1.- LA MEMORIA GENERALIDADES Y CLASIFICACION
Es una función del cerebro que permite al organismo codificar, almacenar y recuperar la información del pasado, su principal característica es que da a nuestra vida sentido de continuidad.
La memoria (vocablo que deriva del latín memoria) es una facultad que le permite al ser humano retener y recordar hechos pasados. La palabra también permite denominar al recuerdo que se hace o al aviso que se da de algo que ya ha ocurrido, y a la exposición de hechos, datos o motivos que se refieren a una cuestión determinada.
No es algo observable pero forma parte importante en nuestras vidas.
¿Si alguien conoce algo es porque su cerebro previamente lo aprendió o lo traía aprendido al nacer?
También podríamos decir de la memoria que son los cambios que se producen en el cerebro para poder retener lo que aprendemos y nos permite relacionar el presente con el pasado y proyectarse hacia el futuro.
Aprendizaje y memoria son dos procesos ligados y coincidentes forman parte de procesos cerebrales como la percepción sensorial, las motivaciones, las emociones o el lenguaje
Cabe preguntarse dónde está alojada la memoria, si lo está como algo concreto y definido o como parte de unas facultades a las que por la imposibilidad de expresarlas como un todo, las fragmentamos acercándonos entonces al error.
Aceptemos el reto y digamos donde está alojada a memoria
El Alma es la parte inmaterial del ser humano que es capaz de sentir y pensar y que con el cuerpo o parte material, constituye la esencia humana. Según algunas religiones también es inmortal. Las potencias clásicas del alma son Memoria, Entendimiento y Voluntad. Este término es preferentemente de origen religioso
O en la Mente que es el nombre más común del fenómeno psíquico del cerebro que es responsable del entendimiento, la capacidad de crear pensamientos, la creatividad, el aprendizaje, el raciocinio, la percepción, la emoción, la memoria, la imaginación y la voluntad.. La mente integra diversas facultades del cerebro que permite reunir información, razonar y extraer conclusiones
El cerebro es una maquina predictiva encaminada a disminuir la incertidumbre del entorno, según Premack y Woodruf que la definieron como la habilidad de comprender y predecir la conducta de otras personas, sus conocimientos, sus intenciones , sus emociones y sus creencias.
Revision Historica
El hombre siempre ha sido consciente de la importancia de la memoria. Ya desde los primeros tiempos de nuestra civilización, encontramos referencias a la memoria e intentos de explicar qué es y cómo funciona:
• Sócrates hablaba (metafóricamente) de una placa de cera que había sido regalada al hombre por Mnemósine, la madre de las Musas, y en ese bloque se grababan todos los recuerdos; cuando desaparecían los grabados, desaparecía la memoria.
• Platón diferenciaba entre dos tipos de memoria: la neme y la anamnesis. La primera es la retención pasiva de todo lo que percibimos, mientras que la segunda es más activa, siendo el poder que tiene el espíritu de recordar todo lo vivido con el cuerpo.
• Aristóteles adoptaba una aproximación bastante realista, resaltando más que Platón el sustrato fisiológico de la memoria, al plantear ya entonces que ésta se encontraba alojada en procesos físicos que se producen en el cuerpo.
• En la Edad Media, S. Agustín consideraba la memoria, la voluntad y el entendimiento como las tres actividades cardinales del alma. Diferenciaba dos tipos de memoria, que luego reaparecerán en siglos posteriores: la memoria sensorial, dando lugar posteriormente a la memoria episódica, y la memoria intelectual, que sería la que posteriormente denominamos semántica o de los conocimientos. También adelantaba en parte las modernas teorías estructurales de la memoria, al hablar en las Confesiones de “edificios, almacenes, cuevas y tesoros de la memoria”, advirtiendo además que éstas descripciones son meras aproximaciones a la memoria.
• Finalmente, en el siglo XIX, Hermann Ebbinghaus comienza en Alemania el estudio sistemático de la memoria, aplicando el método científico en laboratorio para intentar desentrañar su estructura y funcionamiento.
CLASIIFICACION DE LA MEMORIA
No es un proceso localizado, es difuso implica numerosas localizaciones en el cerebro.
