ASPERGER Y SUPERDOTADOS

Asperger, un pediatra vienés que, en 1944, describió por primera vez una serie de patrones de comportamiento que él había observado en algunos de sus pacientes, mayoritariamente de sexo masculino. Asperger observó que aquellos pacientes, a pesar de presentar una inteligencia y un desarrollo del lenguaje normales, tenían graves deficiencias en las habilidades sociales, no sabían comunicarse eficazmente con los demás y presentaban problemas de coordinación.

El síndrome de Asperger es un trastorno del desarrollo que se incluye dentro del espectro autista y que afecta la interacción social reciproca, la comunicación verbal y no verbal, una resistencia para aceptar el cambio, inflexibilidad del pensamiento así como poseer campos de interés estrechos y absorbentes.

El síndrome de Asperger es un trastorno neurobiológico que forma parte de un grupo de afecciones denominadas trastornos del espectro autista. A su vez la expresión «espectro autista» se refiere a un abanico de trastornos del desarrollo que incluyen tanto el autismo como otros trastornos de características similares.

Los síntomas de cada uno de ellos pueden aparecer en diferentes combinaciones y en distintos grados de severidad: dos niños con el mismo diagnóstico, a pesar de tener en común ciertos patrones de comportamiento, pueden presentar una amplia gama de habilidades y de capacidades.

Y cuando se habla de ellos se suelen utilizan expresiones de carácter general, como «autismo con bajo funcionamiento», «autismo con alto funcionamiento», «tendencias autistas» o «trastorno generalizado del desarrollo» para describir a niños cuyos comportamientos que se sitúan dentro de este espectro. Los niños con síndrome de Asperger comparten muchos síntomas con los que padecen un «autismo de alto funcionamiento».

Los niños son tres a cuatro veces más proclives que las niñas a tener síndrome de Asperger. Puesto que en la actualidad se están detectando casos leves con mayor frecuencia que en el pasado, la incidencia de este síndrome parece estar aumentando. De todos modos, como ocurre con lo demás trastornos del espectro autista, se trata de un síndrome difícil de diagnosticar y de tratar.

Por lo tanto es fácil imaginar que estamos ante aquellas entidades que cabalgan entre varios criterios y dificultan el diagnóstico

Transcribo ahora un caso de síndrome de Asperger que en la actualidad, estudia dos carreras universitarias e inglés para cumplir su sueño: ser astronautaADHARA PEREZ

Adhara Pérez es una niña muy especial. Su madre, Nallely Sánchez, dice que es una excelente persona, que es muy humana. Sin embargo, durante sus primeros años en la escuela sus compañeros la llamaban rara porque se dormía en clase, porque no tenía capacidad de hacerse fácilmente amigos o porque se pasaba el día hablando del espacio, su pasión.

Sufrió bullying e incomprensión. Después vino la depresión y la lucha de su madre por ayudar a su hija a salir adelante. Un diagnóstico les arrojó luz: “Síndrome de Asperger” (el mismo que tiene Greta Thunberg). Nallely entiende ahora porqué su hija no capta el doble sentido o le cuesta socializarse.  

Adhara comenzó a continuación una terapia que proporcionó todavía más luz sobre sus talentos. Fue precisamente en el Centro de Atención al Talento de Ciudad de México donde le hicieron unos tests de inteligencia que desvelaron un coeficiente intelectual de 162 puntos, dos más que los de Albert Einstein y Stephen Hawking. 

Este conocimiento ayudó mucho a la familia de Adhara. Su niña “rara” es una de personas más inteligentes del planeta y, como explica su madre, quiere darle todo su apoyo, pese a las dificultades que pueda conllevar educar a una hija con Altas capacidades.  

. Adhara aspira llegar muy alto, quiere ser astronauta, y sus padres la están ayudando con sentido común y amor.

A los 6 años terminó la Primaria y a los 8 el Bachillerato. Ahora se divierte con las derivadas mientras estudia dos ingenierías: Ingeniería Industrial en Matemáticas en UNITEC e Ingeniería en Sistemas por CNCI.

Mientras tanto, su familia vela para que su hija sea feliz después de haber cambiado, gracias a dos importantes diagnósticos, el recorrido educativo de Adhara en un momento en el que su madre le dijo: “Si no te gusta dónde estás, imáginate dónde quieres estar”.

