El blog del Dr. Enrique Rubio

Autor: Enrique Rubio (Página 80 de 141)

ENRIQUE RUBIO GARCIA
Jefe del Servicio de Neurocirugía Valle de Hebron
Profesor Titular de Neurocirugía
Academico de España, Portugal, European Society of Neurosurgery, Word Federation of Neurosurgery.
Investigador del I Carlos III
Veintidós tesis doctorales dirigidas
250 trabajos publicados
Presidente de la academia de Neurocirugía de Barcelona
Academico de Cadiz y Jerez de la Frontera
Acadenico de Honor de Andalucia y Cataluña
log enriquerubio.net

Un compuesto que inhibe la enzima principal del coronavirus

Creado un compuesto que inhibe la enzima principal del coronavirus
El producto impide que el patógeno haga copias de su genoma y se multiplique
Coronavirus SARS-CoV-2, observados con un microscopio electrónico de transmisión (NIAID-RML / Reuters)
Científicos de Alemania han descubierto cómo es la enzima principal del coronavirus del Covid-19 y han obtenido un compuesto para inhibirla. Ya han ensayado el compuesto en células pulmonares humanas y en ratones, en los que han comprobado que no es tóxico y que se puede administrar directamente a los pulmones por inhalación. Los investigadores tienen previsto desarrollar un fármaco a partir de estos resultados, pero advierten que no llegará a tiempo para contener la epidemia actual de Covid-19.
El trabajo, presentado en la rev ista Science , se ha basado en la principal proteasa del nuevo coronavirus SARS-CoV-2. Se trata de una enzima que el virus necesita para hacer copias de su genoma y multiplicarse. “Si conseguimos inhibir [esta] proteasa, podremos detener la replicación viral”, declara Rolf Hilgenfeld, director de la investigación, en un comunicado difundido por la Universidad de Lübeck.
Hilgenfeld, que ha estudiado los coronavirus desde 1998, había desarrollado antes inhibidores de las proteasas de varios virus de esta familia. El 11 de enero, el día después de publicarse el genoma del nuevo coronavirus, su equipo empezó a buscar a contrarreloj qué región de este genoma contiene las instrucciones para fabricar la proteasa Mpro.
Investigación pionera
Se trata de la primera molécula que ataca específicamente el nuevo virus
Una vez encontrado el gen que buscaban, lo introdujeron en un cultivo de laboratorio para producir grandes cantidades de la enzima –concretamente, introdujeron el gen en una bacteria E. coli , que actuó como fábrica de la enzima–. El 1 de febrero, llevaron cristales de la enzima al sincrotrón Bessy, en Berlín, para averiguar cómo es su estructura tridimensional.
A partir de esta estructura, han modificado un compuesto desarrollado antes contra otros coronavirus para que se adapte de manera óptima a la enzima del SARS-CoV-2. El nuevo compuesto, llamado 13b, ha sido sintetizado en Changchun (China) por Diazong Lin, que había sido investigador postdoctoral en el laboratorio de Hingelfeld.
Según los resultados presentados en Science , el compuesto 13b ha mostrado actividad en cultivos de células pulmonares humanas infectadas con el SARS-CoV-2. En un experimento con ratones, se ha observado que se acumula en concentraciones apreciables en los pulmones sin causar efectos secundarios cuando se administra por inhalación.
Tras estos resultados, los investigadores tienen previsto asociarse a una compañía farmacéutica para desarrollar un medicamento que pueda llegar a los pacientes. A diferencia de los
tratamientos farmacológicos que se han empezado a ensayar en pacientes con Covid-19, basados en medicamentos ya aprobados para otras enfermedades
y cuya seguridad ya ha sido evaluada, un fármaco basado en el compuesto 13b deberá demostrar que es seguro además de eficaz. Por lo tanto, hará falta más tiempo para hacer los ensayos clínicos necesarios y que pueda ser aprobado.
JOSEP CORBELLA, BARCELONA 21/03/2020 00:35 | Actualizado a 21/03/2020 10:46

GÉRMENES Y MACRÓFAGOS EN LAS ENFERMEDADES NEURODEGENERATIVAS

GÉRMENES Y MACRÓFAGOS EN LAS ENFERMEDADES NEURODEGENERATIVAS

Es muy probable que las enfermedades degenerativas y concretamente las neurodegenerativas, tengan un patrón microbiano y desde aquí desarrollen una respuesta inmunitaria que sea responsable de la destrucción cerebral
De forma pues que podríamos fabricar un algoritmo donde se comprendiera una alteración de la flora microbiana de las cavidades lo que llamaríamos rotura de la microbiota, los gérmenes desencantados por su ambiente emigran a otra regiones donde desencadenan una respuesta inmunitaria y este conjunto desencadena a su vez una enfermedad.
A este algoritmo le llamaremos “ ENDIQUELA” qué el lenguaje gitano significa “ explicame lo que ves ”. Es algo así como no te quedes sólo de los iconos de morfológica hay algo más.
De una manera escalonada podríamos describir alguna de estas enfermedades y empezaremos por enfermedad dramática y terrible. De Ca
El Alzheimer (AL) es una enfermedad neurodegenerativa, y la causa principal y más conocida Enfermedades demenciales, cuya característica principal es la pérdida de memoria. Su relación
con la proteína amiloide y tau es indiscutible. Su acumulo en el lóbulo temporal entre otras zonas del cerebro mutila la funciones cognoscitiva y produce demencia.
La Esclerosis Múltiple, (EM) también es una enfermedad neurodegenerativa, y afecta a los nervios, destruye la mielina que es su aislante Los nervios están envueltos en mielina que los aisla y permite su función. Cuando se desmielinizan, y este aislante se rompe o desaparece, las señales nerviosas no llegan correctamente, y poco a poco impiden la conducción nerviosa.
Que relación existe entre AL y AM ? Aparentemente ninguna, pero ahora se ha descubierto que la molécula causante de la enfermedad de AL, una proteína llamada beta-amiloide, causante de la degeneración neuronal, es capaz de curar e incluso revertir los efectos de la EM.
Esto supone un nuevo y alentador método de tratamiento, según afirman , en la Universidad de Stanford, en California, cuyo trabajo ha sido publicado en la revista Science Traslational Medicine. Como ellos mismos dicen, esta molécula debería agravar los daños en la mielina, ya que es tóxica para las neuronas. Sin embargo, cuando realizaron un experimento inyectando la proteína beta-amiloide en las cavidades corporales de ratones con EM , esta molecula consiguió retrasar el inicio de la parálisis típica de esta enfermedad, e incluso se llego a revertir.
La beta-amiloide sería capaz de luchar contra la reacción inflamatoria autoinmune que causa la EM.
Lo más raro del asunto es que en otras investigaciones anteriores a esta se había descubierto que la proteína beta-amiloide y su precursor se encuentran en las lesiones de la EM . De hecho, la proteína se identificaba como un marcador de daño en la mielina, por eso en la investigación se pensaba que la molécula dañaría más a la mielina, y no al contrario.
Lawrence Steinman, ya había usado ratones en otros estudios para desarrollar fármacos contra la EM, como el natalizumab, un potente medicamento que modifica la activación y proliferación de células inmunes externas al sistema nervioso central, impidiendo que estas afecten a las células nerviosas, ya que la EM, al ser autoinmune, lo que provoca es que el mismo sistema inmunitario ataque a las células del sistema nervoso.
Por ello, sabiendo esto sobre las células inmunes externas, analizaron que pasaría con la administración de la proteína beta-amiloide fuera del cerebro, concretamente se inyectó en el vientre de los ratones y no en el cerebro. Aunque los sistemas inmunes de estos ratones estaban preparados para atacar al aislante nervioso o mielina, con la administración de la beta-amiloide se produjo todo lo contrario. Así lo expresa Steinman: “Esta es la primera vez que la beta amiloide demuestra tener propiedades antiinflamatorias”
En definitiva, la beta-amiloide fuera del sistema nervioso central tendría propiedades como antiinflamatorio, todo lo contrario a lo que produce cuando se encuentra dentro del mismo cerebro o de los nervios.
El juego inflamatorio en enfermedades degenerativas, llegan siempre a las misma situaciones, un problema de inflamación y reparación complejo e imbricado.
No es la primera vez que se analizan las propiedades de la beta amiloide, El Hospital General de Massachusetts (MGH,), evidencio que la proteína beta-amiloide se deposita en forma de placas en el cerebro de pacientes con enfermedad de AL y se la considera una parte normal del sistema inmune innato, primera línea de defensa del cuerpo contra la infección.
Su estudio, publicado en ‘Science Translational Medicine’, concluye que la expresión de beta-amiloide humana resulta protectora contra las infecciones potencialmente letales en ratones, en el C elegans y en células cerebrales humanas en cultivo. “Se ha pensado que la neurodegeneración en la enfermedad de AlL es causada por el comportamiento anormal de moléculas de beta-amiloide, que son conocidas por reunirse en resistentes estructuras de fibrillas llamadas placas amiloides en el cerebro de los pacientes
En 2010 , Moir y Rudolph Tanzi, director del MGH-MIND y concluyeron que la beta-amiloide tenía muchas de las cualidades de un péptido antimicrobiano (AMP) y se trata de una pequeña proteína innata del sistema inmune que protege contra una amplia gama de patógenos.
En ese estudio se compararon formas sintéticas de A-beta con un conocido AMP llamado LL-37 y se encontró que la beta inhibe el crecimiento de varios patógenos importantes, a veces igual de bien o mejor que LL-37. La beta amiloide de los cerebros de los pacientes de AL también suprimió el crecimiento del hongo ‘Candida’ cultivado para esa investigación y, posteriormente, otros grupos han documentado la acción de A-beta sintético contra los virus de influenza y herpes.
En este nuevo trabajo, los investigadores encontraron que los ratones transgénicos que expresan A-beta humano sobrevivieron significativamente más tiempo después de inducir la infección por ‘Salmonella’ en sus cerebros frente a los ratones sin alteración genética. Los ratones que carecen de la proteína precursora de amiloide murieron incluso más rápidamente.
La expresión de la beta transgénica parece proteger a los gusanos ‘C.elegans’ de cualquier infección por ‘Candida’ o ‘Salmonella’. Del mismo modo, la expresión de beta humana protegio las células neuronales cultivadas de ‘Candida’. De hecho, la beta amiloide humano expresado por células vivas parece ser mil veces más potente contra la infección que el beta amiloide sintético utilizado en estudios previos.
Esa superioridad parece referirse a propiedades de beta amiloides que se han considerado parte de la patología en la enfermedad AL, la propensión de moléculas pequeñas a combinarse en lo que se denominan oligómeros y luego se agregan en placas de beta-amiloide.
Las preparaciones sintéticas de beta amiloide utilizadas en los estudios anteriores no inclujeron oligómeros; pero en el actual estudio, el oligómero de beta amiloide humano no sólo mostró una actividad antimicrobiana aún más fuerte, sino que también se observó su agregación en los tipos de fibrillas que forman las placas de beta-amiloide para atrapar los microbios en los modelos de ratones y gusanos redondos.
Tanzi explica que “se sabe que AMP juega un papel en las patologías de una amplia gama de enfermedades inflamatorias”. “Por ejemplo, LL-37, que ha sido nuestro modelo para la actividad antimicrobiana de beta amiloide, ha sido implicado en varias enfermedades al final de la vida, incluyendo artritis reumatoide, lupus y aterosclerosis. El tipo de desregulación de la actividad de AMP que puede causar inflamación mantenida en esos trastornos podría contribuir a las acciones neurodegenerativas de beta amiloide en la enfermedad de AL.
Moir añade: “Nuestros resultados plantean la intrigante posibilidad de que puede surgir la patología de AL, cuando el cerebro se percibe a sí mismo como bajo el ataque de los patógenos invasores, aunque se necesitan estudios adicionales. No parece probable que las vías inflamatorias del sistema inmune innato puedan ser posibles dianas de tratamiento. Si se validan, nuestros datos también justifican la necesidad de tener precaución con terapias dirigidas a la eliminación total de las placas de beta-amiloide. Las terapias basadas en la disminución de amiloides, pero no en la eliminación de beta amiloide en el cerebro podría ser una estrategia mejor”.
El siguiente paso es la búsqueda de microbios en los cerebros de pacientes de AL y enfermedades degenerativas en general, que puedan haber desencadenado la deposición de amiloide como una respuesta protectora, llevando más tarde a la muerte de las células nerviosas. “Si podemos identificar a los culpables –ya sean bacterias, virus u hongos– podemos ser capaces de dirigirnos a ellos terapéuticamente para la prevención primaria de la enfermedad”, concluye Tanzi

¿Los virus son inmortales?

