CAMINANTE NO HAY CAMINO
Anonio Machado fue un poeta español, miembro tardío de la Generación del 98 y uno de sus creadores más representativos. Su obra inicial suele inscribirse en el movimiento literario denominado Modernismo. Nació en Sevilla el 26 de julio de 1875 y murió en Collioure, Francia, el 22 de febrero de 1939. Creció en una familia liberal formada por grandes intelectuales y artistas, durante sus estudios de bachillerato se aficiona al teatro, de lo que trabaja hasta que consigue su título.
En París entra en contacto con autores como Oscar Wilde y fue influído por Henri Bergson, filósofo convencido de que la realidad se entendía mejor con la intuición y la experiencia que con el racionalismo. En 1902 conoce a Rubén Darío en París y a Juan Ramón Jiménez en Madrid y publica Soledades, obra que expandió en 1907. Su mujer Leonor muere de tuberculosis en 1912 y es en este mismo año cuando Antonio Machado publica la primera versión de Campos de Castilla, que se aleja del intimismo y se asemeja al estilo de la Generación del 98.
En 1917 conoce a Federíco García Lorca. Ubicado en Baeza y posteriormente en Segovia como catedrático de francés en un instituto, continúa escribiendo poesía y se inicia en el ensayo con títulos como Juan de Mairena,
Vuelve por fin a Madrid, antes de la Guerra Civil, donde reside su amor secreto de los últimos años, la escritora Pilar de Valderrama, a quien llama en sus versos Guiomar.
Durante la Guerra Civil se traslada a Valencia y posteriormente a Cataluña. Significado defensor de la República, escribió articulos para La Vanguardia. En 1939, huyendo del avance de las tropas franquistas, se exilia junto con su anciana madre a Collioure (Francia), donde fallece. En su abrigo se encontró un último verso: «Estos días azules y este sol de la infancia».
Siempre me sorprendio y muchas veces me fascinó, como hablan los poetas.
Es verdad que la mayoría de las veces, como todo lo existe en el planeta, es olamente, discretamente importante. Pero a veces.
Un golpe terrible y no esperado, desencadena una tomenta de emociones.
Todos nos vemos envueltos en el mensaje de los poetas, pero los de Don antoonio mas:
“Quien se espera . Caminante no hay camino, se hace camino al andar”

El fin no nos hace felices, es el camino el que lo hace. Caminante no hay camino, se hace camino al andar. Son tus pazos el camino y nada , decia don Antonio Machado de una manera acertadísima.
Y que tienen esto que ver con la bioquímica del cerebro.
Porque es la que lo produce y motiva.
Nada es porque si, y cuando lo descubres tienes una parte del camino hecho.
Siempre tuve gran interés por saber el lugar y que produce una función o disfunción espiritual. “la búsqueda del interior”
Pero la química y la localización del proyecto, nunca ha sido fiable. Es verdad que el habla, la audición y algunas funciones están localizadas, pero no en total, sino en partes. Como si se fueran haciendo a partir del algo hecho. Lo importante no es el locus, sino la red, como se conecta “que con que”.
Intentemos buscar un poco la zona que se estimula y la química con que se hace.
Es conocido el experimento de las ratas a las se le implantaron un electrodo en la parte posterior del septum, que le producía una sensación muy placentera, y persistían autostimulandose, prescindiendo de la alimentación, hasta que morían de agotamiento y de inanición. Pero las incitaciones de la carrera son tan efímeras como las sensaciones de la victoria. Al igual que las ratas que se autoestimulan, los donjuanes, los jugadores, los magnates de los negocios necesitan un estímulo nuevo cada día. Quizá la clave de la felicidad no sean ni la carrera ni la medalla de oro sido combinar las dosis adecuadas de excitación y tranquilidad.
La ciencia es acertada al afirmar que nuestro sistema bioquímico equilibrado es el que proporciona la felicidad, la única posibilidad de conseguir esto último es equilibrar el sistema. El progreso en la eficacia de los medicamentos psiquiátricos, aumentado su consumo y no sólo para curar enfermedades psiquiátricas, sino hacer desaparecer molestias psíquicas mas sutiles.
Durante generaciones se pensó que para educar bien necesitábamos buenas escuelas, hoy se cree que es más eficaz, tener una buena, salud, que pasa por tener buena bioquimica.
La criminalidad en el mundo es también producida por un desorden bioquímico. Un porcentaje importante de los reclusos en distintas prisiones quizá cercano al 50% son debidos a las drogas que se toman para buscar el equilibrio psíquico. El equilibrio bioquímico puede proporcionar un bienestar, que permita prescindir de las drogas
Está claro que la estabilidad bioquímica corporal dará mejor resultado que la prohibición de las drogas, que se ha mostrado totalmente ineficaz. La estimulación cerebral eléctrica y magnética parece ofrecer resultados prometedores para restablecer el equilibrio psíquico.

Buda y Epicuro afirmaron en distintos tiempos que la búsqueda de sensaciones placenteras es la realidad del sufrimiento. Por mucha sensaciones que se busquen nunca serán suficientes para satisfacernos. Las sensaciones placenteras y fugaces proporcionan una necesidad de buscar nuevas de ellas, que desaparecen muy poco tiempo después de conseguirlas y el recuerdo del placer obtenido no es suficiente para el control de la ansiada búsqueda. Los humanos necesitan inhibir la búsqueda de sensaciones placenteras no de acelerarlas. Haciendo una síntesis biológica necesitamos producir menos glutamato y más GABA, neuro moduladores opuestos, uno excitante y otro inhibidor.
Esta simple solución, no es suficiente, porque no podemos conocer la causa del desequilibrio de neurotransmisores, pero no lo que lo produce. La cantidad de patógenos externos e internos a que estamos sometidos hacen muy difícil encontrar la medicación que la equilibre.
La polución a que estamos sometidos y la reacción inflamatoria que desencadenan, son muy posibles desencadenantes de nuestras adicciones. Quizás cuando consigamos el equilibrio del sistema vegetativo, y el vago sea reforzado, nuestra propia biología sea capaz de llevarnos a un equilibrio placentero.