BORRAR LAS DRUSAS MACULARES PARA PREVENIR LA DMAE
¿Que son las drusas?
Las drusas son depósitos amarillos debajo de la retina. Están formadas por lípidos, una proteína grasa. Es probable que las drusas no causen degeneración macular relacionada con la edad (DMRE), pero tener drusas aumenta el riesgo de una persona de desarrollar DMRE.
Existen diferentes tipos de drusas. Las drusas “duras” son pequeñas, bien delineadas y alejadas unas de otras. Es posible que este tipo de drusas no provoquen problemas con la visión durante largo tiempo, si es que en algún momento los provocan.
Las drusas “blandas” son grandes y se agrupan más cerca unas de otras. Sus bordes no están tan claramente definidos como en el caso de las drusas duras. Este tipo de drusas, las blandas, aumentan el riesgo de DMRE.
Drusas del nervio óptico
Las drusas también se pueden producir en el nervio óptico. Estas drusas están formadas por proteínas y sales de calcio, y generalmente aparecen en ambos ojos. A diferencia de las drusas asociadas con la DMRE, las drusas del nervio óptico (también conocidas como drusas del disco óptico) no están relacionadas con el envejecimiento y con frecuencia aparecen en niños. Las drusas del nervio óptico generalmente no afectan la visión, pero algunos pacientes con estas drusas pueden perder la visión periférica (lateral).
Las drusas maculares se localizan cuando aparecen, entre la membrana basal y emigran del epitelio pigmentario de la retina (EPG) y la membrana de Bruch.
Se presentan como nódulos de color blanco o amarillo, de diferentes tamaños y, si no se asocian a una lesión de la mácula, no suelen producir síntomas. Son los residuos en definitiva que el cuerpo no es capaz de eliminar a través de la circulación sanguínea y se almacenan pudiendo aparecer en el nervio óptico o en la mácula del ojo (zona central de la retina que nos permite percibir los detalles).28 ene. 2018
Las inyecciones de líquido subretiniano son una terapia emergente para eliminar drusas maculares y prevenir la degeneración macular asociada a la edad (DMAE).
Hasta fechas recientes poco se podía hacer para eliminar las drusas, que en muchos casos son un paso inicial en la degeneración macular asociada a la edad (DMAE), una enfermedad que altera la visión y que, en sus formas más graves, progresa a ceguera. “Las drusas mayores de 125 micras tienen riesgos”.
Una serie de autores se han preocupado por destruyen o disminuya el
Hugo Quiróz-Mercado, exdirector del Laboratorio de Cirugía Experimental del Hospital Luis Sánchez de la Asociación para la Prevención de la Ceguera (México). Este oftalmólogo relata que las drusas pueden verse incluso en pacientes con agudeza visual 20/20 y ya operados de cataratas.
“A los pacientes podemos decirles que no fumen, que coman zanahorias, que cuiden su salud, pero su visión irá deteriorándose hasta desembocar en una degeneración macular húmeda, que es la que ocasiona la grave y rápida disminución de la agudeza visual”. De hecho, supone en torno al 10 por ciento de todas las DMAE, pero en el 90 por ciento de los casos conducen a la ceguera un
“Los depósitos que se forman bajo el epitelio pigmentario retiniano (EPR) tienen una fisiopatología muy compleja desde el punto de vista bioquímico y genético, las son €kojh ocurrió con en depósitos amarillos que se forman entre el EPR y la membrana de Bruch, y que dependiendo de su tipología producen manchas borrosas o negras en el campo visual.
A día de hoy se ensayan diferentes terapias a base de inyecciones subretinianas, energía láser subumbral, vitrectomía pars plana y medicamentos para la DMAE húmeda. “Introducir líquido subretiniano en los agujeros maculares, hubo una sola sino la da elasticidad a la retina”, avanza el experto, que confía menos en el láser subumbral porque, a pesar de disminuir las drusas los pacientes siguen desembocando en una DMAE húmeda o seca. No obstante cree que separando los pacientes con drusas de los que tienen depósitos drusoides, podría tratarse con más precisión. La tomografía de coherencia óptica (OCT) revela que el 14 por ciento de los pacientes con drusas tienen oculta una membrana neovascular coroidea –vasos sanguíneos nuevos y dañinos que crecen en la coroides-. Eso podría ser el impedimento para prevenir la DMAE con láser subumbral.
También quiso repasar lo que ocurre con otras cirugías que logran eliminar drusas, aunque en casos individualizados. Así, un paciente con agudeza visual (AV) de 20/60 y drusas al que se le desprende la retina y presenta una AV de 20/100, pero al año de la operación su AV es de 20/25 y las drusas han disminuido.
