El blog del Dr. Enrique Rubio

Categoría: ANATOMIA (Página 15 de 22)

SISTEMA LÍMBICO

ANATOMÍA Y FISIOLOGÍA DEL SISTEMA LÍMBICO

El sistema límbico es la parte del cerebro que incluye el tálamo, el hipotálamo y la amígdala cerebral, y regula las emociones, la memoria, el hambre y los instintos sexuales.
En 1664 Thomas Willis, definía a un grupo de estructuras que rodeaban el tallo cerebral como “cerebro limbus” significa borde o frontera.
En 1878, Paul Pierre Broca introdujo “El gran lóbulo límbico”. Se refería a una zona del cerebro que ocupa desde el borde curvado del giro cingulado hasta el giro parahipocampal. Aunque éste lo relacionó principalmente con el olfato.
El primer autor que habló del rol que esta estructura tiene sobre el plano emocional fue James Papez. Este neurólogo fue famoso por proponer un modelo anatómico para las emociones (circuito de Papez) en 1937.
Pero el verdadero concepto de “sistema límbico”, que es el que utilizamos actualmente, se debe a Paul MacLean que en 1952 amplió las estructuras implicadas y definió el circuito de forma más compleja. Propuso además la interesante Teoría del Cerebro Triúnico, defendiendo que el cerebro humano estaba compuesto por tres cerebros, fruto de nuestra evolución como especie.
Así, el primero y más básico sería el cerebro reptil; luego el sistema límbico o cerebro intermedio, que es el viejo cerebro mamífero que origina las emociones. Por último, situado en el exterior, se encuentra el cerebro más recientemente adquirido: el neocórtex.
El sistema límbico trabaja subordinado al neocórtex que es la parte racional del cerebro con el que establece numerosas conexiones para el procesamiento emocional.
Las estructuras concretas que forman el sistema límbico no están delimitadas en la actualidad aunque las más comúnmente aceptadas son:

Funciones del sistema límbico
Sistema límbico y las emociones
Cuando hablamos de emociones, tenemos una sensación de rechazo. Se trata de una asociación que aún perdura desde los tiempos en que se veían como algo oscuro, que nublan la razón y la inteligencia. Ciertos grupos defendían que las emociones nos rebajan a la altura de los animales. Pero en realidad, esto es completamente cierto, porque como veremos, las emociones no son sino el sistema que nos hace sobrevivir.
Las emociones han sido definidas como reacciones interrelacionadas que resultan de estados de premio y castigo. Los premios, por ejemplo, favorecen reacciones (satisfacción, confort, bienestar, etc.) que atraen a los animales hacia estímulos adaptativos.
Las respuestas autonómicas y emociones dependen del sistema límbico: La relación entre emociones y respuestas autonómicas (cambios corporales) es esencial. Las emociones son, en el fondo, un diálogo entre cerebro y cuerpo. El cerebro detecta un estímulo significativo y envía la información al cuerpo para que actuemos de forma adecuada al estímulo. El último paso es que los cambios en nuestro cuerpo son hechos conscientes, y de esta forma reconocemos nuestras propias emociones. Por ejemplo, las respuestas de miedo e ira inician en el sistema límbico, que causa un efecto difuso en el sistema nervioso simpático. La respuesta corporal masiva, conocida como la “respuesta de lucha o huída”, prepara al individuo ante situaciones amenazantes para luchar o huir, aumentando el ritmo cardíaco, la respiración y la presión sanguínea.
El miedo depende del sistema límbico: Se pueden producir respuestas de miedo estimulando el hipotálamo y la amígdala. Asimismo, la destrucción de la amígdala abole la reacción de miedo y sus efectos corporales. La amígdala también se involucra en el aprendizaje del miedo. Igualmente, estudios de neuroimagen muestran que el miedo activa la amígdala izquierda.
La ira y sosiego son funciones del sistema límbico: Se observan respuestas de ira a estímulos mínimos tras la extirpación del neocortex. La destrucción de varias áreas del hipotálamo, como los núcleos ventromediales y núcleos septales, también produce ira en animales. La ira también puede generarse a través de la estimulación de zonas más amplias del cerebro medio. Por el contrario, la destrucción bilateral de la amígdala produce sosiego.
El placer y adicción se inician en el sistema límbico: El circuito del placer y la conducta adictiva incluye la amígdala, el núcleo accumbens y el hipocampo. Este circuito está involucrado en la motivación del consumo de drogas, la naturaleza compulsiva del consumo, y las recaídas.
Funciones no emocionales del sistema límbico
El sistema límbico participa en otras funciones relacionadas con la supervivencia. Se han descrito extensamente en la literatura científica circuitos especializados en funciones como el sueño, la conducta sexual, o la memoria.
Como se puede suponer, la memoria es otra función esencial para la supervivencia. Aunque existen otros tipos de memoria, la memoria emocional es la que se refiere a estímulos o situaciones que son vitales. La amígdala, la corteza prefrontal y el hipocampo intervienen en la adquisición, el mantenimiento y la extinción de memorias fóbicas, como, por ejemplo, el miedo a las arañas, que está instaurada en nuestra especie para facilitar la supervivencia.
El sistema límbico también controla las conductas del comer y el apetito, así como el sistema olfativo.

Condiciones en las que está afectado el sistema límbico
– Autismo
Parece que los circuitos límbicos implicados en la cognición social (como los que involucran a la amígdala, el giro cingulado y la corteza orbitofrontal) no funcionan adecuadamente en los individuos con trastornos del espectro autista.
– El síndrome de Kluver-Bucy
Esta afectación surge de una extracción bilateral de la amígdala y parte de la corteza temporal. Se observó que los sujetos presentaban hiperoralidad (exploraban todo con la boca), hipersexualidad, apaciguamiento, pérdida de miedo y alimentación indiscriminada.
– Encefalitis límbica
Consiste en un síndrome paraneoplásico que afecta principalmente al hipocampo, amígdala, ínsula, giro cingulado y cortex orbito-frontal. Los pacientes desarrollan pérdida de memoria, demencia y movimientos involuntarios.
– Demencia
Ciertas formas de demencia pueden afectar al sistema límbico o partes asociadas, produciendo síntomas de descontrol emocional. Por ejemplo, la demencia fronto-temporal se asocia con síntomas de desinhibición propios de lesiones en el área orbito-frontal del cerebro.
– Trastornos de ansiedad
Puede ser que en los trastornos de ansiedad exista un fallo en el control que deben ejercer las estructuras corticales y el hipocampo en la modulación de la amígdala.
– Esquizofrenia
En la esquizofrenia se da una reducción del volumen de áreas límbicas, las neuronas del hipocampo no están debidamente organizadas y es más pequeño, y en la corteza cingulada anterior y el tálamo hay menor número de células GABA érgicas (inhibidoras).
– Epilepsia límbica
También denominada Epilepsia Medial del Lóbulo Temporal (MLT). En este tipo de epilepsia, se generan lesiones en estructuras como el giro del hipocampo, la amígdala o el uncus. Esto afecta a la memoria anterógrada, es decir, el paciente tiene dificultades para aprender cosas nuevas. Además, estas personas son más propensas a sufrir ansiedad y depresión.
– TDAH
Hay autores que piensan que algún fallo en el sistema límbico puede ser la causa del Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad. Parece que el hipocampo de estos pacientes es más grande, y también que no existen conexiones efectivas entre la amígdala y la corteza orbitofrontal. Por ello, pueden participar en el comportamiento desinhibido típico de estos sujetos (Rajmohany & Mohandas, 2007).
– Trastornos afectivos (depresión)
Según ciertos estudios, existen variaciones en los volúmenes de los lóbulos frontales, ganglios basales, hipocampo y amígdala en estos trastornos. Aparentemente hay menor activación en algunas zonas del sistema límbico.
De forma que los tres partes en que está dividido el cerebro triuno tienen una perfecta representación anatómica y posiblemente gran funcionalidad pero no es exacta la expresión del comportamiento, cuando los distintos cerebros de los que estamos compuestos, se mutilan o alteran.
Siempre que hablo del tema, menciono que hablamos de anatomía del TRiuno, y su función es aparte.
Vienen a continuación el capitulo del Telencefalo el más reciente y rico en capacidades, que será descrito a continuación.
Referencias
Rajmohan, V., & Mohandas, E. (2007). The limbic system. Indian Journal of Psychiatry, 49(2), 132–139.
Swenson, R. (2006). Chapter 9 – Limbic System. Recuperado el 4 de Octubre de 2016, de REVIEW OF CLINICAL AND FUNCTIONAL NEUROSCIENCE.
Ramos Loyo, J. (2006) Influencia de las emociones en los procesos cognoscitivos. En E. Márquez Orta (Ed.), La atención y sus alteraciones: del cerebro a la conducta (42-47). México: Editorial Manual Moderno.
Hernández González, M. (2002). Capítulo 22: Neurobiología de la emoción. En M. Hernández González (Ed.), Motivación animal y humana (335-342). México: Editorial Manual Moderno.
Silva, J.R. (2008). Capítulo 17: Neuroanatomía funcional de las emociones. En Slachevsky, A., Manes, F., Labos, E., & Fuentes, P. Tratado de Neuropsicología y Neuropsiquiatría Clínica.
Boeree, G. (s.f.). The Emotional Nervous System. Recuperado el 4 de Octubre de 2016, de Shippensburg University.
Insular cortex. (s.f.). Recuperado el 4 de Octubre de 2016, de Wikipedia.
Orbitofrontal cortex. (s.f.). Recuperado el 4 de Octubre de 2016, de Wikipedia.

COMO VA A EVOLUCIONAR NUESTRO CEREBRO.

COMO VA A EVOLUCIONAR NUESTRO CEREBRO.
No es fácil determinar cómo esta víscera tan compleja evolucionará en un futuro no muy lejano. Pero esta evolución va a ser más rápida.
Las funciones intelectivas de determinadas zonas del cerebro, se tardo en localizarlas intentó encontrar y esto es un intento de encontrar la suma de zonas de un humano como consecuencia de la adicción de otras zonas de animales cercanos que nos han precedido
En 1878, Paul Pierre Broca introdujo “El gran lóbulo límbico”. Se refería a una zona del cerebro que ocupa desde el borde curvado del giro cingulado hasta el giro parahipocampal. Este autor lo relacionó principalmente con el olfato y hasta James Papez se habló del efecto que esta estructura tiene sobre el plano emocional. Este neurólogo fue famoso por proponer un modelo anatómico para las emociones (circuito de Papez) en 1937.
Paul Broca (1824-1880) es recordado por su descubrimiento de que distintas partes físicas del cerebro corresponden a distintas funciones. Él supuso que estudiando el cerebro de cadáveres y relacionándolo con las conductas conocidas del antiguo dueño del órgano podría entenderse plenamente el comportamiento humano. Con ese fin conservó cientos de cerebros humanos en jarros de formaldehído, incluyendo el suyo propio. l
Una gran parte del libro está dedicada a desacreditar el trabajo de los «fabricantes de paradojas», como llama a los divulgadores de la pseudociencia, ya sea quienes se encuentran al borde de las disciplinas científicas o simplemente son rotundos charlatanes. Un ejemplo de esto es la controversia alrededor de las ideas de Immanuel Velikovsky, tal como las presenta en el libro Worlds in collision. Otra gran parte del libro discute los convencionalismos en la nomenclatura de los miembros de nuestro sistema solar, así como sus características físicas. Sagan también expone sus puntos de vista sobre la ciencia ficción, mencionando especialmente a Robert A. Heinlein, quien fue uno de sus escritores favoritos durante su infancia.
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Pero el verdadero concepto de “sistema límbico”, que es el que utilizamos actualmente, se debe a Paul MacLean que en 1952 amplió las estructuras implicadas y definió el circuito de forma más compleja. Propuso además la interesante Teoría del Cerebro Triúnico, defendiendo que el cerebro humano estaba compuesto por tres cerebros, fruto de nuestra evolución como especie.
Así, el primero y más básico sería el cerebro reptil; luego el sistema límbico o cerebro intermedio, que es el viejo cerebro mamífero que origina las emociones. Por último, situado en el exterior, se encuentra el cerebro más recientemente adquirido: el neocórtex. Esto aunque con dificultades puede ser admitido, sobre todo por la expresión anatómica que los cerebros de las tres especies mencionadas tienen en el homo sapiens sapiens.
Se puede discutir la función de estos tres cerebros pero no su anatomía que se corresponde fielmente, con un reptil, un mamífero y un homínido.
Una vez llegado a esta anatomía cabe la inmediata pregunta de qué va a pasar en el futuro, por supuesto un cambio de la anatomía pero lo importante es cómo va a cambiar su función. Cabe la pregunta inmediata, si no estamos seguro que determinó la inteligencia del sapiens sapiens, cómo podemos predecir la próxima evolución.
No es de extrañar que los avances de la inteligencia artificial nos ayuden en la evolución, y esto no quiere decir que de una manera favorable. Fragmentos de genes de nuestros parientes evolutivos más cercanos en el genoma humano arrojan luz sobre la forma y evolución de nuestro cráneo
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A la izquierda, un cráneo neandertal; a la derecha, uno humano. (Instituto Max Planck)
CRISTINA SÁEZ
13/12/2018 20:00Actualizado a14/12/2018 07:00
Como ocurre con todas las especies animales, los humanos modernos tenemos una serie de rasgos únicos que nos caracterizan anatómicamente. Uno de ellos es que nuestro cráneo es bastante redondo o globular, en comparación con el resto de primates y también con el de nuestros antepasados, cuya cabeza es mucho más alargada.
Pero en los lo humanos no siempre fue así: el fósil del Homo sapiens más antiguo que se conoce, hallado en el yacimiento de Jebel Irhoud, en Marruecos, que data de hace unos 300.000 años, tiene un volumen craneal similar al nuestro pero un cráneo alargado, lo que implica que la forma globular del cráneo evolucionó de forma gradual en nuestro linaje, de forma independiente al volumen del cerebro.
¿Qué propició esta evolución?, ¿Refleja ese cambio modificaciones evolutivas de las estructuras del cerebro humano o incluso de las conexiones entre las distintas áreas que pueda explicar alguna de nuestras capacidades cognitivas?
Para arrojar luz sobre estas cuestiones que han intrigado a los paleoantropólogos desde hace décadas, un equipo internacional de científicos, liderados por investigadores del Instituto Max Planck de Antropología Evolutiva (EVA) y de Psicolingüística (ambos en Alemania), han desarrollado una nueva estrategia que les ha permitido dar con dos genes implicados en este proceso. Para ello, han comparado a humanos actuales con nuestros parientes evolutivos más cercanos, los neandertales.
Han usado tomografías computerizadas de fósiles de cráneos neandertales y de cráneos de humanos actuales para generar moldes virtuales del interior del cráneo tanto de humanos como de neandertales. Han realizado resonancias magnéticas de miles de individuos adultos para saber si hay grados en la redondez del cráneo; y, por último, han usado información procedente de la secuenciación de genomas antiguos de homínidos para identificar en una muestra de 4500 personas si eran portadoras de fragmentos neandertales y de cuáles en concreto. Finalmente, han estudiado si esos fragmentos de genes neandertales estaban relacionados con la forma del cráneo.
Combinando toda la información obtenida, han hallado, como publican en Current Biology, que los humanos actuales que tienen en su genoma determinados fragmentos de ADN neandertal tienen cráneos ligeramente menos redondeados que otros humanos sin esos fragmentos.
Se sabe que Homo sapiens y neandertales se cruzaron en repetidas ocasiones y como consecuencia, los humanos modernos no africanos llevan en su ADN entre un 1 y un 2% de genes neandertales. Distintas personas llevan fragmentos distintos, repartidos por distintos puntos de su genoma, por lo que se calcula que en toda la población humana no africana actual está representado hasta un 40% del genoma neandertal.
“Hemos captado sutiles variaciones en la forma endocraneal que probablemente reflejan cambios en el volumen y la conectividad de ciertas áreas cerebrales”, afirma en un comunicado Philipp Gunz, paleoantropólogo del Instituto Max Planck de Antropología Evolutiva (EVA), ubicado en Leipzig (Alemania).
Asimismo, los investigadores han podido identificar fragmentos de ADN neandertal en los cromosomas 1 y 18 de una muestra de individuos actuales y han visto que se correlacionan con una forma del cráneo menos redondeada. Y, por último, han visto que esos fragmentos de ADN neandertal estaban relacionados con la actividad alterada de dos genes, UBR4 y PHLPP1, en dos estructuras cerebrales, el putamen y el cerebelo, ambos implicados en el desarrollo del cerebro; el primero en la neurogénesis y el segundo en la mielinización de los axones, las conexiones entre células nerviosas.
Se sabe que ambas regiones, tanto el putamen como el cerebelo, reciben información directa del córtex motor y están implicadas en la preparación, aprendizaje y coordinación sensoriomotora del movimiento. Además, el putamen contribuye a funciones cognitivas, a la memoria, la atención, la capacidad de planear y de aprendizaje, y potencialmente está implicado en la evolución del habla y del lenguaje.
Ahora el siguiente paso, según han anunciado, será realizar un estudio genómico con una muestra mucho mayor con el objetivo de identificar más genes relacionados con la forma redonda del cráneo humano y averiguar de qué forma este rasgo único está relacionado con otros aspectos de la biología humana.
“Desde un punto de vista paleoantropológico creemos saber que el cerebro humano determinada forma neurocraneal y esto es posiblemente único de nuestra especie”, según explica Marina Lozano, paleoantropóloga e investigadora del Institut Català de Paleoecologia Humana i Evolució Social (IPHES)
“Este estudio se pregunta el porqué de la forma tan característica del cráneo humano y para intentar resolver la pregunta utilizan información comparativa de humanos y neandertales; datos genéticos; análisis paleoantropológicos de las dimensiones y la morfología del cerebro neandertal y humano. Es un trabajo magnífico que integra distintas disciplinas, un ejemplo excelente de cuál tiene que ser el futuro de la investigación.
Referencias
↑ Sagan, Carl (1981). El cerebro de Broca. Grijalbo. ISBN 968-419-420-X

