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El proceso base de la vida consiste en tomar fotones de baja entropía en la banda de la luz visible y ultravioleta, con longitudes de onda corta y emitidos después en forma de radiación infrarroja de longitud de onda larga. La operación básica de la vida consiste en atrapar y almacenar la luz del sol y convertirla en energía utilizable a través de la fotosíntesis. La vida convierte la luz en materia viva y calor
Una vez que tenemos vida, hace falta perpetuarla y ello necesita de dos condiciones.
La comida y el sexo y son las condiciones que permiten la supervivencia.
Los distintos seres vivientes utilizan forma de reproducción diferente
Las plantas se reproducen por brotes.
Las bacterias se dividen y las células nucleadas se reproducen.
Solo los animales necesitamos del sexo para la reproducción
Cuando una molécula de ADN crea otra molécula igual se llama replicación.
Cuando una célula o compuesto de células se multiplica genera otro ser vivo similar y se llama reproducción

El biologo y filosofo Gail Fleischaker dice que todos los sistemas autopoyeticos comparten tres rasgos:
autolimitación, estan rodeados de una membrana
autogeneración, el sistema se crea por si mismo
autoperpetuación. Son sistemas autopoyeticos aunque no estén creciendo continuamente.

Desde la materia viviente a la célula hay una condición imprescindible, aislarla, dotarla de una cubierta, la membrana celular
Los animales con sus complejos tejidos y órganos, evolucionaron a partir de los PROTOCTISTAS, colonias de células unicelulares con reproducción por mitosis, incapaces de formar cuerpos. Desde aquí y a través de la fagotizacion de seres vivientes de su entorno les permite llegar a una celula mas compleja. Son las celulas EUCARIOTAS.
Se llama células eucariotas a las que tiene un citoplasma, compartimentado por membranas, destacando la existencia de un núcleo celular organizado, limitado por una envoltura nuclear, en el cual está contenido el material hereditario, que incluye al ADN y es la base de la herencia; se distinguen así de las células procariotas que carecen de núcleo definido, por lo que el material genético se encuentra disperso en su citoplasma

A partir de aquí las EUCARIOTAS tienen posibilidad de crear órganos y cuerpos

Ya tenemos un ser vivo pluricelular y pluriorganico y que además se reproduce.
Desde aquí y de manera escalonada, se fabrica un sistema nervioso, cuya misión es coordinar a los demás células y organoshasta llegar a los animales superiores que tienen un sitema nervioso evolucionado y con cada vez mayor desarrollo y complejidad, que es el gestor absoluto de toda la economía. Es el dictador.
A partir de aquí toda nuestra biología está al servicio de este sistema nerviosos y este tiene una misión única “PENSAR”.
Para que sirve el pensamiento. Para imaginar y convertir en ideas los pensamientos y a estas darle una forma.
La misión del sistema nerviosos es crear ideas y convertir estas en materia.
El paso de un hominiodo primitivo a Sapiens, ocurre cuando uno de los homínidos “el primer Sapiens” consigue aglutinar a grandes grupos, de los cuales a muchos no conoce, e interesarlo por una idea. A prtir de este momento el homínido será sapoiens y cambiara el mundo.
El mundo cambia y evoluciona o regresa por las ideas

En 1943 en el Trinity College of Dublín, vaticino que una molécula informada debía ser responsable de la herencia. Diez años después posiblemente inspirados por el libro de Schrödinger, Watson y Crick descubrieron el ADN.
La vida construye sus células, cuerpos y cerebros empleando ADN, como plantilla para ensamblar la materia celular rica en carbono, fósforo y azufre. La materia del entorno menos ordenada penetra en el dominio regido por el ADN y le da una identidad altamente ordenada. El orden en fin procede del sol.

El incremento de la complejidad de la vida en la tierra a lo largo del tiempo es perfectamente natural. La vida no es algo único, solo es el ejemplo más impresionante de una clase más amplia de estructuras productoras de entropía.

La vida es un sistema adaptable y evolutivo capaz de encontrar manera de reciclar los desechos y convertirlos en materia viva, aunque no puede escapar al mandato termodinámico de que el orden local debe generar deshechos a escala global.
La materia viva es un tipo especial de destructor de gradientes, capaz de persistir indefinidamente gracias a la información contenida en la química repetitiva celular.
La meta inconsciente de la naturaleza es llegar a un estado de equilibrio, el estado de máximo desorden caracterizado por la ausencia de gradientes.
La vida es deshacedora de gradientes. La paradoja de la vida es que la frustración misma de llegar a un final contribuye a prolongarla.
Nuestro cerebro es el rector de nuestra biología. Arbitra complicadas maneras de explotar a órganos productores de energía, que le permitan vivir, reproducirse y sobre todo tener una vida superior que le permita llegar a las ideas, su desarrollo y su conversión en materia y en hechos sin fin.
Dado el alfabeto del ADN con su infinitas `posibilidades de crear vida y repararla, la inmortalidad esta asegurada, solo queda, rescatar la felicidad, el estado de no tener dolor ni malestar interior y por ultimo emular a Dios; son sus designios, ningún Sapiens, puede escapàr a este futuro.
Solo un universo agresivo y envidioso, solo el genotipo de malas intenciones, mantienen en vilo y enfermo a nuestro organismo.
Nuestro cerebro por ahora no sabe defenderse adecuadamente.
La falta de concienciación de nuestro actos, y la mala defensa y un medio inhóspito creciente, necesitan de una conciencia más extensa útil y al mismo tiempo automática. Que no nos quite tiempo para pensar. Pero que sea efectiva Tendremos que enseñarle los caminos.

