El blog del Dr. Enrique Rubio

Autor: Enrique Rubio (Página 31 de 139)

ENRIQUE RUBIO GARCIA
Jefe del Servicio de Neurocirugía Valle de Hebron
Profesor Titular de Neurocirugía
Academico de España, Portugal, European Society of Neurosurgery, Word Federation of Neurosurgery.
Investigador del I Carlos III
Veintidós tesis doctorales dirigidas
250 trabajos publicados
Presidente de la academia de Neurocirugía de Barcelona
Academico de Cadiz y Jerez de la Frontera
Acadenico de Honor de Andalucia y Cataluña
log enriquerubio.net

LUCHA O HUIDA

PERSISTENCIA DEL ESTADO DE ALARMA . LUCHA O HUIDA

Una de cada ocho personas en el mundo padece un trastorno mental

Un trastorno mental se caracteriza por una alteración clínicamente significativa de la cognición, la regulación de las emociones o el comportamiento de un individuo. Por lo general, va asociado a angustia o a discapacidad funcional en otras áreas importantes. Hay muchos tipos diferentes de trastornos mentales. También se denominan problemas de salud mental, aunque este último término es más amplio y abarca los trastornos mentales, las discapacidades psicosociales y (otros) estados mentales asociados a una angustia considerable, discapacidad funcional o riesgo de conducta autolesiva.

Retrato de mujer asiática enferma estresada con dolor de cabeza mujer deprimida sufre de vértigo mareos migraña resaca exceso de trabajo síndrome de oficina que representa el concepto de atención médica y

 

En 2019, una de cada ocho personas en el mundo (lo que equivale a 970 millones de personas) padecían un trastorno mental. Los más comunes son la ansiedad y los trastornos depresivos (1), que en 2020 aumentaron considerablemente debido a la pandemia de COVID-19; las estimaciones iniciales muestran un aumento del 26% y el 28% de la ansiedad y los trastornos depresivos graves en solo un año (2). Aunque existen opciones eficaces de prevención y tratamiento, la mayoría de las personas que padecen trastornos mentales no tienen acceso a una atención efectiva. Además, muchos sufren estigma, discriminación y violaciones de los derechos humanos.

 

Trastornos de ansiedad

En 2019, 301 millones de personas sufrían un trastorno de ansiedad, entre ellos 58 millones de niños y adolescentes (1). Los trastornos de ansiedad se caracterizan por un miedo y una preocupación excesivos y por trastornos del comportamiento conexos. Los síntomas son lo suficientemente graves como para provocar una angustia o una discapacidad funcional importantes. Existen varios tipos diferentes: trastorno de ansiedad generalizada (caracterizado por una preocupación excesiva), trastorno de pánico (que se caracteriza por ataques de pánico), trastorno de ansiedad social (con miedo y preocupación excesivos en situaciones sociales), trastorno de ansiedad de separación (que es el miedo excesivo o la ansiedad ante la separación de aquellos individuos con quienes la persona tiene un vínculo emocional profundo), etc. Existe un tratamiento psicológico eficaz, y dependiendo de la edad y la gravedad, también se puede considerar la medicación.

 

Depresión

En 2019, 280 millones de personas padecían depresión, entre ellos 23 millones de niños y adolescentes (1). La depresión es distinta de las alteraciones habituales del estado de ánimo y de las respuestas emocionales breves a los problemas de la vida cotidiana. En un episodio depresivo, la persona experimenta un estado de ánimo deprimido (tristeza, irritabilidad, sensación de vacío) o una pérdida del disfrute o del interés en actividades, la mayor parte del día, casi todos los días, durante al menos dos semanas. Concurren varios otros síntomas, como dificultad de concentración, sentimiento de culpa excesiva o de autoestima baja, falta de esperanza en el futuro, pensamientos de muerte o de suicidio, alteraciones del sueño, cambios en el apetito o en el peso y sensación de cansancio acusado o de falta de energía. Las personas que padecen depresión tienen un mayor riesgo de cometer suicidio. Sin embargo, existe un tratamiento psicológico eficaz, y dependiendo de la edad y la gravedad, también se puede considerar la medicación.

 

 

Trastorno bipolar

En 2019, 40 millones de personas padecían trastorno bipolar (1). Las personas afectadas experimentan episodios depresivos alternados con períodos de síntomas maníacos. Durante el episodio depresivo, experimentan un estado de ánimo deprimido (tristeza, irritabilidad, sensación de vacío) o una pérdida del disfrute o del interés en actividades, la mayor parte del día, casi todos los días. Los síntomas maníacos pueden incluir euforia o irritabilidad, mayor actividad o energía y otros síntomas, como aumento de la verborrea, pensamientos acelerados, mayor autoestima, menor necesidad de dormir, distracción y comportamiento impulsivo e imprudente. Las personas con trastorno bipolar tienen un mayor riesgo de cometer suicidio. Sin embargo, existen opciones terapéuticas eficaces, como psicoeducación, reducción del estrés y fortalecimiento del funcionamiento social y medicación.

 

Trastorno de estrés postraumático

La prevalencia del trastorno de estrés postraumático y otros trastornos mentales es alta en entornos afectados por conflictos (3). Este trastorno puede desarrollarse después de la exposición a un suceso o serie de sucesos extremadamente amenazantes u horribles. Se caracteriza por todo lo siguiente: 1) volver a experimentar el suceso o sucesos traumáticos en el presente (recuerdos intrusivos, escenas retrospectivas o pesadillas); 2) evitar pensamientos y recuerdos del suceso o sucesos, o evitar actividades, situaciones o personas que recuerden al suceso o sucesos, y 3) percepciones persistentes de una mayor amenaza actual. Estos síntomas duran varias semanas y causan una discapacidad funcional importante. Existe un tratamiento psicológico eficaz.

 

Esquizofrenia

A escala mundial, la esquizofrenia afecta a unos 24 millones de personas, es decir, a una de cada 300 personas (1). Quienes padecen esquizofrenia tienen una esperanza de vida de 10 a 20 años por debajo de la de la población general (4). La esquizofrenia se caracteriza por una importante deficiencia en la percepción y por cambios de comportamiento. Los síntomas pueden incluir persistencia de ideas delirantes, alucinaciones, pensamiento desorganizado, comportamiento muy desorganizado o agitación extrema. Las personas que padecen esquizofrenia pueden ver entorpecidas de forma persistente sus capacidades cognitivas. Sin embargo, existen diversas opciones terapéuticas eficaces, entre las que se cuentan la medicación, la psicoeducación, las intervenciones familiares y la rehabilitación psicosocial.

 

Trastornos del comportamiento alimentario

En 2019, 14 millones de personas padecían trastornos alimentarios, de los que casi 3 millones eran niños y adolescentes (1). Los trastornos alimentarios, como la anorexia nerviosa y la bulimia nerviosa, se caracterizan por alteraciones en la alimentación y preocupación por los alimentos, así como por problemas notables de peso corporal y forma. Los síntomas o comportamientos dan lugar a un riesgo o daño considerables para la salud, una angustia notable o una discapacidad funcional importante. La anorexia nerviosa suele aparecer durante la adolescencia o a principios de la edad adulta, y puede provocar una muerte prematura debido a complicaciones médicas o al suicidio. Las personas con bulimia nerviosa tienen un riesgo significativamente mayor de abuso de sustancias, suicidio y complicaciones de salud. Existen opciones de tratamiento eficaces, como el tratamiento de base familiar y la terapia cognitiva.

 

Trastornos de comportamiento disruptivo y disocial

En 2019, 40 millones de personas, incluidos niños y adolescentes, sufrían un trastorno de comportamiento disocial (1). Este trastorno, también conocido como trastorno de conducta, es uno de los dos trastornos de comportamiento disruptivo y disocial, el otro es el trastorno desafiante y oposicionista. Los trastornos de comportamiento disruptivo y disocial se caracterizan por problemas de comportamiento persistentes, como comportamientos persistentemente desafiantes o desobedientes que violan de manera permanente los derechos básicos de los demás o las principales normas, reglas o leyes sociales apropiadas para la edad. La aparición de trastornos disruptivos y disociales es común durante la infancia, aunque a veces se da en otras épocas de la vida. Existen tratamientos psicológicos eficaces, que suelen involucrar a padres, cuidadores y maestros, y también la resolución de problemas cognitivos o la capacitación en habilidades sociales.

 

Trastornos del neurodesarrollo

Los trastornos del neurodesarrollo son trastornos conductuales y cognitivos que surgen durante el desarrollo y que dan lugar a dificultades considerables en la adquisición y ejecución de funciones intelectuales, motoras o sociales específicas.

 

Los trastornos del neurodesarrollo incluyen trastornos del desarrollo intelectual, trastorno del espectro autista y trastorno por déficit de atención con hiperactividad (TDAH), entre otros. Este último se caracteriza por un patrón persistente de falta de atención o hiperactividad-impulsividad, que tiene un impacto negativo directo en el funcionamiento académico, ocupacional o social. Los trastornos del desarrollo intelectual se caracterizan por limitaciones significativas en el funcionamiento intelectual y el comportamiento adaptativo, que se refiere a dificultades con las habilidades conceptuales, sociales y prácticas cotidianas en la vida diaria. El trastorno del espectro autista (TEA) constituye un grupo diverso de afecciones caracterizadas por cierto grado de dificultad con la comunicación social y la interacción social recíproca, así como patrones de comportamiento, intereses y actividades restringidos, repetitivos e inflexibles.

Existen opciones terapéuticas efectivas, que incluyen intervenciones psicosociales y comportamentales, terapia ocupacional y logoterapia. Para determinados diagnósticos y grupos de edad, también se puede considerar la medicación.

 

¿Quién corre el riesgo de presentar un trastorno mental?

Existe un conjunto diverso de factores individuales, familiares, comunitarios y estructurales que, en conjunto, protegen o socavan la salud mental. Aunque la mayoría de las personas son resilientes, quienes están expuestos a circunstancias adversas, como la pobreza, la violencia, la discapacidad y la desigualdad, corren un mayor riesgo. Entre los factores de protección y de riesgo se cuentan factores psicológicos y biológicos individuales, como las habilidades emocionales y la genética. Muchos de esos factores se ven influidos por cambios en la estructura o la actividad del cerebro.

 

Sistemas de salud y apoyo social

Los sistemas de salud aún no han respondido adecuadamente a las necesidades de las personas que padecen trastornos mentales, y no cuentan con los recursos necesarios para ello. Hay una divergencia considerable en todo el mundo entre la necesidad de tratamiento y su prestación, que, cuando se da, suele ser de mala calidad. Por ejemplo, solo el 29% de las personas que padecen psicosis (5) y solo un tercio de las que sufren depresión reciben atención sanitaria de la salud mental en el ámbito del sistema de salud formal (6).

 

REACCIÓN DE LUCHA O HUIDA

Es un mecanismo automático de supervivencia que prepara al organismo para tomar estas acciones. Todas las sensaciones producidas por el cuerpo suceden por buenas razones – preparar el cuerpo para huir o luchar– y se vuelven patológicas cuando no ocurren sin ser necesarias ni por qué están sucediendo.

Que papel tienen la cronicidad de este reflejo en las patologías psiquiátricas que soporta nuestro tiempo

El pensamiento rápido ayuda a evaluar el peligro y tomar decisiones rápidas. Puede ser muy difícil concentrarse en algo aparte del peligro (o rutas de escape) cuando está activa la reacción de lucha o huida

Para activar esta respuesta de lucha o huida, las hormonas del estrés como el cortisol y la adrenalina son liberadas por las glándulas suprarrenales. Ayudan a nuestro cuerpo a movilizarse con rapidez para huir del peligro.

¿Qué función tiene el sistema nervioso simpático y parasimpático?

Sistema Nervioso Simpático: encargado de regular las respuestas corporales de activación. Sistema Nervioso Parasimpático: responsable de volver al estado de equilibrio y conservación después de la activación del sistema simpático.27 jun 2018

Es fácil ver que la respuesta de luchar o huir es esencial en algunas situaciones.

Sin duda, la capacidad del cuerpo para manipular los músculos lisos, los músculos cardíacos y las glándulas con el fin de producir reacciones más rápidas y más fuertes cuando las necesites, puede salvar la vida.

Sin embargo, también es fácil ver que, si no puedes percibir situaciones verdaderamente peligrosas con precisión, puedes encender tu respuesta de lucha o huida con más frecuencia de la necesaria. El punto aquí es que el sistema de lucha o huida, el sistema nervioso simpático, se active cuando no es necesario.

Producir sudor excesivo es bueno si necesitas huir de un oso, pero no es bueno cuando intentas causar una buena impresión en una primera cita.

Hacer que tu corazón lata más rápido y más fuerte es bueno si necesitas levantar una extremidad caída de alguien que está herido, pero no es bueno cuando estás sentado en tu escritorio tratando de terminar un informe. Ambos son una respuesta fisiológica de estrés.

«Si la respuesta al medio es excesiva o prolongada, puede surgir cualquiera de una variedad de trastornos clínicos».

En otras palabras, activar la respuesta de lucha o huida con demasiada frecuencia puede provocar graves daños a la salud.

La activación frecuente a largo plazo de la respuesta de lucha o huida es a menudo sinónimo de un fenómeno de salud llamado estrés crónico.

El estrés crónico ocurre cuando «el sistema de alarma permanece activado durante un largo período de tiempo.

 

 

 

Referencias

(1)    Instituto de Sanimetría y Evaluación Sanitaria. Global Health Data Exchange (GHDx). https://vizhub.healthdata.org/gbd-results/ (Consultado el 14 de mayo de 2022).

(2)    Salud mental y COVID-19: datos iniciales sobre las repercusiones de la pandemia. Ginebra: Organización Mundial de la Salud; 2022 (https://www.who.int/es/publications/i/item/WHO-2019-nCoV-Sci_Brief-Mental_health-2022.1)

(3)    Charlson, F., van Ommeren, M., Flaxman, A., Cornett, J., Whiteford, H. y Saxena, S. New WHO prevalence estimates of mental disorders in conflict settings: a systematic review and meta-analysis. Lancet. 2019;394,240–248.

(4)    Laursen TM, Nordentoft M, Mortensen PB. Excess early mortality in schizophrenia. Annual Review of Clinical Psychology, 2014;10,425-438.

(5)   Atlas de Salud Mental 2020. Ginebra: Organización Mundial de la Salud; 2021

(6)   Moitra M, Santomauro D, Collins PY, Vos T, Whiteford H, Saxena S, et al. The global gap in treatment coverage for major depressive disorder in 84 countries from 2000–2019: a systematic review and Bayesian meta-regression analysis. PLoS Med. 2022;19(2):e1003901. doi:10.1371/journal.pmed.1003901.

(7)David S. Goldstein Cellular and Molecular Neurobiology:

 

 

LA NEUROGLIA EN LA RESPUESTA INMUNE DEL SISTEMA NERVIOSO CENTRAL

LA NEUROGLIA EN LA RESPUESTA INMUNE DEL SISTEMA NERVIOSO CENTRAL

Neuroglia del sistema nervioso

La neuroglia es entre otras capacidades la respuesta inmune local en base al estudio de diversas patologías infecciosas y auto-inmunes del sistema nervioso central, tanto en humanos como en modelos murinos.

Es muy posible que la neuroglia sea fundamentalmente una inflamación contra particulas de varias extirpes entre ella microbianas, pero además tenga otras propiedades como la reparadora del sistema nervioso.

