POR LO MENOS NO HAGAS DAÑO

Hace ya como dos años, mi primo José María, me pidió que hablara con su hija política, periodista de EL PAÍS, que tenía que entrevistar al neurocirujano Henry Marsh, que había escrito un best-seller que se titula “ por lo menos no hagas daño”. Quería saber mi opinión sobre el libro.
No pude conseguir el libro, y me limité a leer lo que decía Internet. Después de hablar con ella le envíe un artículo en el que catalogaba al Dr. Marsh, más como un divulgador que como un neurocirujano de fama.
Ahora ya estoy retirado, pero durante 50 años, estado en contacto con toda las figuras de neurocirugía del mundo. Bien directamente porque visitaba sus servicios, o a través de las revistas específicas de neurocirugía, que divulgaban sus trabajos.
La verdad es que el Doctor Henry Marsh, no entraba en la categoría de excelente. Y atrevidamente mandé un e mail a María HERVAS.

DÑA MARIA HERVAS
Estimada Periodista
Jose Maria Sasian , primo y querido amigo mío, me habla de tu trabajo que me parece apasionante.
Yo había leído reseñas de Henry Marcha, y ahora estoy viendo cosas que aparecen en Internet. (Creo que su nombre es Henry Marsh)
De mi escasa información sobre él, deduzco que es un buen divulgador, que tiene un buen servicio en Londres y que le gusta mucho la divulgación sobre todo en cine. Pero que yo sepa no es un gran Neurocirujano. No ha descubierto nada biológico que nos pueda servir de referencia. Perdona, en mis escasos conocimientos sobre él.
De lo que dice sobre la indicación y la marcha a seguir con los enfermos con procesos tumorales, de cuando operarlo y cuando observar la evolución simplemente. Es el problema en que nos vemos envueltos.
Después de años de éxito, porque el enfermo salía vivo del quirófano, ha venido el contemplar su evolución que frecuentemente no es buena y que nos ha hecho preguntarnos ¿ que estamos haciendo? .
Esto era de esperar, el poder del cirujano y su seguridad en el resultado, ahora se esta mirando de forma diferente y poniendo en duda y estamos en ello algo confusos.
Yo he vivido en grandes hospitales más que en mi casa , Sevilla y Barcelona. Se operan alrededor de 1.500 enfermos al año y como el Dr Marsch, mi estado de ánimo ha ido evolucionando.
Desde la gran mortalidad que teníamos sobre los años 1960, cuando la gente medica empezó a perfeccionarse y sobre todo las unidades de Cuidados Intensivos, la gran mortalidad bajo claramente y nos ilusionamos. Después de esto veíamos que un 45% de los tumores que eran maligno, vivían algo más, con grandes déficits, pero cuando pasaba algo de tiempo, se reproducían sin que pudiéramos hacer nada, pues no conocíamos y seguimos sin hacerlo el origen y causas del tumor. No es lo mismo con los tumores benignos que llegan a tener grandes volúmenes, que se asientan en lugares muy recónditos y difíciles del cráneo y del cerebro y cuya extirpación es siempre difícil y entonces con gran frecuencia salen más lesionados que entraron en el quirófano. Sin embargo cada vez se extirpan mejor y entonces se puede llegar a la curación. Pero el conocimiento progresivo de la inflamación, que sigue a la extirpación del tumor. Es decir la reacción del cerebro antes la descompresión nos han hecho ver que la reacción del cerebro antes la cirugía es con frecuencia dramática aunque repito cada vez se controla mejor.
Lo que dice este señor no es ciencia es humanidad y es muy difícil no aceptarlo.
Le decisión al operar es muy dura y hay que aprender a decir no.
La Neurocirugía que tuvo un auge extraordinario, empieza a estar en entredicho, porque los enfermos después de la operación con frecuencia quedan severamente lesionados y sobre todo la imposibilidad de tratar las recidivas tumorales.
El cerebro no entiendes de buenas intenciones. Algo no siempre concienciado, te da unos resultados de los que te acuerdas toda su vida y el enfermo más aun.
Aun así ha servido para aprender:
El perfeccionamiento de la técnica, de los medios de diagnostico, de los cuidados intensivos, el perfeccionamiento de la quimioterapia y radiaciones ionizantes y muchas cosas mas, ha dulcificado grandemente los resultados. El porvenir viene marcado por no trabajar solos. Colaborar con el resto de las especialidades que se ocupan del diagnostico, de los estudios básicos y sobre todo el colaborar con los biólogos en conocer el origen del tumor y la biología de sus complicaciones. Creo que ha valido la pena.
