La felicidad se puede definir como el estado de ánimo de la persona que se siente plenamente satisfecha por gozar de lo que desea o por disfrutar de algo bueno.
«la felicidad era el objetivo último del ser humano, y la riqueza (es decir, la propiedad libre, individual y absoluta), su principal baluarte»
También se conoce la felicidad como dicha
También se la conoce como cosa, circunstancia o suceso que produce ese estado.
La felicidad es una emoción que se produce en la persona cuando cree haber alcanzado una meta deseada.
La felicidad suele ir aparejada a una condición interna o subjetiva de satisfacción y alegría. Algunos psicólogos han tratado de caracterizar el grado de felicidad mediante diversos tests, y han llegado a definir la felicidad como una medida de bienestar subjetivo (autopercibido) que influye en las actitudes y el comportamiento de los individuos. Las personas que tienen un alto grado de felicidad muestran generalmente un enfoque del medio positivo, al mismo tiempo que se sienten motivadas a conquistar nuevas metas
De una manera más simple, se puede definir la felicidad como no tener dolor ni malestar interior. Entendiendo por esto último un estado amplio que incluye lo físico y los psíquico.
Es un estado ideal que se alcanza de manera secuencial y que esta determinada por circunstancias externas y un substrato bioquímico interno.
La felicidad en el estado de desarrollo del ser humano actual, es un inestable que se alcanza escasamente por la voluntad y en el que intervienen múltiples factores
La felicidad frecuentemente se considera positiva y la depresión y otros trastornos psicológicos, se caracterizan por una notoria falta de felicidad del individuo,
La infelicidad impide al humano obtener éxito en diversas tareas u obtener beneficios de situaciones objetivamente favorables.
La felicidad es un estado subjetivo, que generalmente se cree lleva a los individuos a una actividad neutral constante, ser feliz no supone ser acertado, ya que de felicidad es un estado sugetivo y no transportable.
La felicidad necesita de la armonía de un entorno, estable con variables ya experimentadas y conocidas, los distintos aspectos de la actividad mental fluyen de forma armónica, siendo los factores internos y externos interactuantes con el sistema límbico. En dicho proceso se pueden experimentar emociones variadas, que no tienen por qué ser placenteras, siendo consecuencia de un aprendizaje en un medio variable.
Actualmente se conoce que la variabilidad en los niveles de felicidad que experimentan los individuos se ven influidos por tres grupos de factores (en orden de importancia):
• Factores genéticos.
• Factores asociados a la consecución de objetivos y deseos.
• Factores socioambientales.
Se puede decir que la felicidad como toda nuestra biología depende de un genotipo y un fenotipo. Nada se escapa. Pero ciertas personas no están capacitadas para ser felices a pesar de tener una aparente buena salud y una buenas circunstancias sociales
Es muy frecuente que se inviertan los términos que condicionan la felicidad.
Mientras en determinados autores muy optimistas piensan que la felicidad puede ser analizada con procedimientos objetivos, al ser un sentimiento subjetivo en muy difícil analizarlos objetivamente con parámetros matemáticos.
Una serie de disciplinas estudian la felicidad:
• La filosofía estudia su concepto y realidad.
• La psicología positiva intenta determinar los factores endógenos que el individuo puede manejar para alcanzar ese determinado estado de ánimo.3
• La sociología se ocupa de analizar qué factores sociales determinan los objetivos que el sujeto se marca como meta para alcanzar estados de felicidad.
• La antropología muestra cómo distintas culturas han establecido cánones distintos al respecto.
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En la antigua Grecia los pensadores se dfinieron de formas muy diferentes. Los filósofos encontraron respuestas muy diferentes, lo cual demuestra que, como decía Aristóteles, todos estamos de acuerdo en que queremos ser felices, pero en cuanto intentamos aclarar cómo podemos serlo empiezan las discrepancias. En la filosofía griega clásica hay tres posturas:
• Ser feliz es autorrealizarse, alcanzar las metas propias de un ser humano (eudemonismo), postura defendida por Aristóteles. En cierto sentido, también Platónpuede ser encuadrado en esta postura, si bien el horizonte de la felicidad, según Platón, se abre a la vida después de la muerte.