La neuroglia secreta y es blanco de diferentes citocinas y quimocinas que participan en la respuesta inflamatoria del sistema nervioso ante agresiones de diversos tipos tanto biológicas como físicas. Se ha demostrado la presencia in vivo de moléculas de clase I del complejo mayor de histocompatibilidad en la microglia, los astrocitos y los oligodendrocitos pero sólo durante procesos inflamatorios, la presencia de moléculas de clase II se ha comprobado únicamente en la microglia y su identificación en los astrositos es motivo de controversia. La presencia de algunos marcadores inmunológicos en la neuroglia y los estudios funcionales ha permitido identificar mecanismos como la fagocitosis y la presentación de antígenos a los linfocitos TCD4+ por parte de la microglia, la secreción de citocinas por los astrocitos y la presencia en oligodendrocitos de receptores para estos factores solubles. Todos estos avances han permitido la comprensión de algunos mecanismos fisio-patogénicos y la posible aplicación de novedosas medidas terapéuticas en el sistema nervioso central. central, neuroinmunología (Acta Neurol Colomb 2007;23:25-30). .

El sistema nervioso central (SNC) se ha considerado como un sistema inmuno-privilegiado. Esta definición se basa en diferentes características locales como la presencia de una barrera hematoencefálica y la ausencia de drenaje linfático convencional. Además, en condiciones normales el SNC no exhibe moléculas del complejo mayor de histocompatibilidad (CMH) ni se detectan células profesionales presentadoras de antígeno.

La ruptura de la barrera hematoencefálica durante procesos patológicos como las enfermedades infecciosas o auto-inmunes permite la entrada de células sanguíneas, disparando una serie de eventos inmunes donde no sólo participan diversos componentes del sistema de defensa sino también elementos locales como la neuroglia (1). La neuroglia comprende un grupo heterogéneo de células, que sirven de soporte al tejido nervioso y facilitan diversas funciones en el cerebro y la médula espinal. Incluidos en la neuroglia se encuentran los astrocitos, la microglia y los oligodendrocitos.

El conocimiento del papel de la neuroglia en la inmunidad del SNC se basa principalmente en los datos obtenidos de pacientes con esclerosis múltiple (EM), enfermedad autoinmune que ataca el SNC (2), y en el modelo murino denominado encefalomielitis autoinmune experimental (EAE) (3). En humanos las extrapolaciones fisiopatológicas se basan en mediciones realizadas en el líquido cefalorraquídeo (LCR) y en los especímenes de autopsias del SNC.

Otras contribuciones al entendimiento de la respuesta inmune en el SNC provienen de modelos de enfermedades virales en ratones, como la infección intracerebral con coronavirus, principalmente la variante neuropatógena del virus de la hepatitis de ratón (JHMV) y el picornavirus productor de la encefalomielitis viral murina de Theiler (TMEV) (4, 5).

Las dificultades para el estudio de las células neurogliales radica en la falta de marcadores de superficie para su identificación plena, además de la existencia de una compleja red de comunicaciones establecida entre la neuroglia misma y las neuronas.

En su mayoría, los estudios in vitro con neuroglia se realizan utilizando células fetales o neonatales humanas o de ratones que, si bien, no representan los estadios maduros ni ejemplifican la red de comunicación celular permiten la definición de mecanismos específicos. En este artículo se revisan temas relacionados con los eventos inmunes en los cuales participa la neuroglia durante la defensa del SNC. En la actualidad, se reconoce a la neuroglia como una parte activa de la defensa del sistema nervioso contra las agresiones microbianas, físicas y químicas.

La microglia se considera como los macrófagos del SNC. Las células microgliales comparten con los macrófagos la función y la presencia de varios marcadores y su origen en la medula ósea (6,7).

Los macrófagos y la microglia presentan marcadores de superficie como los receptores para la fracción cristalizable (FC) de los anticuerpos como CD16, CD32, moléculas de adhesión como CD11b y CD54 (ICAM-1) y F4/80, éste último presente sólo en ratones (8).

Esta paridad en la presencia de marcadores complica la diferenciación entre microglia y macrófagos en los tejidos, sin embargo, en manos expertas pueden distinguirse por su morfología (9). Existen marcadores en humanos como CD163, el cual permite diferenciar los macrófagos perivasculares de la microglia (10). De otra parte, las células del SNC separadas por medio de digestión enzimática (ej. tripsina, colagenasa etc.) pueden diferenciarse de acuerdo con la presencia del marcador CD45, que identifica células originadas en la médula ósea (11). En condiciones normales las células con alto contenido de CD45 (CD45 alto) no se encuentran en el SNC, pero ganan acceso al romperse la barrera hematoencefálica. Las células CD45 con bajo nivel (CD45bajo) representan principalmente la microglia y las poblaciones CD45 negativas (CD45neg) que contiene principalmente oligodendrocitos, astrocitos, células endoteliales y otras poblaciones aún no identificadas

Los receptores tipo Toll (o Toll-like receptor TLRs) constituyen una familia de proteínas que forman parte del sistema inmunitario innato. Estos receptores son transmembranosos y reconocen patrones moleculares expresados por un amplio espectro de agentes infecciosos, y estimulan una variedad de respuestas inflamatorias. Además, la señalización mediada por los TLRs en las células presentadoras de antígeno (CPAs) representa una parte importante en el vínculo entre la respuesta inmune innata y la adaptativa. Proteínas de esta familia se encuentran en plantas, invertebrados, y vertebrados, ya que desempeñan un papel clave en unas vías de señalización bien conservadas.1​ Después de las defensinas, pueden ser el componente del sistema inmune más antiguo. Existen 11 TLRs en el ser humano, cada TLRs está codificado por un gen diferente.

La microglia participa en la respuesta innata en el SNC, ejemplo de ello es la expresión de receptores tipo “toll” (TLR) incluyendo el TLR4 que une el lipopolisacárido (LPS) o el TLR2 que une peptidoglicanos, ambos componentes derivados de las paredes bacterianas, inductoras Acta Neurol Colomb Vol. 23 No. 1 Marzo 2007 de la producción de citoquinas como interferones (IFN) tipo I, interleucina 1 (IL-1), IL-6, IL-12 y del factor de necrosis tumoral (TNF-α) (12), además de derivados del óxido nítrico (NO) (13), todos ellos elementos importantes de la respuesta inflamatoria. Igualmente, la expresión de múltiples receptores de quimiocinas y citocinas por parte de la microglia indica su rápida capacidad de respuesta y migración a los sitios de inflamación (14).

Como los macrófagos, la microglia presenta el marcador CD36 y otros receptores tipo “scanvengers” (SR) que median la fagocitosis (15,16), función que aumenta in vitro en presencia de glucocorticoides (17).

La microglia también participa en la respuesta inmune específica del SNC mediante la expresión de moléculas del CMH, ambas moléculas reguladas por la presencia de IFN-γ (9). La presencia en la microglia de moléculas de clase II y moléculas co-estimuladoras como CD54, CD80 y CD86 entre otras, detectadas durante procesos inflamatorios sugieren una posible función en la presentación antigénica a los linfocitos T CD4+ (18,19). Diversos estudios implican estas células en la presentación de antígenos propios de la mielina en la patogénesis de la EM.

La microglia también posee funciones inmunoreguladoras como la producción de citocinas antiinflamatorias como el factor transformador de crecimiento (TGF-ß1) y la IL-10 cuya secreción se aumenta in vitro, luego de la fagocitosis de cuerpos apoptóticos (20,21). Actualmente, la microglia es blanco activo en la búsqueda de nuevas terapias como las estatinas, para el tratamiento de la EM (22).

La formación y mantenimiento de la barrera hematoencefálica en el SNC es una de las principales funciones de los astrocitos, además, estas células secretan factores de crecimiento neural y participan en la remoción de compuestos neurotóxicos (23). No se han descrito marcadores de superficie para la identificación de los astrocitos, no obstante, existen marcadores intracelulares como la proteína ácida gliofibrilar (GFAP), el más específico de ellos, y la proteína ácida de unión a calcio o S-100 (24), que se encuentran no solamente en los astrocitos sino también en algunas neuronas. Una de las limitaciones del estudio in vitro de los astrocitos radica en la baja cantidad de células obtenidas, luego de la digestión enzimática de tejido nervioso, probablemente debido a la pérdida de sus prolongaciones citoplasmáticas. Sin embargo, los cultivos primarios de astrocitos fetales y neonatales de ratones o humanos, y los estudios in vivo con astrocitos de ratones trasgénicos han permitido la disección de sus funciones inmunes. El papel de los astrocitos en la defensa del SNC se basa en dos aspectos fundamentales: la secreción de factores solubles como (citocinas y quimocinas) y la presentación de antígenos en el contexto de las moléculas de clase II del CMH (25). Los astrocitos en condiciones normales producen IL-6, IL-10 y CXCL12 (SDF-1α/β) producción que aumenta en respuesta a estímulos/ inflamatorios (14,26,27).

La quimocina CXCL12

Marín ha detallado las potenciales aplicaciones del hallazgo: «Conocer cómo se distribuyen las interneuronas por la corteza cerebral y cuándo no logran hacerlo de manera adecuada puede servir para desarrollar nuevos métodos de diagnóstico precoz de enfermedades relacionadas con la pérdida de equilibrio en la corteza y, eventualmente, para su tratamiento».

CD45 Mouse anti-Human, APC, Clone: HI30, Invitrogen™: Primary Antibodies - Alphabetical Anticuerpos primarios | Fisher Scientific

Gráfico de puntos obtenido por citometría de flujo usando células derivadas de cerebro de ratón, durante el curso de una infección viral. el tejido digerido con enzimas es separado por gradiente de densidad y las células obtenidas son marcadas con el anticuerpo anti-cd45. nótese la separación en tres poblaciones de acuerdo con la expresión de cd45, cd45alta que corresponde a las células derivadas de medula ósea que infiltran el cerebro, cd45baja corresponde a la microglia y las cd45neg corresponden a oligodendrocitos, astrocitos y otras células sin identificarS Determinación de valores de linfocitos TCD3+, CD3+/CD4

La neuroglia en la respuesta inmune del sistema nervioso central se ha implicado en el proceso de diferenciación de los linfocitos B en el SNC, importante para la producción de anticuerpos in situ (28). Junto con la microglia, los astrocitos producen quimocinas atrayentes de macrófagos como CCL2 (MCP-1), CCL3 (MIP-1α) y CCL-8 (MCP-2) o atrayentes de linfocitos como CCL5 (RANTES) y CXCL10 (IP-10), todos ellas necesarias durante la respuesta inmune del SNC a noxas infecciosas (14,29). La función de los astrocitos como célula presentadora de antígeno a linfocitos TCD4+ es un tema controversial (30). La presencia de moléculas de clase II se detecta en astrocitos cultivados (31) y sólo en pocos estudios se ha demostrado la presencia de clase II, como por ejemplo, en lesiones de pacientes con EM (32). La expresión de moléculas de clase II de los astrocitos in vitro es regulada por el FNTα o el IFNγ permitiendo así la presentación de antígenos derivados de la mielina a clones de linfocitos T, sin embargo, el reconocimiento de los péptidos cortos derivados de la mielina es mejor que el reconocimiento de las proteínas completas (33). Estos hallazgos podrían implicar por que los astrocitos no poseen toda la maquinaria completa para realizar el procesamiento y la presentación antigénica en el contexto de las moléculas de clase II del CMH (34).

OLIGODENDROCITOS COMO BLANCO DE CITOCINAS TIPO TH2

Los oligodendrocitos cumplen un papel preponderante en la síntesis y mantenimiento de la capa de mielina. Los oligodendrocitos son células altamente especializadas en el trasporte y producción de lípidos y demás proteínas componentes de la mielina (35). Como otras células del SNC poseen poca capacidad de renovación y se encuentran en estado quiescente. Sin embargo, los precursores de oligodendrocitos (OPC) inducen remielinización luego de la pérdida de mielina, como consecuencia de agresiones inmunes o microbianas (36). Existen diferentes moléculas que permiten la identificación de los oligodendrocitos dependiendo de su estado de maduración. Los marcadores como la 3´-fosfodiesterasa 2´,3´- cíclica de nucleótidos (CNP) y el antígeno O4 identifican los oligodendrocitos en todos los estadios; mientras que el marcador A2B5 identifica a los OPC y las proteínas componentes de la mielina como la proteína básica de mielina (MBP), la glicoproteína de mielina del oligodendrocito (MOG), la glicoproteína asociada a la mielina (MAG) y la proteína proteolipídica (PLP) permiten la identificación de las células maduras (35). Los oligodendrocitos en condiciones normales no poseen moléculas del CMH, pero la expresión de clase I se ha observado a continuación de infecciones virales o por exposición al IFN-γ (37,38). El mecanismo efector de respuesta de los linfocitos T CD8+ en reconocimiento a las moléculas de clase I no se ha determinado in vivo, sin embargo, se ha demostrado en cultivos celulares el efecto citotóxico de los linfocitos T CD8+ sobre los oligodendrocitos (39). Aunque no se ha detectado la producción de citoquinas Astrocitos Microglia Oligodendrocitos Origen Neuroectodermo Mesenquimal Neuroectodermo ¿Mesenquimal? Función neurológica Formación de la barrera Vigilancia y defensa Formación y mantenimiento hematoencefálica Reparación tisular de la capa de mielina Soporte metabólico Principal función Secreción de citoquinas Fagocitosis Blanco de citoquinas inmune y quimoquinas Secreción quimoquinas y quimoquinas ¿Presentación a linfocitos CD4+? Presentación a linfocitos T CD4+ Principales GFAP CD45bajo/CD11b+ CD45negativo/O4+ marcadores TABLA 1. CARACTERÍSTICAS DE LA NEUROGLIA. Acta Neurol Colomb Vol. 23 No. 1 Marzo 2007 por parte de los oligodendrocitos en el SNC de individuos normales, estos sí poseen receptores para algunas de ellas como receptor para IL-4, IL-6 e IL-10 (27). Todos estos receptores unen citocinas pertenecientes al tipo Th2, las cuales podrían tener efecto protector en el sistema nervioso. Los oligodendrocitos de individuos normales igualmente también presentan el receptor para IL-12 y se han observado los receptores para IFN-γ e IL-18 durante procesos inflamatorios del SNC (27, 40, 41). Finalmente, los oligodendrocitos humanos expresan los receptores de quimocinas CXCR1, CXCR2 y CXCR3 y de este último receptor su ligando CXC1L0 (IP-10) (41). La determinación del efecto de las citoquinas sobre los oligodendrocitos permitirá conocer aspectos importantes en el sistema nervioso central sobre la supervivencia o muerte de estas células, la pérdida de mielina o la remielinización.

La neuroglia no sólo participa en los procesos clásicos como soporte y reparación del SNC es además parte activa de los procesos locales de defensa de forma directa y a través de la interacción con el sistema inmune, involucrado durante los procesos patológicos.

REFERENCIAS

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John M. González, Jaime Toro Recibido The neuroglia in the immune response of the nervous central system: 05/10/06. Revisado: 20/10/06.

 

PALEONEUROBIOLOGÍA

PALEONEUROBIOLOGÍA, CIENCIA POSMODERNA

La Neurobiología interpersonal (IPNB) es esencialmente un marco teórico asociado con el desarrollo humano y su funcionamiento para integrar un mejor entendimiento de la salud mental asi como tratamientos más efectivos para promover un bienestar mental.

IPNB tiene un extensa fundamentación científica para la salud mental y las relaciones saludables, brindando nuevos conocimientos en in las interacciones de la mente, cerebro y las relaciones.

Es desarrollada en los años 90’s por el Dr Daniel Siegel quien buscaba traer un cojunto de evidencia científica en diferentes campos sobre la mente, cerebro y las relaciones para ser integrados en un solo campo de estudio y aplicación.

La ciencia la paleoneurobiología busca descubrir los procesos mentales de nuestros antepasados.

La arqueoastronomía nos permite releer las antiguas culturas y encontrar las huellas de ese ser mítico que parece determinar nuestra visión de la realidad escatológica llamado uróboros, la posmoderna paleoneurobiología está empeñada en romper con visiones enquistadas de la evolución de la vida.

Lo que hace un sistema nervioso es construir un modelo del mundo para integrar de manera comprensible el significado de ese innumerable volumen de datos sensoriales.

