La inflamación y sus distintas manifestaciones maltratan al viejo y al joven, y es mas cruel con el que esta mas expuesto a ellas y durante mas tiempo.
En el envejecimiento cerebral ocurren una serie de cambios que conllevan disminución de los procesos de adaptación y respuesta. Estas transformaciones pueden finalizar en el padecimiento de deterioro cognitivo y/o demencia. Aunque el origen de estas modificaciones es diverso, la inflamación y el estrés oxidativo explican parte de los mecanismos fisiopatológicos de dichas anomalías del funcionamiento cerebral. La neuroinflamación desencadena daño a nivel neuronal mediante la presencia de citocinas inflamatorias y la activación de la microglía, a través de receptores de membrana y factores de activación nuclear. Este fenómeno neuroinflamatorio también afecta la plasticidad neuronal, alterando la génesis y el mantenimiento de la potenciación a largo plazo ocasionando deterioro en la memoria dependiente del hipocampo. El estrés oxidativo y la producción de radicales libres de oxígeno, también originan efectos tóxicos en los cerebros envejecidos, en gran parte debido a la peroxidación lipídica y daños en el ADN. La identificación de los mecanismos moleculares implicados en la patogénesis de estos sucesos puede arrojar nueva luz sobre posibles dianas terapéuticas y ofrecer estrategias para la prevención de las patologías relacionadas con el envejecimiento cerebral, el deterioro cognitivo y la demencia.
Pero no solo maltrata al enfermno por afectarlo, sino también porque los intentos de reparación tras la enfermedad por el sistema inmunitario conduce casi ineludiblemente a la autoagresión. Seguramente dominante en la mayoría de las patologias, cronicas y no trasmisibles
Mayor nivel de estrés oxidativo en LCR de ancianos con deterioro cognitivo leve
Los marcadores de déficit antioxidante no se asocian con el envejecimiento normal.
Ángel Martín de Pablos, del Servicio de Cirugía del Hospital Macarena, y Emilio Fernández-Espejo, del Departamento de Fisiología Médica de la Facultad de Medicina de la Universidad de Sevilla (US), en colaboración con el profesor Antonio Córdoba Fernández, del programa de Ciencias de la Salud de la US, han publicado un estudio en Experimental Gerontology donde detectan un déficit antioxidante en personas mayores con deterioro cognitivo leve, mientras que en el envejecimiento normal el déficit antioxidante es muy leve.
Parece ser que el envejecimiento humano normal se acompaña de un menor número de neuronas dopaminérgicas en el cerebro (en concreto, en la sustancia negra) y de inflamación cerebral causada por una mayor actividad de las células defensivas del cerebro. La muerte de neuronas de dopamina se relaciona con la lentitud motora con la edad, y la inflamación cerebral con probable disminución de la capacidad cognitiva con la edad.
Todos estos hechos pueden ser causados, entre varios factores, por estrés oxidativo cerebral. «Hemos estudiado marcadores de todos estos fenómenos en el líquido cefalorraquídeo (LCR), en personas mayores y no mayores», ha comentado a DM Fernández-Espejo.
El primer objetivo ha sido estudiar en el LCR marcadores que actúan ayudando a la supervivencia de las neuronas de dopamina: factores tróficos de la familia GFL, como GDNF y persefina. El segundo objetivo se ha centrado en marcadores de inflamación cerebral: factores de la familia TGF-beta. Y, por último, en marcadores de estrés oxidativo: diversas enzimas antioxidantes, ferritina (marcador de hierro libre reactivo), y test PAO (marcador de potencial antioxidante total).
División por edades
Se ha reclutado a más de 80 personas, de las que se ha aceptado a 61, pues el resto presentaba enfermedades como diabetes, obesidad mórbida, demencia u otras que alteran el LCR. Las personas se han dividido en cuatro grupos según edad: de 18 a 49 años (adultos jóvenes), 50 a 64 años (adultos de edad mediana), 65 a 74 años (vejez temprana), y mayores de 74 años (vejez avanzada).
En el grupo de edad avanzada, siete sujetos presentaban deterioro cognitivo leve, y se estudiaron aparte para analizar la influencia de este factor. El deterioro cognitivo leve se define como déficit leve de la memoria y atención, con alteraciones en la realización de las actividades habituales en las personas mayores.
Para el estudio de la Neuroinflamación, se ha obtenido LCR, por punción lumbar previa a la anestesia intradural, y se ha almacenado en condiciones de biobanco y luego analizado. Todos los sujetos iban a ser operados de fractura de cadera, hernia umbilical o daño perianal.
Se vio que el envejecimiento no se acompaña de cambios en los factores GFL ni TGF-beta. Por tanto, si hay muerte de neuronas de dopamina y neuroinflamación con la vejez, no se deben a cambios en estos marcadores. Además, en contra de lo sospechado, el estrés oxidativo en el LCR de las personas mayores es muy leve. Solo en personas mayores de 74 años se detecta que una enzima antioxidante, la enzima glutatión-S-transferasa o GST, está disminuida. Esta enzima se relaciona con la limpieza de xeniobióticos, como pesticidas o insecticidas en personas mayores de 74 años”por elemento de la GST, sino del potencial antioxidante PAO y del factor BDNF; lo que indica que una menor cognición asociada a la edad se acompaña de una menor capacidad antioxidante a nivel cerebral.
En su opinión, «estos resultados demuestran que la edad no se acompaña de cambios importantes de inflamación cerebral o de estrés oxidativo. Solo si hay deterioro cognitivo aparecen signos claros de estrés oxidativo, lo cual puede permitir comprender mejor las razones médicas del deterioro cognitivo con la edad».
El siguiente paso será estudiar otros factores de estrés oxidativo que no se han abordado, así como la influencia en el LCR de otros procesos más frecuentes con la vejez como la hipertensión arterial.
Consultadas
Inflamación y oxidación: factores predictivos y/o causalesInflammation and oxidation: predictive and/or causative factors
Author links open overlay panelCarlosFernández-ViaderoabMagdalenaJiménez-SanzcAnzuFernández-PérezbRosarioVerduga VélezdDámasoCrespo Santiagob
https://doi.org/10.1016/S0211-139X(16)30140-8
JournalsRevista Española de Geriatría y Gerontología
Volume 51, Supplement 1, June 2016, Pages 27-33
Ángel Martín de Pablos, del Servicio de Cirugía del Hospital Macarena, y Emilio Fernández-Espejo, del Departamento de Fisiología Médica de la Facultad de Medicina de la Universidad de Sevilla (US)
Estudio Experimental en Gerontology’
Carmen Cáceres. Sevilla | 2018-06-25 12:38:50