• Ser feliz es ser autosuficiente, valerse por sí mismo sin depender de nada ni de nadie (cinismo y estoicismo).
• Ser feliz es experimentar placer intelectual y físico y conseguir evitar el sufrimiento mental y físico (hedonismo). Es la postura que defiende Epicuro.
Aristóteles sostiene que todos los hombres están de acuerdo en llamar felicidad a la unidad presupuesta de los fines humanos, el bien supremo, el fin último, pero que es difícil definirla y describirla. De ahí se aprecia la divergencia de opiniones respecto a cómo entender la felicidad: placer para algunos, honores para otros, contemplación (conocimiento intelectual) para otros más. Aristóteles rechaza que la riqueza pueda ser la felicidad, pues es un medio para conseguir placeres o bien para conseguir honores, pero reconoce que existen personas que convierten a las riquezas en su centro de atención.
Para Aristóteles la felicidad humana se basa en la autorrealización dentro de un colectivo humano, adquirida mediante el ejercicio de la virtud.
Existen también otras muchas escuelas filosóficas que han trabajado el tema de felicidad individual en otros términos. A saber:
• el epicureísmo entiende la felicidad como autosuficiencia en el placer moderado;
• los estoicos piensan la felicidad como fortaleza en la aceptación de una existencia determinada;
• racionalistas como Leibniz defienden la felicidad como adecuación de la voluntad humana a la realidad;
• utilitaristas como John Stuart Mill defienden un concepto de felicidad como satisfacción de los placeres superiores;
• para algunos autores del New Thought, la felicidad es una actitud mental que el hombre puede asumir conscientemente, es decir, es una decisión. La idea de que la felicidad sea una decisión se basa, para ellos, en el hecho de que el individuo busca muchas formas de encontrar esa felicidad en muchos aspectos, y aun así, parece esquiva para la mayoría de las personas. Al descubrir que existen seres felices e infelices en todas las diversas condiciones socioeconómicas, geográficas, de edad, religión, sexo, estados mentales (hay personas con problemas mentales que a pesar de ello son realmente felices), estos pensadores concluyen que cuando el individuo decide aceptar su condición y su pasado, y asumir la vida tal como es en ese momento y construir su vida a partir de aquellos preceptos, es entonces realmente feliz.
Para los filósofos que siguen el pensamiento de Nietzsche, el ser humano no fue concebido para la felicidad, sino que está destinado a sufrir.
En la filosofía oriental, la felicidad se concibe como una cualidad producto de un estado de armonía interna que se manifiesta como un sentimiento de bienestar que perdura en el tiempo y no como un estado de ánimo de origen pasajero, como generalmente se la define en occidente.[cita requerida]
Muchas veces confundida con la alegría de carácter emocional y efímero, la felicidad perdura en el tiempo y se identifica como una cualidad, tal y como ser alto, fuerte o inteligente una persona es feliz.
Mientras que la alegría se concibe como un estado de satisfacción, la felicidad se considera un estado de armonía interna.
El subconsciente alimenta este estado de ánimo.4 Admitir los límites de la personalidad facilitará la capacidad de no derrochar recursos en aquello que es incontrolable.5 Tratar de condicionar el entorno a nuestro deseo6 sólo impedirá que consigamos atisbar lo que es el flujo7 que nos lleva al estado de ánimo feliz.8 Este estado no se encuentra fuera de nosotros, ni siquiera en nosotros, se encuentra en nuestra naturaleza interior.9 No depende exclusivamente del entorno, sino que es la aceptación de que existen factores más influyentes que nuestra voluntad, modificando nuestra actitud hacia la vida; siendo el pesimismo una actitud que dificulta la consecución de dicho estado anímico y el optimismo una actitud favorecedora, pero ninguna de las dos son determinantes.10
Es el fenotipo el que condiciona la felicidad en gran parte aportando la capacidad de dar soluciones a los diferentes aspectos del vivir cotidiano, hace del individuo más o menos feliz. De forma pues que la gente frustrada socialmente no tienen posibilida de ser felices Cabe decir que, la sensación de autorrealización y plenitud, confiere a las personas felices una mayor serenidad y estabilidad en sus pensamientos, emociones y actos; fruto del equilibrio y la compensación de las cargas emocionales y las racionales. La felicidad confiere al individuo sensación de bienestar y alegría
En la adaptación hedonista los seres humanos tienen la tendencia a regresar a un nivel de felicidad más o menos estable después de experimentar importantes cambios (positivos o negativos) en sus vidas.11 Cuando una persona mejora su condiciones sociales tienen mas facilidad para ser feliz. Brickman y Campbell acuñaron este término en un ensayo publicado en 1971.12 A finales de los años 90, el concepto fue modificado por Michael Eysenck, psicólogo británico, y se comenzó a hablar en la literatura científica de “la cinta de correr hedonista”, donde se compara la búsqueda de la felicidad con una cinta de correr, donde una persona no deja de andar, pero siempre se encuentra en el mismo sitio.
