VIVIMOS PARA SOBREVIVIR
Lei de un periodista está sentencia y aunque evidentemente los tiempos que estamos viviendo son más cómodos, la cantidad de acontecimiento que estamos sufriendo nos hacen por lo menos infelices.
es verdad que vivimos más y seremos unos medios más cómodos y la sanidad progresado enormemente.
Pero multitud de acontecimientos nos amargan la vida y no permiten una respuesta lo suficientemente buena cómo va mejorar nuestra asistencia.
Hemos aumentado el tiempo de sobrevivencia , aunque cargado de enfermedades mutilantes entre otras maldades. También viven mucho tiempo los árboles, mucho más algunos llegan a vivir hasta miles de años y en general nos manifiestan qué estan confortables.
No digamos de los peces alguno de los cuales viven también mucho tiempo e incluso algún cefalópodo parece que es inmortal.
También el hombre está viviendo más, alguno de forma excepcional ha vivido hasta 130 años.
Pero dado que somos las especies más inteligentes a simple vista parece que no lo estamos aprovechando.
Nacemos con dificultad, a lo largo de nuestra vida múltiples enfermedades nos maltratan y nuestra convivencia no conseguimos que sea afortunada.
No tengo ganas de amargar la vida del lector, pero si recordarle que:
“Esto podría ser mejorado”.
Los cuatro jinetes del Apocalipsis están siempre presentes y el hombre no termina por ponerse de acuerdo y repite las “ Guerras”
Le gusta la guerra desde tiempos inmemorables ha sido un guerrero. siempre quiere quitar al vecino parte de su terreno y sus riquezas ,Cosa que nunca es fácil.
Es muy cómodo tachar a nuestros coetáneos de Incapaces de ser ordenados, disciplinados y generosos.
El hombre desde tiempo inmemoriales ha utilizado una serie de tópicos para explicar su conducta, la drogadicción, el suicidio la criminalidad inexplicada y sobre todo las guerras Volvemos a cabalgar con los cuatro jinetes del Apocalipsis.
Es evidente que somos un ensayo de la naturaleza pero da la impresión que otros seres vivientes lo saben aprovechar mejor que nosotros.
La guerra de Ucrania como todas las guerras no beneficia nunca a nadie y destruye mucho y mata a muchos de todos los colores y de todas las edades y encima cree tener razón. Todos tenemos la razón.
Que estamos haciendo mal para no darle más esplendor a nuestras vidas, disfrutar más de ella, repartir la riqueza y controlar las enfermedades que nos diezman.
Solo alguno aventurados, consiguen salir de la bárbara rutina y vivir para algo más que sobrevivir.
Por eso recurro tanto a los místicos y sobre todo a San Juan de la Cruz que buscaba la felicidad en su “ búsqueda interior”, que no es sino sino el remedo de lo que han hecho muchas culturas en Oriente desde hace mucho tiempo.
La búsqueda interior puede encontrar una felicidad no imaginable dentro de la rutina a que estamos sometidos.
Hace falta seguir buscando, así como hace falta tener un cerebro más maduro que entienda esto y sea capaz de ejecutarlo. .
poder vivir más tiempo
tener más tiempo para disfrutarlo
dejar de conquistar a los que no quieren ser conquistados
y tener drogas interiores que sean placenteras y eviten el consumo de otras drogas siempre nocivas y siempre mal tratantes.
Está torpe conducta de maltratar a los demás y maltratarnos a nosotros mismo es inmemorial, en todos los tiempos se ha usado y quizás porque el hombre se puede manifestar con la palabra y con la escritura tengamos más constancia de ellas, ya que los peces y los árboles no dejan memorias escrita.
Este pensamiento tan negativo no me haces muy desgraciado, pero si preocuparme mucho.
El hombre no sabe comportarse no está capacitado para ello, no tiene una anatomía lo suficientemente organizada como para ser útil y mantener la concordia.
Le interesa demasiado eldinero y lo tamgible
Recuerda un chiste muy gracioso, un grupo de señoras se reúnen en un sepelio y una de ellas da el pésame a otra cuyo marido acaba de fallecer.
lamento la muerte de tu marido aunque creo qué fue muy duro en su conducta contigo. Sí que lo fue contestó la otra sobre todo para el dinero tenía una adicción al dinero absolutamente insoportable, hasta el punto que me hizo jurarle que toda su fortuna la metería dentro del féretro para que el pudiera gozar de ella. La amiga le pregunta y tú qué hiciste cumpliste sus deseos.. Claro que si puse la Tarjeta de créditos dentro de su feretro.
La busqueda interior de San Juan de la Cruz, prescinde de estas el elementalidades y aunque le costo toda una vida de esfuerzos y de desprecios por la sociedad. Termino consiguiendolo y lo bueno del tema es que sabia contarlo de una manera bellisima y autentica.
No encuentra un camino con los conocimientos de su cerebro y así lo expresa
“Este camino no lleva más que al mismo sitio”
Necesita otro camino que le lleve a su ansiado bienestar.
Pero por fin lo consigue, y entonces obtiene la recompensa
En una noche oscura, con ansias, en amores inflamada, ¡oh dichosa ventura!,
salí sin ser notada estando ya mi casa sosegada.
A oscuras y segura, por la secreta escala, disfrazada, ¡oh dichosa ventura!,
a oscuras y encelada, estando ya mi casa sosegada.