¿Los virus son inmortales?

De nuevo el tópico de si el virus es un ser vivo o no lo es

La comunidad científica no tiene claro si los virus son o no organismos vivos. Pueden ser estructuras al límite de la vida. Pero lo que sí son con toda seguridad agentes infecciosos, que necesitan de un organismo vivo para multiplicarse, es decir, parásitos. No son células pero infectan a todo tipo de organismos vivos: animales, plantas, hongos, bacterias y protozoos, ¡hasta se han encontrado parasitando a otros virus! Son tan pequeños –100 nanómetros de media o lo que es lo mismo, una milésima parte del grosor de un cabello- que no pueden observarse con el microscopio óptico, solo cuando se inventó el microscopio electrónico, en 1931, que es capaz de ver objetos minúsculos, pudimos tener una imagen de ellos. Al observar al microscopio electrónico los virus extraídos de un organismo infectado se pudo comprobar que aparecían múltiples partículas. Cada una de esas partículas víricas era extraordinariamente sencilla, estaba formada por una cubierta hecha de proteína y llamada cápside en cuyo interior se protege el material genético que puede ser ADN o ARN. En algunos tipos de virus las partículas tienen también un envoltorio lipídico, es decir formado por lo que normalmente llamamos grasas, que roban de las membranas de las células que infectan.

1) El virus de la gripe se une a una célula epitelial diana. 2) La célula engulle el virus mediante endocitosis. 3) Se libera el contenido del virus. El ARN vírico se introduce en el núcleo, donde la polimerasa de ARN lo replica. 4) El ARN mensajero (ARNm) del virus sirve para fabricar proteínas víricas. 5) Se fabrican nuevas partículas víricas y se liberan al líquido extracelular. La célula, que no muere en el proceso, sigue fabricando nuevos virus. CNX OPENSTAX, CC BY

Un virus puede existir como ente individual pero en cuanto entra en un organismo vivo, si es competente para multiplicarse, replicarse, lo hará en muy poco tiempo creando múltiples copias de sí mismo. Así que cuando en ciencia nos referimos a un virus que infecta un organismo no hablamos de una sola de esas partículas sino de una población de partículas.

Son o no inmortales la respuesta no es fácil Para ser mortal -o inmortal en este caso- un organismo debe, primero, estar vivo y, no está del todo claro que los virus lo estén. Es verdad que los virus tienen estructura genética, evolucionan por selección natural y se reproducen creando réplicas, aunque no idénticas, de sí mismos pero no están compuestos de células y, según la teoría celular, esas son las estructuras básicas de la vida así que sin ellas no podría considerarse que un virus sea un ser vivo. Hay otro argumento más en contra de considerarlos seres vivos, los virus no tienen metabolismo propio, necesitan las células de los organismos que infectan para replicarse.

Una partícula de virus tiene una existencia muy corta fuera de un ser vivo pero cuando entra en un hospedador empieza a replicarse a un ritmo fortísimo. Sabemos, por ejemplo, que en un individuo infectado por el virus del VIH o de la hepatitis C puede haber entre 10.000 millones y 100.000 millones de virus. Su vida media es de 6 a 24 horas pero como se replican tan rápido esas poblaciones enormes están en continua renovación. Y eso quiere decir que nunca estamos hablando de un solo virus sino de poblaciones de virus en equilibrio que en virología se conocen con el nombre de León del este no tenemos que y tengan también algo hacia lo ha oído el salto del consenso de colágeno yamasaki y, en la especies víricas. Así que la respuesta a la pregunta de si son inmortales es que si estamos hablando de un solo virus o partícula vírica, por supuesto que no es inmortal, está claro que desaparece. Pero dado que realmente no podemos hablar de un solo virus sino de una población de virus esa sí podría no desaparecer nunca si a la muerte de su hospedador se hubiera transmitido ya a otro huésped. No será exactamente la misma entidad porque se replica en copias que no son idénticas pero a menos que evolucione tanto como para convertirse en otro virus diferente seguirá siendo el mismo virus. En mi opinión no hay nada inmortal pero lo más cercano a la inmortalidad sería ese conjunto de mutantes que sin parar de replicarse van poco a poco cambiando en el tiempo para seguir manteniéndose ellos mismos y en condiciones óptimas podrían perdurar indefinidamente. Ello sucedería hasta el momento en que no tuvieran ningún ser vivo al que parasitar, entonces desaparecerían.
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Por qué existen los virus?
La razón de su existencia es anterior a la nuestra. Nosotros existimos porque antes hubo microbios y, entre ellos, los virus, que son la forma más elemental de transmisión genética.

“El virus que infecta mucho, como este,

Muy probablemente la pandemia por este virus está cambiando nuestra conciencia está cambiando nuestra conciencianuestras conciencias; pero sí que ya habían cambiado. Porque hoy no toleramos la muerte con la resignación de antaño frente a otras epidemias. Hemos demostrado que estamos dispuestos a sacrificar nuestra prosperidad por salvar a la población de riesgo sin importar su porcentaje. Y damos fe quienes hemos vivido pandemias con tasas de mortalidad más altas frente a las que los gobiernos reaccionaban, sin embargo, con resignación y un cómodo pésame. Hoy podemos hablar de tardanza en la respuesta, pero no de inoperancia. Y si ya no toleramos ni una muerte evitable, sólo una gestión epidemiológica mundial que, como pide Macip, coordine las soberanías sanitarias logrará impedir las del próximo virus.
Por qué existen los virus?
La razón de su existencia es anterior a la nuestra y la explica. Nosotros existimos porque antes hubo microbios y, entre ellos, los virus, que son la forma más elemental de transmisión genética.
¿La transmiten y de paso nos matan?
Su misión no es matarnos –los virus que nos enferman sólo son un 1% del total– sino, como la todo organismo, propagarse. Y sólo pueden propagarse si infectan una célula.
¿Nos sirven de algo o sólo nos atacan?
Sólo nos enferman de paso en el cumplimiento de su misión difusora; pero nos han hecho posibles, porque transportan información genética entre individuos y especies. Y también nos han dotado así de la que nos ha hecho mejores.
¿Cómo?
Utilizamos su información para mejorar nuestra adaptación al medio y sus cambios.
Cell publicó que un virus infectó nuestro cerebro y originó la conciencia.
He leído que usted recoge esa hipótesis en su libro, Homo rebellis , y no la descarto. Al fin y al cabo, la conciencia es otro gran instrumento de adaptación humana al medio al permitirnos anticipar sus cambios: el cerebro es una máquina de anticipar.
¿Por qué los virus nos hacen mejores?
Porque la mutación es parte de la vida, que es adaptarse: siempre habrá virus nuevos.
¿Por qué sabemos tan poco del virus de la Covid-19?
Porque es nuevo y eso es lo fascinante de los virus. Tienen una estructura muy simple: total son cuatro genes y cuatro proteínas.
Los chinos lo deconstruyeron rápido.
En cambio, no es tan fácil averiguar cómo actúa. Y este ha mutado para que las proteínas de su cáscara se adhieran fácilmente a las células de nuestro aparato respiratorio.
¿Los de la gripe no tienen esa capacidad?
Ni esos ni otros coronavirus como el SARS. Tan sólo la mutación de un trocito de gen le ha dado al de la Covid-19 habilidades inesperadas que han logrado que, mientras el SARS quedó localizado, este sea ya una pandemia.
¿Qué habilidades exclusivas tiene este?
Los infectados de la Covid-19 generan más carga viral que los del SARS y se unen con más facilidad a las células de los pulmones.
En cambio su letalidad es menor: ¿qué ¬relación tienen la tasa de contagio y la de -letalidad de un virus?
Los virus más letales, como el ébola, se contagian poco y no provocan pandemias. En cambio, los menos letales son los más contagiosos.
¿Y los muy contagiosos matan menos?
Sí y eso es importante. Y lógico; porque si un virus mata rápido no le da tiempo a contagiar a muchas personas.
Los muertos ya no contagian.
No tienen tiempo de contagiarlo. Así que los virus se autorregulan.
Menos mal.
Los suaves, como este, tienen un período de máximo contagio en el que el infectado con¬tagia sin darse cuenta, porque no detecta los síntomas. Pero, sí algún día alguien diseñara un virus a la vez muy infeccioso y muy letal…
¿Nos liquidaba a todos?
Sería mucho peor que ahora.
¿Podríamos diseñar ese Armagedón?
De hecho, diseñamos virus en el laboratorio para saber cómo se convierten en más o menos letales o contagiosos.
¿Alguien podría haber diseñado en un laboratorio el virus de la Covid-19?
Este no ha sido diseñado.
¿Cómo lo sabe?
Porque se han estudiado los genes y se aprecia una evolución lógica de sus parientes; y sus predecesores son iguales, pero con algún rasgo diferente. Se ve que en él no ha habido ningún trabajo de laboratorio.
Todos nos alegramos de oírlo.
La naturaleza es lo bastante sabia como para crear virus nuevos buscando las combinaciones mejores. El virus de 1918 fue tan terrible como la guerra. Y nadie lo había diseñado. Por tanto, no hace falta crearlos en el laboratorio para que sean letales.
¿La Covid-19 disminuirá con el calor?
Hay países ahora con calor y pandemia. Tal vez se propague menos con temperaturas altas; pero no desaparece. Hay que vigilar.
¿Puede mutar a peor?
Por suerte, este muta poco. El de la gripe, en cambio, es diferente cada año. Este es bastante estable, lo que puede ser bueno para nuestra inmunidad. Si se generan anticuerpos y el virus no cambia, significa que estás protegido contra él mucho tiempo.
¿Si se va en verano, volverá en otoño?
Los de la gripe sí vuelven; pero suelen volver debilitados; pero el de 1918 volvió mucho más letal; aunque no es comparable aquella situación a la nuestra. Lo importante ahora es salvar al máximo de gente hasta que haya vacunas y para eso hay que espaciar el ritmo de infecciones con el confinamiento.
¿Y si hubiéramos confinado sólo a la población de riesgo?
El virus es imprevisible También mata a gente joven y sana. Dentro de un año sabremos quién acertó en sus estrategias.

Referencias.

