El colesterol es la estafa medica más grande de todos los tiempos”
El colesterol * finalmente se elimina oficialmente de la Lista Naughty A mi personalmente me parece de susto este trabajo. Ayer hace… unos minutos la cifra de colesterol era un punto de partida para la enfermedad, hoy ya no esta claro, por lo menos no es pecado tomar grasas.
¿Qué esta pasando, quien sentencia durante décadas lo que es patógeno y lo que no lo es.
The U.S. government is poised to withdraw longstanding warnings about cholesterol24 junio, 2017 2:04 pm
El gobierno de Estados Unidos ha aceptado que * el colesterol * no es un _nutriente de preocupación_. Haciendo un giro en U en sus advertencias a nosotros para mantenerse alejado de los alimentos de alto colesterol desde la década de 1970 para evitar enfermedades del corazón y las arterias obstruidas.
Esto significa que los huevos, la mantequilla, los productos lácteos sin grasa, las nueces, el aceite de coco y la carne se han clasificado ahora como * seguros * y han sido oficialmente eliminados de la lista de nutrientes de preocupación.
El Departamento de Agricultura de los Estados Unidos, responsable de actualizar las directrices cada cinco años, declaró en sus conclusiones para 2015: “Anteriormente, las Guías Alimentarias para los estadounidenses recomendaban que el consumo de colesterol se limitara a no más de 300 mg / día.
“La DGAC 2015 no presentará esta recomendación porque la evidencia disponible no muestra una relación apreciable entre el consumo de colesterol en la dieta y el colesterol sérico (sangre), de acuerdo con la AHA / ACC (American Heart Association / American College of Cardiology)
El Comité Asesor de Guías Alimentarias, en respuesta, ya no advertirá a la gente contra el consumo de alimentos altos en colesterol y en su lugar se centrará en el azúcar como la principal sustancia de la preocupación dietética.
El cardiólogo estadounidense Dr. Steven Nissen dijo: _Es la decisión correcta_. _Tenemos las pautas dietéticas incorrectas. Han estado equivocados durante décadas.
“Cuando comemos más alimentos ricos en este compuesto, nuestros cuerpos hacen menos, si nos privamos de alimentos con alto contenido de colesterol, como huevos, mantequilla e hígado, nuestro cuerpo aumenta. La mayoría del colesterol en usted es producida por su hígado. Su cerebro se compone principalmente de colesterol. Es esencial que las células nerviosas funcionen. El colesterol es la base para la creación de todas las hormonas esteroides, incluyendo estrógeno, testosterona y corticosteroides. El colesterol alto en el cuerpo es una clara indicación que indica que el hígado del individuo está en buena salud.
Dr. George V. Mann M.D. director adjunto del estudio de Framingham para la incidencia y la prevalencia de la enfermedad cardiovascular (CVD) y sus factores de riesgo afirma: grasas saturadas y colesterol en la dieta no son la causa de la enfermedad coronaria. Este mito es el mayor engaño del siglo, tal vez de cualquier siglo.
“El colesterol es la estafa medica mas grande de todos los tiempos”
La historia del colesterol es amplia y fatal casi en su generalidad ,no es muy diferente a la de otras sustancias fundamentales para nuestra vida, ya que su desarrollo en el tiempo incluye intuición, esfuerzo, paciencia, experimentación, ingenio y creatividad.

Poulletier de la Salle, quien en 1769 aisló una sustancia de carácter “aceitoso” de la vesícula biliar de cadáveres. Años después, Michel-Eugéne Chevreul a quien se reconoce como el “padre” del conocimiento que actualmente tenemos sobre los lípidos en general y sobre las grasas y aceites en particular. Chevreul, en 1824, separó de la bilis humana una sustancia que identificó como “similar a una grasa” y que llamó “colesterina”. Más aún, identificó que la colesterina era el principal componente de los cálculos biliares, algo ya observado por de la Salle en 1769.

La asociación del colesterol con la formación de los ateromas y la aterosclerosis no fue sencilla, ya que debieron transcurrir muchos años para que esta vinculación fuese aceptada por la comunidad científica.

En 1910, Windaus describe en sus estudios sobre ateromas de la arteria aorta que la estructura química de esa masa lipoidea son cristales de colesterol. Por ello le fue concedido en 1928 el premio Nobel de Química.

En 1913, Anitschkov e Ignatowsky, alimentando conejos con dietas ricas en colesterol, demostraron que los niveles de colesterol plasmático se elevaban y había un aumento de arterioesclerosis.

