¿Y si el payaso de la clase fuese también el más listo?
Lo mal parado y mal considerado que soporta el gracioso de la clase o dulcificando la frase, el más simpático.
Siempre tiene algo qué decir y además con un tono simpatico.
Pues bien ese pobre niño durante muchos años va a soportar el lastre de su simpatía y va ser claramente mal considerado. Tanto sus compañeros como sus profesores van a ponerlo siempre en entredicho.
Yo a nivel personal tengo la impresión, de que los primeros de la fila en la clase, muy serios, disciplinados y buenos estudiantes, no eran después los más relevantes ni exitosos en la vida.
Creo que pretendían aplicar la conducta de la seriedad a la vida ordinaria que es mucho más difícil y que no soporta la disciplina como un método de evolución, o por lo menos toda la disciplina.
Salirse de la raya es siempre apetitoso.
Recuerdo un querido compañero en mis tiempos de estudiante de Medicina, muy serio lento de movimiento y pastoso con una sonrisa siempre en la boca y que cada vez que hablaba era para gratificar a alguien. Nunca hablaba mal de nadie, pero de ninguna manera estaba entre los principales, pero era el que nos dictaba las lesiones porque permanecía enormemente atento y no necesitaba estudiar. Era capaz de repetir con fidelidad lo dicho por el profesor. Nunca sacó buenas notas y pasó desapercibido para los profesores. Nunca fue gracioso pero sí muy agradable y si te decía algo era siempre gratificante.
En la clase, nunca se distraia “atendia” que es el sello del buen estudiante y la tara de la mayoría, que atendían muy poco aunque fueran muy serios
La mayoría de mis compañeros tanto en la Facultad de Medicina como en el bachillerato por supuesto que bendecían al talentoso, serio, bien vestido y con un discreto aire de displicencia, no destacaron pero que nunca, eso si con aires de muy diferentes y sorprendidos, porque la gente animada con alguna frecuencia fueran destacados.
Los graciosos no tenían nada que hacer y si además no iban bien uniformados por supuesto que tenían un discreto rechazo sobre todo de los profesores.
Por eso me interesó el libro de Godelman sobre la inteligencia emocional.
El Coeficiente de Inteligencia (CI) ¿determina nuestro destino? Mucho menos de lo que pensamos. En este fascinante y persuasivo libro, Daniel Goleman sostiene que nuestra visión de la inteligencia humana es estrecha, pues soslaya un amplio abanico de capacidades esenciales para la vida. Soslaya lo que él llama inteligencia emocional. Apoyándose en la más moderna investigación sobre el cerebro y la conducta, el autor explica por qué personas con un elevado coeficiente intelectual fracasan en sus empresas vitales, mientras que otras con un CI más modesto triunfan clamorosamente.
La inteligencia emocional es una forma de interacción con el mundo que tiene muy en cuenta los sentimientos, y engloba habilidades tales como el control de los impulsos, la autoconciencia, la motivación, el entusiasmo, la perseverancia, la empatía, la agilidad mental, etc. Ellas configuran rasgos de carácter como la autodisciplina, la compasión o el altruismo, que resultan indispensables para una buena y creativa adaptación social. El déficit de inteligencia emocional repercute en mil aspectos de la vida cotidiana, desde problemas matrimoniales hasta trastornos de salud. El descuido de la inteligencia emocional puede arruinar muchas carreras y, en el caso de niños y adolescentes, conducir a la depresión, trastornos alimentarios, agresividad, delincuencia. Ahora bien, todos podemos fomentar y robustecer nuestra inteligencia emocional,
Aunque Godelman intenta explicar porque los medianos tienen mas éxito, que los destacados, no creo que esto sea difícil de explicar, si lo es, el que la ortodocia de la conducta no va paralela con la conducta social, el pillo simpatico si que suele tenerlo porque se las sabe todas.
En ese darwiniano hábitat que es el colegio, los graciosos suelen llevar las de perder: o son unos incomprendidos de los que la mayoría se burlan o utilizan el humor para defenderse de sus escasas habilidades sociales. Pero ¿y si el payaso de la clase fuese también el más listo?
Según un reciente estudio publicado en el International Journal of Humor Research, el vínculo entre el humor y la inteligencia parece ser mucho más fuerte en los niños que en los adultos.
Para determinarlo, los investigadores de la Universidad de Andalou (Turquía) pidieron a unos dibujantes y caricaturistas que calificaran los títulos que 217 niños de secundaria escribieron para una serie de diez viñetas. Los expertos juzgaron las caricaturas en función de su valor cómico y su relevancia, y descubrieron que los estudiantes con mayor capacidad de razonamiento verbal, así como con medidas de inteligencia más generalizadas, eran también los más graciosos. Quien ríe el último…
Uno de los hechos que recuerdo con cierta frecuencia, ocurrió no hace mucho tiempo cuando nos reunimos a los 50 años de haber terminado los estudios de medicina mucho de los médicos que seguía vivos. uno de mis compañeros con el que no tuve nunca mucho trato, qué fue buen estudiante , siempre muy bien vestido y en aquellos tiempo a veces iba a la facultad en bicicleta. era verdaderamente serio y ademas de buena familia.
pues bien este compañero se me acerco junto con su mujer y me dijo:
te voy a preguntar una cosa pero me tienes que contestar la verdad y repitió pero la verdad.
“ Es verdad que eres neurocirujano”
pues sí lo soy le contesté.
pero es que además me han dicho que eres el jefe de neurocirugía del Valle de Hebrón en Barcelona.
Le volví a responder que sí que es verdad, que lo era.
Este compañero en el análisis retrospectivo que hacía de mi vida y en mi morfología no podía entender esto y yo me preguntaba si no entiende esto tan elemental cómo va ha entender cosas mucho mas dificiles como es la vida de un medico.
Pues si amigo, se puede ser bajito no ir bien vestido, de pueblo y después en otras dimenciones, destacar algo.
No le dije nada mas porque no lo iba a entender.
Pero me sorprendio
“En terminos generales, me dije, que poco comprende este hombre”
Me gusta mucho la idea de que el gracioso también tienen sus éxitos.
Fundamentos
Daniel Godelman. La inteligencia emocional
Ismael Marinero
Dom, 06/02/2022 – 08:00
International Journal of Humor Research,