El SARS-CoV-2 origina numerosos síntomas neurológicos, pero poca patología neurológica. Sin embargo, su invasión del cerebro podría ser peligrosa a largo plazo.
Imagen de microscopio electrónico de una sección de una célula ciliada en la mucosa olfativa con grandes cantidades de partículas intactas de SARS-CoV-2 (rojo). En amarillo, cinocilios. Foto: Michael Laue y Carsten Dittmayer (Charité
Una investigación publicada en la revista científica The Lancet Neurology reveló que un hombre de 45 años, que fue internado en el Hospital Universitario Samson Assuta de Israel por COVID-19, notó que luego de ser internado su letra había cambiado y se había vuelto más pequeña y menos legible que antes. Comenzó a tener dificultades para hablar y escribir. También tuvo episodios de temblor en la mano derecha
La Enfermedad de Parkinson es una afección del sistema nervioso central causada por pérdida de células productoras de dopamina en el cerebro. Sin embargo, no es claro exactamente por qué las células productoras de dopamina se pierden. La investigación sugiere que una combinación de factores genéticos y ambientales puede ser responsable. La manera en que estos dos factores interactúan varía de persona a persona. Tampoco es claro por qué algunas personas desarrollan enfermedad pero otras no.
El Parkinson es la segunda enfermedad neurodegenerativa más frecuente luego del Mal de Alzheimer (Shutterstock)
Parece claro que COVID-19 es capaz de penetrar dentro del sistema nervioso y no es extraño que se asiente en la sustancia negra . Es conocido que varios tipos de virus son capaces de afectar la sustancia negra y producir Parkinson , la literatura aporta varias virasis capaces de producir el síndrome de Parkinson , en el que se inutiliza la sustancia negra productoras de dopamina
El Parkinson es la segunda enfermedad neurodegenerativa más frecuente luego del mal de Alzheimer. Se estima que para 2030 su prevalencia se duplicará y afectará a unas 9 millones de personas en el mundo.
La enfermedad se produce cuando las células que generan dopamina, principales transmisores químicos del cerebro que posibilita la comunicación entre neuronas, dejan de funcionar de manera prematura, dificultando la coordinación de los movimientos finos de los músculos. Si bien el síntoma más conocido son los temblores, se puede afectar también la capacidad de caminar, hablar, escribir e incluso tragar, dificultando las tareas diarias y la rutina del paciente.
Lo que sorprendió a los médicos es que el paciente no informó de antecedentes familiares de enfermedad de Parkinson, tampoco había estado expuesto a neurotoxinas o drogas recreativas. Una tomografía computarizada del cerebro mostró secuencias de recuperación de inversión de difusión y atenuada por líquido en la resonancia magnética y un electroencefalograma fueron todos normales. La detecion de genes relacionados con la enfermedad de Parkinson, también fue negativo. El paciente fue diagnosticado con parkinsonismo, cumpliendo los criterios de la escala unificada de calificación de la enfermedad de Parkinson.
Durante sus 9 días de internación, el paciente comenzó a quejarse de temblores en ambas piernas, más en el lado derecho que en el izquierdo, y aumento de la frecuencia urinaria. Al momento del alta, todavía tenía letra ilegible, entre otros síntomas.
No está claro el mecanismo que llevó a la presunta degeneración de las terminales nerviosas dopaminérgicas nigroestriatales. Una hipótesis podría ser que el virus causa inflamación a través de la activación microglial, contribuyendo a la agregación de proteínas y la neurodegeneración. Sin embargo, el breve intervalo de tiempo entre la infección aguda y los síntomas parkinsonianos hace que esta hipótesis sea poco probable. Otros investigadores han propuesto la denominada hipótesis de impacto múltiple, por la cual la combinación de estrés tóxico y una inhibición de las respuestas neuroprotectoras puede conducir a la muerte neuronal.
La enfermedad de Parkinson a menudo está precedida por anosmia, que es una característica común de la infección por SARS-CoV-2. La activación inmune en el sistema olfativo podría eventualmente conducir al desarrollo de la enfermedad de Parkinson. Además, los pacientes con enfermedad de Parkinson tenían una respuesta elevada de anticuerpos a los coronavirus estacionales, en comparación con los controles sanos de la misma edad.
Lo que sí parece claro es que un enfermo con coronavirus 19 sufre en el curso inmediato de esta enfermedad un síndrome de Parkinson. La evolución de este paciente nos lo dirá el tiempo .
Hagamos una breve revisión de parkinson en las enfermedades infecciosas por virus
La epidemia del sueño que el covid-19 puede despertar cien años después
Una aterradora epidemia de encefalitis letárgica se extendió por el mundo tras el fin de la I Guerra Mundial.
«La llamada enfermedad del sueño siguió extendiéndose. La gente se dormía y ya no despertaba. Vivían como sonámbulos, comían solo si se les daba de comer, a veces decían cosas sin sentido, como entre sueños… Un residuo psíquico de la guerra mundial, decían unos. Otros, médicos y científicos, lo atribuían más sensatamente a un virus».
En realidad, la epidemia del sueño duró un poco menos, al menos para un reducido grupo de 20 pacientes supervivientes de la aterradora y enigmática encefalitis letárgica que se extendió por el mundo tras el fin de la I Guerra Mundial. Un tercio de los cinco millones de afectados murió entre delirios, mientras otros, sencillamente, se sumergieron en un profundo coma.
‘Un nuevo estudio del University College de Londres ha advertido esta misma semana sobre una inesperada secuela del covid-19 en una muestra de 43 pacientes que sufrieron disfunción cerebral temporal, derrames cerebrales, daño a los nervios u otros efectos cerebrales graves. Y Michael Zandi, del Instituto de la UCL de Neurología, y codirector del estudio, añadía: «Es posible que veamos una epidemia a gran escala de daño cerebral relacionado con la pandemia, tal vez similar al brote de encefalitis letárgica en los años 1920 y 1930 después de la pandemia de gripe de 1918, «.
La Gran Guerra acababa de llevarse por delante a veinte millones de personas. La mal llamada gripe española de 1918 fulminó a otros cincuenta millones (aprox.). Pero faltaba un tercer jinete del apocalipsis -tal vez relacionado con el segundo-, una extraña encefalitis letárgica también llamada, por los muy variopintos síntomas que desencadenaba, la ‘Hidra de mil cabezas’. O ‘The sleepy microbe’, como lo bautizó la prensa por el profundo sueño que provocaba en los enfermos.
Quedó un puñado menguante de desahuciados recluido en tétricas instituciones psiquiátricas, aislados, privados de toda experiencia
«En general, quienes sobrevivieron a esos ataques de somnolencia e insomnio no recuperaron su anterior vitalidad. Volvieron a estar conscientes, pero no llegaron a despertar plenamente, permanecían inmóviles y mudos, con una total ausencia de energía, ímpetu, motivaciones, apetitos, afectos o deseos; veían lo que ocurría a su alrededor sin prestarle una atención activa y con gran indiferencia. No parecían sentir la animación de la vida y, desde luego, no la transmitían; eran inmateriales como espectros y pasivos como zombis».
Como vino, se fue. De la misma forma que la gripe homicida se esfumó dos años después de su irrupción, la encefalitis letárgica desapareció sorpresivamente en 1927. Quedó un puñado menguante de desahuciados recluido en tétricas instituciones psiquiátricas, aislados, privados de toda experiencia, anclados en la vigilia del mundo de ayer. Todos se olvidaron de ellos. Pasaron años, fascismos, otra guerra mundial, una fría, una revolución cultural… Aquellos durmientes, al margen de la historia acelerada del mundo, se sabían condenados. A finales de los sesenta apenas quedaba medio centenar de pobres diablos en el hospital Monte Carmelo de Nueva York. Y entonces llegó el doctor Sacks.
El doctor Sacks
En la película ‘Despertares’, basada en el fascinante libro homónimo de Oliver Sacks, Robin Williams interpreta al neurólogo que, tras experimentar varios años con lombrices, consigue un trabajo en el mencionado hospital al cargo de pacientes en estado catatónico. Un buen día repara en que uno de ellos sujeta sus gafas instintivamente antes de que caigan al suelo. Algo prende en su cerebro y comienza a investigar la enfermedad y cómo tratarla ante el escepticismo de sus colegas médicos.
Oliver Sacks nos dejó hace un lustro y con él se fue también un gigante, una figura pública de referencia y un divulgador excepcional que indagó en los fatales cortocircuitos del cerebro humano en obras maestras como ‘El hombre que confundió a su mujer con un sombrero’, ‘Veo una voz’, ‘Un antropólogo en Marte’ o ‘Alucinaciones’. Ya con su primer libro, ‘Despertares’, en 1973, en el que contaba cómo ‘despertó’ a veinte pacientes, se convirtió en una celebridad al describir, caso a caso, qué ocurrió cuando aquellos viajeros del tiempo abrieron los ojos.
