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En el número de la revista Science del 25 de abril de 2003 se publica un estudio en el que los investigadores descubren que la alfa-sinucleína, una proteína que forma los cuerpos de Lewy en la enfermedad de Parkinson (EP), puede desencadenar la formación de clamps (abrazaderas) de proteína τ en pacientes con enfermedad de Alzheimer (EA).
Estos hallazgos explicarían por qué algunas personas desarrollan tanto la EA como la EP, y sugerirían que los tratamientos desarrollados para una de estas dos enfermedades podrían ser útiles también para la otra.
La alfa-sinucleína y la proteína τ abundan en el cerebro. La función normal de la proteína τ consiste en ayudar a mantener el citoesqueleto de la neurona, mientras que la alfa-sinucleína regula las comunicaciones entre neuronas en las sinapsis. Ambas proteínas.se polimerizan en fibrillas amiloides, y forman inclusiones filamentosas intraneuronales características en las enfermedades neurodegenerativas.
Investigaciones previas habían comprobado que la alfa-sinucleína podía ligarse a sí misma formando clamps homogéneos, mientras que la τ requiere de cofactores para que se supere su umbral de plegamiento. En este estudio los investigadores hallaron que la polimerización de la alfa-sinucleína podía inducir el ensamblaje de clamps de proteína τ. Es más, comprobaron que se daba el mismo fenómeno en pacientes portadores de una anomalía genética en el gen de la alfa-sinucleína.
Esta interacción entre las dos proteínas sugiere que algunos agentes terapéuticos creados para inhibir la formación de un tipo de lesión amiloide podrían ser efectivos para tratar otras formas de lesiones amiloides, o sea que un principio activo encaminado a evitar la formación de cuerpos de Lewy (y por tanto así prevenir la presentación de EP) podría además prevenir la formación de ovillos neurofibrilares de proteína τ en la EA.
Referencia bibliográfica: Benoit I. Giasson et al. Initiation and synergistic fibrilization of tau and alpha-synuclein. Science 2003;300:636-640.
El inicio del Parkinson puede estar en el intestino, desde donde se extendería al cerebro a través del nervio vago. Esta hipótesis se confirmaría en un modelo de ratón, desarrollado por un grupo de investigadores de la Universidad Johns Hopkins.
Esta hipótesis no es nueva , estudios de la microbiota y de la pemeabilidad intestial han puesto en relación los germenes intestinales con la inmunidad y ello explicaría algo de las enfermedades neuroegenerativas.
La alfa sinucleína sin duda complica la evolución del Parkinson
Heiko Braak, neuroanatomista alemán propuso en 2003, a partir de sus investigaciones sobre el cerebro humano post mortem, que la patología de la alfa-sinucleína puede propagarse desde el tracto gastrointestinal a través del nervio vago, hasta la sustancia negra compacta, donde eliminaría las neuronas dopaminérgicas. Desde entonces, se han publicado varios estudios que apoyan la idea, pero aún no se había mostrado en un modelo animal.
Ted Dawson Científico de la Universidad Johns Hopkins, ha desarrollado el modelo murino que respalda la tesis de Braak. Su descripción se ha publicado en Neuron.
Entre los principales rasgos característicos de la enfermedad de Parkinson se encuentra la agregación de formas mal plegadas de la proteína neural alfa-sinucleína y la muerte selectiva de las neuronas dopaminérgicos en la sustancia negra compacta.
Los autores inyectaron en ratónes fibrillas preformadas de alfa-sinucleína en músculo gastrointestinal inervado por el nervio vago. Un mes después de la inyección, la alfa-sinucleína patológica se había diseminado al núcleo dorsal del vago; a los tres meses, dicha proteína se había extendido del tronco cerebral al núcleo locus cerúleo e incluso alcanzó la amígdala, el hipotálamo y la corteza prefrontal. A los siete meses, ya se había extendido a otras regiones cerebrales, como el hipocampo, al cuerpo estriado y el bulbo olfatorio.