Strom y Jensen observaron en Noruega que durante la Segunda Guerra Mundial, periodo comprendido entre 1940 y 1945, la frecuencia de las enfermedades isquémicas de corazón disminuyeron en un 50%, evidenciando una alta correlación entre el consumo de grasa total y de colesterol, y la mortalidad por arterioesclerosis cerebral y coronaria.

En 1950 Gofman publicó en Science, que al separar el suero de conejos alimentados con colesterol, según los protocolos de Anichkov, mediante el uso de la ultracentrífuga, el colesterol se separaba en dos fracciones claramente identificables: “low density lipoprotein” (LDL) y “high density lipoprotein” (HDL). Este artículo abrió, literalmente, los ojos de la comunidad científica y médica ante los peligros del colesterol de la dieta.

Kinsell descubrió en 1952 que la alimentación con vegetales, asociada a una disminución de la ingesta de productos animales, producía una disminución del colesterol plasmático, particularmente del colesterol-LDL. Confirmandose por otro grupo de investigadores encabezados por Ahrens, que además, asociaron el consumo de grasas insaturadas con la reducción del colesterol plasmático.

Las primeras observaciones del efecto hipocolesterolemiante de los fitoesteroles datan de hace más de 50 años, cuando al alimentar pollos con semillas de soja se observó un descenso de las concentraciones plasmáticas de colesterol.

Considerado por muchos el gran impulsor de la denominada dieta mediterránea, Ancel Keys fue pionero mundial en el estudio del colesterol en sangre. Pero su gran aportación a la ciencia fue el Estudio de los sietes países, primer ensayo epidemiológico multinacional sobre el tema dieta-colesterol-enfermedad cardiovascular.

En 1954, Keys, Anderson y Grande Covián realizaron un estudio sistemático de la relación entre la composición en ácidos grasos de la dieta y su efecto sobre los niveles de colesterol total en sangre. Se estudió en la población de siete países la relación entre el consumo de grasa y la incidencia de infarto de miocardio, en él se observó una relación positiva entre infarto de miocardio y consumo de grasa saturada, e igualmente una elevada correlación entre los niveles de colesteroltotal en plasma y la incidencia de infarto de miocardio.

En 1968, Wissler demostró en primates la capacidad de una dieta, similar a la estadounidense, para producir elevación de colesterol en sangre y formación de placas de ateroma.

En 1971, Bang y Dyerberg determinaron los efectos fisiológicos de los ácidos grasos poliinsaturados omega-3, realizando un estudio epidemiológico en el que se comprobó que la población esquimal era la que ingería mayor cantidad de grasa,pero, en cambio, la incidencia de ECV era prácticamente nula. A partir de ese momento comenzaron los estudios nutricionales para determinar qué componentes eran los que protegían a dicha población frente a esta patología, determinándose que eran las grasas del pescado azul y de la foca. Una vez analizadas cualitativa y cuantitativamente se comprobó el alto porcentaje que tenían de ácidos grasos poliinsaturados omega-3: ácido eicosapentaenoico (EPA) y ácido docosahexaenoico (DHA).

En 1983, Mahly e Innerarity publicaron sus observaciones en animales de experimentación, en los que comprobaron que las dietas ricas en ácidos grasos saturados y colesterol disminuyen los receptores del colesterol-LDL de las células hepáticas hasta en un 90%, produciendo un aumento del colesterol-LDL en plasma.

El resto de la historia del colesterol ha seguido un desarrollo vertiginoso, coronado, sin lugar a dudas, por el descubrimiento de los investigadores Brown y Golstein en 1983 del receptor celular de las LDL y del control intracelular que determina los niveles plasmáticos de colesterol-LDL y su relación con la aterogénesis. En 1985, se les concedería el premio Nobel de Medicina por descubrir la hipercolesterolemia familiar, en la cual se produce un aumento de colesterol en sangre y ECV prematura, sin que en la dieta esté elevada la proporción de grasa saturada y el colesterol.

MIÉRCOLES, 10 DE AGOSTO DE 2016

LA GRAN MENTIRA DEL COLESTEROL Y EL NEGOCIO DE LAS ESTATINAS
JONNY BOWDEN ; STEVEN SINATRA

Portada del best seller «El Gran mito del colesterol. Por qué bajar tu colesterol no previene la enfermedad cardíaca y el plan libre de estatinas que sí lo hará»

Cada año, las Guías (The National Cholesterol Education Program) nos van bajando los niveles «saludables» de colesterol… Primero fueron 250 mg/dl, luego bajaron a 220 mg/dl… y ahora a la cifra «redonda» de 200 mg/dl.
Es curioso saber que 8 de los 9 miembros de dicho comité tienen lazos financieros con las industrias de los fármacos de disminuyen el colesterol, las estatinas.