Ana Grande Pérez. Doctora en Biología, profesora titular del Área de Genética de la Universidad de Málaga y coordinadora de Encuentros con la Ciencia-Málag

LLUÍS AMIGUET

08/04/2020 00:45 Actualizado a 08/04/2020 06:51

El mundo después del coronavirus

: El mundo después del coronavirus

Esta tormenta pasará. Sin embargo, las elecciones que haremos nos cambiarán la vida en los próximos años

TENGO QUE ADMITIR QUE LOS LIBROS QUE HE LEÍDO DE HARARI ME HAN FASCINADO
Aunque reconozco que mas de lo mismo puede intoxicar
En los anteriores libros de harari , ya se veía su interés por la adivinanza y efectivamente puede adivinar muchas cosas que son de lógica y otras que son de sabio. Pues lo que no ha ocurrido está en el campo de la imaginación
Estoy de acuerdo cuando dice que la humanidad se enfrenta a una crisis mundial. Quizá la mayor crisis de nuestra generación. Las decisiones que tomen los ciudadanos y los gobiernos en las próximas semanas moldearán el mundo durante los próximos años. No sólo moldearán los sistemas sanitarios, sino también la economía, la política y la cultura. Debemos actuar con rapidez y resolución. Debemos tener en cuenta, además, las consecuencias a largo plazo de nuestras acciones. Al elegir entre alternativas, hay que preguntarse no sólo cómo superar la amenaza inmediata, sino también qué clase de mundo queremos habitar una vez pasada la tormenta. Sí, la tormenta pasará, la humanidad sobrevivirá, la mayoría de nosotros seguiremos vivos… pero viviremos en un mundo diferente. Pero la humanidad siempre ha sido un calvario, y es necesario ser acertado en su manejo ya que nos puede conducir a severos desastres
Posiblemente los gérmenes podrían ser la causa fundamental que haría desaparecer nuestra especie. Para el manejo de esta pandemia, nos han sorprendido la cantidad de medidas y la rapidez con que se les ha tomado que evidentemente están contribuyendo a manejar el problema con acierto que nos están ayudando a conservar la vida .
Las decisiones que en tiempos normales llevarían años de deliberación se aprueban en cuestión de horas. Tecnologías incipientes o incluso peligrosas se introducen a toda prisa, porque son mayores los riesgos de no hacer nada. Países enteros hacen de cobayas en experimentos sociales a gran escala. ¿Qué ocurre cuando todo el mundo trabaja desde casa y se comunica sólo a distancia? ¿Qué ocurre cuando escuelas y universidades dejan de ser presenciales? En tiempos normales, los gobiernos, las empresas y los juntas educativas no aceptarían nunca llevar a cabo semejantes experimentos. Pero no son estos tiempos normales.
En este momento de crisis, nos enfrentamos a dos elecciones particularmente importantes. La primera es entre vigilancia totalitaria y empoderamiento ciudadano. La segunda es entre aislamiento nacionalista y solidaridad mundial.
Con el fin de detener la epidemia, toda la población debe seguir ciertas pautas. Hay dos formas principales de lograrlo. Un método es que el gobierno vigile a la población y castigue a quienes incumplan las reglas. Hoy, por primera vez en la historia humana, la tecnología hace posible vigilar a todo el mundo todo el tiempo. En me llamó profundamente la atención la comparación que hace Harari con la que tomaban los Rusos hace cincuenta años, el KGB no podía seguir a 240 millones de ciudadanos soviéticos las 24 horas del día, ni aspirar a procesar de modo eficaz toda la información reunida. No había policías suficientes para manejar al pueblo y le resultaba sencillamente imposible colocar a un agente tras cada persona. En la actualidad potentes algoritmos, pueden sustituir a peligrosos espías.
La vigilancia parece ser la herramienta más útil en esta pandemia y el caso más notable es China. Escudriñando los teléfonos de los ciudadanos, haciendo uso de cientos de millones de cámaras con reconocimiento facial y obligando a las personas a controlar su temperatura y situación médica e informar sobre ellas, las autoridades chinas no sólo son capaces de determinar rápidamente quiénes son los posibles portadores del coronavirus, sino también de seguir sus movimientos e identificar a quienes entran en contacto con ellos. Toda una gama de aplicaciones para el móvil advierten a los ciudadanos de la proximidad de personas infectadas.
Esta tecnología se aplican en todas partes de manera progresiva, y aunque empezó o Asia oriental. El primer ministro israelí Benjamin Netanyahu ha permitido el desarrollo de técnicas antiterroristas para seguir el paciente con coronavirus autorizó recientemente el despliegue por parte del Servicio de Seguridad General de la tecnología de vigilancia normalmente reservada a la lucha contra el terrorismo para seguir a pacientes con coronavirus. Y pese a la negativa del parlamento, Netanyahu la impuso con un “decreto de emergencia”.
Hay que elegir entre vigilancia totalitaria y empoderamiento ciudadano;
Cabría argumentar que todo esto no tiene nada de nuevo. En los últimos años, los gobiernos y las empresas han recurrido a tecnologías cada vez más sofisticadas para rastrear, vigilar y manipular a las personas. Sin embargo, si no tenemos cuidado, la epidemia podría marcar un importante hito en la historia de la vigilancia. No sólo porque cabe la posibilidad de que normalice el despliegue de los instrumentos de vigilancia masiva en países que hasta ahora los habían rechazado, sino también porque supone una drástica transición de una vigilancia “epidérmica” a una vigilancia “hipodérmica”.
Hasta la fecha, cuando tocábamos la pantalla del móvil y clicábamos sobre un enlace, el gobierno quería saber sobre qué clicaba exactamente nuestro dedo. Sin embargo, con el coronavirus, el objeto de atención se desplaza. El gobierno quiere saber ahora la temperatura del dedo y la presión sanguínea bajo la piel.
Uno de los problemas a los que nos enfrentamos a la hora de comprender en qué punto nos encontramos en relación con la vigilancia es que ninguno de nosotros sabe exactamente cómo somos vigilados ni que ocurrirá en los próximos años. La tecnología de la vigilancia se desarrolla a una velocidad de vértigo y lo que parecía ciencia ficción hace 10 años es hoy una noticia desfasada. Hagamos un experimento mental. Imaginemos un hipotético gobierno que exige a todos los ciudadanos que llevemos una pulsera biométrica para vigilar la temperatura corporal y el ritmo cardíaco las 24 horas del día. Los algoritmos estatales almacenan y analizan los datos resultantes. De ese modo sabrán que estamos enfermos antes incluso de que lo sepamos nosotros mismos, y también sabrán dónde hemos estado y con quién nos hemos reunido. Sería posible reducir de modo drástico las cadenas de infección e incluso frenarlas por completo. Presumiblemente semejante sistema sería capaz de detener en seco la epidemia en un plazo de días. Maravilloso, ¿verdad?
El inconveniente, claro está, es que legitimaría un nuevo y espantoso sistema de vigilancia. Si alguien sabe, por ejemplo, que he clicado en un enlace de Fox News en lugar de hacerlo en uno de la CNN, aprenderá algo acerca de mis opiniones políticas y quizás incluso de mi personalidad. Ahora bien, si puede vigilar lo que me sucede con la temperatura corporal, la presión sanguínea y el ritmo cardíaco mientras veo las imágenes, puede aprender lo que me hace reír, lo que me hace llorar y lo que realmente me enfurece.
Resulta crucial recordar que la ira, la alegría, el aburrimiento y el amor son fenómenos biológicos como la fiebre y la tos. La misma tecnología que identifica la tos podría también identificar las risas. Si las empresas y los gobiernos empiezan a recopilar datos biométricos en masa, pueden llegar a conocernos mucho mejor de lo que nos conocemos nosotros mismos, y entonces no sólo serán capaces de predecir nuestros sentimientos sino también manipularlos y vendernos lo que quieran, ya sea un producto o un político. Semejante vigilancia biométrica haría que las tácticas de hackeo de datos de Cambridge Analytica parecieran de la Edad de Piedra. Imaginemos a Corea del Norte en 2030, cuando todos los ciudadanos deban llevar una pulsera biométrica las 24 horas del día. Si al escuchar un discurso del Gran Líder la pulsera capta señales de ira, ya podemos despedirnos de todo.
Esto es extremadamente duro y fuerte
Es posible, por supuesto, defender la vigilancia biométrica como medida temporal adoptada durante un estado de emergencia. Una medida que desaparecería una vez concluida la emergencia. Sin embargo, las medidas temporales tienen la desagradable costumbre de durar más que las emergencias; sobre todo, si hay siempre una nueva emergencia acechando en el horizonte. Mi país natal, Israel, por ejemplo, declaró durante su guerra de independencia de 1948 un estado de emergencia con el que se justificaron una serie de medidas temporales, desde la censura de prensa y la confiscación de tierras hasta unas normas especiales para hacer pudin (no es broma). La guerra de independencia se ganó hace mucho tiempo, pero Israel nunca ha suspendido el estado de emergencia y no ha logrado abolir muchas de las medidas “temporales” de 1948 (clementemente, el decreto de emergencia acerca del pudín se abolió en 2011).
Podríamos decir que la dictadura es la complicación de la democracia o por lo menos que con gran frecuencia la democracia terminan en dictadura