Este trabajo tienen como objetivo, poner en relacion las epidemias, o algunas de elllas, con el desencadenamiento de un Parkinson o mejor un sidrome de parkinso, que tras el Covid 19 estan apareciendo’
Bibliografia
Juan Ignacio Roncoroni The Lancet Neurology reveló que un hombre de 45 años, que fue internado en el Hospital Universitario Samson Assuta de Israel
University College de Londres ha advertido esta misma semana sobre una inesperada secuela del covid-19
El interferón ‘posible tratamiento de la covid
Un estudio preliminar sugiere cierta utilidad del interferón inhalado en la covid; en su forma inyectable se sigue investigando combinado con otros fármacos. El interferón se eligio por la Organización Mundial de la Salud (OMS) en su ensayo solidario que buscaba llevar los tratamientos con más posibilidades curativas a todo el mundo. Tratamientos de diversa índole siguen ensayándose en pacientes hospitalizados por Fue uno de los primeros fármacos en reposicionarse frente al SARS-Co-2, como consecuencia lógica de su uso en la anterior epidemia causada por otro coronavirus, el MERS-CoV.
También ha sido el último en descartarse en ese estudio internacional. Los resultados iniciales del Solidarity de la OMS concluyeron que ninguno de los fármacos ensayados (hidroxicloroquina, lopinavir/ritonavir, remdesivir ni interferón) lograba un efecto sobre la mortalidad de los pacientes covid.
El interferón que analizaba el estudio de la OMS se inyectaba a los pacientes, lo que explicaría que en su forma inhalada hayan surgido nuevas evidencias de posible utilidad.
Así lo sugiere un nuevo estudio en fase II publicado en The Lancet Respiratory Medicine, donde se concluye que el interferón beta-1a inhalado parece favorecer la mejoría clínica en pacientes hospitalizados con covid-19.
El trabajo, que se llevó a cabo en nueve hospitales británicos, analizó a 101 adultos ingresados por la infección por SARS-CoV-2 que recibieron el interferón beta-1a inhalado diariamente mediante un nebulizador o bien placebo a lo largo de dos semanas. En los días 15-16, las probabilidades de mejoría clínica se duplicaron en el grupo de interferón. Al día 28, fueron tres veces mayores.
El grupo que recibió el tratamiento tenía un 79% menos riesgo de desarrollar una enfermedad grave o morir. El fármaco no tuvo ningún efecto sobre el tiempo de ingreso hasta recibir el alta de los pacientes.
Uno de los autores del estudio, Tom Wilkinson, profesor de la Universidad de Southampton, afirma sobre estos resultados que “confirman nuestra creencia de que el interferón beta, un fármaco ampliamente conocido y cuyo uso en su forma inyectable está aprobado para otras indicaciones, puede tener el potencial como fármaco inhalado para restaurar respuesta inmune pulmonar y acelerar la recuperación de la covid-19”. Wilkison explica que la presentación nebulizada aporta concentraciones locales altas de la proteína inmune, que refuerza las defensas pulmonares en lugar de dirigirse a mecanismos virales específicos. “Esto podría tener ventajas adicionales al tratar la infección por covid-19 cuando ocurre junto con la infección por otros virus respiratorios, como el de la gripe o el virus respiratorio sincitial (RSV) que bien puede encontrarse en los meses de invierno”.
La mayoría de los pacientes estudiados (66, de 101) requerían oxigenoterapia al iniciarse el estudio. Ahora, estos investigadores también están evaluando la efectividad del tratamiento en casos de covid que aún no han requerido ingresar en el hospital.
Nathan Peiffer-Smadja, del Departamento de Enfermedades Infecciosas del Hospital Bichat-Claude Bernard, en París, expone que el interferón beta-1a inyectable subcutáneo no dirige el fármaco a los pulmones, “lo que sí ocurre con la administración inhalada”.
En el ensayo aleatorizado Solidarity se estudió el interferón beta 1a en unos 4.000 pacientes, la mayoría de los tratados recibieron el interferón de forma subcutánea, cuya farmacocinética no es igual a la forma intravenosa.
Para Wilkinson, los datos aportados en su trabajo son prometedores e invitan a seguir estudiando el interferón inhalado (fórmula que no está aprobada comercialmente) en nuevos ensayos clínicos más amplios: «A pesar del gran número de ensayos clínicos en curso para el tratamiento de la covid-19, se han identificado pocos medicamentos antivirales contra el SARS-CoV-2».
Entre las escasas opciones antivíricas (más allá del remdesivir) que parecen ofrecer cierta eficacia en el contexto de ensayo se encuentra un cóctel farmacológico que incluye interferón, junto a ribavirina y lopinavir/ritonavir. En otro estudio en The Lancet se ha observado que administrado en la mediana de los cinco días desde el inicio de síntomas reduce la carga viral y se asocia a mejoría clínica.
Estos y otros trabajos confirman que el interferón tiene un papel importante en el mecanismo fisiopatológico del SARS-CoV-2, como muestran los recientes descubrimientos sobre cómo el nuevo coronavirus causa un efecto similar al generado por la disminución del patrón de interferón tipo I y tipo III en células bronquiales humanas infectadas y en modelo experimental de hurón. También el reciente descubrimiento de que la expresión en el epitelio corneal del interferón de tipo III (IFN-1) y su receptor (IFN1R1) evitaría la replicación del SARS-CoV-2 en la córnea, a modo de un antivírico natural.
Se transmite el SARS-CoV-2 por los alimentos congelados?
La predilección del coronavirus por las bajas temperaturas sustenta los temores sobre su pervivencia en carnes y pescados congelados para su distribución.
Los estudios publicados no coinciden sobre la viabilidad infectiva del SARS-CoV-2 adherido a alimentos congelados.
José R. Zárate
La semana pasada, las instalaciones de la cadena de frío en la ciudad portuaria septentrional de Tianjin en China fueron cerradas cuando la infección por SARS-CoV-2 de un trabajador de alimentos congelados de 38 años se vinculó a un cargamento de 28 toneladas de codillos de cerdo procedentes de Alemania. En Wuhan, las autoridades dijeron que habían detectado virus en el embalaje de un lote de carne de vacuno congelada y deshuesada de Brasil. Las aduanas también suspendieron las importaciones de sepia de la compañía india Basu. El mes anterior dos estibadores de Qingdao parece que se contagiaron al manipular bacalao congelado.
Acciones similares se vienen repitiendo desde que China eliminó casi completamente el coronavirus. En la actualidad ha interrumpido importaciones de un centenar de suministradores de 20 países, en especial carne de Brasil y Argentina, sus mayores proveedores.
Las estrictas directrices de China sobre la cadena de frío exigen la «eliminación completa» y la «denegación estricta de la entrada» de cualquier producto sospechoso de contacto con el virus. Obligan a una desinfección meticulosa, incluidos los envases interiores y exteriores, y análisis a todas las mercancías importadas. Incluso prohíben compras en países gravemente afectados por la pandemia. «Si un producto está contaminado, devuelven la totalidad de los alimentos. Es su derecho, pero no creo que sea muy necesario. Bastaría con un proceso de descontaminación», decía a la agencia Reuters Jin Dong-Yan, profesor de virología de la Universidad de Hong Kong.
Quizá tenga algo que ver con esta obsesión el que el primer brote del SARS-CoV-2 se hallara en el mercado de mariscos de Wuhan y que el segundo gran brote, en junio, con 335 casos, se asociara al mercado de mariscos Xinfadi en Beijing (Pekín): el salmón importado desapareció de las tiendas y restaurantes después de que los medios de comunicación informaran de que se había detectado el virus en piezas a la venta en ese lugar y hasta en las tablas de cortar el salmón.
Como aval científico, un equipo de la Universidad de Guangzhou encabezado por Manman Dai publica este mes en Journal of Infectious Diseases un análisis sobre los virus SARS-CoV-2 adheridos al salmón almacenado a 4 ºC, la temperatura a la que se conserva el pescado en cámaras frigoríficas, y también en otras muestras conservadas a 25 ºC. El SARS-CoV-2 unido al salmón permaneció viable durante 8 y 2 días, respectivamente. El almacenado a 25 ºC dio como resultado una infectividad atenuada.
