El blog del Dr. Enrique Rubio

Mes: mayo 2020 (Página 2 de 2)

BILL GATES AUGURÓ El coronavirus EN 2015

BILL GATES AUGURÓ LA PANDEMIA EN 2015 Especies bacterianas / CREATIVE COMMONS

Bill Gates El año pasado, el filántropo multimillonario comenzó su cruzada particular contra las pésimas condiciones de algunos de los sistemas de salud que amparan a la población mundial. Tras el ataque de virus como el ébola, en África, y el zika, en América Latina, Bill Gates alerta de la necesidad de crear nuevos fármacos y vacunas que se impongan rápidamente a estas enfermedades emergentes. Si no se toman las medidas necesarias, el cofundador de Microsoft vaticina la llegada de la peor pandemia de la historia de la humanidad.

Amenaza bioterrorista
Al frente de la Fundación Gates, que el empresario dirige junto a su esposa Melinda, ambos luchan por erradicar las epidemias que actualmente asolan a la población más desfavorecida. Hablamos de enfermedades como el sida, la malaria o la poliomielitis, que todavía dejan tras de sí millones de víctimas al año.

Sin embargo, su predicción va mucho más allá. En los últimos días, Gates ha vuelto a resaltar la importancia del vínculo entre la seguridad de la salud y el riesgo internacional. Sobre todo, ante la llegada de la que podría ser la peor epidemia a la que se ha enfrentado el ser humano y que utilizaría como principal baluarte la tecnología.
Según sus propias palabras, “la próxima epidemia podría originarse en la pantalla del ordenador de un terrorista intentando valerse de la ingeniería genética para crear una versión sintética del virus de la viruela, o un brote super contagioso y mortal de la gripe”. Una predicción que no ha pillado por sorpresa a las autoridades y agencias de inteligencia, ante la existencia confirmada de armas biológicas en algunos de los asentamientos del ISIS en Siria e Irak.
30 millones de víctimas en menos de un año
No obstante, a pesar de lo alarmante de la situación, el detalle más aterrador corresponde a su alcance. Tal y como ha explicado el propio Gates, este ataque bioterrorista podría acabar con la vida de más de 30 millones de personas en menos de seis meses. Unos cálculos que podrían convertirse en realidad en tan solo 15 años y que han activado la señal de alarma.

Especies bacterianas / CREATIVE COMMONS
La responsabilidad recae directamente sobre la creciente burocracia del Gobierno estadounidense, que según Gates no está preparado para lidiar con mutaciones capaces de convertir un virus convencional en una cepa peligrosa. ¿La solución? «Necesitamos invertir en otros enfoques, como medicamentos antivirales y terapias de anticuerpos que puedan acumularse o fabricarse rápidamente para detener la propagación de enfermedades pandémicas o tratar a las personas que han estado expuestas», ha enfatizado Gates en una entrevista con The Washington Post un

ANTICUERPOS POLICLONALES VS MONOCLONALES

Antígeno

ANTÍGENO ANTICUERPO POLICLONALES VS MONOCLONALES

La base de la inmunidad la constituyen la reacción de un antígeno y un anticuerpo

UN ANTÍGENO es una molécula ajena o tóxica para el organismo que, una vez dentro del cuerpo, induce en este una respuesta inmunitaria, provocando la formación de anticuerpos

ANTICUERPO Sustancia segregada por los linfocitos de la sangre para combatir una infección de virus o bacterias que afecta al organismo.
«las vacunas introducen en el organismo antígenos que provocan la creación de los anticuerpos necesarios para inmunizarlo contra una infección determinada»
Anticuerpo monoclonal
Por lo general, los anticuerpos monoclonales son grandes proteínas utilizadas por el sistema inmunitario para identificar y neutralizar objetos extraños, como bacterias, virus, etc.
En el caso concreto de los anticuerpos monoclonales (mAbs) se trata de glicoproteínas producidas por el clon de una célula híbrida (creada a partir de la fusión de una sola célula madre del sistema inmune y una célula plasmática tumoral) y diseñada para atacar a un antígeno concreto. Suele aplicarse al tratamiento de enfermedades como el cáncer o la artritis reumatoide.

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ANTICUERPOS POLICLONALES VS MONOCLONALES
Los anticuerpos, también conocidos como inmunoglobulinas, son secretados por los linfocitos B para neutralizar antígenos de bacterias y virus. La representación clásica de un anticuerpo es una molécula en forma de Y compuesta por cuatro polipéptidos: dos cadenas pesadas y dos cadenas ligeras. Cada punta de la “Y” contiene un parátopo (una estructura análoga a una cerradura) que es específica para un epítope particular (similarmente este análogo sería una llave) en un antígeno, lo que permite que estas dos estructuras se unan con precisión. La capacidad de unirse a un antígeno ha llevado a un uso habitual en una variedad de experimentos en el ámbito de las ciencias de la vida y la biomedicina. Estos anticuerpos se pueden clasificar en dos tipos de anticuerpo primario: los monoclonal y los policlonales. Cada uno de ellos tiene un papel importante en el sistema inmunológico, en las pruebas diagnósticas y en los tratamientos.
ANTICUERPOS POLICLONALES Y MONOCLONALES: DIFERENCIAS EN LA PRODUCCIÓN

The process to generate the polyclonal antibody
Los anticuerpos policlonales (pAbs) son una mezcla heterogénea de anticuerpos que generalmente son producidos por diferentes clones de células B en el cuerpo. Pueden reconocer y unirse a muchos epítopos diferentes de un solo antígeno.
Los anticuerpos policlonales se producen inyectando un inmunógeno en un animal. Después de ser inyectado con el antígeno específico para provocar una respuesta inmune primaria, al animal se le administra una segunda inmunización, e incluso una tercera… con el fin de producir títulos más altos de anticuerpos contra el antígeno en concreto. Después de la inmunización, los anticuerpos policlonales pueden obtenerse directamente del suero o purificarse para obtener una solución que esté libre de otras proteínas séricas.
Los anticuerpos monoclonales (mAbs) son generados por células B idénticas que son clones de una sola célula madre. Esto significa que los anticuerpos monoclonales tienen afinidad monovalente y solo reconocen el mismo epítopo de un antígeno.
A diferencia de los anticuerpos policlonales, que se producen en animales vivos, los anticuerpos monoclonales se producen en modelos ex vivo utilizando cultivo celular. El proceso comienza con una inyección del antígeno deseado en un animal, a menudo un ratón. Una vez que el animal desarrolla una respuesta inmune, los linfocitos B se aíslan del bazo del animal y se fusionan con una línea celular de mieloma, creando hibridomas inmortalizados de células B y mielomas. Los hibridomas, que son capaces de crecer continuamente en cultivo mientras producen anticuerpos, se seleccionan para el anticuerpo monoclonal deseado.