Incluso cuando las infecciones por coronavirus se reduzcan a cero, algunos gobiernos ávidos de datos podrían argumentar que necesitan mantener los sistemas de vigilancia biométrica porque temen una segunda oleada de la epidemia, o porque una nueva cepa de ébola se está extiendo por el África central, o porque… ya ven por dónde va la cosa. En los últimos años se está librando una gran batalla en torno a nuestra intimidad. La crisis del coronavirus podría ser el punto de inflexión en ella. Porque, cuando a la gente se le da a elegir entre la intimidad y la salud, suele elegir la salud.
La policía del jabón
En el hecho de pedir a la gente que elija entre intimidad y salud reside, en realidad, la raíz misma del problema. Porque se trata de una falsa elección. Podemos y debemos disfrutar tanto de la intimidad como de la salud. Es posible proteger nuestra salud y detener la epidemia de coronavirus sin tener que instituir regímenes de vigilancia totalitarios, sino más bien empoderando a los ciudadanos. En las últimas semanas, algunos de los esfuerzos que más éxito han tenido a la hora de contener la epidemia han sido los organizados por Corea del Sur, Taiwán y Singapur. Aunque esos países hicieron uso de las aplicaciones de seguimiento, han confiado mucho más en las pruebas exhaustivas, la información veraz y la cooperación voluntaria de una población bien informada.
La vigilancia centralizada y los castigos severos no son la única forma de hacer cumplir unas pautas beneficiosas. Cuando se comunica hechos científicos a la población y ésta confía en que las autoridades públicas les transmitirán esos hechos, los ciudadanos pueden hacer lo correcto sin necesidad de la vigilancia de un Gran Hermano. Una población automotivada y bien informada suele ser mucho más poderosa y eficaz que una población controlada e ignorante.
Consideremos, por ejemplo, el hecho de lavarnos las manos con jabón. Ha sido uno de los mayores avances de la historia de la higiene humana. Ese sencillo acto salva millones de vidas todos los años. Aunque es algo que damos por hecho, no fue hasta el siglo XIX cuando los científicos descubrieron la importancia de lavarse las manos con jabón. Antes, incluso médicos y enfermeras pasaban de una operación quirúrgica a otra sin lavarse las manos. Hoy miles de millones de personas lo hacen diariamente, no porque tengan miedo de la policía del jabón, sino porque entienden los hechos. Me lavo las manos con jabón porque sé cosas acerca de los virus y las bacterias, entiendo que esos pequeños organismos causan enfermedades y sé que el jabón puede acabar con ellos.
Cuando yo ejercía como neurocirujano con gran frecuencia contábamos el número de veces que nos lavamos las manos cada día y el número era de alrededor de 60
Sin embargo, para lograr tal nivel de conformidad y cooperación, se precisa confianza. La gente tiene que confiar en la ciencia, las autoridades públicas y los medios de comunicación. En los últimos años, los políticos irresponsables han socavado de forma deliberada la confianza en la ciencia, las autoridades públicas y los medios de comunicación. Ahora esos mismos políticos irresponsables podrían verse tentados de tomar la senda del autoritarismo, argumentando que no cabe confiar en que la población haga lo correcto.
Si gobiernos y empresas reúnen datos biométricos en masa, sabrán más de nosotros que nosotros mismos
Por lo general, una confianza que se ha erosionado durante años no puede reconstruirse de la noche a la mañana. Sin embargo, no son éstos tiempos normales. En un momento de crisis, las mentes también pueden cambiar con rapidez. Podemos mantener amargas discusiones con nuestros hermanos durante años, pero cuando ocurre alguna emergencia descubrimos de repente una reserva oculta de confianza y amistad, y corremos a ayudarnos mutuamente. En lugar de construir un régimen de vigilancia, no es demasiado tarde para reconstruir la confianza de la gente en la ciencia, las autoridades públicas y los medios de comunicación. No cabe duda de que debemos hacer uso también de las nuevas tecnologías, pero esas tecnologías deberían empoderar a los ciudadanos. Estoy a favor de controlar mi temperatura corporal y mi presión sanguínea, pero esos datos no deberían utilizarse para crear un gobierno todopoderoso. Esos datos deberían hacer que yo pueda tomar decisiones personales más informadas, y también que el gobierno responda de sus decisiones.
Si pudiera hacer un seguimiento de mi propia situación médica las 24 horas del día, no sólo sabría si me he convertido en un peligro para la salud de otras personas, sino también qué costumbres contribuyen a mi propia salud. Y si pudiera acceder a estadísticas fiables sobre la propagación del coronavirus y analizarlas, me encontraría en capacidad de juzgar si el gobierno me está diciendo la verdad y si está adoptando las políticas adecuadas para combatir la epidemia. Siempre que se hable de vigilancia, debemos recordar que la misma tecnología de vigilancia no sólo puede utilizarse por los gobiernos para vigilar a los individuos, sino también por los individuos para vigilar a los gobiernos.
Por lo tanto, la epidemia de coronavirus constituye un importante test de ciudadanía. En días venideros, la elección de todos debería ser confiar en los datos científicos y los expertos en salud, en lugar de hacerlo en teorías conspirativas sin fundamento alguno y en políticos interesados. Si no tomamos la decisión correcta, quizá nos encontremos renunciando a nuestras más preciadas libertades, convencidos de que ésa es la única manera de salvaguardar nuestra salud.
Necesitamos un plan mundial
La segunda elección importante a la que debemos enfrentamos es entre el aislamiento nacionalista y la solidaridad mundial. Tanto la propia epidemia como la crisis económica resultante son problemas mundiales. Sólo pueden resolverse eficazmente mediante la cooperación mundial.
En primer lugar, para derrotar el virus necesitamos ante todo compartir globalmente la información. Es la gran ventaja de los seres humanos sobre los virus. Un coronavirus en China y un coronavirus en Estados Unidos no pueden intercambiar consejos sobre cómo infectar a los humanos. Sin embargo, China puede enseñar a Estados Unidos muchas lecciones valiosas sobre los coronavirus y cómo tratarlos. Lo que un médico italiano descubre en Milán a primera hora de la mañana puede salvar vidas en Teherán por la tarde. Cuando el gobierno del Reino Unido duda entre diversas políticas, puede obtener consejo de los coreanos que ya se enfrentaron a un dilema similar hace un mes. Ahora bien, para que eso suceda, necesitamos un espíritu de cooperación y confianza mundial.
Los países deben estar dispuestos a compartir información de forma abierta y buscar humildemente asesoramiento, y ser capaces de confiar en los datos y las ideas que reciben. También necesitamos un esfuerzo mundial para producir y distribuir equipos médicos; sobre todo, kits de pruebas y respiradores. En lugar de que cada país trate de actuar localmente y acumule todos los equipos que pueda acaparar, el esfuerzo mundial coordinado aceleraría enormemente la producción de equipos susceptibles de salvar vidas y aseguraría una distribución más justa. Así como los países nacionalizan sectores clave durante una guerra, la guerra humana contra el coronavirus nos exige que “humanicemos” las cadenas de producción cruciales. Un país rico con pocos casos de infectados debería estar dispuesto a enviar los preciados equipos a un país más pobre con muchos casos, convencido de que, si más tarde necesita ayuda, otros países se la brindarán.
Los países deben estar dispuestos a compartir información de forma abierta
Consideremos un esfuerzo mundial similar para reunir personal médico. Los países hoy menos afectados podrían enviar personal médico a las regiones más afectadas del mundo, tanto para ayudarlos en sus momentos de necesidad como para adquirir una valiosa experiencia. Si más adelante el foco de la epidemia se desplaza, la ayuda podría empezar a fluir en la dirección opuesta.
La cooperación mundial es esencial también en el frente económico. Dada la naturaleza global de la economía y las cadenas de suministro, si cada gobierno obra por su cuenta haciendo caso omiso de los demás, el resultado será el caos y el agravamiento de la crisis. Necesitamos un plan de acción mundial, y lo necesitamos sin tardanza.
Una parálisis colectiva se ha apoderado de la comunidad internacional. No parece que haya adultos en la sala
Otro requisito es alcanzar un acuerdo mundial sobre los viajes. La suspensión de todos los viajes internacionales durante meses causará tremendas dificultades y obstaculizará la guerra contra el coronavirus. Los países deben cooperar para permitir que al menos un pequeño grupo de viajeros esenciales sigan cruzando las fronteras: científicos, médicos, periodistas, políticos, empresarios. Se puede conseguir mediante un acuerdo mundial sobre preselección de viajeros en el país de origen. Si sólo se permite subir a un avión a viajeros cuidadosamente seleccionados, se estará más dispuesto a aceptarlos en el país de destino.
Por desgracia, los países apenas toman hoy alguna de esas medidas. Una parálisis colectiva se ha apoderado de la comunidad internacional. No parece que haya adultos en la sala. La celebración de una reunión de emergencia de los dirigentes mundiales para trazar a un plan de acción común habría sido deseable hace ya muchas semanas. Sólo a mediados de marzo lograron los dirigentes del G-7 organizar una videoconferencia, sin que por otra parte saliera de ella ningún plan en ese sentido.
En anteriores crisis mundiales (como la crisis económica de 2008 y la epidemia del ébola de 2014), Estados Unidos asumió el papel de líder mundial. Sin embargo, el actual gobierno estadounidense ha renunciado a la labor de liderazgo. Ha dejado bien claro que la grandeza de Estados Unidos le importa mucho más que el futuro de la humanidad.
Esa administración ha abandonado incluso a sus aliados más estrechos. Cuando prohibió todos los viajes procedentes de la Unión Europea, ni siquiera se molestó en notificarla con antelación, y mucho menos en llevar a cabo una consulta sobre una medida tan drástica. Ha escandalizado a Alemania ofreciendo supuestamente mil millones de dólares a una empresa farmacéutica de ese país para comprar los derechos monopólicos de una nueva vacuna contra la covid-19. Incluso si el actual gobierno estadounidense cambiara finalmente de rumbo y presentara un plan de acción mundial, pocos seguirían a un dirigente que nunca asume ninguna responsabilidad, nunca admite ningún error y que acostumbra a atribuirse siempre todos los méritos y achacar toda la culpa a los demás.
Toda crisis es una oportunidad: esperemos que la actual epidemia contribuya a que la humanidad se dé cuenta del peligro que supone la desunión

Si el vacío dejado por Estados Unidos no es ocupado por otros países, no sólo será mucho más difícil detener la actual epidemia, sino que su legado seguirá envenenando las relaciones internacionales en los próximos años. Sin embargo, toda crisis es también una oportunidad. Esperemos que la actual epidemia contribuya a que la humanidad se dé cuenta del grave peligro que supone la desunión mundial.
Debemos tomar una decisión. ¿Viajaremos por la senda de la desunión o tomaremos el camino de la solidaridad mundial? Elegir la desunión no sólo prolongará la crisis, sino que probablemente dará lugar a catástrofes aún peores en el futuro. Elegir la solidaridad mundial no sólo será una victoria contra el coronavirus, sino también contra todas las futuras crisis y epidemias que puedan asolar a la humanidad en el siglo XXI.
Copyright @ Yuval Noah Harari. Usado bajo licencia. Todos los derechos reservados.
Traducción del artículo publicado en Financial Times: Juan Gabriel López Guix
El artículo de Harari me parece no tiene desperdicio yo tendría mucho cuidado con esto que similar a la canción andaluza, * ni contigo ni sin ti mis males tienen remedio, contigo porque me matas y sin ti porque me muero *
Yo no sé si Yuval Noah Harari quiere decir que nos pongamos de acuerdo los humanos de este mundo, pero si es lo que pretende la equivocación está asegurada esto no se arregla con voluntad ni tampoco con dictadura
Hace falta un cerebro nuevo , el que tenemos no sabe hacer esas cosas

LA INFLAMACIÓN EN LOS VIRUS DEL COVID 19

>LA INFLAMACIÓN EN LOS VIRUS DEL COVID 19 Imagen celular de citocinas
La tormenta de citocinas es un posible efecto secundario controlado en las UCIs
El coronavirus nos han sorprendido como lo han hecho a lo largo de la historia las distintas epidemia que han paralizado y diezmado el mundo.
Incluso los que somos muy mayores no habíamos visto nunca nada parecido.
La epidemia de gripe de 1918, fue tan mortificante y letal que yo a nivel personal pensaba que marcaba el límite entre las enfermedades infecciosas y las degenerativas. Después de esta epidemia, los gérmenes tendrán poca cabida en las enfermedades. Pues no es así, los gérmenes siguen mandando y para ello tenemos pocas terapias efectivas salvo las técnicas de prevenir una epidemia o mitigarla antes de que termine con el mundo.
¿Como algo tan pequeño como un virus puede tener tanta capacidad lesiva.
Hasta tal punto es agresivo, que la única terapia que tenemos contra él, es aislarnos y aislarlo, y para ello hay que parar el mundo.
Los virus, actúan en una primera fase invadiendo al organismo y de una segunda fase que es la reacción inflamatoria de rechazo, que en ocasiones es más severa y dañina.
Esta forma de actuar es inespecífica y una serie de condiciones son necesarias en la actuación de los virus, que son difíciles de explicar, así:
Los españoles y los italianos morimos por el Covid 19, mucho más que en otros países, y esto se debe a que somos genéticamente idénticos italianos y españoles y diferentes a los demás
Hay una diferencia en nuestros genes que los hace más sensible a los Covid 19. Después de la invasión del virus el organismo los sufre primero, como una invasión y segundo reacciona con el sistema inmunitario la inflamación.
Porque la mortalidad entre los españoles y los italianos, es diferente, y lo es porque nuestro sistema inmunológico es muy fuerte
El virus produce sobre el afectado dos tipo de enfermedades que son .:
Síndrome de activación macrofágica
Y síndrome anti fosfolípidos
Que son reacciones inflamatorias importante que se tratan con antiinflamatorio, concretamente con interleucinas dando lugar a una reacción inflamatoria tan potente que se le llama se llama ” tormentas de citoquinas “
De forma pues que algo tan débil como un virus es capaz de desencadenar una reacción inflamatoria enorme que termina con la vida del paciente y lo hace fundamentalmente por una obstrucción inflamatoria de los pulmones que impiden la ventilación
El autor principal de la maldad que esta enfermedad es el macrófago, al que hay que tratar lo más precozmente posible y ante el que se desencadenen la tormenta de citoquinas con corticoides y anticoagulantes
Los síndromes inflamatorios no son específicos de los de los virus. Y una serie de procesos infecciosos y no infeccioso son capaces de desencadenar una reacción inflamatoria a veces con resultados fatales.
Explosión de inflamación o TORMENTA DE CITOCINAS
Reacción inmunitaria grave por la que el cuerpo libera muy rápidamente demasiadas citocinas en la sangre. Las citocinas cumplen una función importante en las respuestas inmunitarias normales, pero son dañinas cuando el cuerpo produce de una vez cantidades grandes de ellas. La tormenta de citocinas puede ser consecuencia de una infección, una afección autoinmunitaria u otra afección. A veces también ocurre después del tratamiento con algunos tipos de inmunoterapia. Los signos y síntomas incluyen fiebre alta, inflamación (enrojecimiento e hinchazón), cansancio intenso y náuseas. Algunas veces, la tormenta de citocinas es grave y en peligro la vida por fallo multiorgánicos ,dos de ellos son de los mas frecuentes: se el
Síndrome de activación macrofágica en adultos con enfermedad reumática

El síndrome de activación macrofágica (SAM) es una reacción patológica inflamatoria sistémica, frecuentemente fatal y comúnmente no diagnosticada, que se acompaña de una falla multiorgánica y puede desencadenarse asociada a enfermedades reumáticas, neoplásicas, infecciosas o a drogas. Más descrita en niños que en adultos, probablemente en muchas ocasiones se relaciona con alteraciones genéticas aún no descritas. Sus síntomas y signos han sido definidos. El no sospecharlo conlleva a no diagnosticarlo y como consecuencia a un incremento importante del riesgo de mortalidad en el paciente; es por esto que el diagnóstico es un reto y el tratamiento debe de ser temprano y agresivo.

