El blog del Dr. Enrique Rubio

Mes: febrero 2020 (Página 2 de 3)

Síndrome de Asperger con alto contenido intelectual

SÍNDROME DE ASPERGER Y COCIENTE INTELECTUAL 162 MAYOR QUE EL DE EINSTEIN
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El síndrome de Asperger es un trastorno del desarrollo que se incluye dentro del espectro autista y que afecta la interacción social reciproca, la comunicación verbal y no verbal, una resistencia para aceptar el cambio, inflexibilidad del pensamiento así como poseer campos de interés estrechos y absorbentes.
El síndrome de Asperger es un trastorno neurobiológico que forma parte de un grupo de afecciones denominadas trastornos del espectro autista. A su vez la expresión «espectro autista» se refiere a un abanico de trastornos del desarrollo que incluyen tanto el autismo como otros trastornos de características similares.
Los síntomas de cada uno de ellos pueden aparecer en diferentes combinaciones y en distintos grados de severidad: dos niños con el mismo diagnóstico, a pesar de tener en común ciertos patrones de comportamiento, pueden presentar una amplia gama de habilidades y de capacidades.
Y cuando se habla de ellos se suelen utilizan expresiones de carácter general, como «autismo con bajo funcionamiento», «autismo con alto funcionamiento», «tendencias autistas» o «trastorno generalizado del desarrollo» para describir a niños cuyos comportamientos que se sitúan dentro de este espectro. Los niños con síndrome de Asperger comparten muchos síntomas con los que padecen un «autismo de alto funcionamiento».
Los niños son tres a cuatro veces más proclives que las niñas a tener síndrome de Asperger. Puesto que en la actualidad se están detectando casos leves con mayor frecuencia que en el pasado, la incidencia de este síndrome parece estar aumentando. De todos modos, como ocurre con lo demás trastornos del espectro autista, se trata de un síndrome difícil de diagnosticar y de tratar.
Por lo tanto es fácil imaginar que estamos ante aquellas entidades que cabalgan entre varios criterios y dificultan el diagnóstico

Hans Asperger, un pediatra vienés que, en 1944, describió por primera vez una serie de patrones de comportamiento que él había observado en algunos de sus pacientes, mayoritariamente de sexo masculino. Asperger observó que aquellos pacientes, a pesar de presentar una inteligencia y un desarrollo del lenguaje normales, tenían graves deficiencias en las habilidades sociales, no sabían comunicarse eficazmente con los demás y presentaban problemas de coordinación.
Según la Coalición para el Síndrome de Asperger de EE.UU., el síndrome de Asperger aparece más tarde que el autismo o, por lo menos, se detecta más tarde. Muchos niños se diagnostican después de haber cumplido 3 años y la mayoría de los afectados se diagnostican cuando tienen entre 5 y 9 años.
El síndrome de Asperger se caracteriza por la presencia de interacciones sociales deficientes o inadecuadas, obsesiones, patrones del habla extraños y otras peculiaridades o rarezas características. Los niños con síndrome de Asperger a menudo muestran poca expresividad facial y tienen dificultades para leer el lenguaje corporal de los demás; pueden implicarse en rutinas obsesivas y presentar una sensibilidad inusual a los estímulos sensoriales (por ejemplo, les puede molestar una luz que a los demás no les afecta, pueden taparse los oídos para no oír los ruidos fuertes del entorno o pueden preferir llevar prendas de ropa de un solo tipo tejido).
Las personas con síndrome de Asperger son capaces de funcionar con adecuadamente en la vida cotidiana, pero tienden a ser inmaduras desde el punto de vista social y la gente las suele ver como personas raras o excéntricas.
Entre otras características del síndrome de Asperger, se incluyen el retraso motor y la torpeza, así como el hecho de presentar intereses limitados y preocupaciones peculiares. Los adultos con síndrome de Asperger tienen problemas para mostrar empatía hacia los demás y siguen presentando dificultades en sus interacciones sociales.
Los expertos afirman que el síndrome de Asperger sigue un curso continuo y normalmente dura toda la vida. La evolución de los síntomas es oscilante a lo largo de su vida
Los síntomas del síndrome de Asperger suelen ser difíciles de distinguir de los que aparecen en otros problemas del comportamiento, lo mejor es que un médico u otro profesional de la salud evalúe los síntomas de su hijo. No es nada raro que a un niño le diagnostiquen primero un trastorno de déficit de atención con hiperactividad (TDAH) antes de diagnósticarle de síndrome de Asperger.
Los niños con síndrome de Asperger pueden presentar los siguientes signos y síntomas:
interacciones sociales mínimas o inadecuadas
conversaciones que siempre tratan sobre sí mismos en vez de los demás
lenguaje «programado», «robótico» o repetitivo
falta de «sentido común»
problemas para leer, escribir y con las matemáticas
obsesiones sobre estímulos complejos, como determinados patrones visuales o determinadas melodías
capacidades cognitivas no verbales entre normales a por debajo de la media, mientras que sus capacidades cognitivas verbales suelen ser entre normales y por encima de la media
movimientos torpes (niños patosos)
comportamientos y gestos peculiares o extraños

A diferencia de los niños con autismo, los que tienen síndrome de Asperger pueden no presentar ningún retraso en el desarrollo del lenguaje y suelen tener buena gramática y un vocabulario desarrollado a edades tempranas. De todos modos, es típico que presenten trastorno del lenguaje, ya que tienden a ser excesivamente literales y tienen problemas en el uso del lenguaje en contextos sociales.
Los niños con síndrome de Asperger no suelen presentar retrasos evidentes en el desarrollo cognitivo. A pesar de que pueden tener problemas para concentrarse y organizarse y presentar capacidades bien desarrollados en algunas áreas y deficitarias en otras, su inteligencia se suele encontrar en la media y a veces o por encima de la media.

Existen serias dudas sobre la etiología del síndrome de Asperger. Muchos creen que el patrón de comportamiento que caracteriza al síndrome de Asperger puede tener muchas causas.

Las anomalías cerebrales se han encontrado en este síndrome, con técnicas de imagen se han detectado diferencias estructurales y funcionales en regiones específicas del cerebro de niños afectados por este síndrome.
También parece haber un componente hereditario en el síndrome de Asperger, y las investigaciones indican que en algunos casos este síndrome se puede asociar a otros trastornos mentales, como la depresión y el trastorno bipolar.
Parece que, el síndrome de Asperger no está provocado por carencias emocionales ni por el tipo de educación recibida. Ya que algunos de los comportamientos que presentan algunas personas con síndrome de Asperger pueden ser vistos por los demás como faltas de educación deliberadas, mucha gente asume erróneamente que el síndrome de Asperger es el resultado de una mala educación por parte de los padres de los afectados, algo que es absolutamente falso. Se trata de un trastorno neurobiológico cuyas causas todavía no se acaban de entender por completo.
En la actualidad no es posible curar este trastorno; los niños con síndrome de Asperger se convierten en adultos con síndrome de Asperger. Pero muchos llevan vidas plenas y felices, y la posibilidad de lograr este objetivo se ve favorecida si la educación, el apoyo y los recursos son los adecuados.

El síndrome de Asperger puede ser muy difícil de diagnosticar. Los niños con esta enfermedad tienen un funcionamiento normal en muchos aspectos de la vida, de modo que es fácil atribuir sus extraños comportamientos simplemente a que son «diferentes».
Los expertos afirman que una intervención precoz, que englobe tanto aspectos educacionales como sociales, llevada a cabo en un momento en que el cerebro todavía está en proceso de desarrollo, es sumamente importante para un niño afectado por este síndrome.
El especialista que vea al niño, tendrá que llevar a cabo una evaluación «psicosocial» completa.
Esto incluirá una entrevista a los padres sobre cuándo se identificaron los síntomas del niño por primera vez, el desarrollo de la motricidad y del lenguaje, así como otros aspectos de la personalidad y del comportamiento del niño (actividades favoritas, hábitos inusuales, preocupaciones, etc.).
Se hará un énfasis especial en el desarrollo social, incluyendo los problemas pasados y actuales del niño en lo relativo a las relaciones sociales y al desarrollo de las amistades. Normalmente se realiza una evaluación psicológica y de las habilidades comunicativas del niño para identificar las áreas donde presenta mayores deficiencias.
La subjetividad de los síntomas hace muy difícil el diagnóstico del síndrome de Asperger De todos modos, en función de cuáles sean sus puntos fuertes y débiles (o de sus antecedentes evolutivos), los niños con síndrome de Asperger se pueden beneficiar de los siguientes tratamientos:
información y entrenamiento para los padres
intervencion educacional especializada para el niño
entrenamiento en habilidades sociales
terapia del lenguaje
entrenamiento en integración sensorial para los niños más pequeños, normalmente llevada a cabo por terapeutas ocupacionales, en la cual los niños se desensibilizan ante los estímulos a los que son excesivamente sensibles
psicoterapia o terapia cognitivo-conductual para los niños mayores
medicación
El hecho de que todas las personas que cuidan de su hijo se involucren en su tratamiento será de gran ayuda para él. Los profesionales de la salud que atienden a su hijo deberían estar informados de lo que hacen los demás y usted a menudo se encontrará actuando como el «director general» de toda la escena. Los profesores, canguros, otros miembros de la familia, los amigos cercanos y cualquier otra persona que cuida de su hijo también deberían involucrarse en el proceso.
Es importante saber que hay muchas personas que pueden proporcionar asistencia a su hijo. La clave está en pedir ayuda lo antes posible y encontrar el programa adecuado para el niño. Los niños con síndrome de Asperger pueden experimentar grandes avances con el tratamiento y la educación adecuados.
Aunque el síndrome de Asperger plantea desafíos tanto a los niños afectados como a sus padres, usted puede ayudar a su hijo en su proceso de adaptación y ofrecerle su apoyo de muchas formas diferentes:
Busque programas educacionales y de formación para padres. Usted es el primer maestro de su hijo y seguirá siendo una figura clave fundamental para favorecer su desarrollo.
Enseñe a su hijo las habilidades necesarias para cuidar de sí mismo. Aprender estas habilidades ayuda a los niños a desarrollar la máxima independencia.
Puesto que no siempre es fácil reconocer la presencia de el síndrome de Asperger, avise a los demás de que su hijo tiene necesidades especiales. En calidad de padre, es posible que deba asumir el papel de educador cuando trate con los profesores, el personal médico y otros cuidadores de su hijo.
Busque un programa orientado a tratar las necesidades específicas de su hijo o las áreas donde presenta mayores deficiencias. La Sociedad Americana del Autismo (ASA, por sus siglas en inglés) anima a los familiares a que hablen con el director del programa para determinar si su currículum atiende las cuestiones específicas de su hijo.
Elija programas y tratamientos especiales que se centren en los resultados a largo plazo y que tengan en cuenta los niveles evolutivos de los niños.
Recuerde que su hijo forma parte de la unidad familiar y que sus necesidades se deben sopesar con las de los demás miembros de la familia.
Busque apoyo para usted y para los otros miembros de su familia. Usted no podrá ayudar a su hijo si no atiende sus propias necesidades emocionales y corporales. Es posible que se organicen grupos de apoyo en hospitales o centros de salud mental de su localidad. De todos modos, en EE.UU., existe una gran variabilidad entre los diferentes estados en lo relativo a los tipos de servicios que ofrecen el gobierno y otros programas para niños con trastornos del espectro autista y sus familias.
Algunos de estos niños asisten a escuelas ordinarias donde sus progresos dependen en gran medida del apoyo y del estímulo de sus padres, cuidadores, profesores y compañeros de clase. De todos modos, hay otros que asisten a escuelas especiales para niños con autismo o con trastornos del aprendizaje.
Mucha gente con síndrome de Asperger puede funcionar bien en la mayoría de los aspectos de la vida, de modo que esta afección no tiene que impedir que su hijo se pueda desenvolver bien en el mundo académico y social.
Es posible que, si a su hijo le diagnostican síndrome de Asperger, usted se sienta abrumado y profundamente desalentado. De todos modos, recuerde que el equipo de tratamiento de su hijo les podrá ofrecer un gran apoyo y aliento, tanto a su hijo como a su familia.
Revisado por: Rhonda S. Walter, MD
Fecha de revisión: enero de 2012
Transcribo ahora un caso de síndrome de Asperger que en la actualidad, estudia dos carreras universitarias e inglés para cumplir su sueño: ser astronauta
Adhara Pérez es una niña muy especial. Su madre, Nallely Sánchez, dice que es una excelente persona, que es muy humana. Sin embargo, durante sus primeros años en la escuela sus compañeros la llamaban rara porque se dormía en clase, porque no tenía capacidad de hacerse fácilmente amigos o porque se pasaba el día hablando del espacio, su pasión.
Sufrió bullying e incomprensión. Después vino la depresión y la lucha de su madre por ayudar a su hija a salir adelante. Un diagnóstico les arrojó luz: “Síndrome de Asperger” (el mismo que tiene Greta Thunberg). Nallely entiende ahora porqué su hija no capta el doble sentido o le cuesta socializarse.

Adhara comenzó a continuación una terapia que proporcionó todavía más luz sobre sus talentos. Fue precisamente en el Centro de Atención al Talento de Ciudad de México donde le hicieron unos tests de inteligencia que desvelaron un coeficiente intelectual de 162 puntos, dos más que los de Albert Einstein y Stephen Hawking.
Este conocimiento ayudó mucho a la familia de Adhara. Su niña “rara” es una de personas más inteligentes del planeta y, como explica su madre, quiere darle todo su apoyo, pese a las dificultades que pueda conllevar educar a una hija con Altas capacidades.

Qué hacer con un hijo con altas capacidades?
De momento, el camino que han decidido seguir para que su hija sea feliz es el de animarle desarrollar su inteligencia para cumplir su sueño. Adhara aspira llegar muy alto, quiere ser astronauta.
Por eso, a los 6 años terminó la Primaria y a los 8 el Bachillerato. Ahora se divierte con las derivadas mientras estudia dos ingenierías: Ingeniería Industrial en Matemáticas en UNITEC e Ingeniería en Sistemas por CNCI.
Mientras tanto, su familia vela para que su hija sea feliz después de haber cambiado, gracias a dos importantes diagnósticos, el recorrido educativo de Adhara en un momento en el que su madre le dijo: “Si no te gusta dónde estás, imáginate dónde quieres estar”.
Y claro, una mente maravillosa como la Adhara no podría imaginarse algo sencillo, como ser profesora o periodista. Ella quiere estudiar Astrofísica en la Universidad de Arizona y trabajar para la NASA. Lógico si pensamos como alguien que sabe analizar sistemas complejos y cuestiones complejas como los agujeros negros o los agujeros de gusano.

Estamos viendo patología de la tercera dimensión, no se trata ya núcleos y circuitos. Entrada de proyección mental, donde coexisten trastornos del adaptación social y coeficientes del superdotado.
Cuesta mucho trabajo localizar la función psíquica, pero la coexistencia de elevada funciones psíquicas e intelectuales y al mismo tiempo inadaptación social, que es casi imposible admitir.
No, nos queda más remedio que seguir. Seguro que el cerebro está evolucionando, y qué nos queda mucho por ver. Pero ahí estamos, esperar y ver.

