El blog del Dr. Enrique Rubio

Categoría: Emocion y Sentimientos (Página 6 de 7)

LA EPIDEMIA DE REPTILES.

LA EPIDEMIA DE REPTILES.
Un dia mas en esta epidemia de matar nos sorprende al mundo entero con una mala noticia.
Mas de lo mismo. Nos toca sufrir, a todos en general. Estamos en una epidemia de mal.

Según los testigos, Dimitrios Pagourtzis abrió fuego, en una clase de arte de su escuela de secundaria de Santa Fe (Texas), al grito de: “¡Sorpresa!”. Todavía añadió en su arrebato: “Las vais a pagar”. Cargaba una pistola y una escopeta, que su padre, admirador de la Asociación Nacional del Rifle (NRA), compró legalmente. Causó diez muertos. En la lista figura Sabika Sheikh, a la que le quedaba un mes para regresar a su casa, a Pakistán, tras cumplir un programa de intercambio .
Echémosle un vistazo a la publicaciones recientes sobre el tema.

El Neurólogo Paul MacLean fue el primero en proponer que el cerebro humano tiene tres porciones que son la suma de los cerebros que han pertenecido a otros animales en la evolución y cada una de ella creció encima de la otra. A lo largo de su evolución, el cerebro humano adquirió tres componentes que fueron surgiendo y superponiéndose.
1. Cerebro primitivo (arquipálio), constituido por la estructuras del tronco cerebral: Bulbo, cerebelo, puente y mesencéfalo, con el más antiguo núcleo en la base, el globo pálido y bulbos olfatorios. Se dice que corresponde al cerebro reptiliano, también llamado complejo-R por el neurofisiologo Paul MacLean.
2. Cerebro intermedio (paleopálio), formado por las estructuras del sistema límbico. Y se corresponde al cerebro de los mamíferos inferiores.
3. Cerebro superior o racional (neopálio situado en la capa superior), que comprende la mayor parte de los dos hemisferios cerebrales (formado por el neocórtex) y algunos grupos neuronales subcorticales. Este último solo es compartido por los mamíferos superiores, incluyendo a los primates y el hombre.
Los tres cerebros están interconectados como computadoras biológicas y cada uno tiene su propia inteligencia especial, su propia subjetividad, su propio sentido del tiempo y del espacio y su propia memoria
Esta hipótesis se convirtió en paradigma e interpretó primero que el neocortex dominaba los otros niveles mas bajos. MacLean cree que esto no es asi y que el cerebro o lóbulo limbico de situación inferior controla a los demás .

No hace mucho tiempo Carl Sagan, Cosmos p.276-277
, decía que en el fondo de la calavera de cada uno de nosotros hay algo así como el cerebro de un cocodrilo. –
Podríamos decir, que cada cerebro controla a los demás y mantiene su propia personalidad.
Las partes del encéfalo según Paul MacLean
A lo largo de su evolución, el cerebro humano adquirió tres componentes que fueron surgiendo y superponiéndose.

Estos cerebros se pueden llamar:
1. Cerebro primitivo (arquipálio), constituido por la estructuras del tronco cerebral: Bulbo, cerebelo, puente y mesencéfalo, con el más antiguo núcleo en la base, el globo pálido y bulbos olfatorios. Se dice que corresponde al cerebro reptiliano.
2. Cerebro intermedio (paleopálio), formado por las estructuras del sistema límbico. Se dice que corresponde al cerebro de los mamíferos inferiores.
3.- Cerebro superior o racional (neopálio situado en la capa superior), que comprende la mayor parte de los dos hemisferios cerebrales (formado por el neocórtex) y algunos grupos neuronales subcorticales. Este último solo es compartido por los mamíferos superiores, incluyendo a los primates y al hombre.

Los humanos nacemos con un cerebro de reptil que se encarga de las funciones de supervivencia y reproducción. A los cinco años desarrollamos el cerebro límbico, aparece el cerebro límbico que entiende el significado de las cosas aunque termina convirtiéndose en inconsciente. Acumula las experiencias más tempranas de la vida, que son poderosas y se mantienen independientemente del entorno
Está compuesto por ganglios basales, responsable de movimientos voluntario, y aprendizaje de las funciones motores, y el tallo cerebral que controla la suceden automática pero mantienen vivo
El cerebro límbico aparece entre los últimos 150 y 300 millones de años en los mamíferos , está situado encima del sistema reptiliano, entre los dos hemisferios cerebrales y se encarga de emociones y afectos, filtrando su experiencia y almacenando recuerdos en forma de reflejos difíciles de borrar. Probablemente su función principal es modular el entorno social integrándose y adaptándose al grupo. Su actuación más lenta que la de él cerebro reptiliano.
Por último aparece el neocortex propio de los primates y se asocia al pensamiento, a la imaginación , al sentido, y a la lenguaje abstracto. Soporta la razón, de la ideación y toma de decisiones.
Esta semblanza algo elemental, podría una vez desarrollada acertadamente, explicar los grupos de patología, sobre todo psiquiátrica que nos lesionan constantemente y de manera progresiva.
Hay tres cerebros, que a su vez son producto de millones de años de evolución, que consiguieron situarse en el homínido y es lógico que mantengan sus funciones en el, pero como siempre con injerencias del entorno, capaces de cambiar su estructura y función.
Y esto que tiene que ver con este joven, que goza preparando la ejecución de sus compañeros, sin motivo y a cambio de nada y además después no se suicida como es su obligación.
Pues nada simplemente es un reptil y los reptiles se comportan exactamente asi.
Matan por hambre, territorio o prole y caiga quien cambia, y posiblemente no son conscientes ni responsables de sus actos.
Y además están orgullosos, cumplen con su biología, ninguna enselñanza posterior, ni biológica ni social los va a desprender de su atadura de asesinos. Es un mandato el que tienen establecido, y lo cumplen.
Cantidad de publicaciones hay sobre los reptiles homínidos y su comportamiento y están endulzadas o malditos depende del autor. Pero la verdad es que hay dos datos fundamentales.
Estamos en plena epidemia de actuación de los reptiles
Y estos individduos no tienen cura.
Es muy posible que las psicosis y trastornos de la personalidad sean reminiscencia de su composición de reptil.
Como medico practico, necesito parámetros materiales para definirme, no obstante no estoy en contra de que las funciones superiores están engarzadas a los organico, pero hayanatomicamente no hay duda.
Tenemos un cerebro o parte de nuestro cerebro tiene un gran componente de reptil, y actua en cuanto puede y se dan las circunstancias.
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No hace mucho tiempo Carl Sagan, Cosmos p.276-277, “ decía que en la calavera de cada uno de nosotros hay algo así como el cerebro de un cocodrilo.
“Cuando después de leer esto, se le volví a ver imágenes de cerebro, no cabia duda,
Nuestro Romboencefalo es un cerebro de reptil y además algo sorprendente el conociemiento del mundo que nos rodea , pasa primero, por loas pares craneales, pasan primero por esta estructura que nos permite conocer y etiquetar de entrada el mundo que noas rodea.
Despues se le añade el lóbulo límbico y mesencéfalo, encargados de la convivencia social y de buscar la razón. Pero primero lo elemental, lo que permite, comer, crecer y reproducirse y por ello, lo hacemos todo primero. Despues lo demás,

LA PINTURA ES CAPAZ DE MODIFICAR NUSTRA CONDUCTA

/>LA PINTURA ES CAPAZ DE MODIFICAR NUSTRA CONDUCTA

Hubo una época de la evolución de la humanidad, donde seis grupos de homínidos, vivían con cierta comodidad, y no tenían mas capacidad conductual que el resto de los animales con que convivian. Pero súbitamente, uno de estos grupos el Sapiens, nosotros, da un salto y se convierte en líder y manda a todos y cambia al mundo, se empieza a parecer a un Dios.
¿ Y esto porqué ocurre?
El homo sapiens gobierna el mundo, porque somos el único animal capaz de cooperar con agilidad en grupos numerosos, con objetivos comunes. La auténtica diferencia entre nosotros y los demás prehominidos y homínidos, es que podemos cooperar de forma efectiva, millones de seres humanos.
La imaginación común de los seres humanos. Puede pensar y convertir sus pensamientos en realidad. Este puede ser el axioma más grande en que está envuelto el hombre, el Sapiens Sapiens.
No hace mucho tiempo escuché una charola, de un médico pintor destierro. Se trataba de retratos de niños por pintores destacados y que pintaron en distintos tiempos.
Me gustó tanto la charla, que le dije
Las pinturas que me muestra, no son sido trazos y colores, que se convierten en movimiento y sobre todo tienen un sentimiento. Pero hay dos versiones de interpretación:
El pintor tenía la capacidad, de motivarme para interpretar unos trazos coloreados, ni más ni menos, que en movimiento y sentimiento. Era capaz de convertir lo puramente material y estático en algo con movimiento y sentimiento. Esto lo hacía el pintor, pero me convecia de ello el conferenciante.
Los humanos tenemos la capacidad de convertir nuestras ideas en realidad.
Eso nos ha hecho evolucionar.
La fuerza de la pintura es tan notable puede dirigir. Nuestros elementales órganos de los sentidos, ofrecen datos al cerebro para que los manipule y les convierta en la sublimidad de la belleza y sobre todo del sentimiento.
Por supuesto que está mediado por el entorno.
Viendo el cuadro del Greco en Toledo, “ El entierro del conde de Orgaz”, como un estado anímico previó, absolutamente norma. Y me puse a llorar y tuve que ocultarme tras una columna, para no dar espectáculo, aunque algunos pudieron verme”. Por supuesto que se acompañó de un estado emocional y por supuesto su cmpnente vegetativo, donde la confusión tomaba parte y me dejó unos minutos ligeramente ausente. Después, aunque pensé en el tema no me molestó demasiado demasiado.
Años más tarde repetir la visita, y no me pasó nada. Incluso me pregunte, porque ahora no y antes si.
Está claro, debía haber la primera vez un estimulo externo no perceptible por mi que me proporcionó una emoción, emoción no, no un sentimiento. Y la segunda vez esto no existía, el estimulo externo podía existir o no, pero sistema límbico no estaba para fiestas.
El pintor los hace participar de la materia y del espíritu, tiene capacidad, pero estoy seguro que no siempre puede manejarla, aunque cuando lo hace puede bajar Dios.
Pretender explicar la pintura sin el observador no lo admite la física cuántica. El observador modifica la reacción. La realidad no existe, no es sino aleatoria, algo que no dominamos

INJERENCIAS

INJERENCIAS
Según aclara el Diccionario panhispánico de dudas, todas las formas del verbo injerir, que quiere decir ‘introducir una cosa en otra’, así como el sustantivo injerencia se escriben con j y no deben confundirse con las formas del verbo ingerir, que significa ‘introducir por la boca comida, bebida o medicamentos’.
Siempre tenemos una razón, o siempre hicimos lo que debíamos , hablando se entiende la gente. Son algunas de las mentiras que nos rodean y confunden. Ninguna es verdad, al menos siempre. Si se las puede aceptar en ocaciones, pero están moduladas por un mundo lleno de datos
Le sorprendía a, Arthur Schopenhauer, la necesidad del ser humano por tener siempre razón y, y que los demás lo reconozcan, eso no existe las injerencias, no le permiten seguir, contaminan el resultado. Es la dialéctica clarificadora que nos llega desde Sócrates y Aristóteles
Comento una editorial de MÀRIUS CAROL 30/04/2018 23:38 | Actualizado a 01/05/2018 03:24 , cuenta en La Vanguardia. Se cumple medio siglo del Mayo del 68, que, según escribe Joaquín Estefanía en su libro Revoluciones (Galaxia Gutenberg), fue una manera de rebelarse contra el sistema en la que muchos de sus participantes despreciaban el poder: querían la palabra, no el poder. Un error que, a juicio de Estefanía, aprendieron pronto los indignados del siglo XXI. Pero a aquel movimiento en las calles de París, a aquellas barricadas en el Barrio Latino (“gozo de rebeldía justa”, lo calificó el intelectual mexicano Carlos Monsiváis), le debemos muchas novedades que se irían integrando en la vida cotidiana. El feminismo, el ecologismo, el respeto a las minorías, la libertad sexual, la libertad de oportunidades, el pacifismo, la lucha por los derechos civiles o la cogestión en las empresas estaban debajo de los adoquines con los que los estudiantes (y también no pocos trabajadores) combatieron en el corazón de la capital francesa.
En Francia se daban las condiciones para la revuelta: tras una década de prosperidad económica sin precedentes, había empezado un deterioro de la situación. Aquel 1968 comenzó con medio millón de parados y dos millones de obreros cobrando el salario mínimo. El general De Gaulle veía como su popularidad bajaba –ganó las elecciones con apuros ante François Mitterrand– y su autoritarismo era cuestionado por las nuevas generaciones. Los medios de comunicación pasaban a ser de masas y la sociedad de consumo disparaba las diferencias. Los Beatles, los Rolling Stones, Bob Dylan o Léo Ferré eran expresión de la protesta. Igual que filósofos como Wilhelm Reich, Herbert Marcuse o Louis Althusser.
Todo intervino en el cambio, o estamos predispuestos y preparados para cambiar, había alguien imaginaba que esto ocurriría.
No nos hemos enterado todavía que, todo se contamina , porque el número de injerencias es tan grande , que excepcionalmente usamos un solo parámetro en el diseño.
Me parece un descubrimiento encontrar que puedo convertir una idea en materia, y de hecho el mundo que tenemos se estableció como lo tenemos, cuando un homo, más listo que los demás vio que podía convencer. Y hacernos marchar por donde quisiera, eso sí sin tener en cuenta que nada va solo, y que nuestra mente se contamina involuntariammene de un entorno agresor y los resultados, ahí están: Eran Imprevisibles, siempre más complicados de lo que esperábamos, con unas consecuencias sociales, a veces terriblemente complicadas en su manejo.
La revolución industrial, trajo un mundo más cómodo, pero con injerencias, sobre todo a nivel médico, con contaminantes, patógenos de todo tipo que hacían inesperados los resultados y por supuesto en principio solo aprendimos a y la mayoría de las veces seguimos tratando el sintoma.
La aparición de enfermedades crónicas, no contagiosas , pero aun asi casi pandemias, que además no matan pero que nos mantienen en el medico cada día, sobre todo a los mayores.
De una manera especial me he dedicado a la patología de la columna vertebral. Y siempre me ha sorprendido su evolución y lo difícil de su solución. Duele cada vez que puede y nuestra conducta terapéutica se limita, a tratar el brote de dolor y a veces se benefician temporalmente de la cirugía.
Todos los humanos de nuestros tiempos, sufren alguna vez o muchas veces, dolor e impotencia funcional por problemas de columna o de artrosis en general. Da lo mismo toda articulación será afectada, es cuestión de tiempo.
Y la sufrían ya los Dinosauros hace 300 millones de años, y en los estudios raquídeos del hombre, las lesiones empiezan antes de la adolescencia, a partir de entonces, se ve un devenir de lesiones que destruyen sistemáticamente el disco articular en general o intervertebral en particular. Pero no es esto solo, al mismo tiempo aparece un tercio de la población que tiene alteraciones psíquicas, con el brote de artrosis o sin el. Y toda una sociedad que intenta convencer al paciente que puede hacer algo por sanarse. Porque las molestias psíquicas no son modificables, con voluntad y aprendizaje . Son tan quimicas como las demás lesiones de nuestro cuerpo en la enfermedad, y si no las conocemos y eliminamos, pues persisten y a poner paños calientes. “Por Ahora”.
Cuando vivimos necesitamos alimentos y expulsamos basuras y esta debe ser eliminada de manera eficaz, de no hacerlo se acumula, ensucian nuestro organismo y muchas veces provocan autoinmunidad, que es algo asi como autodestrucción .
Estamos mal hechos o no sabemos remediar las injerencias del medio.
¿Y para arreglarlo como?.
Pero el paradigma que estamos utilizando, no es lo suficientemente eficaz.
Por lo pronto pensar un poco, que como relata el Sr. Carol, cada vez que unos descontentos intenten sanar el mundo, con los medios mentales que disponemos, puede ocurrir que la cosa se contagie. No es diferente hablar de sociedad y de artrosis de la columna. Todo afecta a todo.
¿Puede ser la solución igual para todo, o tenemos que esperar un rato mas en adaptarnos al medio?

