NEUROINFLAMACIÓN,

La inflamación del sistema nervioso (denominada neuroinflamación) tiene un papel fundamental en enfermedades neurodegenerativas como el Alzheimer, el Parkinson, la lesión cerebral traumática y el accidente cerebrovascular.

Lo que se creía hasta hace poco tiempo que era una desregulación de los sistemas de neurotransmisores, como los trastornos del estado de ánimo (incluida la depresión y la ansiedad), la esquizofrenia, y el dolor crónico, ahora parecen compartir la neuroinflamación como denominador común.

La enfermedad de Alzheimer, microglia, inmunidad innata, neuroinflamación, citoquinas, proteína tau, ovillos neurofibrilares tienen una patología comun “Neuroinflamación,”

La neuroinflamación es un proceso complejo. Involucra tanto al Sistema Nervioso Periférico como al Sistema Nervioso Central. Representa un rico caldo de cultivo del que subyacen diversos trastornos del sistema nervioso central, incluida la depresión, la ansiedad, la esquizofrenia y el dolor. Los factores estresantes como el sufrimiento perinatal, el estrés psicosocial y la infección, parecen promover un fenotipo proinflamatorio en la microglía.

Episodios posteriores de inflamación podrán impulsar una respuesta neuroinflamatoria exagerada. Ello implica la regulación positiva de los mediadores proinflamatorios. Esta situación se asocia con la disfunción del sistema nervioso central.

Opciones de tratamiento de la neuroinflamación

La neuroinflamación en la enfermedad de Alzheimer centro de atención en CTAD 2015.

Neuroinflamacion en la E de Alzheimer

Varios inhibidores farmacológicos de las citoquinas proinflamatorias, incluyendo TNF-α e IL-1β, muestran una buena eficacia clínica, al mejorar los procesos neuroinflamatorios. Otras intervenciones como la educación, la meditación, el yoga, los ejercicios de respiración… también han demostrado que reducen las citoquinas proinflamatorias, y tienen un impacto positivo en la depresión, la ansiedad, la cognición y el dolor.

A medida que las intrincadas conexiones entre el sistema inmune y el sistema nervioso continúen siendo dilucidadas, las terapias exitosas para la reducción de la neuroinflamación probablemente asuman un enfoque integrado que combine el tratamiento farmacológico con intervenciones no farmacológicas.

La fisioterapia del dolor disfuncional, basada fundamentalmente en la educación, juega su valioso papel en este enfoque.

El constante aumento en la expectativa de vida en la población mundial ha incrementado la preocupación hacia la búsqueda de la comprensión de la Enfermedad de Alzheimer (EA), así como de su diagnóstico temprano y tratamiento. Actualmente la etiopatogenia que conduce al desarrollo de la EA es aún difusa, pero se ha llegado a comprender que la exposición a una serie de distintos factores de riesgo, o señales de daño, está asociada al desencadenamiento de la EA. Esto es muy importante no solo para la prevención de esta devastadora enfermedad sino también para la búsqueda de avenidas efectivas para su tratamiento. En efecto, la activación de la inmunidad innata en el sistema nervioso central (SNC), esencialmente por las células microgliales, son un elemento clave en el proceso neurodegenerativo, cuando éstas son expuestas por períodos prolongados a señales de daño. Entre éstas están la hiperlipidemia, hiperglicemia, estrés oxidativo, traumatismos, infecciones recurrentes, oligomeros de -amiloide, agregados de tau, entre otros factores, los que desencadenarían una respuesta pro-inflamatoria persistente que conduce a la cascada neurodegenerativa. En base a esto, hemos postulado la teoría de la neuroinmunomodulación en la EA, y proponemos que la activación a largo plazo del sistema inmune innato por un conjunto de señales de daño constituye un mecanismo unificado que gatillo, una cascada inflamatoria que conduce a alteraciones irreversibles en el citoesqueleto. Estos mecanismos anómalos de señalización molecular llevarían a una vía final común que es la hiperfosforilación de la proteína tau, su autoagregación y formación de los PHFs, como desencadenantes claves en la neurodegeneración y desarrollo de la EA.