El sistema nervioso simpático en el síncope vasovagal


Papel del sistema nervioso simpático en el síncope vasovagal y justificación del uso de betabloqueadores e inhibidores del transportador de noradrenalina
Manlio F. Márquez , Jorge Rafael Gómez-Flores , Jesús A. González-Hermosillo, Teresita de Jesús Ruíz-Siller, Manuel Cárdenas

Introducción
. El síncope vasovagal es un tipo de intolerancia ortostática. Este término se usa para referirse al síncope que resulta de mecanismos reflejos asociados con vasodilatación inapropiada y grados variables de bradicardia. También es conocido como síncope reflejo, síncope neurocardiogénico o síncope neuralmente mediado.
Síncope vasovagal
El síncope se define como una pérdida de consciencia y del tono postural repentina y temporal, como resultado de una disminución transitoria en la perfusión cerebral global, con instauración repentina, corta duración y recuperación completa [2]. El síncope es un problema clínicamente significativo, responsable del 1% de las admisiones hospitalarias y 3% de las visitas a las salas de urgencias, con una morbilidad y mortalidad superior al 7% [3],[4]. El síncope es una manifestación de diferentes procesos y por lo tanto debe ser visto como un síntoma y no una enfermedad, y debe ser clasificado de acuerdo a la causa de base. Siempre es importante, especialmente en pacientes ancianos, descartar otras causas de síncope, tales como enfermedad carotidea oclusiva, hipersensibilidad del seno carotideo o hipotensión ortostática neural (neuropatía autonómica) [5]. Casi el 40% de la población general sufre de al menos un episodio de síncope a lo largo de su vida [6]. El síncope vasovagal es el tipo más común de síncope. La incidencia pico se da en la adolescencia. La mayoría de los pacientes con síncope vasovagal son mujeres jóvenes entre 15 y 45 años de edad. El síncope vasovagal puede ser resultado de algún tipo de estrés emocional (el cual se comporta como gatillo) o cambio de postura, tal como el adoptar de forma repentina la posición de pie. El síncope vasovagal generalmente va precedido por sensación de mareo, debilidad, náusea, diaforesis o problemas visuales. Es interesante remarcar que el síncope vasovagal, síndrome de taquicardia postural ortostática, el síndrome de fatiga crónica y la fibromialgia tienen una causa de base en común: una disfunción del sistema nervioso autónomo, y por lo tanto se agrupan en un término: “Disautonomías” [7],[8]. El sistema nervioso autónomo regula funciones fisiológicas que no dependen de la consciencia (digestión, frecuencia cardiaca, presión arterial, etcétera). Consiste en dos subsistemas: el simpático y el parasimpático (o vagal). El primero es un estimulante de funciones neurovegetativas mientras que el segundo las deprime. Son tradicionalmente vistos como sistemas antagonistas y normalmente están en equilibrio: si uno está activo el otro es inhibido para compensar. Cuando se pierde este balance, pueden aparecer diversos síntomas incluyendo disnea, taquicardia, fatiga, parestesia, mareo, dolor muscular, síndrome de intestino irritable, dolor torácico, ansiedad, depresión y/o síncope. La manifestación del síncope y la presencia de manifestaciones clínicas de intolerancia ortostática (fatiga, mareo, etcétera) son de gran importancia y magnitud puesto que pueden conducir a una incapacidad [9]; por lo tanto, cualquier intento para disminuirlos o evitarlos debe ser tomado en consideración.
Antecedentes históricos
La primera mención de vagotonía como una entidad clínica corresponde a los doctores Eppinger y Hess, quienes publicaron en libro titulado “Die Vagotonie” [10] en 1910. En su libro mencionan que la bradicardia sinusal podía ser controlada, aunque de forma temporal, mediante la administración de una sustancia vagolítica tal como atropina. Más tarde, muchos investigadores continuaron los esfuerzos para definir vagotonía en una forma más precisa. Para una excelente reseña histórica sobre este tema, incluyendo un análisis exhaustivo de la tesis del Profesor Salvador Zubirán («Vagotonía», publicada en la Ciudad de México en 1923) referimos al lector al artículo escrito por los doctores Delgado y Estañol [11].
El término “síncope vasovagal” fue introducido por Sir Thomas Lewis [12] pero Da Costa había observado previamente manifestaciones clínicas similares en soldados que pelearon durante la guerra civil en los Estados Unidos de América [13] y lo llamó «corazón irritable». Desde entonces, a los síntomas sin explicación médica que surgían en los soldados en tiempos de guerra se les ha otorgado diversos términos genéricos, y aún tan reciente como en 1990 se les agrupó dentro del término “síndromes de guerra” o “desórdenes post-combate”. Para una revisión completa referimos al lector al trabajo de Jones [14]. En breve, durante la Primera Guerra Mundial, doctores británicos encontraron manifestaciones clínicas similares en los soldados y lo llamaron “acción desorganizada del corazón”; Lewis lo llamó “corazón del soldado” o “síndrome de esfuerzo” y Levine le dio un nombre más científico: “astenia neurocirculatoria” [15]. El Profesor Ignacio Chávez, en 1933, en su libro “Cinco lecciones de cardiología clínica” reportó, tras haber estudiado un paciente con síncope: “dado que se queja de dolor en muchos sitios anatómicos al mismo tiempo y con gran intensidad, es muy probable que no tenga lesiones en ninguno de ellos, y que la enfermedad provenga del sistema neurovegetativo” [16]. Durante la Segunda Guerra Mundial, se notó nuevamente que en respuesta al estrés durante el combate aparecían síntomas somáticos en los soldados, incluyendo fatiga, palpitaciones, cefalea, diarrea, dificultad para concentrarse y alteraciones del sueño. Inicialmente conocido como “neurosis de guerra”, el uso de dicho término se rechazó más tarde puesto que implicaba que los soldados estaban enfermos, lo cual ejercía presión en los militares para tomar responsabilidad de ellos como pacientes [12]. En 1941 Wood [17] lo atribuyó a una forma de psiconeurosis, y en la tercera edición (1968) de su libro lo incluyó dentro de las manifestaciones cardiovasculares de psicopatías. La interrelación de los aspectos psicológicos y el síncope vasovagal está hoy en día bien documentada [18],[19]. Los hallazgos más recientes relacionados a trastornos post-combate son aquellos de la Guerra del Golfo (1990-1991). Algunos reportes confirman que puede existir disfunción del sistema nervioso autónomo en veteranos de la Guerra del Golfo con fatiga crónica [20],[21],[22].
Fisiopatología del síncope vasovagal
Tono autonómico basal en el síncope vasovagal
Existen resultados controversiales respecto a parámetros basales del tono autonómico entre pacientes con síncope y los controles (individuos sanos). La Tabla 1 [23],[24],[25],[26],[27] muestra una lista de estudios que incluyen dominios de tiempo y frecuencia, variabilidad de frecuencia cardiaca y microneurografía. La mayoría han fallado en demostrar una diferencia en los valores medios de los índices de variabilidad de frecuencia cardiaca entre sujetos normales y pacientes con síncope vasovagal. Solamente Shim et al [27] encontraron evidencia de un incremento en el tono vagal basal en niños con síncope vasovagal. Una observación interesante fue reportada por Guzmán y colaboradores [24]: encontraron una disminución en la media de la desviación de la raíz cuadrada de los intervalos R-R (RMSD) y un ratio más alto de baja frecuencia/alta frecuencia (BF/AF ratio) en sujetos con una prueba de inclinación positiva (HUT) con una respuesta vasodepresora en comparación con aquellos con una respuesta cardioinhibitoria o mixta. Este hallazgo podría implicar un tono simpático incrementado en el grupo vasodepresor aunque otros investigadores no lo han reproducido.
Recientemente, Efremov y colaboradores [26] reportaron que el análisis de la variabilidad de frecuencia cardiaca dentro de los primeros 20 minutos pasivos en la prueba de inclinación demostraron que los pacientes con síncope inducido por nitroglicerina se caracterizan por presentar una disminución de la actividad parasimpática, lo cual no ocurre en pacientes con una respuesta negativa a la nitroglicerina. En pacientes que tuvieron una prueba de inclinación positiva, dos parámetros espectrales de la variabilidad de frecuencia cardiaca: frecuencia cardiaca y poder total tuvieron una disminución significativa de la fase pasiva a la fase con utilización de nitroglicerina, mientras que en los sujetos negativos la frecuencia cardiaca promedio y los valores de poder total no cambiaron. Estamos completamente de acuerdo con Efremov y colaboradores en que “se necesita más investigación para evaluar si un análisis apropiado de la variabilidad de frecuencia cardiaca puede mejorar la diferenciación entre diferentes tipos de síncope”.

Tabla 1. Estudios sobre tono basal autónomo en syncope vasovagal.

Respuesta neurohumoral a la posición de pie
En los humanos, el mantener un suministro adecuado de sangre a los órganos vitales al estar de pie desafiando la gravedad constituye un reto fisiológico importante. El estar de pie debería ser considerado un esfuerzo para nuestras capacidades reguladoras de la circulación; se requiere que la estructura y el buen funcionamiento del corazón, los vasos sanguíneos, y el sistema nervioso autónomo estén intactos. También es relevante un volumen sanguíneo adecuado y la habilidad de los músculos esqueléticos de las piernas para comprimir las venas y facilitar el regreso de la sangre al corazón. El cambio de la posición decúbito a ortostática resulta en la acumulación de 300 a 800 ml de sangre en las extremidades inferiores y la circulación esplácnica, causando hipovolemia central, debido a una disminución en el retorno venoso al corazón con reducción concomitante del llenado ventricular izquierdo (precarga), con caída transitoria del volumen de salida del ventrículo izquierdo y la presión arterial. Para un mejor entendimiento del reflejo barorreceptor, referimos al lector a un excelente artículo en español publicado por Estañol y colaboradores [28] en 2011. En resumen, la actividad del sistema nervioso simpático es regulada en primer lugar por mecanorreceptores (barorreceptores), los cuales detectan cambios en la presión arterial, y en un grado menor por quimiorreceptores. Los barorreceptores arteriales (receptores de alta presión) están localizados en el seno carotideo y arco aórtico, y los barorreceptores cardiopulmonares (receptores de baja presión) en las grandes venas, aurículas (receptores A y B, reflejo de Bainbridge [un incremento en la presión o una distención aumentada de la aurícula derecho causa aceleración del latido cardiaco, también llamado “efecto Bainbridge”]), y ventrículos (reflejo Bezold-Jarisch). En estos mecanorreceptores, los canales iónicos son activados por estiramiento y modulan la actividad eferente simpática mandando información aferente al núcleo del tracto solitario (tractus solitarius) [29].
Los barorreceptores responden a la disminución en el retorno venoso y presión arterial que ocurre al momento de tomar la posición de pie con un incremento en la actividad simpática eferente y una disminución en el tono p arasimpático, lo cual resulta en un incremento de la frecuencia cardiaca e inotropismo, así como vasoconstricción arterial periférica. Por lo tanto, la hipovolemia central trnasitoria con una caída transitoria concomitante del volumen de salida del ventrículo izquierdo resulta en una distención más baja de los barorreceptores del seno carotídeo y el arco aórtico, con una reducción de la actividad barorrefleja aferente al tronco cerebral, con una consecuente activación simpática eferente e inhibición parasimpática que finalmente incrementa la frecuencia cardiaca y la resistencia vascular periférica, en un intento, por lo general exitoso, de restaurar el volumen de salida cardiaco y la presión arterial. Para ayudar a minimizar la reducción en la presión arterial ortostática, se ha descrito un incremento en la reabsorción de fluidos asociada con un incremento en resistencias periféricas totales [30],[31]. Tras una recuperación de la caída inicial de la presión arterial durante el ortostatismo, el volumen sanguíneo disminuye lentamente debido a la filtración microvascular.
En condiciones normales, el estrés ortostático evoca vasoconstricción compensatoria en múltiples lechos vasculares incluyendo los músculos esqueléticos. La actividad de los nervios simpáticos de los músculos se podría registrar en los humanos por microneurografía; se trata de una evaluación directa de la actividad nerviosa simpática en individuos conscientes [32] y está estrechamente ligada a la presión arterial vía el mecanismo barorreflejo de cada persona. En respuesta a una inclinación progresiva, en individuos sanos esta actividad simpática incrementa y se correlaciona con el grado de inclinación [33].
Jacob y colaboradores [34], estudiaron los cambios neurohumorales en respuesta al ortostatismo en individuos saludables y notaron un rápido y progresivo incremento en la descarga de noradrenalina, resultando en un incremento en la actividad de los nervios simpáticos y una disminución en la noradrenalina sérica [35]. La correlación estrecha entre la frecuencia cardiaca y la concentración de adrenalina plasmática descrita por Jacob [34] sugiere que esto puede provocar el incremento en la frecuencia cardiaca durante los primeros minutos del reto ortostático. El incremento en las concentraciones plasmáticas de noradrenalina estimula los receptores alfa-1 adrenérgicos e induce vasoconstricción. Estos autores también mostraron elevación sostenida de la aldosterona e incremento en la actividad del sistema renina-angiotensina-aldosterona. Estas respuestas estuvieron correlacionadas con la hipovolemia transitoria asociada con el desplazamiento del fluido intravascular a las venas de distintos compartimentos incluyendo abdomen, región pélvica y extremidades. El incremento en la actividad de renina y aldosterona ejerce múltiples efectos compensatorios para mantener la postura: incremento en la reabsorción tubular renal de sodio, vasoconstricción directa y facilitamiento de la descarga de noradrenalina actuando en neuronas noradrenérgicas presinápticas, y posiblemente en el sistema nervioso central.
Respuesta simpática al reto ortostático en la prueba de inclinación y su supresión previa al síncope vasovagal
Dada la importancia del sistema nervioso simpático en regular la respuesta a los cambios posturales, se ha considerado que diversos grados de disfunción simpática están involucrados en la intolerancia ortostática. Los primeros estudios en investigar la fisiopatología del síncope vasovagal mostraron que un reflejo paradójico y compensatorio estaba involucrado. La llamada “teoría ventricular” postula que los barorreceptores reaccionan a la disminución en la presión arterial con una activación del sistema nervioso simpático, causando una mayor respuesta inotrópica y cronotrópica, así como vasoconstricción periférica [36]. Esta teoría sugiere que las contracciones vigorosas de un ventrículo izquierdo depletado en volumen causa activación debido al estiramiento de las fibras C del corazón (mecanorreceptores formados por fibras desmienilizadas encontrados en aurículas, ventrículos y arteria pulmonar). Esta estimulación de fibras C aferentes produce una supresión “paradójica” del tono simpático periférico y un incremento en el tono vagal, causando vasodilatación y bradicardia [37]. Observaciones más recientes refutaron esta teoría. Novak y colaboradores [38] usando mediciones ecocardiográficas del ventrículo izquierdo y la fracción de expulsión no encontraron evidencia de un vaciamiento cardiaco progresivo previo al síncope; y Liu y colaboradores [39], usando medidas del esfuerzo y engrosamiento de la pared segmental del ventrículo izquierdo, no encontraron evidencia de la activación de mecanorreceptores en esta cámara.
La interrupción abrupta de la actividad nerviosa simpática de la vasculatura de los músculos esqueléticos, representando una “caída” simpática, ha sido considerado un paso importante para la vasodilatación que lleva a la hipotensión. Estudios previos mostraron que previo al síncope vasovagal, la actividad simpática eferente medida con microneurografía, disminuía progresivamente o era interrumpida de forma abrupta [40]. Esta reducción en la actividad simpática estuvo directamente relacionada con la presión arterial media, mientras que la actividad parasimpática medida por análisis espectral de la variabilidad de la frecuencia cardiaca permaneció por debajo de lo basal, sugiriendo que el control simpático de la resistencia periférica total fue el mecanismo responsable del síncope vasovagal. Morillo y colaboradores [23] demostraron que durante ≈100 segundos antes del establecimiento del presíncope, las presiones sistólica y diastólica y la actividad simpática de los nervios musculares tendía a bajar (p=0,015, 0,054 y 0,19). Cuando se estableció el presíncope, la microneurogafía promedio y la presión arterial bajaron de forma abrupta. Este estudio estableción el concepto de “retiro simpático” como el principal mecanismo que precede al síncope vasovagal. Mosqueda-Garcia y colaboradores [33] encontraron que el incremento inicial en la actividad simpática (medido por la microneurografía) en respuesta a los cambios en el volumen circulatorio en el ortostatismo, fue diferente entre los pacientes con síncope vasovagal y los controles: estuvo reducida en el primer grupo. Estos pacientes también mostraron una reducción en el incremento máximo en la microneurografía y noradrenalina plasmática que fueron inadecuados para compensar el descenso significativo en la presión arterial. Esta respuesta fue seguida por la inactividad nerviosa y la aparición del síncope. Estos autores también observaron reducciones significativas en las respuestas barorreflejas en pacientes que estuvieron en decúbito; ellos postularon por lo tanto que una disminución en la respuesta barorrefleja podría explicar la incapacidad de estos pacientes para incrementar actividad simpática eferente en respuesta a una caída en la presión arterial. Estos resultados coinciden con los presentados por Bechir y colaboradores [41], quienes también encontraron que pacientes con síncope vasovagal también presentaron una respuesta barorrefleja disminuida durante el reto ortostático y la microneurografía. De forma interesante, estos pacientes tuvieron un tono simpático incrementado en condiciones basales. Este incremento en la modulación del tono simpático vasomotor basal podría depletar su reserva y prevenir el incremento del tono simpático vasomotor eferente para apoyar a las resistencias periféricas durante el estrés ortostático. Sin embargo, observaciones hechas por Vaddadi y colaboradores [42], desacreditan la idea de que el “gatillo” final responsable para una reacción vasovagal ortostática es la inhibición del sistema nervioso simpático, mostrando que la actividad simpática eferente (medida por microneurografía) permaneció normal en nueve de diez pacientes. En estas circunstancias, una hipótesis alterna podría ser que la reducción en la fracción de expulsión es el evento fisiológico predominante que causa la hipotensión. En un estudio reciente conducido en 56 pacientes con sospecha de síncope vasovagal, bajo una prueba de inclinación, se observó una reducción del 50% en la fracción de expulsión, mientras que las resistencias vasculares sistémicas permanecieron estables hasta que se presentó el presíncope [43].
Desórdenes funcionales de las proteínas de los nervios simpáticos
Vaddadi y colaboradores [44] compararon dos grupos de pacientes con síncope vasovagal: aquellos con presión arterial normal en decúbito (sistólica>100 mmHg) con aquellos con presión arterial baja en decúbito (sistólica≤ 100 mmHg). Ambos tipos de pacientes tuvieron un amortiguamiento importante de las concentraciones de noradrenalina plasmática (“rebosamiento” o “derrame” de noradrenalina) en respuesta a la prueba de inclinación, indicando una falla en el sistema nervioso simpático para responder al reto ortostático. Para explicar estos resultados, analizaron las proteínas involucradas en la transmisión neural simpática (síntesis, reserva, salida y recaptación de noradrenalina). Pacientes con síncope vasovagal del grupo 1, que estuvieron “normotensos” en el decúbito, mostraron una reducción en la expresión de tirosin hidroxilasa. Esta enzima es responsable de la producción de noradrenalina, así que un nivel bajo de la misma podría explicar la disminución en la concentración de este neurotransmisor. En contraste, pacientes del grupo 2 (hipotensos en decúbito) mostraron concentraciones elevadas del transportador de noradrenalina. Ese último es responsable del aclaramiento de noradrenalina en la hendidura sináptica para terminar la señal nerviosa. Una expresión aumentada del transportador de noradrenalina podría depurar noradrenalina de una forma más rápida, reduciendo la vasoconstricción compensatoria y predisponiendo a hipotensión postural. Más tarde discutiremos los potenciales usos terapéuticos de este hallazgo.
Inervación miocárdica adrenérgica
Kochiadakis y colaboradores [25] mostraron que pacientes con síncope vasovagal tuvieron un alto grado de disturbio en la inervación miocárdica adrenérgica y múltiples defectos en la inervación adrenérgica. El análisis semi-cuantitativo de la inervación adrenérgica mostró un ratio C/M (corazón/mediastino) significativamente más bajo en pacientes sincopales comparado con el grupo control. Por lo contrario, la tasa de aclaramieinto de 123I-MIBG fue significativamente mayor en pacientes con síncope vasovagal. Ellos sugieren un posible predominio de la actividad adrenérgica cardiaca en aquellos con gammagrafía cardiaca anormal MIBG. El decremento en la toma de MIBG pudiera ser una consecuencia indirecta de ya sea noradrenalina circulante crónicamente incrementada o un incremento en la descarga de noradrenalina miocárdica. La tasa de aclaramiento incrementada pudiera también reflejar un aumento en la actividad nerviosa simpática cardiaca.
Genética del sistema nervioso simpático en el síncope vasovagal
Ha sido bien demostrado que pacientes con síncope vasovagal frecuentemente tienen un familiar de primer grado también afectado [45]. Aunque la participación de la genética en el síncope vasovagal ha sido discutida, alguna evidencia sugiere que hay un componente genético mayor: los receptores adrenérgicos. Los estudios muestran una asociación entre prueba de inclinación positiva en pacientes con síncope y la presencia de polimorfismos de dos receptores adrenérgicos, el Arg389Gly de beta-1 [46] y el Arg347Cys del alfa-1a (α1a) [47]. Desgraciadamente, estos hallazgos no se han reproducido.
Betabloqueadores en síncope vasovagal
Basado en la información previamente presentada, no es sorpresa que los betabloqueadores fueran empleados en el tratamiento del síncope vasovagal desde el inicio [48]. Aunque los resultados iniciales en el uso de betabloqueadores en estudios clínicos no controlados o al ser comparados con tratamiento estándar parecieran prometedores, hay varios estudios controlados, comparados con placebo, en los cuales no se ha demostrado un efecto real de estos fármacos (Tabla 2). Sin embargo, es importante describir algunas de las limitaciones de estos estudios. En primer lugar, debe ser considerado que todos los estudios publicados tienen una muestra pequeña; algunos de ellos incluyeron menos de 10 pacientes. También es importante mencionar que el seguimiento fue corto (Tabla 2) en la mayoría de ellos. El único estudio aleatorizado con un tamaño de muestra adecuado fue síndrome de taquicardia postural ortostática [49] y no pudo demostrar ningún beneficio con el uso de betabloqueadores. Sin embargo, debe ser notado que se utilice una dosis fija de metoprolol en todos los pacientes, sin individualizar la dosis, lo que probablemente justifica la ausencia de resultados positivos. Una dosis fija de metoprolol puede afectar los resultados ya que no todos los pacientes lo toleran. En nuestra práctica clínica hemos aprendido que, dependiendo del individuo, algunas veces es necesario empezar con una dosis muy baja de metoprolol (25-50 mg/día) e incrementarla progresivamente cada 2-4 semanas. En el estudio mencionado (Prevention of Syncope Trial, POST), los investigadores incrementaron la dosis de 50 mg a 100 mg dos veces al día en 3-5 días. Esto pudiera explicar la alta incidencia de abandono del estudio en el grupo que tomó metoprolol (22%). Sin embargo, un subanálisis del estudio mostró que el metoprolol fue efectivo en pacientes mayores de 42 años [50]. Apoyando este descubrimiento, Benditt y colaboradores [51] reportaron que en estos pacientes las diferencias relacionadas con la edad estuvieron relacionadas con la cantidad de catecolaminas circulantes. Ellos encontraron que aunque las concentraciones basales de adrenalina y noradrenalina fueron similares en sujetos jóvenes y en aquellos mayores de 40 años, el ratio de adrenalina y noradrenalina incrementó mucho en pacientes jóvenes. Basado en estos descubrimientos, actualmente está en curso un estudio placebo-controlado sobre el uso de metoprolol en sujetos con síncope vasovagal mayores de 40 años [52]. En una revisión, Raj y Coffin [53], propusieron que los betabloqueadores pueden ser una opción terapéutica razonable para pacientes con síncope vasovagal e hipertensión arterial sistémica.