¿Existe en el adulto humano “La neurogénesis”?

Existe en el adulto humano “La neurogénesis”

Introducción.
Durante muchos años, se pensó que el sistema nervioso central adulto no era capaz de regenerar neuronas. En 1963, Joseph Altman realizó experimentos que demostraban que el cerebro de gatos y ratas producían nuevas neuronas aún en la etapa adulta. Y lo más interesante fue que estas neuronas se encontraban en una región específica del cerebro encargada del aprendizaje. Esto hacía pensar que también la neurogénesis `podría ocurrir de los humanos adultos.
No obstante la formación de neuronas en los cerebros humanos era difícil de creer y la comunidad científica prestó poca atención a esto que podía ser un gran descubrimiento. Los científicos de aquel tiempo, y seguramente muchas personas en la actualidad, creían que la producción de nuevas neuronas sólo ocurría en los bebés antes de nacer.
Afortunadamente, en la década de los ochenta y principios de los noventa, el descubrimiento de Joseph Altman fue retomado por los científicos. Se comenzó a investigar con mayor detalle la posibilidad de la producción de nuevas neuronas en mamíferos adultos, y se llamó a éste fenómeno “neurogénesis adulta”.
El descubrimiento de que nuevas neuronas continúan generándose en el cerebro adulto ha modificado el concepto de plasticidad cerebral y ha revelado nuevos mecanismos que garantizan la homeostasis del sistema nervioso. REV NEUROL 2007;44:541-550]PMID: 17492613 .
La neurogénesis, proceso que involucra la generación de nuevas neuronas, parece demostrado en el hipocampo y en el bulbo olfatorio de mamíferos adultos, lo cual sugiere la persistencia de células troncales neuronales a lo largo de toda la vida. Los precursores primarios se han identificado en zonas especializadas denominadas nichos neurogénicos. Tambien se demostró que la célula que da origen a las nuevas neuronas en el cerebro adulto expresa marcadores de células gliales, un linaje celular lejano al de las neuronas. Trabajos realizados durante el desarrollo del cerebro han demostrado que la glía radial no sólo origina astrocitos, sino también neuronas, oligodendrocitos y células ependimales. Además, se sabe que la glía radial también es la precursora de las células troncales neuronales del cerebro adulto.
En conjunto, estos datos soportan la idea de que las células troncales se desarrollan de un linaje neuroepitelial-glíal, radial-astrocítico. Así, la identificación de los precursores primarios, tanto en el cerebro en desarrollo como en el cerebro adulto, es fundamental para comprender el funcionamiento del sistema nervioso y, con esto, desarrollar estrategias de reemplazo neuronal en el cerebro adulto que lo requiera.
A partir de aquí una serie de artículos muestran que la neurogénesis es posible sobre todo en áreas relacionadas con memoria y no sólo se generarían neuronas de novo, sino se generarían desde algunas neuronas enfermas.
La neurogénesis aparecía entonces como un plato a la carta. Las neuronas son capaces de generar nuevas neuronas, algunas de las cuáles se integran en circuitos funcionales y parecen ser imprescindibles para procesos como la memoria y el aprendizaje.
Las neuronas del hipocampo y áreas olfativas son capaces de regenerarse La duda sobre porqué estas nuevas neuronas no son capaces de sustituir a las perdidas en enfermedades neurodegenerativas como la de Alzheimer o la de Parkinson, tiene explicación: estas neuronas solo se generan en zonas concretas del encéfalo, el giro dentado del hipocampo y la corriente migratoria rostral, que va hacia el bulbo olfatorio, y el hipotálamo. La posibilidad de que nuevas neuronas sean de nueva generación en el hipotálamo y otras que van hacia la corteza cerebral, son discutidas, no estarían presentes en todas las especies o serían de menor entidad. Además, el pico de neurogénesis se produce en los primeros años de la vida y su influencia en las décadas siguientes parece ser menor. Finalmente, la neurogénesis adulta no responde con claridad a lesiones, neurodegeneración u otros tipos de daño cerebral y las nuevas neuronas no se dirigen hacia las zonas donde serían más necesarias y eficaces, sino que siguen migrando a sus destinos finales en esas mismas zonas restringidas.
El hipocampo es una de las regiones del encéfalo mejor estudiadas y la neurogénesis adulta hipocampal es también la más conocida. Las nuevas neuronas se generan de forma constante en la zona subgranular del giro dentado, se convierten en granos, un tipo de neurona de pequeño tamaño, y se incorporan en los circuitos neuronales del hipocampo. En roedores al menos esas nuevas neuronas parece que son cruciales para distintos comportamientos incluido el aprendizaje, la memoria, la separación de patrones o la respuesta el estrés. La dificultad de las técnicas empleadas hace difícil la concreción y explicar las divergencias.
No es infrecuente encontrar noticias contradictorias en cuanto a la neurogénesis.
– El ejercicio aeróbico, incrementa la neurogénesis adulta hipocampal, también en la zona zona subventricular de la que parte la corriente migratoria rostral y en el hipotálamo, lo que sugiere que el efecto neurogénico del ejercicio parece influir sobre todo el encéfalo. Además, el ejercicio físico aeróbico está asociado con la expresión de genes relacionados con la plasticidad neuronal y mejora el rendimiento cognitivo tanto en adultos machos como en hembras. Algunos autores creen cómo el ejercicio hace que aumenté mediadores en particular el factor neurotrófico derivado del cerebro (BDNF) y el factor de crecimiento parecido a la insulina 1 (IGF-1). Mi grupo de investigación muestran que el IGF-1 facilita la supervivencia neuronal en un modelo de neurodegeneración
– Que el incremento en el número de neuronas se debe al menos en parte a que hay más supervivencia de nuevas neuronas y no a que el ciclo celular se haga más corto. Sin embargo, aunque estas nuevas neuronas disminuyen con la edad el ejercicio es capaz de evitar la caída de la neurogénesis hipocampal ligada a la edad. En ratones que tienen una mutación en la que falta el gen antiproliferativo Btg1, correr influye sobre la cinética del ciclo celular de las neuronas progenitoras y lleva a un acortamiento del ciclo celular lo que reactiva la proliferación neuronal.
– José R. Alonso Publicado el06/12/2017CategoríasNeuroeducación

La neurogénesis es la aparición de nuevas neuronas y células gliales en el encéfalo. A medida en el que vivimos nos enriquecemos o empobrecemos con los estímulos externos y el quienes somos, la neurogénesis podría jugar un papel importante. Un estudio en ratones modificados genéticamente para ser idénticos ha mostrado que se comportan de forma diferente gracias a la neurogénesis. Como nos cuentan, Olaf Bergmann, Jonas Frisén, “Why Adults Need New Brain Cells,” Science 340: 695-696, 10 May 2013, que se hacen eco del artículo técnico de Julia Freund et al., “Emergence of Individuality in Genetically Identical Mice,” Science 340: 756-759, 10 May 2013.
Cuando se escribió este artículo, se pensaba que en el encéfalo adulto de los mamíferos sólo se generan nuevas neuronas en el bulbo olfativo y en el hipocampo de los humanos.
Julia Freund y sus colegas han estudiado ratones genéticamente idénticos en un entorno complejo durante 3 meses, tras los cuales cada individuo mostró una conducta exploratoria de su entorno diferente que se correlaciona con la neurogénesis de su hipocampo adulto. Cada individuo muestra un “espacio vital” personalizado y una cierta “individualidad”, caracteres similares a los que en humanos calificamos como rasgos de la personalidad. En cierto sentido, la interacción con el medio ambiente esculpe el cerebro gracias al hipocampo. El artículo técnico acaba afirmando que este trabajo podría aportar información sobre cómo al vivir nos convertimos en quienes realmente somos (“the ways in which living our lives makes us who we are”). Cajal decía, que el hombre si se lo propone puede ser el arquitecto de su propio cerebro.
En el cerebro adulto la neurogénesis asi como la generación de nuevas células gliales es mucho muy común y hay pruebas de que también influye en la plasticidad neural. Los oligodendrocitos, que forman la vaina de mielina que envuelve los axones de las neuronas, cuya misión es aumentar la velocidad del impulso nervioso (potencial de acción) y con ella la velocidad de procesado del encéfalo. Se cree que los oligodendrocitos adultos no pueden controlar a cantidad de mielinización, por lo que la mielina nueva requiere la generación de nuevos oligodendrocitos y por ello la mayor parte de la proliferación celular en el sistema nervioso es la producción de estas células gliales.
Todavía era difícil de entender, como la neurogénesis y la generación de células gliales influye en la plasticidad del sistema nervioso central en un encéfalo adulto, pero sí que tenía una amplia influencia en este proceso. Pero de ello a pesar de ciertos fármacos podría influir en el proceso de neurogénesis hay todavía un gran camino, aunque se que algunos antidepresivos utilizados en la actualidad podría influir, era neurogénesis.

Cinco años más tarde , aparece un nuevo articulo en Nature.
La neurogénesis se desvanece en la edad adulta. En el en el hipocampo no nacen nuevas neuronas ¿Existe la neurogénesis en el cerebro adulto? Esta es una de las cuestiones sobre la que la neurociencia ha debatido en las últimas décadas. Un nuevo estudio que se publica en Nature revela que el desarrollo de nuevas neuronas en el hipocampo disminuye progresivamente en los niños y se detiene por completo en la edad adulta. Y tampoco debe entenderse como algo negativo. Probablemente, esto es debido a una elección de la especie humana: el cerebro dispone de todas sus neuronas, ya listas, desde los primeros meses del nacimiento, en la etapa postnatal temprana; si bien no hay un reemplazo neuronal, sí es importante el papel de la plasticidad sináptica», dice uno de los autores de este trabajo, José Manuel García Verdugo, catedrático de la Universidad de Valencia.
El también investigador del Instituto Cavanilles de Biodiversidad y Biología Evolutiva colabora desde hace años en esta línea de investigación con los laboratorios de Arturo Álvarez-Buylla, de la Universidad de California, en San Francisco. Ambos equipos han trabajado con muestras de cerebro humano -en el caso de las aportadas y analizadas por el grupo de García-Verdugo obtenidas gracias a la colaboración de los clínicos del Hospital La Fe de Valencia- para alcanzar la conclusión que ahora exponen, junto con el grupo de Zhengang Yang, de la Universidad de Fudan, en Shangai.
Encontraron que las nuevas neuronas se producen temprano en la vida, pero esa tasa de formación de neuronas disminuye rápidamente a medida que los sujetos envejecen. García-Verdugo afirma «En las muestras fetales, vimos que la circunvolución del hipocampo ya estaba formada». La muestra más antigua que todavía contenía neuronas en desarrollo se tomó de un sujeto de 13 años, «pero ya era residual»,.
En este nuevo estudio los investigadores usaron anticuerpos como marcadores para revelar las células precursoras neurales y las neuronas inmaduras en 59 muestras de tejido cerebral humano que se tomaron de sujetos de diversas edades, desde el feto hasta la edad adulta. Incluyeron 37 muestras postmortem, así como 22 obtenidas de intervenciones quirúrgicas para tratar la epilepsia.
«Hace años, cuando empezamos a trabajar en este campo, vimos que en el ratón había neurogénesis en el giro dentado del hipocampo y ya desde ese primer momento nos planteamos ¿y qué ocurre en el cerebro humano?», recuerda García-Verdugo, al aludir a las claras diferencias entre el modelo murino, donde sí hay neurogénesis, y el humano, donde no han encontrado.
Que en los humanos las neuronas también se formen en el hipocampo durante la edad adulta, mejoraría nuestra comprensión de los procesos de aprendizaje, los trastornos emocionales y el tratamiento por reposición de neuronas, las enfermedades neurodegenerativas.
Nature expone que esa capacidad no sería posible con el ejercicio, o mediante complementos nutricionales, lo que no significa que en cambio se produzca un impacto en la plasticidad neuronal.
Los autores del trabajo sugieren además que los estudios previos pueden haber informado erróneamente la detección de neuronas inmaduras, porque las proteínas utilizadas para marcar estas neuronas en animales no funcionan de la misma manera en los humanos; de nuevo, el modelo de ratón parece insuficiente en estas pesquisas.
¿Y qué ocurre con la pérdida neuronal? ¿Se mueren las neuronas en la edad adulta? García-Verdugo reconoce que es otra cuestión todavía sin una respuesta acrtada. «Para algunos científicos, hay pérdida neuronal, otros consideran que lo que ocurre es que las neuronas acumulan lipofuscina, lo que afectaría a la actividad neuronal».