El cerebro no se escapa en su arquitectura y función del resto de los órganos del universo. El patrón está establecido, a partir de la vida, de un organismo elemental, evoluciona hacia un organismo cada vez mas complejo, no solo orgánicamente sino también funcionalmente.
En lo que se refiere a nuestro cerebro se comporta a través del sistema “información, acción”. O como dice Fusté. “PA. Percepción-Acción.
Los órganos de los sentidos nos invaden con aferencias internas y externas, que individualizadas, son las SENSACIONES y en conjunto las PERCEPCIONES.
Ingresan desde los órganos de los sentido por la parte posterior del cerebro y después de hacer estadios por segmentos, buscan el complemento de las emociones alojadas en el sistema LIMBICO, que posteriormente, se convierten en sentimientos y todo en conjunto se dirige al gerente que tiene establecido el cerebro el “LOBULO PREFRONTAL”. El que da consistencia de espiritualidad a nuestra información y al mismo tiempo emite respuestas que después de contactar con zonas especificas, se difunden de dos formas:

1.- Un sistema nervioso somático o voluntario, que nos permite desplazarnos, condición imprescindible para la vida.
2 Un sistema vegetativo, visceral e involuntario al menos parcialmente, encargado de reparar toda nuestra biología y que está al servicio del cerebro voluntario.

Teóricamente el sistema somático o voluntario en muy simple. El arco reflejo, un estímulo que entra alerta una neurona y está devuelve un mensaje, pero regulado por todo el cerebro.

El sistema vegetativo es mucho más complejo y no es voluntario. Esta automatizado.

La consciencia sólo es capaz de regular el sistema voluntario, mientras que el sistema vegetativo tiene su propia conciencia que se escapa a nuestra voluntad. Y que es de una dificultad y una extensión difíciles de imaginar.
Dos subsistemas, emergen del vegetativo.
Uno PARASIMPÁTICO, el más antiguo el más completo, cuyo oficio es de prepararnos, para la huida, para el reposo y que recientemente se ha mostrado mucho más complejo e interactivo.

Un segundo subsistema, el SIMPÁTICO. Que se prepara para la lucha y activa en general.
Era de esperar que éstos dos subsistemas, tenían más complejidad de la imaginada.
El simpático activa, el parasimpático inhibe, y ambos controlan nuestra visceralidad.
Recientemente la teoría polivagal, demuestra que el vago tiene una gestión sobre nuestra convivencia social y posiblemente también sobre nuestra vida espiritual. De forma pues que el vago y el simpático no se contrarrestan, sino colaboran.
El sistema vegetativo controla el funcionamiento de nuestras vísceras, nuestras relaciones sociales y también controla el COMPLEJO SISTEMA INMUNITARIO. Se defiende de los patógenos mediante la inflamación y consigue Bloquearla, en tanto en cuanto los estímulos externos no sean excesivos y por otra parte los medios que utiliza para contrarrestar y luchar contra los agentes patógenos, “LA INFLAMACIÓN” no sea excesiva. Sí lo es aparecen enfermedades, que son crónicas, que permiten algún tipo de terapia, pero que al ser son múltiples y enormemente complejas, necesitan de una armamento terapéutico enorme.
La bioquímica del sistema nervioso es compleja pero no tan extensa. Su dificultad viene porque las moléculas, neurotransmisores y hormonas, necesitan producirse en cantidades virtuosas. Ni mucho ni poco, sino lo preciso.
La adrenalina y la acetilcolina, son moléculas moduladoras imprescindibles. No sólo están ellas sino sus múltiples receptores que producen efectos diferentes, con dosis diferentes.
Los agentes patógenos, tanto biológicos como psíquicos aumentan, los desordenes de la bioquímica vegetativa y de todo el sistema vegetativo, Se desordena de tal forma que la enfermedad se multiplica.
En este punto estamos.
Los excesos de inflamación, productos del incremento de patógenos nos han conducido a la inflamación crónica de expresión física y psíquica, nos proporciona las enfermedades crónicas de nuestros días.
Este sistema vegetativo no está controlado por nuestra voluntad, hace lo que quiere o lo que puede, pero no se ha adaptado a nuestro tiempo.
Hace falta una visión más amplia que nos proporcione más posibilidades para conseguir y modular el funcionamiento de nuestro sistema nervioso autónomo y obtener en un hombre que cada vez vive más tiempo: Mas salud y con menos precio.
Nuestro estado de salud actual, evidentemente distinto al que teníamos hace 60 años, es el producto del aumento de los patógenos y de la excesiva reacción de nuestro sistema inmunitario.