Tabla 2. Resumen de estudios de betabloqueadores (BB) en el sincope vasovagal.*

Vyas y colaboradores [54] publicaron un metanálisis de todos los estudios sobre diferentes opciones de tratamiento en el síncope vasovagal. Se incluyeron trece estudios en el análisis de pacientes tratados con betabloqueadores. En este metanálisis hubo diferencias significativas a favor de los betabloqueadores cuando se lanzaron los 13 estudios. Una revisión sistemática de la literatura mostró que el tratamiento con betabloqueadores fue significativamente mejor en comparación con la terapia estándar. Sin embargo, no se encontraron diferencias en todos los estudios al compararlos con placebo, otros fármacos o marcapasos [55].
Propiedades farmacológicas de los betabloqueadores y su efecto en el síncope vasovagal
Algunos aspectos que no pueden ser cubiertos por el metanálisis y revisiones sistemáticas con las diferentes propiedades farmacológicas de los betabloqueadores. El factor más relevante en sujetos con síncope vasovagal es la actividad simpática intrínseca, lo cual limita el efecto de bradicardia de algunos betabloqueadores tal como el pindolol. Aunque este efecto puede ser útil para evitar más bradicardia en sujetos con tendencia a frecuencia cardiaca baja, también puede estar asociado con palpitaciones, lo cual puede limitar su uso. A este respecto, la titulación de la dosis es un factor muy importante que no se ha tomado en cuenta en estudios previos. También es importante para la especificidad a los órganos objetivo de los betabloqueadores. Las diferencias entre antagonistas no selectivos (con o sin actividad alfa antagonista) en comparación con el selectivo beta-antagonista-1 tampoco han sido abordados de forma adecuada. El uso de agentes con actividad vasodilatadora arteriolar (ej. labetalol, carvedilol, nebivolol) puede ser más util en el subgrupo de pacientes que también sufren de hipertensión reactiva, pero podría dañar a pacientes propensos a presión arterial baja. Finalmente, la afinidad de algunso betabloqueadores, tal como pindolol, para el subtipo de receptors de serotonina 1A (5-HT1A) para depresión pudiera también ser parte del efecto en el síncope vasovagal [56].
Inhibidores de la recaptación de noradrenalina en síncope vasovagal
Como se mencionó, la recaptación de noradrenalina en la hendidura sináptica, hecha posible por el transportador de noradrenalina, es el mecanismo principal de inactivación de esta catecolamina. Por lo tanto, la acción del transportador de noradrenalina es un factor clave en su regulación. Concentraciones aumentadas del transportador de noradrenalina o un incremento en su función resultarían en una inactivación mayor de noradrenalina y viceversa (una disminución en su concentración o menor actividad del transportador de noradrenalina implicaría mayor acción de los receptores adrenérgicos). En un caso con síndrome de taquicardia postural ortostática, Goldstein y colaboradores [57] encontraron una mutación que disminuyó la función del transportador de noradrenalina en 98%, demostrando por primera vez una relación entre una función disminuida de este transportador con hiperactividad simpática clínica, manifestada por taquicardia postural.
Por otro lado, una actividad incrementada del transportador de noradrenalina, aclarando más rápidamente el neurotransmisor, reduciría la vasoconstricción compensadora predisponiendo a hipotensión ortostática. Esta posibilidad teórica es apoyada por diversos estudios. Schroeder y colaboradores [58] mostraron una mejor tolerancia a la prueba de inclinación bajo tratamiento con inhibidor del transportador de noradrenalina (reboxetina) comparada con placebo en 18 sujetos sanos. La reboxetina es un fármaco que es usado como antidepresivo. Bajo placebo, ocurrió una reacción vagal en el 50% de los individuos (9 de 18), mientras que sólo un individuo sufrió desmayo (5%) bajo reboxetina. Expandieron su observación con 51 sujetos sanos sin historia de síncope [59]. En este grupo, compararon dos inhibidores del transportador de noradrenalina: sibutramina (un fármaco usado para pérdida de peso) o reboxetina. Mostraron nuevamente una mayor tolerancia al ortostatismo pasivo durante la prueba de inclinación; la duración de la prueba antes de que el paciente presentara reacción vagal incrementó de 29 ± 2 a 35 ± 1 min (p = 0,001) cuando el sujeto estaba bajo el efecto de cualquiera de estos dos inhibidores. Una excelente revisión de estos hallazgos y sus implicaciones fue expuesto por el principal autor de estos trabajos en el 2012 [60]. Sheldon y colaboradores [61] reportaron que cinco de siete pacientes muy sintomáticos con múltiple recurrencia de síncope vasovagal (32 eventos en promedio por mes) tratados con sibutramina mostraron una reducción en la frecuencia de desmayos por más del 50%.
Se retiró la sibutramina del mercado en muchos países, incluyendo México, al mostrar un estudio incremento en la tasa de eventos cardiovasculares (infarto agudo al miocardio y evento vascular cerebral) en personas con enfermedad cardiaca previa. Ramírez y colaboradores [62] reportaron que la atomoxetina, un inhibidor del transportador de noradrenalina aprobado para el tratamiento del déficit de atención, podía incrementar la presión arterial en individuos con falla autonómica. La atomoxetina fue aún mejor que la midodrina en mejorar la presión arterial al adoptar la posición ortostática en un grupo de 65 pacientes con falla autonómica severa (causado por enfermedad de Parkinson, atrofia múltiple sistémica o falla autonómica pura). Por lo tanto, la atomoxetina podría ser una opción terapéutica para síncope vasovagal dada su disponibilidad en muchos países en la posibilidad de utilizar dosis pediátricas.
Conclusiones
Al momento, los betabloqueadores son considerados un placebo porque no hay evidencia fuerte sobre su uso. Sin embargo, se necesitan con urgencia más estudios sobre el uso de betabloqueadores en síncope vasovagal basados en la información presentada en este documento y en el hecho de que aún son usados en la práctica clínica dada la excelente respuesta reportada por expertos clínicos. Un estudio multicéntrico (POST-5) se está llevando a cabo en un intento de probar esta hipótesis. Estudios recientes en la inhibición de la recaptación de noradrenalina con agentes específicos han mostrado resultados prometedores en esta entidad y ameritan más investigación.
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El síncope vasovagal.

El síncope vasovagal.
El síncope vasovagal es un tipo de intolerancia ortostática. Este término se usa para referirse al síncope que resulta de mecanismos reflejos asociados con vasodilatación inapropiada y grados variables de bradicardia. También es conocido como síncope reflejo, síncope neurocardiogénico o síncope neuralmente mediado.
El síncope es un problema clínicamente significativo, responsable del 1% de las admisiones hospitalarias y 3% de las visitas a las salas de urgencias, con una morbilidad y mortalidad superior al 7% [3],[4]. El síncope es una manifestación de diferentes procesos y por lo tanto debe ser visto como un síntoma y no una enfermedad, y debe ser clasificado de acuerdo a la causa de base.
El 40% de la población general sufre de al menos un episodio de síncope a lo largo de su vida [6]. El síncope vasovagal es el tipo más común de síncope. La incidencia pico se da en la adolescencia. La mayoría de los pacientes con síncope vasovagal son mujeres jóvenes entre 15 y 45 años de edad. El síncope vasovagal puede ser resultado de algún tipo de estrés emocional (el cual se comporta como gatillo) o cambio de postura, tal como el adoptar de forma repentina la posición de pie. El síncope vasovagal generalmente va precedido por sensación de mareo, debilidad, náusea, diaforesis o problemas visuales. Es interesante remarcar que el síncope vasovagal, síndrome de taquicardia postural ortostática, el síndrome de fatiga crónica y la fibromialgia tienen una causa de base en común: una disfunción del sistema nervioso autónomo, y por lo tanto se agrupan en un término: “Disautonomías” [7],[8]. El sistema nervioso autónomo regula funciones fisiológicas que no dependen de la consciencia (digestión, frecuencia cardiaca, presión arterial, etcétera). Consiste en dos subsistemas: el simpático y el parasimpático (o vagal). El primero es un estimulante de funciones neurovegetativas mientras que el segundo las deprime. Son tradicionalmente vistos como sistemas antagonistas y normalmente están en equilibrio: si uno está activo el otro es inhibido para compensar. Cuando se pierde este balance, pueden aparecer diversos síntomas incluyendo disnea, taquicardia, fatiga, parestesia, mareo, dolor muscular, síndrome de intestino irritable, dolor torácico, ansiedad, depresión y/o síncope. La manifestación del síncope y la presencia de manifestaciones clínicas de intolerancia ortostática (fatiga, mareo, etcétera) son de gran importancia y magnitud puesto que pueden conducir a una incapacidad [9]; por lo tanto, cualquier intento para disminuirlos o evitarlos debe ser tomado en consideración .
Fisiopatología del síncope vasovagal