En la altura evolutiva en que se encuentra el homo sapiens tiene necesidad de clasificar para entender. El problema viene cuando en la fragmentación de un todo posteriormente la suma de las partes no es nunca igual al todo. Es decir la forma en que estamos interpretando el mundo que nos rodea es parcial, necesitamos continuamente clasificar para entender y hacer fórmulas que complican el aprendizaje. En lo que toca al cerebro cuando Broca descubrió el centro motor del habla nos llevó a un campo ilusionado donde queremos ver todas funciones efectivas y afectivas localizadas en las distintas partes del cerebro. Esto no es mentira pero si parcialmente, las cosas están localizadas entrelazadas formando parte de redes neuronales que multiplican su localización y sobre todo sujeta a normas dictadas preferentemente por la corteza prefrontal. Como dice Antonio Damasio La vida psíquica es el esfuerzo permanente entre dos cerebros. Un cerebro emocional inconsciente, preocupado sobre todo por sobrevivir y ante todo conectado al cuerpo. Y un cerebro cognitivo, consciente, racional y volcado en el mundo externo. Estos dos cerebros son independientes entre sí, cada uno de ellos contribuye de manera muy distinta a nuestra experiencia de vida y a nuestro comportamiento.
¿CUANTOS TIPOS DE MEMORIA TENEMOS
Básicamente, tres tipos.
Memoria implícita, que es la que tenemos para hacer las cosas habituales (andar, hablar, comer), o sea cualquier tipo de actividad motora de la que solemos hacer. Los hábitos son memoria almacenada que cuesta mucho que se forme pero que posteriormente es muy rígida y no se pierde por mucho tiempo que pase.
Memoria explícita, aquella que podemos declarar por escrito o verbalmente. Es la que almacena nuestro conocimiento del mundo. Esta memoria puede ser Semántica (no relacionada con experiencias concretas, sino con conceptos, significados.) o Episódica, que es la que versa sobre las cosas que nos han pasado a lo largo de nuestra vida.
A diferencia de la implícita, la explícita es una memoria consciente y no automática.
Memoria de trabajo, de breve duración. Es la que usamos para razonar, decidir, resolver… En este caso, el recuerdo es uno de los métodos que tenemos para ejercitar esta memoria muy ligada a la inteligencia general. De hecho, se ha comprobado que quienes tienen más memoria de trabajo suelen ser más inteligentes, y viceversa.
Memoria Congénita
Los animales simples tienen un tipo de memoria que no tienen otra explicación que llamarla congénita, pues aparece en los animales sin previo aprendizaje. De forma que básicamente tenemos una memoria que nace con nosotros y que atiende a las funciones elementales y que no es diferente a la que aparece en los seres más primitivos. Esta función memorística se puede igualar a la emoción. Recuerdo en mis tiempos de estudiantes cuando a encender la luz del microscopio donde observamos bacterias, estas inmediatamente se iban a la periferia del ocular lo cual no es diferente a lo que ocurre con la memoria. Me llamó profundamente la atención la capacidad de los linfocitos de adquirir memoria cuando han estado en contacto con una partícula agresiva en general no la pueden olvidar y actúan sobre ella cada vez que la detectan. Este tipo de memoria no es aprendido, pues se tienen desde el nacimiento.
Memoria Implícita o Procedimental
Es la que tenemos para los hábitos de comportamiento tanto lo que implica movimiento y acción, mentales o cognitivos. Esta memoria es inconsciente y se basa en el aprendizaje muy antiguos y están relacionado con la adaptación y supervivencia de cada especie animal, de forma que podemos definir la memoria implícita diciendo que la adquirimos precozmente. Gracias a este tipo de memoria aprendemos sin esfuerzo, frases, canciones, poesías. La utilizamos en operaciones mentales rutinarias. La memoria implícita la utilizamos para hacer cosas que usamos frecuentemente y se perfecciona con la práctica. Es difícil pensar cierta capacidad de algunos individuos para hacer un uso extraordinario de estas memorias, como artistas, políglotas, matemáticos, y un largo etcétera. En esta memoria podemos introducir la capacidad particular de cada individuo para heredar facultades.
Este tipo de memoria nos facilita la vida y hacen rutinario el comportamiento, las costumbres y otra gran variedad de facultades. Los hábitos que adquirimos nos permiten hacer movimientos rutinarios y costumbre rutinarias. No nacemos con esta memoria sino que son aprendidas en diferentes momentos de la vida y la práctica las perfecciona. Las regiones del cerebro relacionadas con este tipo de memoria varían mucho y dependen de los estímulos que están implicados en ella.