Referencias:

Altman, J. (1963). Autoradiographic investigation of cell proliferation in the brains of rats and cats.The Anatomical Record, 145(4), 573-591.
Eriksson, P. S., Perfilieva, E., Björk-Eriksson, T., Alborn, A. M., Nordborg, C., Peterson, D. A., & Gage, F. H. (1998). Neurogenesis in the adult human hippocampus. Nature medicine, 4(11), 1313-1317.
Ernst, A., & Frisén, J. (2015). Adult neurogenesis in humans-common and unique traits in mammals.PLoS Biol, 13(1), e1002045.
Kheirbek, M. A., & Hen, R. (2011). Dorsal vs ventral hippocampal neurogenesis: implications for cognition and mood. Neuropsychopharmacology,36(1), 373.
Nakatomi, H., Kuriu, T., Okabe, S., Yamamoto, S. I., Hatano, O., Kawahara, N., … & Nakafuku, M. (2002). Regeneration of hippocampal pyramidal neurons after ischemic brain injury by recruitment of endogenous neural progenitors. Cell, 110(4), 429-441.
Tonchev, A. B., Yamashima, T., Zhao, L., Okano, H. J., & Okano, H. (2003). Proliferation of neural and neuronal progenitors after global brain ischemia in young adult macaque monkeys.Molecular and Cellular Neuroscience, 23(2), 292-301.
Andersen, J., Urbán, N., Achimastou, A., Ito, A., Simic, M., Ullom, K., … & Nakafuku, M. (2014). A transcriptional mechanism integrating inputs from extracellular signals to activate hippocampal stem cells. Neuron, 83(5), 1085-1097.

CUERPO Y ALMA. BIOLOGIA Y ESPIRITUALIDAD

CUERPO Y ALMA. BIOLOGIA Y ESPIRITUALIDAD

Santiago Ramón y Cajal a finales del Siglo XIX postulaba que las neuronas son células discretas (no conectadas para formar un tejido), entidades genética y metabólicamente distintas, que tienen cuerpo celular y expansiones (axón y dendritas), y que la transmisión neuronal es siempre hacia la derecha (desde las dendritas al soma, y luego a las arborizaciones del axón).1 La doctrina de la neurona es la idea, fundamental hoy en día, según la cual las neuronas son la formación básica y funcional del sistema nervioso
Antes de que la doctrina de la neurona, se sostenía que el sistema nervioso era una retícula, o un tejido conectado, más que un sistema compuesto por células discretas.2 Esta teoría, la teoría reticular, sostenía que la función del soma de las neuronas era principalmente proporcionar alimento al sistema.3 Incluso después de que la teoría celular viera la luz alrededor de 1830, la mayoría de científicos no creían que fuera posible aplicar dicha teoría al cerebro o los nervios.
La teoría reticular estaba mantenida por la calidad de los microscopios, que no permitían ver separación entre las células del sistema nervioso
Mediante las técnicas de tinción de células de la época, una sección de tejido neuronal se mostraba bajo el microscopio como una red compleja, y la separación entre las células eran indistinguibles. Dado que las neuronas poseen un gran número de protuberancias neurales. La doctrina de la neurona experimentó un fuerte impulso cuando a finales del Siglo XIX Ramón y Cajal aplicó una técnica para visualizar neuronas desarrollada por Camillo Golgi. La técnica La doctrina de la neurona es la idea, fundamental hoy en día, según la cual las neuronas son la formación básica y funcional del sistema nervioso Y consistía en una solución de plata, que sólo teñía una célula de cada cien; mostrando que las células están separadas y no forman una red continua. Y además teñía todas sus protuberancias. Ramón y Cajal modificó la técnica del teñido y la utilizó en cerebros jóvenes, menos mielinizados, pues la técnica no funcionaba en células mielinizadas.1
Por su técnica y el descubrimiento, respectivamente, Golgi y Ramón y Cajal compartieron el Premio Nobel de Fisiología y Medicina de 1906. Golgi no veía claro que las neuronas no estuviesen conectadas, y en su discurso de entrega defendió la teoría reticular. Ramón y Cajal, en su discurso, contradijo el discurso de Golgi y defendió la doctrina de la neurona actualmente en vigor.
Waldeyer, defensor de Ramón y Cajal, resumió la Doctrina de la Neurona en un escrito de 1891, refutando la teoría reticular.
A pesar de que la doctrina de la neurona continúa siendo el principio central de la neurociencia moderna, ciertos estudios recientes aún cuestionan este punto de vista y han sugerido a los científicos la necesidad de ampliar los estrechos límites de esta doctrina. De entre los más serios desafíos a la doctrina de la neurona destaca el hecho de que las sinapsis eléctricas son más comunes en el sistema nervioso central de lo que antes se pensaba. Esto quiere decir que, más que funcionar como unidades individuales, en algunas partes del cerebro podrían estar activos largos conjuntos de neuronas unidas para procesar información neural. Una segunda crítica surge del hecho de que las dendritas, al igual que los axones, poseen canales iónicos con puertas de voltaje y pueden generar potenciales eléctricos que transmiten la información desde y hacia el soma. Esto cuestiona la visión de las dendritas como simples receptores pasivos de información y de los axones como únicos transmisores. También sugiere que la neurona no funciona únicamente como elemento individual, sino que en el interior de una única neurona pueden ser llevados a cabo cómputos complejos. Por último, el papel de la glía en el procesamiento de información neural comienza a ser más relevante. Neuronas y glías representan los dos tipos principales de célula del sistema nervioso central, pero hay muchas más células gliales que neuronas (se ha estimado que la proporción entre células gliales y neuronas es de 50:1). Recientes estudios experimentales sugieren que las células gliales juegan un papel vital en el procesamiento de información interneuronal, lo cual indica que las neuronas podrían no ser las únicas células procesadoras de información del sistema nervioso].
Referencias
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Sir Charles Scott Sherrington (1857-1952) ocupa un lugar privilegiado en la historia de la neurofisiología. De sus aportaciones es el descubrimiento de la «función integradora del sistema nervioso», en cuyo desarrollo se compendian sus importantes aportaciones al estudio de la diferenciación entre acciones inhibidoras y acciones excitadoras
Sherrington, educado como médico en Londres, Edimburgo y Cambridge, se inclinó por el estudio de la fisiología después de leer las investigaciones de David Ferrier (1843-1928) sobre el córtex cerebral. Sus aficiones filosóficas, añadieron profundidad conceptual al problema mente-cerebro.
Uno de sus profesores en Cambridge, Walter Holbrook Gaskell (1847-1914), le aconsejó que se focalizara primero en el análisis de la médula espinal, a priori más simple y abordable que el examen del córtex cerebral.
René Descartes (1596-1650), en su tratado L’Homme, se había referido a la existencia de acciones reflejas, esto es, de movimientos involuntarios en los que no mediaba un acto consciente. El profesor de Oxford Thomas Willis (1621-1675), autor de la influyente obra Cerebri Anatome cui Accesit Nervorum Descriptio et Usus (1664), en la que sentaba las bases de la neuroanatomía moderna, asumió esta idea cartesiana. La explicó desde la hipótesis de que los espíritus animales (sutiles sustancias de naturaleza material que, tanto para Descartes como para la medicina clásica, recorrerían los nervios para transmitir las órdenes procedentes del cerebro a los órganos periféricos. Sherrington sugirió la existencia de órganos musculares especializados en el procesamiento de acciones reflejas.5 Muchos dudaban de la realidad de estas terminales de un «sexto sentido», pero se había descubierto el sistema propioceptor.
En sus trabajos con monos, Sherrington destinó varios años al examen de los nervios espinales sensoriales y motores, para analizar las distribuciones anatómicas de las raíces espinales.6 En 1895 se trasladó al University College de Liverpool, y durante su período como docente e investigador en esa ciudad inglesa, Sherrington indagó, meticulosamente, en la inervación recíproca (planteada ya por Descartes en su De Homine, y explorada también por autores como Charles Bell –1774-1842–7 y Marshall Hall –1790-1857–8), así como en los mecanismos de coordinación entre los reflejos motores de inhibición y los de excitación. En 1896, tras descerebrar animales anestesiados, Sherrington fue capaz de desconectar el sistema nervioso inferior de los centros de organización cerebrales. Propició un estado de inconsciencia en los especímenes que le permitió estudiar las claves de la inervación recíproca. Comprobó, de esta manera, que al estimular una extremidad se producía coordinación motora, de tal forma que, automáticamente, se generaba movimiento en la extremidad opuesta, sin mediar una acción consciente.9
Los hallazgos de Sherrington sobre las acciones reflejas se condensaron, en gran medida, en su obra The Integrative Action of the Nervous System (1906),10 fruto de las diez conferencias (las «Silliman Lectures») dictadas en 1904 en la Universidad de Yale. Sherrington comprendió que una característica fundamental del sistema nervioso reside en su función integradora (esto es, el propio sistema «integra» la información disponible y la «discrimina» de acuerdo con sus necesidades, para así emitir la respuesta adecuada).11 A juicio de la neurocientífica italiana Rita Levi-Montalcini (1909-…), ganadora del premio Nobel por su descubrimiento (junto con Stanley Cohen) del factor de crecimiento neuronal, la propiedad más importante del sistema nervioso estriba, precisamente, en este papel integrador, discernible ya en los celentéreos (las criaturas más antiguas dotadas de sistema nervioso).12 Sherrington también descubrió que no todas las sinapsis son de naturaleza excitadora, sino que la mayoría exhibe cualidades inhibidoras, de tal manera que una neurona motora puede recibir impulsos excitadores o inhibidores. El adecuado entendimiento de la «inhibición» como proceso activo, y no simplemente como la ausencia de excitación, constituye una de las aportaciones más notables de Sherrington al estudio científico del sistema
El concepto de inhibición no había sido sospechado Cajal, todas sus interpretaciones funcionales sobre la base del flujo continuo de excitación, en que lo importante es ‘la vía de conducción’ . Una actividad que hoy sabemos representa una fracción mucho mayor que la de excitación, especialmente en aquellos centros cerebrales en los que tienen lugar procesos de integración».13 Décadas más tarde, entre los años ’50 y ’60, el neurofisiólogo australiano Sir J. Eccles (1903-1997), alumno de Sherrington, elucidará los mecanismos iónicos mediante los cuales las neuronas motoras generan sus acciones inhibidoras y excitadoras (obtendrá, por ello, el premio Nobel de medicina o fisiología en 1963).14
Sherrington, aseguró que los animales poseedores de un sistema nervioso más desarrollado operan como un todo unificado en virtud de la integración central de la función nerviosa. Por sus contribuciones a la neurofisiología, Sherrington recibió el premio Nobel de medicina o fisiología en 1932, compartido con el también londinense Lord Edgar Adrian.
Sherrington, afirmó que los animales con un sistema nervioso más desarrollado, integran toda la información y sus respuesta como un todo unificado en virtud de la integración central de la función nerviosa. Por sus contribuciones a la neurofisiología, Sherrington recibió el premio Nobel de medicina o fisiología en 1932, compartido con el también londinense Lord Edgar Adrian.
. En palabras suyas, «las señales que entran en el cerebro no son mentales, como tampoco lo son las señales ejecutoras que generan. Pero la señalización que viaja a través de ciertas vías cerebrales […] parece, por así decirlo, obtener energía mental, si bien la pierde de nuevo incluso antes de la penúltima vía de salida».17
En su exposición, Sherrington reconoce que sus frecuentes alusiones a nociones como «energía mental», «experiencia mental» y subyacentes. La dificultad más acuciante estribaría, por tanto, en la «inconmensurabilidad» entre lo físico y lo mental. La negativa de Sherrington a desechar lo mental como un proceso físico de elevada complejidad le lleva al fisicalismo.
Sherrington piensa que esclarecer la relación entre la actividad mental y la nerviosa quizás desborde los límites de la ciencia. A juicio de Pavlov, este comentario abre la puerta, peligrosamente, a una actitud dualista: «¿Cómo puede ser que a día de hoy un fisiólogo dude de la relación entre la actividad nerviosa y la mente?», se interroga, retóricamente, Pavlov.19 Para él, esta posición es subsidiaria de «un concepto puramente dualista», que concibe el cerebro como un instrumento pasivo y el alma como el «agente» que pilota el cuerpo. Es preciso advertir, sin embargo, que de las palabras de Sherrington no se colige necesariamente una óptica dualista de esta clase. El dualismo de Sherrington posee, como veremos a continuación, un mayor refinamiento teórico. Se asemeja más a un interaccionismo (como el que exhibirán, décadas más tarde, Sir John Eccles y Sir Karl Popper20). No conjetura la existencia
Para Sherrington, la mente no es susceptible de reducción a ninguna forma de energía (en la acepción «física» que subyace al concepto de «energía»; por tanto, toda apelación a una «energía mental» resultaría improcedente, si la noción de «energía» aquí empleada traspusiera la barajada por las ciencias naturales). La razón reside en la ausencia de espacio-temporalidad en los eventos mentales. La ciencia no logra comprender lo mental desde los parámetros fijados por la noción de energía. Según Sherrington, en la cosmovisión científica, la mente parece proceder de la nada y retornar a la nada,27 en el sentido de que se antoja inasequible para una explicación puramente energética y evolucionista. Emerge misteriosamente desde lo no-mental, y cuando fallecen los individuos provistos de capacidades mentales, se sumerge en un enigmático y oscuro océano de nihilidad.
Platon concibe la mente como una entidad infinita aprisionada en un cuerpo finito, encerrada en una estructura como la del cerebro. Sherrington, cree que la mente no pudo irrumpir de novo en la dinámica evolutiva de la vida: «la mente humana constituye un producto reciente por parte de nuestro planeta, generado por una mente que se encontraba allí desde mucho antes, y que suscitó la mente humana a través de transformaciones graduales de la mente previa».
Los patrones de energía acaecen en el espacio y en el tiempo. Son dimensionales; por tanto, se «localizan» en un punto y en un instante. La mente no exhibe esta naturaleza dimensional. No se «encuentra» en ubicación alguna ni se palpa en un momento concreto. Los acontecimientos físicos y los eventos mentales no son, por tanto, reductibles los unos a los otros, porque el «yo» jamás se aprehende en una localización espacio-temporal específica. Este hecho, que a no pocos autores induciría a desdeñar la existencia de algo. La mente no puede proceder de la vasta evolución de la materia. No puede brotar de la no-mente.
Los observadores críticos creen que Sherrington llega a estas conclusiones como consecuencia de haber adoptado una distinción demasiado rígida entre lo mental y lo no-mental. Lo mental bien pudiera provenir de la paulatina evolución de la materia hacia manifestaciones más complejas.
El dualismo de Sherrington establece una profunda fisura en el seno de la realidad. Su fragmentación irreconciliable entre la materia y la mente dificulta en extremo (o más bien imposibilita) vislumbrar una explicación científica de la conciencia. Lo cierto es que el hecho de que un científico de la talla de Sherrington, una de las cimas de la fisiología del siglo XX, se haya adherido a un planteamiento dualista muestra, de manera suficientemente expresiva, la gravedad del problema que afronta la ciencia a la hora de elucidar la naturaleza de lo mental. Aunque el argumento de autoridad quizás sea el menos autoritativo de los argumentos, resulta innegable que, cuando neurocientíficos de la altura de Sherrington, Penfield y Eccles adoptan un posicionamiento dualista, su actitud se debe a la persistencia de un misterio hondo y aparentemente inabordable: cómo puedo yo «percatarme de mí mismo», es decir, poseer conciencia. Los trabajos realizados en las últimas décadas han desvelado, gracias a avances técnicos como, por ejemplo, la neuroimagen, la funcionalidad de las distintas áreas cerebrales. El estudio de la relación entre conciencia y lenguaje ha puesto de relieve la estrecha conexión que existe entre ambos. La fisiología, por su parte, ha avanzado considerablemente en el estudio de distintos sistemas sensoriales (aunque subsista el denominado «binding problem»). Sin embargo, descifrar las claves de la conciencia constituye, aún hoy, el mayor desafío para la
Referencias
Sir Charles Sherrington and the nature of mind
CARLOS BLANCO Universidad de Navarra:: 15/05/2013

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WALLACE, A.R. Natural Selection and Tropical Nature, Macmillan, Londres 1870.