INTELIGENCIA Y PESO DEL CEREBRO

INTELIGENCIA Y PESO DEL CEREBRO

Los seres humanos tenemos grandes cerebros, con un volumen en el adulto de aproximadamente 1.350 cm3, un peso de 1.500 g y conteniendo cerca de 20 billones de neuronas.
Durante mucho tiempo pensamos que el tamaño del cerebro estaba en proporción directa con la inteligencia .

Un cerebro de mayor tamaño posee ciertamente más neuronas, pero la cantidad de neuronas no define la inteligencia de un organismo. Tomemos por ejemplo el elefante: el tamaño de su cerebro es visiblemente más grande que el del ser humano, sin embargo no se le considera por ello más inteligente, aunque sí inteligente.
Por otra parte el tamaño del del cráneo de ciertos animales, era evidentemente mayor que el del hombre. Pero su rendimiento intelectual ni siguiera se parecían.

Un equipo de investigadores dirigido por el científico Jakob Pietschnig, de la Universidad de Viena, ha llevado a cabo un estudio en el que han observado 800 cerebros diferentes. Tras realizar una serie de pruebas, han llegado a la conclusión de que la inteligencia no está relacionada con el tamaño del cerebro, sino con la organización de este.
Y que el tamaño del cerebro y la inteligencia humana no van de la mano, según la agencia ‘Metronews’.
Un equipo de investigadores observó 800 cerebros diferentes para llevar a cabo su estudio. Utilizaron métodos no invasivos del cerebro, a través de resonancias magnéticas, y consultaron más de 80 estudios acerca del tema..
El resultado de la investigación, que se puede consultar en ‘ScienceDirect’, aclara que las personas que tenían un cerebro de mayor tamaño tienen una inteligencia por debajo de la media.
Al comparar el cerebro humano con el de otros mamíferos, se llega a la conclusión de que las capacidades intelectuales no son proporcionales al tamaño del cerebro. Un elefante tiene un cerebro que pesa alrededor de 5 kilos, en comparación con el de un hombre que pesa una media 1,35 kilos o el de un cachalote que pesa 9 kilos, sin embargo el humano es el que mayor inteligencia posee.
La idea que asegura que los hombres son más inteligentes, es errónea. aunque el tamaño del cerebro masculino es superior al de las mujeres, sus capacidades intelectuales divergen en ambos géneros
El tamaño no es lo que importa, es tan sólo un detalle, lo importante es la organización del cerebro. «la disposición de la corteza, el mesencéfalo y el cerebelo, así como la conexión correcta de la sustancia blanca y la sustancia gris», son responsables de la inteligencia .

Tras la muerte de Albert Einstein en 1955, varios médicos examinaron su cerebro y encontraron que era más pequeño que la media. Sin embargo, su cerebro tenía una organización más compleja, especialmente en las zonas dedicadas al razonamiento. Las versiones sobre la anatomía y fisiología del cerebro Einstein son varias y no suelen coincidir. Debido a que se cometió un fraude al robar el cerebro de este sabio sin permiso de la familia y estudiando muchos años después, en la actualidad no se tiene idea clara de si el cerebro de Einstein era de verdad distinto a los demás.
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El funcionamiento del cerebro sigue siendo uno de los sistemas más complejos del universo. Y comprenderlo en su totalidad continúa siendo una tarea imposible, aunque es evidente que existen ya muchas razones científicas que nos acercan a comprender mejor cómo actúa este órgano, que es el eje central de nuestro sistema nervioso.
Una de las premisas de las que se había partido, con controversia incluida, era la relación entre capacidad intelectual y tamaño del cerebro. De nuevo un estudio realizado por la Universidad de Viena, y publicado en Neuroscience & Biobahavioral Reviews, reveló que tener un cerebro más grande no implica una mayor inteligencia, ya que depende de otros factores decisivos, como la conexión óptima entre la materia blanca y la materia gris. Y aunque si bien es cierto que durante el pasado siglo, gracias a múltiples factores como la mejora del perfil nutricional, el tamaño del cerebro ha aumentado tanto en hombres como en mujeres no hay una correlación simple entre estos dos factores, tal y como afirmó el neurocientífico Karl Zilles en el último simposio sobre neurociencia. Eso sí, el especialista también apuntó que las probabilidad de que las personas con un cerebro mayor sean más inteligentes es mayor que las que cuentan con un cerebro de menor tamaño.
El desarrollo del cerebro sucede desde la formación del feto hasta bien entrada la adolescencia, transcurso en el que varias funciones cerebrales llegan a su pico de desarrollo, cada una con su periodo particular de duración.
Las funciones cerebrales se desarrollan con cierta independencia unas de otras pero al mismo tiempo en conjunción.
La función cognitiva, centrada en la visión y la audición, presenta un crecimiento acelerado, comenzando desde antes del nacimiento y llegando a su punto más alto a los pocos meses de nacer. Las capacidades relacionadas con el lenguaje llegan a su pico de desarrollo a los 9 meses y continúan desarrollándose hasta los 4 años. En cambio, el desarrollo completo de las funciones cognitivas superiores, como la atención, la memoria o el pensamiento consciente, puede prolongarse hasta bien entrada la adolescencia.
Los primeros años de vida son clave en el desarrollo de un niño, por ello su alimentación, es fundamental ya que un déficit nutricional podría desencadenar ciertos problemas de desarrollo, también a nivel de cerebral.
Algunos autores en España comunican que, nuestros niños presentan carencias en nutrientes claves para su desarrollo durante los primeros años de vida, como el omega-3, yodo, hierro o vitamina D.
Pero todo esto deja de ser problemático y tan dudoso como el resto de los factores que tenemos en cuenta. Para solventarlo, debemos intentar mejorar la dieta de los niños, tratando de aumentar el consumo de alimentos ricos en omega-3, como el pescado azul.
Hoy día existen también otras alternativas que pueden ser de utilidad, como las leches enriquecidas en omega-3, además de vitaminas (vitamina D, vitaminas del grupo B, etc…) y minerales (calcio, hierro, etc…) que también son importantes para el crecimiento y desarrollo del niño.
Para entender hasta qué punto una ingesta adecuada puede influir en el desarrollo del cerebro durante los primeros años de vida los investigadores están analizando el impacto del consumo de un nivel de omega-3 DHA adecuado, el ácido graso más abundante en el cerebro. Las evidencias científicas muestran que es clave para el desarrollo del cerebro y de la función visual durante los primeros años de vida. Además hay resultados prometedores sobre el impacto del omega-3 DHA en el desarrollo cognitivo. Aunque los resultados son todavía controvertidos este ácido graso podría ayudar a mejorar la inteligencia no verbal, la ortografía y lectura, la comprensión oral ola memoria. Además, hay algunos estudios que apuntan que también podría tener consecuencias positivas a nivel de desarrollo social y emocional.
Por lo tanto, llegar a los niveles adecuados tanto de omega-3 DHA, como de otros nutrientes como el hierro (con influencia probada en el desarrollo de las funciones cognitivas) es vital para una correcta formación, estructura y funcionamiento del cerebro.
Dada la publicidad que en nuestros días tienen los factores externos, es necesario ser cuidadosos a la hora de dogmatizar ciertas afirmaciones. Lo que si es cierto, es que el patron de enfermedades ha cambiado desde la revolución industrial y que factores microbianos, cambio de la microbiota y factores tóxicos y ambientales, que actúan conjuntamente son fundamentales en maduración del sistema nerviosos y de nuestra biología en general. Y antes de afirmar un axioma, hay que repensarlo, y someterlo a otros criterios y metaanálisis.

¿Dónde reside la inteligencia?. A lo largo de la historia de la humanidad infinidad de investigadores han tratado de dar respuesta a esta incógnita sin, lamentablemente, demasiado éxito. Tampoco se ha encontrado una respuesta satisfactoria a lo que origina que una persona sea más inteligente que otra. Algunos científicos pensaban que el tamaño de ciertas áreas del cerebro (incluso el de dicho órgano) era la solución a la ecuación; otros, sin embargo, creían que la clave radicaba en el número de neuronas.
En la actualidad, parece que está claro que ni una cosa ni la otra, en esencia, explicarían el origen de la inteligencia del ser humano. Durante mucho tiempo se intentó categorizar: ‘tener más neuronas es mejor’, ‘tener más conexiones es mejor’… Pero, posteriormente, se ha demostrado, por ejemplo, que el cerebro de Einstein, al menos lo poco que se sabe de él, no tenía más neuronas que los demás.
“De hecho, algunos trabajos mostraron que tenía una mayor proporción de glía por neurona que en los individuos normales . La glía se ubica alrededor de las neuronas proporcionándoles soporte estructural y metabólico y el cerebro de Einstein en algunas regiones de la corteza cerebral tenía una mayor proporción de glial por neurona que el resto de las personas normales. En términos cuantitativos, es muy difícil establecer una causa-consecuencia en número de conexiones neuronales …”,).
Para empezar, ya plantea serias dificultades encontrar una definición de inteligencia que se ajuste al término en toda su amplitud. Si tomamos la definición del diccionario, la inteligencia vendría a ser la capacidad de entender, asimilar, y elaborar la información y utilizarla para resolver problemas. “En realidad, es como no decir nada”, señala Dierssen, “porque esa definición está compuesta de muchas funciones subyacentes: la memoria, la capacidad de abstracción, la capacidad de síntesis, etc.”.

El concepto, incluso, tiene una vertiente cultural innegable, lo que vendría a complicar más la cuestión en lo referente a definir el fenómeno con exactitud. Los científicos, hablan de inteligencias múltiples. “Esta teoría viene a decir que cada proceso puede ser diferente, puede estar sujeto a una variabilidad individual que seguramente depende de una variabilidad genómica”, recuerda Dierssen. Eso significa que hay personas que, por ejemplo, pueden ser más hábiles para escribir, pero puede haber otras con más aptitudes para la música, o para la pintura, o para la arquitectura…

Para ejecutar dichas tareas, además, entrarían en funcionamiento no una, sino varias áreas cerebrales casi al unísono. “La inteligencia no reside en una parte concreta de nuestro cerebro, sino que es una función que requiere de una abstracción bastante general”,. Para nosotros, por ejemplo, que trabajamos con modelos de alteraciones cognitivas, las regiones estrella de nuestros estudios son el hipocampo y la corteza cerebral. Eso no quiere decir que, cuando uno está realizando una tarea compleja, no requiera de la participación de muchas más regiones.

¿Dónde reside la inteligencia?
_“Cuando hablamos de tareas concretas (atención visual, memoria, toma de decisiones) sabemos, por múltiples trabajos realizados, que éstas van asociadas a la actividad de ciertas áreas del cerebro, de una red neuronal”,

Los avances en el campo de la _eurobiología permiten a los científicos estar cada día más cerca de obtener una respuesta definitiva
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El cerebro humano todavía sigue siendo una gran incógnita (Propias)
JOSEP FITA
24/10/2012 00:10Actualizado a24/10/2012 09:21
¿Dónde reside la inteligencia? Esta es, sin duda, la pregunta del millón. A lo largo de la historia de la humanidad infinidad de investigadores han tratado de dar respuesta a esta incógnita sin, lamentablemente, demasiado éxito. Tampoco se ha encontrado una respuesta satisfactoria a lo que origina que una persona sea más inteligente que otra. Algunos científicos pensaban que el tamaño de ciertas áreas del cerebro (incluso el de dicho órgano) era la solución a la ecuación; otros, sin embargo, creían que la clave radicaba en el número de neuronas. Y así hasta el infinito.