Existen resultados controversiales respecto a parámetros basales del tono autonómico entre pacientes con síncope y los controles (individuos sanos). La Tabla 1 [23],[24],[25],[26],[27] muestra una lista de estudios que incluyen dominios de tiempo y frecuencia, variabilidad de frecuencia cardiaca y microneurografía. La mayoría han fallado en demostrar una diferencia en los valores medios de los índices de variabilidad de frecuencia cardiaca entre sujetos normales y pacientes con síncope vasovagal. Solamente Shim et al [27] encontraron evidencia de un incremento en el tono vagal basal en niños con síncope vasovagal.
Estar de pie debería es un esfuerzo para nuestras capacidades reguladoras de la circulación; y para ello se requiere el buen funcionamiento del corazón, los vasos sanguíneos, y el sistema nervioso autónomo estén intactos. También es relevante un volumen sanguíneo adecuado y la habilidad de los músculos esqueléticos de las piernas para comprimir las venas y facilitar el regreso de la sangre al corazón. El cambio de la posición decúbito a ortostática resulta en la acumulación de 300 a 800 ml de sangre en las extremidades inferiores y la circulación esplácnica, causando hipovolemia central, debido a una disminución en el retorno venoso al corazón con reducción concomitante del llenado ventricular izquierdo (precarga), con caída transitoria del volumen de salida del ventrículo izquierdo y la presión arterial.
La actividad del sistema nervioso simpático es regulada en primer lugar por mecanorreceptores (barorreceptores), los cuales detectan cambios en la presión arterial, y en un grado menor por quimiorreceptores. Los barorreceptores arteriales (receptores de alta presión) están localizados en el seno carotideo y arco aórtico, y los barorreceptores cardiopulmonares (receptores de baja presión) en las grandes venas, aurículas (receptores A y B, reflejo de Bainbridge [un incremento en la presión o una distención aumentada de la aurícula derecho causa aceleración del latido cardiaco, también llamado “efecto Bainbridge”]), y ventrículos (reflejo Bezold-Jarisch). En estos mecanorreceptores, los canales iónicos son activados por estiramiento y modulan la actividad eferente simpática mandando información aferente al núcleo del tracto solitario (tractus solitarius) [29].
Los barorreceptores responden a la disminución en el retorno venoso y presión arterial que ocurre al momento de tomar la posición de pie con un incremento en la actividad simpática eferente y una disminución en el tono p arasimpático, lo cual resulta en un incremento de la frecuencia cardiaca e inotropismo, así como vasoconstricción arterial periférica. Por lo tanto, la hipovolemia central transitoria con una caída transitoria concomitante del volumen de salida del ventrículo izquierdo resulta en una distención más baja de los barorreceptores del seno carotídeo y el arco aórtico, con una reducción de la actividad barorrefleja aferente al tronco cerebral, con una consecuente activación simpática eferente e inhibición parasimpática que finalmente incrementa la frecuencia cardiaca y la resistencia vascular periférica, en un intento, por lo general exitoso, de restaurar el volumen de salida cardiaco y la presión arterial. Para ayudar a minimizar la reducción en la presión arterial ortostática, se ha descrito un incremento en la reabsorción de fluidos asociada con un incremento en resistencias periféricas totales [30],[31]. Tras una recuperación de la caída inicial de la presión arterial durante el ortostatismo, el volumen sanguíneo disminuye lentamente debido a la filtración microvascular.
En condiciones normales, el estrés ortostático evoca vasoconstricción compensatoria en múltiples lechos vasculares incluyendo los músculos esqueléticos. La actividad de los nervios simpáticos de los músculos se podría registrar en los humanos por microneurografía; se trata de una evaluación directa de la actividad nerviosa simpática en individuos conscientes [32] y está estrechamente ligada a la presión arterial vía el mecanismo barorreflejo de cada persona. En respuesta a una inclinación progresiva, en individuos sanos esta actividad simpática incrementa y se correlaciona con el grado de inclinación [33].
La correlación estrecha entre la frecuencia cardiaca y la concentración de adrenalina plasmática descrita por Jacob [34] sugiere que esto puede provocar el incremento en la frecuencia cardiaca durante los primeros minutos del reto ortostático. El incremento en las concentraciones plasmáticas de noradrenalina estimula los receptores alfa-1 adrenérgicos e induce vasoconstricción. El incremento en la actividad de renina y aldosterona ejerce múltiples efectos compensatorios para mantener la postura: incremento en la reabsorción tubular renal de sodio, vasoconstricción directa y facilitamiento de la descarga de noradrenalina actuando en neuronas noradrenérgicas presinápticas, y posiblemente en el sistema nervioso central.
Dada la importancia del sistema nervioso simpático en regular la respuesta a los cambios posturales, se ha considerado que diversos grados de disfunción simpática están involucrados en la intolerancia ortostática. Los primeros estudios en investigar la fisiopatología del síncope vasovagal mostraron que un reflejo paradójico y compensatorio estaba involucrado. La llamada “teoría ventricular” postula que los barorreceptores reaccionan a la disminución en la presión arterial con una activación del sistema nervioso simpático, causando una mayor respuesta inotrópica y cronotrópica, así como vasoconstricción periférica La interrupción abrupta de la actividad nerviosa simpática de la vasculatura de los músculos esqueléticos, representando una “caída” simpática, ha sido considerado un paso importante para la vasodilatación que lleva a la hipotensión. Estudios previos mostraron que previo al síncope vasovagal, la actividad simpática eferente medida con microneurografía, disminuía progresivamente o era interrumpida de forma abrupta [40]. Esta reducción en la actividad simpática estuvo directamente relacionada con la presión arterial media, mientras que la actividad parasimpática medida por análisis espectral de la variabilidad de la frecuencia cardiaca permaneció por debajo de la opinión y que lo basal, sugiriendo que el control simpático de la resistencia periférica total fue el mecanismo responsable del síncope vasovagal. En un estudio reciente conducido en 56 pacientes con sospecha de síncope vasovagal, bajo una prueba de inclinación, se observó una reducción del 50% en la fracción de expulsión, mientras que las resistencias vasculares sistémicas permanecieron estables hasta que se presentó el presíncope [43].
Luego a para Vaddadi y colaboradores [44] compararon dos grupos de pacientes con síncope vasovagal: aquellos con presión arterial normal en decúbito (sistólica>100 mmHg) con aquellos con presión arterial baja en decúbito (sistólica≤ 100 mmHg). Una expresión aumentada del transportador de noradrenalina podría depurar noradrenalina de una forma más rápida, reduciendo la vasoconstricción compensatoria y predisponiendo a hipotensión postural.
Kochiadakis y colaboradores [25] mostraron que pacientes con síncope vasovagal tuvieron un alto grado de disturbio en la inervación miocárdica adrenérgica y múltiples defectos en la inervación adrenérgica. La tasa de aclaramiento incrementada pudiera también reflejar un aumento en la actividad nerviosa simpática cardiaca.
Los pacientes con síncope vasovagal frecuentemente tienen un familiar de primer grado también afectado [45]. Aunque la participación de la genética en el síncope vasovagal ha sido discutida, alguna evidencia sugiere que hay un componente genético mayor: los receptores adrenérgicos. Los estudios muestran una asociación entre prueba de inclinación positiva en pacientes con síncope y la presencia de polimorfismos de dos receptores adrenérgicos, el Arg389Gly de beta-1 [46] y el Arg347Cys del alfa-1a (α1a) [47]. Desgraciadamente, estos hallazgos no se han reproducido.
Los betabloqueadores fueran empleados en el tratamiento del síncope vasovagal desde el inicio [48]. Pero todos los estudios publicados tienen una muestra pequeña; algunos de ellos incluyeron menos de 10 pacientes. También es importante mencionar que el seguimiento fue corto (Tabla 2) en la mayoría de ellos. El único estudio aleatorizado con un tamaño de muestra adecuado fue síndrome de taquicardia postural ortostática [49] y no pudo demostrar ningún beneficio con el uso de betabloqueadores. y Coffin [53], propusieron que los betabloqueadores pueden ser una opción terapéutica razonable para pacientes con síncope vasovagal e hipertensión arterial sistémica.
Vyas y colaboradores [54] publicaron un metanálisis de todos los estudios sobre diferentes opciones de tratamiento en el síncope vasovagal. Se incluyeron trece estudios en el análisis de pacientes tratados con betabloqueadores. En este metanálisis hubo diferencias significativas a favor de los betabloqueadores cuando se lanzaron los 13 estudios. Una revisión sistemática de la literatura mostró que el tratamiento con betabloqueadores fue significativamente mejor en comparación con la terapia estándar. Sin embargo, no se encontraron diferencias en todos los estudios al compararlos con placebo, otros fármacos o marcapasos [55].
Algunos aspectos que no pueden ser cubiertos por el metanálisis y revisiones sistemáticas con las diferentes propiedades farmacológicas de los betabloqueadores. El factor más relevante en sujetos con síncope vasovagal es la actividad simpática intrínseca, lo cual limita el efecto de bradicardia de algunos betabloqueadores tal como el pindolol. Aunque este efecto puede ser útil para evitar más bradicardia en sujetos con tendencia a frecuencia cardiaca baja, también puede estar asociado con palpitaciones, lo cual puede limitar su uso. A este respecto, la titulación de la dosis es un factor muy importante que no se ha tomado en cuenta en estudios previos. También es importante para la especificidad a los órganos objetivo de los betabloqueadores. Las diferencias entre antagonistas no selectivos (con o sin actividad alfa antagonista) en comparación con el selectivo beta-antagonista-1 tampoco han sido abordados de forma adecuada. El uso de agentes con actividad vasodilatadora arteriolar (ej. labetalol, carvedilol, nebivolol) puede ser más util en el subgrupo de pacientes que también sufren de hipertensión reactiva, pero podría dañar a pacientes propensos a presión arterial baja. Finalmente, la afinidad de algunso betabloqueadores, tal como pindolol, para el subtipo de receptors de serotonina 1A (5-HT1A) para depresión pudiera también ser parte del efecto en el síncope vasovagal [56].
La recaptación de noradrenalina en la hendidura sináptica, hecha posible por el transportador de noradrenalina, es el mecanismo principal de inactivación de esta catecolamina. Por lo tanto, la acción del transportador de noradrenalina es un factor clave en su regulación. Concentraciones aumentadas del transportador de noradrenalina o un incremento en su función resultarían en una inactivación mayor de noradrenalina y viceversa (una disminución en su concentración o menor actividad del transportador de noradrenalina implicaría mayor acción de los receptores adrenérgicos). En un caso con síndrome de taquicardia postural ortostática, Goldstein y colaboradores [57] encontraron una mutación que disminuyó la función del transportador de noradrenalina en 98%, demostrando por primera vez una relación entre una función disminuida de este transportador con hiperactividad simpática clínica, manifestada por taquicardia postural.
Por otro lado, una actividad incrementada del transportador de noradrenalina, aclarando más rápidamente el neurotransmisor, reduciría la vasoconstricción compensadora predisponiendo a hipotensión ortostática. Esta posibilidad teórica es apoyada por diversos estudios. Schroeder y colaboradores [58] mostraron una mejor tolerancia a la prueba de inclinación bajo tratamiento con inhibidor del transportador de noradrenalina (reboxetina) comparada con placebo en 18 sujetos sanos. La reboxetina es un fármaco que es usado como antidepresivo. Bajo placebo, ocurrió una reacción vagal en el 50% de los individuos (9 de 18), mientras que sólo un individuo sufrió desmayo (5%) bajo reboxetina. Expandieron su observación con 51 sujetos sanos sin historia de síncope [59]. En este grupo, compararon dos inhibidores del transportador de noradrenalina: sibutramina (un fármaco usado para pérdida de peso) o reboxetina. Mostraron nuevamente una mayor tolerancia al ortostatismo pasivo durante la prueba de inclinación; la duración de la prueba antes de que el paciente presentara reacción vagal incrementó de 29 ± 2 a 35 ± 1 min (p = 0,001) cuando el sujeto estaba bajo el efecto de cualquiera de estos dos inhibidores. Una excelente revisión de estos hallazgos y sus implicaciones fue expuesto por el principal autor de estos trabajos en el 2012 [60]. Sheldon y colaboradores [61] reportaron que cinco de siete pacientes muy sintomáticos con múltiple recurrencia de síncope vasovagal (32 eventos en promedio por mes) tratados con sibutramina mostraron una reducción en la frecuencia de desmayos por más del 50%.
Se retiró la sibutramina del mercado en muchos países, incluyendo México, al mostrar un estudio incremento en la tasa de eventos cardiovasculares (infarto agudo al miocardio y evento vascular cerebral) en personas con enfermedad cardiaca previa. Ramírez y colaboradores [62] reportaron que la atomoxetina, un inhibidor del transportador de noradrenalina aprobado para el tratamiento del déficit de atención, podía incrementar la presión arterial en individuos con falla autonómica. La atomoxetina fue aún mejor que la midodrina en mejorar la presión arterial al adoptar la posición ortostática en un grupo de 65 pacientes con falla autonómica severa (causado por enfermedad de Parkinson, atrofia múltiple sistémica o falla autonómica pura). Por lo tanto, la atomoxetina podría ser una opción terapéutica para síncope vasovagal dada su disponibilidad en muchos países en la posibilidad de utilizar dosis pediátricas.
Conclusiones
Los betabloqueadores son considerados un placebo porque no hay evidencia fuerte sobre su uso. Sin embargo, se necesitan con urgencia más estudios sobre el uso de betabloqueadores en síncope vasovagal basados en la información presentada en este documento y en el hecho de que aún son usados en la práctica clínica dada la excelente respuesta reportada por expertos clínicos. Un estudio multicéntrico (POST-5) se está llevando a cabo en un intento de probar esta hipótesis. Estudios recientes en la inhibición de la recaptación de noradrenalina con agentes específicos han mostrado resultados prometedores en esta entidad y ameritan más investigación.

Lactato y cáncer

EL LACTATO PUEDE PROVOCAR CÁNCER

En 2017 los investigadores Iñigo San Millán, de la Universidad de Colorado Springs, y George Brooks, de la Universidad de Berkeley, publicaron la hipótesis de que el lactato jugaba un papel muy importante en el desarrollo del cáncer. De hecho, San Millán y Brooks declaraban en ese momento que el lactato era el único componente metabólico presente y necesario en todas las etapas del cáncer.
En su hipótesis, los científicos explicaron el efecto Warburg por primera vez. Este efecto fue descubierto por el premio Nobel Otto Warburg en 1923 y asociaba exceso de lactato en el cuerpo con cáncer. Sin embargo, no se sabía el porqué de esa presencia. San Millán y Brooks descubrieron que el lactato se producía para desarrollar cáncer.
Los investigadores han seguido trabajando en esa línea y han conseguido demostrar su hipótesis: el lactato que se acumula (el que se relaciona con el cáncer) activa los principales genes mutados involucrados en el crecimiento y proliferación del cáncer. “De hecho, si estos genes mutados no están expuestos al lactato, tienen difícil el cometido de producir cáncer. Por ejemplo, el premio Nobel del año pasado se lo han dado a tres investigadores por su trabajo en el factor de transcripción HIF-1 el cual, cuando está mutado, es elemento fundamental en el desarrollo de muchos cánceres. Todavía no está muy claro qué activa la producción del HIF-1 en cáncer. En nuestro estudio hemos descubierto que el lactato regula directamente la expresión de HIF-1 entre un 290-480%”, nos cuenta San Millán.
Los resultados del nuevo estudio han sido recientemente publicados en la revista Frontiers in Oncology. En esta investigación los científicos expusieron células de mama humanas cancerosas a glucosa y se produjo lactato. Este aumentó la expresión de todos los principales genes mutados involucrados en el cáncer de mama entre un 150-800%.
Ahora, San Millán y su equipo están reproduciendo este estudio en otros cánceres como el de pulmón de células pequeñas y el de pulmón no microcítico. Están encontrando resultados similares al de mama.
El lactato es fundamental para el crecimiento del tumor ya que activa los principales genes mutados involucrados en el crecimiento y proliferación del cáncer.

Pero ¿qué es exactamente el lactato o ácido láctico? ¿Cómo funciona? ¿Qué lo produce? Vayamos por partes… El lactato es un producto que se obtiene de la combustión de la glucosa (bien obtenida de los alimentos que ingerimos, bien por la movilización del glucógeno almacenado en los músculos y el hígado) y que las células consumen para obtener energía. Es más, el lactato es una de las mayores fuentes de energía de las células. Destacar que cerebro y corazón son dos de los grandes consumidores de lactato de nuestro organismo.
Sobre cómo funciona el lactato, San Millán nos lo resume: “La dinámica del lactato es muy estable en general. Entra en las células y se convierte en energía pero no se acumula. Sin embargo, en el cáncer, parte de ese lactato se convierte en energía pero la mayoría se acumula constantemente en el sitio donde el tumor se produce. Lo que hemos descubierto es que este lactato que se acumula es fundamental para el crecimiento del tumor ya que activa los principales genes mutados involucrados en el crecimiento y proliferación del cáncer”.
Cuando hacemos ejercicio también producimos lactato, lo que nos podría llevar a pensar que con su práctica estaríamos avivando al cáncer. Pues bien, no hay nada que temer pues tal y como nos indica el investigador español, el lactato que fabricamos mientras corremos, jugamos al fútbol o nos machacamos en el gimnasio no se acumula sino que se convierte en energía y desaparece del músculo en minutos. Además, este lactato crea respuestas positivas para mejorar el rendimiento y la forma física. “Sin embargo, el lactato en el cáncer se acumula constantemente, no se “recicla” y como hemos demostrado se “desregula” y empieza a activar a los genes involucrados en el cáncer para que prosigan con su función de transformar células normales a células cancerígenas, así como para la función de crecimiento y proliferación del tumor”, nos explica. Así que ya lo sabes, el ejercicio adaptado a las condiciones personales de cada uno y bajo supervisión médica es bueno.
Otra duda que nos surge acerca del lactato es si reduciendo nuestra ingesta de azúcar y de hidratos de carbono, limitaríamos la cantidad de glucosa en nuestro organismo y con ella la posibilidad de que se produzca lactato. La respuesta no es sencilla. Para empezar, el cáncer, cuanto más agresivo es, más glucosa necesita y si esta no se encuentra a su disposición, se la va a robar al cuerpo y a los músculos. Al robar la glucosa de los músculos, se puede producir caquexia, es decir, la pérdida de masa muscular en pacientes con cáncer. De nuevo, cuanto más grave es el cáncer, mayor necesidad de glucosa tiene y mayor caquexia produce. Para que nos entendamos, los músculos se comerían a ellos mismos para producir la glucosa que la enfermedad requiere. “Por tanto hay que tener cuidado en restringir los carbohidratos en pacientes con cánceres ya que podría acentuar la caquexia en muchos de ellos. Estoy acabando un estudio con pacientes de cáncer con el hospital MD Anderson en Houston (el número 1 del mundo en cáncer) y efectivamente, estamos viendo que los pacientes con cáncer más avanzado y caquexia poseen significativamente menos cantidad de glucógeno que los pacientes sin caquexia y los pacientes sin cáncer. Todavía se necesita mucha investigación en este aspecto. No estoy diciendo que hay que aumentar el consumo de glucosa para nada, pero que restringir carbohidratos en estados de cáncer podría ser peligroso”, apunta el investigador español.
Siguientes pasos
El equipo de San Millán y Brooks está ahora tratando de bloquear el lactato y disminuir su producción. “Si logramos bloquear el lactato, acabaríamos con el cáncer ya que este se quedaría sin su “visa” o “pasaporte”. El problema es que todas las células consumen y producen lactato y si bloqueamos de forma sistémica al lactato, muy probablemente sería letal. Por tanto, nos estamos centrando en intentar bloquear exclusivamente el lactato presente en los tumores. De momento, en células de cáncer de mama así como de cáncer de pulmón estamos viendo una reducción in vitro en la proliferación y supervivencia de esas células cancerígenas de entre un 60-85% en tan solo 48h. Ahora hemos pasado a la fase in vivo, hemos implantado estos tumores en ratones y hemos empezado a estudiar la evolución de esos tumores. Estamos ya desarrollando nuevos abordajes para llegar al tumor de forma localizada y bloquear el lactato, aunque como toda la investigación lleva tiempo en probarla y luego en ser terapia exitosa”, concluye San Millán
Bibliografía
Iñigo San Millán, de la Universidad de Colorado Springs, y George Brooks, de la Universidad de Berkeley, publicaron la hipótesis de que el lactato jugaba un papel muy importante en el desarrollo del cáncer

INSTITUTO SMITHSONIANO DESTRUYE LOS ESQUELETOS GIGANTES

INSTITUTO SMITHSONIANO DESTRUYE LOS ESQUELETOS GIGANTES
Nativos junto a un hombre de estatura media.
A finales del siglo XX, The New York Times, London Globe y Scientific American publicaron artículos que divulgaban el descubrimiento de esqueletos humanos gigantescos y concluyeron que los restos se enviaron al Instituto Smithsoniano (Smithsonian) para un estudio adicional. Pero el hecho de que esta evidencia nunca se volvió a ver o divulgar, continúa provocando dudas sobre si el Smithsonian ha destruido los esqueletos gigantes para encubrir una anomalía que pondría en aprietos a la narrativa arqueológica oficial con la que hemos sido programados por las élites y sus gobiernos.

Un El Instituto Smithsoniano es un centro de educación e investigación que posee además un complejo de museos asociado. Está administrado y financiado por el Gobierno de los Estados Unidos, y prácticamente es una extensión del mismo pues su Junta de Regentes está conformada por miembros del Congreso.
El tema de los esqueletos gigantes se ha debatido acaloradamente durante el último siglo o más, y los investigadores han encontrado lo que parece ser una evidencia que corrobora su existencia, mientras que los escépticos dicen que los huesos eran simplemente los de animales prehistóricos masivos, reclasificados por el Smithsonian y exhibidos en museos hasta el día de hoy. Mientras que la evidencia física sigue siendo limitada, hay un rastro aparentemente interminable de sugerencias anecdóticas y escritas de que una raza más grande de humanos caminó por la Tierra.
Breve historia del Instituto Smithsoniano
Aunque no parezca obvio, el Instituto Smithsoniano es una extensión del gobierno de los Estados Unidos con miembros del Congreso que forman parte de su Junta de Regentes. Inicialmente se fundó como “un establecimiento para el aumento y la difusión del conocimiento entre los hombres”, en la dotación del filántropo, químico y mineralogista James Smithson.
Y si bien no es una agencia reguladora, está tan intrínsecamente ligada al gobierno que reclama la inmunidad de las regulaciones estatales y locales, así como la inmunidad de las demandas legales a menos que el Congreso lo autorice.
El Smithsonian se estableció en 1846 y se le encomendó la misión de organizar la historia antropológica de los Estados Unidos. A veces se le conoce como “el ático de la nación”, ya que se han acumulado hasta 154 millones de artículos entre sus innumerables museos, centros de investigación y diversas instalaciones.

