El blog del Dr. Enrique Rubio

Categoría: DEGENERATIVAS (Página 8 de 10)

GERMENES Y MACROFAGOS EN E. NEURODEGENERATIVAS

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En el número de la revista Science del 25 de abril de 2003 se publica un estudio en el que los investigadores descubren que la alfa-sinucleína, una proteína que forma los cuerpos de Lewy en la enfermedad de Parkinson (EP), puede desencadenar la formación de clamps (abrazaderas) de proteína τ en pacientes con enfermedad de Alzheimer (EA).
Estos hallazgos explicarían por qué algunas personas desarrollan tanto la EA como la EP, y sugerirían que los tratamientos desarrollados para una de estas dos enfermedades podrían ser útiles también para la otra.
La alfa-sinucleína y la proteína τ abundan en el cerebro. La función normal de la proteína τ consiste en ayudar a mantener el citoesqueleto de la neurona, mientras que la alfa-sinucleína regula las comunicaciones entre neuronas en las sinapsis. Ambas proteínas.se polimerizan en fibrillas amiloides, y forman inclusiones filamentosas intraneuronales características en las enfermedades neurodegenerativas.
Investigaciones previas habían comprobado que la alfa-sinucleína podía ligarse a sí misma formando clamps homogéneos, mientras que la τ requiere de cofactores para que se supere su umbral de plegamiento. En este estudio los investigadores hallaron que la polimerización de la alfa-sinucleína podía inducir el ensamblaje de clamps de proteína τ. Es más, comprobaron que se daba el mismo fenómeno en pacientes portadores de una anomalía genética en el gen de la alfa-sinucleína.
Esta interacción entre las dos proteínas sugiere que algunos agentes terapéuticos creados para inhibir la formación de un tipo de lesión amiloide podrían ser efectivos para tratar otras formas de lesiones amiloides, o sea que un principio activo encaminado a evitar la formación de cuerpos de Lewy (y por tanto así prevenir la presentación de EP) podría además prevenir la formación de ovillos neurofibrilares de proteína τ en la EA.
Referencia bibliográfica: Benoit I. Giasson et al. Initiation and synergistic fibrilization of tau and alpha-synuclein. Science 2003;300:636-640.
El inicio del Parkinson puede estar en el intestino, desde donde se extendería al cerebro a través del nervio vago. Esta hipótesis se confirmaría en un modelo de ratón, desarrollado por un grupo de investigadores de la Universidad Johns Hopkins.
Esta hipótesis no es nueva , estudios de la microbiota y de la pemeabilidad intestial han puesto en relación los germenes intestinales con la inmunidad y ello explicaría algo de las enfermedades neuroegenerativas.
La alfa sinucleína sin duda complica la evolución del Parkinson
Heiko Braak, neuroanatomista alemán propuso en 2003, a partir de sus investigaciones sobre el cerebro humano post mortem, que la patología de la alfa-sinucleína puede propagarse desde el tracto gastrointestinal a través del nervio vago, hasta la sustancia negra compacta, donde eliminaría las neuronas dopaminérgicas. Desde entonces, se han publicado varios estudios que apoyan la idea, pero aún no se había mostrado en un modelo animal.
Ted Dawson Científico de la Universidad Johns Hopkins, ha desarrollado el modelo murino que respalda la tesis de Braak. Su descripción se ha publicado en Neuron.
Entre los principales rasgos característicos de la enfermedad de Parkinson se encuentra la agregación de formas mal plegadas de la proteína neural alfa-sinucleína y la muerte selectiva de las neuronas dopaminérgicos en la sustancia negra compacta.
Los autores inyectaron en ratónes fibrillas preformadas de alfa-sinucleína en músculo gastrointestinal inervado por el nervio vago. Un mes después de la inyección, la alfa-sinucleína patológica se había diseminado al núcleo dorsal del vago; a los tres meses, dicha proteína se había extendido del tronco cerebral al núcleo locus cerúleo e incluso alcanzó la amígdala, el hipotálamo y la corteza prefrontal. A los siete meses, ya se había extendido a otras regiones cerebrales, como el hipocampo, al cuerpo estriado y el bulbo olfatorio.
En este momento, se produjo una pérdida significativa de neuronas productoras de dopamina en la sustancia negra compacta y el cuerpo estriado. Además de las deficiencias motoras, los ratones de este modelo experimental exhibieron signos de depresión y ansiedad, alteraciones en el sistema olfativo y deficiencias cognitivas.

Modelo experimental del ratón, donde se observa la pérdida de cuerpo estriado.
En los ratones de este experimento a los que se practicó una vagotomía, no se registró la transmisión de la proteína patológica desde el intestino al cerebro, ni la muerte neuronal ni tampoco síntomas.
“Hay al menos tres implicaciones importantes en este estudio”, explica Dawson. “Uno: es probable que traiga futuros estudios que exploren la conexión entre el intestino y el cerebro.
Dos: estimulará las investigaciones centradas en los factores, moléculas o infecciones que podrían iniciar el plegamiento incorrecto y la propagación de la alfa-sinucleína.
Y tres: encontrar tratamientos que podrían estar dirigidos a prevenir la propagación de la proteína patológica desde el intestino al cerebro”. Sobre este último punto, de hecho, ya existen estudios clínicos que han demostrado que una vagotomía troncal, un procedimiento quirúrgico específico en el nervio vago que generalmente se usa para tratar la úlcera, puede reducir el riesgo de enfermedad de Parkinson.
Estudio en ratones vagotomizados
Para María Gómez Eguilaz, del Servicio de Neurología del Hospital San Pedro, en Logroño, cuenta que “quedan muchas incógnitas por aclarar, pero artículos como este ayudan a ir conociendo un poco más de la enfermedad de Parkinson”. La neuróloga resume a DM que el trabajo “apoya la teoría propuesta por Braak sobre la posibilidad del origen de la enfermedad de Parkinson en el intestino. Incluso va un paso más allá al estudiar a ratones vagotomizados, demostrando que en éstos no se produce la propagación de la alfa-sinucleína, por tanto, exponen la necesidad de integridad del vago como medio para que se produzca esa propagación. Y también muestran que es necesaria la presencia de alfa-sinucleína endógena para la producción de alfa-sinucleína patológica. En resumen, los autores proponen que el origen de la enfermedad estaría en el intestino y la necesidad de integridad de la vía intestino-cerebro para la producción de la enfermedad”.
Se plantean varias hipótesis sobre cómo se produciría esta conexión. Y entre ellas, alude a las que “implican a la microbiota que tan de moda está”. La especialista recuerda que “hay estudios previos que relacionan la microbiota con la producción de agregados de alfa-sinucleína mediados probablemente por diferentes mecanismos inflamatorios. Lo cierto es que aún quedan muchos interrogantes abiertos”.
La propuesta de que la enfermedad se origina en el intestino abre puertas, no obstante, a posibles futuros tratamientos, según se vayan esclareciendo las diversas hipótesis etiológicas. “Y serían diferentes a los prescritos actualmente, ya que en base a este artículo, actualmente estaríamos tratando tarde y quizás no sea impensable poder tratar en un futuro con probióticos o incluso con agentes contra la inflamación”.
Como resumen podríamos vaticinar que , la alfa – sinucleina es un macrofago mas, que se precipita sobre un germen, como sospechamos que hace la beta amilooide y la Tau
No seria extraño que en las enfermedades neurodegenerativas ocurriera lo que sigue:
Germenes variados y multiples, abandonan las grandes cavidades del orgasnismo.
Se alojan en distintos parénquimas y entre ellos en el sistema nervioso
Las vias por las que estos germenes, perforan los intestinos y se alojan en cualquier parte, pueden ser muy bien el Vago que es Vago, orque se extiende or todad partes.
Los macrofagos de los mas variados, que en condiciones normales tienen funciones fisiológicas, cuando reciben avisos de infección microbiana, agreden a estos germenes y anulan las partes del sistema nervisoso donde asientan.
Los germenes pueden ser multipples y variados, lo smacrofagos lo mismo y las lesiones quese producen destruyen todo lo que se les pone por delante y adema con carácter progresivo.

Acuerdense de las vacuas que cuando evitaban la reproducion del germen no solo evitaban la enfermedad, sino la hacían desaparecer

Mecanismo de control de la inflamación


Mecanismo de control de la inflamación

El estudio se publica hoy en Science.18 octubre, 2018

La inflamación salva y mata. Un equilibrio en su acción es necesario y el deficits nos enferma y el exceso nos conduce a enfemedades crónicas degenerativas.
Este trabajo del Centro Nacional de Investigaciones Cardiovasculares (CNIC) han descubierto un nuevo mecanismo de control de la inflamación que permite manejar el daño asociado a la respuesta inmunitaria.

Cuando se produce una infección o un daño en los tejidos el organismo reacciona activando la respuesta inmune inflamatoria que rechaza la infección y/o repara el tejido dañado. Sin embargo, en ocasiones un exceso de inflamación puede causar el efecto contrario y provocar un daño mayor o inmunopatología.
Las células inmunitarias eliminan el daño causante de la inflamación y contribuyen a la reparación del tejido dañado en situaciones diversas como al páncreas durante una pancreatitis, al riñón tras una infección en sangre con el hongo Candida albicans o al corazón en un infarto.
“Los neutrófilos son las primeras células inmunitarias que llegan al foco infeccioso o inflamatorio, con el objetivo de eliminar la agresión. Sin embargo, son muy destructores y no actúan únicamente sobre la infección, sino también sobre el tejido al que llegan; de esta forma, la eliminación de la lesión conlleva un daño a los propios tejidos. Este proceso se conoce como inmunopatología, ya que se trata de un daño en el tejido causado por nuestro propio sistema inmunitario”, explica David Sancho, que dirige el laboratorio de Inmunobiología del CNIC que ha realizado el estudio. Por ello, afirma, “resulta importante caracterizar cómo nuestro sistema inmunitario puede controlar la respuesta inflamatoria de los neutrófilos para que no resulte dañina para nuestro organismo. Este trabajo –añade- ha identificado que las células dendríticas, además de ser esenciales para dirigir la respuesta específica de los linfocitos T, también pueden controlar la infiltración de los neutrófilos en los tejidos y atenuar así la inflamación para evitar un daño excesivo en los tejidos”.
Neutrófilos
Las células dendríticas, “producen factores que atraen a los neutrófilos al foco inflamatorio, como es el caso de la quimiocina Mip-2. Y, al mismo tiempo, estas células dendríticas también expresan en su superficie un receptor llamado DNGR-1, capaz de reconocer el daño en los tejidos. Esto se debe a que identifica componentes del interior de las células, que sólo son accesibles cuando la célula está dañada o rota. Así, cuando DNGR-1 detecta dicha lesión –aclara del Fresno-, detiene la capacidad de las células dendríticas de producir Mip-2 y, por tanto, reduce la llegada de neutrófilos al órgano dañado. De esta forma se evita que se genere una lesión mayor, que puede llegar incluso a comprometer la integridad del organismo”.
Entender cómo funciona la regulación del sistema inmunitario, tanto en su lado positivo de lucha contra la infección o el cáncer o favoreciendo la reparación de tejidos, como en su lado negativo en el que puede provocar exceso de daño inflamatorio durante una infección, reacciones alérgicas o enfermedades autoinmunes es muy importante, subraya Paula Saz, co-primera autora del trabajo. “En el sistema inmunitario siempre se produce este equilibrio, y aprender a controlarlo es la clave para poder luchar contra muchas enfermedades que tienen un componente inmunitario”.
La investigación se ha realizado en modelos de ratón, único sistema que reproduce la complejidad de las infecciones y procesos inflamatorios estudiados, y permite entender mejor cómo se regulan respuestas inmunopatológicas generadas por nuestras propias defensas. Según los investigadores del CNIC, este conocimiento podría aplicarse a enfermedades en las que la llegada masiva de neutrófilos contribuye al desarrollo de la patología, tanto durante procesos infecciosos como en el daño de tejidos como consecuencia, por ejemplo, de un infarto de miocardio.
Riñón tras una infección en sangre con Candida albicans

El hongo ‘Candida albicans’ llega al riñón donde causa daño. En ratones de tipo salvaje, DNGR-1 en células dendríticas reconoce ese daño, lo que hace que produzcan niveles regulados de Mip-2, una quimiocina que produce la atracción de neutrófilos al tejido. Sin embargo, los ratones deficientes en DNGR-1 no reconocen el daño, no reducen la producción de Mip-2 y esto hace que lleguen demasiados neutrófilos al riñón, causando inmunopatología.

