CONFUNDIR EL PLACER CON LA FELICIDAD SEGÚN ROBERT  LUSTING

los 4 puntos

13 octubre , 2020

El ser feliz, el autorrealizarse, ha sido desde tiempos inmemoriales un tema recurrente para explicar desde distintas disciplinas. El filósofo griego Sócrates decía que para alcanzarla no hay que esperar recompensas externas sino del éxito interno. En similar línea Aristóteles y Platón decían que dependía de nosotros mismos y no de los demás.

Estos soñadores no eran de este mundo.

A cuantas personas conoces que no necesiten recompensa

Este camino era específico de los Santos qué tras una búsqueda de toda una vida con unas técnicas especiales conseguían el desprendimiento de sí mismo

Sin embargo, una cierta tendencia hedonista en la sociedad occidental hace desviar el significado de la verdadera felicidad sobre el placer y así evitar el dolor.

Sin embargo, la ciencia incluso ha explicado como los circuitos neuronales que se activan en la felicidad son distintos a los de la experiencia placentera.

Estoy seguro que esto es dudoso.

Las pruebas se hacen con resonancia magnética, que muestra un mayor encendido en una parte del cerebro, prueba de un mayor metabolismo o consumo, en un espacio pequeño, pero donde existen miles de neuronas. Y esto en mi opinión, lo que dice , es que cualquier evento exterior, sea oral, o material es capaz, de activar esta región,

Unas células, que a su vez pertenecen  a un circuito que esta distante, pero nada mas

Si está confundido entre felicidad y placer, no es el único. Al buscar Google “placer” lo que leerá es “un sentimiento de feliz satisfacción y disfrute”. El dinero puede comprar placer, pero la felicidad tiene que venir de otra parte.

Robert H. Lustig es un endocrinólogo pediátrico estadounidense. Es profesor de Pediatría en la División de Endocrinología de la Universidad de California, San Francisco (UCSF), donde se especializa en neuroendocrinología y obesidad infantil.

Desde su experiencia conoce bien como la “comida chatarra” es una de esas sustancias adictivas de placer.

Muchas empresas y marcas intentan asociar la “felicidad” con la compra de sus productos y el uso de sus servicios, con la esperanza de que los clientes recurran a ellos en busca de una “vida mejor”. Se están empleando conceptos de marketing de vanguardia como “neuromarketing” y “arquitectura de elección” para manipularlo como consumidor, e incluso hay quien promete canalizar su dopamina directamente en patrones de comportamiento adictivo y márgenes de beneficio de la empresa.

De verdad interviene aquí la decisión personal, o es una propaganda orquestada, la que los dirige.

Los especialistas en marketing han intentado durante décadas convencernos de que el azúcar es un alimento saludable.

En una de sus charlas el profesor Lustig establece las diferencias básicas entre placer y felicidad.

El placer es pasajero. La felicidad es permanente

El placer es visceral. La felicidad es etérea

El placer es tomar. La felicidad es dar

El placer se puede conseguir con sustancias y la felicidad no

El placer se experimenta solo y la felicidad usualmente en grupos sociales

El placer es dopamina y la felicidad es serotonina

Las corporaciones fomentan y aprovechan esta confusión para vendernos el placer que desencadena la dopamina (sexo, azúcar, alcohol, drogas, videojuegos, compras, etc.) con la promesa de “felicidad”, cuando en realidad los altos niveles de dopamina pueden disminuir y regular la serotonina, haciéndonos menos capaces de experimentar la felicidad a largo plazo.

Los relatos sobre neurotransmisores dopamina y serotonina pueden ser verdad y De hecho son transmisores que regulan nuestra emoción. no creo que sean antagónicos pero sí que está muy juntos .

Sabemos  en qué lugar del cerebro actúan estas sustancias pero no cómo motiva  nuestro cerebro esta química, las convierte en Estados mentales superiores .

Robert Justin endocrinólogo infantil qué se mete en muchos campos , y de forma que creo que esto como fabulación no está mal, pero afirmar qué Cuándo las neuronas reciben muchos impulsos por la dopamina,  eso las desgasta, no lo había oído nunca

Seguro que si una célula trabaja mucho se cansa y seguramente no cumple muy bien su función

Por otra parte hace falta ser muy fino para distinguir tantos tipos de felicidad .

La liberación de neurotransmisores está relacionada con el estado de bienestar y seguramente la interpretación de este estado es  psíquica aunque los productos químicos ponen marcha una región que interpreta la felicidad a  su manera

No se deciros mas, es un buen articulo de divulgación, pero como todos ellos, parte es real y parte inventada

Esto es una interpretación personal con ganas de llevarle la contraria a Lusting

Un amigo