DE DEL MONO AL SAPIENS

Después de un caminar tortuoso y lleno injerencias, aparece, hace 70.000 años, la especie del homo sapiens. El estudio y desarrollo de las culturas de este animal se llama historia.
La historia de las revoluciones del homo sapiens, tienen tres capítulos fundamentales.
1º La revolución cognitiva, marca el inicio de la historia hace unos 70.000 años.
2º. La revolución agrícola ocurre hace unos 12.000 años.
3º. La revolución científica, que empezó hace 500 años y da lugar a un nuevo evento difícil de etiquetar continua en estos momentos de la historia.
Los humanos debieron aparecer hace 2,5 millones de años, pero durante muchas generaciones no destacaron de los múltiples animales un con los que convivían.
¿Qué ocurrió? Para que se produjera esta particular evolución de los homínidos.
Homínidos hubo muchos antes de que empezara la historia. Por lo menos animales muy parecidos a los humanos modernos aparecen hace 2,5 millones de años. Pero durante mucho tiempo no destacaron de otros animales con los que convivían.
Los humanos evolucionaron por primera vez en África oriental hace unos 2,5 millones de años, a partir de un género anterior de simios llamado Australopithecus, que significa «simio austral». Los humanos en Europa y Asia occidental evolucionaron en Homo neanderthalensis («hombre del valle del Neander»). Las regiones más orientales de Asia estaban pobladas por Homo erectus, «hombre erguido», que sobrevivió allí durante cerca de dos millones de años, lo que hace de ella la especie humana más duradera de todas. En la isla de Java, en Indonesia, vivió Homo soloensis, «el hombre del valle del Solo», que estaba adaptado a la vida en los trópicos. En otra isla indonesia, la pequeña isla de Flores, los humanos arcaicos experimentaron un proceso de nanismo. Los humanos llegaron por primera vez a Flores cuando el nivel del mar era excepcionalmente bajo y la isla era fácilmente accesible desde el continente. Cuando el nivel del mar subió de nuevo, algunas personas quedaron atrapadas en la isla, que era pobre en recursos. Las personas grandes, que necesitan mucha comida, fueron las primeras en morir.
Los individuos más pequeños sobrevivieron mucho mejor. A lo largo de generaciones, las gentes de Flores se convirtieron en enanos. Los individuos de esta especie única, que los científicos conocen como Homo floresiensis, alcanzaban una altura máxima de solo un metro, y no pesaban más de 25 kilogramos. No obstante, eran capaces de producir utensilios de piedra, e incluso ocasionalmente consiguieron capturar a algunos de los elefantes de la isla (aunque, para ser justos, los elefantes eran asimismo una especie enana).
En 2010, unos científicos en la cueva Denisova, en Siberia, descubrieron un hueso del dedo fósil. El análisis genético demostró que el dedo pertenecía a una especie previamente desconocida, que fue bautizada como Homo Denisova. Mientras estos humanos evolucionaban en Europa y Asia, la evolución en África oriental no se detuvo. La cuna de la humanidad continuó formando numerosas especies nuevas, como Homo Rudolfensis, «hombre del lago Rodolfo», Homo Ergaster, «hombre trabajador», y finalmente nuestra propia especie, a la que de manera inmodesta bautizamos como Homo sapiens, «hombre sabio».
Los miembros de algunas de estas especies eran grandes y otros eran enanos. Algunos eran cazadores temibles y otros apacibles recolectores de plantas. Algunos vivieron solo en una única isla, mientras que muchos vagaban por continentes enteros. Pero todos pertenecían al género Homo. Todos eran seres humanos (véase la figura 2).
Estas especies no se dispusieron en descendencia directa: H. ergaster engendró al H. erectus, este a los neandertales, y los neandertales evolucionaron y dieron origen a nosotros. Lo cierto es que desde hace unos 2 millones de años hasta hace aproximadamente 10.000 años, el mundo fue el hogar, a la vez, de varias especies humanas.