Pero al tratarse de una agencia gubernamental que ha estado influyendo en el curso de la historia desde los días eurocéntricos del destino manifiesto, uno debería ser muy escéptico sobre qué tipo de “conocimiento difuso” se ha difundido a través de esta institución, y a qué poderes ha servido.
Richard Dewhurst, autor de Los Gigantes Antiguos que gobernaron América, señala a un hombre llamado John Wesley Powell, quien fue Director de Etnología de los EE.UU. en 1879 y dirigió el Instituto Smithsoniano en sus años nacientes. En su investigación, Dewhurst descubrió lo que él llama la Doctrina Powell, un documento publicado en nombre del Instituto Smithsoniano, que emitió un decreto de que ninguna investigación antropológica debería considerar cualquier charla de tribus perdidas a partir de ahora, mientras que también describe a los nativos como incultos, salvajes, y carente de signos de intelecto superior.
“Por lo tanto, se verá que es ilegítimo utilizar cualquier material pictográfico de una fecha anterior al descubrimiento del continente por parte de Colón con fines históricos”, escribió Powell.
No está claro si esta fue una decisión de Powell o si se debió a instrucciones que le fueron impuestas. Sin embargo, Dewhurst cree que su claro tono de destino manifiesto llevó al subsiguiente encubrimiento en el Instituto Smithsoniano de una antigua raza de gigantes que precedió a los nativos americanos.
Instituto Smithsoniano destruye esqueletos gigantes
Mirando hacia atrás a los recortes de periódicos que datan desde finales de 1800 hasta principios de 1900, Dewhurst encontró una multitud de casos en los que los ciudadanos de áreas dispares del país descubrieron huesos masivos, de origen aparentemente humano. Al informar sobre estos descubrimientos a los medios de comunicación o autoridades, Dewhurst dijo que los ciudadanos desprevenidos pronto recibieron visitas de miembros del Instituto Smithsoniano que no perdieron tiempo en secuestrar los huesos, con la excusa de llevarlos a un museo o centro de investigación. Pero los esqueletos nunca volvieron a verse.
También se pueden encontrar casos de cráneos y esqueletos gigantes en periódicos locales con fotos para arrancar. Tomemos, por ejemplo, esta foto de San Antonio Press que muestra un cráneo gigante junto a dos cráneos normales para la comparación de tamaños.

Vale la pena mencionar que el período de tiempo en el que se encontraron estos restos óseos fue drásticamente diferente al de hoy: el periodismo amarillo era desenfrenado incluso para algunas de las publicaciones que podríamos considerar más estimadas.
¿Esqueletos gigantes nephilim?
La religión también fue un factor dominante en la vida de muchas personas y los intentos de encontrar ejemplos literales de historias bíblicas fueron muy buscados. Este se ha convertido en uno de los principales argumentos en contra de estos relatos, ya que los detractores creen que las personas crearon esqueletos falsificados o confundieron los huesos de la megafauna prehistórica y los grandes animales para los humanos, con la esperanza de que hubieran encontrado pruebas de la existencia de la especie Nephilim del Antiguo Testamento.
¿Gigantes descubiertos alrededor del mundo?
Los Estados Unidos no son el único país en el que se dice que se han encontrado estos supuestos gigantes de la antigüedad. De hecho, hay vestigios que datan de varios milenios, que hablan de encuentros con gigantes vivientes o reliquias que aluden a su existencia.
En la mina de cobre prehistórica más grande del mundo en Gales, hay informes sobre el descubrimiento de miles de martillos gigantes cuyo peso supuestamente está en el rango de los 27 kilogramos.
La validez de esa información es discutible. Aunque si fuera cierto, se requeriría un ser humano más grande y con una fuerza increíble para haber podido manejar una herramienta de este tipo para trabajar en una mina. Un martillo promedio hoy en día no pesa más de 9 kilogramos. Este repositorio, conocido como la mina Great Orme o el “Stonehenge de la minería del cobre”, se remonta a hace unos 3.500 años.
Otro ejemplo más conocido de supuestos gigantes proviene de los escritos del cronista de Ferdinand Magellan, Antonio Pigafetta, quien escribió sobre una raza gigante al descubrir la Patagonia.
“Un día, de repente, vimos a un hombre desnudo de talla gigante en la orilla del puerto, bailando, cantando y arrojando polvo sobre su cabeza”, escribió Pigafetta.
“El capitán general envió a uno de nuestros hombres con el gigante para que realizara las mismas acciones como un signo de paz. Una vez hecho esto, el hombre condujo al gigante a un islote donde el capitán general estaba esperando. Cuando el gigante se presentó ante el capitán general, se maravilló enormemente e hizo señales con un dedo levantado, creyendo que habíamos venido del cielo. Era tan alto que solo llegamos a su cintura, y estaba bien proporcionado.”
Según los escritos de Pigafetta, Magellan y su tripulación intentaron regresar a Italia con dos de los gigantes que habían encontrado, aunque no pudieron sobrevivir al largo viaje de regreso a través del Atlántico.
Los escépticos dicen que las personas a las que se hace referencia en estos relatos probablemente eran miembros de los tehuelches, una tribu nativa que puede haber tenido una estatura ligeramente mayor debido a la fuerza necesaria para sobrevivir en el duro clima de la Patagonia, aunque es cuestionable si tenían una altura mucho mayor que el humano promedio.
Pero, de hecho, hay una serie de fotografías de finales de la década de 1800 que muestran a los miembros de la tribu Ona que habitaban la región de Tierra del Fuego en la Patagonia, en las que se observa claramente que eran significativamente más altos que la mayoría de los humanos, con mujeres 1.98 metros de altura y hombres de más de 2 metros. Nativos ona junto a un hombre de estatura media.

Este relato también ha sido cuestionado ya que algunos dicen que puede haber sido simplemente una instancia de gigantismo, con informes posteriores embellecidos para hacer que los viajes de Magellan parecieran más emocionantes.
Sin embargo, el relato fue confirmado posteriormente por el explorador inglés James Byron, en cuyo relato —publicado por el London Chronicle— menciona haber encontrado una raza de gigantes de dos metros en la Patagonia. Otros escritos de las expediciones de Sir Francis Drake, Francis Fletcher y Sir Thomas Cavendish también informaron sobre imponentes patagones y sus cuerpos fallecidos.
¿Podrían estas tribus nativas corroborar las historias cuestionables de los antiguos exploradores europeos?
¿Todavía escéptico sobre la supuesta existencia de humanos gigantes en la Tierra? Echa un vistazo a este documental A Race of Giants:
El documental “Raza de gigantes”, disponible en Gaia, también expone la existencia de humanos gigantes sobre la Tierra.
UFO – OVNI #proyectoalphacrucis·Monday, December 31, 2018

Personalidad temperamento y carácter

Sobre la personalidad

Una serie de tópicos se repiten el neurobiología y concretamente en psicología de forma que si nos ponemos de acuerdo en la nomenclatura sin duda alguna facilidad en su manejo
En el lenguaje cotidiano frecuentemente se utilizan los términos “personalidad”, “temperamento” y “carácter” de forma intercambiable; sin embargo, desde la Psicología se han establecido límites claros entre estos tres conceptos, que dan cuenta de aspectos diferenciados de la experiencia humana. »
Qué es el temperamento?
Al hablar de temperamento estamos haciendo referencia a la dimensión biológica e instintiva de la personalidad, que se manifiesta antes que el resto de factores. Durante la vida de cualquier persona las influencias ambientales que recibe interactúan con su base temperamental, dando lugar a los rasgos que la caracterizarán y la diferenciarán del resto.
A su vez el temperamento está determinado por la herencia genética, que influye de forma muy notable en el funcionamiento de los sistemas nervioso y endocrino, y modula los distintos neurotransmisores y hormonas. Uno de los aspectos más importante es mantener la alerta cerebral, lo cual también es importante para el desarrollo de la personalidad.
Se generan así variaciones en distintos rasgos y predisposiciones; por ejemplo, la hiperreactividad del sistema nervioso simpático favorece la aparición de sensaciones de ansiedad, mientras que las personas extrovertidas se caracterizan por niveles crónicamente bajos de activación cortical.
En la Antigua Grecia el célebre médico Hipócrates afirmó que la personalidad y la enfermedad humanas dependían del equilibrio o desequilibrio entre cuatro humores corporales: la bilis amarilla, la bilis negra, la flema y la sangre.
En el siglo II d.C., unos 500 años más tarde, Galeno de Pérgamo creó una tipología temperamental que clasificaba a las personas en función del humor predominante. En el tipo colérico predominaba la bilis amarilla, en el melancólico la negra, en el flemático la flema y en el sanguíneo la sangre.
En el siglo XX, Eysenck y Pavlov desarrollaron teorías de personalidad basadas en la biología. Como los modelos de Hipócrates y Galeno, ambos usaron la estabilidad (Neuroticismo-Estabilidad emocional) y la actividad (Extraversión-Introversión) del sistema nervioso central como criterios diferenciadores básicos.
El carácter es el componente aprendido de la personalidad.
En la actualidad en muchos casos no se distingue entre estos elementos, el carácter y la personalidad. De forma que personalidad es la suma de biología y ambiente
En psicología, el término “personalidad” se define como una organización de emociones, cogniciones y conductas que determinan los patrones de comportamiento de una persona. En la formación de la personalidad intervienen tanto la base biológica (temperamento) como las influencias ambientales (carácter).
Cada teoría psicológica sobre la personalidad destaca aspectos diferentes de la experiencia humana.
Con el tiempo, el término “persona” empezó a hacer referencia al individuo como ser diferenciado de su entorno. “Personalidad”, que se derivó de esta palabra, se utiliza desde la Edad Media para describir una serie de características que determinan las tendencias comportamentales de una persona.
Las distintas teorías de la personalidad empezando por Freud

1. Teoría de la personalidad de Freud
Para él, el comportamiento y la personalidad están vinculadas a la existencia de impulsos que necesitamos llevar a la práctica y el conflicto que supone esta necesidad y la limitación que la realidad supone para su cumplimiento.
, Freud proponía que la psique humana estaba estructurada en tres sistemas,
Uno inconsciente,
Uno consciente que es regido por la percepción del mundo exterior y la lógica y el principio de realidad y
Un preconsciente en el que los contenidos inconscientes pueden hacerse conscientes y viceversa.
Freud determina una segunda gran estructura de la personalidad compatible con la anterior, en el que la psique está configurada por tres instancias psíquicas, el Id o Ello, el Yo y el Superyó.
El Ello es nuestra parte más instintiva, que rige y dirige la energía interna en forma de impulsos y de la cual parten todas las demás estructuras.
El Yo sería el resultado de la confrontación de los impulsos y pulsiones con la realidad, siendo una estructura mediadora y en continuo conflicto que emplea diferentes mecanismos para sublimar o redirigir las energías provenientes de los impulsos.
Por último, la tercera instancia es el Superyó o la parte de la personalidad que viene dada por la sociedad y que tiene como principal función juzgar y censurar las conductas y deseos que no son socialmente aceptables.
La personalidad se va construyendo a lo largo del desarrollo, en diferentes fases, en base a los conflictos existentes entre las diferentes instancias y estructuras y los mecanismos de defensa aplicados para intentar resolverlos.
2. Teoría de la personalidad de Jung
Carl Jung proponía que la personalidad estaba configurada por la persona o parte de nuestra personalidad que sirve para adaptarse al medio y que se relaciona con lo que los demás pueden observar y la sombra o la parte en que se incluyen aquellas partes del Yo que no resultan admisibles para el propio sujeto.
3. Teoría fenomenológica de Carl Rogers
Desde una perspectiva humanista-fenomenológica de enfoque clínico, Carl Rogers propone que cada persona tiene su campo fenomenológico o manera de ver el mundo, dependiendo la conducta de dicha percepción.
La personalidad se deriva del autoconcepto o simbolización de la experiencia de la propia existencia, la cual surge de la integración de la tendencia a la actualización o tendencia a mejorarse a sí mismo con las necesidades de sentir amor por parte del entorno y de autoestima derivada del contraste entre su conducta y la consideración o respuesta que reciba esta por por parte del entorno.
4. Teoría de los constructos personales de Kelly
Como ejemplo de teoría de la personalidad derivada del cognitivismo y el constructivismo podemos encontrar la teoría de los constructos personales de Kelly, de enfoque también clínico. Para este autor cada persona tiene su propia representación mental de la realidad y actúa de manera científica intentando dar una explicación a lo que le rodea.
5. Teoría de la personalidad ideográfica de Allport
Allport considera que cada individuo es único en el sentido de que tiene una integración de las diferentes características distinta del resto de personas (se basa en lo ideográfico, en lo que nos hace únicos), así como que somos entes activos que nos enfocamos hacia el cumplimiento de metas.
Un Así, elaboramos maneras de actuar o expresar la conducta que nos permiten adaptarnos al medio. Estos rasgos tienen diferente importancia en función de la influencia que tengan en nuestra conducta, pudiendo ser cardinales, centrales o secundarios.
Un 6. Teoría de la personalidad de Cattell y
La teoría de la personalidad de Raymond Cattell que al igual que Allport y partiendo del análisis del léxico, considera que la personalidad puede entenderse como función de un conjunto de rasgos, los cuales se entienden como la tendencia a reaccionar de determinada manera a la realidad.
Un.
7. Teoría de la personalidad de Eysenck
Desde una posición internalista y factorial centrada en lo biológico, Eysenck genera una de las hipótesis explicativas de la personalidad más importantes desde un enfoque correlacional. Este autor genera el modelo PEN, el cual propone que las diferencias de personalidad se basan en elementos biológicos que permiten procesos como la motivación o la emoción. Un y
La personalidad es una estructura relativamente estable del carácter, el intelecto, el temperamento y el físico, aportando respectivamente cada uno de ellos la voluntad, la inteligencia, la emoción y los elementos biológicos que los permiten.
Y aísla tres factores principales en los cuales pueden agruparse todos los demás, siendo estos el psicoticismo o tendencia a actuar con dureza, el neuroticismo o estabilidad emocional y la extraversión/introversión o focalización en el mundo exterior o interior.
Este autor se mostraba muy organicista y pensaba que el nivel de extraversión dependía de la activación del sistema de activación reticular ascendente o SARA, el neuroticismo del sístema límbico y el psicoticismo, si bien no se ha identificado un correlato claro, tiende a vincularse al nivel de andrógenos o la relación entre dopamina y serotonina.
Los tres factores del modelo PEN integran los diferentes rasgos de personalidad y permiten que el organismo reaccione de determinadas maneras a la estimulación ambiental a partir de respuestas conductuales más o menos específicas y frecuentes.
8. Teoría del Big Five de Costa y McCrae
Otra de las grandes teorías factoriales y basadas en un enfoque léxico (partiendo de la idea de que los términos con los que explicamos nuestro comportamiento permiten tras un análisis factorial establecer la existencia de agrupaciones de características o rasgos de personalidad), el Big Five o teoría de los cinco grandes de Costa y McCrae es uno de los modelos de personalidad más extendidos.
Mediante el análisis factorial este modelo indica la existencia de cinco grandes factores de personalidad que todos tenemos en mayor o menor grado. Se trata del neuroticismo o ajuste emocional, la extraversión como cantidad e intensidad de relaciones personales, la cordialidad como las cualidades vertidas en la interacción, la responsabilidad o toma de conciencia, organización, control y motivación hacia las metas y la apertura a la experiencia o interés en experimentar.
9. El modelo BIS Y BAS de Gray
Gray propone un modelo factorial y de carácter biológico en el que considera que existen dos dimensiones que permiten elementos como la emoción y el aprendizaje, y propone que la ansiedad, como combinación entre introversión y neuroticismo, actuaría como mecanismo inhibidor de la conducta (BIS o Behaviour Inhibition System), mientras que la impulsividad (que equivaldría a una combinación entre extraversión y neuroticismo) actuaría como mecanismo de aproximación y motivación a la acción (BAS o Behaviour Approximation System). Ambos sistemas actuarían en conjunto para regular nuestra conducta.
10. Modelo de Cloninger
Lo constituyen elementos temperamentales, destinados a la evitación del dolor, la dependencia a la recompensa, la búsqueda de novedades y la persistencia, y dependen en General del equilibrio de los lo un y neurotransmisores.
También incorpora elementos del carácter que ayudan a situar al propio yo en en la realidad, siendo estos la cooperación como comportamiento social, la autodirección o autonomía y la autotrascendencia como elemento que nos integra y nos da un papel en el mundo.
11. Teoría del aprendizaje social de Rotter
Este autor considera que el patrón de conducta que empleamos habitualmente es un elemento derivado del aprendizaje y la interacción social.
El potencial de conducta es la probabilidad de realizar determinada conducta en una situación concreta.
12. El enfoque interaccionista
A lo largo de la historia han sido muchos los autores que han una de dos posturas: que la personalidad es algo innato o bien que se deriva del aprendizaje. Sin embargo existe una tercera opción, defendida por autores como Mischel, en la que la personalidad es formada por la interacción entre elementos innatos y los fenómenos que vivimos.
relevantes para cada persona. Y
El trastorno límite de la personalidad “se oculta” tras clínica depresiva y conductas extremas
Conocido también como trastorno de inestabilidad emocional de la personalidad o de la regulación emocional, tiene entre sus objetivos terapéuticos el desarrollo de esa capacidad de regulación emocional por parte del paciente.

El trastorno límite de la personalidad (TLP) se caracteriza por la dificultad que presentan los afectados en la regulación de las emociones, lo que provoca cambios acusados en el estado de ánimo, impulsividad e inestabilidad emocional, así como problemas de autoimagen y a la hora de relacionarse con el entorno.