Una vez establecidas estas rutinas se hacen muy rígidas y se resisten a cambiar. En el aprendizaje se van rotando continuamente los movimientos necesario para una acción y con la práctica se cometen cada vez menos errores y la conducta se perfecciona y automatiza. Los estímulos externos que desencadenan esta memoria se procesan en la corteza cerebral principalmente en la neocorteza y están ampliamente distribuidos. La parte posterior de la neo corteza en los lóbulos occipital, parietal y temporal están las áreas sensoriales primarias que procesan estímulos procedentes de los órganos de los sentidos y una vez que has llegado a estas áreas la información se proyecta hacia áreas de asociación donde se analizan por un lado los objetos y eventos percibidos como los procedentes de la corteza temporal y otros. Por ejemplo en el caso la visión, las áreas de asociación de la corteza temporal nos permiten saber qué es lo que vemos, un peine, por ejemplo, mientras que el área de asociación de la corteza nos permite saber dónde lo vemos, en qué lugar del tocador o el campo visual donde se encuentra y como lo utilizamos.
En el lóbulo frontal se localizan los circuitos neuronales que ordenan la secuencia de los movimientos voluntarios y automáticos implicados en el aprendizaje y la adquisición de los hábitos motores. La memoria implícita sustenta los hábitos necesarios y se establezcan asociaciones entre los estímulos percibidos y determinadas respuesta de comportamiento. El aprendizaje de hábitos es posible mediante mecanismos moleculares de plasticidad que asocia determinados estímulos, como la visión, la audición, el tacto etc. Estas asociaciones pueden tener lugar en los circuitos neuronales de la propia corteza cerebral como ha demostrado recientemente José María Delgado García profesor de la Universidad Pablo Olavides de Sevilla.
Los núcleos de la base intervienen de manera eficaz en la modulación del movimiento, así el núcleo Pálido mantiene una activación constante sobre el movimiento mientras los núcleos Estriado, Caudado y Putamen , mantienen una inhibición. En los ganglios basales existe un circuito neural que mantiene permanente frenado los movimientos y un circuito neural acelerador de la corteza cerebral puede desactivar ese freno cuando sea necesario. Las células de Purkinje muy abundantes en toda la corteza del cerebelo reciben información de los núcleos motores del tronco del encéfalo y también de la corteza cerebral y mantienen la depresión sináptica a largo plazo lo que significa un estímulo para que las ideas en un periodo de tiempo, puedan relacionarse con movimientos contrarios o antagónicos que intervienen en los procesos de aprendizaje motor es decir cuando aprendemos una acción incluyendo movimiento. De forma pues que la relación de la corteza y el núcleo de interior del cerebelo actúan de forma significa para formar o construir al mantenimiento de la área motora y la coordinación del movimiento. Existe evidencia de la intervención del cerebelo para corregir los movimientos erróneos y para hacerlos cada vez más calibrados y perfectos.
El cerebelo facilita el aprendizaje incluyendo un movimiento contrario y antagónico a los requeridos. Las conexiones que existen entre el cerebelo y las áreas perceptivas de la corteza cerebral hacen posible el ajuste continuo que debe estar bien coordinado, perfeccionando continuamente el error de predicción.
El aprendizaje de hábitos progresa cuando los movimientos realizados son reforzados para conseguir el efecto deseado, es entonces cuando las neuronas del mesencéfalo liberan dopamina en los ganglios basales y en la corteza motora para regular su plasticidad y formar las asociaciones que requieren el aprendizaje. La dopamina actúa aquí perfeccionando los movimientos para evitar equívocos. En las enfermedades extra piramidales, Parkinson y Corea de Huntington los ganglios basales impiden que se adquieran hábitos de comportamiento motor ya que la sustancia negra del mesencéfalo deja de producir dopamina que regula la plasticidad sináptica y la asociación que tienen, lo que supone que los ganglios basales participan en el aprendizaje y memoria incluyendo la memoria explícita.
Existen memorias que mejoran sin practicarla, a eso llamamos ganancia retardada del aprendizaje (ganancia, offline) y se trata de un aprendizaje rápido y una ganancia retardada. Ello quiere decir que si pasan las horas después del ejercicio estabiliza la memoria adquirida y al cabo del tiempo, el individuo ejecutará la tarea más rápidamente y con menos errores y así la memoria más resistente a las interferencias que pudieran aprender posteriormente esto es más evidente cuando el individuo duerme después del ejercicio. Cuando usamos la resonancia magnética funcional las neuronas que controlan los movimientos de la mano implicadas en el aprendizaje aumenta su actividad a medida que la tarea se relaciona o cuando muestran ganancia retardada. Cuando a nivel experimental se le aplica estimulación magnética craneal el aprendizaje y la ganancia retardada no se producen. Resulta pues que las neuronas de la corteza cerebral que están implicadas en el aprendizaje y hábitos perceptivos motores son esenciales, basta con la consolidación de la memoria. Ello permite que los aprendizajes perceptivos y motores se generalicen en el cerebro.
