el Laboratorio Europeo de Biología Molecular (European Molecular Biology Laboratory) cuentan con bases de datos de expresión génica bien consolidadas.
En el Instituto de Oncología de Vall d’Hebron (VHIO), se analizan la actividad de los genes en un cáncer, y no sólo las mutaciones genéticas que contiene, ayuda a decidir el mejor tratamiento para cada paciente .
En la actualidad existe un número importante de terapias dirigidas, de manera selectiva a moléculas de los tumores. Pero esta terapia estas terapias es eficaz sólo contra una minoría de cánceres. Concretamente, contra aquellos que tienen la molécula concreta que el fármaco utiliza como diana. De ahí que hoy en día sea habitual analizar el genoma de los tumores para saber qué mutaciones tienen en su ADN y con qué fármacos se podrían atacar.
Sin embargo, los fármacos no atacan directamente el ADN sino proteínas que se producen a partir de este ADN. Para que se produzcan las proteínas, un fragmento de ADN debe producir primero una molécula llamada ARN mensajero. A partir de este ARN mensajero, se fabrican después las proteínas.
Por lo tanto, el transcriptoma informa de qué genes están activos en una célula. Es decir, qué genes están produciendo proteínas y cuáles son las proteínas que se producen. En el caso del cáncer, el transcriptoma podría indicar de manera aún más precisa que el genoma qué proteínas se pueden atacar con fármacos. Esta era la hipótesis de partida del estudio Winther, que el hospital Vall d’Hebron ha realizado junto a hospitales de Estados Unidos, Canadá, Francia e Israel.
En la investigación, se realizaron análisis del genoma o del transcriptoma en tumores de 107 pacientes con cánceres en estadio avanzado y con escasas opciones de tratamiento. Un 34% tenían cánceres colorrectales, fue el tipo de tumor más común en la muestra analizada, seguido del de cabeza y cuello (21%) y el de pulmón (20%).
Médicos de todos los hospitales participantes en el estudio realizaron teleconferencias semanales para decidir de manera individualizada el mejor tratamiento para cada paciente a partir de los datos del genoma y del transcriptoma. Los tratamientos no se limitaron ni a fármacos ni a indicaciones ya aprobados. Si los datos de los genomas o los transcriptomas sugerían que un fármaco podía ser útil para un tipo de cáncer para el que aún no había sido aprobado, los médicos no dudaban en administrarlo. Y si consideraban que era mejor un fármaco experimental, aún no aprobado, este era el que recibían los pacientes.
Según los resultados presentados en la revista Nature Medicine , el porcentaje de pacientes en los que la enfermedad seguía estable seis meses después de iniciar el tratamiento fue del 23% cuando la decisión se tomó a partir del análisis del genoma. Cuando se tomó a partir del análisis del transcriptoma, el porcentaje ascendió al 31%. Y
“Ambos [análisis] son útiles para mejorar las recomendaciones de tratamiento y la evolución de los pacientes”, concluyen los investigadores. Sin embargo, “la transcriptómica incrementó de manera sustancial el porcentaje de y pacientes a los que se pudo administrar una terapia coincidente” con el perfil de su tumor.
Los investigadores atribuyen el hecho de que el cáncer progresara en la mayoría de pacientes a que iniciaron el tratamiento cuando la enfermedad estaba ya muy avanzada.
Aun así, refieren los casos de dos pacientes que tienen la enfermedad estable tres años después de iniciar el tratamiento y de un tercero al que no le queda ningún rastro detectable de cáncer. Pero advierten que los análisis de transcriptomas, que ya se aplican en entornos de investigación, aún no son habituales en el tratamiento de pacientes en hospitales.
Bibliografia
Instituto Nacional de Investigación del Genoma Humano (National Human Genome Research Institute, NHGRI), Colección de Genes Mamíferos (Mammalian Gene Collection) y el Proyecto del Transcriptoma Murino (Mouse Transcriptome Project).
Estudio Winther, que el hospital Vall d’Hebron ha realizado junto a hospitales de Estados Unidos, Canadá, Francia e Israel.
Josep Tabernero, director del Instituto de Oncología de Vall d’Hebron (VHIO) y coautor de la investigación (Àlex Garcia) Nature Medicine.

LA VANGUARDIA 23.4.2019. Corbella

¿COMO SE ENCUENTRA?

¿cómo se encuentra?

La felicidad se puede definir de una manera sencilla, como: no tener dolor ni malestar interior.
Los trastornos psiquiátricos en nuestros días , son tan frecuentes y contaminan tanto a la patología en general, que la confusión es frecuente y excepcionalmente acertada.
Imsonnio, cansancio, desmotivación, dolorimiento en general y todo esto mezclado, que favorecen la confusión.
Es necesario algo mas sencillo y claro, al ser posible numerico
Intentaré describir, y nominar cada uno de los términos que producen una patología
psiquiatrica, de la forma mas sencilla posible

Empecemos por ver las distintas formas de interpretación y denominación de esta forma de vivir la vida que con frecuencia se convierte en patología cronica.