El concepto de adaptación hedonista ha ganado un nuevo impulso gracias a la psicología positiva donde se ha revisado y desarrollado. Dado que la adaptación hedonista demuestra generalmente que la felicidad a largo plazo de una persona no se ve afectada por eventos vitales importantes, la psicología positiva se preocupa por descubrir aquellas cosas que pueden coadyuvar a cambios duraderos en el nivel de felicidad. La gente que que se adapta al medio, facilidad quiere más facilidad para conseguir la felicidad. Pero se necesita un estado previo, sin el no es posible, o es muy difícil conseguir la felicidad
A pesar de que nuestro consciente no puede imbuirnos ese estado de felicidad, sí que puede trabajar para fomentar los factores que contribuirán a que las interacciones internas tiendan a estimular al sistema límbico, para que este pueda llegar a informar a nuestro consciente de ese estado anhelado de felicidad.
Dentro de los estados de conciencia asociados al flujo de la felicidad, los sistemas internos funcionan como si de una ‘orquesta filarmónica’ se tratase, en ocasiones la sinfonía requiere de uno ‘solo’, que es cuando destaca ante nuestro consciente una polarización concreta (o neurotransmisor predominante). Si nuestro consciente se cree que él ‘sólo’ es el objetivo final de su existencia, o desconoce como ‘invocar’ a los otros ‘instrumentos’ para que entren a ‘tiempo’, nuestro organismo al completo sufrirá las consecuencias entrando en otras polarizaciones resultantes de la carencia de una ‘sinfonía’ completa. Dado que nuestro cerebro normaliza la realidad por instinto de supervivencia, la realidad para su centro administrador de recursos será lo que entiende que le ha dado mejor resultado en un pasado y esto depende de nuestra memoria y lo capaz que sea de desentrañar los detalles. El hecho es que es muy fácil que insistamos en la ‘invocación’ del ‘instrumento’ en base al recuerdo sostenido.
Si a través de la memoria somo capaz e veces de ministra los recuerdos positivo podemos conseguir cierto grado de felicidad. Pero se trata precisamente de eso, pese a personas que pese a tener muy buena memoria del pasado no consiguen este estado Atravesar momentos agradables como desagradables nos ayudan a comprender y enfocar qué es eso del ‘estado de flujo’..
Hace falta tener que una visión global del medio que nos condiciona a conseguir la felicidad . Cuando pese a una buena memoria, el medio es adverso, se puede recordar pero no necesariamente de forma positiva .
Maslow[construyó su famosa pirámide, que empieza por la fisiología básica de vísceras funcionando acertadamente, a la que va sumando, una biología adecuada, un contexto social, una auto valoración acertada y por último una auto realización
La pirámide de las necesidades humanas postulada por Abraham Maslow
• Fisiología: Los niveles más básicos de sustentabilidad los aporta la naturaleza. No obstante, restringir nuestro centro de atención y conciencia a cómo lograr mantener nuestro estado homeostático, ocupa recursos metabólicos que impiden al cerebro sentirse seguro y confiado.
• Seguridad: Esta sensación se produce cuando nuestro cerebro ha logrado registrar la pauta por la cual poder asegurar su fisiología. Se refuerzan los enlaces neuronales y metabólicos adecuados, permitiendo que esas tareas funcionen desde nuestro inconsciente. En ese estado de seguridad, nuestra mente ahora puede centrarse en la búsqueda de cooperación y establecer lazos sociales. En resumen, de subir al nivel de Afiliación.