Quién fue primero? ¿el hombre o la mujer? La Biblia enseña que Dios creó el mundo en seis días y al sexto día al hombre y después, a la mujer. La ciencia lo explica de otra forma: nuestro ancestro común femenino más reciente fue una mujer africana, la llamada «Eva mitocondrial» y ella llegó primero, mucho antes que el hombre. Los últimos estudios genéticos sobre evolución humana concluían que Eva tuvo que esperar a su Adán unos 84.000 años. Pero ahora dos nuevas investigaciones vuelven a cambiar la historia de la evolución humana.
El Libro del Génesis, se acerca un poco más. Concluyen que los antepasados que pasaron su genoma al resto de la Humanidad prácticamente se solaparon durante el tiempo evolutivo. La Humanidad sigue localizándose en África oriental, donde se cree que la especie humana actual nació hace unos 143.000 años. Y desde allí estos humanos modernos colonizaron al resto del mundo.
Los estudios sobre la coexistencia del hombre y la mujer se confunden. Según el trabajo de la Universidad de Standford, Adán llegó un poco antes.. Sus estimaciones indican que el hombre llegó hace 120.000 y 156.000 años y entre 99.000 y 148.000 años para la mujer. Los cálculos anteriores hablaban de entre 50.000 y 115.000 años atrás para el ancestro masculino. «Pero una diferencia de 8.000 años, no es significativa en la evolución humana . El profesor de genética de la Universidad de Stanford , Carlos Bustamante, llega a la conclusión, que tanto la Eva como el Adán mitocondrial surgieron casi al mismo tiempo. Los expertos en evolución humana utilizan la genética para explorar el pasado de la humanidad. Lo hacen estudiando los genes mitocondriales que son los que se transmiten intactos, sin mezclas de madres a hijas, y los genes del cromosoma Y, que se pasan del padre a los hijos. De esta forma intentan reconstruir el árbol genealógico de la humanidad y para denominar al ancestro común recurren a los nombres bíblicos «Adán» y «Eva» al que añaden el apellido «mitocondrial». A pesar de utilizar el nombre bíblico, es muy poco probable que fueran el único hombre y la única mujer con vida en el momento o los únicos que hoy tienen descendientes. El Adán y Eva mitocondriales fueron aquéllos que lograron trasladar con éxito el cromosoma Y y el genoma mitocondrial a la mayoría de los humanos actuales en un proceso de selección natural.
En su investigación los científicos de la Universidad de Stanford estudiaron las secuencias del cromosoma Y entre 69 hombres en nueve zonas diferentes del globo, en Namibia, República Democrática del Congo, Gabón, Argelia, Pakistán, Camboya, Siberia y México y Construyeron un árbol genealógico que también ha permitido conocer mejor las relaciones entre las poblaciones de nuestros antepasados que se expandieron desde África hacia el continente europeo y Asia.
Eran Elhaik, epidemiólogo genético de la Universidad de Sheffield, afirma que los primeros hombres estan en la tierra desde hace aproximadamente 209.000 años. Aunque estudios anteriores, remontan el primer linaje del macho humano a hace 308.000 años. Otro dato relevante de esa misma investigación había desvelado que el crucial cromosoma Y (masculino) fue el resultado del mestizaje entre el Homo sapiens hembra y los homínidos machos de otras especies.
En este sentido, y sin llegar a desacreditar también esta conclusión, el Dr. Elhaik matizó que “los seres humanos modernos, tanto los ancestros masculinos y femeninos, han surgido alrededor del mismo tiempo. Los antepasados humanos modernos han surgido en África hace poco más de 200.000 años”.
Un resultado matemático y científico ELENARTS/ISTOCK/THINKSTOCK
Es muy posible que cada hombre vivo tenga sus orígenes en un hombre que vivió hace unos 135.000 años, y ese hombre antiguo probablemente compartía el planeta con la madre de todas las mujeres. Los resultados, provienen del análisis más completo hasta la fecha del cromosoma sexual masculino (el cromosoma Y) anulan la investigación anterior, que sugirió que el antepasado común más reciente de los hombres vivió apenas 50.000 a 60.000 años.
