La revolución industrial supone un hito en la evolución del hombre. Como siempre no es continuada y sí está llena de oscilaciones que no son siempre felices pero sbeneficiosas al final.
Con una perspectiva global la revisión de la literatura nos proporciona una visión satisfactoria de cómo la revolución industrial ha mejorado el medio de vida, las enfermedades y en General y bienestar social. Al mismo tiempo nos ha llenado de patógenos que han cambiado la conducta de la enfermedad. Nuestro organismo sabe mejor defenderse y ha cambiado el patrón de enfermedades microbiana con gran mortalidad y morbilidad, por otro de menor mortalidad, pero con mayor número de enfermedad de curso crónico y cuyo origen es plural. Vamos a hacer una revisión grosera de cómo el hombre se ha ido adaptando a los cambios significativos que le han proporcionado la revolución industrial . El cambio ocurrio de manera lenta y progresiva.12 13
El proceso de transformación económica, social y tecnológica que se inicia en la segunda mitad del siglo XVIII en el Reino Unido, y progresivamente se extende a gran parte de Europa occidental y Norteamérica, y que concluyó entre 1820 y 1840. Y dan lugar al mayor conjunto de transformaciones económicas, tecnológicas y sociales de la historia de la humanidad desde el Neolítico,1 y se pasa de una economía rural basada fundamentalmente en la agricultura y el comercio a una economía de carácter urbano, industrializada y mecanizada.2
A partir del siglo XVI se empezó a ver, en el comercio, métodos financieros, banca y un progreso técnico en la navegación, y cierto grado de tecnología una clara evolución. No obstante la intercurrencias de guerras y grandes epidemias, impedían el despegue. El crecimiento demográfico fue escaso o nulo entre 1500 y 1800.Durante el Renacimiento aparecen de las primeras sociedades capitalistas en Holanda y el norte de Italia, pero solo a partir de mediados del siglo XVIII cuando Europa comenzó a distanciarse del resto del mundo y a asentar las bases de la futura sociedad industrial debido al desarrollo, aún primitivo, de la industria pesada y la minería.14 15 La alianza entre comerciantes y agricultores aumentó la productividad, lo que a su vez provocó una explosión demográfica, acentuada a partir del XIX. La Revolución Industrial se caracterizó por la transición de una economía agrícola y manual a una comercial e industrial16 . El fundamento filosófico de esta corriente se asentaba en el racionalismo, y la innovación científica.17
No cabe duda que el invento la máquina cambio la conducta del hombre borrar subrayado
Desgraciadamente estos avances fueron potenciados por las guerras, y aunque en Gran Bretaña ya existían industrias, son las Guerras Napoleónicas las que incrementaron y terminando por solidificar la industria en toda europea, desarrollándose industrias antes inexistentes. La industrialización aparece en distintos países y de forma escalonada . Las primeras áreas industriales aparecieron en Gran Bretaña a finales del siglo XVIII, extendiéndose a Bélgica y Francia a principios del siglo XIX y a Alemania y a Estados Unidos a mediados de siglo, a Japón a partir de 1868 y a Rusia, Italia y España a finales de siglo. Asi como la guerra propulso la revolución industrial, también un siglo de paz, la debió propulsar entre 1815 y 1914. Se aducen como causas filosóficas, la aparición de la economía de mercado, el nacimiento del capitalismo, un cierto equilibrio monetario, la ausencia de inflación y en consecuencia se rompe con el pasado,
Llama la atención, y en las religiones intervienen en este desarrollo. La Reforma protestante de Martín Lutero y Juan Calvino , el protestantismo considera al trabajo y al esfuerzo como un bien y un valor fundamental, al contrario que la ética católica que lo considera un castigo a raíz del pecado original.19. esto ocurre mas rápidamente en países insurgentes religiosamente como Gran Bretaña, Alemania u Holanda y se demora en países católicos, España, Portugal e Italia
La riqueza previa de los países debía intervenir de manera eficaz en esta revolución los países como Inglaterra, su materia prima y mayor aprovechamiento de ella fueron también los que más se desarrollaron. Y una serie de condiciones sociales facilitan esta evolución. Posiblemente todo el mundo tuvo la posibilidad de sumarse a esta nueva era, pero sólo algunos lo consiguieron. Es verdad que los países más ricos y que cambiaron sus sistemas del gobierno les fue más fácil el cambio
El carbón, desarrolla la máquina de vapor y este fue el gran motor de la revolución. Los altos hornos y la siderurgia en General se imponen a la madera más frágil y menos resisten. Se controla la desforestación al menos parcialmente y se utiliza una materia energética abundante.