• Afiliación: La afiliación es la base de la economía. Con la amistad nace el compromiso, con el compromiso nace el trabajo cooperado y confiado, con el trabajo surge material sobrante, con ese material se puede comerciar. El hecho de que se aprecie nuestro trabajo, produce la sensación de reconocimiento.
• Reconocimiento: Esta sensación se basa en la seguridad de que los demás te necesitan y formas parte de una cadena en la que sin ti, sería costoso reponer nuestra ausencia. Esto permite marcar la pauta de creatividad al cerebro, la pauta por la cual uno puede aportar beneficio y sentirse digno en la sociedad en la que habita. Esto debería ser suficiente motivación como para poder sostener la autorrealización.
• Autorrealización: También llamada felicidad, se sostiene por la motivación que produce nuestro trabajo constante y continuado. Gracias a las capacidades de nuestro cerebro de crear, de adaptarse y resolver problemas.
Diversos estudios han mostrado que la felicidad depende en gran medida de factores internos, que condicionan la modulación de los agentes externos y cuán detecta conseguido entonces el inhibido tiene una mayor oportunidad de dulcificar su ambiente La personalidad interactua los recursos y las relaciones sociales, marca prioridades y establece objetivos; pero no es capaz por sí misma de imbuirnos estados anímicos. Los estados anímicos además son el resultado de la suma de procesos neuroquímicos en los que nuestra persona poco o nada tiene que ver. Podremos favorecer o dificultar que sucedan, pero no impedirlos.
La consabida auto seguridad no es mas que un mito. Cualquiera que crea que puede vencer las condiciones que lo hacen un infeliz es un optimista. Necesitamos orgánico que nos permita tomar primero esta decisión y después ser capas de ejecutarla.
La religiones nos condicionan ante la felicidad-
Para las religiones teístas, la felicidad sólo se logra en la unión con Dios, y no es posible ser feliz sin esta comunión. La felicidad es considerada la obtención definitiva de la plenitud, y el estado de satisfacción de todo tipo de necesidades es alcanzable sólo en ese grado después de la muerte.
Esta visión depende de que religión habremos de distinta para las monoteístas que para las políteistas
El budismo, una escuela filosófica no religiosa (no teísta) confundida históricamente con el hinduismo para la cual no existe un creador ni tampoco un alma, considera que la felicidad duradera se alcanza al erradicar el anhelo ansioso, que implica evitar compromisos con los demás, lo que a su vez se consigue sólo al «despertar» de la ilusión del «yo», es decir, el mantenerse alerta y exento de la naturaleza de la vida y la existencia, a través de una postura pasiva, no participativa, de la conservación de la vida.
Anatómica y funcionalmente la distinta parte del cerebro intervienen en la felicidad. El amplia área limbica interviene en el control de nuestra vida sentimental. Pero la corteza del cerebro modula los estímulos de las áreas subcorticales en General y administre nuestros recursos sentimentales. No son áreas opuestas como todo lo que ocurre en el cerebro la de arriba controla a la de abajo. La proporción adecuada de neurotransmisores, no en el lóbulo límbico, ni en la corteza cerebral, sino del conjunto y en la proporción adecuada en el momento adecuado. Si esto no ocurre. Los intentos voluntarios de conquistar la felicidad son insuficiente recientes.
La evolución distintos patógenos contra los que tenemos que luchar para sobrevivir. El mundo competitivo en que vivimos y la cantidad de patógenos a los que estamos expuestos impiden una solución fácil. A medida que nos hemos puesto en contacto con patógenos,, físicos y biológicos, demuestran que a medida que se incrementan los factores antiinflamatorios, preferentemente, el TNF, este se encarga de producir depression. En el mundo en que vivimos, vencemos más a los patógenos y cronificamos la enfermedad y al hacerlo desestabilizamos el equilibrio biológico psíquico.
La espiritualidad , es la función que le dota de una orientación, un futuro y un sentido, por la cual poder establecer prioridades y administrar los recursos energéticos tanto internos como externos, llegando a la conclusión de que la vida sí tiene sentido.