Gran parte de los problemas que estamos teniendo es porque al cirujano le gusta operar más que observar la evolución y esto hace que la indicación de la cirugía no sea todo lo ética que debía ser. Esto le llaman los psicólogos “no saber esperar la recompensa”.
Posteriormente leí el libro y dos veces era verdad es que me impresionó. Sobre todo su sufrimiento, aunque seguir pensando que este Doctor no era de los mejores del mundo como la propaganda lo había acreditado. Era mejor, era y es supongo un hombre bueno, y para decirlo en términos taurinos, “ no sabía torear en las malas tardes”. Mande una nueva carta a María rectificando.
ANTE TODO NO HAGÁS DAÑO. HENRY MARSH
Hace unos meses empezaron a publicarse suplementos de diarios Españoles en los que se informaba del libro Henry Marsh, un verdadero best seller. Yo no había leído el libro cuando me atreví hablar de él. La periodista de PAIS Maria Hervás, me pregunto qué opinaba yo de este libro.
Repito no lo había leído y sólo tenía los informes de los suplementos dominicales de los periódicos españoles y de una búsqueda en internet. La verdad es que me pareció el Sr. Henry Marsh, un vendedor de libros, un cirujano del montón, no era un científico consagrado y no tiene trabajos con calidad científica y sí vídeos de divulgación muy interesantes y una actividad caritativa que le permitía hacer bien a pacientes de países con menos organización de la neurocirugía
Esto se lo comuniqué atrevidamente Maria Hervás, que iba al entrevistar al Dr. Marsch o como le gusta a los cirujanos ingleses, a mister Marsch. Después de esto leí el libro y mi opinión cambio radicalmente, ni para bien ni para mal, simplemente cambio. Me parece un buen hombre obsesionado con su trabajo y con sus malos resultados, y que se mete en unas complicaciones, típicas de un joven y no de un cirujano experimentado. Cuando reopera tumores recidivados y malignos, el desastre está asegurado. Es verdad que todos nos hemos vistos obligados a hacer este tipo de intervenciones, por caridad y por el miedo a que un juez nos diga ¿por qué no lo reopero?, Pero los resultados en un porcentaje importante son siempre desbastadores.
Tener que operar un tumor de la glándula pineal y tener como trasfondo mental, la visión de una enferma a la que acababa de dejar paralítica tras quitar un tumor medular, es por lo menos devastador. Estos tumores son difíciles de extirpar no alguna vez, “lo son siempre “y además el mero hecho de tocar una médula ofendida por un tumor hace el terreno tan vulnerable que los malos resultados son una constante. Es verdad que los tumores yuxtamedulares y alguna vez un tumor ependimario centromedular no da tan malos resultados. Vamos resultados aceptables. Pero un tumor que invade la medula, extirparlo aunque sea parcialmente. “Santa Maria”. Lo ideal, es mandarlo a un colega al que no se le tenga mucho aprecio.
Con esta visión no se puede ser neurocirujano o exponerse como el, a estar sumido en un estrés continuo. La preparación y equilibrio emocional de un neurocirujano es una prueba no contemplada pero vital para que no tengas un cuadro paranoico y enfermar por ello, como el Doctor Marsch, tener una hemorragia en un ojo, una caída y fractura de miembros inferiores y un desprendimiento de retina, todo tras una denuncia de un paciente descontento por la información que recibió. Es lo natural, lo esperado.
Me parece terrible el ambiente hospitalario y administrativo en que se desenvuelve. Los medios que yo he tenido están muy por encima de lo que este hombre sufre. No estoy tirando cohetes a nuestra medicina, pero sí que es mucho más cómoda que la que sufre el Dr. Marsch.
No es la primera vez y sí me ha ocurrido múltiples veces, el tener que decir a un paciente no se puede operar porque ha entrado una urgencia y el quirófano está ocupado. Lo haremos la semana que viene. Esto es muy frecuente, y desencadena un verdadero terremoto en el enfermo y sobre todo en la familia, múltiples veces he sido agredido verbalmente y alguna también físicamente, alguna vez me han escupido a la cara, pero pese a mis prontos sabía capotear el temporal y aquello no llegaba a más y desde luego no lo diría con angustia como lo hace el Dr. Marsch. Y cuando pedía auxilio al director de mi hospital. Mejor que no lo hubiera hecho, lo empeoraba,no alguna vez, lo hacía siempre
Creo que el Dr. Marsch es y por este orden. Un buen hombre, un buen profesional un neurocirujano de los muchos, que sabe vender muy bien su producto, pero sobre todo es un sufridor y esto es inevitable salvo que se hubiera dedicado como su Padre a las letras.