REDUCCIONISMO

REDUCCIONISMO
Das lernen verwandelt uns… (El aprender nos transforma…) Friedrich Nietzsche

El reduccionismo es el enfoque filosófico según el cual la reducción es necesaria y suficiente para resolver diversos problemas del conocimiento.1
Un conjunto de tesis ontológicas, gnoseológicas y metodológicas acerca de la relación entre diferentes ideas o campos científicos.
El problema del reduccionismo o, mejor dicho, el problema de la reducción, es pertinente respecto de otros problemas básicos de la filosofía y, en particular, de la filosofía de la ciencia, entre ellos los de la estructura de las teorías científicas, las relaciones interdisciplinarias, la naturaleza de la explicación, la unidad del método científico y de la ciencia en general, así como con respecto a problemas metafísicos tales como el de la emergencia.23
Se puede sostener que los procesos mentales son reducibles a procesos cerebrales (hipótesis de la identidad mente-cerebro), lo que constituye una reducción ontológica, y a la vez rechazar la reducción (total) de la psicología a la neurofisiología. Aun en sus casos más exitosos, lo más habitual es que las reducciones solo sean parciales, no totales.2
Desde Aristoteles sabemos que lo reduccionista seria un carácter fundado solo en el raciocinio , Y que un carácter virtuoso se acompaña de emociones
Pretendo en este artículo, revisasr y tratar de entender, sí puede separarse el cerebro de la mente
Empezaré por estudiar la anatomía del sistema nervioso que hace Cajal, que compuso la teoría de la neurona, y el pilar de la estructura del sistema nervioso. Pero llamaba la atención lo poco interesado que estuvo Cajal de relacionar lo biológico con lo espiritual y como nunca se acercó a la funcionalidad del sistema nervioso. Golgi no veía claro que las neuronas no estuviesen conectadas, y en su discurso de entrega defendió la teoría reticular. Ramón y Cajal, en su discurso, contradijo el discurso de Golgi y defendió la doctrina de la neurona actualmente en vigor.
Sir Charles Scott Sherrington (1857-1952) ocupa un lugar privilegiado en la historia de la neurofisiología. De sus aportaciones es el descubrimiento de la «función integradora del sistema nervioso», en cuyo desarrollo se compendian sus importantes aportaciones al estudio de la diferenciación entre acciones inhibidoras y acciones excitadoras. Sherrinthon , coqueteo con lo físico y lo psíquico, pero con claro descubrimiento de las funciones de inhibición del sistema nervioso. En algún momento de estos estudios este lector se debate entre lo biológico y espiritual, y el reduccionismo. Y gana la teoría de cuerpo y mente phn,
No es hasta recientemente, cuando se descubre, que determinadas lesiones cerebrales, cursan con deterioro de lo físico y de lo psíquico. El neurólogo Antonio Damasio en colaboración con su esposa Hanna también neurologa, en el cráneo de Pineas Gage, atravesado por una barra de hierro durante la construcción del ferrocarril. Encontraron en el registro del Medico quer atendio a Pineas gage y que lo siguió durante años, que este señor, pasó de ser ordenado , muy capacitado, elegante y buen ejecutor, pasa a ser mentiroso, bebedor, inestable y en general emocionalmente destruido y fue un inadaptado durante el resto de su vida. Las lesiones bifrontales medio-basales, son responsables de la alteración de la conducta y de las emociones, sin afectar a funciones motoras ni sensitivas.
Se terminaba asi el problema de cuerpo y alma, el reduccionismo está establecido.
El estudio de otros enfermos con lesiones bifrontales, nos han aportado, alteraciones de las emociones sin que se afecte el resto, y llama la atención PcpvEl profundamente que algunos de estois enfermos tenia “el síndrome de Diosgenes” que detallare, cuando hable de Antonio Damasio.
Por lo pronto escribiré, sobre las aportaciones de Cajal como histologo y Sherrinton descubridor de la inhibición como fundamental en el funcionamientro del sistema nervioso y terminaré intentando solucionar el problema de biología y espiritualidad.
Bunge, M. (2001) Diccionario de filosofía. México, Siglo XXI.
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Brigandt, I. y A. Love (2008) Reductionism in Biology, The Stanford Encyclopedia of Philosophy (Fall 2008 Edition), Edward N. Zalta (ed.)
Damasio. El error de descartes. La razón de las emociones.

Estado de ánimo

Estado de ánimo

¿Cómo podriamos denominar a ese malestar que invade al individuo de nuestros días, o mejor tan frecuente en nuestros días que se caracteriza por no permitir una vida plena.
Seguro que no es una enfermedad y si un síntoma común y plural.
Cuando era joven definía la felicidad como:
No tener dolor ni malestar interior.
Esto sigue teniendo vigencia y el porcentaje de personas, sobre todo del mundo civilizado, que tienen esta patología es sobrecogedora.
Zigmun Bauman nacido en Polonia en 1925 y fallecido recientemente, adopta un papel reflexivo para el pensamiento social. Su interés sobre el la posmodernidad le hizo estudiar en diversos ensayos el concepto “de vida líquida”. Básicamente la característica de este tipo de vida se define por no mantener un rumbo determinado, ya que como líquida no mantiene mucho tiempo la misma forma. Lo que define la vida líquida es la precariedad y la incertidumbre constante. No se obsesiona con actualizar los conocimientos que se mueven a velocidades que impiden la adaptación. Nuestra vida consiste en una serie innumerable de nuevos comienzos. Y posiblemente también de interminables fines. Caminamos con la preocupación de encontrar fines rápidos y soportables.
La sociedad moderna nos obliga a actuar tan rápidamente que nos impide consolidar hábitos y rutinas, que hasta ahora se consideraban imprescindibles para evolución.
Las determinaciones y las herramientas utilizadas para su ejecución se tornan viejas antes de conocerlas. La vida líquida es inestable y nos proporciona una incertidumbre constante.
Necesitamos en nuestros tiempos utilizar el antiguo axioma “es más importante olvidar que aprender”. Es más difícil librarse de las cosas que saber adquirirlas.
La vida liquida se puede definir como una serie de nuevos comienzos. En nuestro tiempo eliminar los residuos ocupa un puesto prioritario. Como dice Bauman, es la destrucción creativa, pero esto se hace destruyendo otras formas de vida y por supuesto a los humanos que la practican.
Un nuevo tipo de tener éxito se impone en las personas que circulan en el vértice de la pirámide a las que importa poco el espacio, y la distancia no supone molestias. Estas personas son ligeras, ágiles y se sienten bien en cualquier parte. Tienen una existencia nómada. No poseen riquezas materiales, sólo conocen las leyes del cambio. Los valores son volátiles y un futuro donde predomina el “yo” no les interesa y su interés busca el grupo que cada vez tiene más realidad.
Su prototipo a imitar es Billy Gates prototipo del éxito empresarial con disposición de destruir lo que él mismo ha construido y sin tolerancia a la fragmentación. Es capaz de vivir en el desorden, en lugar de enquistarse. Esta personas viven en una ciudad invisible cuyos habitantes son presas del aburrimiento y estriado y no soportan su entorno y por ello se mudan constantemente. Cambian de domicilio, de esposa, de trabajo y en conjunto buscan entornos diferentes.
Caminar siempre por el agua, nunca en contra de corriente sin aferrarse a los márgenes ni a las rocas del río si ni siquiera conservar las opiniones o visión del mundo, sino simplemente sosteniendo lidera pero inteligentemente lo que se te vaya presentando tu paso para inmediatamente soltarlo con elegancia fijarlo. El autor desta frase Dr. Descalzos, sentido en el profeta oriental Lao-Tse.
La gente de nuestro tiempo que aspira no necesitan soportar nada con fuerza, sólo con la suficiente para retenerlo y soltarlo cuando se presuma que empieza a ponerse viejo.
Empecemos por ver las distintas formas de interpretación y denominación de esta forma de vivir la vida que con frecuencia se convierte en patología.

I. TALANTE
Talante y estado de animo eran sinónimos cuando yo estudiaba medicina.
La serie de alteraciones que ocurren en este talante o estado de animo, es extensa y la intención que tengo con este articulo es aclarar a que nos referimos cuando decimos algo inherente a como me siento y en que consiste, ese en general malestar
El término talante indica, ante todo, la disposición anímica, el estado emotivo por el que una persona se siente de una forma determinada ante /sí mismo y frente al mundo. Cada hombre tiene un talante que condiciona y colorea su mundo de percepciones, pensamientos y sentimientos. El talante «es un hábito sentimental, condicionado por las emociones que siente y percibe. Los sentimientos de odio, envidia o resentimiento, condicionan su talante y estado de animo. La suma algebraica de los elementos que componen este talante se verterán al exterior y llenaran nuestro mundo de hermosura o de malestar.
El talante puede figurar, o desfigurar, las cosas. Lo que biológicamente aparece como tono vital o temperamento es la resultante de lo anímicamente vivido. Este estado de no es especifico de ningún grupo social, es del cada hombre. Este, y no otro, es el sentido de la frase de Fichte de que «la filosofía que se elige, depende de la clase de hombre que se es». Esta primacía del talante, ¿acarrea el subjetivismo y la incomunicación de la verdad personal? A primera vista, parecería que cada hombre es determinado inexorablemente por su talante y que este constituye una especie de compartimiento estanco al que corresponderá una verdad puramente relativa a él. Efectivamente, «cada estado de ánimo nos defiere un aspecto de la realidad, hasta el punto de que lo que en el habla usual se llama la experiencia de la vida no consiste en otra cosa que la articulación jerarquizada de los estados de ánimo por que se ha pasado, en haberla ido viviendo a través de todas las situaciones existenciales, a través de todas las edades, coloreada por las diversas vivencias correspondientes al niño, al adolescente, al joven, al hombre maduro, al viejo»2.
Cada estado de ánimo nos descubre una cara de la realidad, y posiblemente, solo posiblemente es posible actuar sobre el ánimo, modificando su estado. Aquí radica la diferencia, desde el punto de vista ético, entre el pathos (temperamento) y el ethos, carácter o personalidad moral. El pathos se tiene, se nace con él, pero el ethosse forja. Hay un condicionamiento fisiológico y biológico del talante. «Todo el mundo sabe por experiencia hasta qué punto nuestra disposición anímica depende del estado de salud en que nos encontramos, del cansancio, de la irritación o sedación de nuestros nervios»3. Pero si toda actividad espiritual se alza sobre una base fisiológica, también es cierto que se puede modificar. El amor constituye uno de los modos de obrar sobre el estado de ánimo propio y ponernos en comunicación espiritual –este es el modo de conocimiento llamado de simpatía–con el estado de ánimo ajeno. Las funciones cerebrales superiores expresadas en forma diversas colaboran. Pero no sólo la poesía, también la música, la filosofía, la /religión, etc.
Si el talante es la disposición anímica, espontánea, prerracional, de encontrarse el hombre ante la vida, cabe decir que no hay un único estado de ánimo apto para el conocimiento, porque la vida ofrece múltiples caras, vertientes muy diversas. No hay un solo estado de ánimo, sino una jerarquía en cuya cúspide cabe situar el buen talante, donde radican la esperanza, la confianza, la fe y la paz. Pero estas disposiciones anímicas, nobles y limpias de oscuridades egoístas, no podrían prevalecer en un mundo miserable y roto, cruel y amargo, sin un fundamento supramundano, es decir, religioso; requieren el apoyo en un Dios revelado e infinitamente misericordioso, en una tradición, en una Iglesia, cuya cabeza invisible es Cristo, que nos conduzca de la mano, como a niños, a la salvación; y que este sentimiento de apoyo tenga un fundamento racional suficiente y dé al talante estabilidad, firmeza de actitud.
Hay, en suma, una jerarquía de estados de ánimo que se reducen a la autenticidad y a la profundidad. Y el temple anímico fundamental, aquel desde el que se vive y del que se vive, el temple último radical es siempre religioso o irreligioso.
La religión, determina, o codetermina, nuestro talante ¿colorea el talante, de algún modo, la religión que se vive y en la que se vive?. El hábito o vivencia continuada de cualquier religión, dando al alma una idea de la vida, un ethos y un ideal nuevos, la transforman, a veces hasta de raíz, poniéndola en conformidad con ellos. Aunque con exageración, no en vano se ha dicho que «el hábito es una segunda naturaleza»; cuánto más el hábito religioso: «Quien cree en un Dios colérico, arbitrario y terrible, acaba haciéndose pusilánime y aterrado, o bien estoicamente desesperado. Quien confía en un Dios bondadoso, equitativo y amante, se torna sereno y alegre o termina convirtiéndose en perezoso y temerariamente seguro de su salvación»4.
Si Fichte dijo que la filosofía que se elige depende de la clase de hombre que se es, con mayor razón puede afirmarse que cada cual busca la religión que mejor se acomoda a su habitual disposición de ánimo. O, en otras palabras, cada ser humano propende a abrazar la fe que mejor se adecua a su modo psíquico de ser y, aun la fe recibida, la vive según su personalísima idiosincrasia. La situación religiosa influye en el talante y el talante en la situación religiosa.
La religión que se cree y en la que se vive, conforma al hombre con más fuerza que cualquier otra condición o influencia. Según como sea nuestro Dios, así seremos nosotros. La religión no es sólo cultura, aunque también lo es; es el núcleo central de toda filosofía y, en general, de toda cultura.
1 J. L. López Aranguren , Obras completas I: Filosofía y religión, Trotta, Madrid 1994, 217. — 2 ID, 220. — 3 ID, 221. — 4 ID, 227. — 5 ID, 227. — 6 ID, 234.
BIBL.: AA.VV., Teoría y sociedad: homenaje al profesor Aranguren, Barcelona 1970; BLÁZQUEZ E, José Luis L. Aranguren, medio siglo de la historia de España, Ethos, Madrid 1994; GUY A., La théorie du talante chez J.L. L. Aranguren, en AA.VV., La nature humaine, PUF, París 1961, 292-296; ID, L’ambivalence du talante religieux selon Aranguren, en Mélanges André Combes III, París 1968, 469-480; LÓPEZ ARANGUREN J. L., El buen talante, Tecnos, Madrid 1985; ID, Catolicismo y protestantismo como formas de existencia, en Obras Completas I: Filosofía y Religión, Trotta, Madrid 1994, 209-413; ID, Talante, juventud, moral, Madrid 1975