Estas observaciones son consistentes con otros estudios de permanencia del virus en aerosoles o en distintas superficies, como el publicado por el grupo de Van Doremalen, de los Institutos de Salud (NIH) estadounidenses, en abril en el New England: a 21-23 ºC no se encontró SARS-CoV-2 viable después de 4 horas en superficies de cobre, 24 horas en cartón y después de 3 días en superficies de acero inoxidable y plástico, si bien se ha ido observando la pérdida de viabilidad del SARS-CoV-2 con el aumento de la temperatura.
Pero hasta qué punto esos virus posados en superficies inertes son contagiosos sigue analizándose y debatiéndose. Otro estudio prepublicado este mes en MedRxiv por un equipo de la Universidad de Tufts, en Estados Unidos, analizó hisopos tomados de superficies de alto contacto en una ciudad de Massachusetts de abril a junio. De 348 muestras, 29 (8,3 %) fueron positivas para SARS-CoV-2, incluidos los botones de semáforos para el paso de peatones, las asas de los cubos de basura y los picaportes de puertas de entrada a tiendas de comestibles, de licores, de un banco y de una gasolinera. “El riesgo estimado de infección por tocar una superficie contaminada -concluían- era bajo (menos de 5 de cada 10.000), lo que sugiere que estos fómites desempeñan un papel mínimo en la transmisión comunitaria SARS-CoV-2”.
Parecidos resultados obtuvo el equipo de Christian Gortázar, de la Universidad de Castilla-La Macha, en un estudio similar efectuado en Horcajos de los Montes (Ciudad Real): 7 (12,28%) de las 57 muestras y 6 (26%) de los lugares analizados dieron positivo para el ARN del SARS-CoV-2. “El SARS-CoV-2 puede permanecer estable en un entorno favorable”, escribían en su informe en Transboundary and Emerging Diseases. “Sin embargo, estudios de campo recientes que informan sobre la detección de ARN del SARS-CoV-2 a partir de muestras ambientales y el intento de aislamiento del virus no han logrado inducir un efecto citopático, o encontraron solo señales débiles para una replicación competente del virus”.
Y dos estudios publicados por el equipo italiano de Marta Colaneri, de la Universidad de Pavía y el Policlínico San Mateo, uno en marzo en Journal of Hospital Infection y otro en agosto en Clinical Microbiology and Infection, con muestras tomadas en diversas superficies del hospital italiano concluían igualmente en la escasez de virus viables, siempre y cuando se sigan los procedimientos normales de desinfección.
En el segundo estudio, de 26 muestras recogidas solo dos fueron positivas para el ARN del SARS-CoV-2, ambas recolectadas en la superficie de máscaras de presión positiva continua para las vías respiratorias; ninguna indujo un efecto citopático el día 7 de cultivo. Explicaban que, “aunque el contacto diario con superficies inanimadas y fómites de pacientes en áreas contaminadas puede ser un medio de infección, nuestros datos obtenidos en condiciones de la vida real sugieren que podría ser menos extenso de lo que se reconocía hasta ahora”.
Aun así, en China no se fían. Como el pescado importado y exportado debe transportarse a baja temperatura (de 0 a 4 ºC), si está contaminado con SARS-CoV-2 puede servir como fuente de transmisión, dicen los autores de Guangzhou. A diferencia de muchos otros productos alimenticios, el pescado debe transportarse, almacenarse y venderse en un ambiente de baja temperatura. “Esto significa que el virus adherido puede sobrevivir durante mucho tiempo… e infectar los enterocitos intestinales humanos”.
La hipótesis de los alimentos y sus envases como fuente de contagio la analizaba y exponía en agosto un equipo de la Universidad Nacional de Singapur dirigido por Dale Fisher en una prepublicación en BioRxiv. El brote de junio de Beijing ocurrió 55 días después del último caso registrado localmente y, asimismo, Vietnam y Nueva Zelanda tuvieron nuevos brotes inexplicables a los 99 y 102 días, respectivamente, desde sus últimas transmisiones locales identificadas.
Es posible, dicen, que en estas regiones la erradicación nunca se lograra realmente o que se hubiera llevado a cabo una transmisión no identificada a través de algún viajero. “Otra posibilidad es el transporte de productos contaminados como los alimenticios”. Aluden en este sentido a los numerosos brotes aparecidos en instalaciones de procesamiento de carnes y mariscos en Portugal, Alemania, Reino Unido, Ghana o Australia, por citar casos documentados.
El equipo de Singapur escogió varias muestras de salmón, pollo y cerdo, las contaminó con virus y las almacenó a tres temperaturas diferentes: 4 ºC,-20 ºC y -80 ºC. Las fueron analizando después de 1, 2, 5, 7, 14 y 21 días. La cantidad de SARS-CoV-2 se mantuvo constante en las tres temperaturas durante la duración del experimento. Y la infectividad perduró durante tres semanas tanto en las muestras refrigeradas (4 ºC) como en las congeladas (-20 ºC y -80 ºC).
La Organización Mundial de la Salud indica que es muy improbable contraer la covid-19 a partir de alimentos o envases de alimentos, pero, aunque “no sea una vía de infección importante, la posibilidad de que lleguen productos contaminados a una región sin covid-19 e iniciar un brote es una hipótesis importante”, insiste el equipo de Singapur. Añaden que las condiciones de trabajo en mataderos y envasadoras facilitan los contagios.
“Con una carga significativa de virus presente en trabajadores infectados y en el ambiente laboral, la contaminación de la carne con SARS-CoV-2 sería posible durante el procesamiento. Las líneas de matanza generalmente funcionan a temperatura ambiente, pero el proceso más tarde baja a no más de 12 ºC y la carne se mantiene a 3-7 ºC… Nuestro trabajo de laboratorio ha demostrado que el SARS-CoV-2 puede sobrevivir al tiempo y las temperaturas asociados con las condiciones de transporte y almacenamiento habituales en el comercio internacional de alimentos”. Ante esa eventualidad, aconsejaban extremar las medidas de higiene y control tanto en esos lugares de procesamiento como en los mercados receptores en el otro extremo de la cadena de suministro.
Fuera de China, los alimentos congelados rara vez se someten a rastreos de virus. En agosto, un trabajador neozelandés de almacenamiento en frío dio positivo, pero más tarde las autoridades sanitarias descartaron los alimentos congelados como fuente. Algunos científicos han señalado que las pruebas en alimentos de cadena fría y envases también detectan fragmentos muertos del virus, lo que significa que los resultados positivos no indican que la enfermedad sea viable y pueda infectar.
«La gente no debe temer la alimentación, el envasado de alimentos o la entrega de alimentos», dijo en agosto Mike Ryan, jefe del programa de emergencias de la OMS. «No hay evidencia de que la cadena alimentaria esté contribuyendo a la transmisión de este virus». De todos modos, si algo caracteriza a este coronavirus es la manía que tiene a las evidencias. Para los más temerosos, la higiene obligada con los alimentos y su preparación y una adecuada cocción bastarían para eliminarlo.
LA PRISIÓN DE STANFORD
ASESINAR POR ORDENES
Este articulo lo publique hace poco tiempo y me pareció horrible, pero absolutamente real como un hombre puede matar a la orden
De hecho el hombre y los animales siempre mataron para comer . Pero a lo largo de la historia hemos visto como los hombres matan a la orden, y además los efectores, no tienen mayores remordimientos.
Después de la Segunda Guerra Mundial, el psicólogo Stanley Milgram, al igual que muchas otras personas por todo el mundo, quería entender cómo la gente podía haber cometido las terribles atrocidades asociadas al conflicto bélico y al holocausto y, más tarde, afirmar que simplemente «habían seguido órdenes». Responsables la muerte de miles de personas en campos de concentración en Alemania o en el Pacífico, de experimentos atroces en personas, de torturas y otras espeluznantes violaciones a los derechos humanos dieron esa sombría excusa: solo obedecí lo que me mandaron la orden
Así que Milgram puso en marcha un experimento para valorar los límites de la obediencia, una investigación con una ética bastante dudosa para los estándares actuales, pero igualmente ilustrativa.
Milgram era catedrático de Psicología en Yale y al parecer resultó un acicate para su estudio un comentario de C.P. Snow, el famoso intelectual que reclamó una tercera cultura que hiciera de puente entre las ciencias y las humanidades, y que había dicho «se han cometido crímenes más odiosos en nombre de la obediencia que los que se han llevado a cabo nunca en nombre de una rebelión»; es decir, era más peligroso para la humanidad que un hombre siguiera ciegamente los dictados de la clase gobernante que se opusiera activamente a ellos, incluso a través del terror
Los experimentos comenzaron en julio de 1961, tres meses después de que Adolf Eichmann, criminal de guerra nazi, fuera secuestrado, juzgado, sentenciado a muerte y ahorcado en Jerusalén por crímenes contra la humanidad
De nuevo en la prisión de Stanford de 1971 otro experimento que tenía por objetivo estudiar el comportamiento de los jóvenes confinados durante un periodo de dos semanas
El experimento, realizado en agosto de 1971; financiado por la Oficina de Investigación Naval de los Estados Unidos, tenía como objetivo medir el efecto de los juegos de rol, el etiquetado y las expectativas sociales en el comportamiento de un grupo de jóvenes confinados durante un período de dos semanas. Sin embargo, el maltrato a los prisioneros ; creció tan alarmantemente que el investigador principal, Philip G. Zimbardo, canceló el experimento después de sólo seis días.