ANTICUERPOS POLICLONALES: PROS Y CONTRAS
Las ventajas y desventajas de los anticuerpos policlonales se deben principalmente a su especificidad multiepítopos. Las principales ventajas y desventajas se enumeran a continuación:
Ventajas:
Su coste es bajo y son relativamente rápidos de producir (+/- 3 meses).
Mayor afinidad contra el antígeno debido al reconocimiento de múltiples epítopos.
Posee una alta sensibilidad para detectar proteínas que se encuentran en cantidades bajas.
Alta capacidad para capturar la proteína diana (se recomienda su uso en el anticuerpo de captura en un ELISA tipo sándwich).
La afinidad del anticuerpo da como resultado una unión más rápida al antígeno objetivo (recomendado para ensayos que requieren la captura rápida de la proteína; por ejemplo, IP o ChIP).
Uso indicado si nuestro objetivo es la detección de una proteína nativa.
Fácil de acoplar con fluoroforos ya que es poco probable que afecte a la capacidad de unión.
Desventajas:
Variabilidad entre lotes (debido a que se producen en diferentes animales y a diferente momento).
Elevada posibilidad de reactividad cruzada debido al reconocimiento de múltiples epítopos (los anticuerpos purificados por afinidad muestran una reactividad cruzada mínima).
ANTICUERPOS MONOCLONALES: PROS Y CONTRAS
Ventajas:
Reproducibilidad lote a lote (alta homogeneidad).
Posibilidad de producir grandes cantidades de anticuerpos idénticos (una ventaja para la fabricación de diagnóstico y el desarrollo terapéutico de fármacos).
Alta especificidad para un solo epítopo reflejado en baja reactividad cruzada.
Más sensible en los ensayos que requieren la cuantificación de los niveles de proteína.
Bajo ruido de fondo.
Desventajas:
Más caro de producir. Es necesario producir un conjunto de varios anticuerpos monoclonales.
Requiere significativamente más tiempo para producir y desarrollar el clon hibridado (+/- 6 meses).
Más susceptible a los cambios de unión cuando está unido a fluorocromo.
CONCLUSIONES
Los anticuerpos policlonales se producen utilizando varias células inmunes diferentes. Tendrán la afinidad por el mismo antígeno pero diferentes epítopos, mientras que los anticuerpos monoclonales se fabrican utilizando células inmunes idénticas que son todos clones de una célula parental específica (Figura 1).

Para aplicaciones como el desarrollo de fármacos terapéuticos que requieren grandes volúmenes de anticuerpos idénticos específicos para un solo epítopo, los anticuerpos monoclonales son una mejor solución. Sin embargo, para aplicaciones de investigación general, las ventajas de los anticuerpos policlonales generalmente superan las pocas ventajas que proporcionan los anticuerpos monoclonales. Con la purificación por afinidad del suero contra dianas de antígenos pequeños, las ventajas de los anticuerpos policlonales se amplían aún más.

La trombosis una complicación de la Covid 19

LA TROMBOSIS UNA COMPLICACIÓN DE LA COVID-19,
La trombosis puede ser una complicación de la COVID-19, que provoca una «coagulación intravascular diseminada».
Un extenso mensaje que se ha hecho viral a través de WhatsApp alerta de que «a nivel mundial se está atacando mal» la COVID-19, provocada por el coronavirus SARS-CoV-2, ya que, según autopsias realizadas en Italia «no es neumonía, sino coagulación intravascular diseminada» (CID).
El texto, a su vez, tiene su origen en un vídeo en el que el médico hondureño Daniel Dávila Nolasco explica por qué considera que el diagnóstico que se está aplicando contra la Covid-19 es erróneo, una grabación reproducida en algunos medios del país centroamericano y viralizado también en Facebook.
Según esta tesis, compartida múltiples veces durante los últimos días en a través de WhatsApp y redes sociales, «nunca se necesitaron los ventiladores mecánicos» ni las unidades de cuidados intensivos, porque la enfermedad debe tratarse con «antibióticos, antiinflamatorios y anticoagulantes».
El mensaje añade a lo expuesto en el vídeo otros detalles, como un «remedio casero» contra la COVID-19 a base de aspirinas disueltas en zumo de limón hervido y con miel, una supuesta receta milagrosa que también se ha compartido con éxito a través de un video viral en Facebook, acompañado del texto original.
La tesis que presenta la coagulación intravascular como origen del COVID-19 es falsa. porque la trombosis es una complicación que sí se puede provocar como consecuencia de la infección por coronavirus en fases avanzadas, pero es la afectación pulmonar la forma más frecuente de presentación de esta enfermedad.
LA TROMBOSIS PUEDE SER LA CONSECUENCIA FINAL
La coagulación intravascular diseminada (CID) es una complicación que suele manifestarse en los estadios finales de varias situaciones como una infección muy severa, un quemado muy intenso o una sepsis.
«Y, lógicamente, en la Covid-19, con todo lo que provoca, algunos pacientes lo desarrollan; pero no es la causa», explica el presidente de los cardiólogos españoles, antes de insistir: «Al contrario, es la consecuencia final de situaciones que colocan al organismo en un escenario tremendamente complejo».
Así, la coagulación puede ser una consecuencia de la infección por coronavirus y puede que haya «más incidencia de trombosis en sus diversas manifestaciones», pero eso no indica, que se tengan que dejar de utilizar los medicamentos retrovirales. Por el contrario, siguen siendo «fundamentales en los protocolos de tratamiento» del COVID-