“Adán” y la antigua “Eva” probablemente no vivieron cerca uno del otro. “Esas dos personas no se conocían”, afirma Melissa Wilson Sayres, una genetista de la Universidad de California, Berkeley .
Los investigadores creen que los humanos modernos abandonaron África entre 60.000 y 200.000 años atrás, y que la madre de todas las mujeres probablemente surgió de África oriental. El ADN de la mitocondria, se lleva dentro del óvulo, por lo que sólo las mujeres se lo pasan a sus hijos y puede revelar el linaje materno a una antigua Eva.
Por otra parte el cromosoma Y se transmite de forma idéntica de padre a hijo, pero a lo largo del tiempo, el cromosoma masculino se llena con duplicados, y se mezcla el ADN apareciendo defectos que se trasmiten en el futuro. Esto lo afirma el estudio Carlos Bustamante, un genetista en la Universidad de Stanford en California.
Bustamante y sus colegas hicieron la proeza de secuenciar todo el genoma del cromosoma Y en 69 hombres de siete poblaciones globales, desde bosquimanos africanos a Yakutos de Siberia.
Asumieron una tasa de mutación anclada a eventos arqueológicos (como la migración de personas a través del Estrecho de Bering), el equipo llegó a la conclusión de que todos los hombres de su muestra global compartieron un solo antepasado en África hace aproximadamente 125.000 a 156.000 años.
Además, el ADN mitocondrial de los hombres, así como muestras similares de 24 mujeres, reveló que todas las mujeres en el planeta remontan a una Eva mitocondrial, que vivió en África entre 99.000 y 148.000 años atrás casi el mismo período de tiempo durante el cual El Adán del cromosoma Y vivió.
En un estudio detallado en marzo en el American Journal of Human Genetics, el grupo de Hammer mostró que varios hombres en África tienen cromosomas Y únicos y divergentes que se remontan a un hombre aún más antiguo que vivió entre 237.000 y 581.000 años atrás.
Los estudios de genes siempre se basan en una muestra de ADN y, por lo tanto, proporcionan una imagen incompleta de la historia humana. Por ejemplo, el grupo de Hammer tomó muestras de un grupo diferente de hombres que el laboratorio de Bustamante, lo que llevó a diferentes estimaciones de cómo son los antepasados? comunes en realidad.
¿Adán y Eva?
Estas personas primitivas no son paralelas al Adán y Eva bíblicos. No eran los primeros seres humanos modernos en el planeta, sino sólo los dos de miles de personas vivas en ese momento con linajes macho o hembra ininterrumpidos que continúan hoy.
El resto del genoma humano contiene fragmentos minúsculos de ADN de muchos otros antepasados simplemente no aparecen en el ADN mitocondrial o en el cromosoma Y, dijo Hammer. (Por ejemplo, si una mujer antigua tuviera sólo hijos, su ADN mitocondrial desaparecería, aunque el hijo pasaría un cuarto de su ADN a través del resto de su genoma).
Según Nature, el laboratorio de Bustamante está secuenciando los cromosomas Y de casi 2.000 hombres más. Estos datos podrían ayudar a determinar con precisión dónde en África vivían estos seres humanos antiguos.
En síntesis el homo existe mucho tiempo antes que ADAN y EVA, y estos marcan un cambio definitivo en la evolución del Sapiens Sapiens.