En la noche dichosa, en secreto, que nadie me veía, ni yo miraba cosa, sin otra luz y guía sino la que en el corazón ardía.
Aquésta me guiaba más cierto que la luz de mediodía, adonde me esperaba quien yo bien me sabía, en parte donde nadie parecía.
¡Oh noche que guiaste! ¡oh noche amable más que el alborada! ¡oh noche que juntaste
Amado con amada, amada en el Amado transformada!
En mi pecho florido, que entero para él solo se guardaba, allí quedó dormido,
y yo le regalaba, y el ventalle de cedros aire daba.
El aire de la almena, cuando yo sus cabellos esparcía, con su mano serena en mi cuello hería y todos mis sentidos suspendía.
Quedéme y olvidéme, el rostro recliné sobre el Amado, cesó todo y dejéme,
dejando mi cuidado entre las azucenas olvidado.
Pero antes había buscado de manera insistente y lo cuenta con toda la belleza que existe.
Adónde te escondiste,Amado, y me dejaste con gemido?
Como el ciervo huiste habiéndome herido; salí tras ti clamando y eras ido.
Pastores, los que fueres allá por las majadas al otero, si por ventura vieres aquel que yo más quiero, decidle que adolezco, peno y muero.
Y avanza buscando ese amor interior.
Buscando mis amores iré por esos montes y riberas; no cogeré las flores, ni temeré a las fieras, y pasaré los fuertes y fronteras.
Y pregunta a su Universo donde esta el amado.
¡Oh bosques y espesuras plantadas por la mano del Amado!, ¡oh prado de verduras de flores esmaltado!, decid si por vosotros ha pasado.
Mil gracias derramando pasó por estos sotos con presura; y, yéndolos mirando, con sola su figura vestidos los dejó de su hermosura.
¡Ay!, ¿quién podrá sanarme? se pregunta al borde de la desesperacon
Acaba de entregarte ya de veras; no quieras enviarme de hoy más mensajero que no saben decirme lo que quiero.
Y todos cuantos vagan de ti me van mil gracias refiriendo, y todos más me llagan, y déjanme muriendo un no sé qué que quedan balbuciendo.
Su dolor es sublime, no tiene parangon:
Mas, ¿cómo perseveras, ¡oh vida!, no viendo donde vives, y haciendo por que mueras las flechas que recibes de lo que del Amado en ti concibes?
¿Por qué, pues has llagado aqueste corazón, no le sanaste? Y, pues me le has robado, ¿por qué así le dejaste, y no tomas el robo que robaste?
Apaga mis enojos, pues que ninguno basta a deshacedlos,
y véante mis ojos, pues eres lumbre de ellos, y sólo para ti quiero tenerlos.
Descubre tu presencia, y máteme tu vista y hermosura; mira que la dolencia de amor, que no se cura sino con la presencia y la figura.
No hay amor terrenal que desencadene estos propositos
¡Oh cristalina fuente, si en esos tus semblantes plateados formases de repente los ojos deseados que tengo en mis entrañas dibujados!
¡Apártalos, Amado,que voy de vuelo!
Vuélvete, paloma, que el ciervo vulnerado por el otero asoma al aire de tu vuelo, y fresco toma.
Mi Amado las montañas, los valles solitarios nemorosos, las ínsulas extrañas, los ríos sonorosos, el silbo de los aires amorosos, la noche sosegada en par de los levantes de la aurora, la música callada, la soledad sonora, la cena que recrea y enamora.
Cogednos las raposas, que está ya florecida nuestra viña, en tanto que de rosas hacemos una piña, y no aparezca nadie en la campiña.
Detente, cierzo muerto; ven, astro, que recuerdas los amores, aspira por mi huerto, y corran tus olores, y pacerá el Amado entre las flores.
¡Oh ninfas de Judea!, en tanto que en las flores y rosales el ámbar perfumea, poblad los arrabales, y no queráis tocar nuestros umbrales.
Escóndete, Carillo, y mira con tu faz a las montañas, y no quieras decidlo; mas mira las compañas de la que va por ínsulas extrañas.
A las aves ligeras, leones, ciervos, gamos saltadores, montes, valles, riberas, aguas, aires, ardores, y miedos de las noches veladores:
Por las amenas liras y canto de sirenas os conjuro que cesen vuestras iras y no toquéis al muro, porque la esposa duerma más seguro.
Entrado se ha la esposa en el ameno huerto deseado, y a su sabor reposa, el cuello reclinado sobre los dulces brazos del Amado.
Debajo del manzano, allí conmigo fuiste desposada; allí te di la mano, y fuiste reparada donde tu madre fuera violada.
En la interior bodega de mi Amado bebí, y, cuando salía
por toda aquesta vega, ya cosa no sabía, y el ganado perdí que antes seguía.
Allí me dio su pecho, allí me enseñó ciencia muy sabrosa,
y yo le di de hecho a mí, sin dejar cosa; allí le prometí de ser su esposa.
Mi alma se ha empleado, y todo mi caudal, en su servicio;
ya no guardo ganado, ni ya tengo otro oficio, que ya sólo en amar es mi ejercicio.
Este cantar y amor desesperado y la alegría de la búsqueda conseguida. No tiene parangón con lo externo. necesita ser fabricado desde la búsqueda casi desesperante de lo divino.
Que podríamos hacer para imitarlos y salir de este valle de lagrimas
Enrique Rubio.net