A día de hoy, parece que está claro que ni una cosa ni la otra, en esencia, explicarían el origen de la inteligencia del ser humano. Durante mucho tiempo se intentó categorizar: ‘tener más neuronas es mejor’, ‘tener más conexiones es mejor’… Pero, posteriormente, se ha demostrado, por ejemplo, que el cerebro de Einstein, al menos lo poco que se sabe de él, no tenía más neuronas que los demás.
“De hecho, algunos trabajos mostraron que tenía menos neuronas que células gliales [éstas se ubican alrededor de las neuronas proporcionándoles soporte estructural y metabólico] en algunas regiones de la corteza cerebral comparado con personas normales. En términos cuantitativos, es muy difícil establecer una causa-consecuencia en número de neuronas, conexiones…”, explica a LaVanguardia.com Mara Dierssen, neurobióloga del Centro de Regulación Genómica de Barcelona (CRG).

Para empezar, ya plantea serias dificultades encontrar una definición de inteligencia que se ajuste al término en toda su amplitud. Si tomamos la definición del diccionario, la inteligencia vendría a ser la capacidad de entender, asimilar, y elaborar la información y utilizarla para resolver problemas. “En realidad, es como no decir nada”, señala Dierssen, “porque esa definición está compuesta de muchas funciones subyacentes: la memoria, la capacidad de abstracción, la capacidad de síntesis, etc.”.

El concepto, incluso, tiene una vertiente cultural innegable, lo que vendría a complicar más la cuestión en lo referente a definir el fenómeno con exactitud. “Para una persona que viva en un lugar remoto del planeta, quizás su inteligencia consista en saber cazar bien; pero esto, para un occidental, es algo bastante irrelevante”,.

Lo que parece encontrar cierto consenso entre los científicos es que ahora, más que de inteligencia, se debe hablar de inteligencias múltiples. “Esta teoría viene a decir que cada proceso puede ser diferente, puede estar sujeto a una variabilidad individual que seguramente depende de una variabilidad genómica”, recuerda Dierssen. Eso significa que hay personas que, por ejemplo, pueden ser más hábiles para escribir, pero puede haber otras con más aptitudes para la música, o para la pintura, o para la arquitectura…

Para ejecutar dichas tareas, además, entrarían en funcionamiento no una, sino varias áreas cerebrales casi al unísono. “La inteligencia no reside en una parte concreta de nuestro cerebro, sino que es una función que requiere de una abstracción bastante general. “Para tareas creativas, reclutamos un número muy elevado de áreas. Para los modelos de alteraciones cognitivas, las regiones estrella de nuestros estudios son el hipocampo y la corteza cerebral. Aunque cuando realizamos una tarea compleja, se requiere de la participación de muchas más regiones.

“Cuando hablamos de tareas concretas (atención visual, memoria, toma de decisiones) sabemos, a través de infinidad de trabajos realizados, que éstas van asociadas a la actividad de ciertas áreas del cerebro, de una red neuronal”, recuerda el director del Centro Cognición y Cerebro de la UPF. “Y esto pasa tanto en animales como en humanos. Dependiendo de la tarea, se activan redes totalmente diferentes a lo largo de todo el cerebro. Si son tareas de memoria se activa, generalmente, la parte frontal; si son tareas más visuales sería la parte posterior visual; si son de toma de decisiones suelen ser áreas más frontoparietales”, yo no sé cómo se eriza el turno parte está poniendo guarida de conocer el tiempo en parís, y que al grupo de ganó que se han uno llega a en el siglo noveno mar de los quiero amar sino que había pasado en el uno Blackburn o el umbral de nivel del mar negro y la causa Gray suelen graciosa por qué guapa y el dolor o dolor libro tenido ordenado en cada una de
¿Qué determina que una persona sea más inteligente que otra?
Sabemos que, hay unas vías intracelulares, redes moleculares, que cuando se activan producen una mejor consolidación de la información”, “Y de hecho se han creado ratones más inteligentes capaces de resolver mejor los laberintos”,.
Lss funciones cognitivas específicas suelen ser más relevantes en unas personas que en otras porque, esta persona tiene mejor atención visual que otra; por qué una persona tiene mejor memoria a corto plazo que otra; por qué una persona hace mejor una tarea de toma de decisiones que otra…) en general se pueden correlacionar con la actividad cerebral”, producida por la estructura cerebral subyacente. Es decir, ya sea por cuestiones genéticas o de entrenamiento, una persona ha podido desarrollar más una red, y las conexiones de dentro de dicha red, que otro individuo.

Es verdad que parte de las capacidades que posee un individuo vienen marcadas por los genes heredados. Pero no hay que menospreciar, ni mucho menos, lo que la inteligencia de una persona puede avanzar gracias al entrenamiento. El cerebro, y en concreto la corteza cerebral, está prácticamente por desarrollar cuando nacemos. Su desarrollo definitivo se va gestando gracias a los estímulos y la información que una persona va recibiendo paulatinamente del entorno. Es lo que los científicos identifican con el nombre de dependiente de actividad.

“Según la información que introduzcas en el sistema, éste modifica incluso su estructura. Cada vez que aprendemos algo , nuestro cambia su mapa de conexiones’. A la ejecución de este cambio se la llama plasticidad neuronal. Y y se puede favorecer mediante el entrenamiento.

Lo cual querría decir que no somos esclavos de la herencia genética que hayamos recibido. Pero tampoco quiere decir que nos beneficiemos de los genes heredados.
La influencia genética sobre las capacidades cognitivas no suele ser global, salvo en el caso de la discapacidad intelectual, e incluso en esos casos es más pronunciada en algunos dominios cognitivos. “De igual manera, la ventaja genética suele estar concentrada en un determinado dominio cognitivo. Hay gente que tiene muy buena memoria, hay gente que tiene muy buena capacidad de abstracción. Cada uno tiene sus habilidades, sus dominios de competencia.

Teniendo en cuenta que ahora hablamos más de inteligencias múltiples que no de un concepto global del término, quizás las herramientas convencionales de medición del intelecto de una persona no tengan actualmente mucha razón de ser. “El problema que presentan los test psicométricos para medir el coeficiente intelectual, o incluso algunos test neuropsicológicos, es que se basan en medidas excesivamente sustentadas en conocimiento adquirido.
Las personas con discapacidad intelectual, aunque tengan sus capacidades intelectuales muy bien conservadas, con frecuencia no son capaces de mostrarlo en los test porque éstos son demasiado dependientes del lenguaje, que es justamente el dominio que tienen menos desarrollado”,
Lo que más usan los científicos en la actualidad son baterías de pruebas neuropsicológicas que tienen como objetivo evitar o sortear esos elementos de confusión.

Los avances en el campo de la neurobiología permiten a los científicos estar cada día más cerca de obtener una respuesta definitiva a la pregunta: ¿dónde reside la inteligencia? Sabemos que parte es heredada, que parte viene dada por el entrenamiento del individuo y que, quizás, ciertas redes moleculares, tengan también algo que decir. Podríamos atrevernos a decir que la cuenta atrás para la detección definitiva del origen de la inteligencia humana ya ha empezado.
. “Y esto pasa tanto en animales como en humanos. Dependiendo de la tarea, se activan redes totalmente diferentes a lo largo de todo el cerebro. Si son tareas de memoria se activa, generalmente, la parte frontal; si son tareas más visuales sería la parte posterior visual; si son de toma de decisiones suelen ser áreas más frontoparietales. Pero lo que determina que una persona sea más inteligente que otra , la ciencia, de hoy, no tiene una respuesta clara al respecto. Lo que sí tiene son pistas. “En nuestros estudios, no sabemos qué hace a un ratón mejor. Sabemos que, a lo mejor, hay unas vías intracelulares, redes moleculares, que cuando se activan producen una mejor consolidación de la información”,. “Y de hecho se han creado ratones más inteligentes capaces de resolver mejor los laberintos”.
.
En general, se puede correlacionar la actividad cerebral con la estructura subyacente. Es decir, ya sea por cuestiones genéticas o de entrenamiento, una persona ha podido desarrollar más una red, y las conexiones de dentro de dicha red, que otro individuo”,
Es verdad que parte de las capacidades que posee un individuo vienen marcadas por los genes heredados. Pero también una persona puede avanzar gracias al entrenamiento. El cerebro, y en concreto la corteza cerebral, está prácticamente por desarrollar cuando nacemos. Su desarrollo definitivo se va gestando gracias a los estímulos y la información que una persona va recibiendo paulatinamente del entorno. Es lo que los científicos identifican con el nombre de dependiente de actividad.

“La Dr.ª, Dierssen. afirmó con pocas dudas, que cada vez que aprendemos modificados muestra estructura cerebral

Tiene sentido cuantificar la inteligencia?

Teniendo en cuenta que ahora hablamos más de inteligencias múltiples que no de un concepto global del término, quizás las herramientas convencionales de medición del intelecto de una persona no tengan actualmente mucha razón de ser. “El problema que presentan los test psicométricos para medir el coeficiente intelectual, o incluso algunos test neuropsicológicos, es que se basan en medidas excesivamente sustentadas en conocimiento adquirido”.
“En los pacientes con discapacidad intelectual, aunque en personas con los dominios cognitivos muy bien conservados, no son capaces de mostrarlo en los test porque éstos son demasiado dependientes del lenguaje, que es justamente el dominio que tienen menos desarrollado “.

Lo que más usan los científicos en la actualidad son baterías de pruebas neuropsicológicas que tienen como objetivo evitar o sortear esos elementos de confusión.

Lo que parece evidente es que, cada vez más, los avances en el campo de la neurobiología permiten a los científicos estar cada día más cerca de obtener una respuesta definitiva a la pregunta: ¿dónde reside la inteligencia? Sabemos que parte es heredada, que parte viene dada por el entrenamiento del individuo y que, quizás, ciertas redes moleculares, como apuntaba Mara Dierssen, tengan también algo que decir. Lo que sí parece claro es que la cuenta atrás para la detección definitiva del origen de la inteligencia humana ya ha empezado.
La percepción e interpretación de lo que nos rodea ha sido la justificación o el referente para múltiples y equivocadas creencias o juicios que se emiten de los objetos, personas, o seres vivos que por su tamaño color textura, olor etc. no entran en los cánones de lo socialmente pertinente, o que esta fuera de las creencias de una comunidad, privilegiando un juicio equivocado sumando en ocasiones el aval de personajes considerados con autoridad moral o científica. Como el ilustre botánico y naturalista del siglo XVIII el conde de Buffon fue el autor de la obra “Historia Natural” asocia la condición climática de América al tamaño “reducido” de especies animales, ya que expresaba que la condición menos fuerte y generosa de la tierra de América propiciaba: “No solo especies que existen en pequeño número, sino que en general todos los animales allí son incomparablemente menores que aquellos del antiguo continente, y que no hay ninguno de ellos en América que se pueda comparar al elefante, al rinoceronte, al hipopótamo, al dromedario, a la jirafa, al búfalo, al león, al tigre, etc.”

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Otro ilustre científico Pierre Paul Broca quien estudió con dedicación el cerebro, descubrió uno de los principios más notables de su funcionamiento vinculados a la comunicación verbal que se realiza con el hemisferio izquierdo y actividades que realizan los hemisferios cerebrales, así por sus investigaciones sobre el lóbulo frontal izquierdo de la corteza cerebral se le conoce como área de Broca. Sin embargo una de sus creencias fue la importancia del tamaño del cerebro y su relación con la inteligencia humana. Para estudiarlo formó una importante colección de cerebros debidamente conservados en múltiples frascos que se encuentran en una sala del museo de L´Homme en París, entre las diferencias que pretendía encontrar era la superioridad de los hombres frente a las mujeres, y la de los blancos frente a las demás razas. Los estudios de la Universidad de Pennsylvania y otras instituciones prestigiadas han demostrado que el tamaño del cerebro no importa sino su contenido es decir la presencia de materia blanca y gris que permite diferentes habilidades. Los necesarios estudios sobre el cerebro son tan importantes como el remitir a evidencias científicas muchas de nuestras creencias empíricas.

Es un tema sobre el que aún no hay un consenso científico al 100%, pero los datos señalan que no hay una relación directa entre el tamaño del cerebro y la inteligencia. Ni siquiera entre el tamaño relativo del cerebro respecto al resto del cuerpo.