MICROBIOTA 1

El feto es estéril hasta que rompe la membrana en la que se encuentra. En su salida el bebé es expuesto a la flora normal del tracto genital de la madre (en este momento también es posible la infección de ciertas enfermedades de transmisión madre-hijo),8 junto a las bacterias en el ambiente, incluso a las incluidas en la respiración que pueda poner cualquier persona cerca del bebé. Con los días, la flora empieza a esparcirse según su exposición a organismos, ya que no hay competidores, el infante está expuesto a un alto rango de organismos, y los que mejor se adapten a cada sitio, serán los predominantes.2 Así por ejemplo, los cocos grampositivos aerobios prefieren la piel y los coliformes el intestino.
Mientras el feto humano se desarrolla en un ambiente estéril, el neonato se ve expuesto a microorganismos del medio ambiente y el tracto genital de su madre, en este momento también es posible la infección de ciertas enfermedades de transmisión madre-hijo, se han reportado contagios del virus del papiloma humano de esta manera.11 Lo primero que se coloniza es la piel del recién nacido, seguida de la bucofaringe, el aparato digestivo y otras mucosas.3 Las bacterias que comienzan a colonizar el tracto digestivo del lactante son las productoras de ácido láctico provenientes de la leche materna.
No obstante, según su posición en el cuerpo, es la complejidad predecir qué microorganismos habitarán el lugar, ya que algunas partes del cuerpo no son muy afectadas o no son nada afectadas por el medio externo y el estilo de vida. Los menos compleja puede ser la todo lo externo: piel, ojos, oídos, cuero cabelludo, axilas; un nivel intermedio vendrían a ser las fosas nasales, tráquea, laringe, y bronquios. En el nivel más complejo están el tracto gastrointestinal, bucal y vaginal.12 Al final, lo más probable es que su flora sea la misma que sus padres, personas de su misma edad y cultura. En la mayoría de los casos, después de algunos meses del nacimiento, la representación de especies microbianas en la flora neonatal es muy similar al patrón de colonización en el adulto.13

Microbiota
Conjunto de microorganismos que se encuentran generalmente asociados a tejidos sanos (piel, mucosas, etc.) del cuerpo humano. Los microorganismos residen en estos lugares de forma más o menos permanente y en algunos casos realizan funciones específicas.
La palabra microbiota suele emplearse en la microbiota normal, microbiota intestinal, microbiota cutánea, etc.
El microbioma humano es el conjunto de microorganismos que se localizan de manera normal en distintos sitios de los cuerpos de los seres vivos pluricelulares, tales como el cuerpo humano.1 La Microbiota puede ser definida como los microorganismos que son frecuentemente encontrados en varias partes del cuerpo, en individuos sanos.2 Esta microbiota normal está en relación simbiótica comensal con el hospedador, ya que también se obtienen ventajas de ellos tanto como ellos la obtienen del individuo; estos ayudan en la digestión del alimento, producen vitaminas y protegen contra la colonización de otros microorganismos que pueden ser patógenos, lo cual es llamado antagonismo microbiano.3
Tenemos en el cuerpo aproximadamente 100 billones de microorganismos los cuales se benefician de nosotros y nosotros de ellos. A pesar de tener más bacterias que células propias, el microbioma solo son 200 gramos aproximadamente de toda la masa del cuerpo humano. Mucha gente ha creído –y sigue creyendo- que las bacterias son malas pero una gran mayoría de ellas realizan funciones vitales como la intervención en la expresión de genes y prevención de enfermedades; es por eso que el microbioma también ha sido llamado «el órgano perdido» y «el genoma extendido».4
En particular, el equilibrio entre las comunidades microbianas que conforman la microbiota del tracto gastrointestinal y de la vagina es de vital importancia para la salud del ser humano.5 Practicamente todos los pararámetros fisiológicos e inmunológicos que no están profundamente afectados por la microbiota normal del cuerpo, siendo la resistencia del huésped a las infecciones uno de los factores más prominentes.1
El término microbiota que se ajusta a la comunidad de microorganismos vivos residentes en un nicho ecológico determinado;6 forrmando ecosistemas microbianos. Los más comunes son los Staphylococcus aureus, Escherichia coli, Candida albicans, algunos de los cuales pueden causar enfermedades en casos especiales, por lo que se les llama patógenos oportunistas.3 A veces, un microorganismo patógeno se incluye y en este caso se refiere como portador.7
El feto es estéril hasta que rompe la membrana en la que se encuentra. En su salida el bebé es expuesto a la flora normal del tracto genital de la madre (en este momento también es posible la infección de ciertas enfermedades de transmisión madre-hijo),8 junto a las bacterias en el ambiente, incluso a las incluidas en la respiración que pueda poner cualquier persona cerca del bebé. Con los días, la flora empieza a esparcirse según su exposición a organismos, ya que no hay competidores, el infante está expuesto a un alto rango de organismos, y los que mejor se adapten a cada sitio, serán los predominantes.2 Así por ejemplo, los cocos grampositivos aerobios prefieren la piel y los coliformes el intestino.
Mientras el feto humano se desarrolla en un ambiente estéril, el neonato se ve expuesto a microorganismos del medio ambiente y el tracto genital de su madre, en este momento también es posible la infección de ciertas enfermedades de transmisión madre-hijo, se han reportado contagios del virus del papiloma humano de esta manera.11 Lo primero que se coloniza es la piel del recién nacido, seguida de la bucofaringe, el aparato digestivo y otras mucosas.3 Las bacterias que comienzan a colonizar el tracto digestivo del lactante son las productoras de ácido láctico provenientes de la leche materna.
No obstante, según su posición en el cuerpo, es la complejidad predecir qué microorganismos habitarán el lugar, ya que algunas partes del cuerpo no son muy afectadas o no son nada afectadas por el medio externo y el estilo de vida. Los menos compleja puede ser la todo lo externo: piel, ojos, oídos, cuero cabelludo, axilas; un nivel intermedio vendrían a ser las fosas nasales, tráquea, laringe, y bronquios. En el nivel más complejo están el tracto gastrointestinal, bucal y vaginal.12 Al final, lo más probable es que su flora sea la misma que sus padres, personas de su misma edad y cultura. En la mayoría de los casos, después de algunos meses del nacimiento, la representación de especies microbianas en la flora neonatal es muy similar al patrón de colonización en el adulto.13
La Microbiota de manera didáctica se puede dividir en8
Son los autóctona: son los microorganismos que colonizan al hospedero durante un tiempo prolongado, en las funciones fisiológicas y han evolucionado junto a la especie que
Microbiota alóctona: Que incluye a los microorganismos que se pueden encontrar en cualquier hábitat y en cualquier sistema, no suelen intervenir en la fisiología del hospedero y están presentes de forma transitoria o latente.
Por el tiempo que permanecen en el hospedero se les suelen clasificar en:8
Microbiota latente: Que son los microorganismos que preserva el hospedero durante casi toda la vida, no presentan fluctuaciones mayores en su población y suelen tener actividad simbiótica con el hospedero.
Microbiota transitoria: Es aquella que presenta fluctuaciones continuas en su población y suele no ser indispensable para la supervivencia del hospedero.
La colonización por estos microorganismos se p: el cambio de hábitat, la edad, la estación del año, el uso de antibióticos, etc.
Composición de la microbiota
En un animal sano, los tejidos internos, por ejemplo, sangre, cerebro, etc; normalmente están libres de microorganismos. Sin embargo, en los tejidos superficiales (piel y las membranas mucosas) están constantemente en contacto con organismos del medio ambiente y sean fácilmente colonizados por especies de microbios diferentes.9 La microbiota normal está constituida por una multitud de bacterias, hongos, protozoarios y otros microbios, tan solo la microbiota intestinal humana constituye un complejo ecosistema integrado por más de 400 especies bacterianas.5 Asimismo, se localiza en ambientes específicos en el humano como son: piel, orofaringe, tracto gastrointestinal y genitourinario, entre otros.1 La población de microorganismos que convive en contacto directo con el hombre excede al número de células corporales del ser humano en una relación de 10:1 (por cada célula humana hay 10 microbios) Tomando en cuenta que el cuerpo humano se compone de aproximadamente 1013 el organismo humano lleva consigo a 1014 células no propias.8 En el intestino grueso de mamíferos, que es donde reside la mayor parte de esta microbiota, la cifra de microorganismos se eleva a 1012-1014(equivalente aproximadamente a 1-1,5 kg en peso), incluso superior a la encontrada muchas veces en el suelo, subsuelo y los océanos.6 En 2008, el número total de especies bacterianas, del tracto gastrointestinal fue extendido a 40 00010
Microbiota por superficies corporales9

Bacteria Piel Conjuntiva Nariz Faringe Boca Gastrointestinal Uretra ant. Vagina
Staphylococcus epidermidis
++ + ++ ++ ++ + ++ ++
Staphylococcus aureus*
+ +/- + + + ++ +/- +
Streptococcus mitis
+ ++ +/- + +
Streptococcus salivarius
++ ++
Streptococcus mutans*
+ ++
Enterococcus faecalis*
+/- + ++ + +
Streptococcus pneumoniae*
+/- +/- + + +/-
Streptococcus pyogenes*
+/- +/- + + +/- +/-
Neisseria sp.
+ + ++ + + +
Neisseria meningitidis*
+ ++ + +
Enterobacteriaceae*
(E coliprincipalmente) +/- +/- +/- + ++ + +
Proteus sp.
+/- + + + + + +
Pseudomonas aeruginosa*
+/- +/- +/-
Haemophilus influenzae*
+/- + + +
Bacteroides sp.*
++ + +/-
Bifidobacterium bifidum
++
Lactobacillus sp. + ++ ++ ++
Clostridium sp.*
+/- ++
Clostridium tetani
+/-
Corynebacterineae
++ + ++ + + + + +
Mycobacterium
+ +/- +/- + +
Actinomycetaceae
+ +
Spirochaetes
+ ++ ++
Mycoplasmatales
+ + + +/- +
Abreviaturas: sp. (significa cualquier especie del género) ++: Muy común. +=Común +/-=Raro *=Patógeno potencial

Microbiota de la leche humana
Comparación entre la leche humana. Leche del principio (izq) y leche del final (der).
La leche materna es una fuente importante de bacterias comensales, mutualistas o probióticas para el intestino infantil. Entre las bacterias predominantes destacan diversas especies de estafilococos, estreptococos y lactobacilos. El contenido de microorganismos en la leche materna es muy reducido y eso explica el hecho de que la microbiota intestinal de los lactantes tiene poca diversidad y que esta aumente con el inicio del destete.14
Colonización
La colonización es el proceso mediante el cual los microorganismos se instalan en un determinado sitio,e inicia inmediatamente después del nacimiento. Esta puede ser por un breve periodo de tiempo (horas o días) o de forma permanente. La colonización nunca afecta las funciones normales del organismo hospedero y participan varios factores como el tipo de alimentación recibida y el grado de exposición al medio ambiente.13
La colonización tiene a su cargo una especificidad de tejido, las bacterias escogen donde quieren vivir. A la preferencia bacteriana por un sitio determinado se le llama Tropismo tisular.98 Una explicación para el tropismo tisular es que el hospedero proporciona los nutrientes esenciales y factores de crecimiento para la bacteria, además de oxígeno, potencial de oxidorreducción el pH adecuado y la temperatura para el crecimiento así como ácidos grasos, lisozima, acidez del jugo gástrico/orina15 para su control y distribución de entre sus microecosistemas. La mayoría de las bacterias pueden colonizarun tejido específico, ya que pueden adherirse al tejido o el sitio de una manera específica que implica interacciones químicas complementarias entre las dos superficies, un efecto conocido como Adherencia específica. Esta involucra interacciones bioquímicas entre los componentes de la superficie bacteriana (ligandos o adhesinas) y receptores de la célula huésped molecular. Los componentes de bacterianos que proporcionan adhesinas son parte molecular de sus cápsulas, fimbrias, o las paredes celulares. Los receptores de las células o tejidos humanos suelen ser moléculas de glucoproteína se encuentra en la célula huésped o de la superficie del tejido. Algunas bacterias producen biopelículas en la superficie tisular. Estas bacterias producen polímeros que permiten la adherencia de otras bacterias a esta superficie. Un ejemplo de esta es la formación de placa bacteriana9
La colonización y el establecimiento de la microbiota normal es un proceso continuo que ocurre durante toda la vida de un individuo sano, de tal manera que la flora de un recién nacido será diferente a la de un adulto o un anciano, esto puede explicarse mediante el cambio en la dieta, hábitos, vida sexual, niveles hormonales, entre otros.8
Función de la microbiota
La microbiota intestinal contribuye al estado de salud del huésped, por sus funciones en nutrición, protección, desarrollo y proliferación celular e inmunomodulación. La velocidad de colonización y el tipo de microorganismo que coloniza tiene una gran repercusión en el desarrollo del sistema inmune, la regulación de la permeabilidad y el mantenimiento del equilibrio intestinal en el recién nacido, así como la determinación de la susceptibilidad a las infecciones microbianas y de la sensibilidad a los antígenos o alergenos de la dieta.5
El tracto gastrointestinal constituye una de las principales zonas de contacto con microorganismos potencialmente nocivos como bacterias y virus así como de toxinas y otros alergenos y la mucosa forma la primera barrera frente a ellos y desempeña una función primordial en la defensa del organismo frente a estos. Su función protectora depende de los componentes estructurales y funcionales de la mucosa intestinal, del sistema inmune y de sus interacciones con la microbiota intestinal.5
Los patógenos normalmente alteran la permeabilidad intestinal, mientras que las bacterias comensales beneficiosas y los probióticos pueden contribuir al restablecimiento de ésta y de las uniones intercelulares, y favorecer la proliferación celular. La síntesis de defensinasy proteasas implicadas en su activación en las células de Paneth son moduladas por la microbiota intestinal y algunas bacterias probióticas.5
Microbiota cutánea
Aunque un gran número de microorganismos están en contacto con la superficie cutánea, este ambiente es hostil y no es favorable para la supervivencia de la mayoría de ellos3 debido a la presencia de enzimas como la psoriasina.15
Los organismos que se han encontrado en la piel son en su mayoría bacterias gram positivas, por ejemplo, estafilococos coagulasa-negativos, Staphylococcus aureus, corynebacterium, Propionibacteriaceae. Organismos como Clostridium perfringens, Cándida, Malassezia furfur se pueden hallar en localizaciones húmedas.3 También es posible encontrar parásitos del tipo Demodex_folliculorum, rodeando los folículos pilosos.16
La microbiota varía según las condiciones que implica cada región del cuerpo, de esta forma se pueden dividir en tres grupos:
La axila, perineo, y entre los dedos del pie
Mano, cara y torso
Brazos y piernas
Los primeros, al ser áreas más cerradas, retienen más calor y líquidos corporales. Áreas de este tipo son colonizadas más que todo por bacilos gram negativos que las áreas que son más secas pero no pueden colonizar de manera permanente debido a que no son capaces de sobrevivir a ambientes secos (con excepción de Acinetobacter)3 La mayoría de los microorganismos viven en el estrato córneo de la piel y en la parte más externa de los folículos del cabello. Sin embargo, hay bacterias que se mantienen en lo más interno de los folículos y no son alcanzados por desinfectantes; estas bacterias son las que vuelven a poblar el área luego de que las de la superficie han sido eliminadas.17
Una zona que merece especial atención es el conducto auditivo externo y la oreja, donde se encuentran estafilococos coagulasanegativos y algunos patógenos potenciales como Streptococcus pneumoniae, Pseudomonas aeruginosa y miembros de la familia Enterobacteriae.3 Esta flora cobra importancia en la ruptura de la membrana timpánicadonde estos organismos pueden entrar al oído medio y causar infección.
Biota intestinal
Articulo posteriores hablar El feto es estéril hasta que rompe la membrana en la que se encuentra. En su salida el bebé es expuesto a la flora normal del tracto genital de la madre (en este momento también es posible la infección de ciertas enfermedades de transmisión madre-hijo),8 junto a las bacterias en el ambiente, incluso a las incluidas en la respiración que pueda poner cualquier persona cerca del bebé. Con los días, la flora empieza a esparcirse según su exposición a organismos, ya que no hay competidores, el infante está expuesto a un alto rango de organismos, y los que mejor se adapten a cada sitio, serán los predominantes.2 Así por ejemplo, los cocos grampositivos aerobios prefieren la piel y los coliformes el intestino.
Mientras el feto humano se desarrolla en un ambiente estéril, el neonato se ve expuesto a microorganismos del medio ambiente y el tracto genital de su madre, en este momento también es posible la infección de ciertas enfermedades de transmisión madre-hijo, se han reportado contagios del virus del papiloma humano de esta manera.11 Lo primero que se coloniza es la piel del recién nacido, seguida de la bucofaringe, el aparato digestivo y otras mucosas.3 Las bacterias que comienzan a colonizar el tracto digestivo del lactante son las productoras de ácido láctico provenientes de la leche materna.
No obstante, según su posición en el cuerpo, es la complejidad predecir qué microorganismos habitarán el lugar, ya que algunas partes del cuerpo no son muy afectadas o no son nada afectadas por el medio externo y el estilo de vida. Los menos compleja puede ser la todo lo externo: piel, ojos, oídos, cuero cabelludo, axilas; un nivel intermedio vendrían a ser las fosas nasales, tráquea, laringe, y bronquios. En el nivel más complejo están el tracto gastrointestinal, bucal y vaginal.12 Al final, lo más probable es que su flora sea la misma que sus padres, personas de su misma edad y cultura. En la mayoría de los casos, después de algunos meses del nacimiento, la representación de especies microbianas en la flora neonatal es muy similar al patrón de colonización en el adulto.13
Artículos posteriores hablaran de la bioquímica de la microbiota