El Doctor no sirve para ser neurocirujano, sufre mucho y esto lógicamente lo pagará. Tanto sufrimiento no es soportable. Y además no ha aprendido a no discutir con directores y acláteres. Eso Dr Marsch no se debe hacer nunca, la guerra entonces esta perdida o por lo menos la batalla. Ellosd van en otra onda y quizás nosotros también, nos interesan cosas diferentes a nosotros nos i´nteresa curar enfermos a ellos productividad y ahorro.
Como es posible operar en Ucrania con quirófanos inadecuados, ayudantes inadecuados, burocracia insoportable y procesos cerebrales donde un porcentaje enorme de los casos van a ir mal. No, no debía operar en esos casos, y él no tenía necesidad de publicidad, ya se lo sabe hacer con sus videos, por cierto que muy buenos. No quiero ni pensar cómo serían las unidades de cuidados intensivos, aunque lo describe someramente, su buen funcionamiento es imprescindible para que un post operado de un proceso neurológico tenga buen resultado.
El verano pasado durante una cena, tuve ocasión de hablar con dos amigos neurocirujanos y nos veíamos retratados en la angustia del Dr. Marsh. Nos daba terror como este hombre describe sus intervenciones y como le angustia los malos resultados y el contacto con el paciente y los familiares. En general creíamos que soportábamos mejor que el Dr. Marsch nuestro medio.
Le sobrecoge la infraestructura médica que soporta, yo he visitado algunos hospitales de Inglaterra y nunca me parecieron modelo, desde luego muy inferiores a los que conozco en España, pero posiblemente en los últimos tiempos la medicina inglesa se ha degradado y lo que este hombre cuenta es insoportable.
La idea de “Ante todo no hagas daño”, lo consagra Dr, pero es la aspiración que todos tenemos y le hablo usted desde 55 años de experiencia en hospitales con 1.500 intervenciones al año.
Dr Marsh tiene usted una categoría humana insuperable, pero es un sufridor y eso no lo puede usted evitar.
Su libro, que recomiendo, me ha hecho pasar muy mal rato. Pero es bueno.
Dr. Marsch que Dios le bendiga por su sinceridad, seguro que hace las cosas quirúrgicas bien, pero sí se reencarna no vuelva a ser neurocirujano, no le va.
Estamos a acercándonos a la primavera en Barcelona, y de manera casi súbita, aunque yo lo había pensado antes, me dije: “ porque no escribo yo, algunas de mis vivencias como neurocirujano”. Tengo tanta experiencia como el, y he trabajado en mejores hospitales que el.
Después de mis paseos por el mundo de la neurocirugía, rara vez he encontrado hospitales con tantos medios, y con tan buenos profesionales como los España. He trabajado 25 años en Sevilla y 30 en Barcelona. Y doy fe de la categoría de la medicina que aquí se hace.
Durante muchos años me quejé de los prácticos de los neurocirujanos. Excepcionalmente investigamos. Aunque no de manera genérica. Conozco desde hace muchos años compañeros puntuales que investigan y de manera muy eficacaz. En el valle de hebron en Barcelona, había una plantilla, algo oscilante de neurocirujanos. Unos 20 en total, contando médicos de plantilla y residentes. De ellos 25% habían trabajado durante muchos años, sobre enfermedades neuro quirúrgicas y sus publicaciones, nuestra publicaciones tenían altura mundial y se publicaban en revistas consagradas.
De forma que siguiendo el patrón de Henry Marsh, voy a contarles hechos, puntuales pero impresionantes.
Hace unos tres meses, visité de mi valle de hebron, al objeto de saludar a los compañeros. Me enseñan el nuevo servicio de neuro radiología intervencionista. De verdad que es una maravilla. Llevo 6 años jubilado, en otros aparatos de entonces no eran tan bueno como los actuales, pero también magnífico.
Entró saludar al neurocirujano que está interviniendo a un paciente, y me alegré todo el día de haberlo hecho.