I. TALANTE
Talante y estado de animo son términos sinónimos.
La serie de alteraciones que ocurren en este talante o estado de animo, es extensa y la intención que tengo con este articulo es aclarar a que nos referimos cuando decimos algo inherente a como me siento y en que consiste, ese en general malestar
El término talante indica, ante todo, la disposición anímica, por la que una persona se siente de una forma determinada ante sí mismo y frente al mundo. Cada hombre tiene un talante que condiciona y colorea su mundo de percepciones, pensamientos y sentimientos. El talante «es un hábito sentimental, condicionado por las emociones que siente y percibe. Los sentimientos de odio, envidia o resentimiento, condicionan su talante y estado de animo. La suma algebraica de los elementos que componen este talante se verterán al exterior y llenaran nuestro mundo de hermosura o de malestar.
El talante puede figurar, o desfigurar, las cosas. Lo que biológicamente aparece como tono vital o temperamento es la resultante de lo anímicamente vivido. Este estado de no es especifico de ningún grupo social, es del cada hombre. Este, y no otro, es el sentido de la frase de Fichte de que «la filosofía que se elige, depende de la clase de hombre que se es». Esta primacía del talante, ¿acarrea el subjetivismo y la incomunicación de la verdad personal? A primera vista, parecería que cada hombre es determinado inexorablemente por su talante y que este constituye una especie de compartimiento estanco al que corresponderá una verdad puramente relativa a él. Efectivamente, «cada estado de ánimo nos defiere un aspecto de la realidad, hasta el punto de que lo que en el habla usual se llama la experiencia de la vida no consiste en otra cosa que la articulación jerarquizada de los estados de ánimo por que se ha pasado, en haberla ido viviendo a través de todas las situaciones existenciales, a través de todas las edades, coloreada por las diversas vivencias correspondientes al niño, al adolescente, al joven, al hombre maduro, al viejo»2.
Cada estado de ánimo nos descubre una cara de la realidad, y posiblemente, solo posiblemente es posible actuar sobre el ánimo, modificando su estado. Aquí radica la diferencia, desde el punto de vista ético, entre el pathos (temperamento) y el ethos, carácter o personalidad moral. El pathos se tiene, se nace con él, pero el ethosse forja. Hay un condicionamiento fisiológico y biológico del talante. «Todo el mundo sabe por experiencia hasta qué punto nuestra disposición anímica depende del estado de salud en que nos encontramos, del cansancio, de la irritación o sedación de nuestros nervios»3. Pero si toda actividad espiritual se alza sobre una base fisiológica, también es cierto que se puede modificar. El amor constituye uno de los modos de obrar sobre el estado de ánimo propio y ponernos en comunicación espiritual –este es el modo de conocimiento llamado de simpatía–con el estado de ánimo ajeno. Las funciones cerebrales superiores expresadas en forma diversas colaboran. Pero no sólo la poesía, también la música, la filosofía, la /religión, etc.
Si el talante es la disposición anímica, espontánea, prerracional, de encontrarse el hombre ante la vida, cabe decir que no hay un único estado de ánimo apto para el conocimiento, porque la vida ofrece múltiples caras, vertientes muy diversas. No hay un solo estado de ánimo, sino una jerarquía en cuya cúspide cabe situar el buen talante, donde radican la esperanza, la confianza, la fe y la paz. Pero estas disposiciones anímicas, nobles y limpias de oscuridades egoístas, no podrían prevalecer en un mundo miserable y roto, cruel y amargo, sin un fundamento supramundano, es decir, religioso; requieren el apoyo en un Dios revelado e infinitamente misericordioso, en una tradición, en una Iglesia, cuya cabeza invisible es Cristo, que nos conduzca de la mano, como a niños, a la salvación; y que este sentimiento de apoyo tenga un fundamento racional suficiente y dé al talante estabilidad, firmeza de actitud.
Hay, en suma, una jerarquía de estados de ánimo que se reducen a la autenticidad y a la profundidad. Y el temple anímico fundamental, aquel desde el que se vive y del que se vive, el temple último radical es siempre religioso o irreligioso.
La religión, determina, o codetermina, nuestro talante ¿colorea el talante, de algún modo, la religión que se vive y en la que se vive?. El hábito o vivencia continuada de cualquier religión, dando al alma una idea de la vida, un ethos y un ideal nuevos, la transforman, a veces hasta de raíz, poniéndola en conformidad con ellos. Aunque con exageración, no en vano se ha dicho que «el hábito es una segunda naturaleza»; cuánto más el hábito religioso: «Quien cree en un Dios colérico, arbitrario y terrible, acaba haciéndose pusilánime y aterrado, o bien estoicamente desesperado. Quien confía en un Dios bondadoso, equitativo y amante, se torna sereno y alegre o termina convirtiéndose en perezoso y temerariamente seguro de su salvación»4.
Si Fichte dijo que la filosofía que se elige depende de la clase de hombre que se es, con mayor razón puede afirmarse que cada cual busca la religión que mejor se acomoda a su habitual disposición de ánimo. O, en otras palabras, cada ser humano propende a abrazar la fe que mejor se adecua a su modo psíquico de ser y, aun la fe recibida, la vive según su personalísima idiosincrasia. La situación religiosa influye en el talante y el talante en la situación religiosa.
La religión que se cree y en la que se vive, conforma al hombre con más fuerza que cualquier otra condición o influencia. Según como sea nuestro Dios, así seremos nosotros. La religión no es sólo cultura, aunque también lo es; es el núcleo central de toda filosofía y, en general, de toda cultura.
II. EL ESTADO DE ÁNIMO
El estado de ánimo es una actitud o disposición emocional en un momento determinado. No es una situación emocional transitoria. Es un estado, una forma de permanecer, de estar, cuya duración es prolongada y destiñe sobre el resto del mundo psíquico. Se diferencia de las emociones en que es menos específico, menos intenso, más duradero y menos dado a ser activado por un determinado estímulo o evento.1 2 3
Los estados de ánimo suelen tener una determinada valencia o lo que es lo mismo, se suele hablar de buen y de mal estado de ánimo; activado o deprimido. A diferencia de las emociones, como el miedo o la sorpresa, un estado de ánimo puede durar horas o días. Cuando esta valencia se mantiene habitualmente o es la que predomina a lo largo del tiempo, se habla entonces de humor dominante o estado fundamental de ánimo.
El estado de ánimo sufre oscilaciones a lo largo del tiempo. Cuando sucede dentro de unos límites que no generan dificultades a la persona, se denomina eutimia. Cuando es anormalmente bajo se llama depresión. Cuando es anormalmente alto se llama hipomanía o manía. La alternancia de fases de depresión con fases de manía se llama trastorno afectivo bipolar.
También se diferencian del temperamento y de la personalidad, los cuales generalmente no suelen tener una componente temporal, sino que son actitudes permanentes en el tiempo. No obstante, determinados tipos de personalidades, como el optimismo o la neurosis, pueden predisponer al sujeto a determinados estados de ánimo. Ciertas alteraciones del estado de ánimo, como la depresión o el trastorno bipolar, forman una clase de patologías denominadas trastornos del estado de ánimo.
Según algunos psicólogos, como Robert Thayer, el estado de ánimo es una relación entre dos variables: energía y tensión.4 Según esta teoría, el estado de ánimo diverge entre un estado energético (de más cansado a más activo) y un estado referido al grado de nerviosismo (entre más calmado o más tenso), y se considera que el «mejor» es un estado calmado-energético y el «peor», un estado tenso-cansado. Thayer también defiende una conexión especial entre la alimentación y el ejercicio físico en el estado de ánimo.5
Un reciente metaanálisis llegó a la conclusión de que, contrariamente al estereotipo del artista sufridor, la felicidad es uno de los factores que propician la creatividad, mientras que un bajo estado de ánimo propiciaría menores niveles de ésta.6
Los estados de ánimo pueden ser provocados de manera experimental, el procedimiento más común es la inducción a un estado de ánimo determinado, y posteriormente la evaluación de su influencia sobre la ejecución de una tarea cognitiva. De acuerdo a Forgas (1999), una de las relaciones que más interés ha despertado es sobre el proceso de la memoria. Parece constatado que la información cargada emocionalmente es recordada mejor que la información neutra.7
-Robert E. Thayer define un estado de ánimo como un sentimiento de fondo que persiste en el tiempo. Sus investigaciones afirman que los estados de ánimo surgen de la energía y la tensión y que éstos pueden entenderse a partir de cuatro estados básicos que dependen del espectro energía-tensión.
Calma-energía. Es el estado donde el sujeto se siente a gusto, en confianza y optimista. Es el estado ideal para realizar actividades como el trabajo y estudio puesto que se presenta con alta energía y tensión baja. Regularmente suele presentarse en las mañanas.
Calma-cansancio. Es la sensación previa al sueño en el que el sujeto alcanza un punto donde no hay energía ni tensión.
Tensión-energía. Es la sensación que experimenta el sujeto cuando se le ha acabado el tiempo para cumplir alguna actividad sea entregar un trabajo, pagar un servicio, atender una cita, etc. La sensación de urgencia genera una frecuencia cardíaca elevada porque el cuerpo está liberando adrenalina, lo que ocasiona que se presenten altos niveles de energía y tensión.
Tensión-cansancio. Es el estado que se origina cuando existe agotamiento. En este punto existen pensamientos negativos debido a que existe cansancio físico acompañado de ansiedad nerviosa. Es un estado de baja energía y alta tensión que comúnmente acontece durante las tardes.
Las fluctuaciones del humor son eminentemente moduladas por la satisfacción o la insatisfacción de diversas necesidades instintivas (el hambre, la sed, el sueño, la sexualidad); relacionales (vida conyugal, familiar, profesional); o culturales (ocio, vacaciones). Las variaciones patológicas del humor pueden hacerse en el sentido negativo (la depresión), positivo (un carácter muy expansivo) o inscribirse en el sentido de una indiferencia.
Humor depresivo o distimia, los afectos depresivos expresan matices desde la morosidad, de la languidez, de la nostalgia, de la ideación suicida, del desaliento, hasta la depresión más autentica y más profunda, estado de tristeza patológico y de dolor moral. Esta disforia se acompaña de un sentimiento de desvalorización de si mismo, de pesimismo, de cansancio y de inhibición.
Humor expansivo o hipertimia, expresa matices de la satisfacción, del bienestar, de la felicidad, de la euforia hasta el éxtasis. Esos estados de exaltaciones tímicos son de grados muy diversos, desde la hipomanía habitual de algunos sujetos hiperactivos hasta la gran excitación tímica, ideática y motora de la manía aguda. Algunas intoxicaciones (alcohol, éter, anfetaminas) pueden dar lugar a exaltaciones tímicas pasajeras.
El humor neutro o «eutimia», algunos estados afectivos se caracterizan a la inversa de los precedentes por una frialdad, una neutralidad, una atonía, por el carácter indiferenciado del humor, el cual parece inaccesible a los estímulos habituales. Un humor totalmente neutro supondría una indiferencia total y no se observa en condiciones psicológicas normales, por ello el término «eutimia» designa habitualmente estados de ánimo normales y excepcionalmente estados de ánimo neutros por ser más infrecuentes, como en esquizofrénicos, donde se observan casos de embotamiento tímico (aplanamiento afectivo), de indiferencia aparente, alternando a veces con unos accesos depresivos o eufóricos.
Sin embargo, la teoría de Thayer conduce a pensar que el estado de ánimo se trata únicamente de una condición reactiva ante estímulos externos y desestima los elementos psíquicos internos propios de la persona, reduciéndola así a una mera relación causa-efecto en la que el estado de ánimo es el resultado (efecto) de una causa o número de causas de origen exógeno. Otras escuelas, como el psicoanálisis, ven en el estado de ánimo una expresión o una suerte de síntoma dependiente de procesos inconscientes infinitamente más complejos y subjetivos en tanto que se ligan a la propia historia del sujeto y cuya expresión se hace presente no solo a través de la conducta, sino también a través de posibles somatizaciones o manifestaciones físicas capaces de presentarse en la forma de padecimientos como la dermatitis, el dolor de cabeza o el estreñimiento, entre otros.8

III LA DISTIMIA
La distimia, también llamada trastorno distímico, es un trastorno afectivo de carácter depresivo crónico, caracterizado por la baja autoestima y aparición de un estado de ánimo melancólico, triste y apesadumbrado, pero que no cumple con todos los patrones diagnósticos de la depresión. …
Se considera que puede afectar a entre un 3 y un 5 % de la población.
El inicio suele ser temprano. Aparece con doble frecuencia en mujeres que en hombres, sola o asociada a otros trastornos psiquiátricos, sobre todo depresiones graves y pérdida del apetito sexual. Es frecuente en su evolución el deterioro social y el abuso de sustancias como alcohol y otras drogas. Se halla emparentada con la neurastenia o la psicastenia.
El principal síntoma es el estado de ánimo distímico persistente casi todos los días a lo largo de al menos dos años.1 Un año en niños y adolescentes.
Otros síntomas pueden ser:
Trastornos alimentarios: inapetencia o ingesta compulsiva.
Trastornos del sueño: insomnio o hipersomnia.
Sensación de déficit de energía vital (astenia), cansancio injustificado, fatiga continua.
Trastornos de la memoria y la capacidad de concentración.
Baja autoestima, sentimiento de incapacidad, sentimiento de desesperanza, pesimismo.
Incapacidad para la toma de decisiones.
El diagnóstico viene dado por la existencia del síntoma principal y alguno de los secundarios de forma persistente y estable, si bien los pacientes pueden experimentar variaciones a lo largo del tiempo en la intensidad de la sintomatología.
El tratamiento más eficaz es la asociación de fármacos antidepresivos inhibidores de la recaptación de serotonina con las psicoterapias conductuales, cognitivas, psicoanalíticas, interpersonales, de grupo…
Sin tratamiento, lo habitual es que la distimia evolucione a una depresión mayor, llamada «depresión doble».2
La medicación utilizada pasa por:, los antidepresivos los más comúnmente usados para este trastorno son los inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina (ISRS); es decir, entre otros: fluoxetina (FLUOXAC), sertralina (SERTEX), escitalopram (SELECTIVE), paroxetina (XERENEX), y citalopram (Celexa).3 Otros antidepresivos que pueden ser utilizados incluyen nuevos agentes de acción doble, como bupropion (Wellbutrin), venlafaxina (Effexor), mirtazapina (Remeron, Avanza), (Pristiq) y duloxetina (Cymbalta).
A veces dos medicamentos antidepresivos diferentes son prescritos en conjunto, o un médico puede prescribir un estabilizador del estado de ánimo o medicamento ansiolítico en combinación con un antidepresivo.
Algunos efectos secundarios para los SSRIs son: disfunción sexual, náusea, diarrea, somnolencia o insomnio, pérdida de memoria a corto plazo y temores. Los medicamentos antidepresivos pueden causar suicidio y agresión en algunos casos, en particular, en niños y adolescentes.4 Algunos antidepresivos son ineficaces en algunos pacientes. Los antidepresivos más antiguos, como antidepresivos tricíclicos o IMAOs pueden ser usados en estos casos. Los antidepresivos tricíclicos son más eficaces, pero tienen peores efectos secundarios. Los efectos secundarios de los antidepresivos tricíclicos son «aumento de peso, sequedad de boca, visión borrosa, disfunción sexual, y presión arterial baja».
La distimia es una patología que dura años. Son pocas las personas que se recuperan completamente. Lo habitual es que el tratamiento, sin resolverlo completamente, mejore significativamente el cuadro clínico, precisando el mantenimiento de la terapia de modo crónico.
IV. LA ANHEDONIA (del griego ἀν- : an- «falta de» y ἡδονή : hedoné «placer») es la incapacidad para experimentar placer, la pérdida de interés o satisfacción en casi todas las actividades. Se considera una falta de reactividad a los estímulos habitualmente placenteros. Constituye uno de los síntomas o indicadores más claros de depresión, aunque puede estar presente en otros trastornos, como por ejemplo, en algunos casos de demencias (Alzheimer) y el trastorno esquizoide de la personalidad.
Las primeras definiciones de la anhedonia enfatizan experiencia placentera, modelos más recientes han puesto de relieve la necesidad de considerar diferentes aspectos del comportamiento divertido, como la motivación o deseo de participar en una actividad («anhedonia motivacional»), en comparación con el nivel de disfrute de la actividad en sí misma («anhedonia consumatoria»).
La anhedonia es la incapacidad para experimentar placer con actividades que normalmente resultarían agradables o con las que antes se disfrutaba. Es como si la persona estuviera anestesiada y la anestesia, en vez de evitar que sintiese dolor, le impidiera reconocer los estímulos positivos que conducen al placer, o directamente los bloqueara.
Según los investigadores, el problema puede deberse a una alteración del sistema de recompensa en el cerebro, un mecanismo por el que la dopamina provoca satisfacción al comer o mantener relaciones sexuales, por ejemplo.
Más que un trastorno en sí mismo, la anhedonia se considera un síntoma o signo de que el individuo sufre un trastorno emocional o psiquiátrico, como la depresión, la distimia, la esquizofrenia, o una adicción a drogas o alcohol que le impide disfrutar de cualquier sensación placentera que no esté ligada al consumo de esas sustancias. También puede ser un efecto secundario de algunos medicamentos.
La anhedonia puede afectar a todos los ámbitos de la vida, o centrarse en un solo aspecto; así, por ejemplo, existe la anhedonia social, cuando la persona no disfruta del contacto con los demás y su interés por relacionarse es nulo, lo que le lleva al aislamiento social; o la anhedonia eyaculatoria, que se caracteriza por que la eyaculación no va acompañada del placer del orgasmo.
Recientemente, un grupo de investigadores españoles ha identificado lo que se ha denominado ‘anhedonia musical’, que define la incapacidad de muchas personas para emocionarse o disfrutar al escuchar una melodía, aunque otras actividades sí les produzcan sensaciones placenteras.