Puede haber insuficiencia orgánica múltiple que podría desencadenarse en asociación con enfermedades y / o fármacos reumáticos, neoplásicos o infecciosos. Se ha informado más en niños que en adultos, probablemente porque a menudo se asocia con anomalías genéticas no descritas aún, no descritas, anomalías genéticas. En la mayoría de los casos, el defecto genético no se reconoce en adultos o tiene una etiología diferente. Se han definido los signos y síntomas del síndrome de activación de macrófagos. No sospechar su presencia puede llevar a no hacer el diagnóstico y, por lo tanto, a un aumento de la mortalidad. El diagnóstico es un desafío, el tratamiento debe iniciarse temprano y ser agresivo para reducir la alta tasa de mortalidad.
El (SAM) no se suele buscar en el adulto y como consecuencia los resultados resultados suelen ser fatales. Requiere identificación y tratamiento temprano para reducir el riesgo de mortalidad. Todavía necesita ser estudiado para definir el defecto genético u otras causas que pueden ser responsables del desarrollo del síndrome.
Como es frecuente en las enfermedades raras recibe varios nombres que ayudan a la confusión, así desde el Síndrome de activación de macrófagos, se pasa a la Hemofagocitosis linfohistiocítica reactiva que suele ser familiar

La linfocitosis familiar es una activación inmune patológica con signos y síntomas de inflamación severa, que fue reconocida en 1952 como una enfermedad de la niñez. En 1977, el síndrome de activación macrofágica (SAM) se reporta en casos aislados que presentan insuficiencia hepática y coagulopatía de consumo1, posteriormente el SAM es descrito como un problema relacionado con artritis reumatoide juvenil2. En 1993, se describe en detalle y de forma específica en 24 niños 3. Hoy en día está bastante bien caracterizado constituyéndose como una entidad clínica asociada o desencadenada por drogas, infecciones, cáncer o enfermedades reumáticas o existiendo como una enfermedad aislada sin desencadenante4. El SAM ha sido descrito más frecuentemente en niños que en adultos, pero ha habido un incremento de pacientes adultos reportados5.
El SAM es un cuadro clínico similar a los síndromes hemofagocíticos, que por una deficiencia primaria o por un defecto en la apoptosis de macrófagos activados ocurre una perpetuación de la respuesta inflamatoria. Este defecto primario ha sido descrito en muchos casos, en otros su etiología aún está por definirse. El SAM ocurre cuando existe una función macrofágica mal controlada, una actividad celular citotóxica reducida y una disminución de los linfocitos T tóxicos y células asesinas naturales. Algunas citoquinas y amplificaciones de respuesta inflamatoria han sido descritas6. La apoptosis de macrófagos activados se logra por la vía de la perforina poro-granzima B serina proteasa. La reducción del número o función de células NK o una anormalidad genética del camino de la granzima-perforina llevan a un SAM.
En artritis idiopática juvenil (AIJ), lupus eritematoso y otras enfermedades reumáticas existe un incremento de la incidencia del SAM7,8. El SAM, frecuentemente se confunde con la inflamación de la sepsis o con la exacerbación de la enfermedad subyacente9. El síndrome ha sido descrito por 2 grupos diferentes, la Sociedad de Histiocitosis y por los reumatólogos pediatras. Las guías para el diagnóstico han sido publicadas por las 2 tendencias y están en proceso de definición para el lupus eritematoso sistémico (LES) y la AIJ sistémica10,11. Recientemente, los 2 grupos se reunieron y han definido la nomenclatura, así como los criterios diagnósticos12–14. El diagnóstico se basa en la presencia de criterios clínicos y criterios de laboratorio, ya establecidos por la Sociedad de Hemofagocitosis Linfohistiocítica15. Ravelli et al., elaboraron los criterios para SAM asociado a AIJ11.

Descripción: el SAM tiene un comienzo agudo y sus manifestaciones clínicas son: fiebre elevada y persistente (94%), cambios neuropsiquiátricos, esplenomegalia (59%), hepatomegalia (88%), linfadenomegalia (48%), eritema en la piel (65%), disminución del número células de 2 o 3 líneas celulares a nivel de sangre periférica, anemia (82%), trombocitopenia (88%), (>150.000 plaquetas); leucopenia (56%), enzimas hepáticas (transaminasas) elevadas (46%), fibrinógeno bajo por consumo (100%), hipertrigliceridemia (80%), tiempo de protrombina y trombina prolongados y ferritina muy elevada (100%) (en paréntesis están los porcentajes de estas características que están descritos en los criterios para SAM asociado a la AIJ por A. Ravelli11). En un artículo reciente, se reconoce la linfocitosis hemofagocítica como un desorden en incremento de diagnóstico en el adulto16.
Recientemente se ha sugerido que los niveles séricos (determinados por ELISA) del receptor específico recogedor de desperdicios (scavenger) de macrófagos el sCD163 soluble, es un marcador específico para macrófago en pacientes que tienen una activación macrofágica inadecuada, estando muy elevados y sirviendo su determinación para el seguimiento de la activación y de la actividad de la enfermedad17,18. De igual manera, la determinación de niveles del receptor soluble para el receptor de interleucina-2 (sIL-2R), se ha usado como marcador18.
En lo concerniente a la imaginología se han descrito cambios para varios sistemas y estructuras relacionadas con la respuesta inflamatoria excesiva en los órganos afectados19. La radiología de tórax demuestra un compromiso intersticial que es compatible con inflamación local o puede estar relacionado con una hemorragia intersticial. En la resonancia de cráneo se pueden ver imágenes de alta densidad o de falta de tejido en casos con compromiso del cerebro, estos hallazgos se han descrito en pacientes con síndrome de inmunodeficiencia adquirida, los hemos visto en nuestros pacientes.
A pesar de estar establecidos los criterios, aún requieren ser validados, para enfermedades diferentes a la AIJ sistémica. Se presentan situaciones que complican hacer el diagnóstico, entre otras, al comienzo de la enfermedad pudiera o no existir actividad fagocítica en la médula ósea, hígado o bazo (estos dos últimos no se consideran para las biopsias). La hemofagocitosis puede no detectarse en estas etapas tempranas y puede ser no específica en caso de una transfusión de sangre. Se puede confundir con actividad de la enfermedad subyacente o con sepsis. La elevación de triglicéridos, la determinación de células asesinas naturales y la citotoxidad de las células T, o los CD163 o los receptores para interleucina-2, no son procedimientos que se hacen de rutina en los laboratorios. La ferritina, tampoco es una prueba de rutina, ni se realiza de urgencia y pueden pasar varios días antes de obtenerse los resultados. Lo que hace que sea importante considerar el diagnóstico de SAM, como se podrá notar en los casos a continuación.
La mortalidad del SAM es alta, de 32 a 80% dependiendo de la serie revisada. La falta de conocimiento de la existencia de este síndrome, el retraso en el diagnóstico y el comienzo tardío de medidas terapéuticas pueden ser las responsables de esta alta mortalidad. Silva, presentó un número pequeño de pacientes donde coincide la alta mortalidad con el retraso en el diagnóstico, de allí la necesidad de un diagnóstico temprano20.
El virus de Epstein Barr es uno de los más descritos y hasta se lo ha responsabilizado como desencadenante. El National Institute of Health tiene una página web donde están citados los casos asociados a infecciones. Por otra parte, las enfermedades subyacentes, el carcinoma, la leucemia, la enfermedad linfoproliferativa, el LES, la dermatomiositis juvenil, la AIJ y la artritis reumatoide (AR), se asocian al SAM. Puede ocurrir con cualquier medicamento como desencadenante, la aspirina u otros antiinflamatorios no esteroideos, la segunda inyección de sales de oro, la sulfasalazina, el metotrexate21 y los anticonvulsivantes. Llama la atención que el SAM esté asociado a los biológicos anti factor de necrosis tumoral, el infliximab, etanercept o los antiinterleucina-1, el anakinra, ya que estas son las citoquinas que se disparan en los procesos de inflamación y esta última se utiliza hoy en día en muchos centros, como la terapia de elección del síndrome. Teóricamente los anti-TNF podrían ser considerados como terapia, por la misma descripción fisiopatológica del proceso, pero se ha despertado una gran discusión en ese aspecto por la paradójica respuesta descrita con estos tratamientos, algunos pacientes tuvieron la inducción del SAM con terapia anti-TNF22,23. Por otra parte, una dramática respuesta a etanercept ocurrió en un niño de 7 años de edad con AIJ24. Se describe el paciente EG, en nuestra serie que desarrolla el síndrome después de iniciado el tratamiento con anti-TNF como medicamento único25.
El tratamiento está dirigido ante todo a la eliminación de la causa que indujo el síndrome. Luego se comienza el tratamiento con pulsos de metilprednisolona a la dosis de 30mg por kg de peso o hasta un gramo al día durante 3 a 5 días, dependiendo de la gravedad del SAM y de la respuesta a las dosis iniciales. Se puede usar prednisona por vía oral a razón de uno o 2mg por kg de peso por día, en dosis única o dividida para más efecto, según la gravedad de la enfermedad. Se puede repetir el pulso en caso de respuesta insuficiente. La ciclosporina se ha usado con éxito por su efecto estabilizador de la membrana del macrófago o su función sobre los linfocitos ayudadores26,27. También se han utilizado las inmunoglobulinas y el etopósido (este último, sobre todo por la Sociedad de Hemofagocitosis). Hoy en día es muy utilizado el anakinra, que es un antagonista al receptor humano de interleucina-1 (IL-1Ra). El tocilizumab, es un anticuerpo monoclonal humanizado recombinado contra el receptor anti interleukina-6 (IL-6), se usa en el tratamiento de algunos pacientes que no toleran la interleucina-1 o no les es accesible).

Pero los casos del Covid 19 la solución en la fase de neumonía, es la de poner dosis altas de corticoides, usando como indicador la Ferritina, marcador de la inflamación y heparina de bajo peso molecular a dosis anticoagulante

De forma pues que tenemos una serie de enfermedades poco frecuentes que se caracteriza por la explosión de citoquinas e inflamación del parénquima sobre todo de vías respiratorias. Que probablemente son responsables de la alta mortalidad de esta epidemia del coronavirus.

Probablemente las unidades de cuidados intensivos tienen es esto muy en cuenta, el embargo la alta letalidad de estos pacientes se debe a la neumonía.

Humedad calor y lluvia en el coronavirus

LA HUMEDAD EL CALOR Y LA LLUVIA EVITAN LA PROPAGACIÓN DEL CORONAVIRUS
Un estudio de la Universidad de Yale incide en la importancia de la humedad relativa para frenar el coronavirus
La forma en que la primavera y el verano afecten a la pandemia de Covid-19 puede depender no solo de la eficacia de las medidas de distanciamiento social, sino también del entorno dentro de los propios edificios, en concreto de la humedad relativa, según un análisis de científicos de la Universidad de Yale (Estados Unidos).
El aire frío y seco del invierno ayuda claramente a que el SARS-CoV2, el virus que causa el nuevo coronavirus, se propague, según varios estudios. Pero a medida que la humedad aumenta durante la primavera y el verano, el riesgo de transmisión del virus a través de partículas en el aire disminuye tanto en el exterior como en el interior de lugares como las oficinas. Aunque los virus todavía pueden transmitirse por contacto directo o a través de superficies contaminadas a medida que aumenta la humedad, los investigadores sugieren que, además del distanciamiento social y el lavado de manos, la moderación estacional de la humedad relativa (la diferencia entre la humedad y las temperaturas exteriores y la humedad interior) podría ser un aliado en la disminución de las tasas de transmisión viral.
“El noventa por ciento de nuestras vidas en el mundo desarrollado transcurren en interiores muy cerca unas de otras. Existen pocos estudios sobre la relación entre la temperatura y la humedad del aire en interiores y exteriores y la transmisión aérea del virus”, explica Akiko Iwasaki, inmunobióloga y autora principal de la investigación, que se ha publicado en la revista científica ‘Annual Review of Virology’.