EJERCICIO FISICO Y DEMENCIAS

EL EJERCICIO FISICO AEROBICO DETIENE LAS DEMENCIAS EN SU ESTADIO INICIAL

En la revista Med Scape de 19 de septiembre 2011, Megan Brooks hace una revision de la bondad del ejercicio fisico aerobico en la detención de los procesos demenciales leves y empieza diciendo “ – Cualquier actividad física aeróbica que eleva el ritmo cardiaco y aumenta la necesidad de oxígeno por el cuerpo puede reducir el riesgo de demencia y deterioro cognitivo en fases iniciales., según una revisión de la literatura.
Fundamenta esta afirmación en una amplia revisión sobre el tema. de 1600 trabajos, con 130 que se preocupan del tema alimentación, ejercicio y detención de la demencia leve. El metanálisis lo hace , J. Eric Ahlskog, MD, PhD, un neurólogo de la Clínica Mayo, en Rochester, Minnesota,
El problema surge cuando se pregunta que tipo de ejercicio y que tiempo hay que dedicarle.
Todos los trabajos que personalmente he revisado destacan la necesidad de ejercicios aeróbicos que no cansen en exceso al corazón y no provoque excesiva taquicardia y taquipneas.»
. En declaraciones a Medscape Medical News , el Dr. Ahlskog señaló que la cantidad de ejercicio que se necesita para obtener beneficios para el cerebro no se ha definido claramente. Sin embargo, dijo, «el ejercicio suficiente para elevar la frecuencia cardiaca en un 60% del máximo durante unos 150 minutos a la semana. Esto es similar a la recomendación de la American Heart Association.
El ejercicio de resistencia anaeróbico, como levantamiento de pesas no esta bien estudiado aunque muchos autores también lo consideran beneficioso sin que puedan aseverar el tiempo de duración de estos ejercicios.
Es evidente que el envejecimiento disminuye el volumen del cerebro, pero no por muerte neuronal solo, sino muy probablemente por disminución de las sinapsis y en consecuencia disminución de la conexión interneuronal.»
Parece evidente que la revisión de la literatura, manifiesta de una amplia forma que los efectos del ejercicio aeróbico en los seres humanos han sido bien documentados e incluyen:
• reducción de los riesgos posteriores para la demencia y deterioro cognitivo leve,
• la mejora de resultados en las pruebas cognitivas, tanto en las personas mayores normales y aquellos con deterioro cognitivo,
• el cerebro mantiene mejor conectividad, medido por resonancia magnética funcional, y
• aumento del volumen de la corteza cerebral y el hipocampo areas fundamentales para la memoria.
Asi mismo a nivel experimental en se demuestra la gran influencia del ejercicio sobre:
• aprendizaje y memoria;
• numerosos índices de la neuroplasticidad, como factores de transcripción relacionados con la neuroplasticidad, la potenciación del hipocampo a largo plazo, y la integridad de la columna vertebral y lasdendríticas;
• niveles elevados en el cerebro de factores neurotróficos,
• neurogénesis en el hipocampo.
Resumen
Cyrus Raji, Universidad de Pittsburgh Medical Center Mercy Hospital, Pennsylvania, aunque no partcipo en el estudio opina: «Este artículo resume muy bien cómo la actividad física regular puede promover mejor la salud del cerebro con el envejecimiento y reducir el riesgo de la enfermedad de Alzheimer. »
Dr. Raji “Si bien la mayoría de la evidencia muestra que la actividad física aeróbica es el mejor tipo de actividad física para este propósito, el entrenamiento de resistencia con pesas también puede ser útil», necesitamos ahora estudios que examinen si otros factores de estilo de vida, como la dieta, pueden producir un efecto beneficioso similar en el cerebro», dijo.
Dr. Ahlskog y sus colegas concluyen, son mas moderados en sus afirmaciones «el ejercicio no debe ser pasado por alto como una estrategia terapéutica importante».
Dr. Ahlskog dijo a Medscape Medical News «El ejercicio aeróbico regular de cualquier tipo» debe alentar,. Es importante tener en cuenta que no todos los ejercicios requiere de buenas piernas y el equilibrio. «Gimnasios tienen una variedad de máquinas de ejercicio para la posición de sentado, mientras que la natación también es un ejercicio aeróbico excelente.». Los ejercicios elementales como trabajos caceros o de jardineria tambien serian utiles.
Dr. Ahlskog «»Obviamente, aquellos pacientes con enfermedad cardiopulmonar necesitan directrices de sus médicos», Dr. Ahlskog Raji y el Dr. no han revelado las relaciones financieras pertinentes .
Mayo Clin Proc . 2011, 86:876-884. .
Parece una voz generalizada que el ejercicio físico de cada día y posiblemente una dieta adecuada y un cultivo de la razón son buenos caminos, pero no solo para las enfermedades demenciales sino para toda persona que aspire a estar sano.
Pero esto no debe apartarnos de algo que se publica menos.
“Cual es la etiología de las lesiones encontradas en el cerebro de los enfermos con patología demencial sobre todo en la enfermedad de Alzheimer

E. DEGENERATIVAS GERMENES y MACROFAGOS

Robert Moir
La relación entre las enfermedades degenerativas y patógenos, nos podría aclarar, el cambio que ha tenido la patología después de la revolución industrial , y que ha marcado un hito para comprender la etiopatogenia de estas enfermedades. Los trabajos de Kevin Tracey sobre Las enfermedades degenerativas tales como : enfermedad de Parkinson, ELA, esclerosis múltiple, enfermedad de Hungtintom entre otras, comparten, un alteración de la microbiota, una emigración de germenes desde las grandes cavidades orgánicas. Estos germenes se asientan en toda nuestra biología, por supuesto incluyendo el sistema nervioso, una reacción por parte del receptor y un intento de reparación del sistema inmunitario y como consecuencias, el depósito de Macrófagos que inutilizan parcial o totalmente al receptor.
Las placas amiloide: La Tau y los cuerpos de Lewy con su toxico la sinucleina, dañan el parénquima y lo inutilizan progresivamente .
A este comportamiento, en forma de algoritmo, lo vamos a llamar por simplicar “ endiquelar a EN” que es una palabra gitana que significa “mirar lo que quiere expresar”.
Es imprescindible conocer la reacción inflamatoria ante el patógeno agresor.
No hace falta mencionar que los agentes polulantes son los responsable, tenga o no una alteración genética previa, y es necesario ver si ese patogeno es orgánico o incluso inorganico.
Las enfermedades neurodegenerativas son crónicas del sistema nervioso central (SNC) su característica clinica.1 Se caracterizan por cambios moleculares y genéticos en las células nerviosas que producen su degeneración, la disfunción nerviosa y la muerte, y en el intervalo, dan signos neurológicos y demencia.1, 2 .
Las enfermedades neuroconductuales aparecen no exclusivamente en los jóvenes, con trastornos del espectro autista (ASD), sino que sino que abarcan el autismo, el trastorno por déficit de atención, el síndrome de Asperger y otros trastornos.3
Los cambios geneticos que se han encontrado en estas enfermedades son complejos y no están directamente relacionados con las simples alteraciones genéticas.1, 4
Un amplio conjunto de circcunstancias colaboran en estas patologias: deficiencias alimenticias, toxinas ambientales, metales pesados, infecciones bacterianas y virales crónicas, respuestas inmunológicas autoinmunes, enfermedades vasculares, los traumatismos son causas importantes, acumulación de líquido en el cerebro, cambios en las concentraciones de neurotransmisores, entre otras, están involucradas en la patogenia de diversas enfermedades neurodegenerativas y neuroconductuales.1-3,5-8 Uno de los cambios bioquímicos encontrados en esencialmente todas las enfermedades neurológicas, neurodegenerativas y neuroconductuales es la sobreexpresión de los compuestos radicales libres de oxidación (estrés oxidativo) que causan cambios estructurales de lípidos, proteínas y genéticas.5-9
El estrés oxidativo puede ser causado por una variedad de insultos tóxicos en el medio ambiente, y cuando se combinan con factores genéticos, pueden producirse procesos patógenos.10 La alteracion de la inmunidad o su exceso, la promoción de la enfermedad neurológica implica los productos tóxicos bacterianos o virales crónicos, que dan lugar a la presencia del exceso de especies reactivas del oxígeno y culminan en cambios patológicos.11, 12
Los agentes infecciosos pueden entrar en el SNC dentro de los macrófagos migratorios infectados, pueden obtener acceso atravesando la barrera hemato-encefálica, o entran en las celulas desde los nervios periféricos.11
Dentro de los germenes responsables o supuestamente responsables, las bacterias alteradas de la pared celular, principalmente especies de Chlamydia (Chlamydophila), Borrelia, Brucella (entre otros), bacterias sin paredes celulares, tales como Mycoplasma especies, y varios virus son los agentes infecciosos candidatos que pueden desempeñar papeles importantes en enfermedades neurodegenerativas y neurobehavoral.12-14 Estas infecciones pueden afectar al sistema inmune y a otros sistemas del órganismo, dando por resultado una variedad de lesiones y síntomas sistémicos.15-18
De forma que prácticamente todos los agentes patógenos que conocemos y muchos que no conocemos de forma arbitraria u organizada son capaces de producir una enfermedad neurodegenerativa
Empezaremos por hacer una revision de los germenes en este tipo de enfermedades.
Una variante de la actuacion de los germenes en la inducción de enfermedades degenerativas, publicados en Lancet.
El genoma del herpesvirus-6A humano latente se integra específicamente en los telómeros de los cromosomas humanos in vivo e in vitro. 1. Arbuckle JH 1 , Medveczky MM , Luka J , Hadley SH , Luegmayr A , Ablashi D , Lund TC , Tolar J , De Meirleir K , Montoya JG , Komarto AL , Ambros PF , Medveczky PG .
Investigaciones anteriores habían sugerido que el herpesvirus-6 humano (HHV-6) puede integrarse en los cromosomas de la célula huésped y transmitirse verticalmente en la línea germinal, pero la evidencia, principalmente la hibridación de fluorescencia in situ (FISH), es indirecta. Buscamos, primero, probar de manera definitiva estas dos hipótesis. Se aislaron células mononucleares de sangre periférica (PBMC, por sus siglas en inglés) de familias en las que varios miembros, incluidos al menos un padre y un niño, tenían números de copias inusualmente altos de ADN de HHV-6 por mililitro de sangre. FISH confirmó que el ADN del HHV-6 se localizó con regiones teloméricas de un alelo en los cromosomas 17p13.3, 18q23 y 22q13.3, y que el sitio de integración era idéntico entre los miembros de la misma familia. La integración del genoma de HHV-6 en las repeticiones de los telómeros TTAGGG se confirmó mediante métodos adicionales y la secuenciación del sitio de integración. La secuenciación parcial del genoma viral identificó la misma cepa HHV-6A integrada dentro de los miembros de las familias, lo que confirma la transmisión vertical del genoma viral. A continuación, preguntamos si la infección por HHV-6A de líneas celulares ingenuas podría conducir a la integración. Tras la infección de las líneas celulares Jjhan y HEK-293 por HHV-6, el virus se integró en los telómeros. La reactivación del virus HHV-6A integrado a partir de las PBMC de los individuos, así como las líneas celulares, se logró con éxito mediante compuestos que se sabe inducen la replicación del virus herpes latente. Finalmente, no se detectaron formas episómicas circulares, ni siquiera mediante PCR. En conjunto, los datos sugieren que el HHV-6 es único entre los herpesvirus humanos: se integra de manera específica y eficiente en los telómeros de los cromosomas durante la latencia en lugar de formar episodios,