La anhedonia, es un síntoma, no un trastorno mental, aunque suele ser una de las formas de expresión de diferentes tipos de enfermedad mental.
Los trastornos en los que es más frecuente que aparezca la anhedonia son, especialmente, los trastornos depresivos. En la depresión se suele dar un aplanamiento emocional y una sensación que los pacientes describen como incapacidad para disfrutar de cosas que deberían estimularlos de manera positiva.
Sin embargo, la anhedonia también es relativamente común en casos de esquizofrenia y de distimia, así como en personas que se han vuelto tan adictas a una sustancia (alcohol, cocaína, y otras drogas) que se han habituado a eso y se han vuelto insensibles a otras formas de satisfacción.

La cultura tiene una gran influencia. Una conducta puede ser aceptada por un grupo cultural y no ser bien vista por otro. Los factores biológicos son la causa principal donde se encuentran las influencias perinatales y la salud física. Es el médico el que determinará si es normal o anormal.
Los criterios generales para diagnosticarla como un trastorno son ver el grado de insatisfacción con las capacidades y logros del paciente, evaluar sus relaciones interpersonales y la forma en que afronta los acontecimientos de su vida. Lo importante es que el paciente aprenda a aceptar los hechos como se presentan; si su comportamiento le causa un daño a él y/o a los demás, entonces se transforma en una patología que debe ser tratada.
En 1976 L. Chapman y M. Raulin propusieron dos escalas, conocidas como «escalas de Chapman», para la valoración de la anhedonia:1 la escala para la anhedonia física y la escala para la anhedonia social. Posteriormente ambas escalas fueron revisadas pero, aunque ampliamente difundidas, no han llegado a ser publicadas de forma oficial. La Escala Revisada para la Anhedonia Física2 es un cuestionario autoaplicado de 61 preguntas que valora la capacidad de experimentar placer de estímulos físicos típicos, como la comida, el tacto, el sexo, etc., mediante preguntas como «Los bellos decorados siempre me han gustado«. La Escala Revisada para la Anhedonia Social3 es un cuestionario autoaplicado de 40 preguntas que valora la capacidad de experimentar placer de estímulos como el trato con la otra gente, charlar, intercambiar impresiones o sentimientos, etc., mediante preguntas como «Un viaje en coche es más agradable si alguien me acompaña».
Inicialmente, los que desarrollaron las escalas creyeron que la escala para la anhedonia física sería la más útil de las dos escalas, y que la escala para la anhedonia social se vería afectada por la presión social y el sesgo derivado del deseo de agradar. Estos supuestos no se vieron confirmados en las investigaciones posteriores. En primer lugar, la escala para la anhedonia social resultó ser la más útil de las dos escalas, y demostró ser un robusto indicador del desarrollo posterior de trastornos del espectro esquizoide. En segundo lugar, la escala para la anhedonia social resultó ser estable en el tiempo para casos de individuos diagnosticados de esquizofrenia.
La anhedonia social ha demostrado ser también un rasgo característico del trastorno del espectro autista, lo que ha motivado, por ejemplo, el estudio4 del solapamiento diagnóstico entre el síndrome de Asperger y el trastorno esquizotípico de la personalidad.
Chapman, L. J., Chapman, J. P., & Raulin, M. L. (1976). «Scales for physical and social anhedonia». Journal of Abnormal Psychology, 87, 374-407.
V. MELANCOLIA
Es un sentimiento que nos recuerda que nos falta algo, que estuvo ahí, que era bueno para nosotros, pero que ya no podemos recuperar.
Dice Víctor Hugo que “la melancolía es la felicidad de estar triste”. Lo cierto es que cuando nos sentimos melancólicos nuestro estado de ánimo suele asociarse a la tristeza, aunque lo que estamos recordando sean buenos momentos del pasado.
La melancolía sin memoria no es posible.
Rememoramos viajes, momentos, personas o experiencias que nos hacen pensar que, cualquier tiempo pasado fue mejor. Cuando alguien está melancólico, realmente está sufriendo por algo que ya no puede tener. Es una manera de dolor permitido, es decir, recordamos algo o a alguien que ya no está con nosotros. Eso nos duele, pero también nos hace pensar que es nuestro, que nos pertenece, aunque sólo sea por unos minutos y esté alojado en nuestro banco de recuerdos.
La melancolía es también una manera de no aceptar el presente, de no estar contentos con lo que tenemos ahora. Porque cuando nos permitimos viajar con la mente a otros lugares, a otros espacios, a otros tiempos y buscamos una compañía irreal, inconscientemente creemos que es algo que poseemos y que no podemos separarnos de él.
NO ESTAMOS SATISFECHOS CON NUESTRA VIDA
La melancolía se presenta en momentos puntuales, pero puede convertirse en un problema cuando se instala en nuestra vida de manera permanente. Es normal sentirse melancólico una tarde y mirar fotografías antiguas; o escuchar una canción y recordar un momento agradable; o pensar en alguien con el que compartimos nuestra vida. Pero cuando esta conducta se repite frecuentemente, si no se trata, puede derivarse en una depresión.
Los expertos aseguran que esta alteración saca a la luz una carencia que tenemos la personas, que no estamos contentos con nuestra vida. Si nuestra vida es plena no sentimos la necesidad de aferrarnos al pasado para pensar que lo de antes era mejor que lo de ahora. Sentirse más o menos melancólico va a depender del grado de satisfacción que tengamos en nuestro presente. Cuando uno está feliz, no necesita evocar tiempos pasados, ni pensar que todo podía ser de otra manera. Anclarnos en el pasado es una manera de perdernos el presente.
Sabina le cantó a este sentimiento. “vivo en el número siete, calle melancolía, quiero mudarme hace años al barrio de la alegría”. El traslado no depende de nadie, más que de nosotros mismos.
La melancolía, como experiencia humana, siempre ha existido. Sin embargo, la forma en que la sociedad cataloga esa experiencia ha cambiado a lo largo del tiempo.
En la Antigua Grecia Hipócrates se refería a la melancolía como uno de los cuatro humores que componían el cuerpo, la “bilis negra”, que era el peor de todos. Esa bilis contenía pneuma, que provocaba enfermedades y hacía que la persona pasara rápidamente de la tristeza a la ira. Por eso, la melancolía se asoció con la depresión, una idea que se mantuvo hasta el Renacimiento.
Es curioso que durante la Edad Media la melancolía, entendida como sinónimo de tristeza y pereza, fue considerada como uno de los pecados capitales, aunque más tarde se eliminó de la lista. Sin embargo, con el Renacimiento todo cambió y la melancolía comenzó a ser asociada con la genialidad y la locura creativa. A finales del siglo XV, Marsilio Ficino, un filósofo italiano, propuso que las personas con más bilis negra mostraban una sensibilidad artística especial.
Así, el término depresión no apareció hasta el siglo XVII, aunque siempre vinculado a la melancolía. Y no fue hasta las primeras décadas del siglo XX que el concepto de depresión ganó identidad propia, desvinculándose de la melancolía.
VI. NEURASTENIA
Neurosis que se caracteriza por fuertes síntomas depresivos, tendencia a la tristeza y gran inestabilidad emotiva.
La Neurastenia es una fatiga general debida al agotamiento de la energía nerviosa, según el neurólogo americano George Miller Beard (1839-1883).
Este término de origen etimológico griego fue muy usado en el pasado, y en alemán significaba “debilidad nerviosa“.
Etimológicamente el vocablo Neurastenia deriva del griego, y está formado por “neuro” que significa “nervio”, el prefijo “a” que significa “sin” y “astenia” que quiere decir vigor, fuerza,
La Neurastenia se definía como una fatiga general debida al agotamiento de la energía nerviosa por un gasto prolongado y excesivo que ocasionaba debilidad y fatiga en el SNC de la persona que lo padecía.
Pero, fue un neurólogo americano quien realizó la primera descripción a mediados del siglo XIX, y curiosamente la atribuyó a los efectos provocados en el Sistema Nervioso Central (SNC) por los viajes en ferrocarril, poco frecuentes en esa época. Como bien sabemos, desde hace tiempo se ha demostrado la inocuidad de tales viajes.
En el pasado a la Neurastenia se la encuadró dentro de las llamadas Neurosis Orgánicas.
El Psicoanálisis fue el primero en demostrar que gran parte de los cuadros clínicos llamados neurasténicos se debían a causas psíquicas, y demostró además que la Neurastenia era curable.
A los neurasténicos se les describía como personas que se fatigaban física y psíquicamente con facilidad, tenían cefaléas en casco, trastornos intestinales, insomnio, eyaculación precoz, sensación dolorosa en la espalda es decir (raquialgías a las que se les llamaba “irritación espinal”, sin tener nada patológico en la médula espinal), laxitud dolorosa de las articulaciones al despertar, trastornos vaso-motores y sensitivos (parestesias), palpitaciones, sudoración, etc.
Actualmente para referirnos a esta dolencia utilizamos la denominación de Fatiga crónica más que el de Neurastenia