II. EL ESTADO DE ÁNIMO
El estado de ánimo es una actitud o disposición emocional en un momento determinado. No es una situación emocional transitoria. Es un estado, una forma de permanecer, de estar, cuya duración es prolongada y destiñe sobre el resto del mundo psíquico. Se diferencia de las emociones en que es menos específico, menos intenso, más duradero y menos dado a ser activado por un determinado estímulo o evento.1 2 3
Los estados de ánimo suelen tener una determinada valencia o lo que es lo mismo, se suele hablar de buen y de mal estado de ánimo; activado o deprimido. A diferencia de las emociones, como el miedo o la sorpresa, un estado de ánimo puede durar horas o días. Cuando esta valencia se mantiene habitualmente o es la que predomina a lo largo del tiempo, se habla entonces de humor dominante o estado fundamental de ánimo.
El estado de ánimo sufre oscilaciones a lo largo del tiempo. Cuando sucede dentro de unos límites que no generan dificultades a la persona, se denomina eutimia. Cuando es anormalmente bajo se llama depresión. Cuando es anormalmente alto se llama hipomanía o manía. La alternancia de fases de depresión con fases de manía se llama trastorno afectivo bipolar.
También se diferencian del temperamento y de la personalidad, los cuales generalmente no suelen tener una componente temporal, sino que son actitudes permanentes en el tiempo. No obstante, determinados tipos de personalidades, como el optimismo o la neurosis, pueden predisponer al sujeto a determinados estados de ánimo. Ciertas alteraciones del estado de ánimo, como la depresión o el trastorno bipolar, forman una clase de patologías denominadas trastornos del estado de ánimo.
Según algunos psicólogos, como Robert Thayer, el estado de ánimo es una relación entre dos variables: energía y tensión.4 Según esta teoría, el estado de ánimo diverge entre un estado energético (de más cansado a más activo) y un estado referido al grado de nerviosismo (entre más calmado o más tenso), y se considera que el «mejor» es un estado calmado-energético y el «peor», un estado tenso-cansado. Thayer también defiende una conexión especial entre la alimentación y el ejercicio físico en el estado de ánimo.5
Un reciente metaanálisis llegó a la conclusión de que, contrariamente al estereotipo del artista sufridor, la felicidad es uno de los factores que propician la creatividad, mientras que un bajo estado de ánimo propiciaría menores niveles de ésta.6
Los estados de ánimo pueden ser provocados de manera experimental, el procedimiento más común es la inducción a un estado de ánimo determinado, y posteriormente la evaluación de su influencia sobre la ejecución de una tarea cognitiva. De acuerdo a Forgas (1999), una de las relaciones que más interés ha despertado es sobre el proceso de la memoria. Parece constatado que la información cargada emocionalmente es recordada mejor que la información neutra.7
-Robert E. Thayer define un estado de ánimo como un sentimiento de fondo que persiste en el tiempo. Sus investigaciones afirman que los estados de ánimo surgen de la energía y la tensión y que éstos pueden entenderse a partir de cuatro estados básicos que dependen del espectro energía-tensión.
1. Calma-energía. Es el estado donde el sujeto se siente a gusto, en confianza y optimista. Es el estado ideal para realizar actividades como el trabajo y estudio puesto que se presenta con alta energía y tensión baja. Regularmente suele presentarse en las mañanas.
2. Calma-cansancio. Es la sensación previa al sueño en el que el sujeto alcanza un punto donde no hay energía ni tensión.
3. Tensión-energía. Es la sensación que experimenta el sujeto cuando se le ha acabado el tiempo para cumplir alguna actividad sea entregar un trabajo, pagar un servicio, atender una cita, etc. La sensación de urgencia genera una frecuencia cardíaca elevada porque el cuerpo está liberando adrenalina, lo que ocasiona que se presenten altos niveles de energía y tensión.
4. Tensión-cansancio. Es el estado que se origina cuando existe agotamiento. En este punto existen pensamientos negativos debido a que existe cansancio físico acompañado de ansiedad nerviosa. Es un estado de baja energía y alta tensión que comúnmente acontece durante las tardes.
Las fluctuaciones del humor son eminentemente moduladas por la satisfacción o la insatisfacción de diversas necesidades instintivas (el hambre, la sed, el sueño, la sexualidad); relacionales (vida conyugal, familiar, profesional); o culturales (ocio, vacaciones). Las variaciones patológicas del humor pueden hacerse en el sentido negativo (la depresión), positivo (un carácter muy expansivo) o inscribirse en el sentido de una indiferencia.
• Humor depresivo o distimia, los afectos depresivos expresan matices desde la morosidad, de la languidez, de la nostalgia, de la ideación suicida, del desaliento, hasta la depresión más autentica y más profunda, estado de tristeza patológico y de dolor moral. Esta disforia se acompaña de un sentimiento de desvalorización de si mismo, de pesimismo, de cansancio y de inhibición.
• Humor expansivo o hipertimia, expresa matices de la satisfacción, del bienestar, de la felicidad, de la euforia hasta el éxtasis. Esos estados de exaltaciones tímicos son de grados muy diversos, desde la hipomanía habitual de algunos sujetos hiperactivos hasta la gran excitación tímica, ideática y motora de la manía aguda. Algunas intoxicaciones (alcohol, éter, anfetaminas) pueden dar lugar a exaltaciones tímicas pasajeras.
• El humor neutro o «eutimia», algunos estados afectivos se caracterizan a la inversa de los precedentes por una frialdad, una neutralidad, una atonía, por el carácter indiferenciado del humor, el cual parece inaccesible a los estímulos habituales. Un humor totalmente neutro supondría una indiferencia total y no se observa en condiciones psicológicas normales, por ello el término «eutimia» designa habitualmente estados de ánimo normales y excepcionalmente estados de ánimo neutros por ser más infrecuentes, como en esquizofrénicos, donde se observan casos de embotamiento tímico (aplanamiento afectivo), de indiferencia aparente, alternando a veces con unos accesos depresivos o eufóricos.
Sin embargo, la teoría de Thayer conduce a pensar que el estado de ánimo se trata únicamente de una condición reactiva ante estímulos externos y desestima los elementos psíquicos internos propios de la persona, reduciéndola así a una mera relación causa-efecto en la que el estado de ánimo es el resultado (efecto) de una causa o número de causas de origen exógeno. Otras escuelas, como el psicoanálisis, ven en el estado de ánimo una expresión o una suerte de síntoma dependiente de procesos inconscientes infinitamente más complejos y subjetivos en tanto que se ligan a la propia historia del sujeto y cuya expresión se hace presente no solo a través de la conducta, sino también a través de posibles somatizaciones o manifestaciones físicas capaces de presentarse en la forma de padecimientos como la dermatitis, el dolor de cabeza o el estreñimiento, entre otros.8

III LA DISTIMIA
La distimia, también llamada trastorno distímico, es un trastorno afectivo de carácter depresivo crónico, caracterizado por la baja autoestima y aparición de un estado de ánimo melancólico, triste y apesadumbrado, pero que no cumple con todos los patrones diagnósticos de la depresión. …
Se considera que puede afectar a entre un 3 y un 5 % de la población.
El inicio suele ser temprano. Aparece con doble frecuencia en mujeres que en hombres, sola o asociada a otros trastornos psiquiátricos, sobre todo depresiones graves y pérdida del apetito sexual. Es frecuente en su evolución el deterioro social y el abuso de sustancias como alcohol y otras drogas. Se halla emparentada con la neurastenia o la psicastenia.
El principal síntoma es el estado de ánimo distímico persistente casi todos los días a lo largo de al menos dos años.1 Un año en niños y adolescentes.
Otros síntomas pueden ser:
• Trastornos alimentarios: inapetencia o ingesta compulsiva.
• Trastornos del sueño: insomnio o hipersomnia.
• Sensación de déficit de energía vital (astenia), cansancio injustificado, fatiga continua.
• Trastornos de la memoria y la capacidad de concentración.
• Baja autoestima, sentimiento de incapacidad, sentimiento de desesperanza, pesimismo.
• Incapacidad para la toma de decisiones.
El diagnóstico viene dado por la existencia del síntoma principal y alguno de los secundarios de forma persistente y estable, si bien los pacientes pueden experimentar variaciones a lo largo del tiempo en la intensidad de la sintomatología.
El tratamiento más eficaz es la asociación de fármacos antidepresivos inhibidores de la recaptación de serotonina con las psicoterapias conductuales, cognitivas, psicoanalíticas, interpersonales, de grupo…
Sin tratamiento, lo habitual es que la distimia evolucione a una depresión mayor, llamada «depresión doble».2
La medicación utilizada pasa por:, los antidepresivos los más comúnmente usados para este trastorno son los inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina (ISRS); es decir, entre otros: fluoxetina (FLUOXAC), sertralina (SERTEX), escitalopram (SELECTIVE), paroxetina (XERENEX), y citalopram (Celexa).3 Otros antidepresivos que pueden ser utilizados incluyen nuevos agentes de acción doble, como bupropion (Wellbutrin), venlafaxina (Effexor), mirtazapina (Remeron, Avanza), (Pristiq) y duloxetina (Cymbalta).
A veces dos medicamentos antidepresivos diferentes son prescritos en conjunto, o un médico puede prescribir un estabilizador del estado de ánimo o medicamento ansiolítico en combinación con un antidepresivo.
Algunos efectos secundarios para los SSRIs son: disfunción sexual, náusea, diarrea, somnolencia o insomnio, pérdida de memoria a corto plazo y temores. Los medicamentos antidepresivos pueden causar suicidio y agresión en algunos casos, en particular, en niños y adolescentes.4 Algunos antidepresivos son ineficaces en algunos pacientes. Los antidepresivos más antiguos, como antidepresivos tricíclicos o IMAOs pueden ser usados en estos casos. Los antidepresivos tricíclicos son más eficaces, pero tienen peores efectos secundarios. Los efectos secundarios de los antidepresivos tricíclicos son «aumento de peso, sequedad de boca, visión borrosa, disfunción sexual, y presión arterial baja».
La distimia es una patología que dura años. Son pocas las personas que se recuperan completamente. Lo habitual es que el tratamiento, sin resolverlo completamente, mejore significativamente el cuadro clínico, precisando el mantenimiento de la terapia de modo crónico.
Referencias
Harvard Health Publications. Retrieved on December 12, 2009.
1. Double Depression: Hopelessness Key Component Of Mood Disorder Accessed 2008 July 17
2. National Institute of Mental Health
3. US Food and Drug Administration: Antidepressant Use in Children, Adolescents, and Adults retrieved 2010 June 3
• Davidson JR, Abraham K, Connor KM, McLeod MN (February 2003). «Effectiveness of chromium in atypical depression: a placebo-controlled trial». Biol. Psychiatry 53 (3): 261–4. doi:10.1016/S0006-3223(02)01500-7. PMID 12559660.

IV. LA ANHEDONIA (del griego ἀν- : an- «falta de» y ἡδονή : hedoné «placer») es la incapacidad para experimentar placer, la pérdida de interés o satisfacción en casi todas las actividades. Se considera una falta de reactividad a los estímulos habitualmente placenteros. Constituye uno de los síntomas o indicadores más claros de depresión, aunque puede estar presente en otros trastornos, como por ejemplo, en algunos casos de demencias (Alzheimer) y el trastorno esquizoide de la personalidad.
Las primeras definiciones de la anhedonia enfatizan experiencia placentera, modelos más recientes han puesto de relieve la necesidad de considerar diferentes aspectos del comportamiento divertido, como la motivación o deseo de participar en una actividad («anhedonia motivacional»), en comparación con el nivel de disfrute de la actividad en sí misma («anhedonia consumatoria»).
La anhedonia es la incapacidad para experimentar placer con actividades que normalmente resultarían agradables o con las que antes se disfrutaba. Es como si la persona estuviera anestesiada y la anestesia, en vez de evitar que sintiese dolor, le impidiera reconocer los estímulos positivos que conducen al placer, o directamente los bloqueara.
Según los investigadores, el problema puede deberse a una alteración del sistema de recompensa en el cerebro, un mecanismo por el que la dopamina provoca satisfacción al comer o mantener relaciones sexuales, por ejemplo.
Más que un trastorno en sí mismo, la anhedonia se considera un síntoma o signo de que el individuo sufre un trastorno emocional o psiquiátrico, como la depresión, la distimia, la esquizofrenia, o una adicción a drogas o alcohol que le impide disfrutar de cualquier sensación placentera que no esté ligada al consumo de esas sustancias. También puede ser un efecto secundario de algunos medicamentos.
La anhedonia puede afectar a todos los ámbitos de la vida, o centrarse en un solo aspecto; así, por ejemplo, existe la anhedonia social, cuando la persona no disfruta del contacto con los demás y su interés por relacionarse es nulo, lo que le lleva al aislamiento social; o la anhedonia eyaculatoria, que se caracteriza por que la eyaculación no va acompañada del placer del orgasmo.
Recientemente, un grupo de investigadores españoles ha identificado lo que se ha denominado ‘anhedonia musical’, que define la incapacidad de muchas personas para emocionarse o disfrutar al escuchar una melodía, aunque otras actividades sí les produzcan sensaciones placenteras.

Decir que la anhedonia. Se trata de un síntoma, no de un trastorno mental, aunque suele ser una de las formas de expresión de diferentes tipos de enfermedad mental.
Los trastornos en los que es más frecuente que aparezca la anhedonia son, especialmente, los trastornos depresivos: en la depresión se suele dar un aplanamiento emocional y una sensación que los pacientes describen como incapacidad para disfrutar de cosas que deberían estimularlos de manera positiva.
Sin embargo, la anhedonia también es relativamente común en casos de esquizofrenia y de distimia, así como en personas que se han vuelto tan adictas a una sustancia (alcohol, cocaína, y otras drogas) que se han habituado a eso y se han vuelto insensibles a otras formas de satisfacción.