Bibliografía
1 El genoma del herpesvirus-6A humano latente se integra específicamente en los telómeros de los cromosomas humanos in vivo e in vitro. 1. Arbuckle JH 1 , Medveczky MM , Luka J , Hadley SH , Luegmayr A , Ablashi D , Lund TC , Tolar J , De Meirleir K , Montoya JG , Komarto AL , Ambros PF , Medveczky PG .
2 Anteriormente se había sugerido que el herpesvirus

PROSTATITIS Y AUTOINMINIDAD,

PROSTATITIS Y AUTOINMUNIDAD,
El dolor es el sello distintivo de los pacientes con prostatitis crónica (PC) y síndrome de dolor pélvico crónico (CPPS). A pesar de numerosas hipótesis, la etiología y la patogénesis siguen siendo desconocidas. Para comprender mejor PC / CPPS, utilizamos un modelo de prostatitis autoinmune experimental murino para examinar el desarrollo, la localización y la modulación del dolor pélvico. El dolor pélvico se detectó 5 días después de la instilación del antígeno y se mantuvo más allá de los 30 días, lo que indica el desarrollo de dolor crónico. El dolor fue atenuado por el tratamiento con lidocaína en la próstata, pero no en la vejiga o el colon, lo que sugiere que el dolor se originó en la próstata. La histopatología de la prostatitis autoinmune experimental se limitó a la próstata con infiltrados inflamatorios periglandulares focales en los lóbulos ventral, dorsolateral y anterior de la próstata del ratón. La inflamación y el dolor pélvico se correlacionaron positivamente y aumentaron con el tiempo. Morfológicamente, la próstata dorsolateral solo mostró una distribución de fibras neuronales significativamente aumentada, como lo demuestra la expresión incrementada del producto del gen de proteína 9.5. El dolor pélvico se atenuó mediante el tratamiento con el neuromodulador gabapentina, lo que sugiere una contribución espinal y / o supraespinal al dolor crónico. Estos resultados proporcionan la base para identificar mecanismos que regulan el dolor pélvico y la prueba de agentes terapéuticos que bloquean el desarrollo del dolor en CP / CPPS.
Prostatitis inmunitarias.
La prostatitis crónica/síndrome de dolor pélvico crónico (CP/CPPS) se presenta como una inflamación de la próstata sin evidencia de infección del tracto urinario. Algunos autores postulan a la respuesta autoinmune como causa de esta patología. Aunque se ha demostrado la presencia de respuesta inmune celular específica contra antígenos prostáticos, poco se conoce acerca de la respuesta inmune humoral. Es por ello que decidimos estudiar la presencia de autoanticuerpos séricos específicos de antígenos prostáticos, expresados en la línea celular prostática humana DU-145, y de otros autoanticuerpos séricos marcadores de diferentes patologías autoinmunes en un grupo de pacientes con diagnóstico clínico de CP/CPPS.
Materiales y métodos
Se estudiaron 25 pacientes con CP/CPPS y 13 controles normales a los que se les realizó la determinación de anticuerpos anti-células DU-145, Factor Reumatoideo, anticuerpos anti-Tiroperoxidasa, anti-Tiroglobulina, anti-células de los islotes, anti-nucleares, anti-mitocondriales, anti-músculo liso, anti-microsomas de hígado y riñón, y anti-células parietales a partir de muestras de suero.
Resultados
No hubo diferencias estadísticamente significativas entre pacientes y controles para los anticuerpos anti-DU-145 (p=0,71). Factor Reumatoideo fue positivo en 36% de los pacientes y en 0% de los controles (p=0,016). Anticuerpos anti-Tiroperoxidasa se detectaron en 3 pacientes y en ningún control normal (p=0,54). Un paciente y 1 control normal presentaron anticuerpos anti-células de los islotes pancreáticos (p=0,99). Para los demás auto-anticuerpos ensayados ni pacientes ni controles normales arrojaron resultados positivos.
Conclusión
Estos resultados demuestran una asociación entre un marcador inflamatorio autoinmunitario como el Factor Reumatoideo con la CP/CPPS. Para el resto de los autoanticuerpos estudiados no se observaron diferencias significativas, aunque sí una tendencia a una mayor incidencia positiva en los pacientes con respecto a los controles. Estudios adicionales y con mayor número de pacientes son necesarios para dilucidar el rol de la inmunidad humoral en esta patología.
Prostatitis crónica, Síndrome de dolor pélvico crónico, Autoinmunidad, Autoanticuerpos
El término prostatitis indica un estado de inflamación de la glándula prostática y comprende varios síndromes(1). Los Institutos Nacionales de Salud de Estados Unidos (National Institutes of Health, NIH) han propuesto una clasificación de síndromes de prostatitis en cuatro categorías: prostatitis bacteriana aguda (categoría I), prostatitis bacteriana crónica (categoría II), prostatitis crónica/síndrome de dolor pélvico crónico o CP/CPPS (categoría III), la cual a su vez se subdivide en inflamatoria (categoría IIIA) y no-inflamatoria (categoría IIIB); y prostatitis inflamatoria asintomática (categoría IV)(2). Desde la década pasada ha habido un resurgimiento del interés y nuevas investigaciones sobre prostatitis crónica y síndromes relacionados, principalmente debido a que estos síndromes han sido reconocidos como un importante problema de salud en todo el mundo(3). La CP/CPPS afecta principalmente a hombres jóvenes, activos, menores de 50 años de edad y la misma se presenta como una inflamación de la próstata con síntomas locales de dolor pélvico, suprapúbico, perineal, peneano, testicular y rectal, sin evidencia de infección del tracto urinario. Además, este dolor se acompaña de disuria, poliaquiuria, nicturia y alteraciones en la eyaculación(2). Los síntomas usualmente son crónicos, con leves mejorías y recaídas a lo largo del tiempo, pero algunos hombres tienen grandes fluctuaciones en la severidad de los mismos que afectan notablemente su calidad de vida(3).
Mientras que la prostatitis aguda es comúnmente causada por una infección bacteriana, la CP/CPPS se caracteriza por presentarse como una inflamación prostática en ausencia de infección. Además, en muchos pacientes asintomáticos se detecta prostatitis crónica no infecciosa al realizarles una biopsia, como consecuencia de la detección de niveles séricos elevados de PSA y un probable diagnóstico de cáncer prostático(2). Los pacientes presentan inflamación prostática, con signos y síntomas localizados, sin una causa aparente. Los factores que complican aún más el manejo de esta condición incluyen su etio-patogénesis [probablemente multifactorial(4,5)], la falta de un ensayo diagnóstico estándar confiable(4), y las limitaciones metodológicas de muchos estudios sobre eficacia de tratamiento. En consecuencia, las estrategias para el tratamiento son empíricas y se han enfocado principalmente en el alivio de los síntomas más que a atacar la causa subyacente, resultando ineficaces en la mayoría de los casos(4,5). Dentro de las causas de este síndrome se proponen una serie de hipótesis(6-9); algunos investigadores sostienen que microorganismos clásicamente no cultivables podrían cumplir un rol en la patogénesis(9,10). Esta hipótesis puede ser aplicada sólo a una cierta fracción de pacientes que comprende entre el 6 y 30% para algunos autores(11). No obstante, la porción restante de pacientes representa una fracción significativa donde no se encuentra ningún agente infeccioso como responsable de la patología. Es interesante destacar que el análisis de células en secreción prostática obtenida luego de masaje prostático en estos pacientes, ha evidenciado la presencia de granulocitos, macrófagos, linfocitos T y linfocitos B(12); además, se detectaron niveles elevados de citocinas en plasma seminal y secreciones prostáticas de los mismos, lo que sugiere la presencia de un proceso inflamatorio activo en el tracto genital masculino en ausencia de infección(13-15). Estos hallazgos apoyan la hipótesis que sostiene que esta inflamación sería mediada por una respuesta inmune adaptativa, contra antígenos propios del tracto genital, en el marco de un proceso autoinmune. Ciertamente, resultados reportados por otros autores y por nuestro grupo de trabajo han demostrado la presencia de linfocitos T específicos contra antígenos prostáticos en un importante número de pacientes con CP/CPPS(16-18).
Es bien conocido que múltiples factores están involucrados en el desencadenamiento de una enfermedad autoinmune, entre los que podemos citar factores genéticos, ambientales y hormonales(19). Tanto en pacientes que presentan enfermedades autoinmunes órgano-específicas como en modelos animales de estas enfermedades, se han descrito asociaciones de enfermedades autoinmunes(20-26). Este es el caso de la alta frecuencia de tiroiditis de Hashimoto en pacientes con diabetes autoinmune(22) o la mayor susceptibilidad a desarrollar distintas enfermedades autoinmunes órgano-específicas que presenta la cepa de ratones no obesos diabéticos que espontáneamente desarrolla diabetes autoinmune(24). Estos hallazgos sugieren la existencia de un fondo genético que predispone al desarrollo de autoinmunidad.
Una característica de esta asociación es el hecho de que diferentes enfermedades autoinmunes frecuentemente comparten o tienen elementos (autoanticuerpos y/o células autorreactivas) en común. En el presente trabajo, además de estudiar los anticuerpos anti-células DU-145 (una línea de células prostáticas humanas), se compararon pacientes con CP/CPPS y controles normales en cuanto a la presencia de diferentes autoanticuerpos típicos de distintas enfermedades autoinmunes, con el objetivo de avanzar en el estudio de una posible causa autoinmune en esta patología. Estos anticuerpos incluyen: Factor Reumatoideo (FR), anticuerpos anti-nucleares (ANA), anti-microsomas de hígado y riñón (LKM), anti-músculo liso (ASMA), antimitocondriales (AMA), anti-peroxidasa tiroidea (TPO), anti-tiroglobulina (Tg), y anti-células de los islotes pancreáticos (ICA).
MATERIALES Y MÉTODOS
Al comenzar el trabajo, el comité de ética institucional aprobó este estudio y se obtuvieron los consentimientos por escrito de todos los pacientes y controles, quienes estuvieron de acuerdo en donar muestras de sangre y semen y no recibieron tratamiento de antibióticos o anti-inflamatorios durante 4 semanas previas a la toma de muestras. Se incluyeron 25 pacientes (mediana= 42, P25-75=35-47) y 13 controles voluntarios (mediana= 30, P25-75=28-32). El diagnóstico de prostatitis crónica no infecciosa se realizó en individuos con historia sintomática característica de esta enfermedad de 3 meses o más de duración y ausencia de microorganismos convencionales y no convencionales (Ureaplasma spp, Chlamydia trachomatis, Micoplasma spp.) en muestras de semen y orina. Pacientes con prostatitis crónica infecciosa o voluntarios que hubieran sido sometidos a vasectomía fueron excluidos de este estudio. Los controles normales fueron sometidos a los mismos estudios que los pacientes, respondieron un cuestionario y no presentaron historia previa de síntomas genitourinarios.
Todas las determinaciones que se detallan a continuación fueron realizadas a ciegas por el mismo operador para evitar subjetividad en la lectura de los resultados.
Determinación de anticuerpos anti-células DU-145
Se realizó inmunofluorescencia indirecta (IFI) sobre células DU-145 que fueron cultivadas en medio RPMI-1640 suplementado con suero fetal bovino inactivado al 10%, L-glutamina 2 mM y penicilina/estreptomicina 100 U/ml, en estufa de cultivo a 37°C en una atmósfera de CO2 al 5% en placa de poliestireno de 24 reservorios. En cada reservorio fue colocado un cubreobjetos de vidrio circular (impronta) sobre el cual crecieron las células hasta una confluencia del 60%. Luego, se retiró el medio de cultivo y se congeló la placa por un período inferior a dos semanas. Se probaron las improntas sin fijador, con etanol y con metanol. Se decidió no utilizar fijador para evitar la desnaturalización de cualquier antígeno cuya detección pudiera ser relevante en nuestros estudios, puesto que las células se encontraban en estado óptimo. Para establecer la dilución óptima con la que se debían ensayar los sueros, se utilizaron sueros de dos controles normales de 23 y 43 años sin signos ni síntomas compatibles con prostatitis de ninguna índole y no relacionados a los controles del estudio. La dilución 1/20 en tampón fosfato salino (PBS, pH= 7,2-7,4) fue considerada la óptima por poseer mínimo fondo de fluorescencia inespecífica y mayor sensibilidad. Todos los pacientes y controles fueron ensayados por duplicado y en caso de hallar discordancia en los resultados, los sueros fueron reensayados. Simultáneamente se procesaron los dos controles negativos utilizados para determinar el título de corte. La primera incubación con los sueros diluidos 1/20 en PBS se realizó durante 1 hora a temperatura ambiente. Se realizaron 3 lavados de 5 minutos cada uno con PBS y se procedió a colocar el antisuero de cabra anti-IgG humano marcado con isotiocianato de fluoresceína diluido 1/150 (Biocientífica S.A, Buenos Aires, Argentina). Se incubó 1 hora a temperatura ambiente y en oscuridad y se volvió a lavar 3 veces. Se montaron los vidrios, se observó el patrón de fluorescencia y se utilizó una valoración cualitativa para medir la intensidad de la misma, a saber: fluorescencia leve, moderada y fuerte [Microscopio de fluorescencia Olympus (BH-2), Japón].
Determinación de Factor Reumatoideo (FR)
La determinación de FR se realizó mediante aglutinación indirecta de partículas inertes de látex sensibilizadas con la fracción II de Cohn (γ globulina humana) (Artritest directo Wiener laboratorios S.A.I.C., Rosario, Argentina). El «screening» se realizó con los sueros sin diluir, y para aquellas muestras que daban positivas se procedió a la determinación del título final partiendo de una dilución 1/10 y siguiendo con diluciones seriadas al medio.
Determinación de anticuerpos anti-tiroideos (ATA), anti-peroxidasa tiroidea (anti-TPO) y anti-tiroglobulina (anti-Tg)
Se realizó mediante IFI sobre cortes de tiroides de conejo fijados (Biocientífica S.A.). Las muestras se ensayaron diluidas 1/20 siguiendo especificaciones del fabricante. Se consideraron positivas para anti-TPO (anteriormente conocidos como microsomas tiroideos) aquellas muestras que mostraron tinción fluorescente en el citoplasma de las células epiteliales del folículo tiroideo y para anti-Tg las que mostraron fluorescencia en forma de flóculos en la sustancia coloide del folículo. Conjuntamente se procesó un control anti-TPO positivo y un control negativo.
Determinación de anticuerpos anti-células de los islotes pancreáticos (ICA)
Se realizó por IFI sobre improntas sensibilizadas con cortes de páncreas de mono (BioSystems S.A., Barcelona, España). Los sueros de 13 pacientes y 7 controles normales, y los controles positivo y negativo diluidos 1/5, se sembraron e incubaron toda la noche (18 hs) a 37ºC. Este tiempo de incubación, comparado a 30 minutos, aumenta la sensibilidad aproximadamente 8 veces(27). Se lavó 3 veces con PBS, se colocó antisuero anti-IgG humano marcado con isotiocianato de fluoresceína diluido 1/100 (Biocientífica S.A) y se volvió a incubar 1 hora a 37°C. Se realizaron los últimos 3 lavados con PBS, se montó y se observó en microscopio de fluorescencia. Se consideraron positivas las muestras que presentaron tinción fluorescente de los islotes pancreáticos.
Determinación de anticuerpos anti-nucleares (ANA)