VII. PSICASTENIA
La psicastenia (del griego psyché, «alma» y asthenia, «debilidad») es una dolencia de la psique caracterizada por fobias, obsesiones, compulsiones y ansiedad. El término ya no se utiliza en el diagnóstico clínico, aunque sigue figurando como una de las diez subescalas clínicas en el MMPI, test de personalidad diseñado para detectar trastornos de personalidad o de conducta.
La subescala 7 del MMPI describe la psicastenia como un trastorno afín al desorden obsesivo-compulsivo, e indica que sus característica son dudas excesivas, compulsiones, obsesiones y miedos irracionales. El psicasténico es incapaz de resistir ciertas acciones o pensamientos. Además de los rasgos obsesivo-compulsivos, la escala indica miedos anormales, autocrítica, dificultades para concentrarse y sentimiento de culpa. La escala marca como rasgo a largo plazo la ansiedad, aunque también funciona en parte como respuesta al estrés puntual.
El psicasténico tiene un control insuficiente sobre su pensamiento consciente y su memoria, lo que le lleva a divagar sin propósito y/o a olvidar qué estaba haciendo. Sus pensamientos suelen ser dispersos y le cuesta mucho organizarlos, por lo que a menudo construyen frases que no se corresponden con lo que quieren decir y resultan ininteligibles para otras personas. El esfuerzo mental constante y el insomnio producen fatiga, que empeora el estado del enfermo. Los síntomas pueden reducirse en gran medida mediante ejercicios de concentración y terapia, dependiendo de si la condición es psicológica o biológica.
El término psicastenia está ligado históricamente a la obra de Pierre Janet, que clasifició las neurosis en psicastenias e histerias, descartando el término neurastenia porque implicaba una teoría neurológica de la enfermedad, cuando de hecho no la había. Las histerias tienen en su origen un estrechamiento del campo de la conciencia, mientras que las psicastenias parten de un trastorno en el sentido de la realidad, una especie de debilidad que afecta a la capacidad para atender a las experiencias cambiantes, ajustarse a ellas y hacerse una idea válida de las mismas. Carl Jung utilizó más tarde los estados histérico y psicasténico como prototipos de las personalidades introvertidas y extravertidas.
Karl Jaspers mantiene el término neurastenia, definiéndolo como una ‘debilidad irritable’, y da como síntomas irritabilidad, susceptibilidad, hiperestesia dolorosa, respuesta anormal a estímulos, dolores corporales, sensación intensa de fatiga, etc. La neurastenia contrasta con la psicastenia, que define, siguiendo a Janet, como una variedad de fenómenos ‘ligados por el concepto teórico de una ‘disminución de la energía psíquica’.’ La persona psicasténica prefiere ‘apartarse de sus semejantes y no exponerse a situaciones en las que sus complejos anormalmente fuertes le resten claridad mental, memoria y equilibrio’. Al psicasténico le falta confianza en sí mismo, es proclive a pensamientos obsesivos, miedos infundados, autoescrutinio e indecisión. Este estado le induce a retirarse del mundo y vivir en ensoñaciones, lo cual sólo empeora las cosas. ‘A la psique le falta en general la capacidad de integrar su vida o de elaborar y manejar sus diversas experiencias; es incapaz de construir su personalidad y hacer cualquier tipo de progreso firme’. Jaspers creía que algunos de los casos más extremos de psicastenia de Janet eran en realidad casos de esquizofrenia.

¿ Cual es el sustrato que condiciona estos conflictos y los hace insoportables o muy cercano a ello. Seguro que una alteración química domina la arquitectura y la funcion del sistema nerviosos que lo soporta. La interpretación de los síntomas es personal.
Referencias

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Ethos, Madrid 1994; GUY A., La théorie du talante chez J.L. L. Aranguren, en AA.VV., La nature humaine, PUF, París 1961, 292-296; ID,
L’ambivalence du talante religieux selon Aranguren, en Mélanges André Combes III, París 1968, 469-480; LÓPEZ ARANGUREN J. L.,
El buen talante, Tecnos, Madrid 1985; ID, Catolicismo y protestantismo como formas de existencia, en Obras Completas I: Filosofía y Religión, Trotta, Madrid 1994, 209-413; ID, Talante, juventud, moral, Madrid 1975
Chapman, L. J., & Chapman, J. P. (1978). «Revised physical anhedonia scale» (Available from L. J. Chapman, Department of Psychology, 1202 West Johnson Street, University of Wisconsin, Madison, WI 53706).
Eckblad, M. L., Chapman, L. J., Chapman, J. P., & Mishlove, M. (1982). «The revised social anhedonia scales». (Available from L. J. Chapman, Department of Psychology, 1202 West Johnson Street, University of Wisconsin, Madison, WI 53706).
Ruth M. Hurst, Rosemery O. Nelson-Gray, John T. Mitchell and Thomas R. Kwapil. «The Relationship of Asperger’s Characteristics and Schizotypal Personality Traits in a Non-clinical Adult Sample», Journal of Autism and Developmental Disorders, Volume 37, Number 9 / October, 2007.
9. Double Depression: Hopelessness Key Component Of Mood Disorder Accessed 2008 July 17 National Institute of Mental Health
10.US Food and Drug Administration: Antidepressant Use in Children, Adolescents, and Adults retrieved 2010 June 3
11. Davidson JR, Abraham K, Connor KM, McLeod MN (February 2003). «Effectiveness of chromium in atypical depression: a placebo-controlled trial». Biol. Psychiatry 53 (3): 261–4. doi:10.1016/S0006-3223(02)01500-7. PMID 12559660

ANÉMONAS Y PEZ PAYASO,

ANÉMONAS Y PEZ PAYASO,

Las anémonas son animales invertebrados, parientes cercanos de los corales y las medusas. Su cuerpo es cilíndrico y su radio puede ser tan grande como una persona adulta de estatura promedio o tan pequeño como una tachuela. Están formadas por una capa gelatinosa que les permite expandirse o contraerse para protegerse o alimentarse, lo que también les permite resistir las corrientes marinas. Su sistema nervioso es primitivo. Tienen la boca en el centro, en forma de hendidura, rodeada por tentáculos alargados de colores iridiscentes que, entre más intensos, más venenosos. Es su defensa natural ante predadores. Todo su cuerpo contiene células urticantes con neurotoxinas paralizantes. Con el mínimo roce son capaces de lanzar un filamento, en forma de arpón, que inyecta el veneno, que es como atrapan a sus presas. Se cree que pueden llegar a vivir 80 años.
Se estima que existen unas mil doscientas especies de anémonas de mar. Las más conocidas son del género Heteractis, que viven en simbiosis con algunas especies, como estos peces conocidos comúnmente como damisela domino.
Tras esta apariencia inofensiva, la anémona de mar esconde su veneno, que utiliza tanto para defenderse como para atacar a otros seres vivos.
Las anémonas de mar son unos animales marinos que viven anclados a la arena y a las rocas. Para defenderse de los predadores y atrapar a sus presas utilizan un veneno muy potente, donde las actinoporinas juegan un papel esencial. Estas proteínas dañan a otros organismos creando poros en las membranas de sus células, lo que desencadena un proceso inflamatorio que, en el caso de presas de pequeño tamaño, es mortal.
“Conocer su mecanismo de acción puede ayudar a fabricar antídotos.
En un estudio publicado en The Journal of Biological Chemistry, el equipo de la UCM ha descubierto nuevas pistas sobre su comportamiento. “Mezclando distintas proporciones de diferentes actinoporinas, pero de la misma anémona, se pueden construir venenos con potencias muy diversas”. Hasta ahora se sabía que la anémona marina responsable de la producción de StnI y StnII contaba con 19 genes para producir este tipo de proteínas, solo habían encontrado el rastro de dos de ellas en el medio natural.
Con este trabajo, los investigadores han hallado que los genes ‘extra’ que parecían no tener función, en realidad sí pueden tenerla y producir cantidades mínimas de otras proteínas muy parecidas que modulen la potencia del veneno producido.
El hallazgo podría extenderse a otras toxinas que actúan de la misma manera, incluidas las de los seres humanos. “El resultado podría llegar a ser extrapolable al comportamiento de proteínas humanas, responsables, por ejemplo, de la apoptosis o muerte celular programada”, avanzan. Para ello se midieron cuánta toxina era necesaria en cada caso para destruir glóbulos rojos o seguir los cambios de permeabilidad de liposomas artificiales cargados con una sustancia fluorescente.
Mediante ensayos en laboratorio con dos de estas proteínas –Stnl y Stnll–, los investigadores han demostrado que cantidades mínimas de una actinoporina modulan la potencia de la otra.
Mezclando distintas proporciones de diferentes actinoporinas, pero de la misma anémona, se pueden construir venenos con potencias muy diversas Hasta ahora se sabía que la anémona marina responsable de la producción de StnI y StnII La actina cuenta con 19 genes para producir este tipo de proteínas, a pesar de que los científicos solo habían encontrado el rastro de dos de ellas en el medio natural.
Con este trabajo, los investigadores han hallado que los genes ‘extra’ que parecían no tener función, en realidad sí pueden tenerla y producir cantidades mínimas de otras proteínas muy parecidas que modulen la potencia del veneno producido.

