EL CONTAGIO POR COORONAVIRUS EN SITIOS CERRADOS ES MAYOR

La pasada semana, un grupo de más de 200 científicos procedentes de diversas disciplinas advertía a la Organización Mundial de la Salud (OMS) de que tenía que tomar más en cuenta la posibilidad de transmisión del coronavirus por el aire.

Dicha carta afirma que hay un potencial significativo de exposición a la inhalación del virus en microgotas a media distancia, de varios metros o dentro de una habitación, y que es una explicación muy plausible para eventos donde se han producido contagios masivos.

“Entiendo que la OMS mantiene que la vía de contagio mayoritaria es por microgotas”, apunta Jordi Sunyer, jefe del programa de Salud Infantil de Instituto de Salud Global (ISGlobal) de Barcelona y catedrático de Medicina Preventiva y Salud Pública de la Universidad Pompeu Fabra, y uno de los tres firmantes españoles de la carta (los otros dos son Xavier Querol, del Instituto de Diagnóstico Ambiental y Estudios del Agua, del CSIC, y Manuel Ruiz de Adana, del Departamento de Termodinámica Aplicada, de la Universidad de Córdoba).

“Y también [entiendo] que no descarta el contagio en espacios cerrados y poco ventilados por aerosoles transmitidos por el aire”, continúa, avisando de que tanto él como “los firmantes que conozco tenemos una actitud activa de total colaboración y servicio con la OMS”.

El investigador asume que “dar el peso debido al contagio por aerosoles es un reto”. Y afirma: “Sabemos que en espacios interiores la distancia no es suficiente”.

Propuestas para combatir la transmisión aérea del coronavirus

Los científicos autores de la misiva proponen una serie de medidas básicas y de bajo coste, como garantizar la suficiente ventilación en edificios públicos como las escuelas. A veces, esto se puede conseguir simplemente con abrir puertas y ventanas.

“La distancia, el uso de mascarilla y la poca densidad” son las precauciones principales en locales abiertos al público, señala Sunyer que evita pronunciarse sobre el aire acondicionado, cuyo uso ha venido revestido de cierta polémica pues, si ya se ha advertido de que el virus no puede reproducirse en los conductos de aire pues necesita huéspedes vivos, algunos estudios señalan que la circulación del aire puede expandir las microgotas más allá de la distancia de dos metros fijadas por las administraciones como de seguridad.

En la carta también se habla de la posibilidad de utilizar la luz ultravioleta y los germicidas para desinfectar locales, si bien el Ministerio de Sanidad avisó recientemente de que no hay evidencia en la actualidad que demuestre su efectividad frente al SARS-CoV-2.

Una petición circunscrita a la OMS

Hasta el momento, la petición de tener en cuenta se ha circunscrito a la OMS. En España, Sunyer indica que todavía no se ha hecho petición alguna para que las distintas administraciones (Gobierno central y consejerías de Sanidad) tengan en cuenta la posibilidad de transmisión aérea.

Eso sí, el investigador recuerda que “al virus le favorece el contacto físico, los espacios cerrados y poco ventilados y las multitudes para contagiar”.
Es uno de los tres firmantes españoles de la carta a la OMS que avisa sobre la transmisión del SARS-CoV-2 por el aire

Jordi Sunyer.
LUNES, 13 DE JULIO DE 2020, A LAS 09:00
MARCOS DOMINGUEZ