El funcionamiento del cerebro sigue siendo uno de los sistemas más complejos del universo. Y comprenderlo en su totalidad continúa siendo una tarea imposible, aunque es evidente que existen ya muchas razones científicas que nos acercan a comprender mejor cómo actúa este órgano, que es el eje central de nuestro sistema nervioso.
Una de las premisas de las que se había partido, con controversia incluida, era la relación entre capacidad intelectual y tamaño del cerebro. De nuevo un estudio realizado por la Universidad de Viena, y publicado en Neuroscience & Biobahavioral Reviews, reveló que tener un cerebro más grande no implica una mayor inteligencia, ya que depende de otros factores decisivos, como la conexión óptima entre la materia blanca y la materia gris. Y aunque si bien es cierto que durante el pasado siglo, gracias a múltiples factores como la mejora del perfil nutricional, el tamaño del cerebro ha aumentado tanto en hombres como en mujeres no hay una correlación simple entre estos dos factores, tal y como afirmó el neurocientífico Karl Zilles en el último simposio sobre neurociencia. Eso sí, el especialista también apuntó que las probabilidad de que las personas con un cerebro mayor sean más inteligentes es mayor que las que cuentan con un cerebro de menor tamaño.
El desarrollo del cerebro sucede desde la formación del feto hasta bien entrada la adolescencia, transcurso en el que varias funciones cerebrales llegan a su pico de desarrollo, cada una con su periodo particular de duración.
Las funciones cerebrales se desarrollan con cierta independencia unas de otras pero al mismo tiempo en conjunción.
La función cognitiva, centrada en la visión y la audición, presenta un crecimiento acelerado, comenzando desde antes del nacimiento y llegando a su punto más alto a los pocos meses de nacer. Las capacidades relacionadas con el lenguaje llegan a su pico de desarrollo a los 9 meses y continúan desarrollándose hasta los 4 años. En cambio, el desarrollo completo de las funciones cognitivas superiores, como la atención, la memoria o el pensamiento consciente, puede prolongarse hasta bien entrada la adolescencia.
Los primeros años de vida son clave en el desarrollo de un niño, por ello su alimentación, es fundamental ya que un déficit nutricional podría desencadenar ciertos problemas de desarrollo, también a nivel de cerebral.
Algunos autores en España comunican que, nuestros niños presentan carencias en nutrientes claves para su desarrollo durante los primeros años de vida, como el omega-3, yodo, hierro o vitamina D.
Pero todo esto deja de ser problemático y tan dudoso como el resto de los factores que tenemos en cuenta. Para solventarlo, debemos intentar mejorar la dieta de los niños, tratando de aumentar el consumo de alimentos ricos en omega-3, como el pescado azul.
Hoy día existen también otras alternativas que pueden ser de utilidad, como las leches enriquecidas en omega-3, además de vitaminas (vitamina D, vitaminas del grupo B, etc…) y minerales (calcio, hierro, etc…) que también son importantes para el crecimiento y desarrollo del niño.
Para entender hasta qué punto una ingesta adecuada puede influir en el desarrollo del cerebro durante los primeros años de vida los investigadores están analizando el impacto del consumo de un nivel de omega-3 DHA adecuado, el ácido graso más abundante en el cerebro. Las evidencias científicas muestran que es clave para el desarrollo del cerebro y de la función visual durante los primeros años de vida. Además hay resultados prometedores sobre el impacto del omega-3 DHA en el desarrollo cognitivo. Aunque los resultados son todavía controvertidos este ácido graso podría ayudar a mejorar la inteligencia no verbal, la ortografía y lectura, la comprensión oral ola memoria. Además, hay algunos estudios que apuntan que también podría tener consecuencias positivas a nivel de desarrollo social y emocional.
Por lo tanto, llegar a los niveles adecuados tanto de omega-3 DHA, como de otros nutrientes como el hierro (con influencia probada en el desarrollo de las funciones cognitivas) es vital para una correcta formación, estructura y funcionamiento del cerebro.
Dada la publicidad que en nuestros días tienen los factores externos, es necesario ser cuidadosos a la hora de dogmatizar ciertas afirmaciones. Lo que si es cierto, es que el patron de enfermedades ha cambiado desde la revolución industrial y que factores microbianos, cambio de la microbiota y factores tóxicos y ambientales, que actúan conjuntamente son fundamentales en maduración del sistema nerviosos y de nuestra biología en general. Y antes de afirmar un axioma, hay que repensarlo, y someterlo a otros criterios y metaanálisis.

¿Dónde reside la inteligencia?. A lo largo de la historia de la humanidad infinidad de investigadores han tratado de dar respuesta a esta incógnita sin, lamentablemente, demasiado éxito. Tampoco se ha encontrado una respuesta satisfactoria a lo que origina que una persona sea más inteligente que otra. Algunos científicos pensaban que el tamaño de ciertas áreas del cerebro (incluso el de dicho órgano) era la solución a la ecuación; otros, sin embargo, creían que la clave radicaba en el número de neuronas.
En la actualidad, parece que está claro que ni una cosa ni la otra, en esencia, explicarían el origen de la inteligencia del ser humano. Durante mucho tiempo se intentó categorizar: ‘tener más neuronas es mejor’, ‘tener más conexiones es mejor’… Pero, posteriormente, se ha demostrado, por ejemplo, que el cerebro de Einstein, al menos lo poco que se sabe de él, no tenía más neuronas que los demás.
“De hecho, algunos trabajos mostraron que tenía una mayor proporción de glía por neurona que en los individuos normales . La glía se ubica alrededor de las neuronas proporcionándoles soporte estructural y metabólico y el cerebro de Einstein en algunas regiones de la corteza cerebral tenía una mayor proporción de glial por neurona que el resto de las personas normales. En términos cuantitativos, es muy difícil establecer una causa-consecuencia en número de conexiones neuronales …”,).
Para empezar, ya plantea serias dificultades encontrar una definición de inteligencia que se ajuste al término en toda su amplitud. Si tomamos la definición del diccionario, la inteligencia vendría a ser la capacidad de entender, asimilar, y elaborar la información y utilizarla para resolver problemas. “En realidad, es como no decir nada”, señala Dierssen, “porque esa definición está compuesta de muchas funciones subyacentes: la memoria, la capacidad de abstracción, la capacidad de síntesis, etc.”.

El concepto, incluso, tiene una vertiente cultural innegable, lo que vendría a complicar más la cuestión en lo referente a definir el fenómeno con exactitud. Los científicos, hablan de inteligencias múltiples. “Esta teoría viene a decir que cada proceso puede ser diferente, puede estar sujeto a una variabilidad individual que seguramente depende de una variabilidad genómica”, recuerda Dierssen. Eso significa que hay personas que, por ejemplo, pueden ser más hábiles para escribir, pero puede haber otras con más aptitudes para la música, o para la pintura, o para la arquitectura…

Para ejecutar dichas tareas, además, entrarían en funcionamiento no una, sino varias áreas cerebrales casi al unísono. “La inteligencia no reside en una parte concreta de nuestro cerebro, sino que es una función que requiere de una abstracción bastante general”,. Para nosotros, por ejemplo, que trabajamos con modelos de alteraciones cognitivas, las regiones estrella de nuestros estudios son el hipocampo y la corteza cerebral. Eso no quiere decir que, cuando uno está realizando una tarea compleja, no requiera de la participación de muchas más regiones.

¿Dónde reside la inteligencia?
_“Cuando hablamos de tareas concretas (atención visual, memoria, toma de decisiones) sabemos, por múltiples trabajos realizados, que éstas van asociadas a la actividad de ciertas áreas del cerebro, de una red neuronal”,

Los avances en el campo de la _eurobiología permiten a los científicos estar cada día más cerca de obtener una respuesta definitiva
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El cerebro humano todavía sigue siendo una gran incógnita (Propias)
JOSEP FITA
24/10/2012 00:10Actualizado a24/10/2012 09:21
¿Dónde reside la inteligencia? Esta es, sin duda, la pregunta del millón. A lo largo de la historia de la humanidad infinidad de investigadores han tratado de dar respuesta a esta incógnita sin, lamentablemente, demasiado éxito. Tampoco se ha encontrado una respuesta satisfactoria a lo que origina que una persona sea más inteligente que otra. Algunos científicos pensaban que el tamaño de ciertas áreas del cerebro (incluso el de dicho órgano) era la solución a la ecuación; otros, sin embargo, creían que la clave radicaba en el número de neuronas. Y así hasta el infinito.

A día de hoy, parece que está claro que ni una cosa ni la otra, en esencia, explicarían el origen de la inteligencia del ser humano. Durante mucho tiempo se intentó categorizar: ‘tener más neuronas es mejor’, ‘tener más conexiones es mejor’… Pero, posteriormente, se ha demostrado, por ejemplo, que el cerebro de Einstein, al menos lo poco que se sabe de él, no tenía más neuronas que los demás.
“De hecho, algunos trabajos mostraron que tenía menos neuronas que células gliales [éstas se ubican alrededor de las neuronas proporcionándoles soporte estructural y metabólico] en algunas regiones de la corteza cerebral comparado con personas normales. En términos cuantitativos, es muy difícil establecer una causa-consecuencia en número de neuronas, conexiones…”, explica a LaVanguardia.com Mara Dierssen, neurobióloga del Centro de Regulación Genómica de Barcelona (CRG).

Para empezar, ya plantea serias dificultades encontrar una definición de inteligencia que se ajuste al término en toda su amplitud. Si tomamos la definición del diccionario, la inteligencia vendría a ser la capacidad de entender, asimilar, y elaborar la información y utilizarla para resolver problemas. “En realidad, es como no decir nada”, señala Dierssen, “porque esa definición está compuesta de muchas funciones subyacentes: la memoria, la capacidad de abstracción, la capacidad de síntesis, etc.”.

El concepto, incluso, tiene una vertiente cultural innegable, lo que vendría a complicar más la cuestión en lo referente a definir el fenómeno con exactitud. “Para una persona que viva en un lugar remoto del planeta, quizás su inteligencia consista en saber cazar bien; pero esto, para un occidental, es algo bastante irrelevante”,.

Lo que parece encontrar cierto consenso entre los científicos es que ahora, más que de inteligencia, se debe hablar de inteligencias múltiples. “Esta teoría viene a decir que cada proceso puede ser diferente, puede estar sujeto a una variabilidad individual que seguramente depende de una variabilidad genómica”, recuerda Dierssen. Eso significa que hay personas que, por ejemplo, pueden ser más hábiles para escribir, pero puede haber otras con más aptitudes para la música, o para la pintura, o para la arquitectura…

Para ejecutar dichas tareas, además, entrarían en funcionamiento no una, sino varias áreas cerebrales casi al unísono. “La inteligencia no reside en una parte concreta de nuestro cerebro, sino que es una función que requiere de una abstracción bastante general. “Para tareas creativas, reclutamos un número muy elevado de áreas. Para los modelos de alteraciones cognitivas, las regiones estrella de nuestros estudios son el hipocampo y la corteza cerebral. Aunque cuando realizamos una tarea compleja, se requiere de la participación de muchas más regiones.

“Cuando hablamos de tareas concretas (atención visual, memoria, toma de decisiones) sabemos, a través de infinidad de trabajos realizados, que éstas van asociadas a la actividad de ciertas áreas del cerebro, de una red neuronal”, recuerda el director del Centro Cognición y Cerebro de la UPF. “Y esto pasa tanto en animales como en humanos. Dependiendo de la tarea, se activan redes totalmente diferentes a lo largo de todo el cerebro. Si son tareas de memoria se activa, generalmente, la parte frontal; si son tareas más visuales sería la parte posterior visual; si son de toma de decisiones suelen ser áreas más frontoparietales”, yo no sé cómo se eriza el turno parte está poniendo guarida de conocer el tiempo en parís, y que al grupo de ganó que se han uno llega a en el siglo noveno mar de los quiero amar sino que había pasado en el uno Blackburn o el umbral de nivel del mar negro y la causa Gray suelen graciosa por qué guapa y el dolor o dolor libro tenido ordenado en cada una de
¿Qué determina que una persona sea más inteligente que otra?
Sabemos que, hay unas vías intracelulares, redes moleculares, que cuando se activan producen una mejor consolidación de la información”, “Y de hecho se han creado ratones más inteligentes capaces de resolver mejor los laberintos”,.
Lss funciones cognitivas específicas suelen ser más relevantes en unas personas que en otras porque, esta persona tiene mejor atención visual que otra; por qué una persona tiene mejor memoria a corto plazo que otra; por qué una persona hace mejor una tarea de toma de decisiones que otra…) en general se pueden correlacionar con la actividad cerebral”, producida por la estructura cerebral subyacente. Es decir, ya sea por cuestiones genéticas o de entrenamiento, una persona ha podido desarrollar más una red, y las conexiones de dentro de dicha red, que otro individuo.

Es verdad que parte de las capacidades que posee un individuo vienen marcadas por los genes heredados. Pero no hay que menospreciar, ni mucho menos, lo que la inteligencia de una persona puede avanzar gracias al entrenamiento. El cerebro, y en concreto la corteza cerebral, está prácticamente por desarrollar cuando nacemos. Su desarrollo definitivo se va gestando gracias a los estímulos y la información que una persona va recibiendo paulatinamente del entorno. Es lo que los científicos identifican con el nombre de dependiente de actividad.

“Según la información que introduzcas en el sistema, éste modifica incluso su estructura. Cada vez que aprendemos algo , nuestro cambia su mapa de conexiones’. A la ejecución de este cambio se la llama plasticidad neuronal. Y y se puede favorecer mediante el entrenamiento.

Lo cual querría decir que no somos esclavos de la herencia genética que hayamos recibido. Pero tampoco quiere decir que nos beneficiemos de los genes heredados.
La influencia genética sobre las capacidades cognitivas no suele ser global, salvo en el caso de la discapacidad intelectual, e incluso en esos casos es más pronunciada en algunos dominios cognitivos. “De igual manera, la ventaja genética suele estar concentrada en un determinado dominio cognitivo. Hay gente que tiene muy buena memoria, hay gente que tiene muy buena capacidad de abstracción. Cada uno tiene sus habilidades, sus dominios de competencia.

Teniendo en cuenta que ahora hablamos más de inteligencias múltiples que no de un concepto global del término, quizás las herramientas convencionales de medición del intelecto de una persona no tengan actualmente mucha razón de ser. “El problema que presentan los test psicométricos para medir el coeficiente intelectual, o incluso algunos test neuropsicológicos, es que se basan en medidas excesivamente sustentadas en conocimiento adquirido.
Las personas con discapacidad intelectual, aunque tengan sus capacidades intelectuales muy bien conservadas, con frecuencia no son capaces de mostrarlo en los test porque éstos son demasiado dependientes del lenguaje, que es justamente el dominio que tienen menos desarrollado”,
Lo que más usan los científicos en la actualidad son baterías de pruebas neuropsicológicas que tienen como objetivo evitar o sortear esos elementos de confusión.

Los avances en el campo de la neurobiología permiten a los científicos estar cada día más cerca de obtener una respuesta definitiva a la pregunta: ¿dónde reside la inteligencia? Sabemos que parte es heredada, que parte viene dada por el entrenamiento del individuo y que, quizás, ciertas redes moleculares, , tengan también algo que decir. Podríamos atrevernos a decir que la cuenta atrás para la detección definitiva del origen de la inteligencia humana ya ha empezado.
. “Y esto pasa tanto en animales como en humanos. Dependiendo de la tarea, se activan redes totalmente diferentes a lo largo de todo el cerebro. Si son tareas de memoria se activa, generalmente, la parte frontal; si son tareas más visuales sería la parte posterior visual; si son de toma de decisiones suelen ser áreas más frontoparietales. Pero lo que determina que una persona sea más inteligente que otra , la ciencia, de hoy, no tiene una respuesta clara al respecto. Lo que sí tiene son pistas. “En nuestros estudios, no sabemos qué hace a un ratón mejor. Sabemos que, a lo mejor, hay unas vías intracelulares, redes moleculares, que cuando se activan producen una mejor consolidación de la información”,. “Y de hecho se han creado ratones más inteligentes capaces de resolver mejor laberintos”, añade la neurobióloga del CRG Mara Dierssen
En general, se puede correlacionar la actividad cerebral con la estructura subyacente. Es decir, ya sea por cuestiones genéticas o de entrenamiento, una persona ha podido desarrollar más una red, y las conexiones de dentro de dicha red, que otro individuo”,
Es verdad que parte de las capacidades que posee un individuo vienen marcadas por los genes heredados. Pero también una persona puede avanzar gracias al entrenamiento. El cerebro, y en concreto la corteza cerebral, está prácticamente por desarrollar cuando nacemos. Su desarrollo definitivo se va gestando gracias a los estímulos y la información que una persona va recibiendo paulatinamente del entorno. Es lo que los científicos identifican con el nombre de dependiente de actividad.