Los pacientes que sufren complicaciones graves de la Covid y que son tratados con anticoagulantes tienen la mitad de probabilidad de morir que los que no reciben este tipo de fármacos, según una investigación liderada por el cardiólogo Valentín Fuster en la red de hospitales Mount Sinai de Nueva York.
A raíz de esta investigación, los hospitales neoyorquinos han cambiado la manera de tratar la enfermedad y ahora administran anticoagulantes a todos los pacientes que ingresan por Covid excepto en los casos en que estos fármacos están contraindicados.
“Nunca había visto nada parecido a lo que hace este virus”, declaró ayer en entrevista telefónica Fuster, que dirige el Instituto Cardiovascular de Mount Sinai en EE.UU. y el Centro Nacional de Investigaciones Cardiovasculares (CNIC) en España. “Muchos casos graves tienen un problema importante de exceso de coagulación”.
Este trastorno de coagulación explica los infartos de miocardio, las embolias pulmonares y los ictus que se dan en pacientes de Covid, lo cual llevó a Fuster a pensar que los anticoagulantes podían mejorar el tratamiento de la enfermedad.
“Los fármacos antivirales como el remdesivir son muy importantes para actuar contra el virus, pero no son suficientes para tratar las manifestaciones graves de la infección, que son las que pueden causar la muerte de los pacientes”, sostiene el cardiólogo, que ha organizado la investigación trabajando desde su domicilio en Manhattan.
Para comprobar si los anticoagulantes pueden ser útiles, los médicos de Mount Sinai han analizado en una primera fase del proyecto los datos de 2.773 pacientes ingresados por Covid hasta el 11 de abril. En aquel momento, aún no administraban anticoagulantes a todos los casos de la enfermedad, lo que ha permitido comparar a los que recibieron el tratamiento y a los que no.
Según los resultados presentados ayer en la revista JACC , entre los pacientes conectados a respiradores que no recibieron anticoagulantes, la mortalidad fue del 63%. Entre los que sí recibieron este tipo de fármacos, se redujo al 29%, menos de la mitad. Los porcentajes fueron parecidos para distintos anticoagulantes, tanto inyectados como tomados por vía oral.
Entre los fallecidos, el tiempo medio de permanencia en el hospital antes de morir fue de 9 días sin anticoagulantes y de 21 con el tratamiento. Estos doce días de supervivencia adicional, aunque pueden ser poco relevantes para los pacientes, confirman que el tratamiento tiene una efectividad.
“Uno de los temas que más nos preocupaba era que los anticoagulantes pudieran aumentar el riesgo de hemorragias”, explica Fuster. Pero sólo un 3% de los pacientes que recibieron estos fármacos tuvieron hemorragias, frente al 1,9% de los que no los recibieron. No distraer hiciera
Al tratarse de un estudio retrospectivo, basado en datos de pacientes que recibieron los anticoagulantes en función de la situación en que se encontraba cada uno, los resultados no demuestran que el tratamiento sea la causa de la reducción de mortalidad.
El equipo de Mount Sinai tiene en curso otro estudio retrospectivo con datos de 5.000 pacientes tratados en las últimas cuatro semanas para validar los datos obtenidos hasta ahora. Y tiene previsto iniciar en las próximas semanas dos ensayos clínicos, estos sí prospectivos, para determinar cuál es el mejor anticoagulante y a qué dosis para los pacientes que ingresan en el hospital y para los que requieren cuidados intensivos. Un tercer ensayo clínico comprobará si los anticoagulantes pueden ser útiles para las personas con Covid que no llegan a ingresar en el hospital.
Al mismo tiempo, el equipo de Mount Sinai está investigando con técnicas de biología molecular cómo se origina y cómo progresa el trastorno de coagulación en pacientes con Covid. Todos los datos que estamos acumulando apuntan a que la coagulación desempeña un papel central en las formas graves de esta enfermedad.
Aunque esta línea de investigación está en sus inicios, “hemos decidido publicar los datos que tenemos cuanto antes porque estamos viviendo una situación de emergencia excepcional y estos resultados pueden tener implicaciones importantes para mejorar el tratamiento de los pacientes”.
JOSEP CORBELLA, BARCELONA
07/05/2020 06:00 | Actualizado a 07/05/2020 16:56
Complicaciones de la coagulación
La coagulación de la sangre es uno de los procesos más complejos de nuestro organismo. Cuando la estudiábamos era un tema fascinante y difícil de entender. La finalidad de la coagulación es tratar de evitar la pérdida de sangre cuando hay una herida externa o una lesión interna que provoque una hemorragia. El sistema de reparación es perfecto: primero cerramos el vaso lesionado, lo que hace descender el flujo sanguíneo y favorece la formación de un coágulo. Después, las plaquetas se pegan a las paredes de los vasos y se agregan entre sí. Una vez detenida la hemorragia y reparado el vaso lesionado, el coágulo se disuelve lentamente (fibrinólisis) y volvemos a la normalidad.
Si existe un trastorno de la coagulación pueden formarse coágulos sin lesiones evidentes o los coágulos no llegan a disolverse normalmente. Esta es la situación en enfermedades como la trombosis venosa profunda, el tromboembolismo pulmonar o el accidente vascular cerebral (ictus). Una situación grave es la denominada coagulación intravascular diseminada, en la que se producen coágulos en múltiples vasos sanguíneos de pequeño tamaño que comprometen el flujo de sangre de varios órganos, causando el fallo de algunos de ellos (fallo orgánico múltiple).
Entre un 20% y un 55% de pacientes ingresados en el hospital por padecer la Covid-19 tienen alteraciones analíticas que sugieren la existencia de un trastorno de la coagulación. No sabemos si estas alteraciones son el resultado de la acción directa del virus o un reflejo de las alteraciones inflamatorias que presentan muchos pacientes graves con Covid-19. Tenemos “marcadores” que nos permiten evaluar esta alteración, como el aumento de la concentración del dímero-D (un fragmento de una proteína que se produce cuando un coágulo se disuelve en el interior de nuestro organismo), la prolongación del tiempo de protrombina, el descenso de la cifra de plaquetas o el descenso de los niveles de fibrinógeno. Sabemos ahora que una concentración elevada de dímero-D se asocia a un mayor riesgo de sufrir formas graves de enfermedad y también a mayor mortalidad al comparar estos pacientes con los que tienen niveles normales de dímero-D. Vamos aprendiendo. Aplicación práctica: si no hay contraindicación, a los pacientes con Covid-19 ingresados en los hospitales se les suele administrar profilaxis con anticoagulantes para reducir el riesgo de que desarrollen un tromboembolismo.
ANTONI TRILLA
Hospital Clínic – Universitatde Barcelona – ISGlobal

LA GRIPE Y EL CORONAVIRUS EN 2020

JUE 30 ENERO 2020. 16.30H

La gripe y el coronavirus en el 2020 pueden están mezcladas de hecho los informes se solapan

El Instituto de Salud Carlos III ha publicado el informe del Sistema de Vigilancia de Gripe correspondiente a la semana del 20 al 26 de enero, en el que se indica que la tasa de incidencia de la gripe en España continua aumentando y ya se sitúa en 255,6 casos por 100.000 habitantes.

A pesar de que la gripe todavía está en fase de ascenso del número de casos, el Instituto señala que «hay cierta tendencia a la estabilización». El nivel de intensidad de actividad gripal es ya medio, frente al bajo de la semana anterior. Por grupos de edad, se observa un ascenso significativo de las tasas de incidencia en los grupos de 5-14 años y 15-64 años, permaneciendo estable en el resto.

Por comunidades autónomas, Melilla, Navarra y La Rioja registran un nivel de intensidad alto; Andalucía, Asturias, Canarias, Cantabria, Castilla La Mancha, Extremadura y Madrid en nivel medio; y bajo en el resto de CCAA.

Brotes y casos hospitalizados

Desde el inicio de la temporada de gripe este año, se han notificado cuatro brotes de gripe en tres comunidades. En todos ellos se identificó el virus tipo A no subtipado.

Asimismo, se han registrado casos hospitalizados con gripe en 16 comunidades autónomas. La tasa de hospitalización de pacientes con gripe confirmada es de 15,3 casos por 100.000 habitantes. La mayor proporción de casos se registra en los grupo de 64 años (40 por ciento), seguida del grupo de 15 a 64 años (36 por ciento).

La de casos graves es de 5,5 por 100.000 habitantes. El 59 por ciento son hombres, y la mayor proporción de casos se registra en el grupo de 64 años (44 por ciento), seguido del grupo de 45 a 64 años (30 por ciento).
Un
La OMS no descarta contagios en la Cumbre del Clima de Madrid celebrada la primera quincena de diciembre
A los actos acogidos en Ifema tras suspenderse en Chile asistieron unas 30.000 personas procedentes de 190 países
Fernando Simón ha admitido este miércoles que el coronavirus podría estar circulando en España desde finales de 2019