El tener que imaginar lo que existió, conduce sin duda a la confusión y error

¿Cómo saber la esencia de los procesos mentales de las personas que ya no están y ni siquiera encontraron herramientas para expresarse?

Las cuevas donde se han conservado manifestaciones de quienes ya poseían imaginación son muy posteriores a los primates cuyo nivel de conciencia en el árbol de la vida es más cercano a las musarañas que a nosotros. Además, los sistemas nerviosos están conformados por tejido blando que se destruye muy poco tiempo después de la muerte de un organismo. Los fósiles, pues, aportan sólo una clave para resolver el enigma.

Harry Jerison estudió durante décadas los registros de sitios como la Sima de los Huesos en Atapuerca, provincia de Burgos, a fin de hallar claves evolutivas, estos es, cuáles fueron las presiones selectivas que permitirían no sólo el aumento de la masa cerebral de nuestros antepasados primates, sino la complejidad de sus conexiones neuronales.

El profesor Jerison trataba de encontrar una aguja en un pajar.. A partir de restos de cavidades craneanas fosilizadas se puede inferir, entre otras cosas, que los neanderthales tenían un área prefrontal exactamente del mismo tamaño que la nuestra. Los insignificantes mamíferos de hace unos 200 millones de años evolucionaron por su capacidad de construir, durante la noche, un mapa cognitivo de la realidad circundante gracias al poder de su sistema auditivo. A diferencia de reptiles como los dinosaurios, quienes sólo conocían el estímulo-respuesta y su actitud frente a los avatares cotidianos era errática, los mamíferos sabían diseñar estrategias de acción. Cuando los grandes reptiles desaparecieron hace poco menos de 70 mda, la vista comenzó a adquirir preponderancia en el concierto de instrumentos que permiten a los mamíferos, como nosotros, diagnosticar lo que pasa “allá afuera”. Su evolución fue tal que ahora somos organismos visuales.

Interpreto que la utilización variada de los órganos de los sentidos, modifico la evolución del hominido y de otros animales.

El tamaño del cerebro de los mamíferos aumentó de tamaño, explica Jerison, y se llenó de receptores sensoriales. Así, el reto era integrar todos los sentidos para adquirir la capacidad de reconocer un objeto que, en teoría, podía definirse mediante un número casi infinito de diferentes tipos de receptores. La solución consistió en desarrollar una manera básica y visual, que compartimos muchas especies, cuyo propósito es representar el mundo que percibimos a cada momento, usar dicha imagen para reconocer objetos y establecer una jerarquía entre ellos.

Mientras que el cerebro de los reptiles es en esencia un mecanismo reflejo ante la realidad circundante, en el cerebro de los mamíferos surgió la capacidad de darse cuenta de sí mismo y de que hay un mundo real en movimiento. Así aparecieron especies con la habilidad de procesar estímulos mediante una representación perceptual y consciente del mundo.

Para Jerison la función prístina de la conciencia fue generar una imagen de infinidad de objetos, sin importar qué tipo de receptores sensoriales se utilicen para reconocerlos, pero entendiendo el significado de cada uno de ellos. Los reptiles jamás llegarían a tal conclusión dado que su sistema nervioso reacciona sin buscar mayor significado, mientras que el cerebro de los mamíferos logró transformar el estímulo en un “objeto” existente en el espacio tiempo y pudo, en consecuencia, enfrentarlo de manera activa porque significa algo en cada ocasión.

El profesor Jerison insistió en afirmar que el cerebro humano no es más que un viejo marrullero, como aquel equipo de veteranos por los que, uno por uno, no darías un quinto pero que, en conjunto, suelen dar el campanazo. Dicho de otra manera, entender cada trozo de información sensorial coherente (bytes) e incoherente (bits) nos llevaría a la debacle, nuestro dispositivo se colapsaría y ya habríamos desaparecido de la faz de la Tierra. De acuerdo con el paleoneurobiólogo, lo que hace un sistema nervioso es construir un modelo del mundo para integrar de manera comprensible el significado de ese innumerable volumen de datos sensoriales. Lo individual no vale, pero el conjunto es armonioso.

En la medida que el tiempo evolutivo siguió su curso la capacidad de imaginar modelos mejoró y, por ende, fue más fácil reconocer cierto patrón en diversas clases de datos (desde el zumbido de un mosquito hasta el estallido de un relámpago, por ejemplo). Dado que es imposible reconocer cada dato, lo que el modelo nos permite imaginar es su ubicación en la escena (si el mosquito ya hizo de la suyas o apenas se acerca amenazante, si la tormenta es inminente o habrá de disiparse). Sabemos que el mundo que percibimos es únicamente el modelo que hemos podido crearnos de él (algunos somos más sensibles que otros al ataque nocturno de insectos), si bien no es el mundo mismo.

La autoconciencia nos deja distinguir el conocimiento que adquirimos por el lenguaje articulado y el que proviene de los sentidos. Los esquizofrénicos que escuchan voces y los paranoicos que se sienten perseguidos por alguna fuerza del mal han perdido esta capacidad de entender y enfrentar la realidad. Algo similar sucede con lo sueños y las experiencias místicas, donde no estamos seguros de que el acontecer sea real o no. Para Jerison, cuando parece que abandonamos nuestro cuerpo en un evento extático de hecho lo que sucede es el derrumbe de nuestra habilidad para ir y venir entre los sentidos externos (datos sensoriales) y el sentido del lenguaje.

Todo esto que no es mas mas que imaginar el pasado, es muy entretenido, pero seguro que falso.

Nuestro cerebro todavía no esta preparado para imaginar en serio

Por Carlos Chimal19 febrero 2014

el Dr Daniel Siegel Que es la Neurobiología

 

 

TRATAMIENTO CON CÉLULAS MANIPULADAS

TRATAMIENTO CON CÉLULAS MANIPULADAS

El inmunólogo y pionero en la terapia con células CAR-T confía en que este tipo de tratamientos llegue también a otras patologías no oncológicas.

“Todo empezó con la guerra”, afirma el profesor Carl June. La guerra a la que se refiere es la de Vietnam. June iba a estudiar en Stanford Ingeniería química, como su padre, pero le llamaron a filas y para esquivar los arrozales optó por entrar en la Academia Naval. La Marina se hizo cargo de sus estudios de Medicina, necesitaban especialistas en trasplante de médula ósea para tratar potenciales accidentes en los submarinos nucleares. “Pero cuando la Unión Soviética cayó en 1989, ya no había motivos para tener tantos submarinos nucleares, así que el interés y el dinero se concentraron en la investigación en traumatismos y enfermedades infeccciosas”. De esta forma, June irrumpió en el campo de la malaria y el sida. Cuando acabó su vinculación con el ejército, tenía experiencia en terapia celular y en enfermedades infecciosas, aunque en realidad lo que él quería era investigar en cáncer. Su mujer había sido diagnosticada de cáncer de ovario que desgraciadamente no superó, un hecho vital que marcó el curso de su trabajo. En 1999, June empezó a aplicar, ya en la Universidad de Pensilvania, sus conocimientos sobre el VIH para intentar estimular al sistema inmune frente a la enfermedad. Así surgió un programa de entrenamiento para que ciertas células inmunitarias, los linfocitos T, atacaran con mayor precisión y potencia a las células tumorales. Mediante ingeniería genética modificaron linfocitos T para que expresaran un marcador, un receptor antigénico quimérico (CAR, en su acrónimo inglés). “Como sabía mucho sobre el VIH, fuimos los únicos que utilizamos este tipo de virus [modificado para que no cause enfermedad] para colocar la molécula CAR en las células T y resulta que era una buena forma. Tuve suerte. Haberme formado en diferentes disciplinas resultó ser una ventaja muy grande y algo que nunca hubiera planeado. Fue un accidente causado por la guerra”, resume con sencillez.

La terapia con células CAR-T de June cosechó resultados sorprendentes en sus primeros ensayos iniciados en 2010 con pacientes afectados por leucemia linfocítica crónica refractaria y recidivante, incluida poco después una niña de seis años que ahora es una adolescente sin rastro de la enfermedad. Hoy, hay varias compañías farmacéuticas que comercializan células CAR-T para diversas indicaciones, todas de cáncer hematológico. En España, un total de 15 hospitales están autorizados para administrarlas a los pacientes, mediante un proceso que implica extraer los linfocitos del paciente, modificarlos genéticamente en un laboratorio e introducirlos de nuevo en el enfermo para que ataquen a las células enfermas.

En la Universidad de Pensilvania, June dirige el Centro de Inmunoterapias Celulares de la Facultad de Medicina Perelman y el Instituto Parker de Inmunoterapia del Cáncer, donde un gran equipo busca cómo extender ese tratamiento de ingeniería celular al cáncer sólido, en concreto, a tumores difíciles de tratar, como el de ovario o el de páncreas. También piensa en utilizar la fuerza de la terapia CAR-T en enfermedades distintas al cáncer, como la fibrosis cardiaca o la esclerosis múltiple. El inmunólogo está convencido de que será posible, porque hoy laboratorios en todo el mundo investigan en esa dirección. Lo dice con el aplomo de quien ha participado en carreras de bicicleta Everesting, donde se pedalea sin parar hasta recorrer la altura del Monte Everest. Entrevistamos al profesor June a su paso por Madrid para impartir una conferencia en la Fundación Ramón Areces sobre cómo se están utilizando estas herramientas para diseñar la próxima generación de terapias basadas en células T modificadas.

PREGUNTA. Hace poco se han conocido algunos casos de enfermos con leucemia que gracias a la terapia células CAR-T llevan más de diez años sin rastro de la enfermedad; eso se suma a las largas remisiones mantenidas en otros pacientes con linfoma avanzado que recibieron esta terapia. ¿Se puede decir que las células CAR-T curan el cáncer?
RESPUESTA. El cáncer es una enfermedad muy amplia: tenemos cientos de tipos de células en el organismo y cada uno de ellos puede convertirse en cáncer. La terapia con células CAR-T está aprobada en varios tipos de cáncer de la sangre [leucemia, linfoma, mieloma múltiple]. Puesto que empezamos a tratar a algunos de esos pacientes hace diez años y siguen en remisión podemos decir que están curados, pero el 90% de los cánceres no son hematológicos, así que aún investigamos para llevar la terapia CAR-T a otros tipos de tumores, como ciertos tipos de cáncer cerebral, de páncreas o de mama. Los resultados aún no son tan sorprendentes como en los cánceres hematológicos, pero soy optimista, porque hay miles de laboratorios que ahora trabajan en esto.

P. ¿Qué barreras deben superarse antes de que esta terapia pueda funcionar en otros tumores?
R. Son muchas, es más difícil que en el cáncer hematológico, porque el cáncer sólido tiene más formas de apagar el sistema inmunológico; cuenta con muros, algunos hechos con tejido cicatricial, para evitar que los invasores entren. En el cáncer de la sangre, las células CAR-T no tienen que atravesar una pared para llegar hasta la célula tumoral. Por esto estamos trabajando en diversos enfoques, como combinar las células CAR-T con un virus capaz de infectar al tumor para ayudar a los linfocitos a entrar. De hecho, esta investigación la llevamos a cabo con un equipo de Barcelona, con Ramón Alemany, quien desarrolló el virus oncolítico, y Sònia Guedan, que estuvo haciendo un posgrado en mi laboratorio de Pensilvania. Tenemos un ensayo clínico abierto en cáncer de ovario. También vamos a ensayar el cáncer de páncreas con esta estrategia combinada. Y creo que habrá muchos más estudios en esta línea. Es una forma de derribar los muros, que parece muy prometedora. Hay muchas investigaciones aquí en España y en todo el mundo para tratar de hacer que funcione en el cáncer sólido. Y está funcionando en ratones y está empezando a funcionar en algunos ensayos en humanos, por ejemplo, se han visto datos emocionantes en un reciente ensayo sobre cáncer cerebral infantil en Stanford. Hay mil ensayos ahora, sin embargo, es importante recordar que estamos en el campo de la investigación. De momento, la terapia CAR-T solo está aprobada para el cáncer de sangre.

«Las CAR-T está empezando a funcionar, en el campo de la investigación, en tumores como el de páncreas, cerebral y de ovario»

P. Sin dejar el campo de la investigación, también se está trabajando en otras enfermedades diferentes al cáncer, como el lupus, por ejemplo. ¿Cómo podrían ayudar este tipo de tratamientos?
R. Las células CAR-T aplicadas al cáncer activan el sistema inmunitario, pero también puede ser interesante desactivarlo, por ejemplo, en el caso de las enfermedades autoinmunes o para evitar el rechazo en un trasplante de riñón. Si se pudiera diseñar una célula que desactivara específicamente la respuesta contra el órgano trasplantado, tendríamos un tratamiento más seguro para el paciente, que no contraería ni siquiera infecciones. En esa dirección se está investigando mucho con las llamadas células T reguladoras (Tregs). Acabamos de empezar un ensayo en la Universidad de Pensilvania con este tratamiento. En el lupus que menciona, se ha tratado ya a algunos pacientes en un ensayo, en la Universidad de Erlangen, en Alemania, con resultados emocionantes.

También hemos publicado datos en ratones donde hemos tratado la fibrosis cardíaca. Y hay muchas enfermedades en las que se generan cicatrices, por ejemplo, en los pulmones.

El profesor Carl H. June. El profesor Carl H. June.

Vamos a ver cómo se utilizan las células manipuladas para muchos tipos de enfermedades aparte del cáncer. Todavía es pronto, pero creo que podremos tratar con células modificadas incluso patologías como la esclerosis múltiple o la enfermedad de Alzheimer, donde se acumulan proteínas en el cerebro. Casi todas las enfermedades tienen algún tipo de componente de inflamación, y podemos intentar dirigir células modificadas para que actúen sobre las moléculas que causan el daño.

P. Volviendo a las actuales células CAR-T. Es cierto que están añadiendo vida a un grupo de pacientes, pero no siempre funcionan, ¿cómo mejorarlas?
R. Hay varias estrategias para aumentar su eficacia. Por un lado, están las combinaciones, como la de los virus oncolíticos que comentaba para alcanzar mejor a los tumores. También está la idea de manipular a la célula T para que sea más potente, convertirla en un especie súper célula T, mediante la modificación de sus genes.

Otra categoría de investigación, en la que nosotros y otros estamos trabajando, es conseguir que la célula CAR-T luche contra el microambiente del tumor, que es lo que lo protege y favorece su crecimiento.

Y también se avanza en conseguir que los linfocitos T tengan el mismo efecto que los anticuerpos que inhiben los llamados puntos de control (checkpoint), la inmunoterapia que se emplea ahora en algunos tipos de cáncer. Esta es un área muy prometedora, pues se obtendrían una célula CAR-T que de forma local, una vez en el tumor, secrete los anticuerpos. Una de mis colaboradoras, Marcela Maus, que ahora está en Harvard, trabaja con células CAR-T que segregan BiTE [del inglés, anticuerpo biespecífico de células T], un anticuerpo que tiene dos especificidades, es muy complejo. Se une a una célula T y a la célula tumoral. De esta forma, la célula CAR-T cuenta con su propio anticuerpo dirigido al tumor y aporta ese anticuerpo biespecífico que puede dirigirse al microambiente del tumor. Como ve, hay mucha investigación y muy esperanzadora en este campo.

P. Además, existe la posibilidad de utilizar otras células diferentes los linfocitos T.
R. Sí, como las células asesinas naturales (CAR-NK) y también los hay macrófagos, que llamamos CAR-Ms. Tenemos un ensayo en la Universidad de Pensilvania con macrófagos, que literalmente se comen las células tumorales. Mientras que las células T hacen agujeros en la célula tumoral provocando que muera, los macrófagos las eliminan por fagocitosis. Esperamos que, dado que acaban de forma diferente con el tumor, puedan ser dos aproximaciones sinérgicas.