“La Dr.ª, la Dierssen. afirmó con pocas dudas es que cada vez que aprendemos modificados muestra estructura cerebral

Eso quiere decir que uno no está sentenciado (hablamos de casos que no sean extremos) por la herencia genética que haya recibido. Ni al contrario: uno no se tiene que sentir un privilegiado, en toda la extensión de la palabra, por los genes heredados.
Tiene sentido cuantificar la inteligencia?

Teniendo en cuenta que ahora hablamos más de inteligencias múltiples que no de un concepto global del término, quizás las herramientas convencionales de medición del intelecto de una persona no tengan actualmente mucha razón de ser. “El problema que presentan los test psicométricos para medir el coeficiente intelectual, o incluso algunos test neuropsicológicos, es que se basan en medidas excesivamente sustentadas en conocimiento adquirido”.
“En los pacientes con discapacidad intelectual, aunque estamos con personas con los dominios cognitivos muy bien conservados, pero que no son capaces de mostrarlo en los test porque éstos son demasiado dependientes del lenguaje, que es justamente el dominio que tienen menos desarrollado”, concluye.

Lo que más usan los científicos en la actualidad son baterías de pruebas neuropsicológicas que tienen como objetivo evitar o sortear esos elementos de confusión.

La respuesta definitiva, más cerca

Lo que parece evidente es que, cada vez más, los avances en el campo de la neurobiología permiten a los científicos estar cada día más cerca de obtener una respuesta definitiva a la pregunta: ¿dónde reside la inteligencia? Sabemos que parte es heredada, que parte viene dada por el entrenamiento del individuo y que, quizás, ciertas redes moleculares, como apuntaba Mara Dierssen, tengan también algo que decir. Lo que sí parece claro es que la cuenta atrás para la detección definitiva del origen de la inteligencia humana ya ha empezado.
La percepción e interpretación de lo que nos rodea ha sido la justificación o el referente para múltiples y equivocadas creencias o juicios que se emiten de los objetos, personas, o seres vivos que por su tamaño color textura, olor etc. no entran en los cánones de lo socialmente pertinente, o que esta fuera de las creencias de una comunidad, privilegiando un juicio equivocado sumando en ocasiones el aval de personajes considerados con autoridad moral o científica. Como el ilustre botánico y naturalista del siglo XVIII el conde de Buffon fue el autor de la obra “Historia Natural” asocia la condición climática de América al tamaño “reducido” de especies animales, ya que expresaba que la condición menos fuerte y generosa de la tierra de América propiciaba: “No solo especies que existen en pequeño número, sino que en general todos los animales allí son incomparablemente menores que aquellos del antiguo continente, y que no hay ninguno de ellos en América que se pueda comparar al elefante, al rinoceronte, al hipopótamo, al dromedario, a la jirafa, al búfalo, al león, al tigre, etc.”
Otro ilustre científico Pierre Paul Broca quien estudió con dedicación el cerebro, descubrió uno de los principios más notables de su funcionamiento vinculados a la comunicación verbal que se realiza con el hemisferio izquierdo y actividades que realizan los hemisferios cerebrales, así por sus investigaciones sobre el lóbulo frontal izquierdo de la corteza cerebral se le conoce como área de Broca. Sin embargo una de sus creencias fue la importancia del tamaño del cerebro y su relación con la inteligencia humana. Para estudiarlo formó una importante colección de cerebros debidamente conservados en múltiples frascos que se encuentran en una sala del museo de L´Homme en París, entre las diferencias que pretendía encontrar era la superioridad de los hombres frente a las mujeres, y la de los blancos frente a las demás razas. Los estudios de la Universidad de Pennsylvania y otras instituciones prestigiadas han demostrado que el tamaño del cerebro no importa sino su contenido es decir la presencia de materia blanca y gris que permite diferentes habilidades. Los necesarios estudios sobre el cerebro son tan importantes como el remitir a evidencias científicas muchas de nuestras creencias empíricas.
Es un tema sobre el que aún no hay un consenso científico al 100%, pero los datos señalan que no hay una relación directa entre el tamaño del cerebro y la inteligencia. Ni siquiera entre el tamaño relativo del cerebro respecto al resto del cuerpo.
Biografía,
El cerebro humano todavía sigue siendo una gran incógnita

“¿CÓMO PUEDES SABERLO SI NO LO VES?” Daniel Amen

“¿CÓMO PUEDES SABERLO SI NO LO VES?”

Daniel Amen es un psiquiatra obsesionado con la imagen. El título de este trabajo ya es significativo, si no lo ves cómo lo sabes. Evidentemente la mayoría de los especialistas médicos usa la imagen como dato imprescindible para el diagnóstico. Pero el investigador de la medicina, así como otros investigadores se tropieza múltiples veces, el binomio formas función. En concreto el cerebro de una formalidad extraordinaria tiene muchas dificultades a la hora de su deducir su función y determinadas alteraciones de la forma no permiten deducir con claridad que alteración produce en la función y sobre todo cuando esta función alterada es de tipo superior. Tomar decisiones, imaginar, suponer, y no digamos de tipo espiritual.
Porque el cerebro tiene todas estas capacidades, desde un automatismo hasta componer una partitura.
De forma y como siempre puedo entender que Daniel Amen, pueda encontrar alteraciones en las pruebas de imágenes que practica a sus lesionados enfermos,
No obstante creo imprescindible la imagen y también recomendar fuertemente prudencia a la hora de emitir un diagnóstico.
Pasó describir una publicaciones sobre imágenes cerebrales de SPEC y enfermedades.
Los cardiólogos miran, los neurólogos miran, los ortopedistas miran, todos los especialistas miran… Los psiquiatras adivinan”. Así resume el estadounidense Daniel Amen la que ha sido durante décadas su obsesión. El popular psiquiatra propietario de seis clínicas repartidas por toda Norteamérica lleva desde finales de los 80 tratando de revolucionar la detección y el tratamiento de las enfermedades mentales. Todo, a golpe de imágenes de nuestro cerebro.
De hecho, el autor del recientemente publicado ‘The Brain Warrior’s Way’, un libro en el que vincula ciertos hábitos saludables con un buen estado de nuestro cerebro, ha logrado todo un hito: tal y como anunció en una charla para los trabajadores de Google a comienzos de este 2017, su equipo ha logrado crear una base de datos de 125.000 escáneres cerebrales de pacientes de más de 100 países.
Con esa ingente cantidad de imágenes, Amen pretende cambiar por completo la forma en que ha funcionado históricamente la psiquiatría. “Desde el enfoque actual (diagnosticar en base a un grupo de síntomas, que es lo mismo que se hacía cuando Lincoln tenía depresión) a la utilización de neuroimágenes para mejorar los tratamientos y los resultados para las personas que sufren”, asegura.
La obstinación de Amen ya ha dado algunos frutos. La base de datos creada a partir de escáneres de los cerebros de sus pacientes, con financiación de la Seeds Foundation de Hong Kong y la colaboración de la doctora en neurociencia Kristen Willeumier, puede ser consultada por otros especialistas y ya dado lugar a decenas de estudios. Investigaciones que vendrían a demostrar que las imágenes del cerebro aportan información valiosa para la detección y el tratamiento de enfermedades mentales.
Uno de esos trabajos ha demostrado que los trastornos sufridos por jugadores de fútbol americano tras recibir un golpe dependen en cierta medida de la posición que ocupan en el terreno de juego durante los partidos. Otro estudio determina las diferencias visuales que hay entre las neuroimágenes de pacientes con depresión que reaccionan de forma positiva a su tratamiento y aquellos otros que no lo hacen.
Según el propio Amen, basarse en imágenes para diagnosticar y tratar a los pacientes puede evitar que se cometan errores catastróficos. “Siempre sentía que estaba tirando dardos a oscuras hacia mis pacientes”, cuenta. Por ejemplo, explica que en distintos casos de la misma enfermedad, el motivo cerebral puede ser distinto. “De esta forma, ¿cómo saber qué hacer a menos que mires?”, se pregunta.
Para él, las reglas del juego cambiaron en los primeros compases de la década de los 90, cuando conoció las imágenes SPECT (siglas en inglés de Tomografía Computarizada de Emisión Monofotónica). “SPECT nos dice básicamente tres cosas sobre el cerebro: si hay una buena actividad, muy poca o sea ojo poca de o demasiada”, resume Amen. No en vano, aporta información sobre el flujo de sangre en el órgano y la actividad cerebral. Todo, en imágenes.
Marihuana y déficit de atención
Los estudios que han sacado partido de la base de datos de Amen son muy diversos. Además de los ya mencionados, otro relaciona los trastornos alimenticios con un exceso de actividad en el lóbulo frontal del cerebro y hay uno que vincula el déficit de atención con la falta de flujo sanguíneo en varias partes del órgano pensante.
Sin embargo, uno de los más polémicos trabajos que han partido de los escáneres recopilados por el psiquiatra tiene que ver con la marihuana. Según las imágenes SPECT analizadas, el consumo de esta sustancia disminuiría el flujo sanguíneo en ciertas partes del cerebro. De esta forma, prescribir medicamentos basados en cannabis a los pacientes de alzhéimer podría ser fatal. “Aquellos que utilizaron marihuana mostraron una significativa falta de flujo sanguíneo en el hipocampo derecho, el área del cerebro que ayuda a la formación de la memoria”, indica Amen.
Las claves de esta base de datos, por las que puede resultar fundamental para entender no pocas enfermedades, es su extensión y su variedad: más allá de su tamaño (esas 125.000 neuroimágenes corresponden a más 70.000 pacientes), cuenta con muestras de personas cuyas edades están comprendidas entre los 9 meses y los 101 años.
De hecho, el propio Amen va más aún más lejos y augura que su base de datos podría ser el germen de una lucha más eficiente contra el alzhéimer o, al menos, permitiría advertir su llegada lo antes posible. “Lo terrible del alzhéimer es que empieza en el cerebro décadas antes de que tengas cualquier síntoma”, argumenta.
El trabajo de Amen, sin embargo, no está exento de polémica. De hecho, ya desde sus inicios el estadounidense ha tenido que enfrentarse a las dudas de otros profesionales. Sin ir más lejos, los profesores que lo formaron como psiquiatra en Washington le explicaban que mirar el cerebro “no ayudaría” y que, además, no existían las herramientas necesarias.
Una vez que el SPECT llegó a su vida, Amen sigue siendo diana de múltiples críticas de otros psiquiatras que dudan del diagnóstico por imagen de ciertos trastornos mentales.

Este otro otro trabajo es exhaustivos pero es más de lo mismo, aunque el número de tomografía revisadas es muy superior
LA LECCIÓN MÁS IMPORTANTE DE 83 000 TOMOGRAFÍAS DE CEREBRO
| DANIEL AMEN |
En esta charla el Dr.Daniel Amen comparte las lecciones que junto a sus colegas han aprendido tras observar 83 000 tomografías cerebrales. Su amor por las imágenes médicas y la psiquiatría le ha llevado de «tirar dardos a ciegas» a ser capaz de abordar los problemas de los pacientes de manera personalizada e individual. Como dice Daniel «el tratamiento tiene que ser personalizado para un cerebro individual, y no para grupos de síntomas».

En esta charla, les voy a dar la lección más importante que mis compañeros y yo aprendimos
tras ver 83 000 tomografías de cerebro.
Pero primero, pondré esta lección en contexto.
Yo soy el mediano de siete hermanos. Desde niño, mi padre
me llamaba inconformista, lo cual no era algo bueno para él.

En 1972, recibí la llamada del ejército y me formaron como médico de infantería
donde nació mi amor por la medicina. Pero como no quería para nada
dormir en el lodo o que me disparasen, me formé de nuevo para ser técnico en radiología
y desarrollé mi pasión por las imágenes médicas.
Como decían nuestros profesores: «Ver para creer».
En 1979, cuando estaba
en segundo año de medicina, alguien de mi familia empezó a tener comportamientos suicidas
y la llevé a un psiquiatra maravilloso. Con el tiempo, me di cuenta de que si la ayudaba
no solo iba a salvar su vida, sino también iba a ayudar a sus hijos y a sus futuros nietos,
ya que iban a crecer con alguien más feliz y estable.
Me enamoré de la psiquiatría porque me di cuenta de que tenía la capacidad de cambiar generaciones.
En 1991, atendí a mi primera clase de tomografía cerebral con SPECT.
La tomografía SPECT es un estudio médico nuclear que analiza la actividad y el flujo sanguíneo,
analiza el funcionamiento del cerebro.
La SPECT se presentó como una herramienta para ayudar a los psiquiatras a obtener más información para ayudar a sus pacientes.
En esa clase, mis dos amores profesionales, las imágenes médicas y la psiquiatría, se juntaron, y francamente, revolucionaron mi vida.
Los siguientes 22 años, mis compañeros y yo construimos la mayor base de datos del mundo
de tomografías relacionados al comportamiento con pacientes de 93 países.
La tomografía SPECT nos dice tres cosas sobre el cerebro: buena actividad, muy poca, o mucha.
Aquí tienen la SPECT de cerebros sanos.
La imagen de la izquierda muestra la superficie del cerebro, y una tomografía sana muestra
una actividad homogénea.
El color no es importante. Lo importante es la forma.
En la imagen de la derecha, el rojo señala las áreas con mucha actividad, que en un cerebro sano se suelen encontrar en la parte trasera del cerebro.
Esto es un cerebro sano comparado con uno que ha tenido dos derrames.
Aquí se ven los huecos de actividad.
Así luce el Alzheimer donde la mitad anterior del cerebro se está deteriorando.
¿Sabían que el Alzheimer empieza en el cerebro entre 30 y 50 años antes
de que se muestre algún síntoma?
Esto es un cerebro con una lesión traumática.
El cerebro es blando y el cráneo es muy duro.
O el abuso de drogas.
Las drogas dañan el cerebro, por eso no deben consumirlas.