“Estamos viendo que en pacientes con agujero macular las drusas se modifican, o sea, que algo pasa con la cirugía”, incide el oftalmólogo, recordando el estudio de Luis fuerte con otro paciente a quien le desaparecieron las drusas en el ojo intervenido por agujero macular (pasó de AV 20/200 a 20/25), pero en el ojo no operado siguió con 20/100. “Y con el síndrome de tracción vítreomacular pasa algo muy interesante. Al 60 por ciento de los pacientes que además tienen drusas les desaparecen simplemente haciéndoles la vitrectomía. La explicación podría ser que al quitar el vítreo se oxigena la retina.
uno de los objetivos futuros es saber qué sucede en el espacio subretiniano a nivel molecular
Otros tratamientos singulares que alcanzan resultados pioneros son la nyección subretinal de solución salina balanceada para irrigación oftálmica, que inicialmente muestra beneficios superiores a la terapia génica; o, en algunos casos, si no desaparecen las drusas con la inyección, los pacientes podrían beneficiarse de cirugía, con vitrectomía. “Sería interesante que pudiéramos inyectar una sustancia con péptidos mediadores que propicien un mejor funcionamiento del EPR.
Aparecen aquí nuevas pistas. El uso de terapias anti-integrinas en diabetes se relaciona con el estrés oxidativo, pero también con la neurodegeneración en retinopatía diabética. En algunos trabajos se ha visto menos isquemia cuando se usa terapia anti-integrinas en modelos animales. En el laboratorio experimental de Quiróz-Mercado utilizaron células neuronales y de EPR y se comprobó una sobrevida celular si se someten a estrés con un ácido determinado, incluso con peróxido. Secuencialmente otros investigadores han visto con el mismo tratamiento una protección de las mitocondrias, o un efecto neuroprotector de las anti-integrinas. Esto último también se ha experimentado cultivando células de epitelio pigmentario humano, incluso se ha visto en expresión genética.
Ellos han provocado daño en el nervio óptico de ratas y las han tratado con y sin integrinas, resultando que las células ganglionales están más preservadas en el grupo de las anti-integrinas. En 2017, su equipo de investigación logró mejorar la visión con una terapia anti-integrinas en 12 pacientes que presentaban drusas y disminución de la agudeza visual.
Un estudio multicéntrico de la Universidad de Miami concluye que todos los pacientes que recibieron inyección intravítrea de anti-integrinas mejoraron la agudeza visual.
La presencia de drusas calcificadas retinianas en pacientes con degeneración macular relacionada con la edad (DMAE) se asocia con un riesgo más de seis veces mayor de progresión tardía de la enfermedad, según un reciente artículo de investigación publicado en Science Translational Medicine. Los investigadores correlacionaron las características de las imágenes funduscópicas con la histología de los ojos de donantes fallecidos con DMAE.
Drusas calcificadas
En una cohorte de pacientes con DMAE, se observó una mayor progresión a formas avanzada en aquellos que tenían evidencia histológica y en las imágenes del fondo de ojo de patrones extensos de nódulos de hidroxiapatita policristalina que se acumulan en la retina. Investigaciones anteriores ya habían vinculado el patrón de reflexión interna heterogénea dentro de las drusas con la progresión de la DMAE, pero este es el primer estudio que identifica la composición de las drusas.
DMAE avanzada
Los análisis de regresión demostraron una asociacion independiente muy significativa entre la reflectividad interna de las drusas y la progresión a formas de DMAE avanzada a los 12 meses (odds ratio, 6,36; IC del 95%, 2,99 a 13,53; p <0,001). Los hallazgos sugieren que la reflectividad interna podría tener un valor pronóstico para la DMAE neovascular y la atrofia geográfica. La patologías degenerativas tienen una morfología al y función repetitiva. Un germen o cualquier tipo de agresor o varios agresores a la vez invaden una estructura orgánica, y como respuesta inmunológica se precipitan sobre el lugar invadido una variedad grande de macrófagos . Lo que viene después es el verdadero mutilante de la estructura. Esto no parece diferente al Alzheimer, Parkinson, Ela y otras varias enfermedades degenerativas y de lo que se trata es de quitar el depósito de macrófagos que es el productor del daño pero lo que iniciar el cuadro es posiblemente un germen o varios a la vez. Y el caso de las Drusas en la Retina, es mas de lo mismo. Las estructuras oculares son tan superficiales, que cualquier partícula viviente o no quería más de desencadenar el algoritmoGermenes variados y multiples, abandonan las grandes cavidades del orgasnismo. Se alojan en distintos parénquimas y entre ellos en el sistema nervioso Las vias por las que estos germenes, perforan los intestinos y se alojan en cualquier parte, pueden ser muy bien el Vago que extiende a todas partes. Los macrofagos de los mas variados, que en condiciones normales tienen funciones fisiológicas, cuando reciben avisos de infección microbiana, agreden a estos germenes y anulan las partes del sistema nervisoso donde asientan. Los germenes pueden ser multipples y variados, los macrofagos lo mismo y las lesiones que se producen destruyen todo lo que se les pone por delante y adema con carácter progresivo. Acuerdense de las vacunas que cuando evitaban la reproducion del germen no solo evitaban la enfermedad, sino la hacían desaparecer. Podíamos con esto decir que las druzas y sus lesiones de la retina son una enfermedad degenerativa también, y un germen puede poner en marcha el proceso. Cabe la pregunta de dónde está el germen o los germenes