MUNCH. UTERMOLEM. SHARMMAN.
Una vez realizado el análisis fractal de las obras, se evaluaron en sus cuadros, las variaciones a lo largo de la carrera artística en los ‘fractales’, que suelen ser únicos en cada pintor y fueron consecuencia del envejecimiento o, por el contrario, de la evolución de una enfermedad neurodegenerativa.
Los resultados mostraron unos patrones de cambio muy nítidos en los patrones fractales de las obras en función de que su autor hubiera padecido o no una enfermedad neurodegenerativa.
El intento de reconocer enfermedad neurodegenerativa mediante el estudio de fractales, tienen por objeto, la detección de enfermedades de forma precoz, y asi poner precozmente una terapia, es mas anecdótica que real.
Quizás algún día, pueda ser aplicado el estudio de los fractales, para la detección precoz, de patologías, como alzhéimer o del párkinson. Pero hasta ahora, son mas un problema que una solución.
Si consiguiéramos marcar en sus cuadros el estado de animo, y expresarlos en forma matemática, sabríamos cuanto esta de triste, o de enfadado. Pero esto seria temporal y posiblemente extrapolable a personas normales o a pintores normales, en un mal dia.
Edvard Munch, que tuvo severas crisis nerviosas y su famosa obra el grito, de la que existen cuatro versiones, expresan el sentimiento que tuvo de sus sufrimientos. Se inspiró para pintar esta obra una tarde en que paseaba junto con dos amigos por un mirador de la colina Ekeberg, desde donde se podía apreciar el paisaje de Oslo. Escribe Munch en su diario en 1891:
Parametros que midan el estado de animo, son validos como patologicos, si se suman a manifestaciones clinicas. Aislados son una forma que recoger su interior, en un momento, pero nada mas.
Hasta hoy, solo es posible encontrar correlacion entre la pintura y su posible enfermedad, empezando, por la historia clínica y solicitud de pruebas y lo que es mas positivo. Manteniendo un seguimiento.
Lo demás esta por ver.
Es más un problema que una solución
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