EL COVID PERSISTENTE

Una nueva enfermedad degenerativa

La Vanguadia publica por Carina Farreras, un trabajo interesante, donde valora el Covid persistente, desde el punto de vista social.

Se me ocurre pensar que estamos ante una nueva enfermedad degenerativa “un germen y una reacción inflamatoria persistente”

Niebla mentalLa mayoría de pacientes refieren padecer este trastorno cognitivo que afecta la memoria, la atención, el lenguaje y la capacidad de organizarse  Johner Images / Getty

El tiempo corre y una baja laboral puede devenir en una incapacidad. ¿Qué solución puede ofrecerse a estas personas? Mayoritariamente son mujeres y de edad media, es decir, a mitad de su carrera laboral. Profesionales con ganas de continuar.

Entre la alegría de la vacunación de la generación más numerosa de España, los baby boomers , y la vista en la luz al final del túnel, el colectivo de covid persistente teme llegar a sentirse como los soldados heridos de Vietnam que, una vez acabada la guerra ya nadie se acordó de ellos.

Decía mi tio Alfonso, sabio el, que siempre que pasa lo mismo sucede igual.

Estos enfermos crónicos han padecido una enfermedad infecciosa, asintomáticos unos y otros muy sintomáticos, y después de ella, están deshechos, y mutilados y además los médicos no sabemos que hacer

La demanda de ayuda que han realizado durante estos meses ha quedado en un segundo plano, oculta por los datos más cruentos de la pandemia, con las muertes y las ucis de los hospitales en primera página. Muchos, los primeros contagiados, ni siquiera tienen evidencias de haber pasado la covid porque en esos primeros meses no se practicaban pruebas. Pero lo cierto es que antes estaban sanos y ahora no pueden llevar una vida normal.

Su cuerpo no es el mismo y, en cambio, las pruebas médicas arrojan una normalidad asombrosa. Viven además una incertidumbre (sin pronóstico, sin tratamiento, sin control sobre cuándo aparecerán las dolencias) y la ausencia de conocimiento científico y reconocimiento legal de la enfermedad. Todos estos aspectos resultan desconcertantes, para ellos y para las empresas.

El Instituto Nacional de la Seguridad Social (INSS) ha empezado a actuar para reducir el gasto de las bajas médicas. Las bajas por covid (oficialmente, no hay bajas por covid persistente) están pasando a ser bajas ordinarias por cualquier otra patología a los seis meses y dejan de ser una “asimilación” a un accidente laboral, como se estableció desde el primer decreto de estado de alarma, con unas condiciones económicas favorables al trabajador (y al empleador). 

Esto es así al menos en Aragón y Andalucía, según la Sociedad Española de Médicos Generales y de Familia (SEMG). Y se está a la espera de lo que pase a los 18 meses de la incapacidad temporal del trabajador, según Pau Estévez, abogado del Colectivo Ronda. ¿Será permanente? ¿En qué condiciones? Antes de llegar allí los enfermos confían en curarse o que remitan las dolencias tal y como aparecieron.

Fases del  COVID

1. Agudo. Signos y síntomas de la Covid tras su contagio, hasta 4 semanas después de la infección
​2.Secuelas. Existe el antecedente de la infección grave de covid en fase aguda que, con frecuencia, ha requerido ingreso hospitalario o en unidades de críticos. El enfermo presenta síntomas derivados de secuelas posteriores al daño estructural de las complicaciones sufridas. 
​3.Persistente. Complejo sintomático multiorgánico que afecta a pacientes que han padecido covid y que permanecen con sintomatología pasados 4 en incluso 12 semanas, persistiendo en el tiempo.

Aunque el término ha sido reconocida por la Organización Mundial de la Salud (OMS) y por el Ministerio de Sanidad, las bajas laborales no pueden justificarse por este concepto. No existe un código específico, que es lo que reclaman tanto las asociaciones de pacientes como los médicos de familia.

“La dificultad reside también en su definición puesto que reúne una amalgama de síntomas (hasta 200) que van desde la fatiga a la febrícula, falta de aire, trastornos intestinales, cefaleas, pérdidas de memoria, niebla mental…”, indica Francisco José Sáez Martínez, responsable de Salud Laboral de la SEMG.

