No parece dudoso que este virus tiene connotaciones especiales, no solo nos está diezmando sino además ahora empieza a demostrarse que provoca una autoinmunidad que prolonga la enfermedad y la complica
La cronicidad de esta enfermedad parece debida a autoinmunidad
Investigadores del Cedars-Sinai ahondan en los mecanismos inmunológicos que explican la covid persistente. El cansancio, el malestar general y los dolores de cabeza, entre los síntomas más frecuentes de los pacientes con covid persistente
El coronavirus puede desencadenar una respuesta inmunitaria que dura mucho más allá de la infección y la recuperación iniciales, incluso entre personas que experimentan síntomas leves o son asintomáticas. Investigadores del Cedars-Sinai, en California (Estados Unidos), ahondan en los mecanismos que explican la covid persistente y su relación con manifestaciones autoinmunes. Sus hallazgos se publican en el último número de la revista Journal of Translational Medicine.
La infección por un virus u otro patógeno provoca la liberación de anticuerpos que detectan sustancias extrañas y evitan que invadan las células. Sin embargo, en algunos casos, el organismo produce autoanticuerpos que pueden atacar los propios órganos y tejidos.
El equipo de Justyna Fert-Bober y Susan Cheng, del Instituto Smidt del Corazón, describe en personas con infección previa por SARS-CoV-2 una amplia variedad de autoanticuerpos hasta seis meses después de haberse recuperado por completo. Este estudio es el primero en reportar no solo una presencia elevada de autoanticuerpos después de una infección leve o asintomática, sino su persistencia en el tiempo.
«Estos patrones de desregulación inmunológica podrían ser la base de los diferentes tipos de síntomas persistentes que vemos en las personas que continúan desarrollando la afección, que ahora se conoce como covid-19 de larga duración», señala la investigadora principal Justyna Fert-Bober. Sus hallazgos «ayudan a explicar qué hace que la covid-19 sea una enfermedad especialmente única».
Para su estudio, se reclutó a 177 personas (65% mujeres y con edad media de 35 años) con evidencia confirmada de una infección previa por SARS-CoV-2. Se evaluó la reactividad de los autoanticuerpos a 91 autoantígenos previamente vinculados a una variedad de enfermedades autoinmunes clásicas. Después, compararon los resultados con los de muestras de sangre tomada antes de la pandemia de 53 personas sanas.
Todos aquellos con infección confirmada por SARS-CoV-2 tenían niveles elevados de autoanticuerpos. Los investigadores encontraron señal de actividad de autoanticuerpos que se han encontrado en personas con enfermedades como el lupus y la artritis reumatoide, generalmente relacionados con inflamación crónica y lesiones en tejidos específicos como articulaciones, piel y tejido nervioso.
Hombres y mujeres
Algunos de los autoanticuerpos se han relacionado con enfermedades autoinmunes que suelen afectar más frecuentemente a las mujeres. En este estudio, sin embargo, los hombres tenían una mayor cantidad de autoanticuerpos elevados que las mujeres.
Así, mientras que la respuesta general de autoanticuerpos fue más prominente en mujeres después de una infección asintomática, la amplitud y extensión de la reactividad de autoanticuerpos fue más pronunciada en los hombres después de una infección al menos levemente sintomática.
«Comprender las diferencias entre hombres y mujeres ayudará a desarrollar intervenciones efectivas»
«Por un lado, este hallazgo es paradójico dado que las enfermedades autoinmunes suelen ser más comunes en las mujeres», afirma Fert-Bober. «Por otro lado, también es algo esperado, dado todo lo que sabemos acerca de que los hombres son más vulnerables a las formas más graves de covid-19».
«es esencial una mayor comprensión de la naturaleza de la activación de anticuerpos desencadenada entre hombres y mujeres expuestos al SARS-CoV-2 para desarrollar intervenciones efectivas contra las secuelas inmunomediadas de la covid-19».
Además, el equipo del Cedars Sinai quiere ampliar el estudio para buscar los tipos de autoanticuerpos que pueden estar presentes y persistir en personas con covid de larga duración. Debido a que este estudio se realizó en personas infectadas antes de la llegada de las vacunas, también examinarán si los autoanticuerpos se generan de manera similar en personas vacunadas infectadas por el virus.
Es impredecible conocer este problema en profundidad, ya que nos va en ello la cronicidad de un nuevo proceso
La infección por SARS-CoV-2 desencadena e impulsa estas respuestas variables, y es imprescindible identificar formas de tratar e incluso prevenir que estos efectos se desarrollen en personas en riesgo ”.
Autores del trabajo
Cedars-Sinai, covid persistente y su relación con manifestaciones autoinmunes. Journal of Translational Medicine.
Justyna Fert-Bober y Susan Cheng, del Instituto Smidt del Corazón