Se realizó mediante IFI sobre improntas sensibilizadas con células Hep-2 (BioSystems S.A.). Los sueros fueron diluidos 1/10 en PBS e incubados 30 minutos a 37°C. Se practicaron 3 lavados con PBS y se incubó otros 30 minutos a 37°C con el anticuerpo de cabra anti-IgG humano marcado con isotiocianato de fluoresceína (Biocientífica S.A.). Se lavaron las improntas, se montaron y se observaron en microscopio de fluorescencia.
Se consideraron positivas las muestras que presentaron algún patrón de fluorescencia a la dilución practicada la cual fue elegida para aumentar la sensibilidad de la técnica.
Determinación de anticuerpos anti-músculo liso (ASMA), anti-mitocondriales (AMA), anti-microsomas de hígado y riñón (anti-LKM) y anti-células parietales gástricas (APCA)
La determinación de estos autoanticuepros se realizó por IFI sobre cortes de hígado, estómago y riñón de rata (Biocientífica S.A.). Las muestras se ensayaron diluidas 1/20 siguiendo especificaciones del fabricante. Conjuntamente se procesó un control AMA positivo y un control negativo. Positivas para AMA fueron consideradas aquellas muestras que mostraron fluorescencia granular en las mitocondrias del citoplasma de las células gástricas, células de Kupffer, hepatocitos y las células de los túbulos renales. Los ASMA tiñen las capas musculares del estómago; los ASMA F-actina tiñen las muscularis mucosa interglandulares, fibras de actina y la capa muscular de los vasos sanguíneos. Con los LKM se observa tinción homogénea del citoplasma de los hepatocitos y de los túbulos renales proximales; los túbulos distales no se tiñen. Los APCA tiñen el citoplasma de las células en las glándulas mucosas del estómago de rata.
Análisis estadístico
El análisis estadístico se realizó utilizando el programa Graph Pad Instat. El análisis de las variables categóricas se realizó mediante los Tests Chi cuadrado (χ2) o Exacto de Fisher, según corresponda. En todos los casos se consideró estadísticamente significativo un P<0.05. RESULTADOS La determinación de anticuerpos anti-células prostáticas humanas, mediante IFI sobre células DU-145, no arrojó diferencias estadísticamente significativas cuando se compararon los pacientes con CP/CPPS y los controles normales (p=0,71). La mayoría de los sueros que arrojaron resultados positivos lo hicieron con fluorescencia débil y tinción granular citoplasmática. Hubo excepciones, como un paciente que presentó moderada fluorescencia citoplasmática, otro paciente con fuerte fluorescencia citoplasmática y 1 control normal con débil tinción en el nucleolo de las células En la determinación de anticuerpos anti-TPO y anti-Tg, 3 pacientes con CP/CPPS resultaron positivos para antiTPO y ninguno para anti-Tg. Ningún individuo del grupo control evidenció resultado positivo para estos dos anticuerpos anti-tiroideos. Para los anti-TPO el p fue de 0,54, y en consecuencia no hubo diferencia estadísticamente significativa entre los grupos en estudio). En el caso de la determinación de ICA, la prueba resultó positiva para 1 paciente con CP/CPPS y para uno de los individuos control (p=0,99) Para ANA, ASMA, AMA, LKM, APCA ninguno de los pacientes analizados y ningún control normal, arrojaron valores positivos a la dilución ensayada en el estudio DISCUSIÓN La prostatitis es una patología muy común en el consultorio urológico que muchos facultativos encuentran difícil de tratar. A su vez, representa el 10% de las consultas urológicas, y se ha estimado que más de la mitad de los hombres sufren síntomas de prostatitis en algún momento de sus vidas(1,2). El diagnóstico de prostatitis bacteriana aguda por métodos microbiológicos es reproducible y fácil de llevar a cabo en el laboratorio. Por el contrario, el diagnóstico microbiológico de CP/CPPS representa un desafío importante. La mayoría de las CP/CPPS, que da cuenta del 90% de los casos totales de prostatitis, son determinadas fundamentalmente de acuerdo a un diagnóstico clínico, y por ende la terapia instaurada es empírica, resultando en un fracaso terapéutico en la mayoría de los casos(1,4). Para explicar la etiología de la CP/CPPS se han propuesto numerosas hipótesis como infecciones crípticas de difícil identificación o cultivo(9, 10, 28). Ciertos hallazgos sustentan esta hipótesis: algunos pacientes relacionan el comienzo de los síntomas con la actividad sexual, asociada en algunos casos a episodios de uretritis, mientras que otros no indican relación alguna entre el comienzo de la sintomatología y la actividad sexual. El uso de antimicrobianos puede o no producir un alivio transitorio de los síntomas. Un número importante de microorganismos han sido postulados como causales de este síndrome: Trichomonas vaginalis, Chlamydia trachomatis, micoplasmas genitales, estafilococos, bacterias corineformes y virus genitales(9). Estos datos son muy controvertidos debido a que muchos otros investigadores, o bien fallaron en demostrar su presencia, o solamente los encontraron en raras circunstancias(9,10). Otra de las hipótesis que han sido propuestas durante los últimos años, postula a la autoinmunidad contra antígenos prostáticos como responsable de la inflamación prostática presentada por los pacientes con CP/CPPS(16-18). El sistema inmune ha generado, a lo largo de la evolución, una serie de mecanismos complejos para mantener la tolerancia a lo propio, o "autotolerancia", y prevenir la autoinmunidad. Últimamente, se ha evidenciado que el repertorio de linfocitos T periféricos específicos hacia algunas secuencias de proteínas propias de cada individuo se encuentra intacto y funcionalmente activo pero mantenidos bajo control por los mecanismos periféricos de autotolerancia(29). No obstante, información aportada por varias investigaciones demuestran que el repertorio de linfocitos T específicos hacia autoantígenos particulares pueden ser potencialmente activados y luego desencadenar una enfermedad autoinmune(30). Aunque las respuestas autoinmunes hacia la mayoría de los tejidos en el organismo han sido extensamente descritas desde décadas atrás, se conoce muy poco respecto a la respuesta autoinmune dirigida contra la próstata. Al respecto, Corman y cols. estudiaron el repertorio de linfocitos T CD4+ y CD8+ específicos contra antígenos prostáticos típicos en hombres adultos normales. Mediante el uso de líneas celulares de linfocitos T a corto tiempo, estos investigadores demostraron la existencia de linfocitos T específicos contra antígenos prostáticos en individuos normales(31). Estos clones de linfocitos T autorreactivos podrían ser potencialmente activados quebrando el estado fisiológico de autotolerancia y llevando al desarrollo de una prostatitis autoinmune. Recientemente, hemos reportado la presencia de linfocitos capaces de activarse, proliferar y secretar IFN-γ de manera específica en respuesta al estímulo con antígenos prostáticos [como Antígeno Prostático Específico (PSA), Fosfatasa Ácida Prostática (FAP), y otros)] en un grupo de pacientes con CP/CPPS(18). En este trabajo, se evaluaron antígenos presentes en el plasma seminal (PS), extracto prostático humano normal (EP), PSA y FAP como potenciales antígenos reconocidos por el sistema inmune de los pacientes y se demostró que PS y FAP fueron capaces de inducir una respuesta linfoproliferativa significativa con alta secreción específica de IFN-γ en un grupo de pacientes con CP/CPPS. Asimismo, Alexander y cols. reportaron resultados interesantes que demuestran la presencia de una respuesta autoinmune, mediada por células T, hacia antígenos prostáticos en pacientes con prostatitis crónica(16). Ellos presentaron evidencia de la actividad específica de linfocitos T hacia antígenos del plasma seminal en algunos pacientes con CP/CPPS, pero no en individuos controles. Posteriormente, y con el objetivo de definir los antígenos potencialmente reconocidos por esta respuesta, encontraron que algunos pacientes con CP/CPPS evidenciaron una respuesta proliferativa específica por parte de linfocitos T CD4+ hacia PSA(32). Batstone y cols. también analizaron la proliferación de células T en respuesta al estímulo con proteínas de plasma seminal autólogo o heterólogo, y evidenciaron respuestas positivas en 13 de 20 pacientes con prostatitis crónica y en 3 de 20 individuos controles(17). Además, en estos mismos trabajos se demostró que pacientes con CP/CPPS presentaban elevados niveles de citocinas proinflamatorias, como IFN-γ, IL-1β y TNF-α, en muestras de plasma seminal, lo que evidenciaba la presencia de inflamación local en ausencia de infección(14,33,34). Con respecto al estudio de la respuesta autoinmune humoral, en trabajos previos en los que analizamos la presencia de anticuerpos específicos contra antígenos prostáticos(18), no se detectaron diferencias significativas en los niveles encontrados entre pacientes y controles en las muestras de suero y plasma seminal estudiadas. De igual manera, en el presente trabajo no se encontraron diferencias significativas cuando se evaluó la presencia de anticuerpos anti-células prostáticas humanas DU-145 en la población de pacientes y controles en estudio. Este resultado fue sorprendente, aunque también fue llamativa la casi inexistencia de reportes en literatura científica que aborden este aspecto(16,17,35). No obstante, ha sido reportada la presencia de niveles incrementados de IgA e IgG total sin especificidad hacia ningún microorganismo en secreciones prostáticas de pacientes con prostatitis crónica no infecciosa(35). Además, también se demostraron depósitos de IgM en tejido periglandular prostático en 34 de 60 pacientes con prostatitis crónica y en 1 de 21 controles(35). Una posibilidad para explicar el hecho de que no se hayan reportado respuestas autoinmunes humorales positivas en estos pacientes, es que se deba a un problema metodológico, ya sea porque la sensibilidad de las metodologías empleadas no son adecuadas para su determinación, o bien podría deberse a una elección equívoca del antígeno a evaluar, lo que estaría impidiendo la detección de autoanticuerpos contra antígenos prostáticos en estos pacientes. No obstante, recientemente se ha reportado la presencia de IgG específica en pacientes con prostatitis crónica(36); estos autores demostraron la presencia de IgG específica contra MAD-PRO-34 en 6 de 67 pacientes con prostatitis crónica y en ninguno de los 71 controles normales utilizando la metodología SEREX (identificación serológica de antígenos por clonado de expresión recombinante). El antígeno MAD-PRO-34, reconocido preferentemente por la respuesta inmune humoral de los pacientes con prostatitis crónica comparado con controles normales, es un autoantígeno nucleolar que previamente fue identificado como una proteína potencialmente sobreexpresada en carcinoma prostático y reconocido por la respuesta inmune de pacientes con cáncer de próstata(37) y cistitis intersticial(38), una patología altamente relacionada con la CP/CPPS. Es importante aclarar que las muestras de suero de los pacientes analizados en el presente estudio fueron previamente analizadas para determinar la presencia de autoanticuerpos anti MAD-PRO-34 y se demostró la presencia de los mismos en 4/40 (10%) pacientes con CP/CPPS y en 0/40 (0%) de los controles normales (observaciones no publicadas). Este resultado concuerda con los previamente reportados por Dunphy y cols.(36). La autoinmunidad ha sido tradicionalmente dividida en autoinmunidad órgano-especifica (anti-páncreas, tiroides, cerebro, tracto gastrointestinal) o no órgano-específica (lupus eritematoso sistémico, artritis reumatoidea), dependiendo de que la respuesta inmune esté dirigida contra un antígeno confinado en un órgano en particular o contra un antígeno distribuido de manera ubicua en el organismo. No obstante, tanto en pacientes como en modelos animales, una enfermedad órgano-específica está frecuentemente asociada con otra (por ej. diabetes, gastritis, y tiroiditis) y una característica de esta asociación es el hecho de que diferentes enfermedades autoinmunes frecuentemente comparten o tienen elementos (autoanticuerpos y/o células autorreactivas) en común(20-23,25,26). Debido a esto, en el presente trabajo se investigó si los pacientes con CP/CPPS presentaban autoanticuerpos típicos de diferentes enfermedades autoinmunes. En la población de individuos en estudio, se analizó la presencia de: FR presente en altos títulos en pacientes con artritis reumatoidea (AR) y síndrome de Sjogren; anticuerpos antitiroideos: anti-TPO y anti-Tg presentes en pacientes con enfermedades autoinmunes tiroideas; ICA que se detectan en pacientes con diabetes mellitus insulino-dependiente (DMID) de diagnóstico reciente y que aparecen años antes de la presentación de la DMID en un porcentaje importante de parientes de primer grado de pacientes con DMID; ANA presentes en pacientes con enfermedades del tejido conectivo; ASMA que aparecen en la hepatitis autoinmune de tipo I; AMA característicos de pacientes con cirrosis biliar primaria; anti-LKM marcadores de hepatitis autoinmune de tipo II; o APCA presentes en pacientes con gastritis autoinmune y anemia perniciosa. Se halló una diferencia estadísticamente significativa entre pacientes y controles solamente para FR. Debido a que los títulos hallados fueron bajos y sumado a que los pacientes no presentaban manifestaciones clínicas relacionadas a AR o síndrome de Sjogren, es muy improbable que estos pacientes tengan asociada otra enfermedad autoinmune(39,40). No encontramos diferencias significativas entre pacientes y controles para el resto de los autoanticuerpos analizados. Sin embargo, para el caso de los anti-TPO 3 pacientes presentaron estos autoanticuerpos y ningún control normal, lo que sugiere que quizás aumentando el número de pacientes y controles (n) se podría llegar a detectar una diferencia estadísticamente significativa. Si bien estos resultados ponen de manifiesto una mayor incidencia de un marcador autoinmunitario inflamatorio como lo es el FR en el grupo de pacientes con CP/CPPS, no se observó una diferencia significativa para el resto de los autoanticuerpos estudiados. Esto último concuerda con la falta de reportes en literatura que demuestren la presencia de respuestas autoinmunes humorales en pacientes con CP/CPPS. No obstante, la asociación de un nuevo marcador inflamatorio (FR) a esta enfermedad que constituye una inflamación crónica en ausencia de infección y, sumado a las evidencias previas reportadas en literatura, aporta mayor información que sustenta la hipótesis de la inflamación de origen autoinmune como causa de la misma en un grupo de pacientes con CP/CPPS. Esta respuesta autoinmune sería mediada fundamentalmente por un mecanismo de tipo celular o hipersensibilidad retardada, con un perfil de respuesta de tipo Th1. Los anticuerpos podrían no estar cumpliendo un rol clave en la patogénesis de esta enfermedad, sino que serían secundarios a la generación de la misma, o bien dicho rol podría estar enmascarado por la imposibilidad de demostrarlos debido a un problema metodológico o de una elección errónea del antígeno. Es necesaria mayor investigación en esta patología que ayude a dilucidar los mecanismos etiopatogénicos involucrados en la misma con el objetivo de lograr, a futuro, terapias más eficientes que ayuden a paliar el importante problema sanitario que esta enfermedad constituye en la actualidad. Bibliografía PROSTATITIS Y AUTOINMINIDAD, Am J Physiol Regul Integr Comp Physiol. 2008 de abril; 294 (4): R1268-75. doi: 10.1152 / ajpregu.00836.2007. Epub 2008 20 de febrero.