Y claro, una mente maravillosa como la Adhara no podría imaginarse algo sencillo, como ser profesora o periodista. Ella quiere estudiar Astrofísica en la Universidad de Arizona y trabajar para la NASA. Lógico si pensamos como alguien que sabe analizar sistemas complejos y cuestiones complejas como los agujeros negros o los agujeros de gusano. 

Estamos viendo patología de la tercera dimensión, no se trata ya núcleos y circuitos. Entrada de proyección mental, donde coexisten trastornos del adaptación social y coeficientes del superdotado.  

Según la Coalición para el Síndrome de Asperger de EE.UU., el síndrome de Asperger aparece más tarde que el autismo o, por lo menos, se detecta más tarde. Muchos niños se diagnostican después de haber cumplido 3 años y la mayoría de los afectados se diagnostican cuando tienen entre 5 y 9 años.

El síndrome de Asperger se caracteriza por la presencia de interacciones sociales deficientes o inadecuadas, obsesiones, patrones del habla extraños y otras peculiaridades o rarezas características. Los niños con síndrome de Asperger a menudo muestran poca expresividad facial y tienen dificultades para leer el lenguaje corporal de los demás; pueden implicarse en rutinas obsesivas y presentar una sensibilidad inusual a los estímulos sensoriales (por ejemplo, les puede molestar una luz que a los demás no les afecta, pueden taparse los oídos para no oír los ruidos fuertes del entorno o pueden preferir llevar prendas de ropa de un solo tipo tejido).

Las personas con síndrome de Asperger son capaces de funcionar con adecuadamente en la vida cotidiana, pero tienden a ser inmaduras desde el punto de vista social y la gente las suele ver como personas raras o excéntricas.

Entre otras características del síndrome de Asperger, se incluyen el retraso motor y la torpeza, así como el hecho de presentar intereses limitados y preocupaciones peculiares. Los adultos con síndrome de Asperger tienen problemas para mostrar empatía hacia los demás y siguen presentando dificultades en sus interacciones sociales.

Los expertos afirman que el síndrome de Asperger sigue un curso continuo y normalmente dura toda la vida. La evolución de los síntomas es oscilante a lo largo de su vida

Los síntomas del síndrome de Asperger suelen ser difíciles de distinguir de los que aparecen en otros problemas del comportamiento, lo mejor es que un médico u otro profesional de la salud evalúe los síntomas de su hijo. No es nada raro que a un niño le diagnostiquen primero un trastorno de déficit de atención con hiperactividad (TDAH) antes de diagnósticarle de síndrome de Asperger.

Los niños con síndrome de Asperger pueden presentar los siguientes signos y síntomas:

interacciones sociales mínimas o inadecuadas

conversaciones que siempre tratan sobre sí mismos en vez de los demás

lenguaje «programado», «robótico» o repetitivo

falta de «sentido común»

problemas para leer, escribir y con las matemáticas

obsesiones sobre estímulos complejos, como determinados patrones visuales o determinadas melodías

capacidades cognitivas no verbales entre normales a por debajo de la media, mientras que sus capacidades cognitivas verbales suelen ser entre normales y por encima de la media

movimientos torpes (niños patosos)

comportamientos y gestos peculiares o extraños

A diferencia de los niños con autismo, los que tienen síndrome de Asperger pueden no presentar ningún retraso en el desarrollo del lenguaje y suelen tener buena gramática y un vocabulario desarrollado a edades tempranas. De todos modos, es típico que presenten trastorno del lenguaje, ya que tienden a ser excesivamente literales y tienen problemas en el uso del lenguaje en contextos sociales.

Los niños con síndrome de Asperger no suelen presentar retrasos evidentes en el desarrollo cognitivo. A pesar de que pueden tener problemas para concentrarse y organizarse y presentar capacidades bien desarrollados en algunas áreas y deficitarias en otras, su inteligencia se suele encontrar en la media y a veces o por encima de la media.

Existen serias dudas sobre la etiología del síndrome de Asperger. Muchos creen que el patrón de comportamiento que caracteriza al síndrome de Asperger puede tener muchas causas.

Las anomalías cerebrales se han encontrado en este síndrome, con técnicas de imagen se han detectado diferencias estructurales y funcionales en regiones específicas del cerebro de niños afectados por este síndrome.