Esto permite hablar de trastorno de la personalidad grave, que es el más prevalente, y que se produce es la manera en altura y coz por lo que hago yo duerme a ahí no hay is to ley de la hora en que de mi Padre y abuelo de entre un 2 y un 8 por ciento de la población española.
En su desarrollo hay diversos factores interrelacionados, que van desde los biológicos hasta las experiencias traumáticas tempranas, como el abuso físico, el abuso emocional o el abuso sexual; pasando por factores socioculturales, como la raza, la etnia o el estatus socio-económico. También factores familiares como antecedentes de psicopatología en la familia, relaciones de apego interrumpidas y negligencias, aunque, como matiza Mercedes Jorquera, psicóloga clínica y responsable del centro Ita Previ de Valencia, las vivencias de la infancia y la adolescencia “condicionan, pero no determinan” el desarrollo de un TLP.
Los síntomas de un trastorno límite de la personalidad, , “se ocultan” generalmente tras una clínica depresiva acompañada de conductas muy extremas: “de repente pasan mucho tiempo fuera de casa, cambian bruscamente de imagen, manifiestan tristeza y hacen comentarios muy llamativos acerca de la muerte que erróneamente ignoramos y calificamos como llamadas de atención”.
No todos los pacientes presentan la misma sintomatología”, pero sí que existen una serie de síntomas que pueden alertar a las familias. Entre ellos destaca las autolesiones, los intentos de suicidio, la impulsividad en áreas como las compras o el consumo de sustancias (alcohol, cannabis…), los atracones de comida, la conducción temeraria, la ira inapropiada, los enfados constantes o las peleas físicas, y el miedo intenso al abandono, que “condicionan y repercuten gravemente en la vida de la persona en sus diferentes áreas: familiar, social, educativa, de pareja, etc.”.
Abordaje del TLP
El trastorno límite de la personalidad también es conocido como trastorno de inestabilidad emocional de la personalidad o trastorno de la regulación emocional, uno de los objetivos del tratamiento será ayudar al paciente en el desarrollo de esa capacidad de regular sus emociones Lo cual supone gran esfuerzo de: entrenar a la persona en habilidades que le permitan regular la intensidad de las emociones y sustituir las conductas impulsivas asociadas a la inestabilidad por conductas funcionales”, sostiene.
Esto requiere un gran esfuerzo y presteza, como el abordaje de diferentes áreas, como las habilidades de tolerancia al malestar, “que ayudarán a la persona a afrontar de una forma más eficaz los acontecimientos dolorosos que puedan suceder, como, por ejemplo, las pérdidas importantes”; o las habilidades interpersonales, que dotan al paciente de herramientas “para establecer relaciones sanas con los demás y no basadas en la dependencia”.
El hecho de que el TLP tenga comorbilidad con otros trastornos psicológicos y psiquiátricos (trastornos alimentarios, adicciones, depresión o ansiedad, trastorno de estrés postraumático, etc.), “aumenta”, según Rivera, la complejidad del tratamiento, aunque como aclara el director del Centro Ita ABB Málaga, los profesionales sanitarios están familiarizados con la sintomatología comórbida y conocen la importancia “fundamental” de trabajar también con estos síntomas “para que la recuperación sea efectiva”.
La familia General son un gran contexto/ambiente y puede ejercer influencia en el desarrollo y el mantenimiento de un trastorno límite de la personalidad, por lo que, “el cambio tanto de la familia como del paciente va a ser necesario para observar mejoría en el segundo”.
Rivera, asegura que un entorno (familiar, social y laboral) que comprende al paciente va a beneficiar una evolución más favorable de éste. “Por ello los programas de tratamiento específicos para las personas que sufren TLP incluyen al entorno como una parte importante de los mismos”, argumenta.
Por ello, también, salvo que la gravedad del paciente indique lo contrario, los tratamientos del TLP suelen ser domiciliarios y no hospitalarios para interferir lo menos posible en la vida de la persona. Y es que, como añade Rivera, cuando una persona se mueve en su entorno natural los profesionales de salud mental “podemos trabajar mejor con las dificultades que se encuentra en su día a día”.
En cualquier caso, añade el psicólogo, hablamos de tratamientos “muy complejos y que requerirán tiempo” para la estabilización del paciente. Ese tiempo, por su parte, vendrá muy determinado por la predisposición que muestre el paciente hacia su recuperación y por la evolución de cada caso en concreto.
La evolución de los pacientes con TLP “es variable”: “Se ha descrito una tendencia a la mejoría a lo largo del tiempo de modo que a partir de la cuarta o quinta década de la vida se logra una cierta estabilidad en las relaciones personales y en el funcionamiento laboral”. Aunque existe una elevada tasa de abandono, lo que en algunos casos implicaría un pronóstico negativo”.

Referencias biblliográficas:
Church, A.T. (2000). Culture and personality: Toward an integrated cultural trait psychology. Journal of Personality, 68(4), 651–703.
Corr, Philip J.; Matthews, Gerald. (2009). The Cambridge handbook of personality psychology (1. publ. ed.). Cambridge: Cambridge University Press.
Harris, Judith Rich (1995). Where is the child’s environment? A group socialization theory of development. Psychological Review. 102 (3).
Bermúdez, J. (2004). Psicología de la personalidad. Teoría e investigación. (Vol I y II). Unidad Didáctica de la UNED. Madrid.
Hermangómez, L. & Fernández, C.(2012). Psicología de la Personalidad y Diferencial. Manual CEDE de Preparación PIR, 07. CEDE: Madrid.

Personalidad temperamento y carácter

Sobre la personalidad

Una serie de tópicos se repiten el neurobiología y concretamente en psicología de forma que si nos ponemos de acuerdo en la nomenclatura sin duda alguna facilidad en su manejo
En el lenguaje cotidiano frecuentemente se utilizan los términos “personalidad”, “temperamento” y “carácter” de forma intercambiable; sin embargo, desde la Psicología se han establecido límites claros entre estos tres conceptos, que dan cuenta de aspectos diferenciados de la experiencia humana. »
Qué es el temperamento?
Al hablar de temperamento estamos haciendo referencia a la dimensión biológica e instintiva de la personalidad, que se manifiesta antes que el resto de factores. Durante la vida de cualquier persona las influencias ambientales que recibe interactúan con su base temperamental, dando lugar a los rasgos que la caracterizarán y la diferenciarán del resto.
A su vez el temperamento está determinado por la herencia genética, que influye de forma muy notable en el funcionamiento de los sistemas nervioso y endocrino, y modula los distintos neurotransmisores y hormonas. Uno de los aspectos más importante es mantener la alerta cerebral, lo cual también es importante para el desarrollo de la personalidad.
Se generan así variaciones en distintos rasgos y predisposiciones; por ejemplo, la hiperreactividad del sistema nervioso simpático favorece la aparición de sensaciones de ansiedad, mientras que las personas extrovertidas se caracterizan por niveles crónicamente bajos de activación cortical.
En la Antigua Grecia el célebre médico Hipócrates afirmó que la personalidad y la enfermedad humanas dependían del equilibrio o desequilibrio entre cuatro humores corporales: la bilis amarilla, la bilis negra, la flema y la sangre.
En el siglo II d.C., unos 500 años más tarde, Galeno de Pérgamo creó una tipología temperamental que clasificaba a las personas en función del humor predominante. En el tipo colérico predominaba la bilis amarilla, en el melancólico la negra, en el flemático la flema y en el sanguíneo la sangre.
En el siglo XX, Eysenck y Pavlov desarrollaron teorías de personalidad basadas en la biología. Como los modelos de Hipócrates y Galeno, ambos usaron la estabilidad (Neuroticismo-Estabilidad emocional) y la actividad (Extraversión-Introversión) del sistema nervioso central como criterios diferenciadores básicos.
El carácter es el componente aprendido de la personalidad.
En la actualidad en muchos casos no se distingue entre estos elementos, el carácter y la personalidad. De forma que personalidad es la suma de biología y ambiente
En psicología, el término “personalidad” se define como una organización de emociones, cogniciones y conductas que determinan los patrones de comportamiento de una persona. En la formación de la personalidad intervienen tanto la base biológica (temperamento) como las influencias ambientales (carácter).
Cada teoría psicológica sobre la personalidad destaca aspectos diferentes de la experiencia humana.
Con el tiempo, el término “persona” empezó a hacer referencia al individuo como ser diferenciado de su entorno. “Personalidad”, que se derivó de esta palabra, se utiliza desde la Edad Media para describir una serie de características que determinan las tendencias comportamentales de una persona.
Las distintas teorías de la personalidad empezando por Freud

1. Teoría de la personalidad de Freud
Para él, el comportamiento y la personalidad están vinculadas a la existencia de impulsos que necesitamos llevar a la práctica y el conflicto que supone esta necesidad y la limitación que la realidad supone para su cumplimiento.
, Freud proponía que la psique humana estaba estructurada en tres sistemas,
Uno inconsciente,
Uno consciente que es regido por la percepción del mundo exterior y la lógica y el principio de realidad y
Un preconsciente en el que los contenidos inconscientes pueden hacerse conscientes y viceversa.
Freud determina una segunda gran estructura de la personalidad compatible con la anterior, en el que la psique está configurada por tres instancias psíquicas, el Id o Ello, el Yo y el Superyó.
El Ello es nuestra parte más instintiva, que rige y dirige la energía interna en forma de impulsos y de la cual parten todas las demás estructuras.
El Yo sería el resultado de la confrontación de los impulsos y pulsiones con la realidad, siendo una estructura mediadora y en continuo conflicto que emplea diferentes mecanismos para sublimar o redirigir las energías provenientes de los impulsos.
Por último, la tercera instancia es el Superyó o la parte de la personalidad que viene dada por la sociedad y que tiene como principal función juzgar y censurar las conductas y deseos que no son socialmente aceptables.
La personalidad se va construyendo a lo largo del desarrollo, en diferentes fases, en base a los conflictos existentes entre las diferentes instancias y estructuras y los mecanismos de defensa aplicados para intentar resolverlos.
2. Teoría de la personalidad de Jung
Carl Jung proponía que la personalidad estaba configurada por la persona o parte de nuestra personalidad que sirve para adaptarse al medio y que se relaciona con lo que los demás pueden observar y la sombra o la parte en que se incluyen aquellas partes del Yo que no resultan admisibles para el propio sujeto.
3. Teoría fenomenológica de Carl Rogers
Desde una perspectiva humanista-fenomenológica de enfoque clínico, Carl Rogers propone que cada persona tiene su campo fenomenológico o manera de ver el mundo, dependiendo la conducta de dicha percepción.
La personalidad se deriva del autoconcepto o simbolización de la experiencia de la propia existencia, la cual surge de la integración de la tendencia a la actualización o tendencia a mejorarse a sí mismo con las necesidades de sentir amor por parte del entorno y de autoestima derivada del contraste entre su conducta y la consideración o respuesta que reciba esta por por parte del entorno.
4. Teoría de los constructos personales de Kelly
Como ejemplo de teoría de la personalidad derivada del cognitivismo y el constructivismo podemos encontrar la teoría de los constructos personales de Kelly, de enfoque también clínico. Para este autor cada persona tiene su propia representación mental de la realidad y actúa de manera científica intentando dar una explicación a lo que le rodea.
5. Teoría de la personalidad ideográfica de Allport
Allport considera que cada individuo es único en el sentido de que tiene una integración de las diferentes características distinta del resto de personas (se basa en lo ideográfico, en lo que nos hace únicos), así como que somos entes activos que nos enfocamos hacia el cumplimiento de metas.
Un Así, elaboramos maneras de actuar o expresar la conducta que nos permiten adaptarnos al medio. Estos rasgos tienen diferente importancia en función de la influencia que tengan en nuestra conducta, pudiendo ser cardinales, centrales o secundarios.
Un 6. Teoría de la personalidad de Cattell y
La teoría de la personalidad de Raymond Cattell que al igual que Allport y partiendo del análisis del léxico, considera que la personalidad puede entenderse como función de un conjunto de rasgos, los cuales se entienden como la tendencia a reaccionar de determinada manera a la realidad.
Un.
7. Teoría de la personalidad de Eysenck
Desde una posición internalista y factorial centrada en lo biológico, Eysenck genera una de las hipótesis explicativas de la personalidad más importantes desde un enfoque correlacional. Este autor genera el modelo PEN, el cual propone que las diferencias de personalidad se basan en elementos biológicos que permiten procesos como la motivación o la emoción. Un y
La personalidad es una estructura relativamente estable del carácter, el intelecto, el temperamento y el físico, aportando respectivamente cada uno de ellos la voluntad, la inteligencia, la emoción y los elementos biológicos que los permiten.
Y aísla tres factores principales en los cuales pueden agruparse todos los demás, siendo estos el psicoticismo o tendencia a actuar con dureza, el neuroticismo o estabilidad emocional y la extraversión/introversión o focalización en el mundo exterior o interior.
Este autor se mostraba muy organicista y pensaba que el nivel de extraversión dependía de la activación del sistema de activación reticular ascendente o SARA, el neuroticismo del sístema límbico y el psicoticismo, si bien no se ha identificado un correlato claro, tiende a vincularse al nivel de andrógenos o la relación entre dopamina y serotonina.
Los tres factores del modelo PEN integran los diferentes rasgos de personalidad y permiten que el organismo reaccione de determinadas maneras a la estimulación ambiental a partir de respuestas conductuales más o menos específicas y frecuentes.
8. Teoría del Big Five de Costa y McCrae
Otra de las grandes teorías factoriales y basadas en un enfoque léxico (partiendo de la idea de que los términos con los que explicamos nuestro comportamiento permiten tras un análisis factorial establecer la existencia de agrupaciones de características o rasgos de personalidad), el Big Five o teoría de los cinco grandes de Costa y McCrae es uno de los modelos de personalidad más extendidos.
Mediante el análisis factorial este modelo indica la existencia de cinco grandes factores de personalidad que todos tenemos en mayor o menor grado. Se trata del neuroticismo o ajuste emocional, la extraversión como cantidad e intensidad de relaciones personales, la cordialidad como las cualidades vertidas en la interacción, la responsabilidad o toma de conciencia, organización, control y motivación hacia las metas y la apertura a la experiencia o interés en experimentar.
9. El modelo BIS Y BAS de Gray
Gray propone un modelo factorial y de carácter biológico en el que considera que existen dos dimensiones que permiten elementos como la emoción y el aprendizaje, y propone que la ansiedad, como combinación entre introversión y neuroticismo, actuaría como mecanismo inhibidor de la conducta (BIS o Behaviour Inhibition System), mientras que la impulsividad (que equivaldría a una combinación entre extraversión y neuroticismo) actuaría como mecanismo de aproximación y motivación a la acción (BAS o Behaviour Approximation System). Ambos sistemas actuarían en conjunto para regular nuestra conducta.
10. Modelo de Cloninger
Lo constituyen elementos temperamentales, destinados a la evitación del dolor, la dependencia a la recompensa, la búsqueda de novedades y la persistencia, y dependen en General del equilibrio de los lo un y neurotransmisores.
También incorpora elementos del carácter que ayudan a situar al propio yo en en la realidad, siendo estos la cooperación como comportamiento social, la autodirección o autonomía y la autotrascendencia como elemento que nos integra y nos da un papel en el mundo.
11. Teoría del aprendizaje social de Rotter
Este autor considera que el patrón de conducta que empleamos habitualmente es un elemento derivado del aprendizaje y la interacción social.
El potencial de conducta es la probabilidad de realizar determinada conducta en una situación concreta.
12. El enfoque interaccionista
A lo largo de la historia han sido muchos los autores que han una de dos posturas: que la personalidad es algo innato o bien que se deriva del aprendizaje. Sin embargo existe una tercera opción, defendida por autores como Mischel, en la que la personalidad es formada por la interacción entre elementos innatos y los fenómenos que vivimos.
relevantes para cada persona. Y
El trastorno límite de la personalidad “se oculta” tras clínica depresiva y conductas extremas
Conocido también como trastorno de inestabilidad emocional de la personalidad o de la regulación emocional, tiene entre sus objetivos terapéuticos el desarrollo de esa capacidad de regulación emocional por parte del paciente.

El trastorno límite de la personalidad (TLP) se caracteriza por la dificultad que presentan los afectados en la regulación de las emociones, lo que provoca cambios acusados en el estado de ánimo, impulsividad e inestabilidad emocional, así como problemas de autoimagen y a la hora de relacionarse con el entorno.