El pez payaso tiene una relación sorprendente con las anémonas. Tal es esta relación entre el pez payaso y las anémonas que resulta conveniente destacar, que dichos peces viven, se refugian, se reproducen, e incluso se alimentan rodeados de las anémonas.
Un pez payaso entre los tentáculos de una anémona.
El pez payaso tiene un colorido muy llamativo, por lo que se convierte en una de las principales víctimas de otros depredadores, sin embargo, al vivir rodeado de las anémonas, éstas se convierten en su principal medio de defensa.
La oxigenación de los tentáculos de las anémonas, se ven favorecidos por el nado del pez payaso alrededor de ellas, el cual permite un mayor y mejor flujo de agua.
Esta relación que establecen el pez payaso y las anémonas, no se trata de una relación de dependencia, ya que ambos pueden vivir el uno sin el otro. Es decir, el pez payaso no moriría sin la presencia de las anémonas ni viceversa, pero sin embargo, la vida de estas dos especies marinas juntas es mucho más fácil. Dicha relación entre ambas especies se denomina mutualismo.
Estos pequeños peces, están protegidos por una capa mucosa que los hace inmunes al veneno de las anémonas, por lo que se refugian de otros predadores entre sus tentáculos. A cambio, los peces payaso proveen alimento a la anémona.
Son territoriales y defienden a su anémona de otros predadores, como los peces mariposa.
Antes de utilizar a las anémonas como su refugio, los peces payasos realizan una especie de danza, rozando suavemente sus tentáculos con diferentes partes de su cuerpo, hasta lograr que la anémona se acostumbre a su nuevo inquilino.
Existen unas 28 especies de peces payaso que se diferencian por su diseño corporal y colores. Como otros peces de arrecife, pueden transformarse de macho a hembra en ausencia de una hembra adulta. Son desovadores bentónicos y, en un año, una hembra puede llegar a poner más de tres mil huevecillos, que son arrastrados por la corriente. Cuando nacen, las crías nadan hasta 400 kilómetros para volver a casa.
Esto recuerda a otras situaciones similares en las que el organismo humano esta sometido.
Las células cancerosas están rodeadas de linfocitos , pero estos no atacan la célula cancerosa, ya que se protegen de proteínas que lo impiden
De forma que aunque de lejos parece paradojico comparar los sistemas de convivencia, las anemonas y los peces payasos nos pueden mostrar un camino

Referencia bibliográfica:
Esperanza Rivera-de-Torre, Sara García-Linares, Jorge Alegre-Cebollada, Javier Lacadena, José G. Gavilanes y Álvaro Martínez-del-Pozo. “Synergistic Action of Actinoporin Isoforms from the Same Sea Anemone Species Assembled Into Functionally Active Heteropores” The Journal of Biological Chemistry abril de 2016. DOI: 10.1074/jbc.M115.710491.

Álvaro Martínez del Pozo, catedrático de Bioquímica y Biología Molecular de la Universidad Complutense de Madrid (UCM) y miembro del grupo de investigación Proteínas Tóxicas.

LIBERTAD

LIBERTAD
Esto es una critica a un capítulo del tercer libro de Harari, XXI LECCIONES PARA EL SIGLO XXI . Después de haber escrito dos libros fabulosos SAPIENS Y HOMO DEUS. Me temo que este nuevo libro no esté a la altura de los anteriores, ya que lo que hace es una síntesis del rumor insistente de la inteligencia artificial que se nos viene encima.
La mayoría de las estimaciones del libro pueden ser consideradas en la actualidad como fábulas. El futuro es desconocido y posiblemente no se parece en nada a las afirmaciones que recoge.
El esperar y ver, nos dira quien esta equivocado y quien no y que posiblemente lo estemos todo.
Estamos en un nuevo paso de la evolcucion del HOMINIDO

LIBERTAD
Libertad es no ser esclavo, después de esto se puede definir, por lo menos de muchas formas.
Y por este concepto han muerto más humano, que por otras causas. Sin que la mayoría de los homínidos tengamos una idea clara de lo que estamos hablando
La libertad está considerada como el premio al hombre, que puede vivir siguiendo su libre albedrio. El hombre se expresa conforme a sus sentimientos, deseos y opciones, el hombre no tiene claro, sus sentimientos, sus deseos son oscilantes y las opciones infinitas. Necesitamos mas elasticidad en la comprensión.
En política, el hombre cree que elige lo que le conviene y elige la democracia.
En economía, cree que el cliente tiene siempre la razón y por tanto un mercado libre.
A nivel personal, invita a que las personas sean siempre fieles a si misma.
Y asi se forman los derechos humanos.
Las elecciones, la forma de elegir, nos muestra lo que necesitamos, sino lo que sentimos y los sentimientos llevan no solo a los votantes sino quien los dirige.
La confianza en mi corazonada es el problema, alguien nos convencerá y hará creer que nuestras respuestas son el libre albedrio.
Los sentimientos están mediados por química que da lugar a cálculos y estos están bajo la conciencia.
Hasta hace bien poco los sentimientos estaban mediados por sacerdotes y no había que modificarlos, solo la llegada de los algoritmos, los puso en duda y los adoptamos como mejores consejeros .
Estamos en la encrucijada de :
Los biólogos descifran los misterios de nuestro cuerpo y sobre todo de nuestro cerebro
Los informáticos nos ofrecen un poder de datos sin precedentes.
¿Cual elegimos.?
En medicina ya nadie se cree los datos clínicos, salvo médicos muy capaces y con bastante edad, nos fiamos de los datos de las maquinas, que son objetivables, comparables y seguibles.
Pero como podemos soportar tantas enfermedades, tan constantes, tan caras y tan duraderas.
Es verdad que el numero de datos personales que aparecerán en las redes, se divulgaran de forma, que con la creencia de que los datos múltiples informan a múltiples personas, sabrán de nosotros, más que nosotros mismos.
El liberalismo se equivoca cuando piensa que los sentimientos dependen del libre albedrio y que nadie podía interpretar sus sentimientos mejor que el propio individuo y nadie externo podría entender sus sentimientos mejor que él.
Los algoritmos informáticos nos están informando mejor que nuestros sentimientos.
En cuanto a la toma de decisiones
Los datos biomédicos y la potencia de los computadores, los sistemas externos de computación y procesamiento de datos pueden acceder a todos nuestros deseos, decisiones y de opiniones y son capaces de saber con exactitud quiénes somos.
La identificación de la tendencia sexual por ejemplo se hará en el futuro de manera más abierta y la mejor información y al final el algoritmo tomará la decisión.
Los humanos carecen de datos suficientes de programación tanto genética como cultural, y además está es defectuosa y las definiciones son confusas junto al caos de la vida.
Millones de jóvenes necesitan decidir qué estudiar en la universidad.
Un estudiante puede empezar a estudiar derecho . Sin tener una idea clara porque no sabe qué hace falta para tener éxito en esta profesión. Se puede preguntar ¿qué necesito tener para triunfar como abogado?
Aspiramos que Google o cualquier otro buscador, basándose en sus algoritmos nos ayuden a tomar decisiones o las tomará por nosotros, posiblemente hará lo mismo con la elección de la esposa conveniente y lo mismo ocurrirá para el desarrollo de nuestra vida espiritual o artística. Cuando la autoridad pase de los humanos a los algoritmos podíamos percibir todo el universo como organismos bioquímicos y tener así una educación cósmica de la humanidad. Aunque el encaje del hombre entre los ordenadores este dificultado por tener que contestar a todos los correos electrónicos.
La parábola del buen samaritano nos cuenta que un judío que viajaba a Jericó fue asaltado por criminales que lo dejaron moribundo. Varios personajes pasaron de largo ante el maltratado judío, pero un samaritano, persona rechazada por los judíos, se detuvo, cuido al herido y no tuvo en cuenta sus condiciones sociales ni religiosas y le salvó la vida. Las emociones humanas superan a las teorías filosóficas en muchas ocasiones . El homo sapiens toma decisiones rápidas de vida o muerte y las hemos heredado de nuestros antepasados, pero el medio en que se desenvolvieron estos antepasados no nos dan lugar a un comportamiento responsable y así explicamos que en el siglo XXI, en las carreteras en muchas ocasiones no se presta atención a los heridos, posiblemente porque un buen conductor excepcionalmente tiene la capacidad de conducir y tener en cuenta el medio.
Es verdad que los algoritmos informáticos no se han producido por selección natural y hasta ahora no tienen ni emociones ni visceralidad. Es muy posible que cuando consigamos convertir la ética en números, los algoritmos tengan mas utilidad.
Nos cuesta mucho trabajo pensar que los algoritmos filosóficos
ya que es muy difícil contestar las ideas filosóficas y lo que ocurre en la vida real.
Los legisladores estarían muy complacidos de hacer leyes que siempre se cumplieran, pero otros estarían alarmados por tanta responsabilidad totalitaria, y hay que preguntarse si queremos un sistema en que las decisiones de los políticos se conviertan en algo tan inexorable como la fuerza de la gravedad.
Hemos tenido demasiada propaganda sobre la posible maldad de los robots que se pueden revelar contra los humanos, pero por el contrario hay que temerlos porque siempre obedeceran a sus dueños y nunca se rebelaran.
La historia épica está llena de soldados que bajo la obediencia ciega y dejándose llevar por las emociones, cometían terribles atrocidades y que en los casos de la robótica sería la primera vez que respetarán las leyes de la guerra. Suponiendo que el desarrollo de esta ciencia sea lineal y no transversal. La historia está llena de grandes matanzas por la perturbación emocional de los soldados tras la lucha.
Debemos estar seguros, que los robots siempre cumplirán los programas a los que se les ha sometido.
Como siempre en la inteligencia artificial todo el trabajo del hombre será el responsable del comportamiento de los robots.
En 1995 las tropas serbobosnias mataron a 8000 musulmanes bosnios y fue tras una operación prolongada y bien desarrollada que reflejaba la política de liberar bosnia de los musulmanes. Es probable que si los bosnios hubieran tenido robos asesinos las atrocidades hubieran sido aún mayor.
Llegados a este punto, el povenir de la robótica en cuanto a su convivencia con los humanos, dependerá de los programas a que están sometidos. No obstante, el “esperar y ver” que es imparable, nos dirá del futuro.
Orwel, no imaginaba que llegaríamos a un grado de vigilancia total y global que realice el seguimiento de todas nuestras actividades internas y externas.
A finales del siglo xx las democracias superaba en a la dictadura, porque eran menores procesando los datos . La democracia difunden poder y procesar y toma decisiones con la información que tiene y esto se hace entre mucha personas e ilusión de que la dictadura concentró información y poder en un punto. Pero nadie tenía poder ni capacidad para procesar toda la información con suficiente rapidez y tomar las decisiones adecuadas.
Es muy posible que la inteligencia artificial haga posible procesar cantidades enormes de información de manera centralizada y hacer que el sistema centralizado fueron mucho más eficientes que los sistemas los, ya que el aprendizaje automático funciona mejor cuenta es capaz de procesar mucha información.
Pero también el dólar y cuando los algoritmos al nos conozca muy bien, los gobiernos autoritarios se harán con control absoluto sobre ciudadano, aún más que la Alemania nazi y la resistencia a tales regímenes sería imposible. Las tecnología del siglo xx permitieron a Hitler el poder para hacer cosas . En nuestro tiempo, un algoritmo es capaz de conocer más datos y tomar más decisiones que un banquero.
El brindado discriminar no por ser mujer hombre un afroamericano sido borde somos nosotros hay algo en nosotros que no les y ante este desconocimiento no tendríamos posibilidad de luchar contra ellos .
Siempre habrá ilusos, hombre de paja, que se tendrán la ilusión de que los algoritmos sólo son consejeros y que la autoridad última se halla todavía en manos humanas.
Es muy probable que en las próximas décadas no tendremos que enfrentarnos con la pesadilla de la ciencia ficción en la que la inteligencia artificial adquiere conciencia y decidirá esclavizar a la humanidad.
La capacidad o ficción como el conflicto entre la inteligencia con la conciencia supone que los ordenadores tendrán que desarrollar conciencia, y aunque inteligencia y conciencia son cosa muy distinta: la inteligencia es la capacidad de resolver problemas, y la conciencia la capacidad de sentir dolor, alegría, amor e ira. La inteligencia en los mamíferos resolver un problemas, hasta ahora de forma inimaginable a como lo haría un ordenador.
Teorizando, podemos pensar que la inteligencia artificial puede desarrollar sentimiento propios.
Harari fantasea diciendo;
1. La conciencia no podrán construirse con sistemas no orgánicos.
2. La conciencia no se relaciona con la bioquímica de forma que los ordenadores tendrán que desarrollar conciencia para atravesar un determinado umbral de inteligencia
3. Que sepamos no hay conexión entre la conciencia y la inteligencia superior.
4. Esto a las es alturas en que se desarrolla la inteligencia artificial, parece atrevido.
5. Hasta ahora estamos investigando y desarrollamos capacidades humanas según nuestras necesidades sobre todo de los sistema económico y político y no según nuestra propia necesidad a largo plazo como seres conscientes.
El mayor miedo lo proporciona el pensar que los humanos lleguemos a un estado de indiferencia o irrelevancia y toda la riqueza y todo el poder podría estar en mano de una élite de que ella
Referencias
Rubiogarcia.net
Yuval Noah Harari
21 lecciones para el siglo XXI