La mayor libertad individual al cambiarse la monarquía absoluta por monarquías parlamentarias.
El poderío naval es una cuña importante en el desarrollo industrial que permite la guerra pero también el comercio.
Esta versión simplista de la evolución industrial, impone fuertemente la idea de que determinados cromosomas cuando cambia el ambiente se comportan de forma diferente. Más o menos éxitos de los diferentes. Estamos llegando a la genómica.
Es evidente que la revolución industrial ocurrió y ello cambio la evolución
Pero factores que la condicionaron estaban sucediendo de manera escalonada y posiblemente se nos escapan cantidad de estímulos que la condicionaron.
Nos interesa en este artículo la evolución de la enfermedad a partir de la revolución .
La mayoría de las enfermedades históricas tiene su origen en las zoonosis en un intento de domesticar los animales con los que convive el hombre, la viruela, difteria, gripe y tuberculosis son ejemplo de ello.
Las terribles epidemias la historia eran infecciones. Patógenos muy virulentos individuos desposeídos de inmunidad, posiblemente por su falta de higiene y mal estado de nutrición.
Una serie de ejemplos de pandemia nos llenan de temor y de piedad aquellas personas que se vieron afectadas sin ningún medio de evitarlo por una mortalidad terrible.
La Plaga de Atenas, durante la Guerra del Peloponeso, 430 a. C. Un agente desconocido, posiblemente fiebre tifoidea2 mató a la cuarta parte de las tropas atenienses y a una cuarta parte de la población a lo largo de cuatro años. Esto debilitó fatalmente la preeminencia de Atenas, y la virulencia absoluta de la enfermedad evitó una mayor expansión.
Peste antonina, 165–180. Posiblemente viruela traída del Oriente próximo; mató a una cuarta parte de los infectados y hasta cinco millones en total. En el momento más activo de un segundo brote (251–266) se dijo que morían 5.000 personas por día en Roma.
Peste de Justiniano, comenzó en 541. Es el primer brote registrado de la peste bubónica. Empezó en Egipto y alcanzó Constantinopla en la siguiente primavera, matando (de acuerdo al cronista bizantino Procopio de Cesarea) 10.000 personas por día en su momento más activo y quizá a un 40% de los habitantes de la ciudad. Continuó hasta destruir hasta la cuarta parte de los habitantes del Mediterráneo oriental.
La peste negra, comenzó en el siglo XIV. Ochocientos años tras el último brote, la peste bubónica volvía a Europa. Comenzando en Asia, la enfermedad alcanzó el Mediterráneo y Europa occidental en 1348 (posiblemente llevada por mercaderes italianos que huían de la guerra en Crimea), y mató a veinte millones de europeos en seis años, una cuarta parte de la población total y hasta la mitad en las zonas urbanas más afectadas.
Cólera – .
Primera pandemia (1816–1826). Previamente restringida al subcontinente indio, la pandemia comenzó en Bengala y se expandió a través de la India hacia 1820. Se extendió hasta la China y el mar Caspio antes de disminuir.
La segunda pandemia (1829–1851) alcanzó Europa, Londres en 1832, Nueva York en el mismo año, y la costa del Pacífico en Norteamérica por 1834.
La tercera pandemia (1852–1860) principalmente afectó a Rusia, con más de un millón de muertos.
La cuarta pandemia (1863–1875) se extendió en su mayor parte por Europa y África.
La quinta pandemia (1899–1923) tuvo pocos efectos en Europa gracias a los en progresos en salud pública, pero Rusia fue gravemente afectada de nuevo.
La sexta pandemia, llamada «El Tor» por la cepa, comenzó en Indonesia en 1961 y alcanzó Bangladés en 1963, India en 1964, y la URSS en 1966.
Pandemias de cólera en España o Cólera (siglo XIX)
La «gripe española» (1918–1919). Comenzó en marzo de 1918 en Fort Riley, Kansas, Estados Unidos. Una grave y mortífera cepa de gripe se expandió por el mundo. La enfermedad mató a 25 millones de personas en el curso de seis meses; algunos estiman el total de muertos en todo el mundo en más del doble de ese número. Unos 17 millones se estima que murieron en la India, 500.000 en los EE.UU. y 200.000 en Inglaterra. Se desvaneció en 18 meses y la cepa concreta fue la H1N1.