Los australopitecos (Australopithecus, del latín «australis», del sur, y del griego «πίθηκος» pithekos, mono) son un género extinto de primates homínidos que comprende siete espe-cies. Las especies de este género habitaron en África desde hace algo más de 3,9 millones de años hasta hace unos 2 millones de años, del Zancliense (Pliocenoinferior) al Gelasiense (Pleistoceno inferior). La mayor novedad aportada por los australopitecos es que se despla-zaban de manera bípeda. El tamaño de su cerebro era similar al de los grandes simios ac-tuales. Vivían en las zonas tropicales de África, alimentándose de frutas y hojas. Existe consenso en que los australopitecos jugaron un papel esencial en la evolución humana al ser una de las especies de este género la que dio origen al género Homo en África hace unos 2 millones de años, el cual a su vez dio origen a las especies Homo habilis, H. ergas-tery finalmente al hombre moderno, H. sapiens sapiens.1

LUCY” LA MADRE ANCESTRAL DE LA HUMANIDAD
Lucy es el nombre del esqueleto fosilizado casi completo de un homínido perteneciente a la especie Australopithecus afarensis, de 3,2 millones de años de antigüedad, descubierto por el estadounidense Donald Johanson el 24 de noviembre de 1974 a 159 km de Adís Abeba, Etiopía, África. Se trata del esqueleto de una hembra y que al parecer tuvo hijos.
Este articulo me gusta, porque aunque es seguro que es ficción en gran parte, tal como vemos las cosas en estos días, podía ser verdad al menos en parte y porque siempre dela-xioma. El hombre puede convertir en relidad sus ideas
Es una revisión de datos de la red.
Teresa Sosa
Animación de un cráneo de Australopithecus hembra
El cerebro de la mayoría de especies de Australopithecus rondaba el 35 % (500cc) del tama-ño del cerebro del hombre moderno. Eran en su mayoría pequeños y delgados, con una talla de 1,20 a 1,40 metros de estatura. Aunque presentaban muchas características consi-deradas primitivas, su locomoción era claramente bípeda.2 En algunas especies existía un marcado dimorfismo sexual, siendo el tamaño de los machos significativamente mayor que el de las hembras. Los homínidos modernos, en particular Homo sapiens, no muestran diferencias tan marcadas y muestran un bajo grado de dimorfismo, siendo los machos en promedio solo un 15 % más grandes que las hembras. En Australopithecus, sin embargo, los machos podían ser hasta un 50 % mayores. Algunos estudios indican que la diferencia podría ser menos marcada.3
Descubrimiento de Lucy. Lucy, el fósil que reescribió la historia de la evolución humana. Era el 24 de noviembre de 1974 cuando se hizo el descubrimiento, el paleoantropólogo Donald Johanson descubrió en Hadar, al noreste de Etiopía, el conjunto de restos fósiles de un australopiteco que vivió hace 3,2 millones de años …24 nov. 2015
Lucy es el esqueleto más famoso del mundo. Hace 41 años, un grupo de paleontólogos descubrió en Hadar, al noreste de Etiopía, el conjunto de restos fósiles de un australopiteco que vivió hace 3,2 millones de años. Era una hembra de 1,1 metros de altura y se trató del primer hallazgo de un humanoide en buen estado que logra explicar la relación entre los primates y los humanos.
No había una, sino varias especies de autralopithecus que ocupaban África hace cinco mi-llones de años. Por las pistas que la arqueología ha ido recabando, muchos han cohabita-do. Como se acumulan los fósiles, nuestro árbol familiar se complica y la evolución huma-na se convierte en un laberinto. Los nuevos análisis sugieren que nuestras famosas ante-pasadas no eran solo caminantes, sino que conservaban costumbres arborícolas.
El 24 de noviembre de 1974, a 159 km de Adís Abeba, Etiopía (África), el paleontólogo Don Johanson y el joven doctorando Tom Gray descubren el esqueleto casi completo de Lucy, el primer miembro reconociblemente humano del árbol genealógico de los primates.
Perteneciente a la especie Australopithecus afarensis, de 3,2 millones de años de antigüe-dad, se trata del esqueleto de una hembra de un metro de altura, 27 kilogramos de peso (en vida) y unos 20 años de edad. . A su fama también se agrega el descubrimiento de un esqueleto en un 40%, lo que es excepcional en la paleontología.
