Medicina
BiTE® es una de las inmunoterapias que están revolucionando la lucha contra las enfermedades oncológicas. Esta tecnología diseña moléculas cuyo mecanismo de acción favorece la eliminación de las células tumorales al unirse a dos dianas a la vez
La comunidad científica no cesa en su empeño por encontrar si no una cura, al menos tratamientos que cronifiquen la enfermedad del cáncer, permitiendo que los pacientes oncológicos puedan vivir con relativa normalidad
Getty Images
ENRIC ROS
13/12/2024 14:58
Con el aumento de la esperanza de vida en las sociedades desarrolladas, se ha producido también un incremento de determinadas enfermedades asociadas al envejecimiento. El cáncer es la más frecuente de todas, lo que hace que sea considerado ya el mayor problema sociosanitario del mundo. Tal como informa la Asociación Española Contra el Cáncer (AECC), está previsto que uno de cada dos hombres, y una de cada tres mujeres, lo padezcan a lo largo de su vida.
De ahí la importancia de que la comunidad científica no cese en su empeño por encontrar si no una cura, al menos tratamientos que cronifiquen la enfermedad permitiendo que los pacientes oncológicos puedan vivir con relativa normalidad y calidad de vida.
Hace ya unos años que las inmunoterapias están revolucionando la lucha contra el cáncer. Entre las diferentes tipologías existentes, destacan las desarrolladas con la tecnología BiTE® (abreviatura en inglés de bi-specific T-cell engager, que se traduciría literalmente al castellano como ‘activador biespecífico de células T’).
El funcionamiento de la tecnología BiTE® se basa en actuar como un puente que conecta las células T del sistema inmunitario con las células tumorales, permitiendo su eliminación, con un impacto mínimo para los tejidos sanos
Desarrollada por Peter Kufer, científico de la compañía biotecnológica Amgen, su mecanismo de acción se caracteriza por utilizar anticuerpos monoclonales biespecíficos diseñados para unirse simultáneamente a dos dianas. En palabras más sencillas, los BiTE® funcionan como un puente inteligente que conecta dos tipos de células. Por un lado, se conectan a las células T, que son como los “soldados” del sistema inmunológico encargados de atacar amenazas. Por otro lado, identifican y se enganchan a las células cancerosas destruyéndolas directamente. Todo esto es posible porque en ambos tipos de células existen unas “etiquetas” especiales de superficie a través de las cuales el BiTE® puede identificar los dos tipos de células entre las que actuará como “puente inteligente”. Es decir, es como si pusieran a los soldados justo enfrente del enemigo, guiándolos para que puedan cumplir su misión de manera más efectiva.
Se diferencian así de otras inmunoterapias que utilizan anticuerpos monoclonales dirigidos a un solo objetivo o de moléculas más complejas, como células T modificadas genéticamente (CAR-T), que requieren una ingeniería celular adicional de la sangre que ha de realizarse fuera del cuerpo del paciente.
Infografía sobre el funcionamiento de la tecnología BiTE®
Amgen
Tal como explica el Dr. José Luis Fuster, jefe del Servicio de Oncología y Hematología Pediátrica del Hospital Clínico Universitario Virgen de la Arrixaca de Murcia, “las células T son linfocitos (las células naturales del sistema inmunológico) capaces de combatir y eliminar agentes infecciosos y también células tumorales. La tecnología BiTE® diseña moléculas, a las que denominamos anticuerpos biespecíficos, que son capaces de fijarse o unirse a la vez a dos dianas, una de ellas en la célula tumoral y otra en una célula efectora o linfocito T del paciente. De este modo se favorece la interacción entre el sistema inmunológico y las células tumorales, promoviendo así la eliminación de estas últimas”.
El funcionamiento del mecanismo “biespecífico” que permite que estas moléculas ataquen las células tumorales es muy sencillo. En palabras del Dr. Ribera, “las moléculas BiTE® son moléculas pequeñas. De modo que al fijarse por un lado a la célula tumoral y por otro al linfocito T permiten que el linfocito entre en contacto directo con la célula tumoral y libere unas sustancias como las granzimas y las perforinas, que permiten destruir dicha célula. Es decir, el secreto está en que el contacto entre el linfocito T y la célula tumoral sea tan estrecho que permita una destrucción directa”.