Virus del Covid

Los síntomas, para cada persona son distintos, pueden ser continuos u oscilantes, pero, en todo caso, persisten 12 semanas tras la infección. Los pacientes pudieron estar graves o aparentemente asintomáticos. 

La mayoría son mujeres (el 80%), de 43 años de media, según una encuesta de la SEMG, la única realizada en España pero que coincide con las de otros países. También hay niños. Quizás, parte de la invisibilidad de esta dolencia en los medios de comunicación se explique porque estos pacientes acuden al 100% a los médicos de familia y no a hospitales, que cuentan con equipos de comunicación capaces de transmitir con rapidez. 

El Consejo General de Enfermería calcula que podría haber medio millón de afectados por la covid persistente, hasta un 20% de enfermos covid. Otro estudio, basado en datos de la Seguridad Social, calcula que unas 100.000 personas están de baja después de 12 semanas de contraer el virus. «El síndrome poscovid, incapacidad temporal laboral y prevención», elaborado por los catedráticos de la UCAM, Araceli López-Guillem y José Manuel Vicente, informa que las bajas por covid no se prolongan más de 3 semanas, pero un 8% supera los 3 meses y el 0,8% pasa del año. Hasta marzo del 2021 se registraron en España 1,23 millones de bajas laborales por contagio (y 2,53 millones por cuarentena). Las prestaciones por incapacidad temporal en el 2020 aumentaron un 25% respecto al 2019.

En la Unidad de Can Ruti con cientos de adultos y 75 niños

Lesiones por Coronavirus

Se desconoce por qué la recuperación global o de un síntoma concreto en algunas personas se alarga. Se han planteado como posibles hipótesis la presencia del virus en sangre a causa de una respuesta débil de anticuerpos, o por recaídas, posibles reinfecciones, reacciones inflamatorias y otras reacciones inmunes, pérdida de forma física o estrés postraumático. El hospital Germans Trias i Pujol de Badalona (Can Ruti) creó el año pasado una unidad específica para tratar e investigar la covid persistente desde una vertiente multidisciplinar. Tienen ya centenares de pacientes. En diciembre abrieron la unidad pediátrica. Ya hay 75 niños y adolescentes que, meses después de infectarse, continúan presentando síntomas, principalmente fatiga, dificultad respiratoria, debilidad y cefaleas. Algunos tienen también problemas cognitivos, como dificultad para concentrarse, retener información, prestar atención o hablar con claridad lo que afecta a su escolarización. Se sospecha que podría haber más afectados a los que no se les ha interpretado bien sus síntomas. Los niños pueden quejarse de fatiga y desmotivación y los padres atribuirlo a las condiciones en las que se está viviendo la pandemia. Otros hospitales como Vall d’Hebrón y el Clínic han abierto investigaciones sobre la persistencia de secuelas de covid en enfermos que fueron críticos. Fuera de Catalunya se han abierto unidades específicas para la covid persistente en el hospital Infanta Helena de Huelva y en el hospital Virgen del Rocío en Sevilla.

Se desconoce de cuántas se trata. Las estimaciones van del 5 al 20 por ciento de los contagiados. La aproximación general es que es de un 10%. Un estudio reciente, que analiza el aumento de las bajas laborales en España de larga duración, estima que podrían llegar a ser unos 100.000 empleados en total. Pero esa cifra es una deducción. El Consejo General de Enfermería elevaba esa cifra a 500.000. 

El Consejo General de Enfermería valora el COVID persistente como una condición muy «incapacitante en algunos casos, que mina enormemente la calidad de vida de aquellos pacientes que la padecen». Según exponen numerosos investigadores, los síntomas propios de la enfermedad permanecen con la misma intensidad una vez ha desaparecido el virus, incluso, pueden aparecer nuevos.