Lucy pertenecía a una especie bípeda (caminaba sobre dos patas, erguida), distinta al Ho-mo sapiens debido a la proporción entre piernas y brazos. Además, la curvatura de sus manos es sustancialmente diferente a la de las nuestras y su pecho estaba estrechado ha-cia arriba.
En su especie, el cerebro era pequeño aunque si se compara con el conjunto de su cuerpo, tenía un tamaño considerable. Sus dientes eran muy grandes por lo que la cara sobresalía por delante del cráneo. El nombre Lucy proviene de la canción Lucy in the sky with dia-monds del conjunto musical The Beatles, que estaba siendo escuchada por los miembros del grupo investigador la noche anterior al hallazgo.
En el mismo sitio, un año después, se hallaron restos pertenecientes a un mínimo de seis individuos, dos de ellos de niños de unos cinco años, pero el esqueleto más completo fue el de Lucy, de quien se encontraron un total de 52 huesos. Actualmente los restos de Lucy están guardados en una caja fuerte en Adis Abeba, capital de Etiopía.
Una cuestión en la que los científicos parecen no ponerse de acuerdo se refiere, precisa-mente, a su forma de locomoción. ¿Vivían exclusivamente en el suelo y caminaban como cualquiera de nosotros o repartían su tiempo entre dos mundos y seguían trepando a los árboles como los monos?
Investigadores británicos utilizaron un modelo robótico para analizar las huellas de Lucy y poder averiguar su forma de andar. Este demostró que caminaba de manera similar a la de los seres humanos, así lo destaca el estudio publicado en Royal Society.
El antropólogo John Kappelman dirigió el equipo científico que ha completado el escaneo de Lucy, cuyos restos incluyen cerca del 40 por ciento de su esqueleto, lo que lo hace el más viejo y completo de entre los fósiles humanos adultos de andar erguido.
Examinando la arquitectura interna de los huesos de Lucy, los científicos pudieron estudiar cómo su esqueleto soportaba sus movimientos y posturas, y compararla en esas cuestio-nes con los de los simios y humanos modernos.
Como Lucy es tan completa, ella es una de los pocos fósiles que permiten comparar cómo usaba sus brazos con respecto a cómo utilizaba sus piernas. Estos nuevos datos permitirán determinar si es válida o no la teoría de que se colgaba de las ramas mientras estaba en la copa de los árboles, pero cuando descendía a tierra caminaba erguida sobre sus extremi-dades traseras.
La culminación exitosa del escaneo de Lucy implica que ahora el espécimen está archivado de manera segura en formato digital, otra de las razones por las que se decidió acometer esta tarea. Estos escaneos garantizarán que las generaciones futuras se familiaricen con Lucy. Una Lucy virtual será capaz de visitar las aulas de los colegios de todo el planeta.
Aunque Lucy es pequeña en tamaño su contribución a la ciencia ha sido grande. Represen-ta una especie bien diferenciada de ancestro humano, conocida como Australopithecus afarensis
En la excavación de un yacimiento situado en Etiopía que data de hace unos 3,4 millones de años en la misma zona donde vivía la famosa Lucy, los científicos han hallado fragmen-tos fósiles de un pie que no se corresponde con esta especie. Presenta características mor-fológicas más similares a las de los antiguos Ardipithecus ramidus, uno de los primeros homínidos que vivió hace 4,4 millones de años y que estaba adaptado tanto a caminar como a subir a los árboles, pero que, como el chimpancé, presentaba un hallux oponible y probablemente usaba sus pies más como un simio que como un humano moderno. Los expertos todavía desconocen cómo era esta criatura, ya que no han hallado dientes ni crá-neos para determinarlo, pero es evidente que no corresponde a la misma especie de Lucy. El hallazgo parece indicar la existencia de una nueva rama ya extinta dentro del árbol evo-lutivo de los homínidos