La cultura tiene una gran influencia. Una conducta puede ser aceptada por un grupo cultural y no ser bien vista por otro. Los factores biológicos son la causa principal donde se encuentran las influencias perinatales y la salud física. Es el médico el que determinará si es normal o anormal.
Los criterios generales para diagnosticarla como un trastorno son ver el grado de insatisfacción con las capacidades y logros del paciente, evaluar sus relaciones interpersonales y la forma en que afronta los acontecimientos de su vida. Lo importante es que el paciente aprenda a aceptar los hechos como se presentan; si su comportamiento le causa un daño a él y/o a los demás, entonces se transforma en una patología que debe ser tratada.
En 1976 L. Chapman y M. Raulin propusieron dos escalas, conocidas como «escalas de Chapman», para la valoración de la anhedonia:1 la escala para la anhedonia física y la escala para la anhedonia social. Posteriormente ambas escalas fueron revisadas pero, aunque ampliamente difundidas, no han llegado a ser publicadas de forma oficial. La Escala Revisada para la Anhedonia Física2 es un cuestionario autoaplicado de 61 preguntas que valora la capacidad de experimentar placer de estímulos físicos típicos, como la comida, el tacto, el sexo, etc., mediante preguntas como «Los bellos decorados siempre me han gustado«. La Escala Revisada para la Anhedonia Social3 es un cuestionario autoaplicado de 40 preguntas que valora la capacidad de experimentar placer de estímulos como el trato con la otra gente, charlar, intercambiar impresiones o sentimientos, etc., mediante preguntas como «Un viaje en coche es más agradable si alguien me acompaña».
Inicialmente, los que desarrollaron las escalas creyeron que la escala para la anhedonia física sería la más útil de las dos escalas, y que la escala para la anhedonia social se vería afectada por la presión social y el sesgo derivado del deseo de agradar. Estos supuestos no se vieron confirmados en las investigaciones posteriores. En primer lugar, la escala para la anhedonia social resultó ser la más útil de las dos escalas, y demostró ser un robusto indicador del desarrollo posterior de trastornos del espectro esquizoide. En segundo lugar, la escala para la anhedonia social resultó ser estable en el tiempo para casos de individuos diagnosticados de esquizofrenia.
La anhedonia social ha demostrado ser también un rasgo característico del trastorno del espectro autista, lo que ha motivado, por ejemplo, el estudio4 del solapamiento diagnóstico entre el síndrome de Asperger y el trastorno esquizotípico de la personalidad.
Referencias
1. Chapman, L. J., & Chapman, J. P. (1978). «Revised physical anhedonia scale» (Available from L. J. Chapman, Department of Psychology, 1202 West Johnson Street, University of Wisconsin, Madison, WI 53706).
2. Eckblad, M. L., Chapman, L. J., Chapman, J. P., & Mishlove, M. (1982). «The revised social anhedonia scales». (Available from L. J. Chapman, Department of Psychology, 1202 West Johnson Street, University of Wisconsin, Madison, WI 53706).
3. Ruth M. Hurst, Rosemery O. Nelson-Gray, John T. Mitchell and Thomas R. Kwapil. «The Relationship of Asperger’s Characteristics and Schizotypal Personality Traits in a Non-clinical Adult Sample», Journal of Autism and Developmental Disorders, Volume 37, Number 9 / October, 2007.
Chapman, L. J., Chapman, J. P., & Raulin, M. L. (1976). «Scales for physical and social anhedonia». Journal of Abnormal Psychology, 87, 374-407.
V. MELANCOLIA
Es un sentimiento que nos recuerda que nos falta algo, que estuvo ahí, que era bueno para nosotros, pero que ya no podemos recuperar.
Dice Víctor Hugo que “la melancolía es la felicidad de estar triste”. Lo cierto es que cuando nos sentimos melancólicos nuestro estado de ánimo suele asociarse a la tristeza, aunque lo que estamos recordando sean buenos momentos del pasado.
La melancolía sin memoria no es posible.
Rememoramos viajes, momentos, personas o experiencias que nos hacen pensar que, cualquier tiempo pasado fue mejor. Cuando alguien está melancólico, realmente está sufriendo por algo que ya no puede tener. Es una manera de dolor permitido, es decir, recordamos algo o a alguien que ya no está con nosotros. Eso nos duele, pero también nos hace pensar que es nuestro, que nos pertenece, aunque sólo sea por unos minutos y esté alojado en nuestro banco de recuerdos.
La melancolía es también una manera de no aceptar el presente, de no estar contentos con lo que tenemos ahora. Porque cuando nos permitimos viajar con la mente a otros lugares, a otros espacios, a otros tiempos y buscamos una compañía irreal, inconscientemente creemos que es algo que poseemos y que no podemos separarnos de él.
NO ESTAMOS SATISFECHOS CON NUESTRA VIDA
La melancolía se presenta en momentos puntuales, pero puede convertirse en un problema cuando se instala en nuestra vida de manera permanente. Es normal sentirse melancólico una tarde y mirar fotografías antiguas; o escuchar una canción y recordar un momento agradable; o pensar en alguien con el que compartimos nuestra vida. Pero cuando esta conducta se repite frecuentemente, si no se trata, puede derivarse en una depresión.
Los expertos aseguran que esta alteración saca a la luz una carencia que tenemos la personas, que no estamos contentos con nuestra vida. Si nuestra vida es plena no sentimos la necesidad de aferrarnos al pasado para pensar que lo de antes era mejor que lo de ahora. Sentirse más o menos melancólico va a depender del grado de satisfacción que tengamos en nuestro presente. Cuando uno está feliz, no necesita evocar tiempos pasados, ni pensar que todo podía ser de otra manera. Anclarnos en el pasado es una manera de perdernos el presente.
Sabina le cantó a este sentimiento. Decía la letra de aquella canción “vivo en el número siete, calle melancolía, quiero mudarme hace años al barrio de la alegría”. El traslado no depende de nadie, más que de nosotros mismos.
La melancolía, como experiencia humana, siempre ha existido. Sin embargo, la forma en que la sociedad cataloga esa experiencia ha cambiado a lo largo del tiempo.
En la Antigua Grecia Hipócrates se refería a la melancolía como uno de los cuatro humores que componían el cuerpo, la “bilis negra”, que era el peor de todos. Esa bilis contenía pneuma, que provocaba enfermedades y hacía que la persona pasara rápidamente de la tristeza a la ira. Por eso, la melancolía se asoció con la depresión, una idea que se mantuvo hasta el Renacimiento.
Es curioso que durante la Edad Media la melancolía, entendida como sinónimo de tristeza y pereza, fue considerada como uno de los pecados capitales, aunque más tarde se eliminó de la lista. Sin embargo, con el Renacimiento todo cambió y la melancolía comenzó a ser asociada con la genialidad y la locura creativa. A finales del siglo XV, Marsilio Ficino, un filósofo italiano, propuso que las personas con más bilis negra mostraban una sensibilidad artística especial.
Así, el término depresión no apareció hasta el siglo XVII, aunque siempre vinculado a la melancolía. Y no fue hasta las primeras décadas del siglo XX que el concepto de depresión ganó identidad propia, desvinculándose de la melancolía.

VI. NEURASTENIA
Neurosis que se caracteriza por fuertes síntomas depresivos, tendencia a la tristeza y gran inestabilidad emotiva.
La Neurastenia es una fatiga general debida al agotamiento de la energía nerviosa, según el neurólogo americano George Miller Beard (1839-1883).
Este término de origen etimológico griego fue muy usado en el pasado, y en alemán significaba “debilidad nerviosa“.
Etimológicamente el vocablo Neurastenia deriva del griego, y está formado por “neuro” que significa “nervio”, el prefijo “a” que significa “sin” y “astenia” que quiere decir vigor, fuerza,
La Neurastenia se definía como una fatiga general debida al agotamiento de la energía nerviosa por un gasto prolongado y excesivo que ocasionaba debilidad y fatiga en el SNC de la persona que lo padecía.
Pero, fue un neurólogo americano quien realizó la primera descripción a mediados del siglo XIX, y curiosamente la atribuyó a los efectos provocados en el Sistema Nervioso Central (SNC) por los viajes en ferrocarril, poco frecuentes en esa época. Como bien sabemos, desde hace tiempo se ha demostrado la inocuidad de tales viajes.
En el pasado a la Neurastenia se la encuadró dentro de las llamadas Neurosis Orgánicas.
El Psicoanálisis fue el primero en demostrar que gran parte de los cuadros clínicos llamados neurasténicos se debían a causas psíquicas, y demostró además que la Neurastenia era curable.
A los neurasténicos se les describía como personas que se fatigaban física y psíquicamente con facilidad, tenían cefaléas en casco, trastornos intestinales, insomnio, eyaculación precoz, sensación dolorosa en la espalda es decir (raquialgías a las que se les llamaba “irritación espinal”, sin tener nada patológico en la médula espinal), laxitud dolorosa de las articulaciones al despertar, trastornos vaso-motores y sensitivos (parestesias), palpitaciones, sudoración, etc.
Actualmente para referirnos a esta dolencia utilizamos la denominación de Fatiga crónica más que el de Neurastenia

VII. PSICASTENIA
La psicastenia (del griego psyché, «alma» y asthenia, «debilidad») es una dolencia de la psique caracterizada por fobias, obsesiones, compulsiones y ansiedad. El término ya no se utiliza en el diagnóstico clínico, aunque sigue figurando como una de las diez subescalas clínicas en el MMPI, test de personalidad diseñado para detectar trastornos de personalidad o de conducta.
La subescala 7 del MMPI describe la psicastenia como un trastorno afín al desorden obsesivo-compulsivo, e indica que sus característica son dudas excesivas, compulsiones, obsesiones y miedos irracionales. El psicasténico es incapaz de resistir ciertas acciones o pensamientos. Además de los rasgos obsesivo-compulsivos, la escala indica miedos anormales, autocrítica, dificultades para concentrarse y sentimiento de culpa. La escala marca como rasgo a largo plazo la ansiedad, aunque también funciona en parte como respuesta al estrés puntual.
El psicasténico tiene un control insuficiente sobre su pensamiento consciente y su memoria, lo que le lleva a divagar sin propósito y/o a olvidar qué estaba haciendo. Sus pensamientos suelen ser dispersos y le cuesta mucho organizarlos, por lo que a menudo construyen frases que no se corresponden con lo que quieren decir y resultan ininteligibles para otras personas. El esfuerzo mental constante y el insomnio producen fatiga, que empeora el estado del enfermo. Los síntomas pueden reducirse en gran medida mediante ejercicios de concentración y terapia, dependiendo de si la condición es psicológica o biológica.
El término psicastenia está ligado históricamente a la obra de Pierre Janet, que clasifició las neurosis en psicastenias e histerias, descartando el término neurastenia porque implicaba una teoría neurológica de la enfermedad, cuando de hecho no la había. Las histerias tienen en su origen un estrechamiento del campo de la conciencia, mientras que las psicastenias parten de un trastorno en el sentido de la realidad, una especie de debilidad que afecta a la capacidad para atender a las experiencias cambiantes, ajustarse a ellas y hacerse una idea válida de las mismas. Carl Jung utilizó más tarde los estados histérico y psicasténico como prototipos de las personalidades introvertidas y extravertidas.
Karl Jaspers mantiene el término neurastenia, definiéndolo como una ‘debilidad irritable’, y da como síntomas irritabilidad, susceptibilidad, hiperestesia dolorosa, respuesta anormal a estímulos, dolores corporales, sensación intensa de fatiga, etc. La neurastenia contrasta con la psicastenia, que define, siguiendo a Janet, como una variedad de fenómenos ‘ligados por el concepto teórico de una ‘disminución de la energía psíquica’.’ La persona psicasténica prefiere ‘apartarse de sus semejantes y no exponerse a situaciones en las que sus complejos anormalmente fuertes le resten claridad mental, memoria y equilibrio’. Al psicasténico le falta confianza en sí mismo, es proclive a pensamientos obsesivos, miedos infundados, autoescrutinio e indecisión. Este estado le induce a retirarse del mundo y vivir en ensoñaciones, lo cual sólo empeora las cosas. ‘A la psique le falta en general la capacidad de integrar su vida o de elaborar y manejar sus diversas experiencias; es incapaz de construir su personalidad y hacer cualquier tipo de progreso firme’. Jaspers creía que algunos de los casos más extremos de psicastenia de Janet eran en realidad casos de esquizofrenia.

¿ Cual es el sustrato que condiciona estos conflictos de un estado de ánimo y lo hace insoportable o muy cercano a ello. Seguro que una alteración química domina la arquitectura y la funcion del sistema nerviosos que lo soporta. La interpretación de los síntomas es personal.