Martin Seligman (n. 12 de agosto de 1942) es un psicólogo y escritor estadounidense. Se le conoce principalmente por sus experimentos sobre la indefensión aprendida (learned helplessness) y su relación con la depresión. En los últimos años se le conoce igualmente por su trabajo e influencia en el campo de la psicología positiva.
que la felicidad es como un conjunto de:
• Emociones positivas: Tales como éxtasis y la comodidad.
• Actividades positivas: Tales como la concentración y el cumplimiento de nuestras tareas.
Este autor, presenta tres categorías de emociones positivas relacionadas con el pasado, presente y futuro.
Las emociones positivas referentes al pasado incluyen la satisfacción, la alegría, el orgullo y la serenidad.
Las emociones positivas referentes al futuro incluyen optimismo, esperanza y confianza.
Las emociones positivas sobre el presente se dividen en dos categorías que sean perceptiblemente diferentes
Los placeres: los corporales y más altos son “placeres del momento” e implican generalmente un cierto estímulo externo.
Satisfacciones: Las satisfacciones implica la consecución del objetivo por el cual hemos trabajado, el flujo, la eliminación de la timidez, y el saber administrar las emociones negativas para beneficio del objetivo (defensa). Pero cuando una satisfacción viene a las emociones positivas de un final entonces nos sentiremos protegidos.
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La buena vida se nutre de la correcta administración de las fuerzas de que dispone la personalidad para obtener el equilibrio interior, por ejemplo, sintiendo que la labor de uno en el trabajo aporta algo positivo y que gracias a ese esfuerzo el colectivo se beneficia a cierto grado. Si además tenemos actividades creativas, estaremos aportando factores favorables para que la felicidad se convierta en un estado profundo de nuestra manera de vivir. El sentido más profundo de la felicidad es experimentado con la “vida significativa”, alcanzada si uno ejercita sus fuerzas y virtudes de los uniques en un propósito mayor que lo suyo metas inmediatas. Otra pregunta interesante es si la tendencia a la felicidad de la experiencia está basada en dispositional afecta o eso es un resultado de las circunstancias de la vida.
Una linterna, correctamente usada, alumbra sin que su estructura externa se vea gravemente comprometida. En ciertas regiones acumulará calor y, de no usarse con moderación, es posible que la potencia de la bombilla acabe dañando ciertas partes. El uso natural de la linterna provocará su envejecimiento y rotura. Ahora, si usamos de mala manera la linterna, y en lugar de usarla de la forma más efectiva, nos conformamos con colocarla en lo alto de un palo y usarla de antorcha prendiéndole fuego, creeremos que estamos obteniendo el mismo objetivo, pero es evidente que no es así.
Con las personas sucede algo parecido. Disponemos en nuestro cerebro de diferentes redes neuronales, que integran diferentes formas de transacción neuroquímica, que a su vez capacitan diferentes formas de inteligencia en el hombre13 Podremos tener la sensación de creer que estamos dando soluciones a nuestra vida, pero si no somos capaces de aplicar la inteligencia adecuada al campo de la vida que lo necesita, la sensación de estar vivos no nos acompañará, puesto que no obtendremos el resultado esperado y la frustración será lo dominante.
La felicidad era una divinidad alegórica a la cual habían los romanos erigido un templo. La representa sentada en un trono como reina o en pie vestida de una estola, teniendo en una mano un caduceo y un cuerno de la abundancia en la otra. Algunas veces en lugar de caduceo, la pica, que indica la felicidad adquirida por las armas. En algunas medallas, está representada por una nave navegando a todo trapo. La felicidad de los tiempos está alegorizada por cuatro niños que indican las cuatro estaciones del año. La columna que sirve de apoyo a la figura simbólica, indica una felicidad firme y duradera. Cochin y Ripa la alegorizan por una mujer con la frente ceñida de muchas coronas de oro, diamantes, flores y frutos, teniendo por fondo detrás de su cabeza el sol de la sabiduría y llevando palmas, laureles, flores y frutos.
Ripa designa la felicidad pasajera por una mujer vestida de blanco y amarillo, ceñida la cabeza de una corona de oro y un cetro eu la mano. Va adornada con un cinturón de diamantes y alrededor de su brazo se enrosca la planta que lleva la calabaza.