«Podremos tratar con células modificadas enfermedades como la esclerosis múltiple o la de Alzheimer»

P. Un problema de estas terapias es su alto coste, que también dificulta el acceso a todos los pacientes que lo necesiten, ¿podrá superarse?
R. El problema es que la logística de la fabricación es muy complicada y se necesita a profesionales altamente cualificados, pero hay ejemplos que nos indican que esto no tiene que ser siempre así. El caso de los coches, por ejemplo, con Henry Ford, se fabricaban con trabajadores en una línea de montaje y ahora el 80% o más de un coche está fabricado por robots. Tendrá que llegar la automatización de la fabricación celular, lo que reducirá su coste drásticamente. Y otro forma de abordar el problema también será utilizar en lugar de las propias células T del paciente, células ya listas, cultivadas en grandes lotes y disponibles para cualquier enfermo. Esto también haría más accesible.

P. ¿Veremos pronto esos avances?
R. Creo que sí, sin lugar a dudas, porque es una cuestión de ingeniería, no hace falta ningún descubrimiento científico. Es como aprender a hacer teléfonos móviles mejores y más baratos. Ahora estamos en esa etapa de conseguir que la fabricación de la terapia celular se abarate y terminará haciéndose directamente en el hospital, sin esperar tantos días para su producción. Ahora ya sabe que extraen la sangre del paciente, la envían a un centro de fabricación, cuando están listas, congelan las células y las envían de vuelta, para que el médico las infunda en el paciente. Todo eso se hará en un futuro en el lugar donde está el paciente, de forma más sencillo y mucho menos costosa.

Carl H.June es director del Centro de Inmunoterapias Celulares de la Universidad de Pensilvania.

Foto: ÁNGEL NAVARRETE.

Sonia Moreno. Madrid Vie, 09/09/2022 – 17:47

 

NEUROBIOLOGIA DE LAS EMOCIONES

 

Las emociones y sentimientos se presentan de manera universal sin importar raza género o edad son uno de los ejes que nos definen como humanos junto al lenguaje y el raciocinio

Paul Ekman un psicólogo estadounidense estudio la universalidad de las emociones.

Hacía numerosos viajes por el mundo y encontró que las emociones dependen de la cultura, que son replicables en cada región geográfica por distinta que sea :

Una sonrisa es siempre una sonrisa la ira se presenta de una forma estereotipada algunos ejemplos entre otros muchos esto nos lleva a pensar que las emociones deben tener un origen biológico evolutivo y secundariamente mundo social.

El estudio de las emociones es antiguo y apasionante en un principio con una aproximación filosófica para dar paso a las teorías fisiológicas de los últimos siglos

Según Aristoteles, la mente trabaja como un carro conducido por dos caballos uno que representa el componente afectivo digamos que es el caballo bueno y el otro el el caballo malo

Aristóteles en su retórica desarrolla de manera mucho más completa y moderna la teoría emocional, la emoción es toda afección del alma acompañada de placer o de dolor y en la que el placer y el dolor son la advertencia del valor que tiene para la vida la situación misma

René Descartes y Espinoza son dos de los tres grandes filósofos racionalistas del siglo 17 ambos vivían en Ámsterdam Holanda a unas cuadras de distancia si bien su época y región geográfica era similar ambos diferían en un concepto fundamental de las emociones René descartes sostenían una hipótesis denominada dualismo ontológico que postula que el alma y el cuerpo se encuentran separados.

El Alma es etérea inmortal es divina mientras que el Cuerpo es terrenal imperfecto y pertenece a los hombres

Espinoza tenía una visión mucho más neurobiológica y sostenía que la mente humana es la idea del cuerpo humano o sea uno mismo una postura que retomaría fuerza en el siglo 21 gracias al neurólogo

Antonio Damásio, el estudio filosófico de las emociones dio paso al estudio psicológico y ulteriormente el neurocientífico.

La primera descripción del sistema límbico fue hecha por Pierre Paul Broca en 1878 bajo el nombre de gran lóbulo límbico o rinencéfalo engloba la región medial de los hemisferios cerebrales en donde incluye estructuras como la amígdala el hipocampo el tálamo anterior y media singular y áreas del hipotálamo los cuales forman un limbo o anillo alrededor del tallo cerebral.

Sin embargo broca consideraba que el lóbulo límbico en el sustrato anatómico de la facción esto debido al gran tamaño que poseía en animales inferiores filogenéticamente es Philip Bar en 1928 quien señala el hipotálamo como centro crítico para la coordinación del comportamiento emocional. Bard extirpó ambos hemisferios cerebrales corteza con sustancia blanca y ganglios basales de gatos y observó que los gatos presentaban un comportamiento de no fue intenso con dilatación pupilar erección de los pelos del dorso y cola, arqueo del dorso y aumento de la presión arteria.

Sin embargo esta reacción no se presentaba cuando también se separaba el hipotálamo y su unión con el mesencéfalo. Bar concluye que mientras la experiencia subjetiva de la emoción podría depender de una corteza cerebral intacta la expresión de los componentes emocionales coordinados no implican necesariamente dichos procesos corticales pero si al hipotálamo

Walter Rudolf que es alumno de Philip Bar ganó el premio nobel de fisiología en1949 por la descripción de la organización funcional del hipotálamo como coordinador de las actividades delos órganos internos.

Experimentaba en gatos despiertos estimulando distintas áreas del hipotálamo y observando las conductas resultantes encontró que al estimular la zona lateral del hipotálamo se producía una respuesta estereotipada de enojo y rabia en los gatos mientras que se estimulaba la porción medial ocurría lo contrario El concepto de sistema límbico nace entre 1930 y 1940 al hacerse evidente que existía un sistema encargado de las emociones y de la expresión de las mismas. Toma este nombre por la similitud de estructuras por las descritas por Broca más de medio siglo antes.

James Papez un neuroanatomista estadounidense en 1937 propone un modelo de sistema límbico donde las distintas estructuras se proyectaban hacia el hipotálamo el cual se encargaba de regular la expresión de las emociones Papez le otorga un papel central en la generación de las emociones al hipocampo esto debido a que en su investigación principalmente la realizada con perros con rabia a los cuales les realizaba disección post morten y en los que encontró lesiones extensas sobre todo en el hipocampo por lo que el investigador pensó que era la estructura principalmente relacionada si bien el circuito de Papez se aproximó de forma interesante al modelo moderno no incluyó una de las estructuras más implicadas con la regulación emocional la Amígdala

En el circuito de Papez original de 1937el estímulo emocional llega directamente al tálamo y del tálamo puede tomar dos vías una vía larga que va hacia las cortezas y se encarga de la formación propiamente del sentimiento y una vía corta que se dirige al hipotálamo y entra en este circuito que se encarga de la respuesta del cuerpo.

Este concepto aún se mantiene con algunos cambios, la estructura que olvidó James “la Amígdala”

Henrik Clubber y Paul Viewsy en 1939 estudiaban el efecto de las lesiones extensas del lóbulo temporal en simios y se dieron cuenta que la lesión de la amígdala provocaba una serie de síntomas entre los que destacaban que los animales fueran extremadamente dóciles y que no tuvieran miedo a las serpientes, dicho síndrome es considerado ahora el síndrome de Kluver Bucy y se acompaña también de hiperrealidad, agnosia visual e hiper sexualidad

Klubber y Bucy en realidad estaban experimentando con mezcalina para ver cómo se producían las alucinaciones, ellos eran usuarios pues bastante frecuentes de ésta de esta sustancia y en su búsqueda decidieron extirpar los lóbulos temporales de monos Rhesus con mezcalina sin embargo no encontraron que las alucinaciones cambiaran sino que encontraron que estos monos dejaban detener miedo y que tenían una actitud extremadamente dócil vamos el descubrimiento que ellos hicieron fue un gran golpe de suerte sin embargo esto no solamente se limitada monos Rhesus también los seres humanos pueden tener lesiones en la amígdala, por ejemplo el trastorno de Urban Weed produce una calcificación y la atrofia bilateral de los lóbulos temporales anteromedial . En los pacientes con dicha enfermedad presentan problemas importantes en la evaluación del miedo por ejemplo no pueden reconocer expresiones faciales de miedo y presentan dificultad para experimentar dicha emoción por ejemplo veamos este esta imagen en esta imagen se puede ver claramente como un paciente dibuja una persona feliz dibujo una persona triste dibuja una persona sorprendida enojada disgustada sin embargo cuando le piden que dibuje el miedo le cuesta mucho mucho mas trabajo.

.

Actualmente el sistema límbico no tiene un acuerdo general sobre qué partes lo conforman se considera que presenta dos niveles de organización el lóbulo límbico que la porción cortical de gran tamaño que incluye el área supra callosa es el giro singular el giro parahipocámpico el uncus y el giro del hipocampo y distintos núcleos subcorticales entre los que encontramos núcleos del hipotálamo núcleos amígdala linos núcleo medio dorsal del tálamo núcleo acepta el núcleo accumbens área tegmental ventral estos dos últimos forman también parte del sistema de recompensa incluso la corteza prefrontal forma parte del sistema límbico realmente no es tan importante de alimentar el sistema límbico como una conjunto de estructuras sino una parte mucho más funcional si bien no existe una vía única lineal para la activación emocional y posterior construcción sentimental podemos considerar que existe una vía corta o inferior y una vía larga .

En términos generales la primera la corta se encarga de la ejecución rápida da una respuesta estereotipada la respuesta propiamente emocional y comprende al tálamo la amígdala núcleos del tallo cerebral e hipotálamo mientras que la segunda, la larga se encarga de una respuesta más compleja conteniendo conteniendo un análisis extenso cortical de los distintos estímulos y esta es la vía implicada en el origen de los sentimientos de la percepción subjetivade lo que se siente .

El sistema límbico como se conoce actualmente cuyo principal preceptor es Macklin en 1951 incluye a la amígdala como parte de este sistema con una parte importante del sistema para esto utilizaremos un ejemplo clásico qué pasaría si vas caminando por el bosque y te encuentras a un Oso, primero todas las referencias que te están diciendo eso es un oso llegarán al tálamo y del tálamo tendrá una vía larga y la vía corta, la vía corta en la que explicará a continuación del tálamo este impulso pasa a la amígdala en la amígdala tenemos tres núcleos principales el núcleo lateral el núcleo basolateral y el núcleo central propiamente este estímulo pasó del núcleo lateral al baso lateral y después al central sin embargo en cada uno va a tener una particularidad por ejemplo el núcleo lateral es un núcleo que hace potenciación a largo plazo que le recuerda las memorias esto quiere decir que el núcleo lateral realmente forman memorias que están relacionadas sobre todo el miedo pero también a otras emociones. Esto quiere decir que las primeras sensaciones, se encuentra en el núcleo lateral y no en Hipocampo.

Dónde estabas que estabas haciendo quién eso sí se encarga el hipocampo del análisis contextual pero el núcleo lateral es suficiente pará aprender de hecho en el condicionamiento clásico de Pávlov por estímulos aversivos es el núcleo lateral el que se encarga de condicionar al animal para que no vuelva a ser la misma cosa que le está produciendo una aversión, también si uno pone antagonistas del glutamato en el núcleo lateral se inhibe esta propiedad del núcleo para formar memorias del núcleo lateral. El impulso va a pasar al núcleo vaso lateral aunque se desconoce mucho acerca del nucleo vasolateral y por lo pronto sólo se considera una vía de paso posteriormente pasa al núcleo central y el núcleo central es como una central de trenes va a mandar trenes hacia todas partes. En un principio vamos a ver la vía corta, los trenes que manda hacia el hipotálamo.

Desde los experimentos de Phili Bar este este conjunto de respuestas estereotipadas ante un estímulo esto quiere decir que la emoción en este caso sería la sudoración la taquicardia el saltar y el intentar se cubrirse la cara. al ver peligro, formar todas estas respuesta estereotipadas requerimos desistimos núcleos con distintasfunciones el núcleo para ventricular delhipotálamo libera en la hipófisis ACTH y va a activar el sistema corticoides y glucocorticoide para el estrés también el hipotálamo tiene proyecciones diferentes hacia la médula espinal que directamente van a regular pues a las proyecciones espinales que se encargan de funciones motoras entonces inclusive al hipotálamo que está orquestando este salto

Al mismo tiempo aumenta la frecuencia cardíaca para que pueda correr más rápido, la dilatación vascular la liberación de glucocorticoides .

No todos los estimulos que nos dan miedo desencadenarán todo este proceso pues entonces viviríamos pues demasiado agitados. Esto no es totalmente falso pero no es lo usual.

El núcleo central va a activar distintos núcleos subcorticales que se encargan de regular la atención entre ellos el locus serbios y los núcleos del rafe loco celureo, es liberando noradrenalina y los núcleos de rafe de serotonina ambos están implicados en la generación de atención en la generación del despertar.

La vía larga probablemente se encuentre mucho más implicada en el aspecto moral del sentimiento en la construcción de que es un sentimiento.

El sentimiento es lo que uno está sintiendo, no es que uno se echa a correr sino es el miedo eso es propiamente de los seres humanáoslas partes más importantes de la corteza cerebral que están implicadas con la generación de sentimientos son la corteza prefrontal entre ellas la regiónorbital y la región mediana y la corteza del cíngulo y la corteza de la ínsula también ahora los núcleos de rafe y en los rubios activan de forma pues de abajo hacia arriba de núcleos subcorticales a la corteza activan a la corteza cerebral y a la vez la corteza cerebral regula la activación de los núcleos de rafe y asi esta asegurada atención toda la atención que tiene el sujeto en este momento se dirige al oso y a cómo escapar.

También la corteza prefrontal va a regular al hipotálamo ya lo que supraóptico y paraventricular del mismo para que liberen más ACTH o dejen deliberarse ACTH y liberen más oxitocina pensemos que te espantan pero en realidad pues se espantan por accidente y entonces rápidamente uno dice bueno esto no es tan importante entonces libera más oxitocina se deja deliberarse rh disminuye la frecuencia cardíaca y entonces te pones más tranquilo hay distintos modelos de donde se crea propiamente el sentimiento sin embargo uno muy importante es que se crea en la Insula puesto que se postula que es la encargada de regular y es la la encargada de recibir a aferencia tanto de la corteza prefrontal como de núcleos subcorticales y la amígdala que propiamente le van a decir a la ínsula, primero corre y después ten miedo en lugar de ser al revés

Posiblemente este escrito tiene mucho de fabulación , pero en la práctica, la situación es muy seria y o la resuelves o pierdes la vida.

Cuando tienen esto de reflejo y cuanto de adquirido . Hay hombres capaces de torear un toro, o de luchar con un oso, y otros que se quedarían quieto y que pase lo que Dios quiera.

No esta mal la frase torera de “Que Dios reparta suerte”

Referencias

    1. ↑ b Saavedra Torres, J.S. et al. (2015): «Correlación funcional del sistema límbico con la emoción, el aprendizaje y la memoria», en Morfolia, Vol. 7, N.º 2.
    2.  Richard S. Snell. Neuroanatomia cliníca de Snell. septima. Barcelona, Wolters Kluwer; 2010.
    3.  André Parent., Malcolm B. Carpenter. Carpenter’s Human Neuroanatomy. Novena. 1996.
    4.  MacLean, P. D. (31 de enero de 1990). The Triune Brain in Evolution: Role in Paleocerebral Functions (en inglés). Springer Science & Business Media. ISBN 9780306431685. Consultado el 27 de junio de 2017.
    5.  MedlinePlus (ed.). Sistema límbico.
    6.  Manual MSD (ed.). Sistema límbico (Versión para profesionales)
    7. Antonio Damasio Buscando a Spinosa

 

CAR-T TRATAMIENTO DEL CÁNCER CON CÉLULAS MANIPULADA

CAR-T TRATAMIENTO DEL CÁNCER CON CÉLULAS MANIPULADAS

La inmunidad celular es aquella realizada mediante el ataque directo de las células inmunes contra los agentes externos al organismo. La inmunidad humoral es el principal mecanismo de defensa contra los microorganismos extracelulares y sus toxinas, y se realiza mediante anticuerpos que atacan a los antígenos de las células extrañas al organismo.