ANEURISMA DE LA PICA
Están operando a un paciente 35 años de edad, que cuando caminaba por la calle, ha caído al suelo, y cuando la ambulancia, que inmediatamente acude, lo socorre, ya está en COMA, comparada cardiorrespiratoria. De la que con fáciles maniobra consiguen que el corazón vuelva a latir. Le hacen intubación endotraqueal y lo llevan rápidamente a urgencias del valle de hebron.
Inmediatamente de hace una tomografía computarizada. Y diagnostican sangre en el espacio que rodea el cerebro. El espacio subaracnoideo. Se trata de una hemorragia en el interior de una de las meninges que rodea al cerebro, y por donde circula el líquido cefalorraquídeo. La Aracnoidea En este espacio se alojan las arterias que entran a nutrir el cerebro. Se trata de una hemorragia subaracnoidea (HS).
La HS es una entidad muy frecuente y grave que ocurre alrededor del 1% de la población. Se debe a un debilitamiento de la pared arterial, y la presión de la sangre a este nivel que es aproximadamente de 12 centímetros de mercurio, es capaz de romperla y verter sangre en las meninges. Suele debutar con un dolor de cabeza buscó y muy intenso. Por lo cual cuando cumple este patrón, es muy fácil diagnosticarla clínicamente. Sin embargo no siempre se presenta como un dolor de cabeza brusco e intenso, sino que tiene muchas formas de presentarse. Esto proporciona que hasta 25 % de las HS resangren y se demorte el diagnostico y por supuesto empora los resultados.
Alguna vez la HS, debuta brutalmente, y como en el caso que les está contando es capaz de estimular el nervio vago y producir una parada cardiorrespiratoria. A partir de aquí la evolución suele ser muy mala.
Inmediatamente después de diagnosticada la HS, del paciente que estamos comentando, se lleva a la unidad de neuro radiología intervencionista. Han pasado 35 minutos desde que lo recogió la ambulancia.
Esta unidad trabajan conjuntamente neuro radiólogos y neurocirujanos. Nunca uno, fue el compromiso al que llegamos cuando se instaló esta unidad en el valle y era yo jefe del servicio de neurocirugía.
El paciente está en coma e intubado. Los anestesistas lo atienden, y tratan sus constantes vitales que están enormemente alterada. A continuación el neurocirujano de turno, pinchar y canaliza la arteria femoral derecha, e introduce un catéter en todas y cada una de las 4 arterias que riegan el cerebro. Y encuentra un aneurisma de la PICA, (postero inferior cerebellar artery).
En este momento entró yo al servicio y tras saludar a mis amigos, les pido que me enseñen el caso. No dudan y me lo enseñan. Nadie tiene una mala cara, pero tampoco nadie esta desesperado o llorando. Son profesionales. Hay que estar en equilibrio para hacer las cosas bien.
El aneurisma está alojado a la salida de la arteria PICA, de la arteria Verftebra, y contacta con la cara anteroexterna del bulbo raquídeo. En el lado izquierdo. Donde nace el nervio vago o neumogástrico o de otra mucho forma llamado. Cuyo estimulo para el corazón y la respiración. Ni más ni menos, el aneurisma tiene ocho milímetros de diámetro. Afortunadamente está localización esferas menos frecuente y excepcionalmente produce una parada cardiorrespiratoria. De forma que cuando debuta con una HS, pero sin el dramatismo de una parada cardiaca, tras el diagnóstico se pueden hacer dos cosas.
Si el enfermo tiene un estado General que puede soportar la intervención, se emboliza el aneurisma, y hilos platino, cosa relativamente fácil y además permite que la circulación de la arteria PICA, se conserve. Con lo cual se tiene buen resultado.
Cuando la embolizacción del aneurisma no es posible mediante navegación endotelial, se recurre a la cirugía. Mucho más difícil, pero no por ello imposible. A nivel personal que operado junto con el resto de compañeros que nos dedicamos a este menester, aneurismas de la PICA, en aproximadamente 10 casos. En todos logramos aislar el aneurisma y que el enfermo viviera. Solían quedar trastornos de la deglución. Sólo uno de los casos tuvo un mes mas tarde de la intervención una parada cardiorrespiratoria y fallecio.
El enfermo que nos ocupa tenía alojado el aneurisma en el ángulo de forma la arteria Vertebral con la PICA y era imposible embolizarlo porque el cuello de entrada al aneurisma era tan grande que no podía retener los COILS. Y otro procedimientos endoarteriales, como colocar una malla en la boca del aneurisma para disminuir el diámetro del cuello y poder así embolizar con COILS y que estos no se escapen a la luz arterial.