Pedro Sánchez se dispone a posar con otros líderes mundiales en la Cumbre del Clima de Madrid (Foto: EFE).
OKDIARIO
06/05/2020 19:51
La búsqueda del origen de los contagios de Covid-19 en el mundo sigue deparando sorpresas. Este miércoles la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha abierto otra caja de Pandora al asegurar que está «vigilante» y «abierta a la posibilidad» de que el Covid-19 ya estuviera en diciembre en Europa e incluso en fechas «más tempranas», aunque en estos momentos no está investigando «de forma proactiva» si la XXV Cumbre del Clima de Chile que finalmente se celebró en Madrid del 2 al 15 de diciembre pudo ser un punto dispersor del contagio.
A la Cumbre anual de la ONU sobre Cambio Climático que se celebró en Ifema, asistieron, según datos oficiales, unas 30.000 personas procedentes de 190 países. La activista sueca Greta Thunberg fue una de las citas sorpresas de la cumbre.
La duda sobre la fecha la llegada de los primeros casos del coronavirus a Europa está abierta. De hecho, este domingo la revista científica Science Direct publicó un informe que adelantaba en un mes la cronología del primer caso positivo de Covid-19 detectado en Francia, desde el 24 de enero hasta ahora confirmado al 27 de diciembre. El estudio apunta que a finales de diciembre el virus ya podía estar circulando en el país galo.
Ese contagio sería también anterior al primer caso comunicado por China a la OMS, el 31 de diciembre de 2019. Según lo conocido hasta ahora del SARS-COV-2 el periodo de incubación hasta que se producen los primeros síntomas pueden ser de 1 a 15 días, por lo que el contagio podría haberse producido en torno al 10 o el 12 de diciembre.
Brote en China
Precisamente, el director del Centro de Coordinación de Emergencias y Alertas Sanitarias, Fernando Simón, ha admitido este miércoles que el coronavirus podría estar circulando por España desde mucho antes de lo que se tiene constancia. Incluso desde finales de 2019, cuando se produjo el primer brote en China.
Precisamente, después de que este informe viera la luz, la OMS insistió este martes a los países en la importancia de seguir detectando, aislando, probando, tratando y rastreando cada contacto de un caso confirmado. En rueda de prensa, el portavoz de la OMS, Christian Lidmeier, señaló que sería «de gran importancia» que «todos los países con casos sin especificar de neumonía en diciembre, o incluso en noviembre, realicen test. «Algunos ya lo están haciendo», destacó.
Este mismo miércoles, en respuesta a preguntas de EP, la oficina en Europa de la OMS ha confirmado que conoce el informe que describe el potencial caso de Covid-19 en Francia en diciembre y ha añadido que la muestra recogida el 27 de diciembre de 2019 en el país galo y que dio positivo es «anterior al primer caso informado en Francia en enero».
«Es posible que se hallen más casos anteriores a medida que los países vuelvan a analizar las muestras de pacientes que estuvieron enfermos en diciembre, enero e incluso antes», han confirmado.
Respecto a la posibilidad de que el virus ya circulara durante las fechas de la celebración de la Cumbre del Clima, que tuvo lugar del 2 al 15 de diciembre, han añadido que permanecen «vigilantes y con la mente abierta», sin embargo la OMS «no está investigando de forma proactiva esta cuestión en este momento».
Respecto a la posibilidad de que el virus ya circulara en las fechas de celebración de la COP25, fuentes del Ministerio para la Transición Ecológica y Reto Demográfico se circunscribieron a la información difundida hasta ahora por el Ministerio de Sanidad al respecto.
El director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias (CCAES), Fernando Simón, ha admitido que el virus del Covid-19 pudo circular por España ya antes de finales de febrero, el momento en el que el Ministerio de Sanidad fija el gran incremento de contagios dentro de la pandemia.
En rueda de prensa tras el Comité Técnico de Gestión del Coronavirus, preguntado por la posibilidad de que España investigue casos de neumonía registrados desde noviembre, atendiendo a la sugerencia de la OMS, para detectar si podían ser realmente COVID-19, Simón obvió la cuestión.
Sin embargo, ha admitido que existe «probabilidad» de que el virus viajara desde China hasta Europa antes de la notificación del brote por parte de las autoridades chinas, el 31 de diciembre de 2019. «Tenemos informaciones de estudios de que es muy probable que hubiera infecciones en China producidas a finales o mediados de noviembre que se detectaron más tarde», ha explicado.
Así, ha reconocido la opción de que la gente que se hubiera podido infectar en China viniera a Europa en esos momentos. «Eso probablemente sucedió con algunos casos, pero en un número relativamente pequeño, porque si no, nuestras epidemias pudieran haber empezado antes», ha justificado.
Precisamente en Wuhan (China), donde se sitúa el origen de la pandemia, se celebraron los Juegos Mundiales Militares del 17 al 29 de octubre a los que asistieron más de 10.000 atletas de alto nivel pertenecientes a las Fuerzas Armadas de más de un centenar de países del mundo.
De ellos, según fuentes del Ministerio de Defensa, 170 eran españoles. Con motivo de la inauguración de los Juegos, también visitó Wuhan el ‘número tres’ del Ministerio de Defensa, Alejo de la Torre. Defensa ha señalado que los militares que viajaron a China no presentaron ningún síntoma de coronavirus una vez que habían regresado a España y por tanto no se consideró conveniente tomar ninguna medida adicional

Pero también es posible que los virus de la gripe estuvieran presentes antes o al mismo tiempo que el Covid19 ina del «Sistema de Vigilancia de la Gripe en España».

En ella podrá encontrar información actual sobre la situación y evolución de la gripe en nuestro país, a través de los datos obtenidos del Sistema de Vigilancia de la Gripe en España (SVGE).

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«Estimamos la mortalidad a partir de datos de defunciones por todas las causas procedentes del Instituto Nacional de Estadística (INE), y también de otras fuentes procedentes del Ministerio de Justicia. Es necesario aplicar la información semanal sobre la actividad de gripe procedente del Sistema de Vigilancia de Gripe en España, así como datos de descenso de temperaturas en el periodo invernal –que tiene mucho que ver con la mortalidad de la población–, procedentes de la Agencia Española de Meteorología (Aemet). Los modelos estiman a final de la temporada gripal la mortalidad que se atribuye a una onda epidémica determinada», detalla la coordinadora.

Además, en cuanto al número de fallecimientos tan alta de la penúltima temporada, Larrauri explica que ese año (2017-2018) circuló «un linaje de virus B, que afectaba fundamentalmente a personas mayores». Concretamente, el linaje B/Yamagata.

«En cada temporada gripal vamos a tener una mortalidad atribuible a gripe distinta. Más del 90 por ciento de defunciones se producen en personas mayores de 64 años», señala la especialista y detalla que «en todas aquellas epidemias de gripe en las que el virus H3N2 ha tenido una presencia importante, la mortalidad atribuible a gripe es mayor».

Así, el número de muertes confirmadas por gripe en los hospitales es un indicador del patrón de letalidad de la gripe en esa temporada, pero no una cifra que indique el verdadero impacto de la gripe en la población española.