La compañía Amgen ha sido pionera en el desarrollo de esta tecnología y fue la primera en conseguir que una terapia BiTe® fuera aprobada por la Agencia Europea del Medicamento
El Dr. Josep Maria Ribera, consultor senior del Servicio de Hematología Clínica del Institut Català d’Oncologia en el Hospital Germans Trias i Pujol y responsable del grupo de LLA del grupo PETHEMA resalta que, “de momento, esta tecnología se ha empleado en el tratamiento de cánceres hematológicos como la leucemia linfoblástica aguda y los linfomas agresivos, pero en teoría se podría aplicar a otros cánceres”.
Dr. Josep Maria Ribera, consultor senior del Servicio de Hematología Clínica del Institut Català d’Oncologia en el Hospital Germans Trias i Pujol y responsable del grupo de LLA del grupo PETHEMA
Un nuevo horizonte
La compañía Amgen ha sido pionera en el desarrollo de esta tecnología y fue la primera en conseguir que una terapia BiTe® fuera aprobada por la Agencia Europea del Medicamento en 2015. Pero sus avances científicos han ido aún más allá con el perfeccionamiento de la tecnología y la introducción de los HLE BiTE® (Half-Life Extended BiTE®), que, gracias a su estructura optimizada, consiguen permanecer activos en el cuerpo durante más tiempo, reduciendo la necesidad de realizar infusiones constantes y mejorando de modo significativo la calidad de vida de los pacientes.
Además de ofrecer una nueva esperanza a todas aquellas personas que están luchando contra el cáncer, los HLE BiTE® abren un horizonte de posibilidades al permitir que el sistema inmunitario no solo ataque las células tumorales actuales, sino que también desarrolle una memoria inmunológica capaz de prevenir recaídas en el futuro. De este modo, no solo se consigue tratar de forma efectiva la enfermedad, sino también reforzar las defensas naturales del cuerpo para combatirla a largo plazo.
Estos avances han demostrado una gran eficacia en el manejo de pacientes complicados, como aquellos que sufren una o varias recaídas de ciertas enfermedades hematológicas malignas, como es el caso de la leucemia»
Dr. Fuster,jefe del Servicio de Oncología y Hematología Pediátrica del Hospital Clínico Universitario Virgen de la Arrixaca de Murcia
Para el Dr. Fuster, estos avances suponen “una aproximación terapéutica alternativa a las herramientas clásicas del tratamiento del cáncer que durante décadas han venido representadas por la quimioterapia, la radioterapia y la cirugía. Está por tanto exenta de muchos de los efectos indeseables del tratamiento con dichas herramientas clásicas”.
Pero lo más importante, en su opinión, es que “han demostrado una gran eficacia en el manejo de pacientes complicados, como aquellos que sufren una o varias recaídas de ciertas enfermedades hematológicas malignas, como es el caso de la leucemia. En algunos casos, la administración de anticuerpos monoclonales biespecíficos en combinación con otros agentes ha transformado el pronóstico de ciertas patologías y además ha permitido reducir la intensidad de las otras estrategias del tratamiento que se administran en paralelo o de forma secuencial”.
Una tecnología clave en leucemias
La tecnología BiTE® puede cambiar el futuro próximo del tratamiento de algunos tipos de cáncer. Como destaca el Dr. Fuster, “los pediatras dedicados a la oncohematología hemos asistido en los últimos años a una transformación del enfoque terapéutico de la enfermedad maligna más frecuente en la infancia, la leucemia linfoblástica aguda”.
En su opinión, “a corto plazo, el empleo de anticuerpos monoclonales biespecíficos se va a generalizar y aplicar a todos los pacientes que no respondan adecuadamente al tratamiento convencional o que sufran una recaída y, a medio plazo, el empleo de este tipo de fármacos se aplicará también en el tratamiento de primera línea”.
Como apunta el Dr. Ribera, “la colaboración entre la investigación académica y apoyado directamente por las compañías farmacéuticas está siendo y seguirá siendo clave para el desarrollo de la inmunooncología