La gripe asiática de 1957.
La gripe de Hong Kong de 1968.
La gripe rusa de 1977.
VIH Es la enfermedad que consiste en la incapacidad del sistema inmunitario para hacer frente a las infecciones y otros procesos patológicos, es considerada pandemia debido a su rápida propagación, sus víctimas se estiman entre los 20 y 25 millones, sobre todo en África.
El tifus es la enfermedad epidémica de tiempo de guerra, y ha sido llamada algunas veces «fiebre de los campamentos» debido a su patrón de estallar en tiempos de penalidades. Emergiendo durante las Cruzadas, tuvo su primer impacto en Europa en 1489, en España. Durante la lucha entre los españoles cristianos y los musulmanes en Granada, los españoles perdieron 3.000 efectivos por bajas de guerra y 20.000 por tifus. En 1528 los franceses perdieron 18.000 efectivos de sus tropas en Italia y perdieron la supremacía en Italia en favor de los españoles. En 1542, 30.000 personas murieron de tifus mientras combatían a los otomanos en los Balcanes. La enfermedad también jugó un papel de importancia en la destrucción de la Grande Armée de Napoleón en Rusia en 1811.
Otras epidemias se produjeron en los encuentros entre los exploradores europeos y las poblaciones del resto del mundo, produciéndose frecuentemente epidemias locales de extraordinaria virulencia. La enfermedad mató a gran parte de la población nativa (guanche) de las Islas Canarias en el siglo XVI. La mitad de la población nativa de la isla La Española en 1518 murió por la viruela. La viruela también destrozó México en la década de 1520, matando a 150.000 personas sólo en Tenochtitlan, incluyendo el emperador, y Perú en la década de 1530, ayudando a los conquistadores españoles. El sarampión mató a dos millones más de nativos mexicanos en la década de 1600. Y aún en 1848-49, tanto como 40.000 de 150.000 nativos hawaianos se estima que murieron desarampión, tos ferina y gripe.
El síndrome respiratorio agudo severo de 2002.
La gripe aviar de 2003, en su cepa H5N1, se convirtió en amenaza de pandemia en 2005, cuando se produjeron los primeros contagios en seres humanos.
La gripe A (H1N1), también conocida como gripe porcina (2009-2010) es una enfermedad infecciosa causada por un virus perteneciente a la familia Orthomyxoviridae, que es endémica en poblaciones porcinas. Estas cepas virales, conocidas como virus de la influenza porcina o SIV (por las siglas en inglés de «Swine Influenza Viruses») han sido clasificadas en Influenzavirus C o en alguno de los subtipos del género Influenzavirus A, siendo las cepas más conocidas H1N1, H3N2, H3N3. El 11 de junio la Organización Mundial de la Salud (OMS) la clasificó como de nivel de alerta seis; es decir, actualmente es una pandemia. La tasa de letalidad de la enfermedad que inicialmente fue alta, ha pasado a ser baja al iniciar los tratamientos antivirales a los que es sensible.
Hay también un número de enfermedades desconocidas que fueron extremamente graves pero que ahora se han desvanecido, de manera que su etiología no puede ser establecida. Los ejemplos incluyen la peste antes mencionada de Grecia en 430 a. C. y el Sudor inglés de la Inglaterra del siglo XVI, que fulminaba a la gente en un instante y que fue mucho más temido que la peste bubónica.
La OMS en un intento de definir y clasificar las pandemias, indica las características que deben tener los gérmenes que la producen.
Que aparezca un virus nuevo, que no haya circulado previamente y por lo tanto, no en exista población inmune a él.
Que el virus sea capaz de producir casos graves de enfermedad.
Que el virus tenga la capacidad de transmitirse de persona a persona de forma eficaz la línea
Cuando teníamos este tema controlado o casi controlado aparece un nuevo peligro. Cuando sabíamos la respuesta nos cambiaron las preguntas y entonces aparece :
LA APARICIÓN DE LA ENFERMEDAD CRÓNICA
La lucha contra las enfermedades infecciosas avanzó de manera espectacular con la consolidación de la teoría de los gérmenes en el siglo 19. Este enfoque en la causa predominante de las infecciones (por ejemplo, los patógenos microbianos) condujo en última instancia a los avances médicos y de salud pública (por ejemplo, vacunas, antibióticos, aumento de las enfermedades crónicas no transmisibles, para los que no hay una sola causa subyacente. El descubrimiento de una forma de bajo grado de inflamación sistémica y crónica («metaflammation»), vinculado a los inductores (en general como «anthropogens») asociados con las modernas hechas por el hombre entornos y estilos de vida, sugiere una base subyacente para la enfermedad crónica que podría proporcionar una equivalente del siglo 21 de la teoría de los gérmenes.
