La armonía de los mundos , 1619 es un libro escrito por Johannes Kepler en la ciudad de Linz . El libro contiene la primera formulación de la tercera ley del movimiento planetario .
En Harmonices mundi Kepler intenta explicar los movimientos planetarios con base en un modelo geométrico de proporciones formado por diferentes poliedros, relacionando estos con escalas musicales.
Kepler intentó fijar las órbitas de los planetas en el interior de poliedros perfectos, o sólidos platónicos , tal como había hecho en una obra anterior, misterium Cosmographicum .
Para gran decepción suya la teoría nunca funcionó y después de haber un gran esfuerzo en esta obra, las abandona diciendo que era incompatible con las observaciones y las leyes del movimiento planetario deducidas.
En Astronomía Nueva . Kepler intentó describir estos movimientos postulando una fuerza similar al magnetismo que él pensaba emanaba del Sol .
Kepler creia que cada planeta produce un tono musical durante su movimiento de revolución alrededor del Sol y que la frecuencia del tono varía con la velocidad angular de los planetas.
Algunos planetas producen notas musicales constantes: por ejemplo la Tierra sólo varía un semitono con una proporción de 16:15 (o equivalentemente la diferencia entre una nota mi y uno hace entre su afelio y su perihelio ) y Venus varía en un intervalo más reducido de 25:24. Kepler explica su razonamiento para deducir el reducido espacio de tonos propio de cada planeta en términos esotéricos.
« La Tierra canta Mi, Fa, Mi: se puede deducir de estas sílabas que en nuestro hogar podemos esperar mí seria y hace m. »
En momentos muy poco frecuentes todos los planetas podrían tocar juntos en perfecta concordancia. Kepler propuso que esto podría haber pasado una única vez en la historia, quizás en el momento de la creación.
En un libro anterior Astronomía nueva , Kepler había escrito las dos primeras leyes del movimiento planetario . La tercera ley, que indica que el cubo de la distancia media del planeta al Sol es proporcional al cuadrado de su período orbital, aparecía por primera vez en el capítulo 5 de este libro después de una larga discusión en astrología .
Casi 500 años mas tarde, Javier de Felipe , en El Human Brain Proyet, del que es el director. Intenta expresar en notas musicales las invaginacioness del citoplasma de las dendritas, que forman lo que se llamana “espinas dendríticas”.
El Human Brain Proyet, es un ambicioso estudio en el que intervienen múltiples investigadores de varios campos de la ciència y pertenecientes a varias entidades cientificas.
Esta dividido en 11 subproyectos. Intervienen mas de 150 laboratorios de 26 países donde más de 800 investigadores sabios intentan , conocer la complejidad del cerebro humano.
Los parámetros que utiliza para tipificar las espinas dendríticas son : disposición, orientación, longitud, forma, asi como las corrientes de accion para activarlas , se las convirtio en notas musicales
Los primeros resultados han visto que teniendo en cuenta diferentes propiedades y cualidades de las espines dendriticas. Se pueden obtener notas musicales, que al sonar, se comportan de forma diferentes en distintas edades y sobre todo en la enfermedad de Alzheimer.
Los sonidos que se obtienen se repiten como un morse, en notas con intervalos de silencio
Por lo pronto esta técnica es muy limitada pero muy significativa. Y tiene cierta belleza.
Estudia grupos de dendrita de un cerebro de 80 años y otro de 40..
En el cerebro de un paciente de 40 años tiene gran riqueza de notas, porque tiene muchas espinas dendriticas. Por el contrario en el cerebro de un paciente con 80 años, las dendritas tienen menos espinas y por tanto menos sónoridad.
Cuando se activan determinadas espinas dendríticas, los resultados sonoros son distintos a cuando es estimulan otras diferentes . Esto hace que dependiendo de la abundancia de espinas, los estímulos que llegan al cuerpo celular sea diferente. Y por consiguiente los resultados seran diferentes.
Dada la complejidad de las espinas dendriticas se estan utilizazndo ordenadores neuromorficos que se adecuan a contar y analizar espinas , ya que los ordenadores ordinarios son muy lentos.
De forma sé que hace 500 años Kepler puso música a los astros intentando comprender su funcionamiento en un intento de superar las dificultades se ofrecian el las matemáticas. Recientemente Javier de Felipe ha hecho lo mismo, en una estructura inmensamente más pequeña como son las estructures del sistema nervioso también en un intento de aplicar el arte, la música, cráneo intento de comprender major el cerebro.
Los modelos del universo se repiten. Sería un derroche hacer un modelo para cada estructura. Quizás esta medida de las dendríticas, puedan facilitar el conocimiento de cerebro y de sus manifestaciones.
Hasta ahora los de intento de Kepler y de León de Felipe, son meras elucubraciones, aunque muy atractives y prometedoras