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Complicaciones de enfermos que pasan mucho tiempo en cama

Una persona que como consecuencia de una enfermedad, un traumatismo o una situación de alta dependencia pasa la mayor parte del tiempo encamada y, por tanto, en situación de inmovilidad, está expuesta a una gran variedad de complicaciones que pueden afectar a diferentes partes del organismo y alguna de las cuáles pueden ser graves, especialmente si se trata de pacientes ancianos:

Sistema cardiovasculares: la circulación sanguínea se hace más lenta y como consecuencia aumenta el riesgo de sufrir tromboflebitis, trombosis venosa profunda y tromboembolismos, especialmente pulmonares. También pueden aparecer alteraciones de la frecuencia cardiaca, así como hipotensión ortostática, que se produce ante los cambios súbitos de posición y se traducen en mareos e incluso desmayos.
Sistema respiratorio: se genera un deterioro de la ventilación pulmonar que incide en la retención de secreciones y, por tanto, en un incremento del riesgo de infecciones, como la neumonía. El tromboembolismo pulmonar, como ya se ha señalado es otra de las complicaciones importantes que afectan al sistema respiratorio.
Sistema urogenital: la incontinencia urinaria es la complicación más frecuente y de ella se puede derivar la aparición de eritemas, infecciones urinarias y formación de cálculos renales.

Sistema musculoesquelético: la inmovilidad causa la pérdida de masa muscular y como consecuencia la atrofia y pérdida de resistencia de los músculos. Pueden aparecer contracturas, rigidez articular y otros problemas musculares que dificulten el movimiento del paciente. Ello supone un deterioro funcional importante, especialmente en las articulaciones, que puede causar dolores significativos. Este deterioro conlleva a largo plazo la pérdida de control de esfínteres. Asimismo, se sufre una pérdida de masa ósea, acelerándose el desarrollo de la osteoporosis y, por tanto, el riesgo de fracturas.
Sistema digestivo: es frecuente la pérdida de apetito con el consiguiente riesgo de malnutrición. También se producen problemas de deglución y alteraciones de la de formación del bolo fecal, con episodios frecuentes de estreñimiento y una tendencia al reflujo gástrico.
Piel: las escaras por presión son las complicaciones más conocidas y habituales si no se cambia frecuentemente al paciente de posición. La incontinencia urinaria y fecal y la maceración también pueden causar eccemas.
Sistema nervioso: la falta d estímulos externos puede facilitar el deterioro cognitivo, la deprivación sensorial, un síndrome confusional, pérdida de atención y una alteración del sentido del equilibrio. Asimismo, puede generar la aparición de un cuadro depresivo.
Desde que era un médico joven me sorprendió lo fácilmente que los viejos se caían y que a partir de entonces se postraban en la cama y morían muy rápidamente .

En un círculo muy familiar puedo decir que las caídas del viejo son terriblemente dañinas y que la quietud que acompaña a esta entidad reproduce no solamente procesos vasculares sino deterioro mental que se parecen a las enfermedades neuro inflamatorias como el Alzheimer .

Siempre doy vueltas al tema de la inflamación , esta parece siempre que pueda sea por una polución excesiva , por gérmenes y por múltiples partículas que son capaces de poner en marcha un fenómeno de reparación o inflamacion

La inflamación es la responsable del deterioro del viejo y de la precipitación de daño secundario tras un traumático.

Podríamos afirmar que gran parte de nuestra patología actual y de forma creciente tiene la inflamación como frontera

Cualquier proceso se acompaña de inflamación

Me imagino que Paracelso no se imaginaba el valor que

sotenía su descripción de la inflamación PARACELSO - MÉDICO E ALQUIMISTA

En todo proceso patologico, del tipo que sea, la inflamación, que es al final un intento de reparación de lo dañado, tiene ocupación.

Carlos López Cubas in dolor