En este momento, se produjo una pérdida significativa de neuronas productoras de dopamina en la sustancia negra compacta y el cuerpo estriado. Además de las deficiencias motoras, los ratones de este modelo experimental exhibieron signos de depresión y ansiedad, alteraciones en el sistema olfativo y deficiencias cognitivas.

Modelo experimental del ratón, donde se observa la pérdida de cuerpo estriado.
En los ratones de este experimento a los que se practicó una vagotomía, no se registró la transmisión de la proteína patológica desde el intestino al cerebro, ni la muerte neuronal ni tampoco síntomas.
“Hay al menos tres implicaciones importantes en este estudio”, explica Dawson. “Uno: es probable que traiga futuros estudios que exploren la conexión entre el intestino y el cerebro.
Dos: estimulará las investigaciones centradas en los factores, moléculas o infecciones que podrían iniciar el plegamiento incorrecto y la propagación de la alfa-sinucleína.
Y tres: encontrar tratamientos que podrían estar dirigidos a prevenir la propagación de la proteína patológica desde el intestino al cerebro”. Sobre este último punto, de hecho, ya existen estudios clínicos que han demostrado que una vagotomía troncal, un procedimiento quirúrgico específico en el nervio vago que generalmente se usa para tratar la úlcera, puede reducir el riesgo de enfermedad de Parkinson.
Estudio en ratones vagotomizados
Para María Gómez Eguilaz, del Servicio de Neurología del Hospital San Pedro, en Logroño, cuenta que “quedan muchas incógnitas por aclarar, pero artículos como este ayudan a ir conociendo un poco más de la enfermedad de Parkinson”. La neuróloga resume a DM que el trabajo “apoya la teoría propuesta por Braak sobre la posibilidad del origen de la enfermedad de Parkinson en el intestino. Incluso va un paso más allá al estudiar a ratones vagotomizados, demostrando que en éstos no se produce la propagación de la alfa-sinucleína, por tanto, exponen la necesidad de integridad del vago como medio para que se produzca esa propagación. Y también muestran que es necesaria la presencia de alfa-sinucleína endógena para la producción de alfa-sinucleína patológica. En resumen, los autores proponen que el origen de la enfermedad estaría en el intestino y la necesidad de integridad de la vía intestino-cerebro para la producción de la enfermedad”.
Se plantean varias hipótesis sobre cómo se produciría esta conexión. Y entre ellas, alude a las que “implican a la microbiota que tan de moda está”. La especialista recuerda que “hay estudios previos que relacionan la microbiota con la producción de agregados de alfa-sinucleína mediados probablemente por diferentes mecanismos inflamatorios. Lo cierto es que aún quedan muchos interrogantes abiertos”.
La propuesta de que la enfermedad se origina en el intestino abre puertas, no obstante, a posibles futuros tratamientos, según se vayan esclareciendo las diversas hipótesis etiológicas. “Y serían diferentes a los prescritos actualmente, ya que en base a este artículo, actualmente estaríamos tratando tarde y quizás no sea impensable poder tratar en un futuro con probióticos o incluso con agentes contra la inflamación”.
Como resumen podríamos vaticinar que , la alfa – sinucleina es un macrofago mas, que se precipita sobre un germen, como sospechamos que hace la beta amilooide y la Tau
No seria extraño que en las enfermedades neurodegenerativas ocurriera lo que sigue:
Germenes variados y multiples, abandonan las grandes cavidades del orgasnismo.
Se alojan en distintos parénquimas y entre ellos en el sistema nervioso
Las vias por las que estos germenes, perforan los intestinos y se alojan en cualquier parte, pueden ser muy bien el Vago que es Vago, orque se extiende or todad partes.
Los macrofagos de los mas variados, que en condiciones normales tienen funciones fisiológicas, cuando reciben avisos de infección microbiana, agreden a estos germenes y anulan las partes del sistema nervisoso donde asientan.
Los germenes pueden ser multipples y variados, lo smacrofagos lo mismo y las lesiones quese producen destruyen todo lo que se les pone por delante y adema con carácter progresivo.

Acuerdense de las vacuas que cuando evitaban la reproducion del germen no solo evitaban la enfermedad, sino la hacían desaparecer