Un CART consiste en rediseñar las células “buenas” del organismo de un paciente para combatir un cáncer. Pero no cualquier célula. No. Las seleccionadas son los linfocitos T.

inmunoterapia CAR linfocito T

Un linfocito T es una célula de nuestro propio organismo, el de todos, pacientes y personas sanas. Los linfocitos son unidades fundamentales de nuestro cuerpo. Son creados por nuestra médula ósea, una substancia que se encuentra dentro de nuestros huesos y contiene las células madre de la sangre que, a posteriori, se convertirán en glóbulos rojos, glóbulos blancos o plaquetas.

Los glóbulos blancos (o leucocitos) son parte del sistema inmunitario de nuestro cuerpo. Nos ayudan a combatir infecciones, elementos extraños (microorganismos, células tumorales o antígenos en general), etc…. Hay 3 grandes tipos de glóbulos blancos: los granulocitos (neutrófilos, eosinófilos y basófilos), los monocitos y los linfocitos (células T y células B).

Los linfocitos T, que se desarrollan en el timo, participan en la respuesta inmunitaria celular** de nuestro organismo; y los linfocitos B, que se desarrollan en la médula ósea y luego migran a diferentes tejidos linfáticos, son los encargados de la respuesta humoral** transformándose en plasmocitos que producen anticuerpos.

Los linfocitos T tienen un receptor especial en la membrana de las células que es específico de ellos y se llama, en inglés, T cell receptor.

Cada año, más de 6.400 personas son diagnosticadas de leucemia en España, es el cáncer infantil más frecuente (un 30% de las neoplasias en niños).

Además de la leucemia, quizá el cáncer de la sangre más conocido, muchas personas también son diagnosticadas de linfomas, mieloma múltiple, síndromes mielodisplásicos, entre muchos otros

Una persona que padece un cáncer de la sangre como una leucemia o un linfoma, por ejemplo, tiene una médula ósea que no está funcionando correctamente. Por causas todavía desconocidas, las células madre de la sangre empiezan a fabricar en cantidades excesivas una línea celular, por ejemplo, los linfocitos. Estos linfocitos son inmaduros (linfoblastos), se multiplican rápidamente y desplazan a las células normales de la médula ósea, el tejido blando del centro de los huesos dónde se forman las células sanguíneas.

Lo que pretende la quimioterapia es administrar una serie de fármacos muy potentes y que estos erradiquen completamente las células cancerígenas (y, desgraciadamente, también las sanas). Cuando los tratamientos de quimioterapia no son suficientes, bien porque la enfermedad no remite, bien porque reaparece, en algunos cánceres de la sangre, los hematólogos pueden plantear un trasplante de células madre de la sangre (médula ósea, sangre periférica o sangre de cordón umbilical).

Básicamente, un trasplante de células madre de la sangre (llamado, médicamente, trasplante de progenitores hematopoyéticos) consiste en “substituir” la médula ósea dañada del paciente por una nueva. En un trasplante autólogo, se tratan las propias células madre de la sangre del paciente y se le vuelven a infundir y, en un trasplante alogénico, éstas se substituyen por las células de un donante sano. Muchos cánceres de la sangre pueden requerir un trasplante de células madre: las leucemias agudas, los linfomas, el mieloma múltiple o los síndromes mielodisplásicos, entre otros.

¿Qué ocurrió en abril de 2012?

carl June inmunoterapia CART

Tenemos que remontarnos un poco más atrás. El Dr. Carl June es un inmunólogo y oncólogo americano que trabaja en la Universidad de Pensilvania (Filadelfia, Estados Unidos).

El Dr. June empezó su carrera como investigador centrándose sobre todo en el virus de inmunodeficiencia humana (VIH). Su idea era estimular el propio sistema inmunitario de estos pacientes para luchar contra el SIDA. Pero sus prioridades cambiaron cuando a su mujer le diagnosticaron un cáncer de ovario en 1996, cuando tenía 41 años. June intentó desarrollar entonces una inmunoterapia contra el cáncer, pero no logró convencer a ninguna compañía de que invirtiera en el proyecto. Cuando su mujer murió en el 2001, June decidió dedicarse a tiempo completo a la inmunoterapia del cáncer.

¿Qué es un CART?

Las células tumorales expresan unos receptores en sus membranas. En cada subtipo de la enfermedad, estas células, y, por lo tanto, los receptores, son distintos y se denominan con “nombres” diferentes. Por ejemplo, los receptores de las células de una leucemia linfoblástica aguda o de algunos linfomas no Hodgkin de tipo B como el linfoma no Hodgkin de células B grandes, se llaman CD19; los del linfoma de Hodgkin o de algunos tipos de linfomas no Hodgkin de tipo T, CD30; o los del mieloma múltiple, CD38. Estos “CD” (cúmulo de diferenciación) son antígenos celulares que se expresan en las membranas de las células tumorales y están formados por cadenas de aminoácidos.

Pero, volvamos a los linfocitos T. Como ya hemos dicho anteriormente, estos están “entrenados” para matar células extrañas del organismo. Podríamos decir que son “naturalmente asesinos”. Pero, en una analogía bélica poco adecuada pero muy descriptiva, podríamos decir que están diseñados biológicamente para “matar moscas a cañonazos”. Erradican muchas células extrañas que se encuentran, pero no todas y no específicamente. Un CART podría definirse, con nuestra analogía, como un calibrado de estas células. Sería coger estos linfocitos T que ya tiene el paciente y saben destruir células, y diseñarlos concretamente para acabar con los receptores concretos de las células tumorales: CD19, CD30, CD38…. según la enfermedad que se esté tratando.

¿Cómo se administra un CART?

Se extraen los linfocitos T del propio paciente a tratar. Pongamos por caso que es un paciente de leucemia linfoblástica aguda de tipo B (ya hemos comentado anteriormente que las células tumorales de este paciente expresan unos antígenos llamados CD19).

Mediante un lentivirus, un virus cuyo periodo de incubación es muy largo, los inmunólogos infectaran a estos linfocitos T con un virus perpetuo anti-CD19 y los multiplicaran en el laboratorio.

Tienen los parámetros ambientales estrictamente controlados: partículas en aire, temperatura, humedad, flujo de aire, presión interior del aire, iluminación…

A posteriori, tras un ciclo de acondicionamiento con quimioterapia, se infundirán estas células anti-CD19 de nuevo en el paciente. De esta manera, en el paciente quedarán unos linfocitos T perpetuos cargados con “armamento anti-CD19” que se llamarán CART anti-CD19.

inmunoterapia CART 3

El primer CART que se llevó a cabo en Estados Unidos fue el CART anti-D19 para leucemia linfoblástica aguda de tipo B infantil, el que se administró a Emily Whitehead. Este ensayo clínico fue posible gracias a una gran farmacéutica, Novartis. Hasta 2016, los tratamientos de inmunoterapia CART que se realizaron en Estados Unidos fueron ensayos clínicos de grandes empresas farmacéuticas. En 2016, Novartis inició el primer ensayo clínico de esta inmunoterapia en algunos hospitales pediátricos de Europa. En nuestro país, los primeros CARTs se realizaron como ensayo clínico en el Hospital Sant Joan de Déu de Barcelona.

Los resultados de estos primeros ensayos clínicos fueron espectaculares y completamente sorprendentes para el mundo de la medicina en general y de la hematología en particular. El 80% de los pacientes estaban libres de la enfermedad un año después de someterse al CART. Es importante destacar que todos estos pacientes eran niños o personas muy jóvenes, todos menores de 25 años, que no habían respondido a ninguno de los tratamientos previos, incluidos trasplantes de células madre de la sangre.

A pesar de ello, la coyuntura de estos ensayos clínicos es complicada. La mayoría de tratamientos  CART se suministran a través de una farmacéutica y, por lo tanto, son ensayos clínicos privados, y su coste es muy alto.

En paralelo a estos descubrimientos, algunos grupos de hematólogos e inmunólogos decidieron avanzar para crear unos CARTs llamados “académicos”. Son CARTs impulsados por un hospital universitario, en nuestro país, público, y, por lo tanto, con un coste mucho más asequible. El Hospital Clínic de Barcelona, de la mano del Dr. Álvaro Urbano-Ispizua y del inmunólogo, Dr. Manuel Juan, fueron los primeros en tener a punto un CART académico anti-CD19. Una vez logrados los permisos de la Agencia Española del Medicamento, se empezó el primer ensayo clínico con CART académico anti CD19 en el Hospital Clínic, para adultos, y en el Hospital Sant Joan de Déu para niños. Todos los receptores tenían que ser pacientes con leucemia linfoblástica aguda de tipo B y menores de 25 años. Los resultados también fueron los esperados. En paralelo, en varios hospitales también se continuaron los ensayos clínicos del CART anti-CD19 comercial de la industria farmacéutica).

A pesar de que los primeros resultados fueron apabullantes (>80% de pacientes libres de la enfermedad), los científicos pronto vieron que había que perfeccionar algunos aspectos de esta nueva terapia. En primer lugar, se dieron cuenta que la administración del CART provocaba en el paciente una reacción grave llamada “síndrome de liberación de citoquinas”. El síndrome de liberación de citocinas se presenta por una liberación masiva y rápida en la sangre de las células afectadas por la inmunoterapia. Las citocinas son sustancias que tienen muchas acciones diferentes en el cuerpo. Los signos y síntomas del síndrome de liberación de citocinas incluyen fiebre, náuseas, dolor de cabeza, sarpullidos, latidos cardíacos rápidos, presión arterial baja y dificultad para respirar. La mayoría de los pacientes tienen una reacción leve, pero, a veces, la reacción es grave o pone en peligro la vida. Por ello, se crearon equipos multidisciplinarios para tratar a estos pacientes y, hoy en día, es una complicación que se ha sabido manejar positivamente.

Por otra parte, se vio como algunos pacientes “perdían” los CARTs con el paso del tiempo, perdiendo por supuesto también la reacción inmunológica contra las células tumorales. A pesar de ello, hoy en día el 40-50% de los pacientes que se someten a un CART anti-CD19 siguen libres de la enfermedad pasado un año. Un resultado a mejorar, por supuesto, pero de momento, exitoso.

Actualmente, en nuestro país conviven los ensayos clínicos de CART comerciales y los académicos. No solamente se han desarrollado inmunoterapias CART anti-CD19 para leucemia linfoblástica aguda de tipo B sino también para linfomas no Hodgkin de tipo B como el linfoma difuso de células grandes, por ejemplo. Están ya en curso ensayos clínicos con inmunoterapia anti-CD30 para linfoma de Hodgkin y linfomas no Hodgkin de tipo T y, se están estudiando esta terapia para otras dolencias como la leucemia mieloide aguda. También hay centros españoles que han iniciado ensayos clínicos, tanto académicos como comerciales, con inmunoterapia CART para mieloma múltiple.

La inmunoterapia CART es el futuro de la curación de muchos cánceres de la sangre. En un futuro se espera poder desarrollar estrategias de tratamiento CART también para pacientes con otras neoplasias hematológicas o, incluso, tumores sólidos. El campo de aplicación de esta terapia es muy amplio.

Pero la inmunoterapia CART no es el futuro por si sola. De hecho, hoy en día se están realizando tratamientos de CART incluso a pacientes que se no consigue hacer remitir la enfermedad para conseguir erradicarla y, a posteriori, realizarles un trasplante de células madre de la sangre. La inmunoterapia CART es una nueva arma que deberá complementar y regularse junto con el arsenal terapéutico ya existente.

 

Carl H. June, inmunólogo y pionero en la terapia con células CAR-T confía en que este tipo de tratamientos llegue también a otras patologías no oncológicas.

En 1999, June empezó a aplicar, ya en la Universidad de Pensilvania, sus conocimientos sobre el VIH para intentar estimular al sistema inmune frente a la enfermedad. Así surgió un programa de entrenamiento para que ciertas células inmunitarias, los linfocitos T, atacaran con mayor precisión y potencia a las células tumorales. Mediante ingeniería genética modificaron linfocitos T para que expresaran un marcador, un receptor antigénico quimérico (CAR, en su acrónimo inglés). “Como sabía mucho sobre el VIH, fuimos los únicos que utilizamos este tipo de virus [modificado para que no cause enfermedad] para colocar la molécula CAR en las células T y resulta que era una buena forma. Tuve suerte. Haberme formado en diferentes disciplinas resultó ser una ventaja muy grande y algo que nunca hubiera planeado. Fue un accidente causado por la guerra”, resume con sencillez.

La terapia con células CAR-T de June cosechó resultados sorprendentes en sus primeros ensayos iniciados en 2010 con pacientes afectados por leucemia linfocítica crónica refractaria y recidivante, incluida poco después una niña de seis años que ahora es una adolescente sin rastro de la enfermedad. Hoy, hay varias compañías farmacéuticas que comercializan células CAR-T para diversas indicaciones, todas de cáncer hematológico. En España, un total de 15 hospitales están autorizados para administrarlas a los pacientes, mediante un proceso que implica extraer los linfocitos del paciente, modificarlos genéticamente en un laboratorio e introducirlos de nuevo en el enfermo para que ataquen a las células enfermas.

Deben superarse otras barreras para que esta terapia pueda funcionar en otros tumores?
Son mas difíciles que en el cáncer hematológico, porque el cáncer sólido tiene más formas de apagar el sistema inmunológico; cuenta con muros, algunos hechos con tejido cicatricial, para evitar que los invasores entren. En el cáncer de la sangre, las células CAR-T no tienen que atravesar una pared para llegar hasta la célula tumoral. Por esto estamos trabajando en diversos enfoques, como combinar las células CAR-T con un virus capaz de infectar al tumor para ayudar a los linfocitos a entrar. De hecho, esta investigación la llevamos a cabo con un equipo de Barcelona, con Ramón Alemany, quien desarrolló el virus oncolítico, y Sònia Guedan, que estuvo haciendo un posgrado en mi laboratorio de Pensilvania. Tenemos un ensayo clínico abierto en cáncer de ovario. También vamos a ensayar el cáncer de páncreas con esta estrategia combinada. Y creo que habrá muchos más estudios en esta línea. Es una forma de derribar los muros, que parece muy prometedora. Hay muchas investigaciones aquí en España y en todo el mundo para tratar de hacer que funcione en el cáncer sólido. Y está funcionando en ratones y está empezando a funcionar en algunos ensayos en humanos, por ejemplo, se han visto datos emocionantes en un reciente ensayo sobre cáncer cerebral infantil en Stanford. Hay mil ensayos ahora, sin embargo, es importante recordar que estamos en el campo de la investigación. De momento, la terapia CAR-T solo está aprobada para el cáncer de sangre.

«Las CAR-T está empezando a funcionar, en el campo de la investigación, en tumores como el de páncreas, cerebral y de ovario»

También se está trabajando en otras enfermedades diferentes al cáncer, como el lupus, .

Las células CAR-T aplicadas al cáncer activan el sistema inmunitario, pero también puede ser interesante desactivarlo, por ejemplo, en el caso de las enfermedades autoinmunes o para evitar el rechazo en un trasplante de riñón. Si se pudiera diseñar una célula que desactivara específicamente la respuesta contra el órgano trasplantado, tendríamos un tratamiento más seguro para el paciente, que no contraería ni siquiera infecciones. En esa dirección se está investigando mucho con las llamadas células T reguladoras (Tregs). Acabamos de empezar un ensayo en la Universidad de Pensilvania con este tratamiento. En el lupus que menciona, se ha tratado ya a algunos pacientes en un ensayo, en la Universidad de Erlangen, en Alemania, con resultados emocionantes.