La naturaleza estacional de las enfermedades respiratorias se ha cronificado desde los tiempos de los antiguos griegos, quienes ya notaron que tales enfermedades subían en invierno y bajaban durante estas épocas más cálidas. La ciencia moderna ha sido capaz de identificar el aire frío y seco como un factor de propagación de este tipo de virus, como el SARS-CoV-2. El aire frío y seco del invierno hace que tales virus sean una triple amenaza, según este trabajo: cuando el aire frío del exterior con poca humedad se calienta en el interior, la humedad relativa del aire baja a alrededor del 20 por ciento.
El aire libre de humedad proporciona un camino claro para las partículas virales de virus como el Covid-19. El aire cálido y seco también amortigua la capacidad de los cilios, las proyecciones capilares de las células que recubren las vías respiratorias, para expulsar las partículas virales. Y por último, la capacidad del sistema inmunológico para responder a los patógenos se suprime en ambientes más secos, según Iwasaki.
La revisión cita experimentos que muestran que los roedores infectados con virus respiratorios pueden transmitir fácilmente partículas virales a través del aire a vecinos no infectados en ambientes de baja humedad. Sin embargo, en áreas de alta humedad relativa como los trópicos, las gotas infecciosas transportadas por el aire caen sobre las superficies en el interior y pueden sobrevivir durante períodos prolongados. “Por eso recomiendo humidificadores durante el invierno en los edificios. Muchas casas y edificios están mal ventilados y la gente a menudo vive en proximidad, y en estos casos, los beneficios de una mayor humedad se ven mitigados”, apuntan los investigadores.
Existe un punto clave en la humedad relativa para los ambientes interiores, según un estudio. Los ratones en ambientes de entre 40 y 60 por ciento de humedad relativa muestran una capacidad sustancialmente menor de transmitir virus a ratones no infectados que aquellos en ambientes de baja o alta humedad relativa. Los ratones mantenidos a una humedad relativa del 50 por ciento también fueron capaces de eliminar un virus inhalado y montar robustas respuestas inmunológicas. Iwasaki subraya que estos estudios solo se aplican a la transmisión en aerosol: el virus todavía puede ser transmitido en cualquier momento del año entre personas cercanas y a través del contacto con superficies que contengan cantidades suficientes de virus.
Por eso, las personas que viven en países cálidos y las que trabajan cerca de otras siguen siendo susceptibles a la infección. Siempre hemos sabido que pequeños maniobras facilitan la vida y una de ella es la humedad en este caso .
De igual forma, no se sabe, cómo actúa la lluvia en la evolución del coronavirus en los próximos meses. Ni los expertos se atreven a aventurar cómo afecta el cambio de tiempo a la actividad del virus.
Un incremento mantenido de la temperatura y un elevado grado de humedad podrían disminuir la «agresividad» del coronavirus (COVID-19) como ocurre con el virus de la gripe, según explican los meteorólogos de Meteored (tiempo.com), que advierten de que, sin embargo, se trata de un escenario nuevo y desconocido.

El meteorólogo Francisco Martín León recuerda que la gripe tiende a alcanzar su punto máximo en los meses fríos y disminuye en los meses cálidos, especialmente durante el verano en las latitudes medias, y que el factor fundamental no es precisamente la temperatura, sino la humedad, según estudios científicos. Añade que en un entorno seco, la gripe se afianza en el aparato respiratorio del infectado y permanece más tiempo en el ambiente, mientras que con altos valores de humedad el virus tiende a ser menos estable y su propagación disminuye, pues las gotas portadoras del virus en la tos humana crecen y caen antes de infectar a otras personas.
Los expertos esperan «una pausa» en la expansión del coronavirus durante el verano, pero subrayan que aún se desconoce su evolución y que el beneficio que puedan suponer el sol y el calor «es limitado si no se toman otras medidas de contención»
Y mantiene que «en el futuro, tendremos que hablar comúnmente en el periodo de los meses fríos de los resfriados, de la gripe y del nuevo coronavirus», que los científicos aseguran que ha venido para quedarse y para el que ya se busca una vacuna.
Vídeo .
Investigadores chinos lo confirman
Los investigadores chinos también creen que el calor y la humedad pueden reducir la transmisión del coronavirus, según han indicado dos universidades pequinesas en la web ‘Social Science Research Network’.
Los expertos, pertenecientes a la Facultad de Informática e Ingeniería de la Universidad de Beihang y la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad de Tsinghua, analizaron cómo podía afectar el clima a la expansión del COVID-19. Por una parte, observaron que después de romper las fronteras del gigante asiático, el virus no se comportaba igual en países del sudeste asiático como Singapur, Malasia y Tailandia que en Corea del Sur, Japón o Irán. En el primer grupo de países, el COVID-19 se extendía con menos velocidad que en el segundo grupo.
Esto provocó que los investigadores, según señalan en el informe preliminar, decidieron comprobar qué había pasado en China y cómo había afectado la humedad y el calor. Pusieron el corte antes del 24 de enero, fecha en que comenzaron las grandes restricciones en el país. Se analizaron cien ciudades en los que se habían producido más de 40 contagios. Lograron reunir 4.711 casos. Estudiaron las condiciones climáticas, además de otros factores como la densidad de la población y el PIB de las ciudades, y llegaron a la conclusión de que por el aumento de un grado, los contagios se reducen un 3,8%; si la humedad aumenta 1%, el descenso de los contagios puede alcanzar el 2,2%. «Indica que la llegada del verano y la temporada de lluvias en el hemisferio norte puede reducir efectivamente la transmisión del COVID-19»

La inflamación en el coronavirus

LA INFLAMACIÓN EN LOS VIRUS DEL COVID 19
El coronavirus nos han sorprendido como lo han hecho a lo largo de la historia las distintas epidemia que han paralizado y diezmado el mundo.
Incluso los que somos muy mayores no habíamos visto nunca nada parecido.
La epidemia de gripe de 1918, fue tan mortificante y letal que yo a nivel personal pensaba que marcaba el límite entre las enfermedades infecciosas y las degenerativas. Después de esta epidemia, los gérmenes tendrán poca cabida en las enfermedades. Pues no es así, los gérmenes siguen mandando y para ello tenemos pocas terapias efectivas salvo las técnicas de prevenir una epidemia o mitigarla antes de que termine con el mundo.
¿Como algo tan pequeño como un virus puede tener tanta capacidad lesiva.
Hasta tal punto es agresivo, que la única terapia que tenemos contra él, es aislarnos y aislarlo, y para ello hay que parar el mundo.
Los virus, actúan en una primera fase invadiendo al organismo y de una segunda fase que es la reacción inflamatoria de rechazo, que en ocasiones es más severa y dañina.
Esta forma de actuar es inespecífica y una serie de condiciones son necesarias en la actuación de los virus, que son difíciles de explicar, así:
Los españoles y los italianos morimos por el Covid 19, mucho más que en otros países, y esto se debe a que somos genéticamente idénticos italianos y españoles y diferentes a los demás
Hay una diferencia en nuestros genes que los hace más sensible a los Covid 19. Después de la invasión del virus el organismo los sufre primero, como una invasión y segundo reacciona con el sistema inmunitario la inflamación.
Porque la mortalidad entre los españoles y los italianos, es diferente, y lo es porque nuestro sistema inmunológico es muy fuerte
El virus produce sobre el afectado dos tipo de enfermedades que son .:
Síndrome de activación macrofágica
Y síndrome anti fosfolípidos
Que son reacciones inflamatorias importante que se tratan con antiinflamatorio, concretamente con interleucinas dando lugar a una reacción inflamatoria tan potente que se le llama se llama ” tormentas de citoquinas “
De forma pues que algo tan débil como un virus es capaz de desencadenar una reacción inflamatoria enorme que termina con la vida del paciente y lo hace fundamentalmente por una obstrucción inflamatoria de los pulmones que impiden la ventilación
El autor principal de la maldad que esta enfermedad es el macrófago, al que hay que tratar lo más precozmente posible y ante el que se desencadenen la tormenta de citoquinas con corticoides y anticoagulantes
Los síndromes inflamatorios no son específicos de los de los virus. Y una serie de procesos infecciosos y no infeccioso son capaces de desencadenar una reacción inflamatoria a veces con resultados fatales.
Explosión de inflamación o TORMENTA DE CITOCINAS
Reacción inmunitaria grave por la que el cuerpo libera muy rápidamente demasiadas citocinas en la sangre. Las citocinas cumplen una función importante en las respuestas inmunitarias normales, pero son dañinas cuando el cuerpo produce de una vez cantidades grandes de ellas. La tormenta de citocinas puede ser consecuencia de una infección, una afección autoinmunitaria u otra afección. A veces también ocurre después del tratamiento con algunos tipos de inmunoterapia. Los signos y síntomas incluyen fiebre alta, inflamación (enrojecimiento e hinchazón), cansancio intenso y náuseas. Algunas veces, la tormenta de citocinas es grave y en peligro la vida por fallo multiorgánicos ,dos de ellos son de los mas frecuentes: se el
Síndrome de activación macrofágica en adultos con enfermedad reumática

El síndrome de activación macrofágica (SAM) es una reacción patológica inflamatoria sistémica, frecuentemente fatal y comúnmente no diagnosticada, que se acompaña de una falla multiorgánica y puede desencadenarse asociada a enfermedades reumáticas, neoplásicas, infecciosas o a drogas. Más descrita en niños que en adultos, probablemente en muchas ocasiones se relaciona con alteraciones genéticas aún no descritas. Sus síntomas y signos han sido definidos. El no sospecharlo conlleva a no diagnosticarlo y como consecuencia a un incremento importante del riesgo de mortalidad en el paciente; es por esto que el diagnóstico es un reto y el tratamiento debe de ser temprano y agresivo.

Puede haber insuficiencia orgánica múltiple que podría desencadenarse en asociación con enfermedades y / o fármacos reumáticos, neoplásicos o infecciosos. Se ha informado más en niños que en adultos, probablemente porque a menudo se asocia con anomalías genéticas no descritas aún, no descritas, anomalías genéticas. En la mayoría de los casos, el defecto genético no se reconoce en adultos o tiene una etiología diferente. Se han definido los signos y síntomas del síndrome de activación de macrófagos. No sospechar su presencia puede llevar a no hacer el diagnóstico y, por lo tanto, a un aumento de la mortalidad. El diagnóstico es un desafío, el tratamiento debe iniciarse temprano y ser agresivo para reducir la alta tasa de mortalidad.
El (SAM) no se suele buscar en el adulto y como consecuencia los resultados resultados suelen ser fatales. Requiere identificación y tratamiento temprano para reducir el riesgo de mortalidad. Todavía necesita ser estudiado para definir el defecto genético u otras causas que pueden ser responsables del desarrollo del síndrome.
Como es frecuente en las enfermedades raras recibe varios nombres que ayudan a la confusión, así desde el Síndrome de activación de macrófagos, se pasa a la Hemofagocitosis linfohistiocítica reactiva que suele ser familiar

La linfocitosis familiar es una activación inmune patológica con signos y síntomas de inflamación severa, que fue reconocida en 1952 como una enfermedad de la niñez. En 1977, el síndrome de activación macrofágica (SAM) se reporta en casos aislados que presentan insuficiencia hepática y coagulopatía de consumo1, posteriormente el SAM es descrito como un problema relacionado con artritis reumatoide juvenil2. En 1993, se describe en detalle y de forma específica en 24 niños 3. Hoy en día está bastante bien caracterizado constituyéndose como una entidad clínica asociada o desencadenada por drogas, infecciones, cáncer o enfermedades reumáticas o existiendo como una enfermedad aislada sin desencadenante4. El SAM ha sido descrito más frecuentemente en niños que en adultos, pero ha habido un incremento de pacientes adultos reportados5.
El SAM es un cuadro clínico similar a los síndromes hemofagocíticos, que por una deficiencia primaria o por un defecto en la apoptosis de macrófagos activados ocurre una perpetuación de la respuesta inflamatoria. Este defecto primario ha sido descrito en muchos casos, en otros su etiología aún está por definirse. El SAM ocurre cuando existe una función macrofágica mal controlada, una actividad celular citotóxica reducida y una disminución de los linfocitos T tóxicos y células asesinas naturales. Algunas citoquinas y amplificaciones de respuesta inflamatoria han sido descritas6. La apoptosis de macrófagos activados se logra por la vía de la perforina poro-granzima B serina proteasa. La reducción del número o función de células NK o una anormalidad genética del camino de la granzima-perforina llevan a un SAM.
En artritis idiopática juvenil (AIJ), lupus eritematoso y otras enfermedades reumáticas existe un incremento de la incidencia del SAM7,8. El SAM, frecuentemente se confunde con la inflamación de la sepsis o con la exacerbación de la enfermedad subyacente9. El síndrome ha sido descrito por 2 grupos diferentes, la Sociedad de Histiocitosis y por los reumatólogos pediatras. Las guías para el diagnóstico han sido publicadas por las 2 tendencias y están en proceso de definición para el lupus eritematoso sistémico (LES) y la AIJ sistémica10,11. Recientemente, los 2 grupos se reunieron y han definido la nomenclatura, así como los criterios diagnósticos12–14. El diagnóstico se basa en la presencia de criterios clínicos y criterios de laboratorio, ya establecidos por la Sociedad de Hemofagocitosis Linfohistiocítica15. Ravelli et al., elaboraron los criterios para SAM asociado a AIJ11.