Zimbardo y sus colegas estaban interesados en averiguar si la brutalidad observada entre los guardias de las prisiones americanas se debía a las personalidades sádicas de los guardias o tenía más que ver con el ambiente de la prisión. Por ejemplo, los prisioneros y los guardias pueden tener personalidades que hacen que los conflictos sean inevitables, ya que los prisioneros no respetan las normas mientras que los guardias son dominantes y agresivos o puede ser que el entorno cerrado de una prisión, con sus conflictos inevitables, sea el que genere un mal funcionamiento
Más de 70 jóvenes respondieron a un anuncio sobre un «estudio psicológico sobre la vida en prisión», y los experimentadores seleccionaron, tras entrevistas y pruebas de personalidad que sirvieron para eliminar a los candidatos con problemas psicológicos, discapacidades médicas o antecedentes de crimen o abuso de drogas, a 24 solicitantes que fueron juzgados como física y mentalmente sanos. Los voluntarios recibían 15 dólares al día y fueron divididos al azar en igual número de guardias y prisioneros.
Los prisioneros; fueron tratados como un criminal normal, fueron arrestados en sus domicilios, sin aviso, y llevados a la comisaría local. Se les tomaron las huellas digitales, se les fotografió y se les fichó. Luego les vendaron los ojos y fueron llevados al departamento de psicología de la Universidad de Stanford, donde Zimbardo había acondicionado parte del sótano como si fuera una prisión, con puertas y ventanas enrejadas, paredes desnudas y pequeñas celdas
Al llegar al edificio del departamento de Psicología de Stanford comenzaba el proceso de desindividualización. Los prisioneros esperan desnudados, desinsectados (en realidad se les fumigaba con un espray desodorante), se les retiraban todas sus posesiones personales, se les colocaba un pequeño grillete con candado en el tobillo y se les daba ropa de cama y un uniforme con su número. Desde entonces solo se les llamaba por ese número. El objetivo de estas indignidades era simular el entorno de una prisión real y, de acuerdo con la intención de Zimbardo, crear rápidamente una «atmósfera de opresión». Todos los participantes fueron observados y grabados en vídeo por los experimentadores.
Los guardias fueron instruidos para hacer lo que creyeran necesario para mantener la ley y el orden en la prisión y para imponer respeto, aunque se les ordenó que no abusaran físicamente de los prisioneros. Como curiosidad se les entregaron gafas de sol para impedir que los prisioneros pudieran ver sus miradas. Tres guardiastrabajaban en turnos de ocho horas cada uno y los demás se mantenían de guardia. Zimbardo observaba, como investigador, el comportamiento de los prisioneros y los guardias y también actuaba como director de la prisión.
El resultado del estudio fue impactante e inesperado para los propios investigadores, sus colegas psicólogos y el público en general. Los estudiantes universitarios que fueron asignados al azar para ser prisioneros sufrieron burlas y traumas psicológicos agudos. Algunos suplicaron ser liberados a los pocos días de encarcelamiento simulado, mientras que otros se adaptaron a aceptar ciegamente la injusta autoridad de los guardias, quienes rápidamente internalizaron ese papel que les había correspondido. Muchos de estos jóvenes aparentemente educados y amables, algunos de los cuales se habían definido en las entrevistas como pacifistas o contrarios a la guerra de Vietnam, pronto comenzaron a maltratar a sus compañeros con total indiferencia al obvio sufrimiento que producían sus acciones; Varios de ellos idearon inventivas formas de acosar y degradar a los prisioneros, y ninguno de los guardias que eran menos activos en las burlas o en el maltrato intervinieron o se quejaron de los abusos que presenciaron por parte de sus compañeros
El peor tratamiento para los prisioneros vino en los turnos de noche y otras ocasiones en las que los guardias pensaron que podían evitar la vigilancia e interferencia del equipo de investigación. Los prisioneros eran objeto de vejaciones, con insultos y órdenes mezquinas, se les daban tareas inútiles y aburridas para cumplir, y generalmente eran deshumanizados. El maltrato empezó de forma inmediata. A las pocas horas de comenzar el experimento algunos guardias comenzaron a acosar a los prisioneros. A las 2:30 de la mañana despertaron a los prisioneros con silbatos para el primero de muchos recuentos. Los recuentos servían para familiarizar a los prisioneros con su número y, más importante aún, proporcionaban una ocasión regular para que los guardias ejercieran control y coerción sobre los prisioneros
Desnudar a los prisioneros y las flexiones fueron las formas más comunes de castigo impuestas por los guardias. Uno de los guardias pisaba las espaldas de los prisioneros mientras hacían flexiones, o hacía que otros prisioneros se sentaran en las espaldas del castigado. También les ponían capuchas en nylon, para simular cabezas afeitadas, encadenaban sus piernas y les forzaban a realizar «actividades divertidas y juegos» para humillarles. A partir de las diez de la noche, no se podía ir a las letrinas por lo que los prisioneros tendían que orinar y defecar en cubos proporcionados por los guardias. Al segundo día los prisioneros intentaron una rebelión y los guardias arrastraron sus mantas por los arbustos para que se llenaran de abrojos y tuvieran que pasar tiempo limpiándolo si querían dormir con cierta comodidad. Los guardias elaboraron un sistema de recompensas y castigos para manejar a los prisioneros.En los primeros cuatro días, tres prisioneros quedaron tan traumatizados que fueron liberados
Los prisioneros pronto adoptaron un comportamiento similar al de un preso. Hablaban de temas de la prisión el 90% del tiempo, se contaban historias unos a otros sobre los guardias y aquello rápidamente afectó a su estado de ánimo y a sus emociones. Algunos prisioneros empezaron a tomar las reglas de la prisión muy en serio, como si hubieran sido promulgadas en su beneficio y la infracción fuese un desastre para todos ellos. Algunos incluso empezaron a ponerse del lado de los guardias en contra de los prisioneros que no obedecían las normas.
En el transcurso del experimento, algunos de los guardias se volvieron crueles y tiránicos, mientras que otros se deprimieron y desorientaron. A pesar del hecho de que los guardias y los prisioneros eran esencialmente libres de cualquier forma de interacción, la naturaleza característica de sus encuentros tendía a ser negativa, hostil, vejatoria y deshumanizadora. Sin embargo, sólo después de que un observador externo, Christina Maslach, la novia de Zimbardo, aparec en escena y quedara anonadada por lo que vio, Zimbardo concluyó el experimento, menos de una semana después de haberlo iniciado.
El experimento de la prisión de Stanford fue inmediatamente atacado por razones metodológicas y éticas. Zimbardo admitió que durante el experimento se había sentido a veces más como un superintendente de la prisión que como un investigador. Puntos conflictivos son que Zimbardo usó la idea de uno de sus estudiantes sin darle el debito crédito por ello, que los guardias recibieron más instrucciones de las que los investigadores dijeron y que los guardias sabían que resultado se esperaba del experimento y recibieron instrucciones sobre cómo crear un ambiente degradante con lo que la idea de que la violencia fue espontánea es muy discutible. Algunos de los voluntarios señalaron que nunca creyeron en el experimento y decidieron irse porque no podían estudiar allí. Más tarde, Zimbardo afirmó que las «fuerzas sociales y contingencias ambientales» del experimento habían llevado a los guardias a comportarse mal. Sin embargo, otros afirmaron que el anuncio original atraía a personas predispuestas a un comportamiento autoritario. Finalmente, Thibault Le Texier, que examinó algunos de los documentos originales existentes en los archivos de Stanford llamó al experimento «uno de los mayores engaños científicos del siglo XX».