También hemos publicado datos en ratones donde hemos tratado la fibrosis cardíaca. Y hay muchas enfermedades en las que se generan cicatrices, por ejemplo, en los pulmones.

Vamos a ver cómo se utilizan las células manipuladas para muchos tipos de enfermedades aparte del cáncer. Todavía es pronto, pero creo que podremos tratar con células modificadas incluso patologías como la esclerosis múltiple o la enfermedad de Alzheimer, donde se acumulan proteínas en el cerebro. Casi todas las enfermedades tienen algún tipo de componente de inflamación, y podemos intentar dirigir células modificadas para que actúen sobre las moléculas que causan el daño.

P. Volviendo a las actuales células CAR-T. Es cierto que están añadiendo vida a un grupo de pacientes, pero no siempre funcionan, ¿cómo mejorarlas?
R. Hay varias estrategias para aumentar su eficacia. Por un lado, están las combinaciones, como la de los virus oncolíticos que comentaba para alcanzar mejor a los tumores. También está la idea de manipular a la célula T para que sea más potente, convertirla en un especie súper célula T, mediante la modificación de sus genes.

Otra categoría de investigación, es conseguir que la célula CAR-T luche contra el microambiente del tumor, que es lo que lo protege y favorece su crecimiento.

Y también se avanza en conseguir que los linfocitos T tengan el mismo efecto que los anticuerpos que inhiben los llamados puntos de control (checkpoint), la inmunoterapia que se emplea ahora en algunos tipos de cáncer. Esta es un área muy prometedora, pues se obtendrían una célula CAR-T que de forma local, una vez en el tumor, secrete los anticuerpos. Una de mis colaboradoras, Marcela Maus, que ahora está en Harvard, trabaja con células CAR-T que segregan BiTE [del inglés, anticuerpo biespecífico de células T], un anticuerpo que tiene dos especificidades, es muy complejo. Se une a una célula T y a la célula tumoral. De esta forma, la célula CAR-T cuenta con su propio anticuerpo dirigido al tumor y aporta ese anticuerpo biespecífico que puede dirigirse al microambiente del tumor. Como ve, hay mucha investigación y muy esperanzadora en este campo.

Un potencial por explorar en las CAR: fibrosis cardíaca, lupus y hepatitis B

La Red Española de Terapias Avanzadas se hace más fuerte en España

Las CAR-T se consolidan en linfoma, leucemia y mieloma múltiple

P. Además, existe la posibilidad de utilizar otras células diferentes los linfocitos T.
R. Sí, como las células asesinas naturales (CAR-NK) y también los hay macrófagos, que llamamos CAR-Ms. Tenemos un ensayo en la Universidad de Pensilvania con macrófagos, que literalmente se comen las células tumorales. Mientras que las células T hacen agujeros en la célula tumoral provocando que muera, los macrófagos las eliminan por fagocitosis. Esperamos que, dado que acaban de forma diferente con el tumor, puedan ser dos aproximaciones sinérgicas.

Un problema de estas terapias es su alto coste, que también dificulta el acceso a todos los pacientes que lo necesiten, la logística de la fabricación es muy complicada y se necesita a profesionales altamente cualificados, pero hay ejemplos que nos indican que esto no tiene que ser siempre así. El caso de los coches, por ejemplo, con Henry Ford, se fabricaban con trabajadores en una línea de montaje y ahora el 80% o más de un coche está fabricado por robots. Tendrá que llegar la automatización de la fabricación celular, lo que reducirá su coste drásticamente.

Y otro forma de abordar el problema también será utilizar en lugar de las propias células T del paciente, células ya listas, cultivadas en grandes lotes y disponibles para cualquier enfermo. Esto también haría más accesible.

Esto es una cuestión de ingeniería, no hace falta ningún descubrimiento científico. Es como aprender a hacer teléfonos móviles mejores y más baratos. Ahora estamos en esa etapa de conseguir que la fabricación de la terapia celular se abarate y terminará haciéndose directamente en el hospital, sin esperar tantos días para su producción. Ahora ya sabe que extraen la sangre del paciente, la envían a un centro de fabricación, cuando están listas, congelan las células y las envían de vuelta, para que el médico las infunda en el paciente. Todo eso se hará en un futuro en el lugar donde está el paciente, de forma más sencillo y mucho menos costosa. ►

¿Qué hospitales administran CARTs en España y cómo lo hacen?

Para explicar qué hospitales administran CARTs y si estos son académicos o comerciales es necesario entender por qué diferentes fases para la aprobación de un ensayo clínico en nuestro país.

Fases IMPRESCINDIBLES (en la práctica y en la legalidad) para producir un tratamiento eficaz

fases ensayo clínico

Como se puede leer en la gráfica adjunta, después de los estudios celulares y los estudios en modelos animales, un tratamiento entra en una fase de ensayo clínico denominada Fase I. Para a ello, el equipo debe haber demostrado la efectividad del nuevo tratamiento con 3 pruebas exitosas en modelos animales en condiciones GMP*, haber presentado toda la documentación a la Agencia Española del Medicamento y haber recibido su verificación y autorización. Solo entonces, se podrá llevar a cabo una prueba en unos 10-30 pacientes debidamente seleccionados.

Una vez analizados estos resultados en estos pocos pacientes, se continua o no el ensayo en Fase 2, 3, etc… Son procedimientos muy costosos y complicados.

En el caso del CART anti-CD19, se llevaron a cabo en España todas las pruebas pertinentes y, en diciembre de 2018, la Ministra de Sanidad, Consumo y Bienestar Social, María Luisa Carcedo, anunció la aprobación de la financiación de la primera terapia CART de la industria farmacéutica privada en el Sistema Nacional de Salud (SNS). Se trataba del CART anti-CD19 de Novartis (Kymriah®), indicado para tratar la leucemia linfoblástica aguda (LLA) de células B refractaria, en recaída postrasplante de médula ósea o en segunda o posterior recaída en pacientes pediátricos y adultos jóvenes de hasta 25 años de edad y para la indicación de linfoma B difuso de célula grande (LBDCG), en recaída o refractario tras dos o más líneas de tratamiento sistémico en pacientes adultos. La ministra realizó este anuncio junto a la presentación del Libro blanco de la terapia celular en España, de la Red de Terapia Celular Española del Instituto de Salud Carlos III.

¿Cuál es el criterio para la selección de pacientes para someterse a una inmunoterapia CART?

Según el Ministerio de Sanidad, en el caso de los pacientes de leucemia linfoblástica aguda B, se consideran pacientes candidatos a iniciar un tratamiento de inmunoterapia CAR-T anti CD19 los siguientes pacientes:

Pacientes pediátricos y adultos jóvenes hasta 25 años.

Pacientes de leucemia linfoblástica aguda B (LLA-B) CD19+ refractaria o en recaída:

– Segunda o posterior recaída de la enfermedad tras el tratamiento con dosis convencionales de quimioterapia/terapia de anticuerpo monoclonal.

– Cualquier recaída que ocurra tras un trasplante alogénico de progenitores hematopoyéticos (alo TPH o trasplante procedente de un donante).

– Enfermedad refractaria primaria que no logra alcanzar respuesta completa tras la segunda línea de quimioterapia estándar.

– Enfermedad refractaria secundaria definida como no lograr una respuesta completa después de 1 ciclo de quimioterapia estándar en casos de LLA en recaída.

– Pacientes en recaída que no son candidatos por criterio clínico a un aloTPH (trasplante de donante), pero que están en un estado funcional adecuado para el tratamiento con inmunoterapia CAR-T.

Según el Ministerio de Sanidad, en el caso de los pacientes de linfoma difuso de células B grandes, se consideran pacientes candidatos a iniciar un tratamiento de inmunoterapia CAR-T anti CD19 los pacientes:

Pacientes adultos (mayores de 18 años).

Pacientes de linfoma difuso de células B grandes (LDCBG), linfoma folicular transformado a LDCBG o linfoma primario del mediastino.

Pacientes con la enfermedad en recaída o refractaria tras al menos 2 líneas de tratamiento sistémico, definida por uno de los criterios que vienen a continuación, y que o bien el paciente no hubiera respondido al trasplante autólogo o bien no fuera candidato por criterios clínicos:

– Pacientes con LBDCG que ha recibido 2 o más líneas de terapia sistémica y recae después de la ultima línea o es refractario a la ultima línea de terapia sistémica.

-Pacientes con linfoma folicular transformado que ha recibido 2 o mas líneas de terapia sistémica desde el diagnóstico de transformación y recae después de la ultima línea o es refractario a la ultima línea de terapia sistémica.

Breve Bibliografia

Carl H.June es director del Centro de Inmunoterapias Celulares de la Universidad de Pensilvania.

Foto: ÁNGEL NAVARRETE.

Sonia Moreno. Madrid Vie, 09/09/2022 – 17:47

 

NUEVOS ABORDAJES DEL CANCER

 

NUEVOS ABORDAJES DEL CANCER

Son ilusionantes los buenos resultados en cancer con quimioterapia y Cart-T

Resultados muy positivos de la nueva clase de inhibidores de la gamma secretasa y de un ensayo comparativo con inhibidores de KRAS. Al mixmo tiempo , la biopsia líquida está revolucionado el abordaje del cáncer.

Un estudio presentado en el foro de la Sociedad Europea de Oncología Médica (ESMO), en París, pone sobre la mesa cifras que no se habían visto en 20 años.

Los inhibidores de PARP están logrando datos de supervivencia global de más de siete años, según han demostrado el estudio SOLO1-GOG-3004, presentado en el congreso de la Sociedad Europea de Oncología Médica (ESMO), que se está celebrando en la capital francesa. «Son cifras que no habíamos visto en 20 años: casi el 70% de las pacientes siguen vivas tras siete años de seguimiento cuando presentan mutación en BRCA y han sido tratadas con olaparib», ha destacado Luis Manso, miembro de la junta directiva del grupo Geico, que ha participado en los estudios.   El estudio SOLO1-GOG-3004 demuestra que los inhibidores de PARP están logrando datos de supervivencia global de más de siete años en cáncer de ovario.

 

En este mismo ámbito, el estudio PAOLA-1/ENGOT-ov25 ha demostrado que añadir olaparib a bevacizumab también tiene impacto en la supervivencia tanto con la mutación de BRCA y mecanismos de reparación del ADN (HDR) positivos. “Estos resultados abren la puerta a una posible curación en este subgrupo de pacientes”, ha recalcado Manso.

Luis Manso, miembro de la junta directiva del grupo Geico.

En cáncer de mama metastásico HR+/HER2- destacan los resultados del Estudio TROPICS-02, que ha comparado sacituzumab govitecan frente el tratamiento elegido por el facultativo: la supervivencia en ambos brazos fue de 14,4 y 11,2 meses, respectivamente. “Quedan pendientes diferentes aspectos para una implementación clínica óptima, como el uso de sacituzumab govitecan en estas pacientes tras el uso de trastuzumab deruxtecan en pacientes con poco HER-2, la identificación de biomarcadores que puedan beneficiarse más de este fármaco y tener en cuenta estos datos en el contexto de la calidad de vida y de los informes de los pacientes”, ha explicado Giampaolo Bianchini, del Ospedale San Raffaele de Milán

Por su parte, en enfermedad avanzada HR+ HER2- los datos de MONARCH3 muestran que abemaciclib -junto a un inhibidor de la aromatasa no esteroideo-, comparado con placebo, ha mejorado la supervivencia en 12,6 meses.

Inmunoterapia en cáncer ginecológico

Otro trabajo que ha contado con participación española es el estudio de fase III EMPOWER-Cervical 1, liderado por Ana Oaknin, jefa del Grupo de Neoplasias Ginecológicas del Vall d’Hebron Instituto de Oncología y jefa del Programa de Tumores Ginecológicos del Hospital Vall d’Hebron, ha demostrado que cemiplimab, un inhibidor del punto de control, tiene una eficacia superior al uso de la quimioterapia. Este fármaco reduce hasta en un 35% el riesgo de muerte en pacientes con cáncer de cérvix metastásico que habían progresado después de una primera línea de tratamiento con quimioterapia. Además, el estudio CHECKMATE 358 es el primero en el que se usa la inmunoterapia sin quimioterapia como primera línea de tratamiento en pacientes con cáncer de cérvix recurrente o metastásico con unos resultados que Oaknin considera “prometedores”.

En el campo de la prevención, Charles Swanton, del Instituto Francis Crick de Londres y jefe clínico del Cancer Reasearch UK, ha descrito un nuevo mecanismo por el que las partículas contaminantes PM2,5 se asocian con un mayor riesgo de cáncer de pulmón no microcítico con mutaciones en EGFR. Estas partículas en suspensión, de 2,5 micrómetros, están presentes en los tubos de escape y en los humos de los combustibles de procedencia fósil, por lo que Swanton ha reiterado la necesidad de reducir sus emisiones para disminuir el riesgo de aparición de enfermedades pulmonares.

Charles Swanton, del Instituto Francis Crick de Londres y jefe clínico del Cancer Reasearch UK; Bernd Kasper, de la Unidad de Sarcoma del Centro Médico de la Universidad de Mannheimy, y John Haanen, líder de grupo en el Instituto Neerlandés del Cáncer.

En el ámbito de los tumores poco frecuentes, Bernd Kasper ha presentado resultados de un ensayo fase 3 en tumores desmoides tratados con el inhibidor de la gamma secretasa nirogacestat. “El fármaco ha demostrado mejoras rápidas, sostenidas y significativas en todos los criterios de valoración: 71% de reducción del riesgo de progresión de la enfermedad comparada con placebo, tasa de respuesta objetiva del 41% -incluyendo un 7% de tasa de respuesta completa- y mejoras estadísticamente significativas en dolor y calidad de vida, entre otros aspectos”, ha enumerado. El 95% de los eventos adversos fueron de grado 1 y 2.

Por todos estos motivos, Kasper ha recalcado que Nirogacestat tiene el potencial de convertirse en el estándar de cuidado en los pacientes con tumores desmoides que precisen tratamiento sistémico.

En cuanto a las terapias avanzadas, se han presentado los datos del primer ensayo fase 3 aleatorizado que ha investigado la terapia con células T en tumores sólidos, comparando linfocitos inflitrantes de tumor (TIL) a ipilimumab, la segunda línea en melanoma metastásico.  Los resultados favorecieron a los TIL, con una respuesta global del 49% y una respuesta completa del 20%, comparada al 21% y 7% de ipilimumab.

«No se observaron aspectos relativos a la seguridad. Y las puntuaciones relativas a calidad de vida en los pacientes tratados con TIL», ha subrayado John Haanen, líder de grupo en el Instituto Neerlandés del Cáncer. En su opinión, estos resultados convierten a los linfocitos inflitrantes de tumor en una nueva opción de tratamiento en los pacientes con melanoma avanzado.

Desde este viernes y hasta el próximo martes 13 de septiembre se celebra en París el Congreso de la Sociedad Europea de Oncología Médica (ESMO 2022), que será el escaparate de los últimos avances en la prevención, diagnóstico y tratamiento del cáncer. En cada uno de estos apartados, la biología molecular está revolucionado las opciones en cáncer y permitiendo desarrollar el concepto de medicina de precisión.

Cada vez es más evidente que los análisis de sangre van a ocupar un papel protagonista en la prevención y el diagnóstico del cáncer. En ESMO 2022 se presentarán nuevos resultados de un test, ya comercializado en Estados Unidos, que permite detectar tumores en fases iniciales en sujetos en teoría sanos.

Los resultados que se presentarán en ESMO 2022 corresponden a una cohorte de 6.000 pacientes. «Es uno de los primeros estudios en los que la detección de ADN de cáncer en sangre ha permitido su detección en fase tempana», ha señalado Fabrice André, del Gustave Roussy Cancer Campus (Francia), en la rueda de prensa de presentación del congreso celebrada este viernes.

