SUBCONSCIENTE E INCONSCIENTE

Definicion e historia

Subconsciente alude a un antiguo término utilizado en psicología y en psicoanálisis para referirse a lo inconsciente, a lo débilmente consciente o a lo que, por encontrarse «por debajo del umbral de la conciencia», resulta difícilmente alcanzable por esta o definitivamente inaccesible. ​

Conciencia

El subconsciente  esta alojado en la conciencia, no se puede tener subcosnciente sin tener previamente conciencia, salvo cuando se duerme, o se anestesia, que puede el subcosnciente andar suelto y tener alguna autonomía.

Anatomia de la conciencia

En neurología clásica, la conciencia es considerada generalmente como un estado compuesto de dos elementos esenciales: el despertar y la sensibilidad.

Anatomia de la Conciencia

Ahora sabemos que el estado de vigilia es regulado por el tronco cerebral, la parte del sistema nervioso central que une al cerebro con la médula espinal, responsable del ciclo vigilia/sueño y de los ritmos cardiaco y respiratorio.

Para su investigación, publicada en la revista Neurology, los investigadores analizaron a 36 pacientes de hospital que habían tenido lesiones del tronco cerebral. Doce de entre ellos estaban en coma (y por ello inconscientes) y 24 estaban conscientes.

Mapa de la conciencia

A continuación analizaron el tronco cerebral y descubrieron que la zona conocida como el TEGMENTO PONTINO DORSOLATERAL ROSTRAL estaba asociada al coma. Constataron que 10 de los 12 pacientes inconscientes en estado de coma tenían lesiones en esta parte del tronco cerebral, frente a 1 sólo de los 24 pacientes conscientes.

Esta pequeña zona única es esencial para la conciencia. Cuando está dañada, casi todos los pacientes caen en coma,

A continuación, los investigadores usaron un esquema de las conexiones del cerebro humano en perfecto estado de salud para identificar las otras partes del cerebro conectadas a estas lesiones que provocan el coma.

Los análisis descubrieron dos zonas implicadas: una en la corteza insular (ínsula) y la otra en el cortex del cíngulo anterior. Estas dos regiones ya habían sido vinculadas en investigaciones anteriores a la excitación y la sensibilización, pero es la primera vez que se vinculan también al tronco cerebral.

De esta forma, los investigadores han podido trazar un mapa de la red vinculada al mantenimiento de la conciencia, o a la pérdida de conciencia, ya que no sólo se conoce la región precisa del tronco cerebral vinculada a la conciencia, sino también las dos regiones del córtex que trabajan juntas para formar la conciencia.

Este hallazgo constituye una etapa importante en la comprensión del estado de la conciencia que debe conducir a nuevas opciones de tratamiento por estimulación cerebral para favorecer la recuperación de personas en coma o en estado vegetativo.
 

En neurología clásica, la conciencia es considerada generalmente como un estado compuesto de dos elementos esenciales: el despertar y la sensibilidad. Ahora sabemos que el estado de vigilia es regulado por el tronco cerebral, la parte del sistema nervioso central que une al cerebro con la médula espinal, responsable del ciclo vigilia/sueño y de los ritmos cardiaco y respiratorio.

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 La palabra «subconsciencia» deja de aparecer en la literatura psicoanalítica a partir de 1900, con la publicación de la crítica explícita de Freud a la utilización del término:

Sin embargo, si se compara el significado en el uso coloquial del término, que actualmente subsiste, con las categorías psicoanalíticas de Sigmund Freud, se podría postular una cierta equivalencia con el preconsciente, que es uno de los elementos fundamentales del aparato psíquico.

La psicología actual descarta el término, centrándose solo en la existencia de la conciencia y el inconsciente

En términos técnicos, el subconsciente hace referencia a aquello que se encuentra por debajo del umbral de la conciencia, esa parte racional, lógica y analítica del intelecto. Ese estado de consciencia recibe constantemente todo tipo de información a través de los cinco sentidos, para después analizarla y actuar en consecuencia.