Erich Fromm (1973) señaló la naturaleza poco ética de las duras condiciones impuestas a los prisioneros, el hecho de que las pruebas de personalidad administradas a los voluntarios podrían no haber detectado una predisposición entre algunos de los sujetos para el comportamiento sádico o masoquista y la confusa situación creada para los participantes al mezclar elementos carcelarios realistas (uniformes);con otros no realistas (las personas con trastornos mentales evidentes fueron excluidas de la prisión
Ciento cincuenta estudiantes universitarios recibieron una descripción del procedimiento utilizado en el experimento, el anuncio utilizado por Zimbardo para reclutar voluntarios, una descripción de los derechos y privilegios a los que los sujetos acordaron renunciar para participar y una descripción de los procedimientos de detención y encarcelamiento en la prisión. El 81% adivinó la hipótesis del experimentador (que los guardias serían agresivos y que los prisioneros se rebelarían o cumplirían), y el 90% predijo que los guardias serían «opresivos, hostiles, agresivos, humillantes», apoyando así el argumento de que las características de la demanda probablemente operaban en el experimento y que los participantes en el estudio de la prisión de Stanford probablemente habían adivinado cómo querían Zimbardo y sus coexperimentadores que se comportaran
El desafío más conspicuo a los hallazgos de Stanford llegó décadas más tarde en forma del Estudio de Prisión de la BBC, un experimento organizado de manera diferente documentado en una serie de la BBC. A diferencia del experimento de Stanford los investigadores no asumieron un papel de liderazgo en la prisión ni proporcionaron orientación a los guardias como lo había hecho Zimbardo.Los hallazgos también fueron diferentes a los vistos en Stanford, apoyando de nuevo el argumento de que las características de orientación y demanda probablemente jugaron un papel importante en el resultado del experimento de Stanford. Reicher y Haslam, los experimentadores británicos, llamaron al experimento de Stanford «un estudio de lo que sucede cuando una figura de autoridad poderosa (Zimbardo) impone la tiranía».
A diferencia de la investigación de Stanley Milgram (1974), que se centró en el cumplimiento individual ante las exigencias cada vez más extremas e injustas de una figura de autoridad, el experimento de la prisión de Stanford examinó las presiones de conformidad que se ejercían sobre los grupos de personas que funcionaban en el mismo entorno institucional. La «institución» creada por los investigadores desarrolló rápidamente suficiente poder para doblegar y torcer el comportamiento humano de manera que confundió las predicciones de los expertos y violó las expectativas de aquellos que la crearon y participaron en ella.
Haney y Zimbardo analizaron 25 años después su estudio y su influencia en el sistema penitenciario norteamericano. A mediados de los años 70 el pensamiento dominante se movió abruptamente de una sociedad que justificaba encarcelar gente con la premisa de que su reclusión facilitaría de alguna manera su productiva reincorporación a la sociedad en libertad a uno que utilizaba el encarcelamiento simplemente para anular a los delincuentes («incapacitación») o para mantenerlos alejados del resto de la sociedad («contención»). El número de personas encarceladas en Estados Unidos pasó de 200 000 en 1973 a 1 700 000 en 1997 a 2 217 000 en 2013, 158 personas por cada mil habitantes. Como referencia, en España había en 2020 48 000 personas en prisión, uno por cada mil habitantes.
Da miedo ver como el hombre que probablemente y por sus necesidades, ya se convertía en asesino, cuando buscaba alimento o defenderse. También se convertía en un malvado a las ordenes y en un entorno
“La evolución es un proceso sistemático a través del cual aprendemos a armonizarnos a nosotros mismos. Es un proceso a través del cual desarrollamos la habilidad de expresar nuestras características de manera óptima y creativa” (Swami Niranja Saraswati). Todo el universo, la vida, está en constante cambio, sigue un proceso de evolución y en este proceso nosotros no somos una excepción. Nuestra evolución, la evolución a la que estamos sometidos, es inevitable. En el contexto del yoga la evolución es el concepto clave en toda la vida personal. Pero ¿puede haber evolución sin bienestar ni paz mental? ¿qué necesitamos la gente hoy día? La necesidad primordial es ser capaces de tomar nuestro lugar en la vida que llevamos en relación con nosotros mismos y con el planeta Tierra en el que vivimos. La vida actual es muy complicada, hay muchas cosas sucediendo y muchos conflictos a nuestro alrededor. Hay confusión personal, política y ambiental y muchas personas pierden el sentido de la vida. Nuestras emociones están también contaminadas por los insumos de impresiones mentales y emocionales, las comidas y bebidas no naturales, etc., todo un cóctel molotov. Ante todo esto nos surgen preguntas tipo: ¿Por qué otras personas se comportan de la manera que lo hacen? ¿Por qué yo me comporto como lo hago? Unos y otros somos en algunos aspectos tan parecidos… y en otros, tan diferentes. Si no sabemos por qué pensamos, sentimos y nos comportamos de la manera que lo hacemos, no podemos tampoco entendernos los unos a los otros. Si podemos aprender a entendernos a nosotros mismos, a comprendernos unos a otros, tendremos una posibilidad de llegar a la armonía con nosotros mismos, con otras personas y con el mundo alrededor nuestro. Si podemos aprender a entendernos, podemos comenzar a evolucionar para llegar a nuestro potencial más elevado. Pero ¿cómo? Según Satyananda, la evolución a la que estamos sometidos es un viaje a través de los diferentes chakras. La palabra chakra significa rueda, vórtices de energía psíquica. Los chakras abarcan todo el espectro de la vida humana desde lo burdo hasta lo sutil. Los principales chakras representan diferentes aspectos de la personalidad, cualidades psíquicas, así como también aspectos físicos y vitales. Estos chakras principales comenzando desde el extremo inferior son: Muladhara chakra, en la base del perineo, cuerpo del perineo. Tiene que ver con la seguridad personal, con la consecución y conservación de dinero y bienes materiales y con el aspecto sexual y la procreación. Swadhistana chakra, en el sacro, testículos/ovarios. Está relacionado con la alegría, el humor, el gozo de la sexualidad y la búsqueda del placer en general. Manipura chakra, en el área vertebral detrás del ombligo, glándulas suprarrenales. Es concerniente al poder personal, el dinamismo y la autoestima. Anahata chakra, el chakra del corazón, glándula del timo. Hace referencia al amor, la compasión, las emociones y otros sentimientos. Vishuddhi chakra, en el área vertebral detrás de la garganta, glándula tiroides. Entre otras cosas tiene que ver con la comunicación y las relaciones interpersonales. Ajna chakra en el centro del cerebro detrás del entrecejo, glándula pineal. En conexión con el intelecto, la intuición, la sabiduría, ciertos poderes superiores y habilidades psíquicas. Sahasrara chakra en la parte superior de la cabeza, glándula pituitaria. Es el centro del iluminación, los logros más altos de todos los otros centros. Si miramos a todo este sistema es obvio que las cualidades de la personalidad tienen grados de evolución altos y bajos en cada individuo. Ciertamente cada uno de nosotros tiene aspectos de la personalidad de cada chakra, evolucionados en grados diferentes y órdenes diferentes. Asimismo podemos hacer evolucionar aspectos individuales de nuestra personalidad y por tanto de los chakras. A medida que mejoramos vamos cultivando nuestra alegría, amor, paz mental, creatividad y calidad de expresión. Cada chakra contiene dentro de sí un bagaje de recuerdos, de experiencias pasadas, de impresiones acumuladas (samskaras) que en gran medida han modelado la personalidad actual. Al activarlos afloran todos esos recuerdos y experiencias, sean buenas o malas, placenteras o dolorosas. Esto puede suceder de forma inconsciente por los acontecimientos que están ocurriendo a nuestro alrededor o dentro de nosotros. Cuando esto acontece, se produce una respuesta en todos los niveles de este sistema, en nuestra memoria, en nuestras percepciones, en nuestro cuerpo, en patrones de pensamiento, emociones y tendencias a comportarnos de determinada manera. Es por ello que a nivel práctico el “sistema de chakra” que el yoga ha elaborado es una herramienta muy potente para abordar la personalidad, dado que cada chakra en particular abarca todos los diferentes componentes de la persona. En este sistema se trabaja con las partes del cuerpo relacionadas, con el sistema energético, los componentes mentales y emocionales inferiores, los componentes mentales y sentimientos superiores y la realización más elevada de estos aspectos del individuo. En definitiva, el yoga ha elaborado un sistema práctico a través del trabajo corporal, la respiración y la meditación. Por medio de este sistema activamos cada chakra y abordamos todos los aspectos de nuestra personalidad sacando a relucir aquello que no nos permite ver y despertando todo el potencial que ya habita en nosotros.