Actualmente, no hay factores de riesgo claros y puede aparecer aunque los síntomas hayan sido leves»,  «aunque daña primariamente a los pulmones, el SARS-CoV-2 puede afectar a otros órganos y esto puede aumentar el riesgo de efectos prolongados», concluye.
La enfermedad puede conllevar consigo problemas respiratorios, neurológicos, cardíacos y circulatorios, del sistema nervioso autónomo, digestivos, de salud mental y otros como alteraciones del olfato y el gusto.Y Fatiga, dificultad para respirar, tos, dolor en las articulaciones, muscular, en el pecho, de cabeza, fiebre intermitente, falta de apetito, diarrea, insomnio, formación de coágulos…
“Es imprescindible que las personas que tienen estos síntomas consulten con el profesional de referencia y las enfermeras estamos muy atentas a este tipo de patologías porque debemos identificarlos para que no pasen desapercibidos», indica. Hay que valorar para que no haya un infradiagnóstico de este síndrome o que se enmascaren otro tipo de enfermedades o patologías pensando que todo se achaca a la covid”, explica Guadalupe Fontán, enfermera del CGE.

Asimismo, reiteran que todos aquellos que han estado ingresados en la UCI, por el mero hecho de sobrevivir a esta experiencia, pueden ser más propensos a sufrir problemas como el síndrome de estrés postraumático, depresión o ansiedad. Para las enfermeras, cuidar de la salud mental de estos pacientes es una pieza clave para mejorar su calidad de vida.

Que duda cabe que el componente psíquico que desencadena esta actuación de los enfermos en Uci y de los santos sanitarios, que están aguantando mas de lo posible, intervienen en la sitomatologia

Esto no es diferente de las enfermedades degenerativas, la exposición a una noxa y después el fenómeno mutilante de la inflamación persistente.

Recuérdese el Guillan Barre, tras una infección una parálisis progresiva y mutilante, que la mayoría de las veces se cura sola, pero en otras es terrible, persistente, de repetición y mutilante.

Los investigadores ya han definido el  Covid persistente como la enfermedad que sufren «pacientes con antecedentes de afectación generalmente leve o moderada en la fase aguda de la covid-19, pero que pasadas cuatro e incluso doce semanas, siguen presentando sintomatología muy variada, frecuentemente fluctuante e incapacitante, que no se explica por una enfermedad subyacente alternativa»,

Los de mayor incidencia son el cansancio, que afecta al 95% de los pacientes; el malestar general, también presente en el 95% de los casos; los dolores de cabeza (86%); alteraciones en el estado de ánimo (86%); dolores musculares (82%); la falta de aire o disnea (78%); dolores articulares (79%); falta de concentración o niebla mental en el 78% de los casos, según un estudio realizado por la SEMG. «Hay otros muchos síntomas descritos con alta incidencia y que impiden a estos pacientes llevar una vida normal».,

El prototipo de enfermos de covid persistente sería el de una mujer entre 35 y 50 años, pero puede darse en todos los pacientes. Otro de los misterios de la enfermedad se encuentra en su prevalencia. El estudio de los médicos de familia encontró que hasta el 15% de los pacientes padecía la enfermedad (una cifra que haría que, actualmente, aproximadamente un millón de personas la estén padeciendo en España), pero otras investigaciones, como la llevada a cabo por el departamento de medicina interna del Hospital de Barcelona con 300 personas, muestra el 50% de los pacientes ingresados con coronavirus en este centro ha seguido mostrando síntomas de la enfermedad siete meses después de haber recibido el alta; entre ellos, trastornos psicológicos (49%), astenia o fatiga generalizada (27%) y disnea o dificultad para respirar (10%).

Entre tantas malas noticias, sin embargo, aparece una esperanza en el horizonte para los pacientes de covid persistente, y es la vacunación. Varios estudios preliminares muestran que una parte importante de los enfermos mejora tras recibir las dosis, aunque también aquí aparece un lado oscuro. Pero en algunos casos, ha ocurrido lo contrario y los pacientes han empeorado. Los expertos tratan de averiguar las claves de ambas situaciones y la SEMG está trabajando en un proyecto para «caracterizar qué pacientes con covid persistente se podrían beneficiar de la vacunación y cuáles podrían no mejorar o, incluso, empeorar con la vacuna; o si el efecto varía con el tipo de vacuna administrada». A través de un cuestionario, a los participantes se les pregunta qué sintomas tenían cuando se contagiaron, con qué intensidad y que variaciones notaron tras la vacunación.

La solución del covid persistente, se acompañara del reconocimiento de un germen y una reacción inflamatoria crónica y persistente.

Biografia

CARINA FARRERAS BARCELONA 25/05/2021 06:00

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