Descripción: el SAM tiene un comienzo agudo y sus manifestaciones clínicas son: fiebre elevada y persistente (94%), cambios neuropsiquiátricos, esplenomegalia (59%), hepatomegalia (88%), linfadenomegalia (48%), eritema en la piel (65%), disminución del número células de 2 o 3 líneas celulares a nivel de sangre periférica, anemia (82%), trombocitopenia (88%), (>150.000 plaquetas); leucopenia (56%), enzimas hepáticas (transaminasas) elevadas (46%), fibrinógeno bajo por consumo (100%), hipertrigliceridemia (80%), tiempo de protrombina y trombina prolongados y ferritina muy elevada (100%) (en paréntesis están los porcentajes de estas características que están descritos en los criterios para SAM asociado a la AIJ por A. Ravelli11). En un artículo reciente, se reconoce la linfocitosis hemofagocítica como un desorden en incremento de diagnóstico en el adulto16.
Recientemente se ha sugerido que los niveles séricos (determinados por ELISA) del receptor específico recogedor de desperdicios (scavenger) de macrófagos el sCD163 soluble, es un marcador específico para macrófago en pacientes que tienen una activación macrofágica inadecuada, estando muy elevados y sirviendo su determinación para el seguimiento de la activación y de la actividad de la enfermedad17,18. De igual manera, la determinación de niveles del receptor soluble para el receptor de interleucina-2 (sIL-2R), se ha usado como marcador18.
En lo concerniente a la imaginología se han descrito cambios para varios sistemas y estructuras relacionadas con la respuesta inflamatoria excesiva en los órganos afectados19. La radiología de tórax demuestra un compromiso intersticial que es compatible con inflamación local o puede estar relacionado con una hemorragia intersticial. En la resonancia de cráneo se pueden ver imágenes de alta densidad o de falta de tejido en casos con compromiso del cerebro, estos hallazgos se han descrito en pacientes con síndrome de inmunodeficiencia adquirida, los hemos visto en nuestros pacientes.
A pesar de estar establecidos los criterios, aún requieren ser validados, para enfermedades diferentes a la AIJ sistémica. Se presentan situaciones que complican hacer el diagnóstico, entre otras, al comienzo de la enfermedad pudiera o no existir actividad fagocítica en la médula ósea, hígado o bazo (estos dos últimos no se consideran para las biopsias). La hemofagocitosis puede no detectarse en estas etapas tempranas y puede ser no específica en caso de una transfusión de sangre. Se puede confundir con actividad de la enfermedad subyacente o con sepsis. La elevación de triglicéridos, la determinación de células asesinas naturales y la citotoxidad de las células T, o los CD163 o los receptores para interleucina-2, no son procedimientos que se hacen de rutina en los laboratorios. La ferritina, tampoco es una prueba de rutina, ni se realiza de urgencia y pueden pasar varios días antes de obtenerse los resultados. Lo que hace que sea importante considerar el diagnóstico de SAM, como se podrá notar en los casos a continuación.
La mortalidad del SAM es alta, de 32 a 80% dependiendo de la serie revisada. La falta de conocimiento de la existencia de este síndrome, el retraso en el diagnóstico y el comienzo tardío de medidas terapéuticas pueden ser las responsables de esta alta mortalidad. Silva, presentó un número pequeño de pacientes donde coincide la alta mortalidad con el retraso en el diagnóstico, de allí la necesidad de un diagnóstico temprano20.
El virus de Epstein Barr es uno de los más descritos y hasta se lo ha responsabilizado como desencadenante. El National Institute of Health tiene una página web donde están citados los casos asociados a infecciones. Por otra parte, las enfermedades subyacentes, el carcinoma, la leucemia, la enfermedad linfoproliferativa, el LES, la dermatomiositis juvenil, la AIJ y la artritis reumatoide (AR), se asocian al SAM. Puede ocurrir con cualquier medicamento como desencadenante, la aspirina u otros antiinflamatorios no esteroideos, la segunda inyección de sales de oro, la sulfasalazina, el metotrexate21 y los anticonvulsivantes. Llama la atención que el SAM esté asociado a los biológicos anti factor de necrosis tumoral, el infliximab, etanercept o los antiinterleucina-1, el anakinra, ya que estas son las citoquinas que se disparan en los procesos de inflamación y esta última se utiliza hoy en día en muchos centros, como la terapia de elección del síndrome. Teóricamente los anti-TNF podrían ser considerados como terapia, por la misma descripción fisiopatológica del proceso, pero se ha despertado una gran discusión en ese aspecto por la paradójica respuesta descrita con estos tratamientos, algunos pacientes tuvieron la inducción del SAM con terapia anti-TNF22,23. Por otra parte, una dramática respuesta a etanercept ocurrió en un niño de 7 años de edad con AIJ24. Se describe el paciente EG, en nuestra serie que desarrolla el síndrome después de iniciado el tratamiento con anti-TNF como medicamento único25.
El tratamiento está dirigido ante todo a la eliminación de la causa que indujo el síndrome. Luego se comienza el tratamiento con pulsos de metilprednisolona a la dosis de 30mg por kg de peso o hasta un gramo al día durante 3 a 5 días, dependiendo de la gravedad del SAM y de la respuesta a las dosis iniciales. Se puede usar prednisona por vía oral a razón de uno o 2mg por kg de peso por día, en dosis única o dividida para más efecto, según la gravedad de la enfermedad. Se puede repetir el pulso en caso de respuesta insuficiente. La ciclosporina se ha usado con éxito por su efecto estabilizador de la membrana del macrófago o su función sobre los linfocitos ayudadores26,27. También se han utilizado las inmunoglobulinas y el etopósido (este último, sobre todo por la Sociedad de Hemofagocitosis). Hoy en día es muy utilizado el anakinra, que es un antagonista al receptor humano de interleucina-1 (IL-1Ra). El tocilizumab, es un anticuerpo monoclonal humanizado recombinado contra el receptor anti interleukina-6 (IL-6), se usa en el tratamiento de algunos pacientes que no toleran la interleucina-1 o no les es accesible).

Pero los casos del Covid 19 la solución en la fase de neumonía, es la de poner dosis altas de corticoides, usando como indicador la Ferritina, marcador de la inflamación y heparina de bajo peso molecular a dosis anticoagulante

De forma pues que tenemos una serie de enfermedades poco frecuentes que se caracteriza por la explosión de citoquinas e inflamación del parénquima sobre todo de vías respiratorias. Que probablemente son responsables de la alta mortalidad de esta epidemia del coronavirus.

Probablemente las unidades de cuidados intensivos tienen esto muy en cuenta, pero conviene no olvidar que la alta letalidad de estos pacientes se debe a la neumonía. Inflamatoria

DONDE SE DEPOSITA Y DURANTE CUÁNTO TIEMPO EL CORONAVIRUS

DONDE SE DEPOSITA Y DURANTE CUÁNTO TIEMPO EL CORONAVIRUS

Saber el tiempo que un coronavirus está depositada en una superficie es vital para evitar el contagio, en el laboratorio El SARS-CoV-2 puede sobrevivir hasta tres días en superficies de plástico y acero inoxidable, y hasta 24 horas en cartón, según También el virus podría permanecer con capacidad de infección durante ese tiempo en picaportes, teclados de ordenador, elementos del transporte público, teléfonos móviles, o juguetes. En cambio, en superficies de cobre el virus apenas dura cuatro horas.
Suspendido en el aire, el patógeno tiene una vida media de tres horas tras haber sido expulsado en forma pequeñas gotitas, de entre 1 y 5 micrómetros -unas 30 veces más pequeñas que el grosor de un cabello humano-, a través de la tos o estornudos. Las gotas de mayor grosor, en cambio, tienden a depositarse sobre superficies antes.

Para averiguarlo, un equipo de investigadores de los Institutos Nacionales de Salud (NIH) de los Estados Unidos y la Universidad de California Los Angeles, roció con el patógeno en el laboratorio siete materiales habituales en la casas y hospitales. Para ello, utilizaron un nebulizador, para imitar el estornudo o la tos humanas. Luego, fueron tomaron muestras de cada una de las superficies en diferentes momentos para comprobar si el virus continuaba siendo infeccioso. Es así como descubrieron que, en línea con lo que ocurre en el caso de SARS y MERS, el nuevo virus mantiene su capacidad de infección hasta 72 horas.
En otro tipo de superficies, como por ejemplo ropa o sábanas, los investigadores apuntan que es poco probable que el coronavirus sobreviva, aunque están haciendo pruebas.
Los resultados han sido hallados en condiciones de laboratorio, por lo que los expertos llaman a la precaución y señalan que, en el mundo real, donde las condiciones de temperatura y humedad son distintas, esos tiempos de supervivencia podrían variar.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) no considera que las superficies contaminadas sean un vector de transmisión tan importante como el contagio de persona a persona, insisten en que se desinfecten bien las superficies. Investigadores en coronavirus del Centro de Investigación en Sanidad Animal IRTA-CReSA indica que se pueden utilizar productos que contengan etanol -un tipo de alcohol- en una concentración de 62-71% o hipoclorito de sodio -lejía- al 0,1%. Si se usa lejía doméstica, basta con diluir una parte de este producto por cada 50 partes de agua. Eso sí, los desinfectantes no son instantáneos, por lo que se recomienda que estén entre 5 y 15 minutos en contacto con la superficie a desinfectar y que luego se limpie bien con una bayeta o, preferiblemente, con papel de cocina que luego se deseche.

No hay que tomar medidas excepcionales con los zapatos. Se aconseja dejarlos a la entrada al llegar a casa y si se quiere, que se pase una bayeta húmeda con una dilución de lejía doméstica. Aunque, insisten, es muy poco probable que se puedan quedar virus enganchados y que estos luego puedan infectar a las personas. Lo mismo ocurre con los alimentos: al cocinarlos a más de 60ºC se inactiva el SARS-CoV-2.
: los experimentos se realizaron con “otros coronavirus” distintos al SARS-CoV-2, el coronavirus que causa el Covid-19. Por tanto, datos válidos pero no aplicables directamente a la situación actual.