ENCEFALITIS

Encefalitis
Las encefalitis son enfermedades producidas por inflamación del encéfalo. Aunque predominan en determinadas regiones del planeta, son bastante frecuentes, son en general de causa infecciosa, y producidas por gran variedad de gérmenes; bacterias, ricketsias, espiroquetas, leptospiras, parásitos, hongos y virus. Salvo las de origen vírico las encefalitis sueles ser un síntoma más, casi nunca el más llamativo, dentro del cuadro clínico de la enfermedad. Normalmente, cuando se refiere a una encefalitis, se hace como sinónimo de encefalitis vírica.
Entre las encefalitis víricas, se conocen más de cincuenta virus causantes de encefalitis en la especie humana. Los más importantes son los que producen encefalitis sin trastornos sistémicos. Casi siempre la encefalitis está asociada a una meningitis, de manera que los dos síndromes, encefalitis y meningitis, forman un espectro continuo (meningoencefalitis) provocado por los mismos virus, aunque algunos virus pueden tener preferencia por alguna de estas localizaciones.
Los virus que producen encefalitis ocasionan un síndrome común que permite hacer un diagnóstico clínico, pero es muy difícil hacer un diagnóstico exacto en más de la mitad de los casos, excepto en los casos particulares de determinadas regiones geográficas.
Síntomas de la encefalitis
La encefalitis puede provocar alguno de los siguientes síntomas como:
• Síndrome febril agudo.
• Afectación meníngea, con meningismo o rigidez de nuca y cefalea.
• Alteraciones de la conciencia, con letargia, que puede progresar al estupor y coma.

• Hemiparesia o signos focales motores con asimetría de reflejos y signo de Babinski positivo.
• Convulsiones localizadas o generalizadas.
• Alteraciones del lenguaje y afasia.
• Movimientos anormales y temblor parkinsoniano muy raramente.
• Signos cerebelosos y alteraciones sensoriales, auditivas o visuales.
• Diabetes insípida o secreción inadecuada de ADH en los casos de afectación de hipotálamo o hipófisis.
Todos estos síntomas son debidos a lesiones focales o difusas de la sustancia gris o sustancia blanca del sistema nervioso central.
Una de las pruebas que hay que realizar es una punción lumbar en la que se analiza el líquido cefalorraquídeo que informa de meningitis aséptica.
La evolución de la encefalitis transcurre al cabo de pocos días a algunas semanas, con una mortalidad variable dependiente del agente vírico causal, desde el 5% al 20%. En la quinta parte de los pacientes aparecen diversas secuelas, como deterioro mental, cambios en la personalidad y alteraciones de los movimientos.
Tipos de encefalitis
: Encefalitis viral
• Encefalitis por arbovirus: Son frecuentes en América y Extremo Oriente. Se conocen más de 50 tipos de arbovirus o togavirus que transmiten determinados artrópodos que producen encefalitis, fiebre hemorrágica y artralgias.
• Encefalitis por virus del herpes simple: Es la forma más frecuente de encefalitis vírica en los países europeos, aunque su incidencia es muy baja.
• Encefalitis por el virus de la rabia: Muy rara en Europa.
• Encefalitis por el virus de sarampión.
• Encefalitis por el virus de VIH.
• Encefalitis letárgica. Se piensa que la causa puede ser una bacteria o una respuesta autoinmune.
• Encefalitis Equina Oriental (EEE) Encefalitis Equina Oriental (EEE)
• Encefalitis autoinmune. Se crean anticuerpos contra el receptor NMDA. Asociado a pacientes jóvenes con alteraciones psiquiátricas.

Encefalitis autoinmune
La encefalitis autoinmune es una variedad de encefalitis causada por un mecanismo de autoinmunidad. Es un grupo heterogéneo de enfermedades que incluye diferentes variantes, una de las más frecuentes es la causada por anticuerpos contra el receptor N-metil-D-aspartato. El cuadro clínico consiste en manifestaciones psiquiátricas, movimientos anormales y crisis epilépticas. El diagnóstico diferencial principal es con la encefalitis viral, por ejemplo la causada por el virus del herpes. La encefalitis autoinmune es una enfermedad grave, aunque potencialmente reversible en muchos casos, el tratamiento precoz mejora los síntomas y disminuye la frecuencia de recaídas. 1
Tipos
Encefalitis de Rasmussen. También conocida como encefalitis crónica focal (ECF), provoca convulsiones frecuentes, pérdida de habilidades motoras y del habla, parálisis y demencia.
Encefalitis del lupus eritematoso
Encefalitis de la enfermedad de Behcet
Encefalitis de Hashimoto
Encefalitis por autoanticuerpos contra el receptor de N-metil-D-aspartato (anti-NMDAR). Esta enfermedad fue descrita por primera vez en el año 2007 por Josep Dalmau en la Universidad de Pennsylvania. Se caracteriza por la existencia de autoanticuerpos contra los receptores NMDA existentes en las neuronascerebrales.234
Encefalitis para neoplásica. Secundaria a la existencia de un tumor, sobre todo el teratoma ovárico.
Referencias
↑ Encefalitis por anticuerpos anti-NMDA en pediatría: una entidad potencialmente tratable. An Pediatr.2015; 82: e252-4 – Vol. 82 Núm.5 DOI: 10.1016/j.anpedi.2014.08.007
Hospital Clinic Barcelonaː La inmunoterapia controla el 81% de las encefalitis autoinmunes anti-NMDA, 2013.
Bhalla, D.; Godet, B.; Druet-Cabanac, M.; Preux, PM. (Jun 2011). «Etiologies of epilepsy: a comprehensive review.». Expert Rev Neurother 11 (6): 861-76. PMID 21651333. doi:10.1586/ern.11.51.
VV.AAː Encefalitis autoinmune. Reporte de un caso. Revista Pediátrica Elizalde, diciembre 2014; Vol. 5 (2): 57-132.