PARKINSON MARCADORES SANGUINEOS Y EN EL LCR

MARCADORES SANGUINEOS Y EN EL LCR, PARA LA ENFERMEDAD DE PARKINSON

El diagnóstico de la enfermedad de Parkinson desde los síntomas clínicos, dificulta la detección precoz de la enfermedad, y resta eficacia a los medicamentos para esta enfermedad, que podrían tener mayor efecto terapéutico, si se agilizara.
Es necesario con urgencia el uso de biomarcadores para el diagnóstico precoz y seguro de esta enfermedad de Parkinson, y su mayor eficacia con el tratamiento.
El diagnóstico y pronóstico tras la búsqueda de biomarcadores en LCR y la sangre podían adelantar el diagnóstico y pronóstico de la enfermedad de Parkinson teniendo en cuenta principalmente los síntomas clínicos, lo que dificulta la detección de las fases más tempranas de la enfermedad, el momento en que el tratamiento con los medicamentos modificadores de la enfermedad podrían tener el mayor efecto terapéutico en esta enfermedad. Así como adelantar las variante de Parkinson, como las especies de α-sinucleína, enzimas lisosomales, marcadores de patología amiloide y tau y cadena ligera de neurofilamento.
Una combinación de múltiples biomarcadores de LCR ha surgido como un modelo de diagnóstico y pronóstico preciso. Con respecto al diagnóstico temprano, la medición de agregados de α-sinucleína en LCR está proporcionando resultados preliminares alentadores. Las especies de α-sinucleína en sangre y la cadena ligera de neurofilamento también se están investigando porque proporcionarían una herramienta no invasiva, tanto para el diagnóstico temprano y diferencial de la enfermedad de Parkinson frente a los trastornos parkinsonianos atípicos como para el control de la enfermedad. En vista de la adopción de biomarcadores de LCR y de sangre para mejorar el diagnóstico y la precisión pronóstica de la enfermedad de Parkinson, se necesita una validación adicional en grandes cohortes independientes. La medición de los agregados de α-sinucleína en LCR está proporcionando resultados preliminares alentadores. Las especies de α-sinucleína en sangre y la cadena ligera de neurofilamento también se están investigando porque proporcionarían una herramienta no invasiva, tanto para el diagnóstico temprano y diferencial de la enfermedad de Parkinson frente a los trastornos parkinsonianos atípicos como para el control de la enfermedad.
En vista de la adopción de biomarcadores de LCR y de sangre para mejorar el diagnóstico y la precisión pronóstica de la enfermedad de Parkinson, se necesita una validación adicional en grandes cohortes independientes. La medición de los agregados de α-sinucleína en LCR está proporcionando resultados preliminares alentadores. Las especies de α-sinucleína en sangre y la cadena ligera de neurofilamento también se están investigando porque proporcionarían una herramienta no invasiva, tanto para el diagnóstico temprano y diferencial de la enfermedad de Parkinson frente a los trastornos parkinsonianos atípicos como para el control de la enfermedad. En vista de la adopción de biomarcadores de LCR y de sangre para mejorar el diagnóstico y la precisión pronóstica de la enfermedad de Parkinson, se necesita una validación adicional en grandes cohortes independientes. Tanto para el diagnóstico precoz como para el diagnóstico diferencial de la enfermedad de Parkinson frente a los trastornos parkinsonianos atípicos, y para el control de la enfermedad. En vista de la adopción de biomarcadores de LCR y de sangre para mejorar el diagnóstico y la precisión pronóstica de la enfermedad de Parkinson, se necesita una validación adicional en grandes cohortes independientes. Tanto para el diagnóstico precoz como para el diagnóstico diferencial de la enfermedad de Parkinson frente a los trastornos parkinsonianos atípicos, y para el control de la enfermedad. En vista de la adopción de biomarcadores de LCR y de sangre para mejorar el diagnóstico y la precisión pronóstica de la enfermedad de Parkinson, se necesita una validación adicional en grandes cohortes independientes.

Los trabajos de MOIR están cambiando la etiología de esta enfermedad neurodegenerativas, y que igual forma, la teoría microbiana es ampliable a múltiples enfermedades neurodegenerativas.
La teoría de la microbiota alterada, y los gérmenes difundidos a cavidades orgánica entre otras , han manifestado ya, como gérmenes del abdomen pueden anidar en el cerebro.
La microbiota intestinal de los animales no solo regulan la respuesta del sistema inmune, sino que modulan la, nutrición, metabolismo y exclusión de patógenos y alteran la fisiopatología de enfermedades dando resistencia o promoviendo infecciones parasitarias entéricas. Las bacterias naturales del intestino actúan como adyuvantes moleculares que ofrecen inmunoestimulación indirecta, ayudando el organismo a defenderse contra las infecciones.
La primera línea de defensa del sistema inmunológico está formada por las células fagocíticas (macrófagos, heterófilos, células dendríticas y células Natural Killer) donde hay receptores localizados en su superficie.
Estos receptores reconocen patrones microbianos e inducen una respuesta inmune innata inmediata. Después de esta activación y fagocitosis, los fagocitos que son células presentadoras de antígeno “APC”, presentan un fragmento antígeno y disparan una respuesta en cadena contra éste.
Los avances de Moir, no contradicen el diagnostico precoz en sangre y LCR, de la enfermedad de Parkinson, pero si se pudieran detectar al mismo tiempo, gérmenes, en sangre o en LCR, seria un extraordinario avance. REGULACIÓN DE LOS CANALES DE CALCIO
El Parkinson es la segunda enfermedad neurodegenerativa más común, ya que afecta al 1 por ciento de la población mayor de 65 años. Uno de sus rasgos característicos es la presencia de agregados de proteínas que, en circunstancias normales, deberían ser desechados, y que se acumulan hasta provocar la muerte de las neuronas. «Este hecho apunta a la existencia de alteraciones en los lisosomas, que podrían compararse con el ‘aparato digestivo’ de la célula.
Eliminar los desechos de proteínas que afectan a las neuronas, potencial clave para Parkinson sobre. Científicos de la UGR y el CSIC han llegado a la conclusión de que nuevos métodos que favorezcan la eliminación de los agregados de proteínas que los enfermos de Parkinson acumulan podrían constituir una estrategia terapéutica prometedora contra esta patología.
Por tanto conseguir fármacos que ataquen la causa del Parkinson y no se limiten solo a aliviar sus síntomas es el objetivo final de la investigación de Pilar Rivero Ríos, doctoranda de la Universidad de Granada que realiza su tesis en el grupo de Sabine Hilfiker, en el Instituto López-Neyra del CSIC, en Granada. Para ello, los científicos han llegado a la conclusión de que nuevas aproximaciones para promover la eliminación de los agregados de proteínas que los enfermos de Parkinson acumulan podrían constituir una estrategia terapéutica prometedora contra esta patología.
El LRRK2 en el lisosoma es el principal determinante genético del Parkinson, provoca dicha enfermedad al afectar a los canales de calcio que se encuentran en el lisosoma, impidiendo que este realice su función de eliminación de los desechos que finalmente provocan la muerte celular. Conocer los mecanismos responsables de la enfermedad es el primer paso para el desarrollo de fármacos eficaces para tratarla.
«Los tratamientos frente al Parkinson de los que disponemos en la actualidad presentan el problema de que se limitan a aliviar los síntomas, pero no atacan a la causa y por tanto no curan. De ahí la importancia de conocer cuáles son los procesos que están afectados en la célula, lo que permitirá desarrollar fármacos que corrijan esos procesos y realmente curen la enfermedad en lugar de simplemente atacar los síntomas. La investigación sería un primer paso para el desarrollo de fármacos frente al Parkinson», Rivero.
La acumulación en las neuronas de desechos celulares, los llamados cuerpos de Lewy, es uno de los rasgos característicos de la enfermedad de Parkinson. La investigadora explica que «el desarrollo de fármacos que regulen la actividad de estos canales de calcio que se encuentran alterados en el Parkinson podría corregir el mal funcionamiento del lisosoma y combatir la patología». Se atacarían las causas del Parkinson y no simplemente sus síntomas.