ESTUDIOS SANITARIO DEL COVID 19 EN HOSPITALES Y RESIDENCIAS DE ANCIANOS


ESTUDIOS SANITARIO DEL COVID 19 EN HOSPITALES Y RESIDENCIAS DE ANCIANOS

Se intenta comparar porque la alta mortalidad en la residencia anciano y sin embargo los hospitales con el clínico de Barcelona la incidencia de infecciones es escasa

El primer estudio serológico hecho en España sobre una gran plantilla hospitalaria revela menos prevalencia de la infección por coronavirus a la esperada. La investigación, que se desarrolló a principios de abril con personal sanitario aleatorio del Hospital Clínico de Barcelona, ha determinado que solo el 11,2 por ciento de los empleados ha sufrido el virus a pesar de ser población claramente expuesta a ello.
El proyecto, liderado por el Instituto de Salud Global de Barcelona (ISGlobal, financiado por La Caixa) y el centro barcelonés, que en un primer momento fue el referente hospitalario catalán en casos de Covid-19, es innovador porque se ha realizado con una técnica propia para intentar garantizar más de fiabilidad que los tests PCR y ha analizado varios anticuerpos.
Un total de 578 profesionales se ofrecieron a participar en el estudio, que ya ha concluido y que está actualmente en fase de revisión. Los investigadores desarrollaron un ensayo inmunológico propio usando una tecnología llamada Luminex, que permite cuantificar a partir de un análisis de sangre diferentes tipos de anticuerpos con una elevada fiabilidad y frente a múltiples antígenos al mismo tiempo. A todos los voluntarios, además, se les practicó, como mínimo, la prueba PCR habitual.
Infección activa
El estudio concluyó que, de los 578 casos analizados, 14 tenían una infección activa (PCR positiva) en el momento del inicio del estudio, 39 habían sido diagnosticadas por PCR antes de acceder al ensayo y se ofrecieron a participar en el estudio y 54 habían desarrollado anticuerpos frente al virus, por lo que se confirmaba que también lo habían pasado.
De estas 54 personas, 21 no habían sido diagnosticadas en el momento de la infección y alrededor de la mitad de ellas tampoco llegó a presentar ningún síntoma de Covid-19. Así, el total de personas que mostraron evidencias de infección, ya fuese por PCR y/o por serología, fue de 65, es decir un 11,2 por ciento. Entre los analizados, se detectaron anticuerpos sobre todo a partir de los 10 días de la aparición de síntomas,
«Pensábamos que iba a ser un porcentaje más alto porque otros hospitales, solo con PCR ya dan cifras similares», reconoce a ABC Alberto García-Basteiro, investigador de ISGlobal, médico en el Servicio de Salud Internacional del Clínico y uno de los coordinadores del estudio, bautizado como SEROCOV-1. Por ello, cree que «posiblemente entre la población general la prevalencia sea más baja» teniendo en cuenta que el estudio presente se hacía sobre una colectivo de riesgo.
Las bajas cifras, argumentan los expertos, se deben a que el Clínico, uno de los centros catalanes de referencia y el primero que se preparó para hacer frente al virus cuando empezó a expandirse por España. El coronavirus, además, se propagó en Cataluña más tarde que en otras zonas, como Madrid, y la prevención viendo las experiencias de otros compañeros, pudo ser mayor. Con todo, entienden que en otros centros la prevalencia pueda ser muy superior.
El poder de detección de IgA
«La ventaja de este ensayo es que podemos aumentar la sensibilidad del test midiendo anticuerpos de diversos tipos y frente a otros antígenos virales, ya que la aparición de cada tipo de anticuerpo es distinta y la respuesta puede variar entre individuos», explica Gemma Moncunill, investigadora de ISGlobal que comparte la autoría principal del estudio con García-Basteiro. Él recuerda, además, que, aunque no se ha comprobado científicamente, sí han varios indicios que remarcan que los anticuerpos pueden ser escudos de protección frente al Covid-19.
Los investigadores escogieron fijarse en los anticuerpos IgM e IgG -como suelen hacer los tests rápidos usados contra el Covid- pero también en la IgA, la segunda inmunoglobulina más importante en sangre, que indica la mucosa existente y cuyos resultados creían que podían evidenciar la infección pasada en base a lo que algunas publicaciones ya apuntaban.
Los resultados confirmaron las sospechas, explica a ABC Carlota Dobaño, una de las inmunólogas del equipo investigador, que ratifica que tras el análisis constataron que las inmunoglobulinas de tipo IgA tenían más poder de detección del virus que las otras dos. Una segunda versión del ensayo podría seguir avanzando en la misma línea pero incluir más anticuerpos en los análisis.

Sorprende las escasa incidencia de contagios en un hospital que esta muy en contacto con el Virus
Como contrapartida la infección y mortalidad en residencias de ancianos es enorme.

No cabe duda que envejece el sistema inmunitario es la razón por la que el virus se ceba especialmente en los mayores de 70 años

La pandemia de coronavirus que tan rápidamente se está expandiendo afecta duramente a los ancianos. Datos obtenidos del brote inicial en China y más tarde de Italia muestran que los infectados menores de 60 años corren un riesgo bajo –aunque no nulo– de fallecer a causa de la Covid-19. Curiosamente, los niños pequeños no parecen experimentar un riesgo mayor de sufrir complicaciones graves debido a la enfermedad causada por este nuevo coronavirus, en contraste con lo que ocurre con otros virus, como la gripe estacional.
Sin embargo, las estadísticas se vuelven más desalentadoras a medida que los pacientes envejecen. Mientras que los pacientes entre 60-70 años tienen un 0,4% de probabilidades de fallecer, los de 70-80 tienen un 1,3%, y los mayores de 80, del 3,6%. Aunque no parezcan unas probabilidades de muerte muy elevadas, en el actual brote que está experimentando Italia, el 83% de quienes sucumbieron ante la infección de Covid-19 tenía más de 60 años.