Cuanto más bajemos los niveles «normales» o «deseables» de colesterol, más personas, por lo demás sanas, recibirán las estatinas por parte de los médicos que sigan las «nuevas guías». Una pastilla al día… para todos los días de tu vida… Negocio?

A pesar de tener a millones de personas sanas con tratamientos crónicos con estatinas la enfermedad cardíaca sigue siendo la primera causa de mortalidad.

¿Es realmente el nivel de colesterol total un marcador de riesgo de enfermedad cardiovascular o realmente no tiene nada que ver además del negocio que genera?

Más del 50% de los infartos se dan en personas con niveles normales de colesterol.
Ante este hecho, ¿no deberíamos preguntarnos qué tiene entonces que ver el colesterol con la enfermedad cardíaca?

¿Qué causas distintas al colesterol tienen la mitad de la gente que tiene un infarto teniendo el colesterol normal o incluso bajo?

La misma pregunta se hicieron años después muchos cardiólogos como el Dr. Sinatra.

En su labor asistencial diaria hacían angiografías de las arterias coronarias a pacientes con colesterol de 280 mg/dl o con colesteroles superiores a 300 mg/dl y veían que sus coronarias eran completamente normales! (luego veremos que dichas cifras de colesterol son normales, y mucho más saludables que tener un colesterol de, digamos, 170)
Sin embargo, en otros pacientes, con colesterol de sólo 150 mg/dl sí que encontraban patología cardíaca…

¿Cómo podía ser esto cierto?
¿Pero el colesterol no era el culpable de todo?
¿No es todo debido a la arterioesclerosis, el colesterol de los huevos fritos y a las grasas que tomamos en la dieta y que nos engordan?

Pues parece ser que culpar al Colesterol de la enfermedad cardíaca es como querer culpar a los árboles del bosque del incendio, en lugar de culpar a los verdaderos culpables, los pirómanos iniciadores del incendio, entre ellos, el azúcar, uno de los agentes más inflamatorios sobre la red arterial

Vamos a ir viendo por qué.

La Hipótesis lipídica
(Ancel Keys, Framingham y otros «estudios»)

En los años 50 un grupo de científicos rusos demostró que alimentando con grandes cantidades de colesterol a unos conejos, al sacrificarlos y disecarlos, encontrabas sus arterias llenas de placas con colesterol. Pasaron por alto que los conejos son herbívoros y que su ingesta habitual de colesterol es cero. Su experimento no se confirmó haciendo los mismo con monos o ratas.

Y entonces llegó Ancel Keys (enemigo público número uno y del que hablamos en la entrada del blog de las grasas) con su famoso «Estudio de los Siete Países» en el que demostraba una correlación lineal entre la grasa saturada que comían unos países y su incidencia de mortalidad cardiovascular.

Sólo que… en realidad era un estudio con 22 países… de los cuales rechazó los resultados de los otros 15… pues no le confirmaban «su teoría». Un fraude.

Pero este señor tenía mucho poder político y consiguió convencer a médicos, cardiólogos y a toda la población. Cuánto daño ha hecho este hombre…

Aquí están los resultados en bruto de los verdaderos 22 países del «Seven Countries Study» de Ancel Keys, no sólo de los 7 países que él eligió a su antojo, para «probar su teoría».

Ancel Keys cogió los países que le interesaron para ver una correlación lineal entre ingesta de grasas y mortalidad, y se comprobó que varios países con muy distinta mortalidad… comían el mismo porcentaje de grasas (40%) en su dieta.
Y, más aún, si elegimos nosotros los países en un nuevo grupo en verde, nos saldría justo la teoría contraria, es decir, a mayor consumo de grasas, mayor longevidad, cogiendo Holanda, Alemania Federal, Suiza, Austria e Israel. El «Estudio de los 5 países» demostraría que a mayor consumo de grasas, mayor longevidad!

The Framingham Diet Heart Study (1.948)

Luego vino el famoso estudio de Framingham, en el que muchos se apoyaron para defender la teoría del colesterol.
Se inició en 1948 y monitorizó la incidencia de enfermedad cardiovascular en 5.000 residentes de Framingham, Massachusetts, a los que siguió durante 16 años.