REGULACIÓN DE LOS CANALES DE CALCIO
El Parkinson es la segunda enfermedad neurodegenerativa más común, ya que afecta al 1 por ciento de la población mayor de 65 años. Uno de sus rasgos característicos es la presencia de agregados de proteínas que, en circunstancias normales, deberían ser desechados, y que se acumulan hasta provocar la muerte de las neuronas. «Este hecho apunta a la existencia de alteraciones en los lisosomas, que podrían compararse con el ‘aparato digestivo’ de la célula.
Eliminar los desechos de proteínas que afectan a las neuronas, potencial clave para Parkinson sobre. Científicos de la UGR y el CSIC han llegado a la conclusión de que nuevos métodos que favorezcan la eliminación de los agregados de proteínas que los enfermos de Parkinson acumulan podrían constituir una estrategia terapéutica prometedora contra esta patología.
Por tanto conseguir fármacos que ataquen la causa del Parkinson y no se limiten solo a aliviar sus síntomas es el objetivo final de la investigación de Pilar Rivero Ríos, doctoranda de la Universidad de Granada que realiza su tesis en el grupo de Sabine Hilfiker, en el Instituto López-Neyra del CSIC, en Granada. Para ello, los científicos han llegado a la conclusión de que nuevas aproximaciones para promover la eliminación de los agregados de proteínas que los enfermos de Parkinson acumulan podrían constituir una estrategia terapéutica prometedora contra esta patología.

El LRRK2 en el lisosoma es el principal determinante genético del Parkinson, provoca dicha enfermedad al afectar a los canales de calcio que se encuentran en el lisosoma, impidiendo que este realice su función de eliminación de los desechos que finalmente provocan la muerte celular. Conocer los mecanismos responsables de la enfermedad es el primer paso para el desarrollo de fármacos eficaces para tratarla.
«Los tratamientos frente al Parkinson de los que disponemos en la actualidad presentan el problema de que se limitan a aliviar los síntomas, pero no atacan a la causa y por tanto no curan. De ahí la importancia de conocer cuáles son los procesos que están afectados en la célula, lo que permitirá desarrollar fármacos que corrijan esos procesos y realmente curen la enfermedad en lugar de simplemente atacar los síntomas. La investigación sería un primer paso para el desarrollo de fármacos frente al Parkinson», Rivero.
La acumulación en las neuronas de desechos celulares, los llamados cuerpos de Lewy, es uno de los rasgos característicos de la enfermedad de Parkinson. La investigadora explica que «el desarrollo de fármacos que regulen la actividad de estos canales de calcio que se encuentran alterados en el Parkinson podría corregir el mal funcionamiento del lisosoma y combatir la patología». Se atacarían las causas del Parkinson y no simplemente sus síntomas.

REFERENCIA
LCR y biomarcadores sanguíneos para la enfermedad de ParkinsonProf. Lucilla Parnetti, MD † Lorenzo Gaetani, MD † Paolo Eusebi, PhDSilvia Paciotti, PhD Prof. Oskar Hansson, MD Prof. Omar El-Agnaf, PhDet al. THE LANCET NEUROLOGY 10 de abril de 2019 DOI: https://doi.org/10.1016/S1474-4422(19)30024-9
ROBERT MOIR Y ALZHEIMER / enriquerubio.net

ROBERT MOIR Y ALZHEIMER

ROBERT MOIR Y ALZHEIMER

ROBERT MOIR Y ALZHEIMER

El Dr. Moir estudio su Ph.D. en la Universidad de Melbourne en Australia y . emigró a los EE. UU. En 1994 y se unió a la Unidad de Investigación de Genética y Envejecimiento (GARU) en biomoléculas involucradas en la patología de Alzheimer (EA). Sus contribuciones más notables fueron la de identificar la proteína relacionada con el receptor de lipoproteínas de baja densidad como el receptor de la superficie celular para la APP (cuyo producto catabólico es Aβ, el principal agente neurotóxico en la EA), el primero en demostrar la eficacia de clioquinol en la disolución de agregados β-amiloides, la caracterización del papel de Aβ en la formación de cataratas supranucleares en la lente de pacientes con AD, y posibles anomalías en los autoanticuerpos Aβ circulantes en pacientes con AD.
Durante años en la década de 1990, Moir, investigó la beta amiloide, especialmente su inclinación por la difusión en placas causando la enfermedad. En la década de 1980, era una suposición razonable, que la beta amiloide es un fenómeno, que tiene una propensión a formar fibrillas que son tóxicas para el cerebro, que es irremediablemente malo.
Pero el péptido es común para todos los vertebrados, incluyendo ranas y lagartos y serpientes y peces. En la mayoría de las especies, es idéntica a la de los humanos, sugiriendo que el beta-amiloide evolucionó hace al menos 400 millones años. Y por tanto debe desempeñar un papel fisiológico importante .
En la década de 1980, la hipótesis amiloide sostiene que la enfermedad es causada por aglomeraciones, o placas, del péptido beta-amiloide, que destruyen las sinapsis y desencadenan la formación de «ovillos Tau» de la neurona. » La eliminación de placas se suponía que revertiría la enfermedad, o al menos evitar que empeore inexorablemente . Según la experiencia general todos los fármacos empleados en el Alzheimer habían fracasado los últimos quince años
Robert Moir había leído un artículo publicado en un diario importante , afirmaba, que el beta amiloide, considerado una característica firme del Alzheimer, podría ser una respuesta a los microbios en el cerebro. De ser cierto este postulado, el camino a seguir sera totalmente distinto.

Dr. Moir ha identificado la función biológica normal de Aβ y de los depósitos de β-amiloide insolubles que el péptido puede generar: el de un péptido antimicrobiano del sistema inmunitario innato que atrapa y mata a los patógenos que invaden el cerebro. Este nuevo descubrimiento sugiere que la EA puede ser una respuesta inapropiada a una infección real o falsamente percibida en el cerebro. Este hallazgo también puede arrojar luz sobre los mecanismos patológicos asociados con otras enfermedades principales asociadas con amiloides, como la diabetes y la arteriolosclerosis.

La investigación de Moir se centra en los mecanismos bioquímicos y celulares de la neurodegeneración en la enfermedad de Alzheimer (EA) y el envejecimiento. Su trabajo ha descubierto nuevas dianas terapéuticas destinadas a prevenir la acumulación de beta-amiloide (Aβ), el principal agente neurotóxico en la enfermedad de Alzheimer. Moir fue el primero en identificar la proteína receptora de lipoproteínas de baja densidad (LRP, por sus siglas en inglés) como el mediador de un paso inicial importante en la producción de Aβ en el cerebro. Hoy en día, las vías de eliminación de Aβ mediadas por LRP son cada vez más reconocidas como objetivos principales para la intervención terapéutica. Su trabajo reveló la importancia de los metales en la agregación patológica de Aβ, lo que llevó directamente a la investigación del clioquinol quelante de cobre y zinc en ensayos clínicos para la EA. Moir también ha ayudado a establecer el papel de Aβ en la formación de cataratas oculares en pacientes con AD, Lo que podría conducir a un mejor diagnóstico de la enfermedad. Sus estudios sobre la respuesta inmune al amiloide han revelado posibles anomalías en los autoanticuerpos reactivos contra Aβ protectores en pacientes con AD.
Este nuevo descubrimiento sugiere que la EA puede ser una respuesta inapropiada a una infección real o falsamente percibida en el cerebro. Este hallazgo también puede arrojar luz sobre los mecanismos patológicos asociados con otras enfermedades importantes asociadas a la B amiloide, como la diabetes y la arteriosclerosis.
Moir encontró que el Aβ sirve como un antibiótico natural, actuando como parte del sistema inmune innato para atrapar y matar patógenos que invaden el cerebro y sugiere que la EA puede ser una respuesta inapropiada a una infección real o falsamente percibida en el cerebro y puede arrojar luz sobre los mecanismos patológicos asociados con otras enfermedades importantes asociadas a la amiloide, como la diabetes y la arteriosclerosis. Sus estudios sobre la respuesta inmune al amiloide han revelado posibles anomalías en los autoanticuerpos reactivos contra Aβ protectores en pacientes con AD. Los estudios más recientes de Moir han identificado la función biológica normal de Aβ.
El Aβ sirve como un antibiótico natural, actuando como parte del sistema inmune innato para atrapar y matar patógenos que invaden el cerebro. De forma que la EA puede ser una respuesta inapropiada a una infección real o falsamente percibida en el cerebro. Este hallazgo también puede arrojar luz sobre los mecanismos patológicos asociados con otras enfermedades importantes asociadas a la amiloide, como la diabetes y la arteriosclerosis. Y actuaria como parte del sistema inmunitario innato para atrapar y matar patógenos que invaden el cerebro. La EA puede ser una respuesta inapropiada a una infección real o falsamente percibida en el cerebro. Este hallazgo también puede arrojar luz sobre los mecanismos patológicos asociados con otras enfermedades importantes asociadas a la amiloide, como la diabetes y la arteriosclerosis. Actuar como parte del sistema inmunitario innato para atrapar y matar patógenos que invaden el cerebro.
Los trabajos de MOIR están cambiando la etiología de esta enfermedad neurodegenerativas, y que igual forma, la teoría microbiana es ampliable a múltiples enfermedades neurodegenerativas.
La teoría de la microbiota alterada, y los gérmenes difundidos a cavidades orgánica entre otras , han manifestado ya, como gérmenes del abdomen pueden anidar en el cerebro.
La microbiota intestinal de los animales no solo regulan la respuesta del sistema inmune, sino que modulan la, nutrición, metabolismo y exclusión de patógenos y alteran la fisiopatología de enfermedades dando resistencia o promoviendo infecciones parasitarias entéricas. Las bacterias naturales del intestino actúan como adyuvantes moleculares que ofrecen inmunoestimulación indirecta, ayudando el organismo a defenderse contra las infecciones.
La primera línea de defensa del sistema inmunológico está formada por las células fagocíticas (macrófagos, heterófilos, células dendríticas y células Natural Killer) donde hay receptores localizados en su superficie.
Estos receptores reconocen patrones microbianos e inducen una respuesta inmune innata inmediata. Después de esta activación y fagocitosis, los fagocitos que son células presentadoras de antígeno “APC”, presentan un fragmento antígeno y disparan una respuesta en cadena contra éste.
El reconocimiento de patógenos por el sistema inmunológico innato desencadena defensas innatas inmediatas y, posteriormente, la activación de la respuesta inmune adaptativa. En el(LEE & IWASAKI, 2007).

Las respuestas del sistema inmunológico innato demandan diversos nutrientes y principalmente energía del metabolismo, ya que se trata de una respuesta inespecífica y proinflamatoria, pero necesaria para controlar la proliferación, invasión y daños causados por el antígeno en el organismo animal.
Pero, una respuesta proinflamatoria prolongada puede conducir a la aparición de enfermedades secundarias, inmunosupresión, mantenimiento de la homeostasis inmunológica, disbiosis intestinal y, finalmente mortalidad.

Biografía

El Dr. Moir recibió su PhD en neurobiología en 1996 de la Universidad de Melbourne en Australia, donde trabajó bajo la tutoría del Profesor Colin Masters, uno de los fundadores del campo moderno de la investigación de la enfermedad de Alzheimer (AD).
LEE & IWASAKI, 2007
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ALZHEIMER. LATE. ELA. DEMENCIA F T

ALZHEIMER. LATE. ELA. DEMENCIA F T

Con gran rapidez van apareciendo proteínas normales en condiciones fisiológicas, que se comportaron como patológicas ante agentes externos, tales como los gérmenes.
Recientemente ha aparecido, un cuadro clínico, en personas aún más longevas que las que sufren ALZHÉIMER , y con las que a veces se asocian y multiplican así los daños.
Se trata de la demencia LATE, similar al Alzheimer, pero en ella interviene la proteína desdoblada TDP-43 . Esta proteína era conocida por su intervención en la ELA.
El Alzheimer, tiene acúmulos de dos proteínas b amiloide y TAU
La demencia LATE presenta síntomas similares a los de la enfermedad de Alzheimer, pero tiene una causa diferente, la proteína TDP-43. Un grupo de patólogos describe ahora los criterios del diagnóstico ‘postmortem’.