El subconsciente se encarga de todas aquellas acciones que no somos capaces de percibir en primera instancia. Es decir, es el responsable de acumular datos en nuestra memoria, de ejecutar esos hábitos automáticos ya interiorizados o de cumplir con las funciones del cuerpo que se escapan de nuestro control, como la respiración, la digestión o la circulación. La mente subconsciente actúa como un equipo que no se deja influenciar por agentes externos, simplemente cumple con su cometido.

Investigadores del Beth Israel Deaconess Medical Center (BIDMC-New York) ha identificado lo que constituye una condición necesaria para la conciencia: un vínculo entre la región del tronco cerebral implicado en el sueño, por un lado, y las regiones implicadas en la sensibilización, por otro lado, dos condiciones necesarias para que pueda emerger la conciencia.

ANATOMIA DEL SUCONCIENTE

La conciencia y el subconsciente dependen de todas las magnitudes del cerebro y el estudio que de ellas se hace parcializando funciónes y contenido posiblemente dificultad el entendimiento.

No obstante mientras no encontremos una explicación, que englobe, todo lo consciente primero y su gran contenido de lo no consciente, necesitamos ir probando.

Conocemos zonas bastante bien localizadas en el tronco del encéfalo y muy difusas en el resto del cerebro, cuya estimulación y lesion , apagan la conciencia.

Pero lo subconsciente que está incluido en el contenido de la conciencia, esta costando mas topografiarlo y entenderlo. Quizás porque en oposición a la conciencia, lo subconsciente esta difusamente repartido y formando parte también de otras funciones cerebrales.

Sabemos que lesiones concretas, producen coma, pero necesitamos lesiones difusas para alterar el contenido de la conciencia, y sobre todo encontrar como funcióna este subcosnciente.

Describir esto por partes, puede no ser representativo del todo, lo que supone un gran margen de error, pero es lo único que tenemos.

Paso del subconsciente al conciente

Trabajos recientes que estudian la reconversión de lo subconsciente en consciente y están aclarando muy parcialmente el problema.

Posiblemente todo el conocimiento o una parte importante de el, está alojado en las espinas dendríticas de Cajal, donde evidentemente hay un acumulo del conocimiento, pero estamos muy lejos de conocer, que clase de conocimiento y como se almacena y evoca.

Científicos de la Universidad de Columbia han identificado el momento en que el cerebro transforma la información inconsciente en pensamiento consciente, como es saber la respuesta a una pregunta difícil.
«La gran mayoría de los pensamientos que circulan en nuestro cerebro ocurren por debajo del radar de conciencia consciente, lo que significa que a pesar de que nuestro cerebro los está procesando, no somos conscientes»1.  Sin embargo, «la forma en que una parte de esa información burbujea hasta el nivel de conciencia se hace casi imposible.

Los hallazgos en humanos, junto a investigaciones previas, evidencian en que momento, el sentimiento de haber decidido, penetra en la conciencia cuando la información recogida por el cerebro alcanza un nivel crítico. Esta perforación de la conciencia comparte los mismos mecanismos cerebrales subyacentes que se sabe que participan en la toma de decisiones más simples. Igualmente, sucede en la relación la conciencia con el subconsciente.

Para evocar el subconsciente hace falta un individuo consciente



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Científicos de la Universidad de Columbia han identificado el momento en que el cerebro transforma la información inconsciente en pensamiento consciente, ese flash en el tiempo cuando de repente se da cuenta de la información, como es saber la respuesta a una pregunta difícil. La investigación ha salido publicada en ‘Current Biology’.

Los hallazgos de esta vez en humanos, combinados con investigaciones previas, proporcionan evidencia convincente de que este momento, el sentimiento de haber decidido, penetra la conciencia cuando la información recogida por el cerebro alcanza un nivel crítico. Los resultados de este estudio sugieren además que esta perforación de la conciencia comparte los mismos mecanismos cerebrales subyacentes que se sabe que participan en la toma de decisiones más simples. Igualmente, el estudio ofrece una nueva esperanza de que los fundamentos biológicos de la conciencia pueden estar al alcance del ser humano.