A lo largo de la historia, las infecciones han supuesto el mayor reto para la salud humana. Este desafío ha cambiado en los siglos 19 y 20 debido al desarrollo económico y las mejoras iniciadas en gran parte por la revolución industrial – la salud pública y la higiene, el advenimiento de los antibióticos y las vacunas, y, conduciendo estos, la consolidación de la teoría microbiana de la enfermedad (1) . Parecía que la lucha del hombre contra la enfermedad habia sido prácticamente ganada.
Mediados del siglo 20 el optimismo, sin embargo, fue atenuado por la realidad de una transición epidemiológica (2) que se produjo con el desarrollo económico. En esta transición, aparecen las enfermedades crónicas (por ejemplo, enfermedad del corazón, cáncer, diabetes, problemas respiratorios crónicos) – a menudo llamadas «enfermedades de la civilización» (3) – reemplazan las infecciones como la fuente principal de la enfermedad. (Enfermedades crónicas y condiciones se definen como aquellas que son transmisibles, recurrente duradera, y sin una causa microbiana primaria. Estas condiciones pueden incluir lesiones [por ejemplo, traumatismo de vehículos de motor, ocupacionales / Lesiones Deportivas], pero excluyen las enfermedades agudas [por ejemplo, el SIDA ] que se han convertido en crónica gracias a los avances en los tratamientos médicos) La transición epidemiológica se produjo en la segunda mitad del siglo 20 en muchos países desarrollados. aproximadamente el 70% de las enfermedades en la actualidad como resultado de enfermedades crónicas (4). La misma transición que está ocurriendo ahora en países en rápido desarrollo, como China y México, y se prevé que en países de desarrollo tardío, como la India y Bangladesh (1). Harris (1), Anderson (5), y otros han trazado las diferencias de pensamiento que estos cambios han traído a la epidemiología moderna, haciendo hincapié en las dificultades en la asignación de causalidad cuando se pasa de un enfoque mono-causal (promovido por la teoría de los gérmenes para hacer frente a las enfermedades infecciosas ) a un enfoque multi-causal para hacer frente a la enfermedad crónica.
El envejecimiento de la población y el cambio metabólico que se asocia (dismetabolismo) ha afectado a la prevalencia de enfermedades crónicas,
No cabe duda que los genes tienen menos actividad de lo que se imaginaba en la génesis de la enfermedad y que es el peri mundo el que condiciona a estos genes. Pero el fenotipo es tan grande que tenemos muchas dificultades para identificar a todo los factores ambientales implicados, y por tanto aún no tenemos una teoría que explique con claridad la enfermedad crónica.
El descubrimiento de una forma de inflamación de otro modo no reconocido en la década de 1990 (6) y su amplia presencia en muchas enfermedades crónicas (7) llevado a la sugerencia de que muchos, si no todos, tales enfermedades pueden tener este tipo de base inflamatoria (8). El conocimiento de una teoría multi casual se hace imprescindible para abordar el tratamiento (5),
Desde hace más de 2.000 años, la inflamación clásica ha sido reconocido por los síntomas identificados por los romanos médico Celso Aurelio como el dolor ( dolor ), enrojecimiento ( rubor ), calor ( heat ), y la hinchazón ( tumor ), con la adición más reciente de la pérdida de la función ( letargo ). Esta forma de inflamación clásica es típicamente una respuesta a corto plazo a la infección y lesión, destinadas a eliminar el estímulo infeccioso y permitiendo la reparación del tejido dañado, en última instancia resulta en la curación y un retorno a la homeostasis. Sin embargo, en 1993, los investigadores descubrieron un tipo diferente de respuesta inflamatoria prolongada, mal regulada o inadaptado asociado con la obesidad, lo que sugiere que puede explicar los efectos patógenos de la ganancia excesiva de peso (6). «Metaflammation» (9), como se le llamó más tarde a causa de su vinculación con el sistema metabólico, se diferencia de la inflamación clásica en que 1) es de baja calidad, lo que sólo un pequeño aumento en los marcadores del sistema inmune (por ejemplo, un 4 – a 6-veces mayor frente a un aumento de varias cientos de veces), 2) es persistente y crónico en los resultados, en lugar de alostasis aguda, y 3) tiene sistémico en lugar de los efectos locales; 4) tiene antígenos que son menos evidentes como agentes extranjeros o patógenos microbianos y, por lo tanto, se ha hecho referencia como «inductores», 5) parece perpetuar, en lugar de resolver la enfermedad, y 6) se asocia con una reducción, en vez de aumentar, la tasa metabólica.