A nivel de miedo inducido en animales de experimentación se ha observado que el hipocampo está muy relacionada con el comportamiento emocional, en general la parte lateral de esta estructura recibe transferencia de neuronas que llevan información del sonido y la descarga eléctrica que se le proporciona a las ratas dentro de una jaula. Cuando un tono suena la rata, recibe una descarga eléctrica en sus pies lo cual inmoviliza al animal en cuanto escucha el sonido y hay una serie de gestos observables en la conducta del animal al mismo tiempo existe un aumento de la frecuencia cardíaca y se liberan catecolaminas. Durante el miedo la corteza cerebral estimula las capsulas suprarrenales y se liberan neurotransmisores . Estas sinapsis son modificables y el miedo produce en ella cambios moleculares muy parecidos a lo que ocurre en la amígdala del hipocampo cuando se activan las moléculas receptoras en el NMDA. La anisomicina es un antibiótico que inhibe la síntesis de las proteínas en el interior de la amígdala. Cuando se le da a la rata después del aprendizaje, todos los animales no consolidan lo que aprenden y se olvidan enseguida de ello.
Cabe preguntarse si la memoria permanece en la amígdala lateral de forma permanente para el condicionamiento del miedo entre otras emociones. La lesión de la amígdala a los 16 meses del aprendizaje de una rata hace que esta no reaccione con inmovilidad ante el sonido. Es posible que otros tipos de miedo podrían almacenarse en lugares del cerebro diferentes a la amígdala.
En los humanos también al igual que la rata el aprendizaje de miedo está alojado en la amígdala. La neuroimagen de resonancia magnética funcional ha mostrado que esta estructura se afecta cuando se presentan imágenes de caras amenazantes durante un tiempo tan breve que no tiene tiempo de percibir. La percepción subliminal es la responsable de estímulos visuales presentados muy brevemente en una pantalla y que no percibimos conscientemente sean capaces de influirnos. Esta percepción se le llama subliminal. La propaganda subliminal puede sacar partido de la capacidad del cerebro y la mente para condicionar ompras que hacen en las grandes tiendas.
La amígdala no es la única puerta del miedo en el cerebro y la mente humana. En la enfermedad de Urbach-Wiethe, que se caracteriza por que las amígdalas están dañadas bilateralmente. Un grupo de tres mujeres con esta enfermedad tuvieron ataques de pánico que se manifestaron con asfixia y sensación de muerte inminente cuando inhalaron monóxido de carbono al 35% . Este procedimiento se utiliza en el laboratorio para producir ataques de pánico breves. Pareció imposible que pudiera ocurrir sin amígdala funcionantesl en esas personas pues al menos una de ellas había afirmado que desde que se inició su enfermedad en un la adolescencia nunca más había vuelto a sentir miedo. Es posible entonces que cuando la supervivencia está amenazada el cerebro puede utilizar unas zonas diferentes a la amígdala para producir respuestas equiparables al miedo.
Investigadores israelíes han demostrado que la corteza cingular anterior se active selectivamente cuando el miedo se afronta con valentía.
La memoria explícita.
Es la que analiza, relaciona y compara información sobre gentes, lugares, circunstancias y cosas diversas utilizando todos los sentidos. La memoria explícita incluye a la memoria semántica, la que tenemos sobre hechos y conocimiento general del mundo. La memoria histórica es un viaje mental de una persona en el tiempo y en psicología el resultado a que se refiere la experiencia se denomina conciencia autonoetica. La memoria explícita requiere mucho aprendizaje y tiene más capacidad que la implícita para formarse rápidamente, incluso con una única experiencia sobre todo cuando tiene un componente emocional. Es flexible y cambiante es decir que puede expresarse en momentos diferentes a los aprendizajes originales no siempre la evocamos de la manera en que aprendemos y tendemos a verificar en función de nuestras motivaciones y conocimiento. Es creativa capaz de inventar detalle y mezclar cosas diferentes.