   «La gran mayoría de los pensamientos que circulan en nuestro cerebro ocurren por debajo del radar de conciencia consciente, lo que significa que a pesar de que nuestro cerebro los está procesando, no somos conscientes», ha explicado el doctor Michael Shadlen, investigador principal en el Instituto del Comportamiento del Cerebro Mortimer B. Zuckerman, de Columbia, y autor del estudio.

   Sin embargo, «la forma en que una parte de esa información burbujea hasta el nivel de conciencia sigue siendo un misterio sin resolver, pero ahora hemos encontrado una forma de observar ese momento en tiempo real y luego aplicar esos hallazgos a nuestra comprensión de la conciencia misma”.

Para Shadlen, los pensamientos más complejos que el cerebro humano puede experimentar –como el amor, el dolor, la culpa o la moral– pueden ser finalmente reducidos a una serie de decisiones, hechas por el cerebro, para comprometerse con el mundo exterior. 

   En 2008, Shadlen y sus colegas encontraron que cuando se le pidió tomar una decisión desafiante, el cerebro no utiliza toda la información disponible antes de decidir. Esto no es porque el cerebro es incapaz de hacerlo, sino porque en cierto punto, el cerebro piensa que tiene toda la información que necesita. Hay un mecanismo en el cerebro que dice que «basta».

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OBSERVACIÓN DE PUNTOS EN UNA COMPUTADORA

   Para averiguarlo, los investigadores pidieron a cinco participantes humanos que observaran puntos en una pantalla de computadora que se movían como granos de arena que soplaban al viento. A los participantes se les preguntó si los puntos parecían soplar hacia la derecha o hacia la izquierda.

En el centro de la pantalla había un reloj. Una vez que el movimiento de los puntos terminó y después de un breve retraso, los participantes eligieron en qué dirección habían viajado los puntos. Utilizando una técnica controvertida conocida como cronometría mental, se pidió a los participantes que movieran la manivela del reloj hacia atrás hasta el momento en que se dieran cuenta de que conocían la respuesta. Los participantes repitieron esta acción sobre muchos ensayos y niveles de dificultad.

   «Ese momento en el tiempo indicado por los participantes –esta cronometría mental– era enteramente subjetivo, se basaba únicamente en su propia estimación de cuánto tiempo les tomó tomar esa decisión», señala Shadlen, que considera que como «era puramente subjetivo, en principio debería ser inviable».

   Pero al incorporar estos nuevos datos con décadas de investigaciones previas sobre los mecanismos cerebrales de toma de decisiones, el equipo ideó una manera inteligente de verificar si el tiempo informado por los participantes era un reflejo exacto de haber decidido realmente.

   «Si el tiempo informado por los participantes era válido, razonamos que podría ser posible predecir la exactitud de la decisión», explica Shadlen. «Incorporamos una especie de truco matemático, basado en estudios anteriores, que demostraron que la velocidad y precisión de las decisiones estaban unidas por la misma función cerebral».

   La investigación anterior, también de Shadlen y otros compañeros, había revelado cómo el proceso de tomar una decisión se manifiestan en el nivel de células individuales en el cerebro. Al combinar este conocimiento con el truco matemático, el equipo pudo validar científicamente que la información subjetiva de los participantes –su sensación de haber decidido– era, de hecho, un reflejo exacto del proceso de toma de decisiones del cerebro.

   «Esencialmente, el acto de tomar conscientemente conciencia de una decisión se ajusta al mismo proceso por el que el cerebro pasa para completar una decisión, incluso una simple –como girar a la izquierda o a la derecha», asegura Shadlen.

El inconsciente, el depósito de nuestras historias

Una gran parte de nuestra vida está determinada por nuestro inconsciente. El inconsciente es un depósito de ideas y experiencias acumuladas durante años.  Así lo creía firmemente Milton Erickson, psiquiatra estadounidense especializado en hipnosis médica y terapia familiar.