Sobre la felicidad

La palabra felicidad ha estado de moda durante generaciones, tanto en bocas de poetas, como literatos, amadores y un sinfín de soñadores.
La dificultad de encontrar una definición acertada es evidente. Es más, posiblemente en el entorno intelectual en que nos desenvolvemos es imposible. Al menos que la simplifiquemos.
Ha sido el sueño de Santos;
Felicidad según Santa Teresa
He cometido el peor de los pecados, quise ser feliz
y de poetas;
Felicidad según Borges
He cometido el peor pecado que uno puede cometer. No he sido feliz

Mi definición de felicidad, o al menos la que he repetido tantas veces que la he hecho mía, es:
Felicidad es no tener dolor ni malestar interior.
Esta definición la usaba cuando me dedicaba al tratamiento del dolor que tanto mutilaba y hacia sufrir a los pacientes, quizas por ello, el dolor es un componente importante cuando esta ausente para ser feliz. No se puede ser feliz con dolor.
Cuando me retire de este menester tan terrible, para el paciente pero que también a mi me afectaba, la definición cambio. Ahora dejo para el final del escrito la que utilizo

Mulltiples palabras, conceptos y definiciones hablan de un estado, de interpretación personal del concepto de felicidad. Este concepto esta sometido a la biología y sobre todo, a esa parte de la biología que se llama psicología. De forma pues que puede haber millones de definiciones de lo que es la felicidad.
Y sobre todo está sometida al tiempo, en determinados tiempos la felicidad es más difícil. Porque sin duda alguna está sometida a avatares y a circunstancias no sometidas a nuestra voluntad y conciencia.
Podemos revisar la literatura sobre este concepto, y lo único que conseguiremos sera complicarnos la vida, porque la definición de cada concepto imprime un nuevo concepto a su vez, que suele ser también indescriptible.
Empecemos revisando la literatura, que es lo único que da alguna forma a este concepto impreciso.
La felicidad es una emoción que se produce en la persona cuando cree haber alcanzado una meta deseada.
La felicidad suele ir aparejada a una condición interna o subjetiva de satisfacción y alegría. Algunos psicólogos han tratado de caracterizar el grado de felicidad mediante diversos tests, y han llegado a definir la felicidad como una medida de bienestar subjetivo (autopercibido) que influye en las actitudes y el comportamiento de los individuos. Las personas que tienen un alto grado de felicidad muestran generalmente un enfoque del medio positivo, al mismo tiempo que se sienten motivadas a conquistar nuevas metas.
Los filósofos griegos se plantearon dos preguntas esenciales: qué es la felicidad y qué hace felices a las personas. Sus respuestas dieron lugar a tres posturas diferentes. Por una parte, se encontraban los filósofos como Aristóteles, que afirmaban que ser feliz implicaba lograr la autorrealización y alcanzar las metas que nos hemos propuesto, logrando un estado de plenitud y armonía del alma. Esta corriente filosófica se conoció como eudemonismo. Se puede uno preguntar qué es la autorrealización y sí esta palabra es extrapolable a todas las culturas.
Otro grupo de filósofos afirmaba que la felicidad significaba valerse por sí mismos, ser autosuficientes y no tener que depender de nadie. En este sentido, los seguidores del cinismo afirmaban que todos llevamos dentro los elementos necesarios para ser felices y autónomos pero para lograrlo necesitamos seguir una vida sencilla y acorde a la naturaleza. Esto habría que preguntarlo a personas lesionadas de manera crónica,con manifestaciones físicas y psíquicas de disconfor.
Por su parte, los estoicos iban un paso más allá y afirmaban que solo se puede alcanzar la verdadera felicidad cuando se es ajeno a las comodidades materiales y se sigue una vida basada en la razón, la virtud y la imperturbabilidad. Este concepto es injuriante.-¿ como me puedo acomodar en lo incómodo y además siempre?.
Por último, la tercera corriente de la filosofía griega que se dedicó a analizar la felicidad fue el hedonismo. Para su máximo representante, Epicuro, la felicidad significaba experimentar placer, tanto a nivel físico como intelectual, huyendo del sufrimiento. No obstante, también indicaba que la clave para ser feliz radicaba en evitar los excesos, porque estos terminan provocando angustia. Epicuro apuntaba que se debe cultivar el espíritu sobre los placeres de la carne y que es imprescindible hallar un punto medio. Esto último lo entiendo mejor, el interpretó como una búsqueda diaria y sin interrupción de caminos para huir de los sufrimientos, y aunque me parece más romántico que real por lo menos tiene una forma.
El filósofo o holandés modelo de sensatez, Spinoza, pensaba que para ser felices es necesario que nos despojemos de las cadenas que implican las pasiones y que lleguemos a comprender el mundo que nos rodea, solo así dejaremos de sentir miedo y odio. Los racionalistas afirmaban que la clave radica en conocer la realidad, este conocimiento nos permite aceptar los sucesos y, por ende, ser más felices. Ni mas ni menos que ser consciente de nuestro subconsciente. Tener conciencia plena, de mi interior y del exterior y poder controlarlos.
A mediados del siglo XIX surgió una corriente filosófica muy interesante denominada “Nuevo Pensamiento” para la cual la felicidad era una actitud mental, una decisión. Según estos filósofos, todos estamos buscando constantemente un camino que nos permita ser más felices, pero la clave radica en aceptar nuestra condición, nuestra historia de vida y nuestro pasado. Cuando tomamos esa decisión conscientemente, nos acercamos a la felicidad.
Matthieu Ricard, un biólogo molecular que dejó su carrera para abrazar el budismo, nos desvela otro de los secretos de la felicidad. Ricard recibió el título del “hombre más feliz del mundo” cuando neurocientíficos de la Universidad de Wisconsin escanearon su cerebro y obtuvieron resultados que lo situaban muy por encima de los demás en la escala de felicidad. Según Ricard, el altruismo y la aceptación del presente son las claves para alcanzar la felicidad auténtica, pero es necesario ser perseverantes a lo largo del camino. También indica que debemos focalizarnos en nuestro interior, en vez de concentrarnos en el exterior, e ir poniendo en práctica pequeños cambios que nos proporcionen alegría interna.
Me gustaría preguntar al Dr. Ricard, como puedo ver en mi interior, lo desapacible. Que órgano de los sentidos utilizó para ello, y en qué lugar, y durante cuánto tiempo. Desde luego haciendo cursos acelerados en grandes ciudades sobre meditación “no”. Les aseguro que esto es útil el primer día el resto de los días es una falacia.
Mihaly Csikszentmihalyi, considerado el investigador más importante del mundo en el ámbito de la Psicología Positiva, cree que la felicidad es un producto, el resultado de un estado de flujo. El flujo sería una experiencia en la cual nos mantenemos muy motivados, absortos en lo que estamos haciendo, hasta tal punto que perdemos la noción del tiempo. Cuando ese estado de flujo representa un reto y conduce al crecimiento personal, también nos reporta satisfacción y felicidad. Que la vida es un flujo continuo está claro, ppero con unas fluctuaciones dependientes de agente concienciables y no concienciables. Y cuando no se conciencia un patógeno es muy difícil evitarlo.

Nietzsche, admite que el ser humano no ha sido concebido para ser feliz, sino que está destinado a sufrir. Los modernos estudios de Tracey, demuestran que en la inflamación crónica determinadas citosinas, imprescindibles para la curación, inducen depresiones. El equilibrio es imprescindible, pero éste está relacionado con el manejo que hace el sistema vegetativo del hombre sobre circunstancias externas cambiantes. Y como la reacción de nuestra biología modifica nuestra genómica y la hace comportarse de manera inadecuada. Lo que podríamos llamar epigenética.

El concepto de felicidad no es una idea meramente filosófica exenta de repercusiones en nuestra vida cotidiana. De hecho, la imagen que tengamos de la felicidad influye en nuestra actitud ante la vida e incluso puede hacer que seamos más o menos felices.
A grandes rasgos, se puede hacer referencia a tres grandes posturas sobre el concepto de felicidad, posturas que provienen de las grandes corrientes filosóficas pero que se han popularizado y forman parte de las creencias de muchas personas.
 Escépticos: son aquellos que están convencidos de que la felicidad no existe o es imposible alcanzarla por lo que ni siquiera la buscan.
 Limitados: son quienes afirman que no existe la felicidad sino momentos felices por lo que debemos darnos por satisfechos las pocas veces que esta toca a nuestra puerta.
 Optimistas: son personas que piensan que la felicidad existe y se puede conquistar de manera definitiva.
Dependiendo de la postura que asumamos, desarrollaremos una actitud más o menos proactiva ante la vida, esperaremos a que la felicidad toque a nuestra puerta o, al contrario, saldremos a buscarla.
En este sentido es particularmente revelador un experimento realizado en la Universidad de Hertfordshire. Estos psicólogos reclutaron a un grupo de personas y las dividieron en aquellas que creían que eran afortunadas y las que creían que tenían mala suerte. A todas se les propuso la misma tarea: contar el número de fotografías que aparecía en un periódico.
Curiosamente, quienes creían que tenían buena suerte terminaban en apenas unos segundos, mientras que quienes consideraban que eran desafortunados invertían mucho tiempo en terminar la tarea. La diferencia estribaba en que las “personas afortunadas” veían inmediatamente un anuncio que señalaba: “deje de contar, el periódico tiene 43 fotografías”. Las “personas desafortunadas” no vieron este anuncio y contaron las fotografías hasta el final.
Este experimento nos indica que la buena o la mala suerte también es una cuestión de actitud, de estar abiertos a las oportunidades. Obviamente, lo mismo vale para la felicidad. Creo que esto es una simpleza, y es veraz sólo en el momento del experimento. Pero pasado el experimento, esto nos sirve para nada, salvo para ser publicado. Esto ocurre en solo momento. Si me creo desgraciado mi elección será desafortunada. No diferente a la elección que sucede a la ingesta de drogas, también es desafortunada e incierta.
Para acercarnos al campo romántico nos es válida la aceptación de la felicidad como un estado de satisfacción plena, una definición simple pero que tiene profundas implicaciones desde el punto de vista práctico:
 La felicidad es un estado subjetivo, cada persona la experimenta de una manera distinta
 La felicidad puede estar provocada por diferentes cosas o situaciones, dependiendo del significado que cada persona le confiera a estas
 La felicidad puede ser un estado duradero, pero también puede caducar.
 Esto se puede entender con más facilidad acerca de la felicidad: sólo que no tiene ninguna utilidad;
 . Depende de cada persona, su origen es plural y su duración es incalculable
Quizás el concepto de que la felicidad no es una meta, sino un camino a recorrer. Es más conservador y está algo más en nuestras manos.

Definiciones de la felicidad.
Una serie de definiciones sobre esta entidad son sobrecogedoras, pero no tienen más veracidad que un cuento de niños.
“Felicidad según Santa Teresa, He cometido el peor de los pecados, quise ser feliz”. Santa Teresa, modelo de Santa y de enamorada de Dios, dice esto porque a ellá no le interesa la felicidad, le interesa el sufrimiento que la acerca a Dios y esa es su realización. Es el aprendizaje del amor a Dios. Tiene una mente plena de la búsqueda de Dios
“La felicidad según Borges He cometido el peor pecado que uno puede cometer. No he sido feliz”. El bueno de Borges, patinó sentimentalmente toda su vida. Y estuvo también obsesionado con el desacierto. Sin embargo me parece acertado en otras afirmaciones.
“Yo no hablo de venganzas ni perdones, el olvido es la única venganza y el único perdón. Al cabo de los años he observado que la belleza, como la felicidad, es frecuente. No pasa un día en que no estemos, un instante, en el paraíso”.
Múltiples definiciones sobre felicidad no son disarmónicas, es cuestión de palabras, el sentido siempre es el mismo:
.
Existen dos maneras de ser feliz en esta vida, una es hacerse el idiota y la otra serlo.
Sigmund Freud (1856-1939) Médico austriaco.
¿Qué hace falta para ser feliz? Un poco de cielo azul encima de nuestras cabezas, un vientecillo tibio, la paz del espíritu.
André Maurois (1885-1967) Novelista y ensayista francés.
Sería muy poco feliz si pudiera decir hasta qué punto lo soy.
William Shakespeare (1564-1616) Escritor británico.
Si quieres ser feliz, como me dices, no analices, muchacho, no analices.
Joaquín Bartrina (1850-1880) Poeta español.
Nadie puede ser feliz si no se aprecia a sí mismo.
Jean Jacques Rousseau (1712-1778) Filósofo francés.
Dad al hombre salud y metas a alcanzar y no se detendrá a pensar sobre si es o no feliz.
George Bernard Shaw (1856-1950) Escritor irlandés.
Las personas felices no tienen historia.
Simone de Beauvoir (1908-1986) Novelista e intelectual francesa.
No eres ambicioso: te contentas con ser feliz.
Jorge Luis Borges (1899-1986) Escritor argentino.
El hombre feliz es más raro que un cuervo blanco.
Juvenal (67-127) Poeta satírico romano..

Para terminar provisionalmente, podría concluir diciendo que los tiempos que estamos viviendo la felicidad es un romance mas que un acierto.
Periódicamente acepto una definición de este concepto y en la actualidad me vale el de:
“Felicidad es aguantar.”

MANIFESTACIONES CLINICAS DEL LOBULO LIMBICO

El lobulo limbico es una compleja arquitectura cerebral, comprometido desde los reptiles con el mundo de las emociones. Su complejidad hace que sus limutes sean imprtecisos. No obstante hoy se sabe su arquitectura bastante bien.
Comprende el tálamo, el hipotálamo y la amígdala cerebral, que regula las emociones, la memoria, el hambre y los instintos sexuales.
En 1664 con Thomas Willis, definía a un grupo de estructuras que rodeaban el tallo cerebral como “cerebro limbus” significa borde o frontera).
En 1878, Paul Pierre Broca introdujo “El gran lóbulo límbico”. Se refería a una zona del cerebro que ocupa desde el borde curvado del giro cingulado hasta el giro parahipocampal. Aunque éste lo relacionó principalmente con el olfato.
El primer autor que habló del rol que esta estructura tiene sobre el plano emocional fue James Papez. Este neurólogo fue famoso por proponer un modelo anatómico para las emociones (circuito de Papez) en 1937.
Pero el verdadero concepto de “sistema límbico”, que es el que utilizamos actualmente, se debe a Paul MacLean que en 1952 amplió las estructuras implicadas y definió el circuito de forma más compleja. Propuso además la interesante Teoría del Cerebro Triúnico, defendiendo que el cerebro humano estaba compuesto por tres cerebros, fruto de nuestra evolución como especie.
Así, el primero y más básico sería el cerebro reptil; luego el sistema límbico o cerebro intermedio, que es el viejo cerebro mamífero que origina las emociones. Por último, situado en el exterior, se encuentra el cerebro más recientemente adquirido: el neocórtex.
El sistema límbico trabaja subordinado al neocórtex que es la parte racional del cerebro con el que establece numerosas conexiones para el procesamiento emocional.
Las estructuras concretas que forman el sistema límbico no están delimitadas en la actualidad aunque las más comúnmente aceptadas son:

Funciones del sistema límbico
Sistema límbico y las emociones
Cuando hablamos de emociones, automáticamente nos recorre cierta sensación de rechazo. Se trata de una asociación que aún perdura desde los tiempos en que se veían como algo oscuro, que nublan la razón y la inteligencia. Ciertos grupos defendían que las emociones nos rebajan a la altura de los animales. Pero en realidad, esto es completamente cierto, porque como veremos, las emociones no son sino el sistema que nos hace sobrevivir.
Las emociones han sido definidas como reacciones interrelacionadas que resultan de estados de premio y castigo. Los premios, por ejemplo, favorecen reacciones (satisfacción, confort, bienestar, etc.) que atraen a los animales hacia estímulos adaptativos.
 Las respuestas autonómicas y emociones dependen del sistema límbico: La relación entre emociones y respuestas autonómicas (cambios corporales) es esencial. Las emociones son, en el fondo, un diálogo entre cerebro y cuerpo. El cerebro detecta un estímulo significativo y envía la información al cuerpo para que actuemos de forma adecuada al estímulo. El último paso es que los cambios en nuestro cuerpo son hechos conscientes, y de esta forma reconocemos nuestras propias emociones. Por ejemplo, las respuestas de miedo e ira inician en el sistema límbico, que causa un efecto difuso en el sistema nervioso simpático. La respuesta corporal masiva, conocida como la “respuesta de lucha o huída”, prepara al individuo ante situaciones amenazantes para luchar o huir, aumentando el ritmo cardíaco, la respiración y la presión sanguínea.
 El miedo depende del sistema límbico: Se pueden producir respuestas de miedo estimulando el hipotálamo y la amígdala. Asimismo, la destrucción de la amígdala abole la reacción de miedo y sus efectos corporales. La amígdala también se involucra en el aprendizaje del miedo. Igualmente, estudios de neuroimagen muestran que el miedo activa la amígdala izquierda.
 La ira y sosiego son funciones del sistema límbico: Se observan respuestas de ira a estímulos mínimos tras la extirpación del neocortex. La destrucción de varias áreas del hipotálamo, como los núcleos ventromediales y núcleos septales, también produce ira en animales. La ira también puede generarse a través de la estimulación de zonas más amplias del cerebro medio. Por el contrario, la destrucción bilateral de la amígdala produce sosiego.
 El placer y adicción se inician en el sistema límbico: El circuito del placer y la conducta adictiva incluye la amígdala, el núcleo accumbens y el hipocampo. Este circuito está involucrado en la motivación del consumo de drogas, la naturaleza compulsiva del consumo, y las recaídas.
Funciones no emocionales del sistema límbico
El sistema límbico participa en otras funciones relacionadas con la supervivencia. Se han descrito extensamente en la literatura científica circuitos especializados en funciones como el sueño, la conducta sexual, o la memoria.
Como se puede suponer, la memoria es otra función esencial para la supervivencia. Aunque existen otros tipos de memoria, la memoria emocional es la que se refiere a estímulos o situaciones que son vitales. La amígdala, la corteza prefrontal y el hipocampo intervienen en la adquisición, el mantenimiento y la extinción de memorias fóbicas, como, por ejemplo, el miedo a las arañas, que está instaurada en nuestra especie para facilitar la supervivencia.
El sistema límbico también controla las conductas del comer y el apetito, así como el sistema olfativo.