El trastorno obsesivo-compulsivo donde la parte posterior trabaja tanto
que no pueden dejar de pensar. Una epilepsia donde a menudo vemos partes con mayor actividad.
En 1992, fui a una conferencia sobre la SPECT cerebral.
Fue impresionante y reflejaba nuestras primeras experiencias con la SPECT.
Pero los investigadores empezaron a quejarse diciendo que los psiquiatras
no deberíamos hacer tomografías, que solamente eran para sus investigaciones.
Siendo inconformista y con mi experiencia clínica, pensé que era una estupidez.
Sin imágenes los psiquiatras hacían, y hacen, diagnósticos como en 1840,
en la época en la que Abraham Lincoln estaba depresivo, hablando con el paciente
y mirando grupos de síntomas.
La imagen nos mostraba que había un método mejor.
¿Sabían que los psiquiatras son los únicos especialistas que nunca ven el órgano
que están tratando?
Los cardiólogos, los neurólogos, los ortopedistas, cualquier otro especialista mira el órgano de manera virtual.
Los psiquiatras, no.
Antes de la imagen, era como tirar dardos a ciegas a mis pacientes y herir a alguno de ellos me aterrorizaba.
Hay razones para poner una advertencia en casi todos los fármacos psiquiátricos.
En la persona incorrecta podrían precipitar un desastre.
Al principio las imágenes nos enseñaron lecciones muy importantes.
Enfermedades como TDAH, ansiedad, depresión y adicción no son un simple desorden cerebral, hay muchos tipos diferentes. Por ejemplo, estos dos pacientes diagnosticados con una fuerte depresión, tenían los mismos síntomas, pero con cerebros totalmente distintos.
Uno tenía muy poca actividad cerebral, y el otro tenía mucha actividad.
¿Cómo vamos a saber qué hacer a menos que miremos sus cerebros?
El tratamiento tiene que ser personalizado para cada cerebro y no por grupos de síntomas.
La tomografía también nos enseñó que la lesión cerebral traumática leve es una de las enfermedades psiquiátricas que más vidas arruina. Y nadie lo sabía porque iban al psiquiatra
por problemas de temperamento, ansiedad, depresión e insomnio, y nunca miraban su cerebro, así es que nunca lo sabrían.
Este es la tomografía de un chico de 15 años que se cayó por las escaleras cuando tenía 3 años.
Aunque solo estuvo inconsciente unos minutos, el efecto permanente de la lesión no fue para nada leve. Cuando lo conocí con 15 años, le habían expulsado de su tercer programa
de rehabilitación por violencia. Necesitaba un programa de rehabilitación cerebral, y no más fármacos recetados a ciegas, o terapia de conducta que es bastante cruel, si lo piensan.
Ponerle en terapia de conducta cuando la conducta es una expresión del problema, no el problema en sí.
Se ha descubierto que los daños cerebrales no diagnosticados llevan a quedarse sin casa,
a las drogas, abuso de alcohol, depresión, ataques de pánico, TDAH y suicidio.
Nos encontramos al borde de un desastre con cientos y miles de soldados
que vuelven de Irak y Afganistán, y nadie va a comprobar el funcionamiento de su cerebro.
Cuánto más trabajábamos con SPECT más crecían las críticas, pero también lo hacían las lecciones. Jueces y abogados pedían nuestra ayuda para entender el comportamiento criminal.
Hemos escaneado unos 500 criminales, entre ellos 90 asesinos.
Nuestro trabajo nos enseñó que los que hacen cosas malas a menudo tienen cerebros problemáticos.
No fue ninguna sorpresa. Lo que nos sorprendió es que muchos cerebros podían recuperarse.
Aquí va una idea drástica:
¿Y si evaluamos y tratamos los cerebros problemáticos en lugar de encerrarlos
en lugares tóxicos y estresantes?
Por mi experiencia sé que podríamos ahorrar mucho dinero si usáramos tratamientos más útiles para que cuando salgan de la cárcel puedan trabajar, ayudar a sus familias y pagar impuestos.
Dostoievski dijo:
«Una sociedad debería juzgarse no por cómo trata a los ciudadanos sobresalientes, sino por cómo trata a sus criminales».
En lugar de pensar en crimen y castigo, deberíamos pensar en crimen, evaluación y tratamiento.
Tras 22 años y 83 000 tomografías la lección más importante que hemos aprendido mis colegas y yo es que puedes cambiar el cerebro de una persona. Y así, cambias su vida.
No están estancados con el cerebro que tienen, pueden mejorarlo, y podemos demostrarlo.
Mis colegas y yo hemos hecho el primer y mayor estudio con jugadores de la Liga Nacional de Fútbol Americano, que muestran altos niveles de daño en los jugadores cuando la NFL decía que no sabía si el fútbol causaba daños cerebrales permanentes. Pero la verdad es que no querían saberlo.
No es ninguna sorpresa. Si juntamos a los niños de 9 años más razonables y les decimos que el cerebro es blando, casi como la mantequilla, que está cubierto por un cráneo duro y con salientes afilados, 28 de cada 30 niños de 9 años dirían:
«Probablemente sea mala idea».
Pero lo más emocionante es la segunda parte del estudio donde pusimos a los jugadores
en programas de rehabilitación y demostramos que el 80 % podía mejorar el flujo sanguíneo, la memoria y el estado de ánimo; que no están estancados con el cerebro que tienen,
pueden mejorarlo con programas de rehabilitación.
¿No es emocionante?
A mí me emociona. Revertir el daño cerebral es un desafío emocionante, pero las consecuencias son aún mayores.
Esta es la tomografía de una adolescente con TDAH que estaba autolesionándose, fracasando
en el colegio y peleando con sus padres. Cuando mejoramos su cerebro, pasó de sacar entre 1 y 4 a sacar entre 9 y 10 y era mucho más estable emocionalmente.
Este es la tomografía de Nancy. Nancy fue diagnosticada con demencia, y su médico le dijo a su marido que tenía que encontrar una residencia porque en un año ni si quiera
iba a recordar su nombre.
Pero con un programa intensivo de rehabilitación cerebral, el cerebro y la memoria
de Nancy mejoraron. Cuatro años más tarde, Nancy recuerda el nombre de su marido.
O mi historia favorita: Andrew, un chico de 9 años que atacó a una niña en el campo de béisbol
sin razón aparente.
Por aquel entonces se dibujaba a sí mismo colgando de un árbol y disparando a otros niños.
Andrew era un futuro caso como los de Columbine, Aurora y Sandy Hook.
La mayoría de los psiquiatras habrían medicado a Andrew como hicieron con Eric Harris
y el resto de los autores de estas masacres antes de cometer esos horribles crímenes,
pero la SPECT me enseñó a mirar su cerebro y no tirarle dardos a ciegas para entender lo que necesitaba.
Su SPECT mostraba un quiste del tamaño de una pelota de golf en el lóbulo frontal izquierdo.
Ningún fármaco ni terapia habría ayudado a Andrew.
Cuando le extrajimos el quiste su comportamiento fue normal otra vez y se convirtió en el chico amable que siempre había querido ser.
Ahora, 18 años más tarde, uno de ndrew, que es mi sobrino, tiene casa propia,
tiene trabajo y paga impuestos.
Gracias a que alguien se molestó en observar su cerebro ha sido mejor hijo, y será mejor esposo, padre y abuelo.
Cuando tienes el privilegio de cambiar el cerebro de una persona, no solo cambias su vida,
también tienes la oportunidad de cambiar generaciones futuras. 14:32 – 14:34
Las imágenes pueden verse en la presentación Power Poin

Dr. Daniel Amen. Gracias.

:

CRANEOS DOLICOCÉFALOS

CRANEOS DOLICOCÉFALOS

Los cráneos dolicocefalos encontrados a lo largo de una extensa geografía, son muy conocidos y muy divulgados, pero no estamos seguro de su origen.
Desde la modificación del cráneo para obtener una distinción social, hasta pertenecer a individuos no humanos procedentes de otros planetas.
Es posible conseguir un cráneo dolicocéfalo, Vendandolo desde muy pequeño y así evidentemente se consigue un cráneo alargado hacia arriba y atrás. Pero de ninguna manera un mayor volumen y muchos de los cráneos encontrados, duplican y triplican el volumen, no tienen sutura sagital y el estudio de los restos genomicos no muestra ningún estigma humano.
La confusión está asegurada y además, en la evidente variación del fenotipo de algunas coetáneos una dolicocéfalia no patológica.
Está creciendo la cabeza como una forma de evolución?. Aunque el grado de desarrollo intelectual del homínido de nuestros días, no está totalmente en relación con el volumen y peso del cerebro, sí parece claro que a mayor volumen de los animales terrestres hay un mayor índice intelectual.

Una serie de publicaciones muy contrapuestas, muestran todas cráneos dolicocéfalos.

Una revisión de la literatura, muestra impresionantes imágenes de este tipo de cráneo. Generalmente los he visto en la llanura de nazca y de verdad impresionan por su forma y tamaño.

Cráneos alargados de hasta 12.000 años de antigüedad son hallados en China

Una excavación de tumbas en el noreste de China ha revelado los cráneos humanos más antiguos que muestran clara evidencia de haber sido elongados artificialmente en un ritual que, de acuerdo a los expertos, servía para demostrar estatus y riqueza.
En el sitio, llamado Houtaomuga, los arqueólogos desenterraron 25 esqueletos que datan entre 5.000 y 12.000 años, once de los cuales tienen cráneos en forma de huevo.
El equipo internacional, compuesto por investigadores de la Universidad Jilin de China y de la universidad Texas A&M de Dallas, reportó que los cráneos modificados pertenecieron a personas con edades que iban entre los 3 y los 40 años. Cinco pertenecían a adultos: cuatro hombres y una mujer.
La osamenta del niño de 3 años con cráneo alargado fue enterrada junto con piezas de alfarería y otros artefactos, sugiriendo que pertenecía a una familia acaudalada. La mujer, por otra parte, también estaba acompañada de variopintos ornamentos.

Cuatro de los cráneos adultos modificados artificialmente encontrados en Houtaomuga. A la derecha de cada viñeta, comparación con cráneos alargados naturales.
De acuerdo al estudio presentado, la deformación craneal era practicada en la región solo por las élites, quienes de esta manera marcaban su alcurnia.
«Es demasiado temprano para decir se esta práctica surgió en el este de Asia para luego esparcirse a otros lugares o si se originó independientemente en diferentes lugares», dijo el paleoantropólogo Qian Wang.
Sin embargo, de lo que sí están seguros los arqueólogos es que el descubrimiento en Houtaomuga muestra que la deformación craneal se practicó en la zona por unos 7.000 años, lo cual constituye el mayor periodo de tiempo registrado hasta ahora.

Los cráneos de dos niños de 8 años, sin (izquierda) y con deformación craneal. (Zhang et al., American Journal of Physical Anthropology, 2019).
«Esta área, en el noreste de Asia, sirvió como un centro para la irradación de poblaciones humanas a otros territorios, tales como China central, la península coreana, el archipiélago japonés, Siberia oriental y posiblemente el continente americano», escriben los investigadores en su artículo. «Por lo tanto, los nuevos materiales hallados en el sitio neolítico de Houtaomuga tal vez guarden los secretos acerca del origen, la difusión, y el significado de la deformación craneal intencional».
La ancestral práctica es usualmente llevada a cabo durante la infancia, cuando el cráneo del bebé es todavía blando y maleable, y los huesos aún no están del todo fusionados. La cabeza puede ser envuelta firmemente con tela y tablas, de tal manera que crezca en forma elongada, dando un aspecto «alienígena».
Y es que los teóricos de los antiguos astronautas sugieren que los cráneos alargados, más allá de representar el estatus social alto, eran un homenaje al verdadero aspecto de los dioses que en la remota antigüedad visitaron nuestro planeta.
Como verán los lectores, este mundo fabuloso y desconocido, no invita mas que a callarse y esperar. Porque cualquier cosa que se diga puede ser verdad mentira o las dos cosas.
Veremos qué dicen las próximas investigaciones.
MysteryPlanet
sábado, 6 de julio de 2019

LOS MINI CEREBROS CREADOS EN LABORATORIO


El cerebro humano presenta una estructura tridimensional que los organoides diseñados en el laboratorio pueden en parte reproducir
Entender la complejidad del cerebro es algo en lo que la ciencia trabaja de forma intensa. Comprender cómo funciona este órgano conduce a observar qué ocurre cuando falla.
El caso de Phineas Gage, se convirtió en un modelo fortuito que ha tenido múltiples utilidades . Una barra de hierro le atravesó el cráneo sin que aparentemente le ocurriera nada. Acabó por cambiar su personalidad y demostrara que el córtex prefrontal, tenían una enorme participación en la conducta
En la actualidad los organoides cerebrales, también conocidos como mini cerebros, son una nueva biotecnología con el potencial para cambiar nuestro entendimiento sobre el desarrollo y las enfermedades neurológicas
Muchos de estos experimentos se está llevando a cabo en la Estación Espacial Internacional (ISS por sus siglas en inglés), pero uno de los más interesantes es el que está realizando el equipo del biólogo Alysson Muotri, de la Universidad de California en San Diego, quien trabaja con un grupos de células nerviosas llamadas mini-cerebros que,en la ISS
Los organoides se cultivaron a partir de células madre en el laboratorio, antes de ser colocados en una caja y enviados al espacio, donde Muotri señala que probablemente «se están reproduciendo a un ritmo acelerado”, según declaraciones. Pero los últimos datos muestran que los organoides emiten ondas cerebrales, patrones complejos de actividad neuronal, similares a los de los bebés prematuros. Es un hallazgo extraño que podría obligar a los científicos a revisar las limitaciones de los mini-órganos cultivados en laboratorio y los problemas éticos que los rodean.
Muotri conectó los mini cerebros a robots para leer su actividad neuronal. Los hallazgos podrían ser una señal de que los científicos se están acercando a la capacidad de generar al menos una vida parcialmente consciente en el laboratorio, un desarrollo que durante mucho tiempo ha sido poco más que una fuente para relatos de ciencia ficción.
El cerebro humano es tan complejo que los científicos todavía están intentando comprender muchos aspectos de su funcionamiento. Ese es el atractivo de los mini cerebros: son conjuntos de neuronas comparativamente simples que simulan algunas características de los cerebros completos, pero que apenas rascan la superficie de sus capacidades. Pero el hallazgo de Muotri, publicado en Cell, sugiere que los mini cerebros podrían ser aún más complejos de lo que se creía anteriormente.
Si estas ondas cerebrales son una señal de que los organoides podrían ser conscientes, los neurocientíficos necesitarán lidiar con un importante dilema ético, ya que la experimentación continua podría significar crear y destruir una vida humana y consciente de sí misma.
En qué consisten los mini cerebros.
Se desarrollan a partir de células madre que acaban dando lugar a pequeñas bolas de 4 milímetros de tamaño
Suponen un diseño tridimensional del tejido neural, lo que los convierte en el modelo más realista del cerebro que tenemos hasta la fecha. compuestas por hasta 3 millones de células (neuronas y células gliales).
En 2013, el trabajo con mini cerebros, intereso mucho.“Sus células son capaces de organizarse solas en estructuras que recuerdan al cerebro De esta forma, imitan las dinámicas espaciotemporales de la neurogénesis (formación de neuronas) y el desarrollo de circuitos.
Durante su desarrollo las neuronas ‘migran’ para dar lugar a distintas capas y conexiones (Bob Jacobs, Colorado College)
Estos modelos polemizan por la incertidumbre que genera y, sobre todo, porque toca algo que nos define como humanos: la conciencia.
“Se piensa que el soporte físico que la genera son los patrones eléctricos y las conexiones entre neuronas. Por lo tanto, científicamente hablando, la conciencia puede estar en el cerebro. Si estamos creando estructuras similares a este órgano, nadie nos asegura que en un momento dado no pueda tener conciencia. No quiere decir que esto sea posible pero sí probable.