Esta semana, otra revista muy prestigiosa ( New England Journal of Medicine ) publicó un estudio similar, en el que sí que se evaluó la persistencia del SARS-CoV-2 en distintas superficies, experimento que nos acerca más a la realidad actual. Los investigadores generaron un aerosol con SARS-CoV-2 en una cantidad similar a la que puede existir en las vías respiratorias de pacientes con la Covid-19. Se determinó la persistencia del virus en el aire y en cuatro superficies distintas: plástico, acero inoxidable, cobre y cartón.
En el aire, el virus puede permanecer hasta 3 horas, pero la vida media del virus viable es de alrededor de una hora. En el plástico y el acero inoxidable el virus es más estable y se detectó hasta 3 días después. La vida media en ambas superficies fue de 6 a 7 horas. En el cobre el virus puede permanecer viable durante 4 horas, con una vida media de 1 hora. En el cartón no se detectó virus viable tras 24 horas y la vida media fue de 2 a 4 horas.
¿Qué indican estos resultados? Que el virus permanece en el aire y en las distintas superficies durante un tiempo variable y diferente: más en el plástico y el acero, menos en cobre y cartón, pero con un descenso significativo de la cantidad de virus viable según transcurre el tiempo.
Como ya sabíamos, las superficies contaminadas son un vehículo de transmisión del virus. La buena noticia: su limpieza con cualquier tipo de desinfectante doméstico es suficiente para eliminar el virus. Antes y después de tocarlas, lavarse bien las manos. Y mantener siempre la distancia de seguridad (1,5-2 m) entre nosotros.
Referencias
El virus, las superficies y la limpieza deANTONI TRILLA
Hospital Clínic – Universitat de Barcelona – ISGlobal
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El mundo después del coronavirus HARARI


EL MUNDO DESPUÉS DEL CORONAVIRUS, HARARI

«Esta tormenta pasará. Pero las elecciones que hacemos ahora podrían cambiar nuestras vidas en los años venideros», dice Harari.
Noah Harari es un fenómeno escribiendo y además de ser un autor muy ilustrado, el tema de la biología evolutiva le fascina
El filósofo, escritor e historiador israelí, Yuval Noah Harari, ha publicado esta semana una columna de opinión en el Financial Times y ya ha dado de qué hablar en todo el mundo.
Pero atención, quien tiene boca se equivoca, y Harari está hablando demasiado, publica demasiado, y en todo no se puede ser acertado.
Escribe una serie de cosas que pueden ser acertadas pero muy genéricas y por tanto susceptible de ponerla en duda

Para Harari, hay que actuar “rápida y decisivamente” si queremos poder enfrentar la pandemia global de la mejor forma posible, pero ese no es el foco de su artículo que titula “El mundo después del coronavirus”.
“Debemos tener en cuenta las consecuencias a largo plazo de nuestras acciones”, dice Harari. “Al elegir entre alternativas, debemos preguntarnos no solo cómo superar la amenaza inmediata, sino también qué tipo de mundo habitaremos una vez que pase la tormenta. Sí, la tormenta pasará, la humanidad sobrevivirá, la mayoría de nosotros aún viviremos, pero habitaremos en un mundo diferente”,.
Las medidas las medidas a corto plazo se convertirán en un elemento vital para salvar la mayor cantidad de vidas. Considera que es en las emergencias cuando se ve la premura con que la humanidad podría aprobar medidas y acciones normalmente: “Las decisiones que en tiempos normales podrían llevar años de deliberación se aprueban en cuestión de horas”,
Colaboración y vigilancia
“Para detener la epidemia, poblaciones enteras deben cumplir con ciertas pautas”, añade Harari. “Hay dos formas principales de lograr esto. Un método es que el gobierno haga un monitoreo a las personas y castigue a quienes infringen las reglas. Hoy, por primera vez en la historia humana, la tecnología hace posible monitorear a todos, todo el tiempo. Por ejemplo hace 50 años la KGB no podía seguir a 240 millones de ciudadanos soviéticos las 24 horas del día, ni podía esperar procesar efectivamente toda la información reunida. La KGB dependía de agentes y analistas humanos, que no podían investigar a todos los ciudadanos. Pero ahora existen sensores ubicuos y algoritmos poderosos que pueden buscar todo o en cualquier parte
El vigilante gobierno chino En ese sentido se han visto acciones como las del gobierno chino, que hipervigila a sus ciudadanos no solo durante la pandemia sino en general en la vida diaria desde hace años. De forma semejante, el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, aprobó a la Agencia Nacional de Seguridad el despliegue de tecnología de vigilancia a fin de castigar a todas las personas que violen la cuarentena durante la pandemia.
“La tecnología de vigilancia se está desarrollando a una velocidad vertiginosa, y lo que parecía ciencia ficción hace 10 años hoy es realidad. Cada ciudadano puede usar un brazalete biométrico que monitorea la temperatura corporal y constantes biológicas las 24 horas del día. Los datos resultantes son atesorados y analizados por algoritmos gubernamentales. Los algoritmos sabrán que estás enfermo incluso antes de que el paciente se de cuenta, y también sabrán dónde has estado y a quién has conocido. Las cadenas de infección podrían acortarse drásticamente e incluso cortarse por completo. Tal sistema podría detener la epidemia en cuestión de días.
Sabemos, que si haces click en un enlace de un medio de noticias todas esa información Google, Facebook y otras plataformas la recopilan y lucran con ellas por medio de publicidad.
“Podría, por supuesto, defender la vigilancia biométrica como una medida temporal tomada durante un estado de emergencia, pero con gran frecuencia lo temporal subsiste, especialmente porque siempre hay una nueva emergencia al acecho en el horizonte”,.
La segunda etapa necesaria para lograr salir de la pandemia es, por supuesto, la colaboración de la ciudadanía. Pero, para lograr la cooperación estricta y sin cuestionamiento se necesita que el pueblo confíe en la ciencia, en los medios de comunicación y en las autoridades gubernamentales y sanitarias. “En los últimos años, los políticos irresponsables han socavado deliberadamente la confianza en la ciencia, en las autoridades públicas y en los medios de comunicación. Ahora, estos mismos políticos irresponsables podrían verse tentados a tomar el camino al autoritarismo, argumentando que simplemente no se puede confiar en que el público haga lo correcto”, añade Harari en el artículo del FT. “La confianza que se ha erosionado durante años no se puede reconstruir de la noche a la mañana”.
“La epidemia de coronavirus es, por lo tanto, una prueba importante de ciudadanía. Lo que puede ocurrir con la epidemia de coronavirus en los días venideros, cada uno de nosotros debería optar por confiar en los datos científicos y los expertos en atención médica por encima de las teorías de conspiración infundadas y los políticos egoístas. Pero esto es tanto como ponernos de acuerdo y esto no ha ocurrido nunca aunque siempre hay una primera vez Si no tomamos la decisión correcta, podríamos encontrarnos renunciando a nuestras libertades más preciadas, pensando que esta es la única forma de salvaguardar nuestra salud”,
La inestabilidad de los datos con frecuencia son volátiles y conduce a error porque no siempre detrás del último no va nadie puede haberlo y ser fundamental en las conclusiones

NOSTRADAMUS BILL GATES LES PROPHÉTIES Y EL CORONAVIRUS

NOSTRADAMUS BILL GATES LES PROPHÉTIES Y EL CORONAVIRUS

Siempre me han dado mucho miedo los predictores del futuro. Pero tengo que admitir que veces determinada persona tienen capacidad de predecir. Por lo menos tiene capacidad para decir que puede predecir el futuro
Después de leer el libro de la predicciones de Notredamus, me quedé muy sorprendido de algunos de sus vaticinios.
Por ejemplo el que describe la revolución francesa. Que empieza diciendo “ cuando los mil contaras, con los 300 doblados y etc. Que marca la revolución francesa
No hace falta retroceder mucho para encontrar autores como de Microsoft, Bill Gates, ofreció una charla TED en 2015 en la que advertía del peligro que representaba para el planeta la propagación de un virus.
03-04-2015 Youtube: TED

NOSTRADAMUS

Este personaje cuya fama trascendió a su tiempo escribía sus predicciones en verso y en un lenguaje metafórico, genérico y crítico a la vez, al punto que las interpretaciones de sus textos varían muchísimo y sus pronósticos pueden adaptarse -generalmente a posteriori de los hechos- a cualquier contingencia.
Por lo general sus profecías aluden a catástrofes naturales -como epidemias, terremotos, inundaciones o sequías- o a desastres causados por el hombre: asesinatos, guerras, batallas. Salvo unas pocas, la mayoría no precisa lugares, ni fechas, ni nombres.
Algunas cuartetas habilitan una interpretación más clara, como las que predicen una invasión islámica de Europa: “De la comarca de la Arabia Feliz / nacerá un Maestro de la ley de Mahoma / que viajará a España y conquistará Granada / y luego por mar al pueblo lingüístico” (V-55 ). Pero la mayoría son bastante imprecisas.
A manera de testamento para la Humanidad, Nostradamus dejó escritas sus famosas predicciones en «Les Prophéties», un libro con más de mil predicciones divididas en cien cuartetas
Algunas cuartetas habilitan una interpretación más clara, como las que predicen una invasión islámica de Europa: “De la comarca de la Arabia Feliz / nacerá un Maestro de la ley de Mahoma / que viajará a España y conquistará Granada / y luego por mar al pueblo lingüístico” (V-55 ). Pero la mayoría son bastante imprecisas.
Anunció que un importante rey dejaría la corona. Faltan nueve meses y medio para ver si, por ejemplo, el eterno heredero al trono, el príncipe Carlos, es finalmente coronado y sustituye a su madre, Isabel II.
Coronavirus y otras predicciones: qué dijo realmente Nostradamus sobre el año 2020
Cuando la Iglesia frunció el ceño ante las raras actividades de Nostradamus -apoticario, astrónomo, curandero, adivino-, el médico sin título ya contaba con una poderosísima protectora: Catalina de Médicis, reina consorte de Francia y luego regente, la mujer que, durante el reinado de sus tres hijos siguió moviendo los hilos del poder. Catalina estaba fascinada con Nostradamus, lo instaló en la Corte y apelaba a él como consejero y futurólogo. Y también como médico.
de los seres de la noche / a la tierra de las 7 colinas
de los seres de la noche (murciélagos) / a la tierra de las 7 colinas (Italia)
Desde el ascenso de Hitler al poder hasta el incendio de la catedral de Notre-Dame, pasando por el asesinato de John Fitzgerald Kennedy, las torres Gemelas, la Segunda Guerra Mundial, etcétera, .
Desde el oriente (China) / que extenderá su plaga (el virus)
Sobre el coronavirus Michel de Notre-Dame habría anticipado esta pandemia, entre las casi mil profecías que formuló
. Solo que esa cuarteta no es de Nostradamus. Es una falsa cita.
La falsa cita de Nostradamus que probaría que predijo la pandemia de coronavirus
no ha sido excepción.
Nostradamus predijo varias plagas, pero sin precisar fechas. Considerando el tiempo que le tocó vivir, en que las epidemias diezmaban a poblaciones enteras, no es extraño que haya imaginado nuevas plagas para tiempos futuros. Tal vez no se hubiera sorprendido tanto como nosotros ante esta pandemia del coronavirus. Pero no llegó a predecirla.
La predicción de Bill Gates sobre el coronavirus en 2015
«No serán misiles, serán microbios», fue la advertencia que Bill Gates lanzó en 2015 sobre la que sería la gran amenaza para la Humanidad. El cofundador de Microsoft advirtió hace cinco años un mensaje premonitorio en una charla de Tecnología, Entretenimiento y Diseño (TED), en la que incidió en la idea de que, pese al temor a una guerra nuclear, el gran peligro a nivel mundial sería una epidemia.
«Si algo ha de matar a más de 10 millones de personas en las próximas décadas, probablemente será un virus muy infeccioso más que una guerra», advirtió el magnate estadounidense, que ahora se puede considerar como un visionario en la crisis global provocada por la pandemia del coronavirus que tiene en estado de alarma al planeta.
En su conferencia TED, Bill Gates pone como ejemplo el peligroso avance del ébola y argumenta la necesidad de contar con especialistas preparados en todos los ámbitos para analizar y hacer frente a la propagación de la enfermedad. Para el filántropo estadounidense la siguiente gran epidemia «podría ser mucho más devastadora». Recuerda que también cabe la posibilidad de si llega un virus que se propaga por el aire como la gripe española, que acabó con más 30 millones de personas, la expansión resultará mucho más catastrófica si cabe.
Las soluciones que vislumbra Gates en su discurso hacen hincapié en contar con una organización a nivel internacional que trabaje en la prevención y análisis -asegura que la OMS se limita a monitorizar los resultados-. «Tenemos los instrumentos, pero hay que ponerlos al servicio de un sistema mundial general de salud. Y necesitamos estar preparados», avanzó al mismo tiempo que el Mundo no está preparado para una epidemia como la que actualmente la está sacudiendo.
La fórmula para afrontar crisis como la actual es «como en una guerra», es decir, invertir y tratar como se hace la seguridad nacional para por delante y a la vanguardia de los adelantos para tener capacidad de reacción.
Las palabras del escritor parecen ahora, cinco años, después una premonición inquietante.

En la práctica es muy fácil transportar un virus de una parte a otra del planeta sin que el portador tenga molestia y llenar el mundo de enfermedad.

Cuando me levanto por la mañana y escuchó tanta decrepitud, tanto desatino, y tanto desequilibrio en la conducta de los humanos. Pienso que las famosas epidemias de la Biblia, y sólo se me ocurre rezar y pedir ayuda a Dios. Porque los hombres lo están haciendo muy bien y con mucho amor.

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