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Para el cuerpo de una persona muy joven puede ser un reto controlar la infección porque simplemente no está habituado a la tarea. A medida que madura, el sistema inmune adaptativo aprende a reconocer los patógenos
Por lo tanto, el nuevo coronavirus SARS-CoV-2, que causa la Covid-19, es un patógeno muy serio para los mayores de 60 años. Mientras siga difundiéndose, este grupo de más edad seguirá corriendo el riesgo de enfermar gravemente y morir.
¿Qué es lo que hace que virus como este suponga mayor riesgo para los mayores? Se cree que se debe a los cambios experimentados por el sistema inmunitario humano a medida que envejece.
Las herramientas del cuerpo para luchar contra las infecciones
En la vida diaria, el cuerpo experimenta un bombardeo constante bacterias, hongos y virus que nos enferman, los patógenos. Un cuerpo humano es un lugar maravilloso para que estos organismos crezcan y prosperen, proporcionándoles un entorno agradable, cálido y con muchos nutrientes.
Ahí es donde entra en acción el sistema inmunitario. Es el sistema de defensa del cuerpo contra este tipo de invasores. Antes incluso de nacer, el cuerpo empieza a producir dos tipos especializados de células sanguíneas, linfocitos B y linfocitos T, capaces de reconocer los patógenos y ayudar a bloquear su crecimiento.
Durante una infección, los linfocitos B pueden multiplicarse y producir anticuerpos que se adhieren a los patógenos y bloquean su capacidad de diseminarse por el cuerpo. La función de los linfocitos T es reconocer las células infectadas y matarlas. Juntos componen lo que los científicos denominan el sistema inmunitario “adaptativo”.
Representación efectuada por un artista de los glóbulos blancos que ayudan a reconocer los invasores y luchar contra ellos.AGENCIA GETTY
Es posible que su médico le haya hecho algún análisis para comprobar los niveles de glóbulos blancos. Sirve para medir si tiene más linfocitos B y T de lo habitual, presumiblemente porque están luchando contra una infección.
Las personas muy jóvenes no tienen demasiados linfocitos B o T. Para su cuerpo puede ser un reto controlar la infección porque simplemente no está habituado a la tarea. A medida que madura, el sistema inmune adaptativo aprende a reconocer los patógenos y a manejar estas invasiones constantes, permitiéndonos luchar contra la infección de manera rápida y eficaz.
Aunque los glóbulos blancos son potentes protectores para los humanos, no bastan por sí solos. Por suerte, nuestro sistema inmunitario tiene otra capa, denominada respuesta inmunitaria “innata”. Todas las células tienen su propio sistema inmunitario en miniatura que les permite responder directamente a los patógenos con más rapidez que la que hace falta para movilizar la respuesta adaptativa.
A medida que envejecemos, las respuestas del sistema inmunitario innato y el adaptativo cambian. Los monocitos de los individuos mayores producen menos interferón en respuesta a la infección viral
La respuesta inmunitaria innata está preparada para lanzarse sobre tipos de moléculas que, por lo común, se hallan en bacterias y virus, pero no en las células humanas. Cuando una célula detecta estas moléculas invasoras, desencadena la producción de interferón, una proteína antiviral. El interferón desencadena la muerte de la célula infectada, limitando la infección.
Otras células inmunitarias innatas, llamadas monocitos, actúan como una especie de portero celular, librándose de todas las células infectadas que encuentran y enviando señales a la respuesta inmunitaria adaptativa para que se ponga en marcha. El sistema inmunitario innato y el adaptativo pueden funcionar juntos como una máquina bien engrasada para detectar y eliminar patógenos.
Los sistemas inmunitarios más viejos son más débiles
Cuando un patógeno invade el cuerpo, la diferencia entre la enfermedad y la salud se convierte en una carrera entre la velocidad a la que dicho patógeno es capaz de expandirse en su interior y la rapidez con la que la respuesta inmunitaria es capaz de reaccionar sin causar demasiados daños colaterales.
A medida que envejecemos, las respuestas del sistema inmunitario innato y el adaptativo cambian, modificando este equilibrio. Los monocitos de los individuos mayores producen menos interferón en respuesta a la infección viral. Les resulta más difícil matar las células infectadas y transmitir señales a la respuesta inmunitaria adaptativa para que se ponga en marcha.
La inflamación crónica de bajo grado que por lo común se produce durante el envejecimiento también merma la capacidad de las respuestas inmunitarias innata y adaptativa para reaccionar contra los patógenos. Es algo similar a acostumbrarse a un ruido molesto con el tiempo.
Con el envejecimiento, la reducción de la “capacidad de atención” de la respuesta inmunitaria innata y la adaptativa hace más difícil que el cuerpo responda a la infección viral, dando ventaja al virus. Los virus pueden aprovechar la tardanza del sistema inmunitario en responder y hacerse rápidamente con el cuerpo, provocando una enfermedad grave y la muerte.
El distanciamiento social es vital para las personas vulnerables
Dada la dificultad que las personas mayores tienen para controlar la infección viral, la mejor opción es, de entrada, que eviten ser infectadas. Y ahí es donde la idea del distanciamiento social adquiere importancia, en especial en lo referente a la Covid-19.
La Covid-19 está causada por un virus respiratorio que se contagia principalmente a través de la tos, que puede extender diminutas gotas de saliva que contienen virus. Las gotas más pesadas caen rápidamente al suelo; las gotas muy pequeñas se secan. Las gotas de tamaño intermedio son las más preocupantes, porque consiguen flotar en el aire más de un metro antes de secarse. Estas gotas pueden ser inhaladas y penetrar en los pulmones.
Mantener una distancia de al menos metro y medio de otras personas ayuda significativamente a reducir la oportunidad de ser infectado por estas gotitas de aerosoles. Pero sigue existiendo la posibilidad de que el virus contamine las superficies que la persona infectada haya tocado o sobre las que haya tosido. En consecuencia, la mejor forma de proteger a los ancianos vulnerables y a las personas inmunodeprimidas es mantenerse alejados de ellas hasta que el riesgo desaparezca.
Bibliografía

Anna CabezaBARCELONA Actualizado:03/05/2020 22:33hGUARDAR
BRIAN GEISS|THE CONVERSATION
23 MAR 2020 – 16:58 CET
Brian Geiss es un profesor asociado de microbiología, inmunología y patología en la Universidad Estatal de Colorado y recibe financiación de los Institutos Nacionales de Salud.

SOL Y RAYOS ULTRAVIOLETA SON FACTORES NATURALES CONTRA EL CORONAVIRUS

» />>EL CALOR, SOL Y RAYOS ULTRAVIOLETA SON FACTORES NATURALES CONTRA EL CORONAVIRUS

Todas las medidas que se utilizan no son suficiente para controlar y contener el coronavirus COVID- 19, pero la estructura molecular del coronavirus necesita determinadas condiciones ambientales para sobrevivir que se pueden utilizar para luchar contra el
Estas condiciones son características de la estación del año donde se incrementan las temperaturas, el aumento de las horas de luz o los ambientes menos húmedos que en el invierno, parecen ser condiciones que dificultan la propagación de este patógeno que tiene en jaque al sistema sanitario mundial. Al mismo tiempo, en esta época del año, la gente se encuentra durante menos tiempo en espacios cerrados estas estaciones son la primavera y el verano

Con un buen grado de optimismo parece que este coronavirus va a tener una incidencia global y una preciosa los datos parecen indicar que va a ser un virus estacional”, explica a Eltiempo.es José Antonio López Guerrero, profesor titular de microbiología y director del grupo de Neurovirología de la Universidad Autónoma de Madrid (UAM). Y añade: “Este tipo de virus por su estructura molecular, es más sensible a los cambios de temperatura, a la ultravioleta y a la radiación del sol, todas ellas condiciones propias de la primavera y el verano”, .
¿Cuándo desaparecerá el coronavirus?
Además, hay que destacar que con la llegada del calor y la subida de las temperaturas, las personas pasan menos tiempo en espacios cerrados por lo que se reducen las probabilidades de contagio.
“Todo ello tendría que hacer que el virus fuera desapareciendo como han hecho otros virus de características similares antes que este, pero debemos ser prudentes”, advierte este experto ya que a día de hoy todavía hay muchas incógnitas ya que es la primera vez que la sociedad se enfrenta a este virus SARS-COV-2019 que produce la enfermedad COVID-19.

“El virus ahora está en su máxima expansión y hay que ver cómo evoluciona. No obstante, hay que pensar que una gripe en junio o julio es poco probable y algo parecido ocurrirá con este virus”, asegura López.
En esta línea, Rafael M. Ortí Lucas, presidente de la Sociedad Española de Medicina Preventiva y Salud Pública (SEMPSPH) detalla que es probable que la subida de las temperaturas limite la expansión del virus.
Reducción del contagio entre personas
“Como pasa con el virus de la gripe, los coronavirus son virus capsulados, lo que les hace más susceptibles a las condiciones ambientales. En consecuencia , con el calor es previsible que los virus excretados por las mucosas nasales u otras secreciones de una persona afectada se inactiven rápidamente y no lleguen a contagiar a otras personas con tanta facilidad”, comportamiento del virus en la primavera.

Se estima que a temperaturas inferiores a 8ºC exista una mayor supervivencia del virus, e incluso de varios días. “Por contra, temperaturas elevadas, exposición solar y desecación dificultarán su supervivencia en el ambiente, que no deberá pasar de unas pocas horas, y por tanto también el contagio entre personas”, detalla el presidente de la SEMPSPH.
No obstante, hay que tener en cuenta que los expertos no han realizado ninguna predicción sobre este novedoso virus por lo que las respuestas que facilitan se basan en el comportamiento de virus similares estudiados con anterioridad.