Condiciones en las que está afectado el sistema límbico
– Autismo
Parece que los circuitos límbicos implicados en la cognición social (como los que involucran a la amígdala, el giro cingulado y la corteza orbitofrontal) no funcionan adecuadamente en los individuos con trastornos del espectro autista.
– El síndrome de Kluver-Bucy
Esta afectación surge de una extracción bilateral de la amígdala y parte de la corteza temporal. Se observó que los sujetos presentaban hiperoralidad (exploraban todo con la boca), hipersexualidad, apaciguamiento, pérdida de miedo y alimentación indiscriminada.
– Encefalitis límbica
Consiste en un síndrome paraneoplásico que afecta principalmente al hipocampo, amígdala, ínsula, giro cingulado y cortex orbito-frontal. Los pacientes desarrollan pérdida de memoria, demencia y movimientos involuntarios.
– Demencia
Ciertas formas de demencia pueden afectar al sistema límbico o partes asociadas, produciendo síntomas de descontrol emocional. Por ejemplo, la demencia fronto-temporal se asocia con síntomas de desinhibición propios de lesiones en el área orbito-frontal del cerebro.
– Trastornos de ansiedad
Puede ser que en los trastornos de ansiedad exista un fallo en el control que deben ejercer las estructuras corticales y el hipocampo en la modulación de la amígdala.
– Esquizofrenia
En la esquizofrenia se da una reducción del volumen de áreas límbicas, las neuronas del hipocampo no están debidamente organizadas y es más pequeño, y en la corteza cingulada anterior y el tálamo hay menor número de células GABAérgicas (inhibidoras).
– Epilepsia límbica
También denominada Epilepsia Medial del Lóbulo Temporal (MLT). En este tipo de epilepsia, se generan lesiones en estructuras como el giro del hipocampo, la amígdala o el uncus. Esto afecta a la memoria anterógrada, es decir, el paciente tiene dificultades para aprender cosas nuevas. Además, estas personas son más propensas a sufrir ansiedad y depresión.
– TDAH
Hay autores que piensan que algún fallo en el sistema límbico puede ser la causa del Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad. Parece que el hipocampo de estos pacientes es más grande, y también que no existen conexiones efectivas entre la amígdala y la corteza orbitofrontal. Por ello, pueden participar en el comportamiento desinhibido típico de estos sujetos (Rajmohany & Mohandas, 2007).
– Trastornos afectivos (depresión)
Según ciertos estudios, existen variaciones en los volúmenes de los lóbulos frontales, ganglios basales, hipocampo y amígdala en estos trastornos. Aparentemente hay menor activación en algunas zonas del sistema límbico.
Referencias
1. Rajmohan, V., & Mohandas, E. (2007). The limbic system. Indian Journal of Psychiatry, 49(2), 132–139.
2. Swenson, R. (2006). Chapter 9 – Limbic System. Recuperado el 4 de Octubre de 2016, de REVIEW OF CLINICAL AND FUNCTIONAL NEUROSCIENCE.
3. Ramos Loyo, J. (2006) Influencia de las emociones en los procesos cognoscitivos. En E. Márquez Orta (Ed.), La atención y sus alteraciones: del cerebro a la conducta (42-47). México: Editorial Manual Moderno.
4. Hernández González, M. (2002). Capítulo 22: Neurobiología de la emoción. En M. Hernández González (Ed.), Motivación animal y humana (335-342). México: Editorial Manual Moderno.
5. Silva, J.R. (2008). Capítulo 17: Neuroanatomía funcional de las emociones. En Slachevsky, A., Manes, F., Labos, E., & Fuentes, P. Tratado de Neuropsicología y Neuropsiquiatría Clínica.
6. Boeree, G. (s.f.). The Emotional Nervous System. Recuperado el 4 de Octubre de 2016, de Shippensburg University.
7. Insular cortex. (s.f.). Recuperado el 4 de Octubre de 2016, de Wikipedia.
8. Orbitofrontal cortex. (s.f.). Recuperado el 4 de Octubre de 2016, de Wikipedia.

NEUROBIOLOGIA DE LAS EMOCIONES

sistema-limbico-2Las emociones y sentimientos se presentan de una manera universal sin importar razas, género, condición social o geográfica.
Pauld Edman. Llegó a la conclusión que las emociones no dependían de raza o de género sino que eran universales.
Aristóteles decía que emocion es toda la afección del alma acompañada de placer o de dolor, y en las que el placer y el dolor son la extensión del Valor que tiene para la vida la situación misma.
René Descartes sostenía lo que él llamaba dualismo ontológico que sostiene el alma y el cuerpo, que el alma es divina y e inmortal y que pertenece a Dios. Mientras que el cuerpo es terrenal y pertenece a los hombres. Alma y cuerpo están separados
Baruch Spinoza sostiene que la mente humana es la idea del cuerpo, del cuerpo humano o sea, de uno mismo. Esta postura es sostenida en el siglo XX por Antonio Damasio
Paul Broca en 1888 hace la primera definición del sistema límbico, lo llamo gran lóbulo límbico o rinencéfalo. El lóbulo límbico se sitúa en la mitad interna de los hemisferios cerebrales que forman un limbo alrededor del tallo cerebral y creyó que era el lóbulo de la olfasion.
En 1928 Phillid Bard señala el hipotálamo como el centro crítico para coordinación del comportamiento emocional. Bard extirpo ambos hemisferios cerebrales, corteza y ganglios basales en gatos. Y observó que los gatos presentaban comportamiento de enojo, una intensa, dilación pupilar, erección de los pelos del dorso y cola y aumento de la presión arterial. Pero esta reacción no se presentaba cuando también separaba el hipotálamo en su unión con el mesencéfalo. Pensó que la corteza cerebral debía estar intacta en los procesos subjetivos de la emoción, pero que la corteza no se utilizaba en los procesos emocionales coordinados.
Walter R Hess estimulaba distintas áreas del hipotálamo en gatos despiertos y observaba las conductas resultantes. Al estimular la zona lateral del hipotálamo se producía una respuesta estereotipada de rabia en los gatos. Mientras que si estimulaba la zona medial ocurrió lo contrario.
El concepto de sistema límbico nace entre 1930 y 1940 y define un sistema de emociones y de su expresión.
James Papez en 1937, anatomista americano. Propone una estructura donde las distintas formaciones se proyectaban hacia el hipotálamo que se encargaba de regular la expresión de las emociones. Papez encontró un papel fundamental del hipocampo en las emociones. Sus investigaciones las hizo en perros con rabia en los que en la disección post mortem encontraba lesiones extensas en el hipocampo. Su circuito de las emociones se aproximó al modelo moderno. Pero no incluyó la amígdala en el circuito de las emociones.
Según Papez , en las emociones el estímulo externo llega al tálamo y desde aquí toma dos vías. Una larga que llega a la corteza y otra corta que va hacia el hipotálamo pasando por una serie de circuitos.
Kluver y Bucy en 1929 estudiaron lesiones extensas del lóbulo temporal en simios y observaron que la lesión de la amígdala producían una serie de síntomas que convertian a los animales en extremadamente dóciles y no tenían miedo a las serpientes. Dicha síndrome se acompañaba también de hiperoralidad, hipersexualidad y agnosia visual, y se le conoce actualmente como síndrome de Kluver & Bucy. Los monos con los que experimentaban tomaban Mezcalina, para estudiar sus emociones, pero después de la extirpación de las amígdalas no presentaban cambios en las alucinaciones y si en su conducta.
También los seres humanos cuando tienen lesiónes en amígdalas, presentan un cuadro de disturbio de la percepción de las emociones . En el trastornos de Hulbardl Wich, donde se produce la calcificación de ambas amígdalas y la atrofia bilateral de ambos lóbulos temporales. Los pacientes afectados presentan problemas en la evaluación del miedo. No pueden reconocer expresiones faciales de miedo y presentan dificultar para tener dicha emoción
En la actualidad el sistema límbico sigue siendo impreciso. Tiene dos niveles de organización. El lóbulo límbico, organización que es la porción cortical de gran tamaño, que comprende el área subcallosa, el giro parahipocampico, el uncus y el giro del hipocampo y distintos núcleos subcorticales, entre los que se cuentan; núcleos del hipotálamo, núcleo subamigdalino, núcleo medial dorsal del tálamo, núcleos septal, núcleo accumbens y el giro del hipocampo área tegmental ventral. Estos dos últimos forman parte del sistema de recompensa. Algunos autores incluyen la corteza prefrontal en el lóbulo límbico.

Aunque no parece claro que exista una vía que con dos contactos, primero a la emoción y después al sentimiento, sí parece existir una vía corta que se encarga de la respuesta estereotipada y rápida que comprende la respuesta propiamente emocional y comprende al tálamo la amígdala, núcleo del tallo cerebral e hipotálamo. Mientras que la segunda vía la larga se encarga de una respuesta más compleja y tiene un análisis minucioso de los distintos estímulos y es la vía implicada en el origen de los sentimientos que es la perfección subjetiva de las emociones.
Como ejemplo podemos contactar con estructuras que se van excitando en las emociones. Primero es el tálamo y desde aquí hay dos vías, una corta y una larga. Del tálamo el impulso pasa a la amígdala, que tiene fundamentalmente tres partes; el núcleo lateral, el núcleo basocentral y el núcleo central y en cada uno de ello va a adquirir una propiedad. En el núcleo lateral va a adquirir la memoria a largo plazo sobre todo el miedo que esta entrelazado con el hipocampo y que denota la localización donde ocurrió la emoción. Este núcleo es suficiente para aprender, en los experimentos de Pawlo este núcleo lateral de la amígdala se encarga de evitar que el animal repita una acción que le molesta. Cuando se inyecta en este núcleo inhibidor glutamato, NMDA, se inhibe la propiedad de este núcleo para formar memoria. Se desconoce la utilidad del núcleo vaso lateral y por lo pronto se le cree que es sólo una vía de paso. El núcleo central es un centro de distribución de datos. Tiene una vía corta que envía los estímulos hacia el hipotálamo que es el encargado de dar las respuestas emocionales, sudoración, taquicardia, gestos y otros. El hipotálamo tiene distintos núcleos con múltiples funciones. El núcleo paraventricular del hipotálamo libera CRH. Que al llegar a la hipófisis va a liberar ACTH que sobre las glándulas suprarrenales va a liberar Corticoides contra el estrés. El hipotálamo tiene también conexiones con la médula espinal donde se ejecutan funciones motoras. Estas, están en encargadas de los movimientos que acompañan a la emoción gestuales y viscerales. No todos los estímulos que nos invaden desencadenan emociones , de forma que existe un sistema controlador. El núcleo paraventricular y supraoptico, liberan oxitocina y esta tiene varias funciones:
Y una de ellas es e inhibir la liberación de CRH para controlar las respuestas no necesarias. La oxitócica es analgésica y se libera a nivel medular para inhibir el dolor que se produce durante un traumatismo.
El núcleo central de la amígdala se va a encargar también de conectarse con el Locus Coeruleus que liberan noradrenalina y el núcleo del Rafe que libera serotonina encargados ambos de la reaccion de despertar y alerta. La vía larga probablemente esta encargada de regulación de la carga moral de la emoción. Elaborar lo que se está sintiendo con la emoción. A la cabecera de las cuales puede estar la reacción del miedo.
La parte de la corteza cerebral más implicadas en la emoción son la corteza prefrontal y de ella la región medial y orbital y la corteza del Cíngulo y también la corteza de la Insula. Los núcleos del rafe y el nucleo coeruleus, activan de abajo hacia arriba y también de forma recíproca la corteza cerebral. Los núcleo estímulan la corteza y la corteza estímulan los núcleos que hacen que toda la atención se centre sobre la causa del conflicto emocional. La corteza prefrontal va a regular al hipotálamo, al núcleo supraoptico y al paraventricular, para que liberen orden de liberar CRH y a su vez estos liberen más oxitocina, que modulan la reacción excesiva en este caso, tranquilizan.
El sentimiento que probablemente se localiza fundamentalmente en la Insula, y recibe aferencia tanto de la corteza como de los núcleos subcorticales, que hacen consciente de las distintas manifestaciones de la emoción.
Aclarar el concepto de emoción y sentimiento y distinguirlos, ha sido ampliamente estudiado. El libro de Antonio Damasio » el error de descartes», dice que las emociones generan los sentimientos. Ante un peligro primero se corre y después de piensa. Posiblemente esta fácil expresión es una simpleza y en la práctica la explicación es muchísimo más difícil. No obstante es lógica. La emoción, su preferente de localización es subcortical, mas cerca del estimulo y mas primitiva en la evolución, como mecanismo de defensa y el sentimiento preferentemente cortical como analizador de las circunstancias.
Jean Paul Sartre, dice de las emociones:
Denominamos emoción a la caída brusca de la conciencia en lo mágico. Por lo tanto no es necesario ver en la emoción un desorden pasajero del espíritu que vendría a perturbar desde fuera la vida psíquica.
Al contrario, se trata del retorno de la conciencia a la actitud mágica, una de las grandes actitudes que son esenciales.
La emoción es un accidente, es un modo existencia de la conciencia, una de la manera por las que comprende su ser enamoré atreverá en el mundo

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