Esto permite hablar de trastorno de la personalidad grave, que es el más prevalente, y que se produce es la manera en altura y coz por lo que hago yo duerme a ahí no hay is to ley de la hora en que de mi Padre y abuelo de entre un 2 y un 8 por ciento de la población española.
En su desarrollo hay diversos factores interrelacionados, que van desde los biológicos hasta las experiencias traumáticas tempranas, como el abuso físico, el abuso emocional o el abuso sexual; pasando por factores socioculturales, como la raza, la etnia o el estatus socio-económico. También factores familiares como antecedentes de psicopatología en la familia, relaciones de apego interrumpidas y negligencias, aunque, como matiza Mercedes Jorquera, psicóloga clínica y responsable del centro Ita Previ de Valencia, las vivencias de la infancia y la adolescencia “condicionan, pero no determinan” el desarrollo de un TLP.
Los síntomas de un trastorno límite de la personalidad, , “se ocultan” generalmente tras una clínica depresiva acompañada de conductas muy extremas: “de repente pasan mucho tiempo fuera de casa, cambian bruscamente de imagen, manifiestan tristeza y hacen comentarios muy llamativos acerca de la muerte que erróneamente ignoramos y calificamos como llamadas de atención”.
No todos los pacientes presentan la misma sintomatología”, pero sí que existen una serie de síntomas que pueden alertar a las familias. Entre ellos destaca las autolesiones, los intentos de suicidio, la impulsividad en áreas como las compras o el consumo de sustancias (alcohol, cannabis…), los atracones de comida, la conducción temeraria, la ira inapropiada, los enfados constantes o las peleas físicas, y el miedo intenso al abandono, que “condicionan y repercuten gravemente en la vida de la persona en sus diferentes áreas: familiar, social, educativa, de pareja, etc.”.
Abordaje del TLP
El trastorno límite de la personalidad también es conocido como trastorno de inestabilidad emocional de la personalidad o trastorno de la regulación emocional, uno de los objetivos del tratamiento será ayudar al paciente en el desarrollo de esa capacidad de regular sus emociones Lo cual supone gran esfuerzo de: entrenar a la persona en habilidades que le permitan regular la intensidad de las emociones y sustituir las conductas impulsivas asociadas a la inestabilidad por conductas funcionales”, sostiene.
Esto requiere un gran esfuerzo y presteza, como el abordaje de diferentes áreas, como las habilidades de tolerancia al malestar, “que ayudarán a la persona a afrontar de una forma más eficaz los acontecimientos dolorosos que puedan suceder, como, por ejemplo, las pérdidas importantes”; o las habilidades interpersonales, que dotan al paciente de herramientas “para establecer relaciones sanas con los demás y no basadas en la dependencia”.
El hecho de que el TLP tenga comorbilidad con otros trastornos psicológicos y psiquiátricos (trastornos alimentarios, adicciones, depresión o ansiedad, trastorno de estrés postraumático, etc.), “aumenta”, según Rivera, la complejidad del tratamiento, aunque como aclara el director del Centro Ita ABB Málaga, los profesionales sanitarios están familiarizados con la sintomatología comórbida y conocen la importancia “fundamental” de trabajar también con estos síntomas “para que la recuperación sea efectiva”.
La familia General son un gran contexto/ambiente y puede ejercer influencia en el desarrollo y el mantenimiento de un trastorno límite de la personalidad, por lo que, “el cambio tanto de la familia como del paciente va a ser necesario para observar mejoría en el segundo”.
Rivera, asegura que un entorno (familiar, social y laboral) que comprende al paciente va a beneficiar una evolución más favorable de éste. “Por ello los programas de tratamiento específicos para las personas que sufren TLP incluyen al entorno como una parte importante de los mismos”, argumenta.
Por ello, también, salvo que la gravedad del paciente indique lo contrario, los tratamientos del TLP suelen ser domiciliarios y no hospitalarios para interferir lo menos posible en la vida de la persona. Y es que, como añade Rivera, cuando una persona se mueve en su entorno natural los profesionales de salud mental “podemos trabajar mejor con las dificultades que se encuentra en su día a día”.
En cualquier caso, añade el psicólogo, hablamos de tratamientos “muy complejos y que requerirán tiempo” para la estabilización del paciente. Ese tiempo, por su parte, vendrá muy determinado por la predisposición que muestre el paciente hacia su recuperación y por la evolución de cada caso en concreto.
La evolución de los pacientes con TLP “es variable”: “Se ha descrito una tendencia a la mejoría a lo largo del tiempo de modo que a partir de la cuarta o quinta década de la vida se logra una cierta estabilidad en las relaciones personales y en el funcionamiento laboral”. Aunque existe una elevada tasa de abandono, lo que en algunos casos implicaría un pronóstico negativo”.

Referencias biblliográficas:
Church, A.T. (2000). Culture and personality: Toward an integrated cultural trait psychology. Journal of Personality, 68(4), 651–703.
Corr, Philip J.; Matthews, Gerald. (2009). The Cambridge handbook of personality psychology (1. publ. ed.). Cambridge: Cambridge University Press.
Harris, Judith Rich (1995). Where is the child’s environment? A group socialization theory of development. Psychological Review. 102 (3).
Bermúdez, J. (2004). Psicología de la personalidad. Teoría e investigación. (Vol I y II). Unidad Didáctica de la UNED. Madrid.
Hermangómez, L. & Fernández, C.(2012). Psicología de la Personalidad y Diferencial. Manual CEDE de Preparación PIR, 07. CEDE: Madrid.

LA BIOPSIA EN SANGRE Y LÍQUIDO CEFALORRAQUÍDEO EN GLIOMAS CEREBRALES

LA BIOPSIA EN SANGRE Y LÍQUIDO CEFALORRAQUÍDEO EN GLIOMAS CEREBRALES

Poder obtener tejido tumoral a través de los distintos humores de nuestro organismo era un sueño y se ha convertido en realidad gracias a una serie de investigadores ocurrentes, que desde la sangre a los distintos fluidos de nuestro organismo pueden obtener muestras celulares, que nos entreguen un diagnóstico de manera poco cruenta y de fácil obtención y segura .

La biopsia líquida permite, por primera vez, hacer un rápido diagnóstico molecular del glioma y un pronóstico en base a la subclasificación tumoral.
El trabajo consigue simplificar la temida biopsia a cielo abierto de los tumores cerebrales.
Un estudio pionero liderado por Joan Seoane, director del Programa de Investigación Traslacional del Valle de Hebrón Instituto de Oncología (VHIO) y profesor Icrea, ha demostrado que el gracias al análisis genómico del ADN tumoral circulante (biopsia líquida) en líquido cefalorraquídeo (LCR) permite un diagnóstico más adecuado de los gliomas cerebrales, posibilita su clasificación y, por lo tanto, permite conocer mejor su pronóstico. La cirugía de los tumores cerebrales sigue siendo la pieza fundamental de su tratamiento, pero la biopsia líquida en LCR permite un manejo quirúrgico y clínico más preciso de estos pacientes, con un método menos invasivo, y ayuda a determinar el tratamiento a seguir en base a este pronóstico.
El trabajo, que se publica en la revista Clinical Cancer Research, es un claro ejemplo de investigación traslacional en el que también han participado varios miembros del Valle de Hebrón Barcelona Hospital Campus, entre investigadores de diferentes grupos del VHIO y oncólogos, patólogos y neurocirujanos del Hospital Universitario Valle de Hebrón, entre ellos el neurocirujano Francisco Martínez-Ricarte, primer firmante del estudio.
Una de las principales dificultades a la hora de abordar el diagnóstico de un tumor cerebral e identificar los diferentes subtipos de gliomas cerebrales que existen es su localización anatómica, además de los riesgos que supone realizar una biopsia cerebral para la identificación y el diagnóstico del tumor. Hasta ahora la única posibilidad de conocer qué subtipo tumoral afectaba al paciente era mediante una biopsia quirúrgica. «La biopsia líquida, por primera vez, permite un rápido diagnóstico molecular del glioma y, en base a esta subclasificación tumoral, conocer el pronóstico del paciente», investigación. «No todos los tumores cerebrales tienen el mismo pronóstico y, en parte, de esto dependerán también las decisiones que se tomen y los riesgos quirúrgicos que se afronten», En el curso del trabajo de investigación encabezado por Seoane se desarrolló una plataforma que ha permitido estudiar, de forma rápida y simultánea, el genotipo de siete genes relacionados con los gliomas.
El estudio detallado de subtipos moleculares del cáncer es imprescindible para el avance hacia una medicina oncológica cada vez más precisa y para llegar a aproximaciones terapéuticas más efectivas. Por ello, se trabajó tanto con muestras tumorales obtenidas por biopsia tradicional como con líquido cefalorraquídeo obtenido por punción lumbar para llevar a cabo la caracterización histopatológica de los pacientes. «De esta manera, con el análisis del ADN tumoral circulante en el líquido cefalorraquídeo han logrado clasificar hasta el 80 por ciento de los gliomas en tres subtipos diferentes. Hay que tener en cuenta que los pacientes de cada uno de estos subtipos tienen una supervivencia media muy diferente, que oscila entre 1 y 15 años. Debido a esta gran diversidad de pronósticos, resulta imprescindible una adecuada clasificación de los gliomas para seleccionar el mejor tratamiento para cada paciente.
La biopsia cerebral tiene evidente riesgo quirúrgico y nos asegura que tengamos una representación exacta del tumor, dada la heterogeneidad intratumoral que existe, las ventajas de poder estudiar el líquido cefalorraquídeo a modo de biopsia líquida, permite el diagnóstico y la subclasificación de los tumores.
La caracterización genómica de los gliomas es crucial para un manejo quirúrgico y clínico más preciso de los pacientes. Sin embargo, la dificultad para acceder a muestras tumorales por la localización anatómica de los mismos hacía necesario llevar a cabo procedimientos quirúrgicos de alto riesgo. Además, la evolución heterogénea intratumoral suponía un reto añadido, pues obligaba a continuas intervenciones para hacer un seguimiento de la evolución del tumor.
Hasta la fecha, la única técnica no invasiva que se empleaba era una imagen de resonancia magnética en aquellos pacientes sospechosos de tener un glioma. Sin embargo, seguía siendo necesaria una biopsia de tejido para confirmar los positivos. Era pues muy necesario desarrollar un método no invasivo que permitiera caracterizar estos tumores de cerebro y de esta forma facilitar su diagnóstico molecular. En los últimos años ha habido diferentes avances que han demostrado la eficacia de la llamada biopsia líquida a la hora de analizar el ADN tumoral circulante en el torrente sanguíneo. En este caso se ha podido demostrar la eficacia de este mismo método, pero en lugar de en sangre, analizando el líquido cefalorraquídeo. Se abre así una nueva vía tanto para el diagnóstico como para el seguimiento de unos pacientes que tienen pronósticos muy diversos y para quienes resulta crucial una correcta clasificación de los tumores.
Este trabajo que hoy se publica es uno de los primeros pasos de un proyecto de enorme magnitud financiado por la Asociación Española Contra el Cáncer con un millón de euros para investigar el glioblastoma y la metástasis cerebral, y que dirige Joan Seoane. El proyecto, que incluye a varios grupos de investigación de diferentes centros, busca nuevas dianas terapéuticas y tratamientos, así como el desarrollo de nuevos métodos menos invasivos para el diagnóstico molecular de esta enfermedad, lo cual permitirá caracterizar los tumores y así poder seleccionar el mejor tratamiento para cada paciente.
BIOPSIA LÍQUIDA DE TUMORES CEREBRALES PEDIÁTRICOS
14 enero, 2020 no ha tardado mucho en aplicarse la biopsia líquida a los tumores cerebrales de los niños.
Científicos pertenecientes a la Fundación de Investigación HM Hospitales acaban de publicar en Cancers un estudio en el que, por primera vez, se ha logrado identificar alteraciones genéticas en tumores cerebrales de difícil acceso o inoperables en pacientes pediátricos mediante un simple análisis de sangre.
La principal conclusión de este hallazgo científico reside en que demuestran que, mediante el análisis en biopsia líquida, se podrán identificar las alteraciones genéticas de estos tumores, de forma rápida y sin ningún riesgo para el paciente, y así plantear tratamientos personalizados, lo cual es especialmente relevante en casos en los que las alternativas son reducidas.
Ángel Ayuso, director científico de la Fundación HM, junto con Blanca López-Ibor, directora de la Unidad de Hematología y Oncología Pediátrica de HM Hospitales, integrada en el Centro Integral Oncológico Clara Campal HM CIOCC, son los responsables del estudio, que ha contado, además, con la participación de un grupo multidisciplinar de investigadores básicos y clínicos de la Fundación HM y el Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO).
El proyecto de investigación se inició hace 3 años gracias, en parte, a la financiación del Instituto de Salud Carlos III, la Fundación Mutua Madrileña y la Fundación Intheos, y la indispensable colaboración de pacientes y familiares de hospitales públicos y privados.
El resultado del estudio abre las puertas a nuevas posibilidades para la obtención de técnicas de diagnóstico menos invasivas. “Ya se había demostrado que se podían encontrar mutaciones de tumores cerebrales pediátricos a partir de líquido cefaloraquídeo.

La obtención del líquido cefalorraquídeo tanto el niño como del adulto es fácil en cualquier clínica neurológica tanto por vía lumbar o, suboccipital la prueba de ello a está en el trabajo de arriba que realizan Seoane y Martínez

Ángel Ayuso, director científico de la Fundación HM, junto con Blanca López-Ibor, directora de la Unidad de Hematología y Oncología Pediátrica de HM Hospitales, prefieren hacer la biopsia líquida, principalmente en sangre, como fuente para detectar mutaciones en tejido tumoral de pacientes oncológicos, es una técnica que ya se utiliza en cáncer de mama, pulmón, colorectal o melanoma, entre otros; todos ellos expulsan mucha cantidad de ADN tumoral a la sangre. Sin embargo, en otros tumores de pequeño tamaño, o localizado en zonas poco irrigadas o con barreras que dificultan el acceso al interior de vasos sanguíneos, como tumores cerebrales, la cantidad de ADN tumoral expulsada a la sangre es muy pequeña, lo que hace casi imposible detectar dichas mutaciones del tejido tumoral en sangre.
“Ángel Ayuso, director científico de la Fundación HM, junto con Blanca López-Ibor afirman que también en estos casos se puede obtener dicha información directamente a partir de un simple análisis de sangre. Esto abre las puertas a la realización de estudios más robustos encaminados a mejorar la sensibilidad y especificidad de las técnicas de detección utilizadas en estos tipos de tumores. Ahora sabemos que los tumores cerebrales pediátricos inoperables o de difícil acceso, también expulsan ADN a sangre y podemos identificarlo”, afirma Ayuso.
El siguiente paso en esta investigación es lograr datos más robustos que corroboren y amplíen las conclusiones alcanzadas. “Por suerte, estos tumores tienen una incidencia baja en la población. Sin embargo, al mismo tiempo, esto hace más difícil conseguir un número de pacientes que permita un estudio robusto, con un número de pacientes suficientemente alto. Será necesario articular la colaboración de varios hospitales de referencia para conseguir un número de muestra significativo”,.
La única diferencia entre estos trabajo es que se pretende hacer biopsia desde los fluidos. Lo lúdico a pensar que el líquido cefalorraquídeo está más en contacto con los tumores cerebrales que la sangre .

Referencias
Joan Seoane, y F Martinez Programa de Investigación Traslacional del Valle de Hebrón Instituto de Oncología (VHIO) y profesor Icrea análisis genómico del ADN tumoral circulante (biopsia líquida) en líquido cefalorraquídeo
BIOPSIA LÍQUIDA DE TUMORES CEREBRALES PEDIÁTRICOS
14 enero, 2020 Fundación de Investigación HM Hospitales Cancers

Proyecto DISCOvERIE

ENFERMEDADES SOMÁTICAS Y TRASTORNOS MENTALES

El hospital del Valle de Hebrón lidera el macroproyecto europeo DISCOvERIE (Desarrollo, diagnóstico y prevención de enfermedades somáticas y trastornos mentales relacionados con el género en el síndrome de intestino irritable en Europa) en el que participan 19 instituciones sanitarias, universidades, centros de investigación y empresas.

11 febrero, 2020
El Hospital del Valle de Hebron de Barcelona ha informado hoy que ha puesto en marcha el macroproyecto europeo DISCOvERIE (Desarrollo, diagnóstico y prevención de enfermedades somáticas y trastornos mentales relacionados con el género en el síndrome de intestino irritable en Europa) en el que participan 19 instituciones sanitarias, universidades, centros de investigación y empresas. El objetivo de DISCOvERIE es entender mejor la relación entre el síndrome del intestino irritable (SII) y los trastornos mentales como la ansiedad o la depresión, así como con otras enfermedades como la fibromialgia o el síndrome de fatiga crónica y sus factores de riesgo.
“El SII es un trastorno gastrointestinal crónico que se caracteriza por dolor abdominal recurrente, diarrea o estreñimiento, exceso de gases e intolerancias alimentarias y que se observa principalmente en mujeres jóvenes y de mediana edad. En Europa, se estima que hasta 85 millones de personas lo padecen de las cuales entre el 25-44% también se ven afligidas por trastornos mentales, como el trastorno de ansiedad generalizada y la depresión, que son los más comunes; y entre el 14-32% por comorbilidades somáticas como la fibromialgia y el síndrome de fatiga crónica.
Para profunditzar en la compresión del SII, sus comorbilidades y sus factores de riesgo, principal objectivo de DISCOvERIE, los investigadores realizarán una caracterización clínica, psicosocial y biológica de cientos de pacientes con SII afectados por trastornos mentales y comorbilidades somáticas con un enfoque particular en las diferencias relacionadas con la edad y el género, y el estilo de vida. Además, un grupo importante de pacientes serán seguidos por un período de hasta 3 años para identificar los factores y mecanismos que puedan influir de manera determinante en la aparición de trastornos mentales y somáticos.
“El proyecto determinará los mecanismos subyacentes de las funciones del sistema intestinal y del sistema nervioso central y su interacción con el eje periférico microbiota-intestino-cerebro”,. Otro de sus objetivos es identificar biomarcadores específicos para la prevención, el diagnóstico y el tratamiento de estos pacientes, mediante un análisis integrador de los datos obtenidos.
Este conocimiento se trasladará a la práctica clínica y facilitará el desarrollo de enfoques de medicina basados en la evidencia que conduzcan a enfoques más personalizados de los tratamientos médicos. Por ejemplo, se crearán pautas clínicas para mejorar la prevención, el diagnóstico, el pronóstico, el desarrollo de las terapias y el manejo de las co y multimorbilidades. Otro de los retos es crear una Red Europea de Referencia para el SII Comórbido (COIBSnet) que integre a proveedores de atención médica en toda Europa.
El fundamento de esta investigación está basada en las siguientes consideraciones:
1 · Eje intestino-cerebro: una comunicación por explorar