B AMILOIDE

Desde hace tiempo se sabe que la demencia con pérdida de memoria puede achacarse a diferentes enfermedades y procesos patológicos, y así se constata en el examen del cerebro postmortem de los pacientes.
ALZHEIMER, La enfermedad de Alzheimer (EA), es una enfermedad neurodegenerativa que se manifiesta como deterioro cognitivo y trastornos conductuales. Se caracteriza en su forma típica por una pérdida de la memoria inmediata y de otras memorias.
La enfermedad de Alzheimer es la forma más común de demencia, y aparece con mayor frecuencia en personas mayores de 65 años de edad, aunque también en raros casos puede desarrollarse a partir de los 40 años.
Ante la sospecha de alzhéimer, el diagnóstico se realiza con evaluaciones de conductas cognitivas, así como neuroimágenes, si están disponibles. A medida que progresa la enfermedad, aparecen confusión mental, irritabilidad y agresión, cambios del humor, trastornos del lenguaje, pérdida de la memoria de corto plazo y una predisposición a aislarse a medida que declinan los sentidos del paciente. Gradualmente se pierden las funciones biológicas, que finalmente conllevan a la muerte. El promedio general es de siete años, menos del 3% de los pacientes viven más de 14 años después del diagnóstico.
Las placas seniles y ovillos neurofibrilares. beta AMILOIDE Y TAU son una constante en su patología. Los tratamientos actuales ofrecen moderados beneficios sintomáticos, pero no hay tratamiento que retrase o detenga el progreso de la enfermedad.16 Tampoco las medidas para la prevención de esta enfermedad se han mostrado útiles

ELA

LATE es el nombre acuñado para una demencia con síntomas similares a los de la enfermedad de Alzheimer, cuyos criterios diagnósticos consensua ahora un grupo de patólogos de varios centros estadounidenses. El acrónimo alude en inglés a “encefalopatía con predominio de TDP-43 límbico que se asocia a la edad”. (Brain. )
“Hemos propuesto un nombre para promover el reconocimiento y la investigación de esta causa de demencia, cuyos síntomas clínicos se asemejan a la enfermedad de Alzheimer, pero que no está causada por los ovillos y placas de amiloide beta, sino por acúmulos de la proteína TDP-43”,
Este nuevo estudio presenta un consenso de criterios anatomopatológicos para identificar el LATE. Entre ellos, destaca la forma y ubicación anómalas de TDP-43, una proteína de unión a ADN. La proteína ya se había relacionado con otras enfermedades neurodegenerativas, como la esclerosis lateral amiotrófica (ELA) y la degeneración lobular frontotemporal.
También en estudios recientes se había demostrado que esta proteína mal plegada es común en ancianos: un 25% de las personas mayores de 85 años la presentan en cantidad suficiente como para afectar a la memoria y/o a las capacidades cognitivas. Descubren cómo atrapar proteínas patológicas subyacentes a muchos trastornos neurodegenerativos

Una sola proteína con mal comportamiento, llamada TDP-43, está detrás del 97 por ciento de los casos de esclerosis lateral amiotrófica (ELA) y del 45 por ciento de los diagnósticos de demencia frontotemporal. También se encuentra en el 80 por ciento de los casos de encefalopatía traumática crónica y en el 60 por ciento de los casos de enfermedad de Alzheimer. Ahora, investigadores de la Universidad de Pittsburgh,
LA ESCLEROSIS LATERAL AMIOTRÓFICA (ELA) es una enfermedad neurodegenerativa progresiva del adulto, que afecta a las neuronas motoras centrales y periféricas. Los Pacientes con ELA muestran debilidad progresiva gradual y parálisis de los músculos debido a la destrucción de las neuronas motoras superiores en la corteza motora y en las neuronas motoras inferiores en el tronco cerebral y la médula espinal, dando lugar en última instancia a la muerte, usualmente por insuficiencia respiratoria.19, 20 El cuadro clínico global del ALS puede variar, dependiendo de la localización y de la progresión de los cambios patológicos encontrados en tejido nervioso.21
La búsqueda persistente de patogenos responsables de esta enfermedad, lleva a la localización de germenes diversos, que pueden, solos o en grupos intervenir. Las infecciones crónicas presentan secuencias del enterovirus en una mayoría de muestras de la médula espinal por la reacción en cadena de polimerasa (PCR).22, 23 Esto tiene controversia, puesto que otros no pudieron detectar secuencias del enterovirus en muestras de la médula espinal de pacientes con o sin el ELA. No obstante, los agentes infecciosos que penetran en el SNC pueden desempeñar un papel en la etiología de la ELA, aunque no se ha demostrado la transferencia de los germenes de hombre a hombre o animal.

«Demencia frontotemporal» (degeneración lobular frontotemporal) es un término general para referirse a un grupo diverso de trastornos poco frecuentes que afectan principalmente los lóbulos frontal y temporal del cerebro, las áreas en general asociadas con la personalidad, el comportamiento y el lenguaje.
En los casos de demencia frontotemporal, hay partes de estos lóbulos que se encogen (atrofian). Los signos y síntomas varían, según qué porción del cerebro esté afectada.
Algunas personas con demencia frontotemporal muestran cambios drásticos en su personalidad y se comportan de manera inadecuada desde el punto de vista social. También pueden volverse impulsivas o emocionalmente indiferentes, mientras que otras pierden la capacidad de usar el lenguaje.
Con frecuencia, la demencia frontotemporal se diagnostica erróneamente como un problema psiquiátrico o como enfermedad de Alzheimer. No obstante, la demencia frontotemporal tiende a presentarse a una edad menor de lo que lo hace la enfermedad de Alzheimer, en general entre los 40 y los 45 años.
El hecho de identificar con precisión qué enfermedades quedan comprendidas en la categoría de demencia frontotemporal es un verdadero desafío para los científicos. Los signos y síntomas varían en gran medida de una persona a otra. Los investigadores han identificado varios grupos de síntomas que tienden a presentarse juntos y que son predominantes en subgrupos de personas con el trastorno.
Es posible que en una sola persona se presente más de un grupo de síntomas.
Los signos y síntomas de demencia frontotemporal empeoran progresivamente con el tiempo, casi siempre con los años. Tarde o temprano, las personas necesitarán atención las 24 horas.
Los signos y síntomas más frecuentes de la demencia frontotemporal incluyen cambios extremos en el comportamiento y la personalidad. Estos cambios incluyen:
• Acciones cada vez más inapropiadas
• Pérdida de empatía y otras capacidades interpersonales
• Falta de juicio y de inhibición
• Apatía
• Comportamiento compulsivo repetitivo
• Deterioro de la higiene personal
• Cambios en los hábitos alimentarios, sobre todo, comer en exceso
• Exploración oral y consumo de objetos no comestibles
• Falta de conciencia del pensamient

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Referencias
Julie Schneider, autora principal del estudio y directora del Centro Rush de Enfermedad de Alzheimer, en Chicago.
Enriquerubio.net
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Los gérmenes en las enfermedades degenerativas

Los gérmenes en las enfermedades degenerativas
Filed under: DEGENERATIVAS — Enrique Rubio @ 15:47
Los gérmenes en las enfermedades degenerativas Introducción.
Este trabajo trata de encontrar una relación entre las enfermedades degenerativas y sobre todo neuro degenerativas y patógenos. Sobre todo, gérmenes. Buscando los datos exclusivamente en la literatura.
El trabajo de Kevin Tracey sobre el cambio de patología después de la revolución industrial , marca un hito para comprender la etiopatogenia de estas enfermedades.
Las enfermedades degenerativas tales como : enfermedad de Parkinson, ELA, esclerosis múltiple, enfermedad de Hungtintom entre otras, comparten. Una alteración de la microbiota, una emigración de germenes desde las grandes cavidades organicas, estos germenes se asientan en toda nuestra biología, por supuesto incluyendo el sistema nervioso, una reacción por parte del receptor y un intento de reparación del sistema inmunitario y como consecuencias, el depósito de Macrófagos que inutilizan parcial o totalmente al receptor.
Las placas amiloide: La Tau y los cuerpos de Lewy con su toxico la sinucleina, dañan el parénquima y lo inutilizan progresivamente .
A este comportamiento, en forma de algoritmo, lo vamos a llamar por simplicar “ endiquela EN” que es una palabra gitana que significa “mirar lo que quiere expresar”.
Es imprescindible conocer la reacción inflamatoria ante el patógeno agresor.
No hace falta mencionar que los agentes polulantes son los responsable, tenga o no una alteración genética previa, y es necesario ver si ese patogeno es orgánico o incluso inorganico.
Las enfermedades neurodegenerativas son crónicas y afectan entre otros parénquimas, el sistema nervioso central (SNC)
1 Se caracterizan por cambios moleculares y genéticos en las células nerviosas que producen su degeneración, la disfunción nerviosa y la muerte, y en el intervalo, dan signos neurológicos y demencia.1,
2 . Las enfermedades neuroconductuales aparecen pero no exclusivamente en los jóvenes, con trastornos del espectro autista (ASD) que abarcan el autismo, el trastorno por déficit de atención, el síndrome de Asperger y otros trastornos
3. Los cambios geneticos que se han encontrado en estas enfermedades son complejos y no están directamente relacionados con las simples alteraciones genéticas.1,
4. Un amplio conjunto de circcunstancias colaboran en estas patologias: deficiencias alimenticias, toxinas ambientales, metales pesados, infecciones bacterianas y virales crónicas, respuestas inmunológicas autoinmunes, enfermedades vasculares, los traumatismos son causas importantes, acumulación de líquido en el cerebro, cambios en las concentraciones de neurotransmisores, entre otras, están involucradas en la patogenia de diversas enfermedades neurodegenerativas y neuroconductuales.1-3-5-8
5. Uno de los cambios bioquímicos encontrados en todas las enfermedades neurológicas, neurodegenerativas y neuroconductuales es la sobreexpresión de los compuestos radicales libres de oxidación (estrés oxidativo) que causan cambios estructurales de lípidos, proteínas y genéticas.5-9
El estrés oxidativo puede ser causado por una variedad de insultos tóxicos en el medio ambiente, y cuando se combinan con factores genéticos, pueden producirse procesos patógenos.10 La alteracion de la inmunidad o su exceso, la promoción de la enfermedad neurológica implica los productos tóxicos bacterianos o virales crónicos, que dan lugar a la presencia del exceso de especies reactivas del oxígeno y culminan en cambios patológicos.11, 12
Los agentes infecciosos pueden entrar en el SNC dentro de los macrófagos migratorios infectados, pueden obtener acceso atravesando la barrera hemato-encefálica, o entran en las celulas desde los nervios periféricos.11
Dentro de los germenes responsables o supuestamente responsables, las bacterias alteradas de la pared celular, principalmente especies de Chlamydia (Chlamydophila), Borrelia, Brucella (entre otros), bacterias sin paredes celulares, tales como Mycoplasma especies, y varios virus son los agentes infecciosos candidatos que pueden desempeñar papeles importantes en enfermedades neurodegenerativas y neurobehavoral.12-14 Estas infecciones pueden afectar al sistema inmune y a otros sistemas del órganismo, dando por resultado una variedad de lesiones y síntomas sistémicos.15-18
De forma que prácticamente todos los agentes patógenos que conocemos y muchos que no conocemos de forma arbitraria u organizada son capaces de producir una enfermedad neurodegenerativa
Empezaremos por hacer una revision de los germenes en este tipo de enfermedades.
Una variante de la actuacion de los germenes en la induccin de enfermedades degenerativas, publicacion en El genoma del herpesvirus-6A humano latente se integra específicamente en los telómeros de los cromosomas humanos in vivo e in vitro.

Información del autor
Investigaciones anteriores han sugerido que el herpesvirus-6 humano (HHV-6) puede integrarse en los cromosomas de la célula huésped y transmitirse verticalmente en la línea germinal, pero la evidencia, principalmente la hibridación de fluorescencia in situ (FISH), es indirecta. Buscamos, primero, probar de manera definitiva estas dos hipótesis. Se aislaron células mononucleares de sangre periférica (PBMC, por sus siglas en inglés) de familias en las que varios miembros, incluidos al menos un padre y un niño, tenían números de copias inusualmente altos de ADN de HHV-6 por mililitro de sangre. FISH confirmó que el ADN del HHV-6 se localizó en regiones teloméricas de un alelo en los cromosomas 17p13.3, 18q23 y 22q13.3, y que el sitio de integración era idéntico entre los miembros de la misma familia. La integración del genoma de HHV-6 en las repeticiones de los telómeros TTAGGG se confirmó mediante métodos adicionales y la secuenciación del sitio de integración. La secuenciación parcial del genoma viral identificó la misma cepa HHV-6A integrada dentro de los miembros de las familias, lo que confirma la transmisión vertical del genoma viral. A continuación, preguntamos si la infección por HHV-6A de líneas celulares ingenuas podría conducir a la integración. Tras la infección de las líneas celulares Jjhan y HEK-293 por HHV-6, el virus se integró en los telómeros. La reactivación del virus HHV-6A integrado a partir de las PBMC de los individuos, así como las líneas celulares, se logró con éxito mediante compuestos que se sabe inducen la replicación del virus herpes latente. Finalmente, no se detectaron formas episómicas circulares, ni siquiera mediante PCR. En conjunto, los datos sugieren que el HHV-6 es único entre los herpesvirus humanos: se integra de manera específica y eficiente en los telómeros de los cromosomas durante la latencia en lugar de formar episodios,
Bibliografía
Arbuckle JH 1 , Medveczky MM , Luka J , Hadley SH , Luegmayr A , Ablashi D , Lund TC , Tolar J , De Meirleir K , Montoya JG , Komarto AL , Ambros PF , Medveczky PG . Lancet

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