En esencia, aunque la inflamación clásica tiene un papel curativo en la enfermedad aguda, metaflammation, debido a su persistencia, puede tener un papel mediador, ayudando a agravar y perpetuar la enfermedad crónica. La diferencia entre estas 2 formas de inflamación se ilustra en la figura 1.
Un número cada vez mayor de los biomarcadores pro-o anti-inflamatorios para metaflammation de medición han sido recientemente identificados (16), y varias vías de investigación han tratado de identificar sus inductores nutricionales, conductuales y ambientales (10,15). Inductores Se han identificado muchas. Estos incluyen no sólo los comportamientos relacionados con estilos de vida modernos facilitados por los entornos post-industriales – por ejemplo, la mala alimentación, la inactividad, falta de sueño y el estrés (17) -, sino también los componentes de estos ambientes propios, tales como el material particulado (18) y relacionados con el tráfico contaminación del aire (19), disruptores endocrinos químicos (EDC), llamado Obesogens debido a su posible relación con la obesidad (20), las condiciones sociales y económicas que generan la desigualdad y la inseguridad económica, incluida la injusticia organizacional percibida o prejuicios en el lugar de trabajo (21) y los vínculos entre la desigualdad y la raza / etnia, como se propone en el «hipótesis del desgaste», lo que sugiere que los resultados del parto son más perjudiciales en las madres mayores de ciertos grupos desfavorecidos raciales / étnicos (22). Tales estilos de vida y entornos constituyen una categoría de inductores que pueden ser etiquetados como «anthropogens» por sus hechos a medida orígenes y la influencia potencial sobre la salud. Anthropogens se definen como entornos creados por el hombre, sus derivados y / o estilos de vida alentado por esos entornos, algunos de los cuales tienen efectos biológicos que pueden ser perjudiciales para la salud humana.
Todos los inductores anti-inflamatorios o neutrales son aquellos con los que los seres humanos han tenido la experiencia de cientos o miles de años, la mayoría de los cuales son naturales (por ejemplo, frutas, frutos secos) o mínimamente modificadas (por ejemplo, vino, cerveza). Pro-inflamatorios inductores son recientes y de origen humano (por ejemplo, los EDC), se modifican (por ejemplo, alimentos procesados) o inducida (por ejemplo, estilo de vida, inactivo), o son efectos de resultado (por ejemplo, ingresos / desigualdad social) de un hecho por el hombre ambiente. El envejecimiento es un interesante pro-inflamatoria inductor. Los efectos típicos dysregulatory y metaflammatory del envejecimiento (también llamado inflammaging [23]) se redujo en los estilos de vida saludables. Por lo tanto, el envejecimiento, aunque inmutable, se puede considerar en el ámbito de un anthropogen, como el aumento de la longevidad en las poblaciones modernas pueden atribuirse a factores positivos antropogénicas (por ejemplo, la medicina, la inmunización), que conduce a la disminución de las infecciones.
Dada nuestra comprensión moderna del sistema inmunológico, las formas en que la afectan anthropogens podrían ser reveladores. Respuestas inmunes humanas son innata o desarrollada a través de la exposición a estímulos desconocidos durante un tiempo prolongado. Antígenos no tóxicos con los que los seres humanos han evolucionado a lo largo de miles de años («gérmenes buenos») pueden causar una respuesta inmune poco, mientras que anthropogens – hecho por el hombre, la novela, y presentó recientemente – tienen más probabilidades de provocar una respuesta, aunque sea mínima- nivel uno, en una situación de no-inmediato-que amenaza la vida. Si la exposición continúa, la respuesta puede llegar a ser crónica. Una discusión de los mecanismos posibles para esta respuesta está más allá del alcance de este artículo, pero los mecanismos puede estar relacionada con las influencias genéticas o epigenéticas sobre los receptores químicos, tales como a través de factores nutricionales (24). Debido a que tal respuesta es indiferenciada, es probable que sea sistémico en lugar de localizada.