Un nuevo test que se realiza en casa detecta casi el 100% de cánceres de endometrio

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Aunque el investigador ha señalado que todavía es pronto para pensar en que esta herramienta vaya a cambiar la práctica clínica, comprende que el avance de estas tecnologías que permitirán aumentar el número de tumores que se diagnostican en fases iniciales obligarán a repensar las estructuras de atención sanitaria. «Por ejemplo, la mayoría de hospitales no están preparados para aumentar el número de cirugías de cáncer de páncreas en fase inicial».

Tratamientos

Contaminación y cáncer

En el terreno de la prevención, también en París se comunicarán avances relacionados con el papel de la contaminación en el desarrollo del cáncer de pulmón. «Hemos encontrado una asociación muy clara entre la incidencia del cáncer de pulmón en población que nunca ha fumado y la polución en Taiwán, Corea del Sur e Inglaterra», ha indicado Charles Swanton, del Instituto Francis Crick de Reino Unido.

En el origen del desarrollo del cáncer, Swanton ha explicado que se ha identificado que es clave la molécula interleuquina 1 beta, que se libera en la inflamación del tejido pulmonar. Este hallazgo abre la puerta al tratamiento preventivo. «Tenemos que empezar a dirigirnos a la interleuquina 1 beta con un anticuerpo con el que se podría reducir la incidencia del cáncer de pulmón».

 

También en ESMO 2022, André ha anunciado que se presentaran resultados de una nueva familia de medicamentos que se dirigen a una nueva alteración molecular. Son los inhibidores de la gamma secretasa y los resultados que se harán públicos en el concgreso corresponden a su aplicación «en una enfermedad muy rara, pero que llamamos enfermedad modelo».

Otros resultados de interés serán los correspondientes a un ensayo comparativo con inhibidores de KRAS (que se emplean en distintos tumores), así como los de un ensayo cuyo objetivo ha sido determinar la utilidad de la terapia celular con linfocitos en melanoma.

Las terapias dirigidas y los inmunoterápicos acapararán la mayoría de comunicaciones sobre tratamientos. Asimismo, André ha querido destacar las presentaciones de nuevos datos en poblaciones tradicionalmente infrarrepresentadas en ensayos clínicos, que atienden así a una vieja demanda de las asociaciones de pacientes.

Javier Granda Revilla. París Sáb, 10/09/2022 – 16:46

Naiara Brocal. Madrid Vie, 09/09/2022 – 15:36

 

LESIONES FRONTALES Y CAMBIOS DE CONDUCTA

LESIONES FRONTALES Y CAMBIOS DE CONDUCTA.

Lesiones frontales y desconexión mental

Tardo mucho la ciencia en asociar los trastornos psíquicos con lesiones cerebrales, hasta que hace ya casi un siglo y medio que un accidente de trabajo y una severa lesión frontal, mostro como un paciente con muy poco trastorno corporal, se siguió de un severo y persistente cambio psiquico

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El caso de Phineas Gage El Meningioma bifrontal de ELLIOT

 

El caso de Phineas Cage 3

Se llamaba Phineas P. Gage, era barrenero en Cavendish, Vermont, y trabajaba en la construcción del ferrocarril Rutland & Burlington Railroad, y murió el 21 de mayo de 1860 cerca de San Francisco, más o menos 12 años después del día en que debió morir y se salvó. El suceso le convirtió en un hombre famoso y, después de su muerte verdadera, en un caso esencial para el desarrollo del conocimiento de nuestro cerebro. Tenía que haber muerto el 13 de septiembre de 1848 en su trabajo de barrenero. Tenía entonces 25 años.

Aquel día, estaba Gage colocando un barreno. Primero, hizo con una barra de hierro un agujero estrecho y profundo en la roca. Después, rellenó el agujero con pólvora, un detonador y arena. Y, finalmente, apretó y compactó la carga con la barra de hierro. Entonces, inesperadamente, a las 16.30 horas, la carga explotó, quizá porque olvidó, no se sabe con certeza, poner la arena. La barra de hierro salió disparada y alcanzó a Gage, de abajo arriba, entrando por el pómulo izquierdo, por debajo del ojo, y saliendo por el centro de la cabeza, más atrás de la frente, al inicio de la cabellera. La barra medía 1.10 metros, tenía 3.2 centímetros de diámetro y pesaba casi 6 kilos. Después de la explosión y manchada de “sangre y cerebro”, la barra terminó a unos 30 metros del lugar del accidente. Y Gage no murió.

El Doctor John Martyn Harlow curó a Gage de su herida y le trató durante unas semanas hasta que se recuperó y pudo regresar junto a su familia en el cercano New Hampshire. Sin embargo, aunque físicamente parecía recuperado, su carácter había cambiado, no se reincorporó a su trabajo y sus compañeros decían que “nunca más fue Gage”. En los años siguientes realizó varios trabajos manuales, fue conductor de diligencias, viajó por Nueva Inglaterra e, incluso, vivió y trabajó varios años en Valparaíso, en Chile. En todos sus desplazamientos siempre le acompañó la barra de hierro que había cambiado su vida y, a veces, se exhibía con ella.

 

Por fin regresó con su familia, su madre y su hermana, que por entonces vivían en San Francisco. Allí murió el 21 de mayo de 1860, casi 12 años después del accidente. Años más tarde, el Dr. Harlow, aquel médico que le curó en Cavendish, Vermont, se enteró de su muerte y pidió permiso a la hermana para exhumar el cadáver y recuperar el cráneo. También encontró la barra de hierro y ambos, cráneo y barra, los depositó en el Museo de la Facultad de Medicina de Harvard después de dar varias conferencias y publicar varios folletos explicando la herida y sus consecuencias. Son estas conferencias, que unían herida y cambios en el carácter, las que hicieron famoso a Phineas Gage, después de muerto.

Hace unos años, en 1994, fue el neurólogo portugués Antonio Damasio el que recuperó a Phineas Gage, su herida y sus cambios de carácter. Al año siguiente lo incluyó, con gran extensión e importancia, en su libro Descarte’s Error. Damasio planteó las primeras conclusiones sobre las áreas dañadas del cerebro de Gage y su relación con su extraordinario cambio de carácter.

Pero fueron John Darrell Van Horn y su grupo, de la Universidad de California en Los Angeles, quienes retomaron este asunto y, con los más modernos métodos de análisis de imagen, nos contaron el daño que la barra de hierro hizo en el cerebro de Phineas Gage.

Pocos minutos después de la explosión y de extraerle la barra de la cabeza, Gage hablaba, andaba casi sin apoyo y subió a un carro que le trasladó a la consulta del médico, a algo más de un kilómetro. Como ya he contado, curó de sus heridas aunque no recuperó la visión del ojo izquierdo. Pero, como decía, lo que llamó la atención fue su cambio en el carácter. Aunque todos, familia y compañeros, notaron en cambio, hay pocos datos confirmados de su naturaleza, extensión y duración. Se habló más de todo esto cuando ya había muerto. Los cambios debían ser sutiles pero evidentes para familia y amigos, pues fue capaz de seguir con su vida y encontró trabajo cuando lo buscó.

El Dr. Harlow y algunos otros expertos que le examinaron, hablan de que “Pienso que este caso es enormemente interesante para cualquier fisiólogo preparado y para cualquier intelectual filósofo”. Otro declaró que Gage “pronto recuperará las facultades de cuerpo y mente… ahora que con considerables perturbaciones en su función”. Harlow escribió que el equilibrio entre las facultades intelectuales y las inclinaciones animales se había roto. Gage era ahora caprichoso, irreverente, indulgente con la blasfemia, irrespetuoso con los compañeros, impaciente ante la frustración o con la oposición a sus deseos, a veces obstinado, otras veces indeciso o vacilante, siempre haciendo planes que, ante el menor problema, se dejan de lado y se sustituyen por otros. Un niño en lo intelectual y un hombre en las pasiones animales, así lo describe el Dr. Harlow.

Antes del accidente, Gage, aunque no había ido a la escuela, era un trabajador hábil, especializado, rápido, con una mente equilibrada, enérgico y perseverante. Su conducta cambió tras el accidente quizá por los daños que la barra de hierro hizo en su cerebro. Pero nos queda una duda ya que el trabajo de Harlow es posterior a la muerte de Gage.

Pero el cráneo sigue en el Museo de la Facultad de Medicina de Harvard y se puede examinar con las técnicas modernas. En realidad, el cráneo original no se puede utilizar pues está deteriorado por los años y su estado es muy frágil. Pero existe una buena copia escaneada el 12 de junio de 2001 en la Facultad de Medicina de Harvard por Peter Ratiu, que sirvió de base para un breve estudio de los daños que la barra hizo en el cerebro de Gage. Pero en esta última década se han desarrollado software muy potente de análisis de imagen en el sistema nervioso central y, en concreto, en el cerebro y John Darrell Van Horn y su grupo quisieron aplicarlo a las imágenes obtenidas por Ratiu. Preguntaron en el Museo de Harvard y, asombrosamente, habían desaparecido de los archivos. Cuando se catalogaron las imágenes, se depositaron en el lugar equivocado. Tardaron 10 años en aparecer y, por fin, Darrell Van Horn pudo utilizarlas.

 

Reconstruyó el trayecto de la barra de hierro por el cerebro de Phineas Gage y, después, repitió la trayectoria por el cerebro escaneado de personas sanas y normales de parecida edad y físico con Gage. Así pudo localizar las zonas dañadas. En principio y es lo más evidente, la barra destruye zonas del hemisferio cerebral izquierdo y no afecta al hemisferio derecho. Aproximadamente, el 4% de la corteza del lóbulo frontal izquierdo es atravesada por la barra. Y, además, en su paso por el cerebro y salida por la parte superior de la cabeza, la barra afecta al 10% de la sustancia blanca. Es la capa más interna del cerebro y contiene fibras, no cuerpos de neuronas, que conectan unas zonas del cerebro con otras. Los autores sugieren que algunas zonas del cerebro, que no están afectadas directamente por la barra, pueden fallar porque ha desaparecido su conexión con el resto por esa destrucción de sustancia blanca.

Heridas como esta, en accidentes ocurridos en nuestros días, han alterado conductas en relación con el ánimo, la memoria, la planificación o las relaciones sociales. Y hay daños similares en la sustancia blanca en algunas demencias o en el Alzheimer.

Ya ven, aquellos cambios de conducta de Phineas Gage después de su accidente, y que tanto impresionaron a la clase médica de finales del siglo XIX, todavía siguen interesando en la actualidad. Quizá Phineas Gage, o por lo menos su cráneo, todavía no han muerto del todo.

Creo que esta descripción no es correcta, la barra debió lesionara ampliamente los lóbulos frontales de ambos lados aunque mas el izquierdo, y no solo el trauma le destruyo el cerebro sino también la infección que tuvo a continuación, pues los doctores que le trataron encontraron un absceso superficial que se veía des de la craneotomía.

El otro dato significativo es que Gage sufrió un falso síndrome de Diogenes, lo acumulaba todo. Pero lo significativo es que perdió el concepto de las costumbres sociales

 

 

EL MENINGIOMA BIFRONTAL DE ELLIOT

Elliot había sido buen marido y padre, trabajado en una empresa, cumplido el rol de modelo para sus hermanos menores y colegas. Pero se le complicó la vida: empezó a padecer agudísimas migrañas y pronto le fue dificil concentrarse. A medida que empeoraba su condición, pareció ir perdiendo su sentido de la responsabilidad y otros le debían completar el trabajo.

Fue diagnosticado de un meningioma, del tamaño de una naranja que comprimía hacia arriba los lóbulos frontales.

Los meningiomas suelen ser benignos, en cuanto al tejido tumoral en sí mismo, pero si no se extraen quirúrgicamente pueden ser tan fatales como los tumores que llamamos malignos. Al desarrollarse, van comprimiendo el tejido cerebral hasta destruirlo.

Fue indicada la cirugía que fue efectuada por un excelente equipo médico.

Como es habitual en estos casos, los lobulos frontales quedaron dañados.

La intervención fue un éxito en todo sentido, y, puesto que dichos tumores no tienden a repetirse, la prognosis era excelente.

Los cambios, que empezaron durante su convalecencia, asombraron a sus familiares y amigos. Si bien la destreza y la capacidad de Elliot para moverse sin trabas y hablar correctamente estaban intactas,.

Pero su vida diari cambio obstensiblemente, había que insistirle para que se levantara y se fuera a trabajar. Una vez en su empleo, era incapaz de administrar correctamente su tiempo; no se le podía confiar un programa: cuando había que interrumpir el trabajo y pasar a otra tarea, seguía insistiendo y parecía perder de vista el objetivo principal. O interrumpía la actividad que estaba desarrollando, para concentrarse en otra cosa que le parecía más interesante en ese momento. Supongamos una tarea que implique la lectura y clasificación de los documentos de un cliente determinado. Elliot leía y entendía perfectamente el archivo, y por cierto sabía clasificar de manera adecuada los documentos atendiendo a la similitud o disparidad de su contenido. El problema era que frecuentemente dejaba de lado la selección para interesarse durante todo el día en la lectura de uno de los documentos, lo que hacía con gran atención, cuidado e inteligencia. O bien se pasaba una tarde entera deliberando sobre el método de clasificación más adecuado.

Sobrevivían sus conocimientos básicos, y estaba capacitado para cumplir distintas tareas tan bien como antes. Pero no se le podía confiar que desarrollara una labor precisa cuando se le pedía que lo hiciera. Comprensiblemente, después que varias admoniciones de colegas y superiores cayeran en el vacío, fue despedido.

El motivo fundamental fue la perdida de la toma de decisiones. En todos los trabajos que empezaba, lo despedían por estos motivos. Resultaba incomprensible que una persona de los conocimientos de Elliot tomara decisiones comerciales y financieras tan equivocadas.

Elliot se entregó a nuevos pasatiempos y aventuras comerciales. desarrolló hábitos de coleccionista, lo que no es malo en sí mismo; pero muy poco práctico .

Su mujer, hijos y amigos no podían entender cómo, habiéndosele prevenido de manera adecuada, podía actuar tan estúpidamente; algunos no pudieron tolerar la situación. Hubo un primer divorcio; más tarde una unión breve con una mujer que nadie aprobaba; otro divorcio. Después más vagancia, sin ingresos, y, golpe de gracia para los que aún se preocupaban por él, la interrupción de la pensión por incapacidad.

Pero su competencia para tomar decisiones estaba deterioradas, así como su talento para planificar correctamente su trabajos.

Los individuos normales e inteligentes, de educación análoga a la de nuestro sujeto, se equivocan a veces; pero nunca sistemáticamente ni con consecuencias tan nefastas. Las variaciones en Elliot eran de magnitud mayor, y clara señal de enfermedad.

Elliot continuo siempre asi.

Pese a contar con las pruebas de los resultados desastrosos de sus resoluciones, era impermeable a la experiencia. Parecía más allá de toda redención, como el criminal recalcitrante que, aparentemente arrepentido, sale de la cárcel para cometer otro delito. Se puede afirmar que su libre arbitrio estaba comprometido, el libre arbitrio de Gage también había quedado comprometido.

Igual que Gage, contrajo hábitos de coleccionista. En otros sentidos, sin embargo, Elliot era diferente. A lo que parece, era menos nervioso que Gage y jamás decía groserías. Todavía no he podido aclarar, de modo empírico, si esas diferencias se deben a la localización ligeramente distinta de las lesiones, a la influencia de diversos antecedentes socioculturales, a un tipo premórbido de personalidad, o a la edad.

Incluso antes de estudiar el cerebro de Elliot con las modernas técnicas de resonancia magnética, supe que el daño involucraba la región lóbulo frontal; su perfil neurosicológico apuntaba en esa dirección.

Las lesiones en otros zonas del cerebro, en la corteza somatosensorial derecha por ejemplo, pueden afectar la toma de decisiones, pero en esos casos hay otros defectos concomitantes (por ejemplo parálisis, o deterioro del procesamiento sensorial).