Después de esta sofisticada perfección de la personalidad en la evolución y la intervención de los chakras ,Nos podemos preguntar y esto cómo se hace. Puede estar claro que cada chakra tienen cometido pero a partir de este cometido lleno de energía, cómo se maneja esta para obtener o para participar en la evolución . siempre acudo a la posibilidad de que esta forma de contar las cosas deja de tener en cuenta la química. Y no solo la química de los neuro transmisores, de conducción sino las vías de conducción y sobre todo las regiones del cerebro que intervienen en ella , FF y sobre todo cómo interviene la voluntad y el deseo para modificar la respuesta Una pregunta que siempre pulula en mi cerebro, es como un tipo de respiración es capaz de modificar no solo mi estado de ánimo sino mi conducta y después de este trabajo cómo modifica mi evolución. Seguro que estos ejercicios tan antiguos y muy prestigiado en Ciertos ambientes, actúan , lo hacen a través de neurotransmisores que inciden sobre una o múltiples regiones del cerebro . Pero también esto es una forma de contar las cosas sin creerlas mucho . Llegamos como siempre a un punto en qué convergen la materia con la mente, y aquí nos estancamos y dejamos a nuestra imaginación que actúe Este artículo es un completa referencia a las enseñanzas del Dr. Rishi Vivekananda recogidas en su libro Psicología Yóguica Práctica, a las enseñanzas de Swami Satyananda Saraswati recogidas en su libro Kundalini Tantra y a las enseñanzas de Danilo Hernández (Swami Digambarananda Saraswati) recogidas en su libro Claves del Yoga.
Yo creo que la enfermedad degenerativa en general y neurodegenerativa en particular , son productos de uno varios o varios gérmenes. Que son fagocitados por macrofagos y depositados sobre estructuras orgánicas a las que maltratan e impiden su función .
Pese a lo llamativo del tema las publicaciones al respecto no son demasiadas , y las que se publican no parecen ser muy creídas. Me llamó particularmente la atención el doctor Carrasco que desde hace casi 30 años predica la existencia de gérmenes varios en los depósitos de la esclerosis lateral amiotrófica .
Al virus del herpes se le atribuyen repetidas veces la activación de muchas enfermedades entre ellas el Alzheimer
Las infecciones, como la que causa el virus del herpes, podrían desempeñar un papel hasta ahora infravalorado en la enfermedad de Alzheimer.
Los virus del herpes (en rojo y captados con una resolución de varios miles de aumentos) podrían contribuir a la enfermedad de Alzheimer. [INSTITUTO NACIONAL DEL CÁNCER, EE.UU.
La respuesta a la pregunta ¿cómo surge la demencia del alzhéimer? sigue siendo: «No lo sabemos con exactitud». La predominante «hipótesis amiloide» establece que los síntomas de la enfermedad aparecen cuando la proteína amiloide beta se acumula en el cerebro y se almacena en placas de depósitos tóxicos. Pero todas las investigaciones con sustancias activas para disolver esas placas fracasan en los estudios con pacientes. Hasta ahora ni un solo fármaco ha conseguido detener la pérdida progresiva de memoria. Ello ha llevado a que entre los investigadores del alzhéimer reine una diversidad de opiniones sobre los mecanismos de la enfermedad.
Algunos científicos contemplan explicaciones alternativas, como la vieja hipótesis, discutida desde siempre: los gérmenes podrían estar implicados en la aparición del alzhéimer. La idea ha ido ganando cuerpo en los últimos tiempos. En marzo de 2016, en la revista Journal of Alzheimer’s Disease, 33 investigadores hicieron un llamamiento a sus colegas para comprobar la teoría.
Joel Dudley, genetista de la Escuela de Medicina Icahn en Monte Sinai, Nueva York, no tenía realmente la intención de atender a esta llamada. En 2013, junto con su equipo, había comenzado a investigar dianas para futuros medicamentos contra el alzhéimer. Con este propósito, analizaron variaciones moleculares que se encontraban en las áreas cerebrales afectadas mientras la enfermedad avanzaba. Podían acceder a tejidos y datos de 876 cerebros, parte de ellos de donantes sanos y parte de personas que habían sufrido alzhéimer en estadios tempranos o tardíos. Los investigadores escudriñaron el ADN de los probandos con el fin de descubrir diferencias genéticas entre los grupos. Midieron la cantidad de ARN mensajero en las muestras de tejido. Estas copias de genes sirven como patrón para la síntesis de proteínas en las células. Con ello obtuvieron información sobre cómo repercutían las diferencias genómicas en la producción de ARN. En los análisis, se toparon con muestras extrañas. «Los algoritmos escupían una y otra vez señales de virus»,.
En el cerebro de los pacientes con alzhéimer, los científicos encontraron más ADN vírico que en el de las personas sanas. Sobre todo les llamó la atención que una gran parte de ese ADN procedía del virus del herpes humano 6A (VHH 6A). Además, en el tejido cerebral de pacientes descubrieron con mayor frecuencia copias de ARN del VHH 6A y del VHH 7 (con él estrechamente emparentado). Esa mayor cantidad de ARN de virus se acompañaba de síntomas clínicos más graves.
Sabemos qué un germen que invade nuestra biología no es tan maligno como la reacción inflamatoria que desencadena, prueba de ello es en la actual epidemia de COVY 19, donde La tormenta de citoquinas entre otras manifestaciones inflamatorias es la causante del gran daño .
Insistir en este postulado, y matar al germen en vez que a la defensa que provoca, seria sin duda mas facil.
Alzheimer’s Disease, Joel Dudley
Melinda Wenner Moyer
Investigadores de la UGR analizan la actividad cerebral de maltratadores y otros delincuentes no violentos y les someten a diversos dilemas morales
Los resultados indicaron que los maltratadores activan la red cerebral, la empatía y los juicios morales ante los dilemas de violencia general, es decir, que no implicaban decisiones sobre sus parejas o exparejas
Los participantes han participado de forma voluntaria y este estudio se ha desarrollado en colaboración con el Centro de Reinserción Social de Granada
La actividad cerebral de los maltratadores, o condenados por violencia de género, es diferente a la de otros delincuentes no violentos. Así lo ha demostrado un reciente estudio llevado a cabo por varios investigadores e investigadoras de la Universidad de Granada que han monitorizado, mediante resonancia magnética, la actividad cerebral de maltratadores y otros delincuentes al someterles a diversos dilemas morales relacionados con violencia de género, y de violencia general.
Para ello, los investigadores agruparon a los voluntarios en dos grupos: por un lado, un grupo de hombres condenados por delitos diversos de violencia de género, y por el otro, delincuentes condenados por robos, hurtos, tráfico de drogas y, en definitiva, delitos no atribuidos a la violencia física. El objetivo, “investigar los mecanismos cerebrales que subyacen en la toma de decisiones de los maltratadores sobre sus parejas o exparejas”, declara Agar Marín, principal investigadora del estudio, a NIUS.
¿Cómo hacerlo? A los voluntarios se les sometió a una resonancia magnética que monitorizó su actividad cerebral mientras eran sometidos a diversas preguntas que establecían dos tipos de dilemas morales diferenciados: situaciones asociadas a distintos tipos de violencia machista, y situaciones que plantaban otro tipo de dilemas morales. Un casco con un espejo invertido les permitía leer los dilemas y las preguntas, proyectadas en una pantalla situada en el interior del propio escáner. Un ejemplo de uno de estos dilemas que plantea el estudio es el siguiente:
Tu mujer se ha comprado ropa muy provocativa para trabajar en un bar. Sabes que los hombres le dirán cosas humillantes y se sobrepasarán con ella, además cogerá muy mala reputación. Intentas explicárselo pero no lo entiende, de forma que la única forma de convencerla es romperle la ropa a tijeretazos y decirle que parece una prostituta. Si rompes a tijeretazos la ropa de tu mujer y le dices que no se vista como una prostituta, ella se vestirá más discreta y podrá trabajar tranquilamente. Si no, se pondrá esa ropa y cogerá muy mala fama, además corre el peligro de que los hombres la humillen y se propasen con ella. ¿Romperías a tijeretazos la ropa de tu mujer y le dirías que no se vista como una prostituta para evitar que se propasen con ella y que adquiera mala reputación?
Los resultados, tal y como indica Agar Marín, han arrojado que el grupo de delincuentes no violentos activaba el área cerebral asociada a los juicios morales y la empatía al procesar ambos tipos de dilema. Sin embargo, el cerebro de los maltratadores no respondió de la misma forma: “activaron el área cerebral asociada a los juicios morales ante los dilemas que no eran de violencia de género, pero ante los que planteaban hipótesis sobre sus parejas, no”, revela la investigadora principal. “El hecho de que no activen las áreas relacionadas con los juicios morales indica que no les supone un conflicto moral. Es decir, prohibir a sus parejas o exparejas ir en minifalda a una fiesta parece que no les supone un conflicto moral con respecto a la libertad de la mujer”, asegura Agar, quien manifiesta que el siguiente paso del equipo de investigadores es “profundizar mucho más en qué puede derivar este comportamiento cerebral diferente de los maltratadores”.