Es una charla neurocirujanos y neurobiólogo decide. Para el proceso, ya que enfermo tiene un ritmo cardíaco radicales disco que regular y no se atreven a seguir por miedo a la temida parada cardiaca.
Esperaremos, y sí se recupera pensaremos que hacer “Wait and See”, tanto me gusta y que he usado cuando madure quirúrgicamente.
Hay 3 neurocirujanos jóvenes en formación y opinan de una manera muy ilusionada.
Cuando se recupere. Operaremos, y haremos una anastomosis con la arteria PICA contralateral. Yo no conocía esta técnica y me preocupe por preguntar. Me parece muy bonita, pero claro hace falta que el enfermo tenga un corazón que lata. En este caso no fue así, ya que 24 horas más tarde, una en una parada cardiaca. Lo mato.
No era un problema de técnica quirúrgica, radiológica a cielo abierto. Era un maldito aneurisma que se había roto y al estallar había estimulado los núcleos del bulbo raquídeo que regulan el movimiento respiratorio y cardiaco. Y había matado al enfermo. Lo que intentaba mis compañeros era concluir el aneurisma, para que no resangrara. Esto no se pudo hacer, ilusorio caso que se hubiera conseguido. No habría servido para nada. Ya que es daño del corazón y del pulmón ern irreversibles.
Éste es un mensaje desesperante, parecido a los de Henry March, perol real.
Cuál es el mensaje. Entender porque se producen los aneurismas. A la altura de las ciencias los aneurismas cerebrales tienen buena. Durante mucho tiempo se le llamó congénitos, después se ha visto que muchos de ellos crecen con el tiempo y además no se acompañan de alteración genómica. Lo que si existe es una debilidad de la pared de la arteria, junto a un conflicto inflamatorio. La arteria esta o estuvo inflamada. Cuando estaba activo me preocupe de investigar la liuteratura ssobre la eriologia de los aneurismas y algunos autores creían que laa Clamiidias tenían algo que ver.
Sigo pensando que el mismo cerebral es el debilitamiento de la pared arterial, secundario a la inflamación que se produce por la agresión de un germen no virulento. Esto no está demostrado, y no parece interesar demasiado. Entraría a formar parte de las enfermedades crónicas por inflamación y causas multiples.

ABSCESO DE CEREBELO
Fue en el año 1983. Cuando llego un lunes al hospital, me cuentan algo que me aturde y enfada.
Se trata de un enfermo trasferido de otro hospital. Tiene 27 años de edad, no tiene antecedentes de enfermedades y no es fumador ni bebedor ni es adicto a drogas.
Una semana antes de su ingreso tiene una fiebre de 38º C y cefaleas no intensas. En la clínica desde la cual nos lo remiten le hacen una puncion lumbar y encuentran liquido turbio con aumento de proteínas y un marcado aumento de leucocitos polimorfonucleares. Lo diagnostican de meningitis purulenta y nos lo mandan al servicio de neurocirugia, donde una TC muestra un voluminoso absceso en el angulo pontocerebeloso izquierdo.
Le ponen antibióticos que en aquel tiempo eran Septriazona, Vancomicina y Cefalosporina y dado que su estado es bueno deciden esperar desde el viernes por la noche hasta el lunes próximo que yo lo veo y me indigno, porque no ha sido operado y doy ordenes inmediatas para que lo lleven al quirófano.
La esposa muy sensata, me dice que ve a su marido tan bien que me pide se repita un nuevo TC.
Efectivamente el enfermo tiene un Glasgow de 15, apirético, sin déficits neurológico y sin ninguna alteración y a mi me pareció correcto repetir la prueba tras sentirme un poco violento.
Cuando veo el nuevo TC , no existe absceso alguno.
Después de las típicas sesiones clínicas y las explicaciones pertinentes a su esposa, decidimos continuar con antibióticos y tras una semana, le damos de alta y lo enviamos al servicio de ORL.
No se encontró nada y un año mas tarde el enfermo estaba en perfecto estado.
¿Qué hubiera pasado si como mandan los canones se le hubiera operado de urgencias ante el peligro de enclavamiento que lleva un absceso de esta localización?
Pues no lo se, pero el enfermo se libro de una intervención.
Pero saque la conclusión que el estado general del paciente es muy valido y sobre todo hacer caso a los familiares.