Ondas electromagnéticas

QUE SON ONDAS ELECTROMAGNÉTICAS
Son aquellas ondas que no necesitan un medio material para propagarse. Incluyen, entre otras, la luz visible y las ondas de radio, televisión y telefonía.
Todas se propagan en el vacío a una velocidad constante, muy alta (300 0000 km/s) pero no infinita. Gracias a ello podemos observar la luz emitida por una estrella lejana hace tanto tiempo que quizás esa estrella haya desaparecido ya. O enterarnos de un suceso que ocurre a miles de kilómetros prácticamente en el instante de producirse.
Las ondas electromagnéticas se propagan mediante una oscilación de campos eléctricos y magnéticos. Los campos electromagnéticos al «excitar» los electrones de nuestra retina, nos comunican con el exterior y permiten que nuestro cerebro «construya» el escenario del mundo en que estamos.
Las O.E.M. son también soporte de las telecomunicaciones y el funcionamiento complejo del mundo actual.
Las cargas eléctricas al ser aceleradas originan ondas electromagnéticas
El campo E originado por la carga acelerada depende de la distancia a la carga, la aceleración de la carga y del seno del ángulo que forma la dirección de aceleración de la carga y al dirección al punto en que medimos el campo( sen ).
Un campo electrico variable engendra un campo magnético variable y este a su vez uno electrico, de esta forma las o. e.m. se propagan en el vacio sin soporte material
CARACTERÍSTICAS de LA RADIACIÓN E.M.
Los campos producidos por las cargas en movimiento puden abandonar las fuentes y viajar a través del espacio ( en el vacio) creándose y recreándose mutuamente. Lo explica la tercera y cuarta ley de Maxwell.
Las radiaciones electromagnéticas se propagan en el vacio a la velocidad de la luz «c». Y justo el valor de la velocidad de la luz se deduce de las ecuaciones de Maxwell, se halla a partir de dos constantes del medio en que se propaga para las ondas electricas y magnética .

Los campos electricos y magnéticos son perpendiculares entre si ( y perpendiculares a la dirección de propagación) y estan en fase: alcanzan sus valores máximos y mínmos al mismo tiempo y su relación en todo momento está dada por E=c· B
El campo eléctrico procedente de un dipolo está contenido en el plano formado por el eje del dipolo y la dirección de propagación. El enunciado anterior también se cumple si sustituimos el eje del dipolo por la dirección de movimiento de una carga acelerada
Las ondas electromagnéticas son todas semejantes ( independientemente de como se formen) y sólo se diferencian e n su longitud de onda y frecuencia. La luz es una onda electromagnética
Las ondas electromagnéticas transmiten energía incluso en el vacio. Lo que vibra a su paso son los campos eléctricos y magnéticos que crean a propagarse. La vibracion puede ser captada y esa energía absorberse.
Las intensidad instantánea que posee una onda electromagnética, es decir, la energía que por unidad de tiempo atraviesa la unidad de superficie, colocada perpendicularmente a la direción de propagación es: I=c· E2. La intensidad media que se propaga es justo la mitad de la expresión anterior.
La intensidad de la onda electromagnética al espandirse en el espacio disminuuye con el cuadrado de la distancia y como «I «es proporcional a E2 y por tanto a sen2 . Por lo tanto existen direcciones preferenciales de propagación
ESPECTRO ELECTROMAGNÉTICO
Las ondas electromagnéticas se agrupan según su frecuencia, aunque no existe un límte muy presiso para cada grupo.
Una misma fuente de ondas electromagfnéticas puede generar al mismo tiempo ondas de varios tipos.
Ondas de radio: son las utilizadas en telecomunicaciones e incluyen las ondas de radio y televisión. Su frecuencia oscila desde unos pocos hercios hasta mil millones de hercios. Se originan en la oscilación de la carga eléctrica en las antenas emisoras (dipolo radiantes).
Microondas: Se utilizan en las comunicaciones del radar o la banda UHF ( Ultra High Frecuency) y en los hornos de las cocinas. Su frecuencia va desde los milmillones de hercios hasta casi el billon.Se producen en oscilaciones dentro de un aparato llamado magnetrón. El magnetrón es una cavidad resonante formada por dos imanes de disco en los extremos, donde los electrones emitidos por un cátodo son acelerados originado los campos electromagnéticos oscilantes de la frecuencia de microondas.
Infrarrojos: Son emitidos por los cuerpos calientes. Los transitos energéticos implicados en rotaciones y vibraciones de las moléculas caen dentro de este rango de frecuencias. Los visores nocturnos detectan la radiación emitida por los cuerpos a una temperatura de 37 º .Sus frecuencias van desde 10 11Hz a 4·1014Hz. Nuestra piel también detecta el calor y por lo tanto las radiaciones infrarrojas.
Luz visible: Incluye una franja estrecha de frecuencias, los humanos tenemos unos sensores para detectarla ( los ojos, retina, conos y bastones). Se originan en la aceleración de los electrones en los tránsitos energéticos entre órbitas permitidas. Entre 4·1014Hz y 8·1014Hz
Ultravioleta: Comprende de 8·1014Hz a 1·1017Hz. Son producidas por saltos de electrones en átomos y molécualas excitados. Tiene el rango de energía que interviene en las reacciones químicas. El sol es una fuente poderosa de UVA ( rayos ultravioleta) los cuales al interaccionar con la atmósfera exterior la ionizan creando la ionosfera. Los ultravioleta puden destruir la vida y se emplean para esterilizar. Nuestra piel detecta la radiación ultravioleta y nuestro organismo se pone a fabricar melanina para protegernos de la radiación. La capa de ozono nos proteje de los UVA.
Rayos X: Son producidos por electrones que saltan de órbitas internas en átomos pesados. Sus frecuencias van de 1’1·1017Hz a 1,1·1019Hz. Son peligrosos para la vida: una exposición prolongada produce cancer.
Rayos gamma: comprenden frecuencias mayores de 1·1019Hz. Se origina en los procesos de estabilización en el núcleo del átomo después de emisiones radiactivas. Sus radiación es muy peligrosa para los seres vivos.

CAMPOS ELECTROMAGNÉTICOS Y EFECTOS BIOLÓGICOS

CAMPOS ELECTROMAGNÉTICOS Y EFECTOS BIOLÓGICOS

En los tiempos de virus que corren, es infrecuente hablar de los efectos nocivos que tienen las radiaciones Solares sobre los virus
Cada día es muy frecuente en los medios de comunicación hablar de vacunas para el virus concretamente para el Covid 19 y otra serie de tratamientos médicos que de una manera ansiosa buscamos para controlar esta epidemia que nos está asolando
desde muy antiguo se conocen por sus efectos nocivos de la radiaciones sobre virus entre otros gérmenes.
Siempre digo que pocas veces he visto una gripe en verano. Algo pasa en verano que mutila a los virus y no les deja actuar

La energía electromagnética es emitida en forma de ondas por las fuentes naturales y por numerosas fuentes artificiales. Esas ondas consisten en campos eléctricos y magnéticos oscilantes que se influyen recíprocamente y de diferentes formas con sistemas biológicos tales como células, plantas, animales o seres humanos. Para comprender mejor esa influencia recíproca, es indispensable conocer las propiedades físicas de las ondas que constituyen el espectro magnético.
Las ondas electromagnéticas pueden caracterizarse por su longitud, frecuencia y energía. Los tres parámetros se relacionan entre sí. Cada uno de ellos condiciona el efecto del campo sobre un sistema biológico.
La frecuencia de una onda electromagnética es en definitiva el número de veces que cambia el sentido del campo en la unidad de tiempo en un punto dado. Se mide en ciclos por segundo, o Hercios.
Cuanto más corta es la longitud de onda, más alta es la frecuencia. Por ejemplo, el tramo intermedio de una banda de radiodifusión de amplitud modulada tiene una frecuencia de un millón de herzios (1 Mhz) y una longitud de onda de aproximadamente 300 metros. Los hornos de microondas utilizan una frecuencia de 2.450 millones de Herzios (2,45 Ghz) y tienen una longitud de onda de 12 centímetros.