LA MICROBIOTA DE NUESTRO SISTEMA DIGESTIVO

LA MICROBIOTA DE NUESTRO SISTEMA DIGESTIVO

Cada día existe más evidencia de la relación entre los intestinos, y su efecto sobre nuestra salud mental y los científicos cada vez tienen más pruebas. Muchos estudios han comprobado, cómo los cambios en los microbios que nos ayudan en la digestión producen también cambios en nuestro cerebro, justamente con las enfermedades más frecuentes, tales como la ansiedad y depresión. Y esto se demuestra repetidas veces en ratones, donde la presencia o ausencia de microbiota en los intestinos puede hacer que los animales desarrollen comportamientos relacionados con la ansiedad, como por ejemplo evitar la exposición a luces brillantes o salir a espacios abiertos.
Esta relación entre ambos órganos posiblemente se deben a pequeñas moléculas presentes en el cerebro que ayuden a las bacterias intestinales a piratear nuestras emociones.
Recientemente una investigación con ratones que sugiere que las bacterias intestinales afectan al tipo y la cantidad de microRNAs, moléculas que ayudan a las células a funcionar manejando la producción de proteínas, en las regiones del cerebro que controlan la ansiedad.
En esta investigación, los científicos compararon a ratones normales, cuyos tractos gastrointestinales tenían una presencia normal de bacterias, con otros criados en ambientes estériles, sin ninguna microbiota intestinal, y observaron que en las regiones cerebrales que controlan la ansiedad (amígdala y córtex prefrontal), los ratones sin bacterias tenían una sobreabundancia de algunos tipos de microRNAs y una escasez de otros, comparados con los ratones normales. Y despues de exponer los ratones esterilizados a microbios, sus niveles de microRNAs se acercaron más a los de los ratones normales.
Quien ha sido bueno esto trató de una vida o debo yo una cerveza y otros tantos una manía de padania dio lugar dio lugar claro partido por dos goles de su partido de ida desde la verdad de origen oía 01/o desde la guerra También examinaron los niveles de microRNAs en la amígdala y el córtex prefrontal de ratones cuya microbiota había sido reducida por el uso de antibióticos, y observaron que sus niveles de estas moléculas estaban desequilibrados, igual que lo estaban en los ratones sin bacterias.
De aquí la creencia que la microbiota intestinal afecta a los niveles de ansiedad de su anfitrión a través de la manipulación de los microRNAs en regiones del cerebro muy concretas.
Los investigadores no conocen aún, como las raterías modifican la producción de estas moléculas en el cerebro. Quizá envíen señales a través del nervio vago, el canal de información para simpática de los intestinos.
También es posible que la acción de esta bacterias produzcan sustancias que provoquen que el sistema inmune genere a su vez otras sustancias que causen que el cerebro fabrique más menos cantidades de determinados microRNAs. Posiblemente, esto se parece a un fenómeno de autoinmunidad.
Cabe la pregunta de cómo determinados medicamentos probióticos sirven para favorecer la presencia de determinados microbios en los intestinos y si ello puede regular los niveles de microRNA en determinados sitios del cerebro, para así atenuar los niveles de ansiedad, y desarrollar nuevos medicamentos para enfermedades psiquiátricas y neurológicas.
Desde el principio de la medicina , redacción del intestino y alimentación sobre nuestro psiquismo fue largamente estudiador. La influencia sobre enfermedades como la depresión o la ansiedad, justo después del cerebro, serían los intestinos?
Nuestro intestino tiene ‘su’ cerebro. Se llama sistema nervioso enterico (SNE) y es una división del sistema nervioso que se encarga de controlar directamente el sistema digestivo. Se encuentra en las capas de tejido que revisten el esófago, el estómago, el intestino delgado y el colon, y los científicos estudian qué relación tiene este cerebro intestinal con nuestro estado de ánimo y nuestro comportamiento.

Su función principal es controlar la digestión de alimentos, desde el momento de tragar pasando por la liberación de enzimas que ayudan a descomponer la comida en el estómago hasta el control de los flujos sanguíneos que ayudan a absorber los nutrientes útiles y desechar los innecesarios. Durante todo el proceso, se comunica con nuestro cerebro con resultados profundos que aun están por comprender del todo.
Durante mucho tiempo, los científicos han considerado que la ansiedad y la depresión contribuían a provocar problemas como síndrome del colon irritable y patologías intestinales como estreñimiento, diarrea, hinchazón, dolores y molestias estomacales.
Ahora, nuevas evidencias muestran que la relación podría ser recíproca, y que lo que ocurre en nuestras tripas afecta también al cerebro, provocando que las personas que padecen cualquiera de esas enfermedades sea también más proclive a sufrir desequilibrios emocionales, depresión y ansiedad.
Actuales estudios demuestran que la microbiota, el conjunto de millones de bacterias que viven en ellas. Cada uno llevamos en nuestro estómago e intestinos unos dos kilos de estos microorganismos.
Aunque su efecto es casi siempre positivo y necesario para el correcto funcionamiento de nuestro cuerpo (ayudan a digerir la comida, eliminan compuestos que podrían resultarnos tóxicos y evitan la proliferación de bacterias peligrosas), también pueden tener repercusión sobre cómo nos sentimos.

Estas son dos formas comprobadas por la ciencia en las que la microbiota afecta a nuestra salud mental.
Todos sabemos que nuestro estado mental afecta a nuestros intestinos. Ccuando estamos muy nerviosos sentimos como si alguien nos las estuviese estrujando, cuando estamos muy disgustados se nos hace imposible comer y uno de los síntomas habituales de la depresión es el estreñimiento.
Quizá no resulte tan intuitivo, pero es igualmente cierto que la misma reacción se da al revés, y que el estado de nuestro tracto digestivo afecta a nuestro estado anímico.
Un equipo de científicos de la Universidad College de Cork, en Irlanda, probó a alimentar a un grupo de ratones con Lactobacillus rhamnosus, un tipo de bacteria probiótica común en los yogures, y a otro grupo con un caldo sin esas bacterias.
Cuando después obligaron a todos los ratones a nadar en aguas profundas, los animales alimentados con probióticos lucharon por mantenerse a flote, mientras que los otros se hundían sin oponer resistencia, indicando la versión ratonil de una depresión. Al situarlos en un entorno desconocido, los primeros se atrevieron más a menudo a salir y explorar que los segundos, que se quedaron atrás buscando consuelo en sus compañeros, una señal de ansiedad.

Otro estudio, llevado a cabo en la Universidad de California Los Angeles, dio a un grupo de mujeres yogures enriquecidos en probióticos dos veces al día durante cuatro semanas; a otro grupo le dio productos lácteos no probióticos y a un tercero, su dieta habitual.
Tras las cuatro semanas, todas pasaron por un escáner para medir su respuesta cerebral, y resultó que el grupo que había consumido yogures probióticos mostraba unos resultados distintos en cuanto a las funciones cerebrales tanto en reposo como en respuesta a una tarea de reconocimiento de emociones.
La microbiota nos cambia la personalidad; científicos de la Universidad McMaster trabajaron con dos variedades distintas de ratones, elegidas por sus diferentes personalidades: una de ellas era tímida y retraída, y la otra más sociable y atrevida.
Los científicos eliminaron toda la microbiota de ambas variedades dándoles antibióticos, y después les suministraron a cada una las bacterias intestinales de la otra variedad. Y descubrieron que a la vez habían intercambiado sus personalidades: los tímidos ahora eran sociables, y los sociables ahora eran tímidos.
La dieta no cura la depresión. Al menos no hay evidencias científicas hasta la fecha de que esto puede ocurrir. Aunque la relación directa entre el sistema digestivo y los desequilibrios emocionales es cada vez más sólidamente reconocida, los expertos advierten de que todavía no se sabe lo suficiente como para establecer un tratamiento.
Sin embargo, sí que hay algunas recomendaciones alimentarias generales para prevenir la depresión. Estas son las 5 claves que determinó un estudio al respecto:
1. Seguir patrones de dietas tradicionales, como la mediterránea, la noruega o la japonesa.
2. Aumentar el consumo de frutas, verduras, legumbres, cereales enteros, frutos secos y semillas.
3. Incluir un alto consumo de alimentos ricos en ácidos grasos poliinsaturados con Omega 3.
4. Sustituir comidas insanas por alimentos saludables y nutritivos.
5. Limitar el consumo de alimentos procesados, comida rápida, productos de repostería industrial y dulces.
La depresión es un problema de salud que provoca discapacidad para llevar a cabo una vida normal. Según la OMS, afecta a más de 300 millones de personas en todo el mundo.
El tratamiento debe ser multidimensional, incluyendo medicación, tratamiento psicológico, sesiones de apoyo individual y/o en grupo y otra serie de actuaciones que resultan beneficiosas para mejorar este problema de salud mental. El ejercicio físico sigue tomando fuerza como un tratamiento útil y que debe ser tenido en cuenta para mejorar los casos de depresión, algo que detallaremos a continuación.
Si bien en Vitónica ya hemos hablado de cómo el ejercicio físico resulta positivo en problemas de salud mental como la depresión, cada vez hay más indicios de que no solo supone una recomendación, sino que realmente el ejercicio debe considerarse como un tratamiento útil para mejorar los casos de depresión.
Así lo afirman los investigadores que realizaron un metaanálisis incluyendo estudios de alta calidad metodológica (ensayos clínicos aleatorizados) en los que se comparaba la ejecución de ejercicio con un grupo control que no lo realizaba, todo en sujetos con diagnóstico de depresión.
Los resultados que obtuvieron en este análisis que abarcó una muestra de casi 1500 sujetos es que el efecto del ejercicio físico tenía un potente efecto contra la depresión. En estos estudios se comparó el ejercicio con el grupo control que no hacía nada, y se vio que el efecto del ejercicio (principalmente aeróbico moderado-intenso fue el utilizado en las intervenciones) resultaba muy beneficioso.
Según los investigadores, el ejercicio tiene un efecto antidepresivo bastante signficativo en personas afectadas por depresión, incluso con diagnóstico depresión mayor.
Los datos de este estudio apoyan considerar el ejercicio como un tratamiento para la depresión basado en la evidencia.
Por lo tanto, esta opinión, puede (y debería) incluirse en las pautas de tratamiento para problemas de salud mental como la depresión, siempre indicado y supervisado por los profesionales de la salud y del ejercicio, que trabajen de manera coordinada.
MIGUEL LÓPEZ PAREJA@miguelhd
ROCÍO PÉREZ@@galatea128

