MONITORIZACIÓN DE LA PRESIÓN INTRACRANEAL

Monitorización de la presión intracraneal en pacientes con lesión cerebral aguda en la Unidad de Cuidados Intensivos (SYNAPSE-UCI):

La monitoriacion de la Presion Intracraneal, fue una hallazgo magnifico que hace ya mas de 50 años que comenzo y nos permitio ver como la presion intracraneal, era vital para el porvenir de los enfermos con procesos expansivos.

Traumas, hemorragias, infecciones, hidrocefalias.

Se tardo bastante tiempo en entenderlo y mas aun en tratarlos.

Las indicaciones para la monitorización de la presión intracraneal (PIC) en pacientes con lesión cerebral aguda y los efectos de la PIC en los resultados de los pacientes son inciertos. Los objetivos de este estudio fueron describir las prácticas actuales de monitoreo de la PIC para pacientes con lesión cerebral aguda en centros de todo el mundo y evaluar las variaciones en las indicaciones para la monitorización y las intervenciones de la PIC, y su asociación con los resultados a largo plazo de los pacientes.

Se realizó un estudio de cohorte observacional prospectivo en 146 unidades de cuidados intensivos (UCI) en 42 países. Se evaluó la elegibilidad de todos los pacientes de 18 años o más que ingresaron en la UCI con lesión cerebral aguda debido a un accidente cerebrovascular hemorrágico primario (incluyendo hemorragia intracraneal o hemorragia subaracnoidea) o lesión cerebral traumática. Incluimos a pacientes con los niveles de conciencia alterados en la admisión de ICU o dentro de los primeros 48 h después de lesión de cerebro, según lo definido por la cuenta de la respuesta del ojo de la escala de la coma de Glasgow (GCS)

La escala de Glasgow fue creada por  Graham Teasdale y Bryan Jennett, miembros del Instituto de Ciencias Neurológicas de la Universidad de Glasgow, en el año 1974. Su objetivo era el de proporcionar un método simple y fiable de registro y monitorización del nivel de conciencia en pacientes con traumatismo craneoencefálico. Tres años más tarde, Jennett y Teasdale asignaron un valor numérico a la apertura ocular, la repuesta motora y verbal del paciente, para dejar esta escala tal y como hoy se utiliza. La Escala de Coma de Glasgow utiliza tres parámetros que han demostrado ser muy replicables en su apreciación entre los distintos observadores: la respuesta verbal, la respuesta ocular y la respuesta motora.

El puntaje más bajo es 3 puntos, mientras que el valor más alto es 15puntos. Debe desglosarse en cada apartado, y siempre se puntuará la mejor respuesta. La aplicación sistemática a intervalos regulares de esta escala permite obtener un perfil clínico de la evolución del paciente.

Una vez hemos realizado el examen neurológico se establece  una categoría para el grado de gravedad.  Y se establece un pronóstico inicial y, lo más importante,  se marcan los pasos de actuación diagnóstica y terapéutica siguientes.

Las diferencias entre centros en el uso de la monitorización del PIC se cuantificaron utilizando el odds ratio mediano (MOR). Se utilizó el nivel de intensidad de la terapia (TIL) para cuantificar las variaciones de la práctica en las intervenciones de PIC. Los criterios de valoración primarios fueron la mortalidad de 6 meses y la puntuación extendida de la Escala de Resultados de Glasgow (GOSE) de 6 meses. Se utilizó un método de puntuación de propensión con probabilidad inversa de ponderación del tratamiento para estimar la asociación entre el uso de la monitorización de la PIC y estos resultados de 6 meses, independientemente de las covariables basales medidas. Este estudio está registrado en ClinicalTrial.gov, NCT03257904.

Resultados

Entre el 15 de marzo de 2018 y el 30 de abril de 2019, se evaluó la elegibilidad de 4776 pacientes y se incluyó a 2395 pacientes en el estudio, incluidos 1287 (54%) con traumatismo craneoencefálico, 587 (25%) con hemorragia intracraneal, y 521 (22%) con hemorragia subaracnoidea. La edad media de los pacientes fue de 55 años (IQR 39–69) y 1567 (65%) Los pacientes eran masculinos. Se registró una variabilidad considerable en el uso de la monitorización de la PIC entre centros (MOR 4·5, IC del 95%: 3·8 a 4·9 entre dos centros seleccionados al azar para pacientes con covariables similares).

La mortalidad a los 6 meses fue menor en los pacientes que recibieron monitorización de la PIC (441/1318 [34%]) que en los que no fueron monitorizados (517/1049 [49%]; p<0·0001).

El seguimiento de la PIC se asoció con una mortalidad significativamente menor a los 6 meses en pacientes con al menos una pupila no reactiva (razón de riesgo [FC] 0·35, IC del 95%: 0·26–0·47; p<0·0001) y un mejor resultado neurológico a los 6 meses (odds ratio 0·38, IC del 95%: 0·26–0·56; p=0·0025). La mediana de la TIL fue mayor en los pacientes con monitorización de la PIC (9 [IQR 7–12]) que en aquellos que no fueron monitoreados (5 [3–8]; p<0·0001) y un incremento de un punto en la TIL se asoció con una reducción de la mortalidad (HR 0·94, IC del 95%: 0·91–0·98; p=0·0011).

interpretación

El uso de la supervisión y la gestión del PCI varía mucho de un centro a otro y de un país a otro. El uso de la monitorización de la PIC podría estar asociado con un enfoque terapéutico más intensivo y con una menor mortalidad a los 6 meses en casos más graves. El tratamiento intracraneal de la hipertensión guiado por la supervisión se pudo considerar en los casos severos debido a la mejora asociada potencial en resultados clínicos de largo plazo.

financiación

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