Agar Marín: la violencia de género no puede ser considerada como otros tipos de violencia, puesto que se basan en distintos sistemas de valores.
LA CONCIENCIA HUMANA NO SE ENCONTRARÍA EN NUESTRO CEREBRO, SINO MÁS BIEN EN SU CAMPO ELECTROMAGNÉTICO, Johnjoe McFadden señala que la conciencia consiste en la energía electromagnética que surge como resultado de las señales eléctricas que comparten las neuronas.
La investigación fue publicada el mes pasado en la revista Neuroscience of Consciousness. La energía, que puede ser detectada mediante un electroencefalograma y magnetoencefalografía, podría ser el verdadero núcleo de la conciencia, donde se ubican los pensamientos y los procesos mentales.
Enrique Rubio @ 12:29 24 febrero 2020
COMO ES EL CEREBRO DE UN PSICÓPATA
Una revisión científica sugiere que el estrés emocional en la infancia precipita la sobremaduración de algunas regiones cerebrales y dificulta la gestión de las emociones
La alteración de la estructura para explicar la alteración de la función es la constante en neurobiología El cerebro de un psicópata es diferente, son seres que tienen total falta de empatía, saben lo que esta bien y lo que está mal pero no les afecta el dolor ni los sentimientos de otras personas.
Múltiples estudios se han hecho sobre este tema de los que mencionaré algunos
La Universidad de Wisconsin-Madison ha descubierto que el cerebro de los psicópatas es diferente del resto
El cerebro de los psicópatas presenta indicios de una hipermaduración acelerada durante la infancia, hecho que los protege del sufrimiento, pero dificulta que gestionen sus emociones, aunque son plenamente conscientes de sus actos, según un estudio publicado en Psychological Medicine.
“El psicópata puede ser el resultado de un estrés emocional en las primeras fases de la vida, que provoca la hipermaduración de las estructuras del cerebro implicadas en los sentimientos y la toma de decisiones”, explica el doctor Jesús Pujol.
El especialista es director de investigación de la Unidad de Resonancia Magnética del Servicio de Radiología del Hospital del Mar y del Instituto Hospital del Mar de Investigaciones Médicas (IMIM) y CIBERSAM.
Investigadores del Hospital del Mar de Barcelona y del Parc Taulí de Sabadell también descubrieron que el cerebro de los psicópatas es parecido al de personas que consumen esteroides durante un largo periodo de tiempo.
Los científicos analizaron el cerebro de personas con psicopatías mediante imágenes obtenidas con resonancia magnética para comprobar que sufren una hipermaduración o maduración acelerada de determinadas zonas del cerebro, hecho que afecta a su capacidad para gestionar las emociones.
La investigación ha analizado más de 400 artículos publicados en revistas científicas, ha comprobado que el factor emocional temprano tiene una gran influencia en el desarrollo, formación y comportamiento del psicópata.
El psicópata puede ser el resultado de un estrés emocional en las primeras fases de la vida, que provoca la hipermaduración de las estructuras del cerebro implicadas en los sentimientos y la toma de decisiones.
Los investigadores lo explican por la aparente reducción de la sustancia gris detectada en las imágenes por resonancia magnética, que es debida a un proceso de mielinización excesiva o incremento de sustancia blanca, compatible con esta maduración acelerada.
Las zonas más afectadas son el sistema frontal-basal y temporal anterior y el frontal medial y cíngulo posterior, que relacionan los estímulos externos con las reacciones y los sentimientos.
Esta alteración tiene efectos secundarios en forma de falta de escrúpulos y de remordimientos, no tienen freno emocional”, según Pujol.
Esta diferencia respecto a un cerebro normal, según el investigador, “no afecta a su capacidad de razonamiento, tienen sentimientos, a pesar de parecer fríos emocionalmente”.
“
Jiménez Martínez, C. 2017. No es mi culpa, fue mi cerebro. ¿Es esta una afirmación válida para aplicar la inimputabilidad a individuos con trastornos de la personalidad y psicópatas?. Derecho Penal y Criminología. 37, 103 (jul. 2017), 81-107. DOI:https://doi.org/10.18601/01210483.v37n103.05.
«Los psicópatas son personas con problemas de relación interpersonal y de gestión de las emociones. Aparentemente son fríos, aunque tienen emociones muy intensa pero no tienen remordimientos, que es lo que da una tendencia hacia la delincuencia, en algunos casos»,
Una revisión científica de otros estudios publicados y ha constatado que el cerebro de los psicópatas es distinto. La investigación apunta a que el estrés emocional en la infancia precipita la sobremaduración de algunas regiones cerebrales como un sistema de protección contra el sufrimiento, pero termina dificultando también la gestión de las
La complejidad de la psicopatía va más allá de los estereotipos. Lo que sí parece cierto es que tienen diferencias cerebrales estructurales
. Pujol y su equipo revisaron más de 400 artículos científicos en los que se había analizado el cerebro de las personas con psicopatía a través de resonancias magnéticas. El metaanálisis, publicado en la revista científica Psychological Medicine, ha concluido que el cerebro de los psicópatas presenta una maduración acelerada de varias regiones cerebrales relacionadas con el procesamiento emocional y el cognitivo. «El cerebro de los psicópatas es diferente desde el punto de vista anatómico y funcional. Hay diferencias en las áreas que procesan la cognición y el razonamiento y en las que procesan la actividad emocional. La conexión entre estas dos áreas falla»,
Los investigadores encontraron que, desde el punto de vista anatómico, en las regiones de lóbulo temporal (donde está la amígdala, relacionada con la emociones) y en el frontal (encargado de las funciones cognitivas) había «una aparente atrofia de la sustancia gris». «Sin embargo, lo que luego nosotros postulamos es que, en realidad, lo que había era un aumento de la sustancia blanca, lo que implica una sobremaduración de esas áreas»,.
En la práctica, esta alteración cerebral provoca que, ante un dilema moral, la activación de los dos sistemas (el cognitivo y el emocional) se bloquee. Ni su capacidad de razonamiento ni sus sentimientos o emociones están anulados. Lo que ocurre es que «la asociación entre emoción y cognición en la toma de decisiones está bloqueada», aclara el médico. Con todo, señala, «son responsables de sus actos».
Los investigadores han encontrado también similitudes entre los cerebros de los psicópatas y las personas que consumen durante más de 10 años esteroides androgénicos
Esta similitud no implica que los consumidores de esteroides acaben desarrollando, a largo plazo, un trastorno psicopático. «Hay una semejanza anatómica de las dos patologías. Si bien es cierto que el control de los impulsos y la conducta pueden cambiar tras consumir esteroides durante largos períodos de tiempo
Se puede deducir de estos tres trabajos, que , tanto la conciencia como la conducta , pueden estar en múltiples lugares e incluso fuera del cerebro.
No llegamos a un conocimiento sensato, porque esto no funciona así, esto tiene otra forma de actuar, y los autores que se dedican a la neuro investigacion, lo que hacen es buscar, con el riesgo del error.
Mi frase preferida, “ no lo encontramos porque este cerebro que usamos, no esta capacitado para ello, necesitamos otro cerebro “
Foto: falso color de una porción de organoide cerebral humano de un paciente con trastorno del espectro autista. Forto: Alysson Muotri, UC San Diego Health.
organoide
MASA DE TEJIDO DIMINUTA TRIDIMENSIONAL CREADA EN EL LABORATORIO MEDIANTE EL CULTIVO DE CÉLULAS MADRE (CÉLULAS QUE DAN ORIGEN A OTROS TIPOS DE CÉLULAS). ES POSIBLE CULTIVAR ORGANOIDES QUE SE PARECEN A TEJIDOS U ÓRGANOS HUMANOS, O A UN TIPO DE TUMOR ESPECÍFICO. LOS ORGANOIDES SE USAN EN EL LABORATORIO PARA ESTUDIAR LA FORMACIÓN DE TEJIDOS NORMALES O DE CÁNCERES, Y PARA PROBAR MEDICAMENTOS Y OTROS TIPOS DE TRATAMIENTO NUEVOS ANTES DE USARLOS EN LAS PERSONAS. TAMBIÉN SE LLAMA ÓRGANO EN MINIATURA.
Los científicos dicen que hay razones por las que podría ser necesario crear consciencia en laboratorio para estudiar determinadas enfermedades neurológicas en seres humanos y que después habría que destruirla.
Un debate ético condiciona el desarrollo de estas investigaciones, porque en la práctica resulta más difícil ponerse de acuerdo sobre lo que es la consciencia cerebral, que crear pequeños órganos cerebrales en laboratorio que muestren indicios de consciencia o sensibilidad: algo que ya está ocurriendo.