Estos organoides comenzaron a producir patrones eléctricos como los generados por un cerebro normal.
“Todo lo que se está investigando, al igual que ocurre con los avances en genómica, plantea problemas éticos. Pero un cerebro sin cuerpo no tiene sentidos. Para crear sensaciones necesitamos otros órganos externos que traduzcan la energía en señales que, a través del sistema nervioso periférico, entren en el sistema nervioso central y se interpreten.
Ahora sólo sabemos que un paso pequeño nos lleva a otro y así sucesivamente hasta alcanzar un resultado final que nada tiene que ver con el inicial. Pensar que los organoides vayan a culminar en el diseño de cerebros con sentimientos, y todo el contexto en que lleva consigo, es demasiado imaginar
Imaginar que los asoectos éticos se adelanten a lo somático, nos confunden, aunque se trate solo de un experimento.

Pero no vamos a frenar la ciencia por no saber lo que pueda ocurrir, o porque exista la posibilidad de que en un futuro se desarrolle conciencia en los mini cerebros.
Cada día la complejidad de los problemas éticos irá en aumento gracias a que la ciencia será mucho más potente. Según los científicos la solución viene por desarrollar unos marcos éticos que avancen de forma paralela, o incluso vayan un paso por delante, de la ciencia. Especialmente ahora que los modelos cerebrales están en sus primeras etapas de desarrollo.
Como afirma Santaló, nunca averiguaremos estas incertidumbres si no las investigamos.“Debemos actuar con cautela y, a cada paso dado, parar y reflexionar”, concluye.
A partir de aquí, infinidad de ideas se van a desarrollar
Un ejemplo es el que sigue:
Crean un mini cerebro capaz de generar movimiento muscular
Escrito por Álvaro Justo, 4 de abril de 2019 a las 17:30

Un grupo de científicos de la Universidad de Cambridge ha conseguido replicar en miniatura un cerebro embrionario con el fin de estudiar su desarrollo.

ha desarrollado un mini cerebro capaz de generar movimiento muscular. Se trata de un organoide del tamaño de una lenteja, obtenido a partir de células madre humanas. Los resultados se han publicado en la revista Nature Neuroscience.

Representación del cerebro humano
Los organoides cerebrales se utilizan en el mundo científico para estudiar el crecimiento del cerebro, ya que, al estar constituidos por tejido neuronal generado a partir de células madre, forman estructuras similares a las de los cerebros embrionarios humanos. Para poder observar su desarrollo lo que se hace es sumergirlos en un líquido con alto contenido en nutrientes. El inconveniente que tienen es que, al carecer de vasos sanguíneos, no pueden acceder al oxígeno y los nutrientes necesarios para sobrevivir mucho tiempo.
El equipo de investigación de Cambridge ha dado con un método para solventar esta barrera. Consiste en crear una estructura de membrana porosa para que el organoide crezca en un entorno aire-líquido que permite un mejor acceso a los nutrientes y al oxígeno. Esto facilita un periodo de vida más largo de la estructura, lo que se traduce en estados de desarrollo neuronal más avanzados. Gracias a ello, los científicos han podido observar en el mini cerebro una conectividad neuronal similar a la existente en un embrión humano de entre 12 y 16 semanas.
Para comprobar la capacidad funcional del mini cerebro, los científicos colocaron junto a él un pedazo de médula espinal de un embrión de ratón con el músculo adyacente de la espalda. El resultado no decepcionó. Los axones de algunas neuronas específicas crecieron de forma espontánea para conectarse con la médula espinal, llegando a contraer el músculo con las señales eléctricas emitidas.

Un hallazgo esperanzador
El hallazgo puede ser muy útil para afrontar patologías relacionadas con el sistema nervioso. Así lo explica a The Guardian Madeline Lancaster, que ha dirigido el estudio en el Laboratorio de Biología Molecular de la Universidad de Cambridge: «Obviamente, no solo estamos tratando de crear algo para divertirnos. Queremos usar esto para modelar enfermedades y entender cómo se forman estas redes neuronales».
El análisis del nacimiento y el desarrollo de las redes de conectividad neuronal puede ayudar a comprender el funcionamiento de patologías como la epilepsia, la esquizofrenia, el autismo, la depresión o los distintos tipos de demencias. La ciencia nos muestra el camino para mejorar las condiciones de vida de las personas.

Bibliografía

LEYRE FLAMARIQUE, MADRID
28/10/2019 06:00Actualizado a28/10/2019 09:26

Alysson Muotri, de la Universidad de California en San Diego, quien trabaja con un grupos de células nerviosas llamadas mini-cerebros que,en la ISS

Bob Jacobs, Colorado College. Durante su desarrollo las neuronas ‘migran’ para dar lugar a distintas capas y conexiones)

LOS MINI CEREBROS CREADOS EN LABORATORIO


El cerebro humano presenta una estructura tridimensional que los organoides diseñados en el laboratorio pueden en parte reproducir
Entender la complejidad del cerebro es algo en lo que la ciencia trabaja de forma intensa. Comprender cómo funciona este órgano conduce a observar qué ocurre cuando falla.
El caso de Phineas Gage, se convirtió en un modelo fortuito que ha tenido múltiples utilidades . Una barra de hierro le atravesó el cráneo sin que aparentemente le ocurriera nada. Acabó por cambiar su personalidad y demostrara que el córtex prefrontal, tenían una enorme participación en la conducta
En la actualidad los organoides cerebrales, también conocidos como mini cerebros, son una nueva biotecnología con el potencial para cambiar nuestro entendimiento sobre el desarrollo y las enfermedades neurológicas
Muchos de estos experimentos se está llevando a cabo en la Estación Espacial Internacional (ISS por sus siglas en inglés), pero uno de los más interesantes es el que está realizando el equipo del biólogo Alysson Muotri, de la Universidad de California en San Diego, quien trabaja con un grupos de células nerviosas llamadas mini-cerebros que,en la ISS
Los organoides se cultivaron a partir de células madre en el laboratorio, antes de ser colocados en una caja y enviados al espacio, donde Muotri señala que probablemente «se están reproduciendo a un ritmo acelerado”, según declaraciones. Pero los últimos datos muestran que los organoides emiten ondas cerebrales, patrones complejos de actividad neuronal, similares a los de los bebés prematuros. Es un hallazgo extraño que podría obligar a los científicos a revisar las limitaciones de los mini-órganos cultivados en laboratorio y los problemas éticos que los rodean.
Muotri conectó los mini cerebros a robots para leer su actividad neuronal. Los hallazgos podrían ser una señal de que los científicos se están acercando a la capacidad de generar al menos una vida parcialmente consciente en el laboratorio, un desarrollo que durante mucho tiempo ha sido poco más que una fuente para relatos de ciencia ficción.
El cerebro humano es tan complejo que los científicos todavía están intentando comprender muchos aspectos de su funcionamiento. Ese es el atractivo de los mini cerebros: son conjuntos de neuronas comparativamente simples que simulan algunas características de los cerebros completos, pero que apenas rascan la superficie de sus capacidades. Pero el hallazgo de Muotri, publicado en Cell, sugiere que los mini cerebros podrían ser aún más complejos de lo que se creía anteriormente.
Si estas ondas cerebrales son una señal de que los organoides podrían ser conscientes, los neurocientíficos necesitarán lidiar con un importante dilema ético, ya que la experimentación continua podría significar crear y destruir una vida humana y consciente de sí misma.
En qué consisten los mini cerebros.
Se desarrollan a partir de células madre que acaban dando lugar a pequeñas bolas de 4 milímetros de tamaño
Suponen un diseño tridimensional del tejido neural, lo que los convierte en el modelo más realista del cerebro que tenemos hasta la fecha. compuestas por hasta 3 millones de células (neuronas y células gliales).
En 2013, el trabajo con mini cerebros, intereso mucho.“Sus células son capaces de organizarse solas en estructuras que recuerdan al cerebro De esta forma, imitan las dinámicas espaciotemporales de la neurogénesis (formación de neuronas) y el desarrollo de circuitos.
Durante su desarrollo las neuronas ‘migran’ para dar lugar a distintas capas y conexiones (Bob Jacobs, Colorado College)
Estos modelos polemizan por la incertidumbre que genera y, sobre todo, porque toca algo que nos define como humanos: la conciencia.
“Se piensa que el soporte físico que la genera son los patrones eléctricos y las conexiones entre neuronas. Por lo tanto, científicamente hablando, la conciencia puede estar en el cerebro. Si estamos creando estructuras similares a este órgano, nadie nos asegura que en un momento dado no pueda tener conciencia. No quiere decir que esto sea posible pero sí probable.

Estos organoides comenzaron a producir patrones eléctricos como los generados por un cerebro normal.
“Todo lo que se está investigando, al igual que ocurre con los avances en genómica, plantea problemas éticos. Pero un cerebro sin cuerpo no tiene sentidos. Para crear sensaciones necesitamos otros órganos externos que traduzcan la energía en señales que, a través del sistema nervioso periférico, entren en el sistema nervioso central y se interpreten.
Ahora sólo sabemos que un paso pequeño nos lleva a otro y así sucesivamente hasta alcanzar un resultado final que nada tiene que ver con el inicial. Pensar que los organoides vayan a culminar en el diseño de cerebros con sentimientos, y todo el contexto en que lleva consigo, es demasiado imaginar
Imaginar que los asoectos éticos se adelanten a lo somático, nos confunden, aunque se trate solo de un experimento.

Pero no vamos a frenar la ciencia por no saber lo que pueda ocurrir, o porque exista la posibilidad de que en un futuro se desarrolle conciencia en los mini cerebros.
Cada día la complejidad de los problemas éticos irá en aumento gracias a que la ciencia será mucho más potente. Según los científicos la solución viene por desarrollar unos marcos éticos que avancen de forma paralela, o incluso vayan un paso por delante, de la ciencia. Especialmente ahora que los modelos cerebrales están en sus primeras etapas de desarrollo.
Como afirma Santaló, nunca averiguaremos estas incertidumbres si no las investigamos.“Debemos actuar con cautela y, a cada paso dado, parar y reflexionar”, concluye.
A partir de aquí, infinidad de ideas se van a desarrollar
Un ejemplo es el que sigue:
Crean un mini cerebro capaz de generar movimiento muscular
Escrito por Álvaro Justo, 4 de abril de 2019 a las 17:30

Un grupo de científicos de la Universidad de Cambridge ha conseguido replicar en miniatura un cerebro embrionario con el fin de estudiar su desarrollo.

ha desarrollado un mini cerebro capaz de generar movimiento muscular. Se trata de un organoide del tamaño de una lenteja, obtenido a partir de células madre humanas. Los resultados se han publicado en la revista Nature Neuroscience.

Representación del cerebro humano
Los organoides cerebrales se utilizan en el mundo científico para estudiar el crecimiento del cerebro, ya que, al estar constituidos por tejido neuronal generado a partir de células madre, forman estructuras similares a las de los cerebros embrionarios humanos. Para poder observar su desarrollo lo que se hace es sumergirlos en un líquido con alto contenido en nutrientes. El inconveniente que tienen es que, al carecer de vasos sanguíneos, no pueden acceder al oxígeno y los nutrientes necesarios para sobrevivir mucho tiempo.
El equipo de investigación de Cambridge ha dado con un método para solventar esta barrera. Consiste en crear una estructura de membrana porosa para que el organoide crezca en un entorno aire-líquido que permite un mejor acceso a los nutrientes y al oxígeno. Esto facilita un periodo de vida más largo de la estructura, lo que se traduce en estados de desarrollo neuronal más avanzados. Gracias a ello, los científicos han podido observar en el mini cerebro una conectividad neuronal similar a la existente en un embrión humano de entre 12 y 16 semanas.
Para comprobar la capacidad funcional del mini cerebro, los científicos colocaron junto a él un pedazo de médula espinal de un embrión de ratón con el músculo adyacente de la espalda. El resultado no decepcionó. Los axones de algunas neuronas específicas crecieron de forma espontánea para conectarse con la médula espinal, llegando a contraer el músculo con las señales eléctricas emitidas.

Un hallazgo esperanzador
El hallazgo puede ser muy útil para afrontar patologías relacionadas con el sistema nervioso. Así lo explica a The Guardian Madeline Lancaster, que ha dirigido el estudio en el Laboratorio de Biología Molecular de la Universidad de Cambridge: «Obviamente, no solo estamos tratando de crear algo para divertirnos. Queremos usar esto para modelar enfermedades y entender cómo se forman estas redes neuronales».
El análisis del nacimiento y el desarrollo de las redes de conectividad neuronal puede ayudar a comprender el funcionamiento de patologías como la epilepsia, la esquizofrenia, el autismo, la depresión o los distintos tipos de demencias. La ciencia nos muestra el camino para mejorar las condiciones de vida de las personas.

Bibliografía

LEYRE FLAMARIQUE, MADRID
28/10/2019 06:00Actualizado a28/10/2019 09:26

Alysson Muotri, de la Universidad de California en San Diego, quien trabaja con un grupos de células nerviosas llamadas mini-cerebros que,en la ISS

Bob Jacobs, Colorado College. Durante su desarrollo las neuronas ‘migran’ para dar lugar a distintas capas y conexiones)

Conexiones cerebrales y comportamiento

Las interconexiones y la comunicación entre diferentes regiones del cerebro humano influyen en el comportamiento de muchas maneras.
La inteligencia está asociada con la estructura modular de las redes cerebrales intrínsecas.

Según es el resultado de un estudio realizado por Kirsten Hilger y Christian Fiebach, del Departamento de Psicología y el Centro de Imágenes Cerebrales de la Universidad Goethe de Frankfurt, lo anterior también es cierto para las diferencias individuales en las capacidades cognitivas superiores.
El estudio, publicado en la revista Human Brain Mapping, analizó escáneres de imágenes de resonancia magnética funcional (fMRI) de 281 participantes para investigar cómo las características dinámicas de la red del cerebro humano se relacionan con la inteligencia general.