También parece haber un componente hereditario en el síndrome de Asperger, y las investigaciones indican que en algunos casos este síndrome se puede asociar a otros trastornos mentales, como la depresión y el trastorno bipolar.

Parece que, el síndrome de Asperger no está provocado por carencias emocionales ni por el tipo de educación recibida. Ya que algunos de los comportamientos que presentan algunas personas con síndrome de Asperger pueden ser vistos por los demás como faltas de educación deliberadas, mucha gente asume erróneamente que el síndrome de Asperger es el resultado de una mala educación por parte de los padres de los afectados, algo que es absolutamente falso. Se trata de un trastorno neurobiológico cuyas causas todavía no se acaban de entender por completo.

En la actualidad no es posible curar este trastorno; los niños con síndrome de Asperger se convierten en adultos con síndrome de Asperger. Pero muchos llevan vidas plenas y felices, y la posibilidad de lograr este objetivo se ve favorecida si la educación, el apoyo y los recursos son los adecuados.

El síndrome de Asperger puede ser muy difícil de diagnosticar. Los niños con esta enfermedad tienen un funcionamiento normal en muchos aspectos de la vida, de modo que es fácil atribuir sus extraños comportamientos simplemente a que son «diferentes».

Los expertos afirman que una intervención precoz, que englobe tanto aspectos educacionales como sociales, llevada a cabo en un momento en que el cerebro todavía está en proceso de desarrollo, es sumamente importante para un niño afectado por este síndrome.

El especialista que vea al niño, tendrá que llevar a cabo una evaluación «psicosocial» completa.

Esto incluirá una entrevista a los padres sobre cuándo se identificaron los síntomas del niño por primera vez, el desarrollo de la motricidad y del lenguaje, así como otros aspectos de la personalidad y del comportamiento del niño (actividades favoritas, hábitos inusuales, preocupaciones, etc.).

Se hará un énfasis especial en el desarrollo social, incluyendo los problemas pasados y actuales del niño en lo relativo a las relaciones sociales y al desarrollo de las amistades. Normalmente se realiza una evaluación psicológica y de las habilidades comunicativas del niño para identificar las áreas donde presenta mayores deficiencias.

La subjetividad de los síntomas hace muy difícil el diagnóstico del síndrome de Asperger De todos modos, en función de cuáles sean sus puntos fuertes y débiles (o de sus antecedentes evolutivos), los niños con síndrome de Asperger se pueden beneficiar de los siguientes tratamientos:

información y entrenamiento para los padres

intervencion educacional especializada para el niño

entrenamiento en habilidades sociales

terapia del lenguaje

entrenamiento en integración sensorial para los niños más pequeños, normalmente llevada a cabo por terapeutas ocupacionales, en la cual los niños se desensibilizan ante los estímulos a los que son excesivamente sensibles

psicoterapia o terapia cognitivo-conductual para los niños mayores

Algunos de estos niños asisten a escuelas ordinarias donde sus progresos dependen en gran medida del apoyo y del estímulo de sus padres, cuidadores, profesores y compañeros de clase. De todos modos, hay otros que asisten a escuelas especiales para niños con autismo o con trastornos del aprendizaje.

Mucha gente con síndrome de Asperger puede funcionar bien en la mayoría de los aspectos de la vida, de modo que esta afección no tiene que impedir que su hijo se pueda desenvolver bien en el mundo académico y social.

Es posible que, si a su hijo le diagnostican síndrome de Asperger, usted se sienta abrumado y profundamente desalentado. De todos modos, recuerde que el equipo de tratamiento de su hijo les podrá ofrecer un gran apoyo y aliento, tanto a su hijo como a su familia.

Cuesta mucho trabajo localizar la función psíquica, pero la coexistencia de elevada funciones psíquicas e intelectuales y al mismo tiempo inadaptación social, que es casi imposible admitir.

Lo malo de buscar, es que durante el camino, se encuentran hallazgos falsos, que contentan pero también engañan a la ciencia.

De forma que los científicos, tienen que olvidarse de los datos rápidos.

Esperar y ver, y mientras tanto todo el cuidado del mundo, pero con pocas afirmaciones

No por mucho madrugar amanece mas temprano

RhondaS.Walter,MD
Fecha de revisión: enero de 2012