Asociaban el nivel de colesterol, en personas de 35 a 50 años, con la mortalidad. Aclarando de entrada que, por encima de 50 años (que es el grueso de la población actual que toma estatinas) no había relación entre tener más colesterol y tener mayor mortalidad. Y es que, como veremos luego, a mayor edad, los niveles altos de colesterol son protectores, se vive más con más colesterol.

A pesar de tener inicialmente evidencias en relación con el Colesterol LDL (el supuestamente «malo») y el riesgo cardiovascular, luego se ha visto, revisando los datos, que tampoco era así.
Así pues,

hemos estado culpando al colesterol de forma injusta y todos estos años hemos estado focalizando toda nuestra atención en una molécula no sólo inofensiva, sino vital para el ser humano, mientras ignorábamos las causas reales de la enfermedad cardiovascular: principalmente el azúcar, el stress y las grasas trans.

Muchos científicos empezaron a preguntarse si la teoría del colesterol como causante de la enfermedad cardiaca era incorrecta:

Varios años más tarde después de Framingham, en el Lyon Diet Heart Study (1999) se eligieron a 605 varones con múltiples factores de riesgo de muerte por enfermedad cardiovascular (obesidad, mala alimentación, tabaco, stress).
Al grupo experimental se le dio una dieta mediterránea con verduras, frutas, legumbres, grasas , huevos, mantequilla, aceite de oliva, pescado, nueces, etc.
Al grupo control se le recomendó una dieta «prudente» con no más del 30% de las calorías en forma de grasa y no más del 10% en forma de grasa saturada y reducir la ingesta de colesterol.

Qué ocurrió?

Pues que hubo que terminar el experimento antes de tiempo por la cantidad de muertes en el grupo control (el de «bajos en grasas»).
Concretamente, el grupo experimental (Dieta Mediterránea) presentó una reducción del 76% en muertes de origen cardiovascular sobre el grupo control.
Y el colesterol?
También bajó en el grupo experimental?
Pues, curiosamente, el nivel de colesterol apenas varió!!

Repetimos: un 76% de reducción de mortalidad cardíaca sin apenas cambios en los niveles de colesterol…

Este resultado extrañó tanto a la comunidad científica que el New England Journal of Medicine rechazó publicar este estudio.
¿Cómo podían publicar un resultado tan espectacular sobre protección cardiovascular en el que el colesterol no tuviera nada que ver? Iba en contra de la ciencia del momento! No se podía publicar algo así…
Qué diría Ancel Keys, por favor!

Afortunadamente, unos meses más tarde, la revista The Lancet, publicó el estudio.

Nurses’ Health Study, llevado a cabo por la Universidad de Harvard y publicado, esta vez sí, por el New England Journal of Medicine en el año 2.000.

Se siguieron 120.000 mujeres desde los años 1970 para determinar factores relacionados con el cáncer y la enfermedad cardíaca.
Tras terminar el estudio, analizar las variables y los resultados, concluyeron que estos fueron los 5 factores protectores del riesgo de enfermedad cardíaca encontrados:
1. Quitar el tabaco
2. Vino tinto en moderación
3. Ejercicio diario de al menos media hora al día de media
4. Mantener un peso correcto (IMC inferior a 25)
5. Comer una dieta integral, de baja carga glucémica (baja en carbohidratos refinados) con muchos omega-3 y con fibra.

Y el exceso de colesterol??
Dónde estaba en la lista?
No vieron diferencias significativas entre los niveles de colesterol y el riesgo cardiovascular. No está en la lista de los 5 determinantes. Y estos resultados…

¿No hicieron cambiar a los médicos y a las organizaciones para enfocar el interés hacia otras causas de la enfermedad cardiovascular distintas al colesterol?

Pues o.

El dato «poco conveniente» de que disminuir el colesterol tenía apenas ningún efecto en alargar la vida fue simplemente ignorado debido a los especiales intereses que lucraban a la industria por mantener ocultos estos datos.
Como decía el escritor Upton Sinclair:
» Es muy difícil hacer que una persona entienda algo, cuando su salario depende de que no lo entienda».
Que Dios nos asista, pero esto sin anestesia es muy difícil de digerir, es muy probable que el añadido actual sea mentira también, pero de lo que estoy seguro que tienen que nacer una mayor y con mas cuidado que revise todo lo que pueda corromperse. De hecho asistimos a unos tiempos que aunque muchos tildan como malos, yo los veo como halagüeños aunque difíciles