Se debe a Pigal la siguiente imagen emblemática de la felicidad de los pueblos: un ciudadano que goza de un perfecto reposo en medio de la abundancia, designada por los frutos, las flores, perlas y otras riquezas. Crece cerca de él, que está sentado sobre un fardo de mercancías, el verde olivo: tiene abierta su bolsa para indicar su seguridad y a sus pies se ven el lobo y el cordero que duermen juntos, símbolo de la edad de oro.15
Teóricamente y puesto que el entorno es gratificante y constructivo para la felicidad, debería haber regiones, donde fuera mas fácil conseguir esta. Y de hecho los habitantes del occidente rico debían de tener más índice de felicidad:
La Encuesta Mundial de Gallup, y Sustainable Development Solutions Network (SDSN), en una iniciativa impulsada por Naciones Unidas, publicó un estudio estudio, titulado “World Happiness Report” según este:
Suiza, Islandia, Dinamarca, Paraguay, Noruega, Canadá, Finlandia, Países Bajos, Suecia, Nueva Zelanda y Australia. Los cinco primeros se encuentran en este orden: Dinamarca ocupa la primera posición con una nota de 7,693 puntos, Noruega es el segundo país más feliz, Suiza ocupa la tercera posición, Holanda la cuarta y Suecia la quinta. Pero sí medimos el índice de suicidio, escalofriante del mundoi en general y de los países ricos en particular, tengo severas dudas de que la felicidad en estos países sea la que aspiramos.
Todos los países de los cinco continentes tienen habitantes que gozan de una felicidad que resulta del amor, la amistad, la esperanza a corto, medio y largo plazo, la ilusión, la salud, el ambiente, el clima, la educación de la infancia, la espiritualidad, la moralidad, y una conciencia limpia y entrenada.16.
Para ponernos ante la felicidad, hay que :
Curar las enfermedades que afectan al cerebro y al organismo en general y por supuesto antes conocerla. Cuando estemos sanos, ya tendremos tiempo de buscar la felicidad , que sin duda pasara por el amor, el ponerse de acuerdo y decir la menor cantidad posible de mentiras. Mientras tanto aguantar-
Bibliografía[
1. Volver arriba↑ Inglehart, Ronald (2002). Modernización y posmodernización: El cambio cultural, económico y político en 43 sociedades. CIS. ISBN 9788474762709.
2. Volver arriba↑ Inglehart, R.; Welzel, C. (2005). Modernization, cultural change, and democracy: The human development sequence. Cambridge University Press. ISBN 9780521609715.
3. Volver arriba↑ Salomone (2008, diciembre 28). «La ciencia descubre las claves de la felicidad.» El País. Consultado 3 de agosto de 2013.
4. Volver arriba↑ Csikszentmihaly, M. (1997). Finding Flow. The psychology of engagement with everyday life. Basic Books.
5. Volver arriba↑ Punset, E. (2006). El viaje a la felicidad. Las nuevas claves científicas. Destino. 8a. ed. ISBN 84-233-3777-4
6. Volver arriba↑ Punset, E. (2006). Op. cit.
7. Volver arriba↑ Csikszentmihaly, M. (1997). Finding Flow. The psychology of engagement with everyday life. Basic Books.
8. Volver arriba↑ Seligman, M. E. P. (2002). La auténtica felicidad. Ediciones B.
9. Volver arriba↑ Csikszentmihaly, M., op. cit.
10. Volver arriba↑ Seligman, M. E. P. (2002). Authentic Happiness. Free Press. ISBN 0-7432-2298-9
11. Volver arriba↑ Leader Summaries (ed.). «Resumen del libro Los mitos de la felicidad, de Sonja Lyubomirsky». Consultado el 1 de octubre de 2014.
12. Volver arriba↑ Apley, M. H. (coordinador), Adaptation Level Theory: A Symposium, New York: Academic Press, 1971, pp 287-302
13. Volver arriba↑ Investigación y ciencia. Temas 17. Inteligencia viva
14. Volver arriba↑ Dr. Joe Dispenza, D.C. Doctor de Medicina Quiropráctica en la universidad de la vida. Bioquimico por la universidad Aker en Oslo – Noruega.
15. Volver arriba↑ Diccionario universal de mitología
16. Volver arriba↑ Yahoo finance, la otra cara de la moneda