Una onda electromagnética está formada por paquetes muy pequeños de energía llamados fotones. La energía de cada paquete o fotón es directamente proporcional a la frecuencia de la onda: Cuanta más alta es la frecuencia, mayor es la cantidad de energía contenida en cada fotón.
El efecto de las ondas electromagnéticas en los sistemas biológicos está determinado en parte por la intensidad del campo y en parte por la cantidad de energía contenida en cada fotón.
Las ondas electromagnéticas de baja frecuencia se denominan «campos electromagnéticos», y las de muy alta frecuencia, «radiaciones electromagnéticas». Según sea su frecuencia y energía, las ondas electromagnéticas pueden clasificarse en «radiaciones ionizantes» o «radiaciones no ionizantes».
Las radiaciones ionizantes son ondas electromagnéticas de frecuencia extremadamente elevada (rayos X y gamma), que contienen energía suficiente para producir la ionización (conversión de átomos o partes de moléculas en iones con carga eléctrica positiva o negativa) mediante la ruptura de los enlaces atómicos que mantienen unidas las moléculas en la célula.
Las radiaciones no ionizantes constituyen, en general, la parte del espectro electromagnético cuya energía es demasiado débil para romper enlaces atómicos. Entre ellas cabe citar la radiación ultravioleta, la luz visible, la radiación infrarroja, los campos de radiofrecuencias y microondas, los campos de frecuencias extremadamente bajas y los campos eléctricos y magnéticos estáticos.
Las radiaciones no ionizantes, aún cuando sean de alta intensidad, no pueden causar ionización en un sistema biológico. Sin embargo, se ha comprobado que esas radiaciones producen otros efectos biológicos, como por ejemplo calentamiento, alteración de las reacciones químicas o inducción de corrientes eléctricas en los tejidos y las células.
Las ondas electromagnéticas pueden producir efectos biológicos que a veces, pero no siempre, resultan perjudiciales para la salud. Es importante comprender la diferencia entre ambos:
Un efecto biológico se produce cuando la exposición a las ondas electromagnéticas provoca algún cambio fisiológico perceptible o detectable en un sistema biológico.
Un efecto perjudicial para la salud tiene lugar cuando el efecto biológico sobrepasa la capacidad normal de compensación del organismo y origina algún proceso patológico.
Algunos efectos biológicos pueden ser inocuos, como por ejemplo la reacción orgánica de incremento del riego sanguíneo cutáneo en respuesta a un ligero calentamiento producido por el sol. Algunos efectos pueden ser provechosos, como por ejemplo la sensación cálida de la luz solar directa en un día frío, o incluso beneficiosos para la salud, como es el caso de la función solar en la producción de vitamina D por el organismo. Sin embargo, otros efectos biológicos, como son las quemaduras solares o el cáncer de piel, resultan perjudiciales para la salud.
Es sabido que los campos de radiofrecuencias producen calentamiento e inducen corrientes eléctricas. Asimismo, se han notificado otros efectos biológicos menos probados.

Los campos de radiofrecuencias de frecuencia superior a 1 Mhz causan sobre todo calentamiento, al desplazar iones y moléculas de agua a través del medio al que éstos pertenecen. Incluso a niveles muy bajos, la energía de las radiofrecuencias produce pequeñas cantidades de calor, que son absorbidas por los procesos termorreguladores normales del organismo sin que el individuo lo perciba.

Los campos de radiofrecuencias de frecuencia inferior a 1 Mhz aproximadamente inducen principalmente cargas y corrientes eléctricas que pueden estimular células de tejidos tales como los nervios y los músculos. Las corrientes eléctricas están ya presentes en el organismo como parte normal de las reacciones químicas propias de la vida. Si los campos de radiofrecuencias inducen corrientes que excedan significativamente ese nivel de base en el organismo, es posible que se produzcan efectos perjudiciales para la salud.

Campos eléctricos y magnéticos de frecuencias extremadamente bajas: La acción primordial de estos campos en los sistemas biológicos es la inducción de cargas y corrientes eléctricas. Es poco probable que esa acción baste para explicar efectos sanitarios tales como el cáncer infantil, que se ha notificado como causado por la exposición a niveles «ambientales» de campos de frecuencias extremadamente bajas.

Campos eléctricos y magnéticos estáticos. Aunque la acción principal ejercida por esos campos en los sistemas biológicos es la inducción de cargas y corrientes eléctricas, se ha comprobado la existencia de otros efectos que, en principio, podrían resultar perjudiciales para la salud, pero sólo en campos de intensidades muy elevadas.
Los campos eléctricos estáticos no penetran en el organismo tanto como los campos magnéticos, pero pueden percibirse por el movimiento del vello cutáneo. Aparte de las descargas eléctricas de campos electrostáticos potentes, no parecen tener efectos apreciables para la salud.
Los campos magnéticos estáticos tienen prácticamente la misma intensidad dentro del cuerpo que fuera de él. Cuando esos campos son muy intensos, pueden alterar el riego sanguíneo o modificar los impulsos nerviosos normales. Pero inducciones magnéticas tan elevadas no se producen en la vida diaria. Ahora bien, no se dispone de suficiente información sobre los efectos de la exposición duradera a campos magnéticos estáticos a los niveles existentes en el entorno laboral.
Con objeto de asegurar que la exposición humana a los campos electromagnéticos no tenga efectos perjudiciales para la salud, que los aparatos generadores de esos campos sean inocuos y que su utilización no cause interferencias eléctricas con otros aparatos, se han adoptado diversas directrices y normas internacionales. Esas normas se elaboran después de que grupos de científicos, que buscan pruebas de la repetición sistemática de efectos perjudiciales para la salud, hayan analizado todas las publicaciones científicas. Posteriormente, esos grupos recomiendan directrices que permitirán a los órganos nacionales e internacionales correspondientes preparar normas prácticas. La Comisión Internacional de Protección contra las Radiaciones No Ionizantes (ICNIRP), organización no gubernamental reconocida oficialmente por la OMS en el sector de la protección contra las radiaciones no ionizantes, ha establecido directrices internacionales sobre los límites de la exposición humana para todos los campos electromagnéticos, con inclusión de la radiación ultravioleta, la luz visible y la radiación infrarroja.
La interacción de las ondas electromagnéticas y los sistemas biológicos, tales como células, plantas, animales o seres humanos, difiere en función de la frecuencia de esas ondas. La medida en que tales ondas afectan a los sistemas biológicos depende en parte de su intensidad y en parte de la cantidad de energía (de la frecuencia) Los efectos biológicos pueden, en ocasiones, pero no siempre, resultar perjudiciales para la salud

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