Estamos olvidando a otros virus respiratorios, entre ellos varios coronavirus, que también se cobran víctimas.

Desde hace años, otros cuatro coronavirus, de entre los conocidos, circulan peligrosamente entre los humanos.
Estamos rodeados de virus que cada día nos asustan más, cuya única terapia contra estos mil

Con un mundo medio paralizado y obsesionado con el Covid-19, parecería que es el único virus capaz de llevarse a alguien por delante. Sin menospreciar su elevada capacidad de contagio, los expertos intentan llamar a la calma y algunos ya advierten de que, a pesar de las medidas de contención, el nuevo coronavirus acabará entrando en la ‘cartera’ anual de virus respiratorios que circulan estacionalmente originando neumonías de diversa gravedad y afectando sobre todo a las personas más frágiles; es decir, habrá que ‘acostumbrarse’ a él inmunológicamente y confiar en que, tras su agresiva irrupción, las mutaciones lo debiliten y ‘aprenda’ a convivir con los humanos.
En una carta que se publica en Eurosurveillance, la revista semanal del Centro Europeo para el Control y Prevención de Enfermedades, el equipo de Didier Raoult, del Instituto Mediterráneo de Infección de la Universidad Aix-Marsella, resume su experiencia diagnóstica con diversos virus infecciosos. En la epidemia del coronavirus del Síndrome Respiratorio del Medio Oriente (MERS) en 2012, “observamos la ausencia de diagnóstico de este virus entre los viajeros que regresaban de la peregrinación del Hajj, lo que contrastaba con la considerable ansiedad relacionada con esta infección emergente y su riesgo de propagación en Francia”. En lugar del coronavirus MERS, detectaron virus de la influenza A y B. Aquello “ilustró la importante desconexión entre el miedo a una propagación hipotética en Francia de un virus emergente en el Medio Oriente y la realidad de la ausencia de casos diagnosticados”. Al igual que ahora, se ignoró en gran medida la incidencia de virus respiratorios comunes y su mortalidad asociada.
“En nuestro instituto de referencia para enfermedades infecciosas -explican-, hemos estado aplicando desde finales de enero de 2020 la detección por PCR del ARN del SARS-CoV-2 (Covid-19) utilizando varios sistemas”. Hasta el 19 de febrero, analizaron 4.084 muestras respiratorias por PCR: todas fueron negativas para el nuevo coronavirus. Entre las muestras había 32 casos sospechosos de Covid-19, otras 337 personas repatriadas a principios de febrero de 2020 desde China, 164 pacientes que murieron en hospitales públicos en Marsella entre 2014 y 2019 de los cuales se enviaron muestras respiratorias a nuestro laboratorio, y también 3.214 muestras enviadas desde enero de 2020 para buscar una etiología viral. “En contraste, hemos analizado 5.080 muestras respiratorias para detectar infecciones virales respiratorias sospechosas desde el 1 de enero de 2020 e identificado en 3.380 casos virus respiratorios”. En orden decreciente de frecuencia, fueron: virus de influenza A (794), virus de influenza B (588), rinovirus (567), virus sincitial respiratorio (361), adenovirus (226), metapneumovirus (192), enterovirus (171), bocavirus (83), virus de parainfluenza (24) y parechovirus (8). Entre los virus diagnosticados también había 373 coronavirus humanos (HCoV) comunes: 205 HCoV-HKU1, 94 HCoV-NL63, 46 HCoV-OC43 y 28 HCoV-229E. “El análisis de la mortalidad asociada con estos virus ha podido mostrar que desde el 1 de enero de 2020 un paciente murió después de ser diagnosticado con HCoV-HKU1 y se encontraron virus respiratorios en otros 13 pacientes que murieron por influenza A ( 3 casos), virus sincitial respiratorio (3 casos), rinovirus (5 casos), adenovirus (1 caso) y metapneumovirus (1 caso)”. Retrospectivamente, “el análisis de estos pacientes ha demostrado que al menos nueve murieron entre 2017 y 2019 después de ser diagnosticados con uno de los cuatro coronavirus que circulan comúnmente en humanos”.
Por lo tanto, y sin haber tenido en cuenta la proliferación de casos de las tres últimas semanas, los expertos franceses concluyen que “es sorprendente ver que toda la atención se centra en un virus cuya mortalidad en última instancia parece ser del mismo orden de magnitud que la de los coronavirus comunes u otros virus respiratorios como la gripe, mientras que los cuatro HCoV comunes que se diagnosticaron pasan desapercibidos, aunque su incidencia es relativamente alta. De hecho, los cuatro HCoV comunes a menudo ni siquiera se identifican en el diagnóstico de rutina en la mayoría de los laboratorios”.
José R. Zárate
6 marzo, 2020 el