«Confía en tu inconsciente», comentó Milton Erickson a un colega cuando, inesperadamente, tuvo que improvisar un discurso.

La mente inconsciente era para Erickson un lugar creativo, donde se generan  muchos recursos personales para solucionar por nosotros mismos los retos que enfrentamos.

Recuerdos del cuerpo

Nacido en un pequeño pueblo agrícola en Nevada, Milton Hyland Erickson no habló hasta los cuatro años. Sufriría más tarde dislexia, sordera y daltonismo. A los 17 años, contrajo poliomielitis. Quedó tan severamente paralizado que los médicos creían que iba a morir.

Mientras se recupera en la cama, casi totalmente cojo y sin poder hablar, se hizo muy consciente de la importancia de la comunicación no verbal – lenguaje corporal, tono de voz-, y la forma en que estas expresiones no verbales contradicen a menudo directamente los verbales. Con el tiempo acabó desarrollando un lenguaje «mágico», que incumplía muchas de las reglas de la sintáxis, basado en metáforas con palabras que llamaban poderosamente la atención. Muchos de sus cuentos didácticos están recogidos en el delicioso libro Mi voz irá contigo.

Comenzó a tener «recuerdos del cuerpo» de la actividad muscular de su propio cuerpo. Al concentrarse en estos recuerdos- que con el tiempo identificaría con la autohipnosis-, comenzó a recuperar poco a poco el control de partes de su cuerpo, hasta el punto que fue finalmente capaz de hablar y usar sus brazos de nuevo. Muchas de las historias que contaba estaban inspiradas en estos recuerdos, vividos en soledad o con su familia.

Erickson mantenía que la polio le había dado la oportunidad de aprender como paliar los dolores y apreciar las cosas pequeñas de esta vida.

Momentos simples

Con frecuencia ignoramos lo que nuestro depósito contiene hasta que, un día sin que sepamos muy bien cómo, aflora a nuestro consciente algo que necesitamos en un momento determinado.

Son momentos simples, pero que esconden mucha complejidad.

¿En qué momento se implantó en tu mente el primer recuerdo de una historia? ¿En qué momento anidó en tu mente la historia que actualmente te estás contado? ¿Por qué?

Este trabajo adolece de un defecto, usar indistintamente subconciencia e inconciencia.

La psicología actual descarta el término, centrándose solo en la existencia de la conciencia y el inconsciente,

Subconsciente e inconsciente es aquello que esta debajo de lo consciente y muy parcialmente sometido a nuestra voluntad.

Me gusta llamarle subconsciente

Referencia

A human brain network derived from coma-causing brainstem lesions. Neurology, November 4, 2016.
Doi: http:/​/​dx.​doi.​org/​10.​1212/​WNL.​0000000000003404

 Michael Fox, del Beth Israel Deaconess Medical Centre de la Harvard Medical School

 Laplanche, Jean & Jean-Bertrand Pontalis (1967). Diccionario de Psicoanálisis, Paidós, B. Aires 9ª. Edición 2007, p. 414, ISBN 950-12-7321-0 (Título original: Vocabulaire de la Psychanalyse

Freud, Sigmund (1893). Algunas consideraciones con miras a un estudio comparativo de las parálisis motrices orgánicas e histéricas en Obras Completas, Vol. I, Amorrotu, B.Aires 9ª. Edición 1996, p. 209, ISBN 950-518-577-4 (Título original: Quelques considerations por une étude comparative des paralysies motrices organiques et hystériques.

Laplanche, Jean & Jean-Bertrand Pontalis, op. cit.

Freud, Sigmund (1899[1900]). La interpretación de los sueños en Obras Completas, Vol. V, Amorrotu, B.Aires 9ª. Edición 1996, p. 605, 

Michael Shadlen, investigador principal en el Instituto del Comportamiento del Cerebro Mortimer B. Zuckerman, de Columbia.  

Jesús María Martínez-del Rey