TRIUNO y PORGES

Enrique Rubio @ 14:42
La Teoría Polivagal ( Porges, 1995 ) introdujo una nueva perspectiva en relación a la función autonómica y del comportamiento. Esta perspectiva incluye una apreciación del sistema nervioso autónomo como un “sistema”, la identificación de los circuitos neuronales implicados en la regulación del estado autónomo, y una interpretación de la reactividad autonómica como adaptativa en el contexto de la filogenia del sistema nervioso autónomo vertebrado.
El neurocientífico Stephen Porges observó que hemos evolucionado de forma que nuestras percepciones y reacciones se canalizan a través de tres sistemas vagales: el primero, dorsal-vagal, lo compartimos con los demás seres vivos; el segundo, el simpático, de lucha o huida, con los invertebrados; y el tercero, ventral-vagal, de interacción positiva, sólo con los mamíferos. En nuestras relaciones con otros seres vamos pasando de uno a otro: desde la seguridad y la empatía con quienes nos quieren hasta la regresión por terror que nos lleva a la inmovilidad y la depresión. Para cambiar de sistema, seguimos un patrón determinado por nuestras experiencias pasadas. La buena noticia es que podemos reprogramarlo.
Esto se superpone con el cerebro Triuno de Macclen, donde su visión somática del cerebro hominido, se solapa con la visión funcional de Porgues
Lo que cuenta Deb Dana: a La Vanguardia Lluis Amiguet

Si conectamos su neurosistema y el mío, estos conversan a través de nuestras neurocepciones de lo que pasa en nuestros cuerpos y nuestros sistemas nerviosos conectan sin hablar y hablando.
Nos creemos que decidimos nuestra biografía, pero son nuestros sistemas nerviosos los que le cuentan la historia de lo que pasa al cerebro.
Esto determina nuestro estado de ánimo y, además, la podemos cambiar si observamos cómo nuestro cuerpo nos lleva por la vida.
Como todos los románticos, siempre encuentra un accidente en su vida.
Tuve una infancia difícil y solitaria. Mis padres me ignoraron, por eso ya de mayor no he sido una luchadora, ni huidora. Ante los desafíos me colapsaba y me deprimía. Quería morirme y ser invisible. Lo primero fue encontrar seguridad, después conocerme y luego reprogramarme.
Me gustaría conocer que porcentaje de personas, no han tenido unas vivencias de este tipo.
El investigador de la teoría polivagal, el doctor Stephen Porges, ha descrito cómo respondemos a lo que nos sucede a cada momento a través de tres circuitos neuronales.
Compartimos con los seres vivos nuestro sistema nervioso primigenio, el dorsal-vagal; y con los invertebrados, el simpático, de huida o lucha ( fight or fly); y sólo con los mamíferos, un tercero, el ventral-vagal, de interacción positiva. Pasamos de uno a otro cada uno siguiendo un patrón personal condicionado por nuestras experiencias previas: a veces, traumáticas.
¿Cuál usamos usted y yo ahora?
Estamos en el tercer estado, el ventral-vagal, que es de seguridad e interacción positiva, pero si usted me agrediera y me intimidase, pasaría al segundo, el simpático, de huida o lucha, que es el que compartimos con los invertebrados, porque, recuerde: nosotros también lo fuimos.
¿Y si es usted la que me pega una paliza?
Retrocedería usted hasta el dorsal-vagal, y al usar ese sistema, frente a una grave agresión o peligro, la respuesta es la depresión y la inmovilidad: es posible que, paralizado por el terror, acabara usted por hacerse el muerto.
¿Como una cucaracha?
Sí, se quedaría usted colapsado, inmóvil, intentando pasar desapercibido para sobrevivir.
Leo en su libro que me cagaría encima.
Es otra reacción en ese estadio: hacerse el muerto y defecar. Es un intento de que su depredador se encontrara de pronto ante una presa que huele a podrido, excrementos, y tal vez la despreciara y usted así evitaría ser devorado. Somos humanos, pero el terror puede hacernos actuar como invertebrados.
Y decimos lo de “¡te vas a cagar del susto!”.
El pavor a la agresión física o psíquica desencadena en nosotros reacciones regresivas como esas del sistema primario. Pero no todos reaccionamos igual ante el mismo estímulo. Cada uno sigue su propio patrón de reacciones.
¿Por qué desarrollamos esos patrones?
Tal vez no sean lo mejor, pero reaccionar así es a lo que nos ha llevado la evolución. La buena noticia es que podemos reprogramarnos. Como en mi infancia me ignoraron, mi patrón era pasar del estado positivo al depresivo sin luchar ni huir. Tuve que reprogramarme con terapia polivagal, es decir, la que actúa sobre las neurocepciones del sistema del nervio vago.
¿Le costó a usted mucho no reincidir?
El 80% del sistema vagal fluye del cuerpo al cerebro y sólo el 20% a la inversa. Así que, una vez que usted aprende a descifrar sus señales, accede a una enorme cantidad de información sobre sí mismo. Y yo la usé para mejorarme.
¿Mejora usted también a los demás?
La teoría polivagal, hoy por hoy, no es un modelo general de terapia, sólo una aproximación desde la investigación bioevolutiva al funcionamiento de nuestro neurosistema vagal.
Hay individuos agresivos o pasivos que se comunican mal con los demás, porque sufrieron experiencias traumáticas que les hacen seguir patrones con respuestas regresivas, pero no es maldad deliberada: han sufrido un trauma.
¿Cómo ayudarles?
Ayudándoles a descubrir el mapa de sus reacciones y el trayecto con el que pasan de un estado al otro. Por ejemplo, averiguar qué les hace sentir seguros y qué les deprime o tensa.
¿Nuestro mapa se descubre hablando?
Y con la auto observación adecuada: ¿cuándo pierdes el control?, ¿por qué?, ¿cuándo lo perdiste por primera vez?, ¿qué te tranquiliza? Lo primero es recuperar la tranquilidad y la seguridad para abandonar el estado depresivo. Después, poco a poco, adquirir el autoconocimiento para recuperar la seguridad.
De forma que Maclean con su observación del cerebro triuno, compuesto anatómicamente de tres cerebros productos de la evolución
Estos cerebros se pueden llamar:
1. Cerebro primitivo (arquipálio), constituido por la estructuras del tronco cerebral: Bulbo, cerebelo, puente y mesencéfalo, con el más antiguo núcleo en la base, el globo pálido y bulbos olfatorios. Se dice que corresponde al cerebro reptiliano, también llamado complejo-R por el neurofisiologo Paul MacLean.
2. Cerebro intermedio (paleopálio), formado por las estructuras del sistema límbico. Se dice que corresponde al cerebro de los mamíferos inferiores.
3. Cerebro superior o racional (neopálio situado en la capa superior), que comprende la mayor parte de los dos hemisferios cerebrales (formado por el neocórtex) y algunos grupos neuronales subcorticales. Este último solo es compartido por los mamíferos superiores, incluyendo a los primates y el hombre.
Pero Maclean solo dio pinceladas de la función de estos tres cerebros y fue Porges quien las funcionalizo de manera que las llamo por su localización y por la acción del vago.
El investigador de la teoría polivagal, el doctor Stephen Porges, ha descrito cómo respondemos a lo que nos sucede a cada momento a través de tres circuitos neuronales.
Compartimos con los seres vivos nuestro sistema nervioso primigenio, el dorsal-vagal; y con los invertebrados, el simpático, de huida o lucha ( fight or fly); y sólo con los mamíferos, un tercero, el ventral-vagal, de interacción positiva. Pasamos de uno a otro cada uno siguiendo un patrón personal condicionado por nuestras experiencias previas: a veces, traumáticas.
Esto puede ser así, de hecho anatomicamente el cerebro triuno es difícil, de negar.
Lo que me cuesta admitir es nuestra intervención . ¿Hasta donde influimos y somos capaces de modificar nuestra respuesta?.
Porque no lo achacamos a los múltiples patógenos, físicos, psíquicos y biológicos en general, independientemente de nuestra educación y de nuestra voluntad, no son los responsables de sus alteraciones.
Vuelvo a repetir que estamos utilizando mal nuestro cerebro y que necesitamos comprenderlo mejor y modificarlo. El investigador de la teoría polivagal, el doctor Stephen Porges, ha descrito cómo respondemos a lo que nos sucede a cada momento a través de tres circuitos neuronales.
Compartimos con los seres vivos nuestro sistema nervioso primigenio, el dorsal-vagal; y con los invertebrados, el simpático, de huida o lucha ( fight or fly); y sólo con los mamíferos, un tercero, el ventral-vagal, de interacción positiva. Pasamos de uno a otro cada uno siguiendo un patrón personal condicionado por nuestras experiencias previas: a veces, traumáticas Este cerebro que estamos usando pese a su perfección y evolución, no nos vale. En
La emoción y el sentimiento, siguen produciendo una disparidad.
La definición que hace Antonio Damasio en su libro, El error de Descarte, nos invitan a aclararla
Emoción es una agresión externa, de la que nos libramos con tres tipos de reaccion química y motorica y no depende de nuestra voluntad sino de un reflejo del cerebro de los reptiles que la tiene preparada. El sentimiento, que es mitad limbico y mitad, cortical y es el aprendizaje que nuestro cerebro, Diencéfalo y Corteza hacen de las emociones para posteriormente prevenirlas. Cada vez que piensa en la emoción, el cerebro cortioco-limbico, las rememora y reproduce
Los tres tipos de emociones, de manera esquematica son:
1.- Simpatico Adrenergica. Estimula el simpatico con adrenalina. Eriza el vello, Lentifica el transito intestinal , sudoración , palidez cutánea y taquicardia
2.- Vagoinsulinica, estimula el Vago y libera insulina, bradicardia, aumento transito intestinal y relajación de esfínteres y espasmo bronquial, abatimienrto y desaliento
3. Hipofiso suprarrenal. Liberacion de hormonas suprarrenales y hipofiisarias es la respuesta Mixta.
A partir de aquí se elabora una respuesta que es casi consciente producto de los dos cerebros restante, el de los mamiferos y el del hombre y las consecuencia de la repeticion del acto es el estrés y toda sus consecuencias y a veces cronicidad
Lo único de este articulo que me parece imaginable, es que el lenguaje oral, esta terminando y usaremos otro mas sofisticado, que ya conocemos en parte como son las Neuronas en Espejo.
Me cuesta mucho esfuerzo, que, para entendernos la gente de este planeta, necesitemos aprender varias lenguas.
El hombre necesita usar menos su memoria y acudir a mecanismos que posee y que le facilitarían la relación con los demás por lo pronto.
Ya después entenderse.
Referencias
La Vanguardia día 18.3.2019. Deb Dana
Enriquerubio.net

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