YQuienes obtienen calificaciones más bajas en pruebas cognitivas y emocionales tienden a abrazar el autoritarismo
El cerebro humano tiene una organización modular: se puede subdividir en redes separadas que cumplen diferentes funciones, como la visión, la audición o el control motor. En su estudio actual, Kirsten Hilger y sus colegas investigaron si esta organización modular del cerebro humano cambia con el tiempo y si estos cambios se relacionan o no con las diferencias individuales en los puntajes que los participantes del estudio lograron en una prueba de inteligencia.

Estas son alguna de las pruebas que debería superar una Inteligencia Artificial para considerarse capaz de ser como un humano o mejor
Los resultados del estudio muestran que la organización de la red cerebral modular de personas más inteligentes exhibe menos fluctuaciones durante la sesión de medición de fMRI.
Esta mayor estabilidad de la organización de la red cerebral se encontró principalmente en los sistemas cerebrales que son importantes para el control de la atención. El
YKirsten Hilger ,
Matthias Ekman ,
Christian J. Fiebach y
Ulrike Basten ,

Conexiones cerebrales y comportamiento

Las interconexiones y la comunicación entre diferentes regiones del cerebro humano influyen en el comportamiento de muchas maneras.
La inteligencia está asociada con la estructura modular de las redes cerebrales intrínsecas.

Según es el resultado de un estudio realizado por Kirsten Hilger y Christian Fiebach, del Departamento de Psicología y el Centro de Imágenes Cerebrales de la Universidad Goethe de Frankfurt, lo anterior también es cierto para las diferencias individuales en las capacidades cognitivas superiores.
El estudio, publicado en la revista Human Brain Mapping, analizó escáneres de imágenes de resonancia magnética funcional (fMRI) de 281 participantes para investigar cómo las características dinámicas de la red del cerebro humano se relacionan con la inteligencia general.

YQuienes obtienen calificaciones más bajas en pruebas cognitivas y emocionales tienden a abrazar el autoritarismo
El cerebro humano tiene una organización modular: se puede subdividir en redes separadas que cumplen diferentes funciones, como la visión, la audición o el control motor. En su estudio actual, Kirsten Hilger y sus colegas investigaron si esta organización modular del cerebro humano cambia con el tiempo y si estos cambios se relacionan o no con las diferencias individuales en los puntajes que los participantes del estudio lograron en una prueba de inteligencia.

Estas son alguna de las pruebas que debería superar una Inteligencia Artificial para considerarse capaz de ser como un humano o mejor
Los resultados del estudio muestran que la organización de la red cerebral modular de personas más inteligentes exhibe menos fluctuaciones durante la sesión de medición de fMRI.
Esta mayor estabilidad de la organización de la red cerebral se encontró principalmente en los sistemas cerebrales que son importantes para el control de la atención. El
YKirsten Hilger ,
Matthias Ekman ,
Christian J. Fiebach y
Ulrike Basten ,

EL ESFENOIDES Y LA BIPEDESTACIÓN

El esfenoides es un hueso que se encuentra situado en la parte central e inferior del cráneo y se caracteriza porque su parte delantera tiene forma de mariposa con las alas extendidas. Sobre este hueso se asienta el cerebro y sobre su parte superior, en forma de silla turca, reposa la más importante estructura glandular, la hipófisis, que es la encargada de segregar las hormonas y distribuirlas a todas las demás glándulas del cuerpo que nos dan la vida. Además, las apófisis (patas del esfenoides) permiten el agarre de músculos que ayudarán a los movimientos de la mandíbula en la masticación. Los globos oculares y gran cantidad de nervios relacionados con el esfenoides. Por estar unido a otros huesos del cráneo mediante articulaciones micromóviles, será capaz de transmitir, hasta lugares muy alejados (caderas y pies) toda la energía recibida desde el cerebro. Esto es el fundamento del tratamiento craneosacral en osteopatía.
EL ESFENOIDES

El origen mitológico del esfenoides.
Las culturas antiguas interpretaban el alma humana como “mariposas”. En griego
“Psyche” significa a la vez “mariposa y alma.” La mariposa del esfenoides y la sexta evolución humana ya están aquí.

Anne Dambricourt (experta dedicada al estudio de restos de huesos), dice. cuando el hombre primitivo pasó de andar a cuatro patas a erguirse y caminar sobre dos pies, fue debido a que el esfenoides se dobló y ello permitio, mayor contenido intracraneal, pipedestacion, visison horizontal,y el aumento de la masa de nuestro cerebro. Esto sucedió hace 1.6 millones de años. Muchos estudios atribuyen el aumento del cerebro al cambio climático, otros a la lucha por la supervivencia debida al aumento de población.
El esfenoides es el primer hueso que se forma en el embrión, es plano como en todos los mamíferos y luego se dobla. Este proceso se ha transmitido desde nuestros ancestros hace 60 millones de años. La información que nos transmite el cambio es interior,»es genomica» el medio ambiente influye pero no tanto como se pensaba hace 20 años (teoría de Darwin).
La evolución del cráneo humano y relación con el esfenoides.
A lo largo de 60 millones de años el esfenoides ha cambiado de forma y posición, doblándose cada vez más.
1ªfase: Los prosimios habitaban la tierra hace 60 millones de años, tenían el esfenoides horizontal y plano.
2ª fase: hace 40 millones de años, en los simios el esfenoides tenía una primera inclinación hacia abajo lo que aumentó su capacidad cerebral y de visión.
3ª fase: hace 12 millones de años se produjo una nueva inclinación del esfenoides, dando origen a los antropoides. El cerebro aumentó de nuevo.
4ª fase: hace 6 millones de años, con los australopitecos, se vuelve a inclinar el esfenoides y aumenta la capacidad de las neuronas (células nerviosas).
5ª fase: hace 2 millones de años el cerebro y las redes neuronales consiguen que los homínidos se mantengan erguidos sobre dos pies, el homo erectus. Además, es capaz de emitir sonidos similares al habla.
6ª fase: Entre 200.000 y 160.000 millones de años se produce la última inclinación del esfenoides, las redes arteriales y venosas se multiplican y dan lugar al homo sapiens, del cual derivamos.
¿Cómo será el hombre del futuro cuando se produzca el sexto cambio del esfenoides?
El “homo futurus” (como podríamos llamarlo), sexto en la evolución, doblará de nuevo su esfenoides para soportar el peso de todos los huesos del cráneo. En este momento estamos en medio de un gran cambio evolutivo de enorme importancia.
El hueso esfenoides posee una herencia genética que ha dado forma a nuestra naturaleza y tal vez lleve escrita nuestra historia pasada y por venir.

El doctor y físico Fred Alan Wolf, dice: “Solo nosotros somos los diseñadores y arquitectos de nuestro destino, de acuerdo con nuestra manera de pensar». Utiliza la cacareada frase, “el hombre puede convertir sus ideas en realidad”.

En 1988, Anne Dambricourt Malassé conoció a la estomatóloga Marie-Josèphe Deshayes como parte de la Sociedad de Antropología de París. Formado en la escuela universitaria del profesor Jean Delaire, le ofrece asociar su investigación porque la efectividad de los principios ortopédicos de la escuela de Nantes, aplicados a niños antes de los 6 años, corrobora el cráneo de contracción. -facial. Las investigaciones conjuntas llevadas a cabo durante diez años le harán descubrir los fundamentos de la osteopatía y la posturología desconocidos en la paleontología humana.

El tema de su tesis doctoral (1987) se dedicó a la mandíbula, el hueso más común en los registros paleontológicos, y en la teoría de la fetalización de Louis Bolk (1924). La tesis describe y mide el crecimiento de las mandíbulas de los primates actuales, reemplazados en su contexto craneal básico desde la embriogénesis, los protocolos se agregan a los fósiles de monos.
Anne Dambricourt Malassé formuló el término «contracción cráneo-facial»

Esta autora afirma que la mandíbula se originan en la cinemática del tubo neural que endereza las cápsulas baso-esfenoides y baso-occipitales y óticas, inicialmente alineadas a lo largo del eje cráneo-caudal del embrión. Igualmente María Huete experta en aerodinámica afirma que la recuperación implica desde la cuerda dorsal al polo caudal.
Las especies actuales han conservado la cinemática de las especies fósiles, las más antiguas aparecidas hace unos 60 millones de años no tienen recuperación como los lémures de Madagascar, por ejemplo. La escala de los tiempos geológicos y la comparación de los fósiles muestran un comienzo de recuperación con los primeros monos (40 millones de años), luego, 20 millones de años después, aparece una amplificación y fue la aparición de grandes simios. La amplificación se repitió millones de años después y fueron los primeros homininos africanos (Australopithecus, 4 millones de años), corresponden al umbral de verticalidad con la pérdida de cuadrúpedos. Pero a partir de este umbral, el período entre dos ajustes disminuye considerablemente, la corriente del Homo sapiens es el último umbral que apareció alrededor de 200 000 años con una oclusión labidental.
Pero su gran estudio es el de la angulacion del esfenoides como causante del desarrollo del cerebro y de la bipedestacion y de la mirada horizontal
Durante varias decadas se mantuvo la hipótesis de que verticalidad del homínido, se debía al cambio del clima que condicionó la desaparicion de gran parte de los arboles y la aparicon de altos matorrales en la vegetación. Al ocurrir esto, el homínido tiene que ergirse para detectar a sus depredadores.
Anne Dambricourt en sus observaciones ve que es la angulación del esfenoides la responsable de un mayor volumen cerebral y una serie de atributos que conducen a la bipedestación de los homínidos. Y que un cambio genomico, es el inductor de esta evolución. El esfenoides se convierte en el centro de la evolucion del craneo y del esqueleto y la locomoción de las humana, el bipedalismo de los homínidos es una consecuencia. Las implicaciones de este cambio de paradigma han sido útiles para comprender mejor la identidad evolutiva del Homo sapiens aquí y ahora. En esta nueva perspectiva, surge la pregunta de cómo evolucionará el sistema nervioso y el esqueleto axial que lo protege, y que también lleva los dos pisos de la cara, porque es necesario tener en cuenta la curva evolutiva exponencial.

Paralelamente, Anne Dambricourt Malassé ha realizado encuestas paleontológicas y prehistóricas en Asia desde 1996 (Pakistán, India, China). Esto permitió en 2009 el notable descubrimiento de actividades humanas en las estribaciones del Himalaya con más de 2.6 Ma. Estos son, hasta el día de hoy, los rastros más antiguos de una inteligencia técnica manual atribuida al Hombre ( Homo), son visibles en huesos de animales con rastros de herramientas líticas que se usaron para cortar tendones y romper huesos.
Los restos más antiguos de esquejes líticos en fósiles (3.4 Ma) y las herramientas de piedra cortada más antiguas (3.3 Ma) se atribuyen a Australopithecus de África Oriental.

La cefalometría, la verticalización del tronco encefálico y el estudio de la paleocognición la llevaron a abordar la evolución del sistema nervioso en su conjunto y a clasificar las correlaciones entre la recuperación y la aparición de habilidades cognitivas cada vez más complejas y complejas. reflexivo.

El umbral de verticalidad ha llevado a la aparición de nuevas dimenciones psicomotoras para el cerebelo, ahora la marcha es exclusivamente sobre las extremidades inferiores lo qaue ofrece solo un pequeño polígono de levitación, mientras que en la etapa de los grandes simios persiste el cuadrupedalismo.

Anne Dambricourt Malassé, por lo tanto, propuso ver la aparición de nuevas habilidades creativas de origen psicomotor y manual, como consecuencia de nuevas conexiones entre el cerebelo y el cerebro siguiendo el umbral de la verticalización del tronco encefálico. Posiciona el cerebelo detras del tronco cerebral y no hacia adelante. Esto a su vez dio lugar a un cambio del bucle de redes neuronales entre el cerebro y el cerebelo para que este último pudiera recibir más información sobre su estabilidad, la del alojamiento cerebeloso y la del peñasco que contienen el oído interno. Todas estas hipótesis se sintetizaron en 2011 en su habilitación para dirigir la investigación, presentada en la escuela de doctorado de la UMR
La hipótesis de que verticalidad del homínido, se debía al cambio de la vegetación desaparece «BioMechanics-Bioengineering» dirigida por Marie-Christine Hobatho,
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CRANEOS DE LA DIOSA MADRE
Hacia 1985 se conoció que en los enclaves megalíticos den Taxien, Ggantja y Hal Saflienti, se habían descubierto extraños restos humanos que inicialmente fueron expuestos en el Museo Arqueológico de La Valetta en Malta. Pero hace unos años, estos restos fueron retirados de la exposición abierta al público y depositados en el almacén del citado museo.

Desde entonces no estuvieron expuestos públicamente. Sólo las fotos tomadas por los investigadores malteses Dr. Anton Mifsud y su colega, Dr. Charles Savona Ventura, permanecieron como testimonio de la existencia de esos cráneos y probar su anormalidad.
Los libros escritos por los doctores citados, ilustran una colección de calaveras que muestran unas anomalías y/o patologías ciertamente inquietantes: ausencia de líneas de unión entre los diversos huesos que conforman los cráneos, divisiones temporales desarrolladas anormalmente, los occipucios taladrados y henchidos tras haberse producido heridas traumáticas sumamente graves de las que, sin embargo el individuo habría sobrevivido etc.
Especialmente extraño es un cráneo alargado, de gran tamaño y mucho más peculiar que los demás ya que carece de la junta de unión media del cráneo. Es interesante destacar el parecido extraordinario de estos hallazgos con otros cráneos similares, hallados en Egipto y en América del Sur.
Las deformaciones descritas, sin antecedentes en el panorama de la patología médica más aún si tenemos en cuenta su antigüedad de aproximadamente de 3000 años AC podría ser un descubrimiento excepcional. ¿Estamos ante el resultado de una mutación genética desconocida o se trata de una raza totalmente distinta de la que la arqueología no tenía noticias hasta ahora y que, por razones ignoradas, habitaban esta isla.
El estudio genético de estos restos muestra que no tienen ningún estigma humano, lo que complica aún más su origen. ¿dónde estamos, que quiere decir esto, de donde vinieron estos hombres?.
Es muy posible que intervengan varios elementos en la transformacion del esqueleto del sapiens. El cambio de genes y de vegetación,entre otros, para llegar al homínido de nuestros días “ el homo sapiens sapiens”.
Pero lo que sí es cierto es que “El ESFENOIDES”, tiene una función primordial en el desarrollo morfológico y psiquico del homo sapiens.

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Biografía
Anne Dambricourt Malassé
Los craneos de la isla de Malta. Dr. Anton Mifsud y Dr. Charles Savona Ventura

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