Los casos HM y EP.
Éstas son las iniciales de dos pacientes famosos en la historia de la epilepsia y la memoria inmediata. El primero se trata de un paciente que a los 27 años empieza a tener crisis epilépticas y pese a la amplia medicación que tomaba la crisis no sería, por lo que hubo de consultarse un neurocirujano encontró un foco epiléptico en ambos lóbulos temporales los cuales resecó imperecedera experiencia que neurocirujano conocido en el mundo entero y crecer en la operación había sido muy buena y que los crisis habían mejorado el paciente empezó a sufrir una amnesia terrible no podía aprender nada aunque era capaz de mantener una conversación la olvidaba inmediatamente de forma que se le enseñaba dónde estaba el cuarto de baño y lo olvidaba tan rápidamente que cuando lo requería de nuevo tenían que enseñarle de nuevo el camino, así vivió el resto de su vida. El paciente olvidaba sus predicaciones al tiempo que ocurría. Podía leer cada día o cada hora el mismo periódico creyendo lo diferente. Muestra también amnesia retrógrada una incapacidad para recordar algunos acontecimientos de épocas pasadas previas a la intervención quirúrgica, pero recordaba bastante bien acontecimientos de su infancia como vacaciones y las características familiares. Su trastorno afectaba específicamente a la memoria explícita tanto episódica como semántica y conservaba la memoria a corto plazo lo que le permitía conversar en base a un pensamiento nuevo. Conservaba su inteligencia general y sus capacidades lingüísticas, perceptivas y motora y una buena capacidad para adquirir hábitos es decir memoria implícita. A pesar de su terrible amnesia cuando se le conocía se descubría con dificultad su defecto.
Más grave es aún el paciente EP. Un señor de 70 años de edad que después de una encefalitis viral parece un deterioro de memoria tanto retador retrógrada como entrenador. No recuerda nada de lo que ha ocurrido en los 40 años y sólo tienen el mismo recuerdo de su infancia. Ha perdido parte del contenido sin semántica de las palabras e incapaz de aprender nada nuevo. Recientemente cuando se lesionan ambos lóbulos temporales sobre todo su hipocampo los pacientes pierden la empatía y pierden la capacidad de situarse mentalmente en la situación de la otra persona y reproducir en el propio cuerpo sus reacciones y sentimientos.
La intervención del lóbulo temporal en la memoria explícita.
La memoria explícita se asienta en múltiples áreas primarias y de asociación de la corteza cerebral. En la corteza de asociación temporal se asientan o se representan objetos o eventos específicos y gracias a él sabemos que son esos objetos y en la corteza parietal se representa al contexto o entorno en que ocurren. Es decir diferentes áreas de la corteza cerebral se presentan separadamente el que es y donde se halla el objeto percibido. La información se proyecta al lóbulo temporal medial del cerebro cuyas diferentes partes o regiones procesan separadamente lo percibido y su ubicacíons . La corteza entorrinal y perirrinal lateral del lóbulo temporal reciben información sobre objetos o eventos, y la corteza parahipocampal y la corteza entorrinal, reciben información sobre el contexto en que esos objetos o eventos ocurren. Ambas informaciones convergen finalmente en el hipocampo que es capaz de formar memoria para ligar los objetos o eventos en el contexto en que tienen lugar. El hipocampo a su vez tiene conexiones neuronales retroactivas hacia esa misma área que envía la información.
Memorias espaciales.
La información adquirida va dando sentido a lo aprendido y constituye la memoria semántica es decir las neuronas del hipocampo pueden discriminar representaciones muy parecidas y gracias a los mismos no confundirse con estructuras parecidas. El hipocampo es un separador de patrones de memoria.
El hipocampo de los mamíferos tiene una representación del espacio en que se desenvuelven habitualmente y lo hacen en las células de lugar. Es lo más parecido a un GPS. El estudio con ratas colocándole electrodos en el lóbulo temporal concretamente en el hipocampo se ha visto que en las ratas antes de tomar una decisión las neuronas no de este lugar se activan en las diferentes trayectorias de cada camino. En la corteza entorrinal de roedores, murciélagos y monos se han encontrado unas células llamadas células en cuadrícula (grid cells) por ello han recibido el Premio Nobel en el 2014 John O’Keefe, May‐Britt y Edvard Moser . Consiste en células que se activan dependiendo de la posición del animal y se proporciona una información espacial del constante y duradera.