La tomografía computarizada y la resonancia magnética practicadas en Elliot revelaron que ambos lóbulos frontales habían sufrido, y que el daño era mucho más pronunciado en el derecho que en el izquierdo. De hecho, la superficie externa del lóbulo frontal izquierdo estaba incólume, y el deterioro en esa región se circunscribía a los sectores orbitales y mediales. Los mismos sectores estaban lesionados en el lado derecho, pero además estaba destruido el elemento central (materia blanca bajo la corteza cerebral) del lóbulo frontal. Debido al destrozo, gran parte de las capas corticales frontales no eran viables funcionalmente.

Las zonas responsables del movimiento (motoras y premotoras) en el lóbulo frontal quedaron intactas en ambos lados. No sorprendía, por lo tanto, que los movimientos de Elliot fueran plenamente normales.

Los estratos frontales relacionados con el lenguaje (área de Broca y sus alrededores) estaban indemnes. La región posterior a la base del lóbulo frontal, el prosencéfalo basal, también estaba ilesa. Esa zona, entre otras, es esencial para el aprendizaje y la memoria; si se hubiera lesionado, la memoria de Elliot habría quedado disminuida.

¿Había algún otro indicio de daño? La respuesta, tajante, es no. Las regiones temporal, parietal y occipital de ambos hemisferios estaban intactas; lo mismo puede decirse de los vastos núcleos subcorticales de materia gris, los ganglios basales y el tálamo. El daño se limitaba a las capas corticales prefrontales. Igual que en Gage, los sectores ventromediales de esas capas corticales habían sufrido la destrucción más intensa. Las lesiones del cerebro de Elliot eran sin embargo más extensas en el lado derecho que en el izquierdo.

Podríamos pensar que la masa cerebral destruida fue pequeña; una gran porción quedó incólume. Sin embargo, la amplitud del daño suele no ser lo más importante cuando se consideran las consecuencias de una lesión cerebral. El cerebro no es un amontonamiento de neuronas que hacen siempre lo mismo estén donde estén. Las estructuras destruidas en Gage y Elliot fueron precisamente las que requiere el razonamiento que culmina en la toma de decisiones.

UNA MENTE NUEVA

Recuerdo que la integridad intelectual de Elliot me impresionó, pero también recuerdo que pensé en otros pacientes con lesiones en el lóbulo frontal y que parecían razonables cuando en realidad presentaban alteraciones sutiles, sólo discernibles mediante exámenes neuropsicológicos especiales. La alteración de su conducta se había atribuido con frecuencia a defectos de memoria o de atención. Elliot me cambiaría esas nociones.

Lo habían evaluado previamente en otra institución que opinó que no había indicios de un «síndrome orgánico cerebral». En otras palabras, no mostraba señales de disminución cuando era sometido a exámenes típicos de inteligencia.

Su cociente intelectual estaba en el rango superior, y no parecía anormal en la Escala de Inteligencia Adulta de Wechsler. Decretaron que sus problemas no resultaban de ningún «padecimiento orgánico» o «disfunción neurológica», sino que reflejaban dificultades de ajuste «emocional» y «psicológico» —en otros términos, problemas mentales— y que por ende era tratable con psicoterapia.

El detalle con que Damásio describe los casos de Gage y de Eliot son extraordinarios lo único que lo enturbia es saber que las lesiones cerebrales, traumáticas o tumorales, no son puntuales, sino que se acompañan de severo daño a las partes que rodean la lesión principal. Es decir toda lesión cerebral es siempre difusa.

No obstante estos dos casos son significativos de como lesiones frontales, bilaterales, cursan con trastornos severos de la conducta.

Referencias:

Damasio, H., T. Grabowski, R. Frank, A.M. Galaburda & A.R. Damasio. 1994. The return of Phineas gage: Clues about the brain from the skull of a famous patient. Science 264: 1102-1105.

Damasio, A.R. 1995. Descarte’s Error: Emotion, reason, and the human brain. Avon Books. New York.

Darrell Van Horn, J. y 5 cols. 2012. Mapping connectivity damage in the case of Phineas Gage. PLoS ONE 7: e37454

Ratiu, P. y 4 cols. 2004. The tale of Phineas Gage, digitally remastered. Journal of Neurotrauma 21: 637-643.

Sobre el autor: Eduardo Angulo es doctor en biología, profesor de biología celular de la UPV/EHU retirado y divulgador científico. Ha publicado varios libros y es autor de La biología estupenda.

 

LIBROS GORDOS

LOS LIBROS GORDOS

Pesados, muy pesadosNúria EscurLibros Compartidos - El libro más grande del mundo pesa 1.420 kilos | Facebook

09/09/2022 00:30

La culpa es de los libros gordos. Esos de 700, 800, 1.000 páginas. Los que no lee nadie, excepto sus editores y no siempre, los que echan para atrás incluso a algunos académicos y que te complican la vida y la fisiología. Se cargan tu columna y resulta imposible asir tal grosor cuando en la cama, antes de dormir, intentas acomodarlos entre muslos y rodillas.

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Los libros gruesos y las tapas blandas deberían estar prohibidos. No es el volumen lo peor, es la pesadez interior que generan. Cierto es que antes los libros de grosor importante gozaban de algún prestigio, lo cual no deja de ser un error.

Algunas novelas rusas, por ejemplo, que era imposible desglosar, porque ¿cómo vas a trocear Guerra y paz o Anna Karénina?, las regias encí­clicas, los diccionarios. La Biblia. Los listines de telé­fono, las Páginas Amarillas. Las famosas enciclopedias pagadas a plazos –¿qué habrá sido de la Larousse, nuestro par­ticular Google durante años?– y otras reliquias en formato ladrillo.

Los libros gruesos y las tapas blandas deberían estar prohibidos

Hoy el macrotocho se aplica a cualquier género y uno se pregunta si alguna de esas novelas de gran magnitud y poca chicha no podría pla­nificarse por entregas para facilitar el movimiento de brazos y cerebro del sufrido lector.

Y sin embargo, entre las novedades, he encontrado dos excepciones. Dos joyas que se salvan porque pueden degustarse al azar. Por un lado Philip Roth. La biografía (Debate) de Blake Bailey, y por otro Diarios y cuadernos (1941-1995) de Patricia Highsmith, publicado por Anagrama.

El último tiene mil doscientas cincuenta páginas, pero no se apuren, cuenta con la ventaja de todos los diarios: puedes saltarte una entrada insulsa o un mes desagradecido, incluso un año, y adelantarte para ver cómo acabó la historia.

Dña Nuria, como me gusta su adversion a los libros gordos, sobre todo cuando hay otras formas más soportables de mantener el conocimiento.

Que los humanos no se confundan, el conocimiento aumenta y esta al alcance de todos sin tener que tocar un tocho de 1000 paginas, y cuando usted puede estar informada desde el teléfono o el ordenador.

Recortarlo, utilizarlo, y entenderlos y consultar al mismo tiempo la bibliografía aportada.

Cuando veo esas maravillosas obras de arte, de las bibliotecas, con esos tochos, que nunca a abierto nadie, y que tampoco lo van a abrir, beso mi teléfono

Que Dios la bendiga señora

 

NECESITAMOS OTRO CEREBRO

“LOS TIEMPOS NOS VAN OBLIGANDO A PASAR DE EPICÚREOS A ESTOICOS”

Admito que LA VANGUARDIA , me encanta y me instruye, pero con una frecuencia extraordinaria, como en el caso este profesor Antonio González Iglesias,catedrático de Filología de la Universidad de Salamanca

Me sorprende su ingenuidad.

Coquetear con la felicidad, la hacían los pensadores desde muy antiguo intentando modificar la conducta con posturas filosóficas, y desafortunadamente en nuestros dias todavía se trata a los enfermos psiquiátricos con consejos intentando cambiar su conducta.

Lo que mas me llama la atención es; que, pese a los malos resultados en los jóvenes suicidas, que en nuestros tiempo tiene caracteres de epidemia, se organicen grupos que intentan convencerlos de que no lo hagan.

Los suicidas no son consecuencia de la drogadicción, que también, sino, que toman droga porque no pueden soportar los ruidos de su cerebro “metafóricamente”

Porque siempre afirmo que la educación al hombre de nuestros tiempos nunca le sirvió para nada.

La búsqueda de la felicidad no esta todavía en nuestras manos, porque usamos y tenemos el mismo cerebro que el Australopitecos, al menos morfológicamente y en consecuencia el comportamiento no es diferente.

Los Jinetes de la Apocalipsis son mi martirio, siguen y siguen sin una pizca de cambio. Siempre implantando su técnica de destrucción.

La inflamación que el organismo organiza como consecuencias de la rotura de la microbiota, es el resultado del numero de enfermedades de todo tipo, incluidas las psiquiátricas, a las que llamamos degenerativas, y neurodegenerativas en el caso de las que tienen un predominio de las alteraciones nerviosas.

HACE FALTA OTRO CEREBRO

Todavía existe una diferencia a nivel de dogma entre enfermedades nerviosas y mentales y hasta que un iluminado lo aclare, esto sigue siendo poco compresible y poco tratable.

Estamos intoxicados por un mundo polucionado

Yo no tengo solución alguna, pero creo que le neuroeinflamacion tiene mucho que ver en todas las patologías.

Pero es muy posible que el cerebro no este todavía terminado o le sobren conexiones y las tenga que reparar la evolución.

La entrevista al Profesor Antonio González

Tengo 57 años: titulé un libro ‘Un ángulo me basta’. Soy epicúreo: un rincón en el mundo me basta para ser feliz. Si tienes biblioteca y jardín, lo tienes todo. Dirijo “La felicidad en la historia: de Roma a nuestros días” para la Fundación BBVA. La felicidad se enseña aprendiéndola: lea a Séneca y a Marco Aurelio

Juan Antonio González Iglesias,catedrático de Filología de la Universidad de Salamanca

Algo menos de lo que puedes

“Estaba en creciente desacuerdo con mi época –se sincera González Iglesias–, pero ya he llegado al completo desacuerdo”. Hay que secundarle en el choque del ideal avaricioso en boga del “si quieres, puedes” con la virtus clásica que aconseja ponernos el límite por debajo de lo que podríamos si quisiéramos. Los epicúreos elegían, en un día a día cargado de sensatez horaciana, hasta dónde llegar: nunca ambicionaban todo y siempre compartían lo ganado. La felicidad es así consecuencia de la fecundidad: feliz es quien crea para compartirlo. Nada que ver con la avaricia del éxito individual predicada por los apóstoles del más y más siempre. Al epicúreo le sigue bastando un rincón en el mundo donde disfrutar de un jardín, libros y algunos amigos. Y el estoico, tan oportuno ahora, nos enseña a crecernos en la renuncia frente a la adversidad.

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Qué filósofos nos ayudarán a transitar estos tiempos?

Personalmente me defino como un epicúreo poco convencional; pero la pandemia, la guerra, la inflación…, vivimos de nuevo una época semibárbara que nos va obligando a pasar de epicúreos a estoicos.

¿Malos tiempos; grandes principios?

Sencillez, naturalidad, pragmatismo: filosofía clásica. Y el estoicismo ya enseñaba resiliencia –eso que se cree tan moderno– en el mundo antiguo: caer para levantarse.

¿El fracaso es el principio del éxito?

Los clásicos preferían hablar de felicidad en su sentido etimológico de fecundidad. Es decir, hacer algo para los demás. Eso es ser fecundo ergo feliz. El éxito, tal como se entiende hoy, en cambio, no es necesariamente compartir, sino todo lo contrario.

¿La única virtus ahora es triunfar?

Nuestros clásicos son más elegantes y efectivos enseñándonos a vivir que toda esa literatura de autoayuda con injertos orientales que inunda las librerías…

¿Oriente y Occidente no dialogaron?

Por supuesto: el epicureísmo, de hecho, es el budismo occidental, que intenta evitar el mal y buscar el bien de forma meditada.

¿La felicidad se puede enseñar?

Saber vivir es un arte que se enseña y se aprende, de paso, ejercitándolo… Y con el ejemplo: la lectura –yo ahora recomiendo a Marco Aurelio y Séneca– y la historia. Lean historia, como los clásicos: para entendernos a nosotros mismos y entre nosotros.

¿Marco Aurelio escribía aforismos: era un tuitero avant la lettre ?

Marco Aurelio estaba en un punto de llegada y nosotros, en el de partida…

Que Marco Aurelio nos ilumine, pues…

Su primera lección es no prestar atención ni a los rumores ni a las calumnias…

Retiro, pues, lo de que era tuitero: las redes viven del narcisismo.

El estoicismo, en cambio, defiende la intimidad y el equilibrio interior. Y es un gran enemigo de los chismes y los rumores…Ese qué dirán que a tantos narcisos esclaviza hoy.

¿Higiene anti- fake ?

La virtus se ejercita a diario digamos que como los músculos en un gimnasio: para evitar lo malo y encontrar lo bueno, que es lo bello y ético. Y esa búsqueda siempre es la de la verdad. Marco Aurelio ayuda a recuperar la verdad tras el relativismo posmoderno.

¿Las Meditaciones no son ante todo la busca de un equilibrio?

Un centro, con permiso de Batiatto, de gravedad permanente. Y para conseguirlo tenemos que evitar vivir disociados de la naturaleza: hemos de caminar en el bosque y meter los pies en el río. Horacio lo describe: “No me entusiasma, mozo, el lujo persa/Las trenzadas coronas con ramas de los tilos…/”.

¿Equilibrio frente a acumulación?

Y habla de su vino, hecho por él allí, en su casa: “Me basta su sencilla gracia que no requiere ornatos/Él se sobra a sí mismo y a todos bien nos sienta/A ti también. Mientras vas llenando a la sombra ejemplar de los parrales/mi copa una vez más/Esto sí es lujo”.

¿Elogio de la sencillez y la proximidad?

Aquí tenemos dos categorías antropológicas: Horacio, el poeta, y su mecenas ante quien defiende la sencilla virtud del vino hecho en su casa. No es el mejor ni el más caro porque él vive retirado de vanidades y ambiciones, pero ofrece lo mejor que tiene.

¿El señor de su destino no es quien más posee sino quien menos ambiciona?

Lo estoico en esencia es vivir con algo menos de lo que puedes. Es decir, ponerte límites tú a ti mismo antes de que te los pongan la religión, los padres, los profesores… Lo defenderé en línea el próximo día 15 para todos.  Pueden seguirlo clickando aquí (https://www.fbbva.es/eventos/la-felicidad-fruto-perfecto-de-la-cultura-clasica/)

¿Ponerse límites es liberarse?

De la avaricia, la soberbia y la ambición y de quienes las sufren y no se ponen límites.

¿Si no te limitas, otros deciden tus límites?

Ponerte límites te libra del “más y más”, del “tú lo puedes todo“ y el “si quieres, puedes”.

¿Los estoicos nos aconsejan no quererlo todo, sino solo lo necesario?

Y formándote día a día en la virtus también decides hasta dónde quieres y vas a llegar.

Eso es ir hoy contra corriente.

Y lo sabio para ser feliz es querer llegar a menos de lo que podrías si quisieras.

¿Eso no es predicar el conformismo?

Eso es ser libre para ser feliz: es ser estoico.

¿Nos impone su aurea mediocritas ?

Ese verso horaciano se suele leer mal. No está elogiando la “mediocridad dorada”, sino el “justo medio”. Del mismo modo, el carpe diem no es una invitación al desmadre de un hedonismo destructivo, sino todo lo contrario: saber valorar lo bueno de cada momento en su justa medida.

¿Marco Aurelio supo?

Fue tal vez el mejor emperador que tuvo Roma. Yo lo leí en una antología que editó Georges Pompidou, presidente de la República Francesa… ¡Un político que edita filosofía! ¡Qué sana envidia!

LLUÍS AMIGUET

08/09/2022 00:00Actualizado a 08/09/2022 14:51

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