LA NEUROGLIA

El sistema nervioso esta compuesto por dos tipos de células.
NEURONAS,Y NEUROGLIA.
Neurona: Tienen un diámetro que va desde los 5μm a los 150μm son por ello una de las células más grandes y más pequeñas a la vez. La gran mayoría de neuronas están formadas por tres partes: un solo cuerpo celular, múltiples dendritas y un único axón. El cuerpo celular también denominado como pericarión o soma, es la porción central de la célula en la cual se encuentra el núcleo y el citoplasma perinuclear. Del cuerpo celular se proyectan las dendritas, prolongaciones especializadas para recibir estímulos del aparato de Zaccagnini, situado cerca del bulbo raquídeo.
Se creía antes que estas eran las únicas células que no se reproducían, y cuando mueren no se podía reponer; sin embargo, hace poco se demostró que su capacidad regenerativa es extremadamente lenta, pero no nula. Se reconocen tres tipos de neuronas:
Las neuronas sensitivas: reciben el impulso originado en las células receptoras.
Las neuronas motoras: transmiten el impulso recibido al órgano efector.
Las neuronas conectivas o de asociación: vinculan la actividad de las neuronas sensitivas y las motoras.
NEUROGLÍA

Las células de sostén del sistema nervioso central se agrupan bajo el nombre de neuroglía o células gliales.. La proporción de neuronas y de células gliales en el cerebro varía entre las diferentes especies (aprox. 10:1 en la mosca doméstica, 1:1 en el cocodrilo y 1:10-50 en el hombre). La palabra glía deriva del griego bizantino γλία, cuyo significado era «liga», «unión» o, también, «pegamento».2
Constituyen una matriz interneural en la que hay una gran variedad de células estrelladas y fusiformes, que se diferencian de las neuronas principalmente por no formar contactos sinápticos. Sus membranas contienen canales iónicos y receptores capaces de percibir cambios ambientales. Las señales activadas dan lugar la liberación de transmisores aunque carecen de las propiedades para producir potenciales de acción.1
Las células gliales controlan, fundamentalmente, el microambiente celular en lo que respecta a la composición iónica, los niveles de neurotransmisores y el suministro de citoquinas y otros factores de crecimiento.
El tejido glial fue descrito por primera vez en 1859 por el patólogo Rudolf Virchow Las células gliales eran más bien elementos estáticos sin una función relevante y con una función similar a cola o pegamento nervioso funcional para las formas de vida. Fue Santiago Ramón y Cajal en 1891 quien descubrió las células gliales, diferenciándolas de las neuronas e identificándolas claramente como parte del tejido nervioso.
La neuroglia, derivan del ectodermo, menos la microglía que lo hace del mesodermo. Su existencia es imprescindibles para el desarrollo de la neurona y son fundamentales en el desarrollo normal de la neurona, ya que se ha visto que un cultivo de células nerviosas no crece en ausencia de células gliales.
A pesar de ser consideradas básicamente células de sostén del tejido nervioso, existe una dependencia funcional muy importante entre neuronas y células gliales. ya que ellas son el sustrato físico para la migración neuronal. También tienen una importante función trófica y metabólica activa, permitiendo la comunicación e integración de las redes neuronales.
Cada neurona presenta un recubrimiento glial complementario a sus interacciones con otras neuronas, de manera que sólo se rompe el entramado glial para dar paso a las sinapsis. Estas células gliales tienen un papel fundamental en la comunicación neuronal.
El 45% de los tumores cerebrales tienen su nacimiento en células gliales.
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La glía cumple funciones de sostén y nutrición ya que el sistema nervioso no tienen tejido conectivo, salvo la micrfoglia. Se diferencias menos que las neuronas, conservan la capacidad mitótica y se encargan de la reparación y regeneración de las lesiones del sistema nervioso.
Son, fundamentales en el desarrollo de las redes neuronales y desde la embriogenesis son responsables de las migraciones neuronales en las primeras fases de desarrollo; asimismo, establecen la regulación bioquímica del crecimiento y desarrollo de los axones y dendritas.
Fabrican un potente aislante en los tejidos nerviosos, protegen y aíslan los axones de las neuronas con mielina que protege la homeostasis y regulan las funciones metabólicas del tejido nervioso, además de proteger físicamente las neuronas del resto de tejidos y de posibles elementos patógenos.
Se consideraban responsables de la barrera hematoencefálica, pero se ha visto que son las células endoteliales de los vasos las que la componen.
Aunque por mucho tiempo se consideró a las células gliales como elementos pasivos en la actividad nerviosa, trabajos recientes demuestran que son participantes activas de la transmisión sináptica, actuando como reguladoras de los neurotransmisores (liberando factores como ATP y sus propios neurotransmisores). Además, las células gliales parecen conformar redes “paralelas” con conexiones sinápticas propias (no neuronales)[1].
La reactividad glial tiene una propiedad inmediata que es la reactividad para reparar daños y normalizar niveles de nutrientes y neurotransmisores. Esta capacidad reactiva proinflamatoria, tienen el inconveniente de generar lesiones secundarias que pueden llegar a cronificar la patología: provoca muerte neuronal secundaria, ampliando la zona lesionada hasta el punto de verse afectados grupos neuronales que habían quedado intactos hasta el momento.
Por su localización se clasifican en dos grandes grupos.