¿Qué significa la respuesta inmune nos hablan de los inductores identificados en este artículo? Parece que el sistema inmunológico humano está reaccionando a nuevos entornos creados por el hombre y estilos de vida (anthropogens), a la que ha estado expuesto durante un breve período (es decir, desde el comienzo de la Revolución Industrial, aproximadamente 1800 dC) y al que el sistema inmunológico no ha tenido tiempo para desarrollarse. Para caracterizar esta reacción como estilo de vida basado ofrece sólo una parte de la explicación. Durante los últimos 30 a 40 años, en particular, se ha experimentado el surgimiento de un sedentarismo, y cambios en nutricionales, consumismo y mayor agresión social.
El aumento de las enfermedades crónicas es una aberración reciente y probablemente refleja un inevitable punto de rendimientos decrecientes en un sistema de crecimiento económico exponencial, lo que se refleja en nuestros sistemas fisiológicos. Anthropogen inducida metaflammation podría ofrecer una etiología genérico para las enfermedades crónicas de significado similar, aunque ligeramente diferente en su alcance, para que de la teoría de los gérmenes de enfermedades infecciosas.
La teoría de los gérmenes tuvo implicaciones inmediatas para la medicina clínica. Su relevancia se hizo extensiva a la salud pública a través del concepto de la tríada epidemiológica, que hizo hincapié en la necesidad de prestar atención a los 3 vértices de un triángulo: acogida, vector (y agente) y el medio ambiente, para el control eficaz de los brotes de enfermedades. Un enfoque en los gérmenes (por ejemplo, agentes) por sí sola no era suficiente
Obviamente, no todos los anthropogens son saludables (aunque hay muchos otros, no mencionados aquí, que posiblemente son [por ejemplo, el asbesto en los materiales de construcción, trabajo por turnos, el aumento de dióxido de carbono en la atmósfera]). Cualquier sugerencia de detener el progreso humano o regresar a las condiciones del Paleolítico sería como tratar de eliminar todos los gérmenes – buenas y malas – para manejar las infecciones. Reconocimiento de anthropogens insalubres, sin embargo, cambiar el enfoque de las causas orgánicas y multifocal de las enfermedades crónicas a los vectores y los entornos y sus conductores distales económicos, sociales y físicas, así como la teoría de los gérmenes se centró en los patógenos microbianos. Este enfoque también desviar la atención de un simple estilo de vida basado en la explicación. Un aspecto único del estilo de vida sin darse cuenta podrían desviar las críticas de las causas sistémicas y poner la culpa en el individuo, mientras que el reconocimiento de una etiología anthropogen basado proyectaría una red más amplia.
Las aplicaciones de este enfoque reside en la reorientación de las hipótesis comprobables relacionadas con la causalidad de enfermedades crónicas, así como el reconocimiento de un ámbito más amplio de influencias en la salud moderno y el bienestar que puede incorporar un espectro de temas del mundo actual, tales como el crecimiento demográfico y el cambio climático (25). Tratamientos farmacéuticos, médicos y quirúrgicos, sin duda, seguirá siendo crucial en el tratamiento de enfermedades crónicas, como son las infecciones, pero la etiología anthropogen basado sugiere la necesidad de una perspectiva más amplia sobre la prevención de enfermedades y la gestión.
La lucha contra los patógeno la ha hecho nuestro organismo de una manera progresiva y beneficiosa sobre todo para enfermedad infecciosa, sin embargo la inflamación que conlleva a mutilado otras funciones vitales para nuestro equilibrio, en los tiempos modernos, tales interacciones entre la inflamación y el cerebro parecen impulsar el desarrollo de la depresión y pueden contribuir a la falta de respuesta a los tratamientos antidepresivos actuales. Los datos recientes han elucidado los mecanismos por los cuales los sistemas inmune innata y adaptativa interactúan con los neurotransmisores y neurocircuitos para influir en el riesgo de depresión. La búsqueda de medios eficaces para detectar esta pluralidad etiológica y su consecuente tratamiento no es fácil pero ofreció el ser humano el mayor de los desafíos y en ello estamos.
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