Varios hitos surcan esta trayectoria: en 2018, científicos del El Instituto Salk de Estudios Biológicos (California) implantaron mini-cerebros humanos (organoides) en ratones y descubrieron que se desarrollan hasta alcanzar la madurez, aunque sin añadir inteligencia alguna a los roedores.
En 2019, científicos de la Universidad de Yale revivieron parcialmente los cerebros de cerdos que llevaban muertos más de cuatro horas. Les inyectaron un cóctel de productos químicos y restablecieron algunas funciones vitales de sus cerebros: no observaron señales eléctricas generalmente asociadas con la función cerebral normal.
¿COMO SE REVIVE UN CEREBRO Y QUE CÓCTEL LE AÑADIERON?
La posible reacción de consciencia fue deliberadamente bloqueada con los medios químicos, por lo que la posibilidad de que se pudiera generar algo de consciencia en los cerebros muertos no puede descartarse: el cableado neuronal creado por los recuerdos y experiencias que el animal tuvo mientras estaba vivo seguramente perduró un tiempo.
¿CÓMO SE BLOQUEA LA CONCIENCIA CON MEDIOS QUÍMICOS¿
La mayor sorpresa llegó ese mismo año: mini cerebros humanos creados en laboratorio registraron una actividad cerebral similar a la de los cerebros de los bebés prematuros, nacidos entre las 25 y las 39 semanas posteriores a la concepción.
Todavía no se sabe si estos mini cerebros, creados por investigadores de la Universidad de California, podrían generar consciencia en algún momento de su desarrollo, porque la investigación se suspendió por la desorientación ética provocada.
Según Nature, estos episodios han preparado el escenario para un debate entre aquellos que quieren evitar la creación de consciencia en laboratorio, y aquellos que ven los organoides complejos como un medio para estudiar enfermedades neurológicas devastadoras para las personas.
Muchos neurocientíficos piensan que los organoides del cerebro humano podrían ser la clave para comprender las condiciones exclusivamente humanas como el autismo y la esquizofrenia, que son imposibles de estudiar en detalle en modelos de ratón. Para lograr este objetivo necesitarían crear consciencia deliberadamente.
DEDUZCO QUE UN TROZO DE CEREBRO SEMBRADO DENTRO DE OTRO PODRIA DAR LUGAR A ALGÚN RITMO ELÉCTRICO ¿PERO ESTO ES CONCIENCIA?
Creación artificial de consciencia
No es un asunto baladí: lo que se ha demostrado hasta ahora es que las neuronas creadas en laboratorio pueden mostrar indicios de formar una especie de sistema cognitivo capaz de reaccionar a los estímulos de su mundo, tal como hacen los cerebros complejos. El descubrimiento significa que la consciencia podría crearse desde cero en un laboratorio.
La frontera del conocimiento humano nunca había llegado tan lejos y enfrentado a los científicos a un debate que trasciende la biología y la neurociencia: no les resulta sencillo ponerse de acuerdo para definir la consciencia y cómo medirla, para saber si un organoide es o no consciente. Todo lo que nos ha valido hasta ahora para definir la consciencia no es que no sirva, sino que se queda corto.
Durante años, científicos y médicos han definido la consciencia de diferentes formas, según objetivos concretos, pero es complicado resumirlas en una definición clara que podría valer para decidir si es o no ético continuar perfeccionando mini cerebros humanos en laboratorio, destaca Nature.
La electroencefalografía para medir la actividad cerebral no es concluyente al respecto. Las pruebas médicas que se utilizan, midiendo reacciones corporales en estado vegetativo, no se pueden aplicar a neuronas de laboratorio.
Aunque todavía nadie ha informado de haber creado consciencia en laboratorio, la posibilidad ya está al alcance de la mano: bastaría con intensificar las conexiones neuronales de los organoides para alcanzar la barrera de la consciencia animal.
Aunque los organoides actuales no tienen esa capacidad, ni tampoco lo han pretendido, un desarrollo tecnológico de estos mini cerebros humanos podría, hipotéticamente, crear ese primer estado de consciencia.
De momento no podemos pensar en la capacidad de replicar artificialmente la creación de pensamientos humanos: la mayoría de los organoides están diseñados para reproducir solo una parte del cerebro, la corteza.
Pero, dado que los organoides cerebrales se cultivan a partir de células madre humanas, es posible recrear también otras partes del cerebro que se coordinen entre sí y formen los circuitos neuronales necesarios para el alumbramiento de una forma de consciencia artificial más compleja.
Y DE TENER UNAS NEURONAS SEMBRADAS EN UN CEREBRO, HASTA OBTENER CONCIENCIA, NI ME LO IMAGINO
Y, aunque no es lo mismo para el estudio de las enfermedades neurodegenerativas humanas, de momento la investigación se está orientando a trabajar con organoides cerebrales formados con células madre de ratón, para evitar que cualquier alumbramiento de alguna forma de consciencia implique cuestiones éticas no resueltas.
Con perdón de los autores, o el trabajo esta mal redactado, o es una falacia.
No puede recoger EEG, y entonces que signos tienen de conciencia.
LE RUEGO A LOS AUTORES, QUE ME PERDONEN, POR MIS DUDAS
Referencia
Can lab-grown brains become conscious? Sara Reardon. Nature 586, 658-661 (2020). DOI:https://doi.org/10.1038/d41586-020-02986-y
Eduardo Martínez de la Fe
Etiquetas: cerebro, consciencia, organoides, organoides cerebrales
LA CONCIENCIA HUMANA NO SE ENCONTRARÍA EN NUESTRO CEREBRO, SINO EN SU CAMPO ELECTROMAGNÉTICO,
Johnjoe McFadden señala que la conciencia consiste en la energía electromagnética que surge como resultado de las señales eléctricas que comparten las neuronas.
La investigación fue publicada el mes pasado en la revista Neuroscience of Consciousness.
La energía, que puede ser detectada mediante un electroencefalograma y magnetoencefalografía, podría ser el verdadero núcleo de la conciencia, donde se ubican los pensamientos y los procesos mentales.
McFadden, en su hipótesis, descrita como la teoría del campo de información electromagnética consciente (cemi), propone que la conciencia es información causalmente activa, físicamente integrada y codificada en el campo electromagnético del cerebro.
Parte del procesamiento neuronal y computacional, que sucede principalmente en el tiempo, la teoria cemi señala que la conciencia está arraigada en una estructura íntegramente física, mensurable y susceptible a modificaciones artificiales y pruebas experimentales.
Lo que plantea un dualismo cientrífico basado en un distinción entre materia y energía, más que materia y espíritu.
Como parte fundamental del encéfalo y del SNC, las funciones del cerebro podrían resumirse en controlar y regular la mayoría de funciones del cuerpo y de la mente. El cerebro se encarga de funciones vitales, como respirar o regular el pulso cardíaco, pasando por el sueño, el hambre o la sed, hasta funciones superiores como el razonamiento, la memoria y la atención.
Esto quiere decir qué, Descartes tenía razón: el alma es “una substancia completamente diferente e independiente del cuerpo, materia extensa, y que, pese a esa estrecha unión, puede existir sin él”
Al igual que Platón, Descartes habrá de afrontar el problema que este dualismo supone: la relación entre el cuerpo y el alma. Un campo magnético es una idea que usamos como herramienta para describir cómo se distribuye una fuerza magnética en el espacio alrededor y dentro de algo magnético.
El campo magnético describe esta región.
Típicamente representamos el campo magnético de dos maneras diferentes:
Describimos matemáticamente el campo magnético como un campo vectorial. Podemos representar directamente este campo como un conjunto de vectores dibujados en una cuadrícula. Cada vector apunta en la dirección en la que lo haría una brújula y su magnitud depende de la fuerza magnética.
Arreglar muchas brújulas en un patrón de cuadrícula y colocar este patrón en un campo magnético ilustra esta técnica. La única diferencia en este caso es que una brújula no muestra la intensidad del campo.
Una forma alternativa para representar la información contenida en un campo vectorial es por medio de las lineas de campo. En esta representación, omitimos la cuadrícula y conectamos los vectores con líneas suaves. Podemos dibujar tantas líneas como queramos.
Después de todo esto estamos en lo mismo, ¿ el campo magnético alrededor del cerebro es producto de algo externo al cerebro o lo fabrica el cerebro ¿.
¿Este campo magnético es Dios , u otro ser también infinito?
lo cierto es que esto no aclara nada, lo que se recoge con los distintos estudios Electrónicos es la actividad de algo que funciona , y esto ya se sabía hace mucho tiempo . lo importante es lo que anima a este campo magnético
Es posible que yo no haya entendido el artículo , pero me parece que no estamos más allá de Descartes