Glía central.
Se encuentra en el Sistema Nervioso Central – SNC (cerebro, cerebelo, tronco cerebral y médula espinal):
• Astrocitos
• Oligodendrocitos
• Microglía
• Células Ependimarias
Glía periférica]
Se encuentra en el Sistema Nervioso Periférico – SNP, (ganglios nerviosos, nervios y terminaciones nerviosas):
• Células de Schwann
• Células capsulares
• Células de Müller
La microglía son de origen mesodérmico que penetran en el sistema nervioso en el periodo neonatal. Tienen la capacidad de dividirse por mitosis y pueden transformarse en fagocitos. Se divide en, de acuerdo al estado de activación, en microglía de reposo, activada, y ameboide fagocitaria.3
Fueron descritas por vez primera por F. Robertson y Franz Nissl como staebchenzellen, esto es, células alargadas. Pío del Río Hortega las diferenció de las otras células gliales y les dio su nombre actual.
Microglia
Son los macrófagos del sistema nervioso central (SNC). Son parte del sistema inmunitario. Están inactivas en el SNC normal, pero en caso de inflamación o de daño, la microglía digiere (fagocita) los restos de las neuronas muertas.
En el cerebro normal las células de la microglía están en estado de reposo y actúan como sensores del medio ambiente. Está implicada en muchas patologías neurológicas, como el Alzheimer, el Parkinson, la esclerosis múltiple, la demencia asociada al sida o a la respuesta al trauma en el sistema nervioso central.
Macroglía
• Astrocitos
Los astrocitos son las principales y más numerosas células gliales, sobre todo en los organismos más evolucionados. Se trata de células de linaje neuroectodérmico4 que asumen un elevado número de funciones clave para la realización de la actividad nerviosa. Derivan de las células encargadas de dirigir la migración de precursores durante el desarrollo (glía radial) y se originan en las primera etapas del desarrollo del sistema nervioso central.
Se encargan de aspectos básicos para el mantenimiento de la función neuronal, entrelazándose alrededor de la neurona para formar una red de sostén, y actuando así como una barrera filtradora entre la sangre y la neurona. Cuando existe destrucción neuronal (por ejemplo, tras sufrir un accidente cerebro-vascular), también actúan como liberadores del factor de crecimiento nervioso que, a modo de abono biológico, facilita la regeneración de las conexiones neuronales.
Artículo principal: Astrocito
Oligodendrocitos (oligodendroglía)
Los oligodendrocitos o en conjunto oligodendroglía son más pequeños que los astrocitos y tienen pocas prolongaciones. Además de la función de sostén y unión, se encargan de formar la vaina de mielina que envuelve los axones neuronales en el sistema nervioso central.
Células ependimarias (ependimocitos)
Las células del epitelio ependimario (epéndimocitos, tanicitos) revisten los ventrículos del encéfalo y del conducto ependimario de la médula espinal que contienen al líquido cefaloraquídeo (LCR).
Tanicitos son células de contacto entre el tercer ventrículo del cerebro y la eminencia media hipotalámica. Su función no es bien conocida, y se les ha atribuido un papel de transporte de sustancias entre el LCR del tercer ventrículo y el sistema porta hipofisiario. Pueden considerarse una variedad especializada de células ependimarias.
Las células del epitelio coroídeo producen líquido cefalorraquídeo (LCR), a nivel de los plexos coroídeos, en los ventrículos cerebrales.
Microglía:
Segregan factores de crecimiento, Se multiplican en daño encefálico, En infección, se mueven hacia el área afectada, Fagocitan bacterias y restos celulares, Liberan compuestos químicos que destruyen bacterias y pueden causar daño neuronal
Componentes del SNP Células satélite
Las células satélite, proporcionan soporte físico, protección y nutrición para las neuronas ganglionares de los ganglios nerviosos craneales, espinales y autonómicos en el sistema nervioso periférico – (SNP).
Células de Schwann
Las células de Schwann se encargan de proporcionar aislamiento (mielina) a las neuronas del sistema nervioso periférico (SNP). Son el equivalente periférico de los oligodendrocitos del SNC. Hay que tener en cuenta que el sistema nervioso central está compuesto por el encéfalo y la médula espinal, y el periférico por los nervios que salen de la médula espinal.
Células de Müller
Representan el principal componente glial de la retina en los vertebrados. Se relacionan con el desarrollo, organización y función de la retina. Puede que tengan algo que ver con el crecimiento del ojo y que intervengan en la modulación del procesamiento de la información en las neuronas circundantes.
Sin embargo, estudios recientes realizados en la Universidad de Leipzig (Alemania) han revelado que las células de Müller cumplen importantes funciones en la retina relacionados con la luz. Estas actuarían a modo de «filtro» de la luz que incide sobre el ojo, de modo que a la retina llegaría una imagen más nítida de la que entraría si ésta tuviera que atravesar las distintas capas retinales.
Pese a que este descubrimiento no tiene más aplicación que romper el antiguo dogma de la visión en los seres vivos, puede que tenga utilidad al momento de tratar la ceguera.
Bibliografia
Taleisnik, Samuel (2010). «1». En Encuentro. Neuronas: desarrollo, lesiones y regeneración. Argentina. p. 6. ISBN 978-987-1432-52-3.
Cf. Dale Purves et alii, Neurociencia, Panamericana, Madrid, 2008, pág. 9.
Taleisnik, Samuel (2010). «1». Neuronas: desarrollo, lesiones y regeneración. Argentina: Encuentro. p. 8. ISBN 978-987-1432-52-3.
Gómez Nicola, Diego y Manuel Nieto Sampedro, «Glía reactiva», Mente y Cerebro, 32, 2008, págs. 78-87.

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