Conocido con el nombre de “segundo cerebro”, el intestino tiene 200 millones de neuronas (sistema nervioso entérico), alberga miles de millones de bacterias intestinales y se comunica constantemente con nuestro cerebro y viceversa. Pero en caso de alteración de la microbiota intestinal, el proceso inflamatorio asociado puede interrumpir esta comunicación bidireccional. Esta disfunción del eje intestinocerebro podría estar implicada en el desarrollo de trastornos neuropsiquiátricos1.
Gracias a los trabajos de investigación llevados a cabo sobre el eje intestinocerebro, se van desvelando poco a poco los procesos que emplean las bacterias intestinales para comunicarse con el cerebro. Hoy en día sabemos que los intercambios entre el cerebro y el intestino se realizan a través de cuatro vías principales: neuronal, hormonal, inmunitaria y metabólica. Ambos “órganos” se comunican a través del nervio vago, que viaja desde el cerebro hasta el abdomen y desempeña un papel importante en numerosas funciones vitales como la frecuencia cardíaca. De hecho, los pacientes que han sufrido la ablación de este nervio tendrían un menor riesgo de sufrir trastornos neurológicos.
¿Qué es el eje intestino-cerebro2?
Las bacterias intestinales se comunican con el cerebro mediante la producción de moléculas químicas llamadas “neurotransmisores” (serotonina, dopamina, GABA3…). Estas moléculas microbianas no actúan directamente en el cerebro ya que éste se encuentra aislado y protegido por una membrana denominada “barrera hematoencefálica”. Los neurotransmisores producidos por las bacterias intestinales podrían ejercer su acción en las células de la pared intestinal haciendo que éstas transmitan el mensaje al sistema nervioso central a través de las neuronas del tracto digestivo conectadas con el cerebro. Los ácidos grasos de cadena corta (AGCC) son sustancias biológicas, algunas de ellas beneficiosas y protectoras, producidas por las bacterias del colon durante la fermentación de la fibra alimentaria4. Tienen un papel muy importante en la comunicación entre ambos órganos al actuar directamente en el cerebro.
Vías alternativas
Existen otras vías posibles de comunicación: el sistema inmunitario y la circulación sanguínea. Con ayuda de los AGCC, las bacterias intestinales son capaces de estimular algunos glóbulos blancos, células encargadas de defender nuestro organismo. Estas producen mensajeros químicos (citoquinas) que pueden atravesar la pared intestinal, viajar por la sangre y cruzar la barrera hematoencefálica. Luego actúan en el cerebro, particularmente en áreas implicadas en la regulación de la respuesta al estrés. El cerebro, a su vez, ejerce una acción en el intestino mediante la modulación de las secreciones, la motilidad y la circulación sanguínea, lo que acaba afectando a la permeabilidad intestinal5.
¿Existe algún vínculo entre la microbiota y la función cerebral?
Todos los estudios que se han llevado a cabo en animales muestran que las bacterias intestinales influyen en el desarrollo del cerebro a lo largo de la vida: formación de nuevas neuronas en el cerebro, establecimiento de nuevas conexiones neuronales6, implicación en la velocidad de las señales eléctricas transportadas por neuronas, memorización, conducta social, regulación de la secreción de la hormona del estrés (cortisol)… Sin las bacterias, nuestro cerebro se vería alterado y sería más vulnerable a agentes infecciosos o moléculas tóxicas7.

2 · ¿ trastornos del desarrollo?
Las alteraciones de la microbiota en los primeros años de vida, periodo en el que se están desarrollando nuestra flora intestinal y nuestro cerebro, pueden modificar las estructuras y funciones cerebrales y favorecer la aparición de trastornos del desarrollo. El trastorno del espectro
autista (TEA) es un conjunto de alteraciones heterogéneas relacionadas con anomalías del desarrollo cerebral. Podrían deberse a una alteración de la microbiota inducida durante el embarazo y los primeros años de vida: algunos síntomas digestivos, frecuentemente asociados a la enfermedad, sugieren que la microbiota podría ser un elemento clave en la comprensión del TEA.
Los síntomas de la enfermedad aparecen en una etapa temprana de la vida y se traducen especialmente en un déficit de comunicación, alteraciones en las relaciones sociales y la conducta, así como en la aparición de comportamientos repetitivos. En comparación con la población general, las personas afectadas suelen ser mucho más propensas a sufrir trastornos gastrointestinales (diarrea, dolor abdominal, estreñimiento), cuya severidad parece estar relacionada, en algunos casos, con la de los síntomas de la enfermedad.
¿“Perfiles” microbianos?
Los niños autistas tendrían una flora menos diversa que los niños sanos, con una baja cantidad de ciertas bacterias conocidas por sus efectos beneficiosos como Bifidobacterium, pero una abundancia de otras (Lactobacillus, Clostridium…). Además, en el intestino de los niños autistas habría una proporción de Candida (particularmente Candida albicans) más alta de lo normal. Este hongo produce amoníaco y toxinas que podrían influir en la función cerebral y agravar los trastornos intestinales bacterianos.
Diversos factores de riesgo
En los animales existe una relación entre una alimentación materna rica en grasa y un desequilibrio de la microbiota intestinal (disbiosis), así como la aparición de trastornos autistas en la descendencia. Los niños nacidos por cesárea y a los que se les administró numerosos antibióticos tendrían también un mayor riesgo de desarrollar este tipo de trastornos. En definitiva, podemos destacar como aspecto positivo que el amamantamiento durante los 6 primeros meses de vida del lactante (como mínimo) disminuye el riesgo de desarrollar más adelante este tipo de trastornos.
La microbiota: ¿una esperanza terapéutica?
Actualmente se están explorando varias pistas de investigación. Los probióticos podrían mejorar los trastornos gastrointestinales y aliviar los síntomas autistas, al igual que algunos antibióticos. El trasplante fecal10 en niños y adolescentes también resultaría útil para disminuir la aparición de conductas autistas y trastornos intestinales asociados7, a pesar de tener un riesgo infeccioso importante. En definitiva, la alimentación presenta un interés indiscutible: la administración de suplementos de omega-3 podría mejorar la conducta y una dieta sin gluten ni proteína láctea, así como una dieta rica en grasa pero pobre en azúcares (dieta cetogénica), podrían aumentar la sociabilidad y la capacidad de relacionarse y reducir la frecuencia de estereotipias.

3 · Los trastornos de ansiedad

Este trastorno afecta a más de uno de cada cinco individuos (de 18 a 65 años) al menos una vez en la vida14. Tener antecedentes familiares aumenta la vulnerabilidad, pero las personas no predispuestas tampoco son inmunes. La ansiedad crónica está asociada, al menos en parte, a procesos inflamatorios producidos posiblemente por bacterias intestinales. Un estado de preocupación constante y excesiva difícil de controlar, ataques de pánico imprevisibles y recurrentes, trastornos obsesivos compulsivos, síndrome de estrés postraumático: los trastornos de ansiedad corresponden a diversas enfermedades que comparten un rasgo en común: el miedo. Presos de su angustia, los enfermos intentan emplear estrategias de evitación desproporcionadas.
Entre otras causas figura nuevamente la disbiosis intestinal ya que podría causar un aumento de la permeabilidad de la pared intestinal y una alteración de la respuesta al estrés, así como un aumento de la actividad inflamatoria.
Todos los caminos conducen a la microbiota15
Existe un consenso en torno a la influencia de las bacterias intestinales en este proceso. Sin embargo, según las investigaciones, la microbiota podría ejercer un efecto ansiogénico o, por el contrario, un efecto ansiolítico16. De hecho, la toma de antibióticos, que altera y empobrece la flora digestiva, estaría asociada a la aparición de trastornos de ansiedad o de forma inversa, a una disminución del nivel de ansiedad en animales.
Una flora analizadas “a ciegas”
En animales, los antibióticos disminuirían la ansiedad durante la administración del tratamiento. La otra cara de la moneda: una alteración precoz de la microbiota intestinal debida a la toma de antibióticos podría causar una modificación de la conducta que persistiría en la edad adulta17,18. Ciertas cepas probióticas tendrían, por otro lado, un efecto ansiolítico. En conclusión, un trasplante de microbiota fecal podría reducir el nivel de ansiedad19. Todos estos resultados quedan de momento pendientes de confirmación en el ser humano
¿Cómo mejorar si dieta para mantener la serenidad?
Los alimentos fermentados como el queso, los yogures, el kéfir, el kombucha o la salsa de soja son excelentes suplementos ricos en probióticos y prebióticos. Podrían actuar como antiinflamatorios al reforzar la integridad de la barrera intestinal y al mejorar la composición y las funciones de las bacterias intestinales, estimulando las células inmunitarias en el tracto digestivo. Los probióticos disminuyen la frecuencia y la severidad de los síntomas de ansiedad en ratas; en el hombre, reducen la concentración de cortisol en orina21. La leche fermentada produce modificaciones en la actividad de las áreas cerebrales responsables de las emociones y del dolor en personas sanas y sin trastornos psiquiátricos.

4 · Trastornos del estado de ánimo
La depresión y la bipolaridad son trastornos mentales graves y relativamente comunes, a veces acompañados de ideas suicidas. La depresión afecta a más de uno de cada cinco individuos a lo largo de su vida. La bipolaridad, de difícil diagnóstico, afecta entre un 1 y un 2,5% de la población. Ambas enfermedades estarían relacionadas con una disbiosis intestinal y en algunos casos mostrarían una correlación con la severidad de los síntomas.
La depresión
Se manifiesta por una tristeza inusual, pérdida de la capacidad de disfrute de la vida, incapacidad para realizar tareas cotidianas, gran fatiga y se acompaña de un aumento de la concentración de cortisol22, lo que supone una alteración de la respuesta al estrés.
En animales, la ausencia de microbiota intestinal (o la alteración de ésta) se asocia con síntomas depresivos y con un desequilibrio de los neurotransmisores(serotonina, dopamina, GABA…). Por otra parte, ciertas moléculas que favorecen el proceso inflamatorio, presentes en exceso en la sangre y producidas por bacterias intestinales, parecen estar directamente relacionadas con el desarrollo de la depresión23. Los estudios realizados en el hombre, escasos hasta el momento, ponen en evidencia un perfil bacteriano: recientemente, un grupo de investigadores descubrió que bajas cantidades de ciertos géneros bacterianos (Coprococcus y Faecalibacterium) en el intestino estaban relacionadas con un sentimiento de mala calidad de vida en los pacientes depresivos.
Equilibrio intestinal, equilibrio mental
La administración de algunos psicobióticos, especialmente Lactobacillus y Bifidobacteria (bacterias que pertenecen a la familia Firmicutes y que están presentes en baja cantidad en las personas afectadas), podría ser beneficiosa y complementaría el tratamiento antidepresivo y ansiolítico empleado actualmente. Los primeros resultados obtenidos son prometedores: una ingesta prolongada de psicobióticos produciría una disminución de los síntomas depresivos y de la angustia psicológica, sin causar efectos secundarios24.
¿Cómo modificar la cesta de la compra?
Parece que los productos procesados y con un alto contenido de azúcar pueden predisponer a la depresión. En pacientes depresivos, los prebióticos y especialmente los galactooligosacáridos que contienen las alubias rojas, garbanzos, alcachofas…tendrían una acción beneficiosa mediante la estimulación del crecimiento de bifidobacterias25. Favorecer el consumo de frutas, verduras y pescado (rico en omega-3) permitiría reequilibrar la microbiota, regular los procesos inflamatorios y, por tanto, influir de manera positiva en el estado de ánimo. La cúrcuma podría disminuir la concentración de cortisol en la saliva y aumentar la diversidad de la flora intestinal, ejerciendo efectos positivos sobre la mente y el comportamiento.

Bibliografía

https://www.diariomedico.com/salud/valle-de-hebron-lidera-un-macroproyecto-para-desentranar-la-relacion-entre-intestino-irritable-y-trastornos-mentales.html

8 Li Q et al. The Gut Microbiota and Autism Spectrum Disorders. Front Cell Neurosci. 2017 Apr 28. doi: 10.3389/fncel.2017.00120
9 Qiao Y, Wu M, Feng Y, Zhou Z, Chen L, Chen F. Alterations of oral microbiota distinguish children with autism spectrum disorders from healthy controls. Scientific Reports, 2018. 10.1038/s41598-018-19982-y
10 Greffe de matière fécale issue de donneur(s) sain(s)visant à rétablir l’équilibre des micro-organismes intestinaux chez le patient receveur
14 www.anxiete.fr
15 Aslam H et al. Fermented foods, the gut and mental health: a mechanistic overview with implications for depression and anxiety. Nutr Neurosci
16 https://dumas.ccsd.cnrs.fr/dumas-01845349/document
17 Leclercq S, Mian FM, Stanisz AM et al. Low-dose penicillin in early life induces longterm changes in murine gut microbiota, brain cytokines and behavior. Nat Commun 2017; 8 : 15062 doi : 10.1038/ncomms15062
18 Tochitani S, Ikeno T, Ito T et al. Administration of non- absorbable antibiotics to pregnant mice to perturb the maternal gut microbiota is associated with alterations in offspring behaviour. PLoS One. 2016 Jan 20;11(1):e0138293. doi: 10.1371/journal.pone.0138293
19 Bercik P et al. The intestinal microbiota affects central levels of brain-derived neurotropic factor and behavior in mice. Gastroenterology 2011 ; 141 : 599-609
20 Misra S, Mohanty D. Psychobiotics: A new approach for treating mental illness? Critical Reviews in Food Science
and Nutrition, DOI: 10.1080/10408398.2017.1399860. 2017
21 Aslam H et al. Fermented foods, the gut and mental health: a mechanistic overview with implications for depression and anxiety. Nutr Neurosci
22 http://www.euro.who.int/fr/health-topics/noncommunicable-diseases/menta…
23 Hayley S, Audet MC, Anisman H. Inflammation and the microbiome: implications for depressive disorders. Current Opinion in Pharmacology, 2016, https://doi.org/10.1016/j.coph.2016.06.001
24 Vlainić JV, Šuran J, Vlainić T, Vukorep AL. Probiotics as an Adjuvant Therapy in Major Depressive Disorder. Curr Neuropharmacol. 2016;14(8):952-958
25 Dinan TG, et al. Feeding melancholic microbes: MyNewGut recommendations on diet and mood. Clin Nutr. 2018 Nov 17

GENOMA HUMANO

PROYECTO GENOMA HUMANO

Representación gráfica del cariotipo humano normal.

El estudio del genoma humano es posiblemente el trabajo más complejo que ha hecho el hombre

El Proyecto Genoma Humano ha sido y es un proyecto internacional de investigación científica con el objetivo fundamental de determinar la secuencia de pares de bases químicas que componen el ADN e identificar y cartografiar los aproximadamente 20.000-25.000 genes del genoma un humano desde un punto de vista físico y funcional.
En julio de 2016, se completó la secuencia del genoma humano, incompleta antes, aunque no se conoce la función del todo. El proyecto, dotado con 3000 millones de dólares, fue fundado en 1990 en el Departamento de Energía y Ciencias Trapianas y los Institutos Nacionales de la Salud de los Estados Unidos, bajo la dirección del doctor Francis Collins,
El Proyecto Genoma Humano permite obtener información de la estructura genética de un individuo, información estructural permite conocer la base molecular de muchas enfermedades y, sobre esa base, realizar el mejor diagnóstico posible. Pero, desde un punto de vista biológico, el PGH es la antesala de un proyecto mucho más interesante y dinámico, y es el proyecto proteoma humano. Gracias a la proteómica se puede conocer cómo la secuencia genética se transforma en una proteína que va a desarrollar cierta función

El proyecto en principio se evaluaba en quince años su realización , del embargo

la amplia colaboración internacional, y los avances en el campo de la genómica, en la tecnología computacional, el borrador inicial del genoma fue terminado en el año 2000 , finalmente el genoma completo fue presentado en abril del 2003, dos años antes de lo esperado. Un proyecto paralelo se realizó fuera del gobierno por parte de la Corporación Celera. La mayoría de la secuenciación se realizó en las universidades y centros de investigación de los Estados Unidos, Canadá, Nueva Zelanda, Reino Unido y España.
El genoma humano es la secuencia de ADN de un ser humano. Está dividido en fragmentos que conforman los 23 pares de cromosomas distintos de la especie humana (22 pares de autosomas y 1 par de alosomas). El genoma humano está compuesto por aproximadamente entre 22500 y 25000 genes distintos. Cada uno de estos genes contiene codificada la información necesaria para la síntesis de una o varias proteínas (o ARN funcionales, en el caso de los genes ARN). El «genoma» de cualquier persona (a excepción de los gemelos idénticos y los organismos clonados) es único.
Pero descubrir toda la secuencia génica de un organismo no nos permite conocer su fenotipo. Como consecuencia, la ciencia de la genómica no podría hacerse cargo en la actualidad de todos los problemas éticos y sociales que ya están empezando a ser debatidos. Por eso el PGH necesita una regulación legislativa basada en la ética.
Antes de los ochenta ya se conocía la secuencia de genes sueltos de algunos organismos, como también se conocían los genomas de entidades subcelulares, tales como virus y plásmidos. Así pues, no fue hasta 1986 cuando el Ministerio de Energía (DOE), concretó institucionalmente el Proyecto Genoma Humano (PGH) durante un congreso en Santa Fe. El PGH contaba con una buena suma económica y sería utilizado para estudiar los posibles efectos de las radiaciones sobre el ADN. Al siguiente año, en el congreso de biólogos en el Laboratorio de Cold Spring Harbor, el Instituto Nacional de la Salud (NIH) quiso participar del proyecto al ser otro organismo público con mucha más experiencia biológica, si bien no tanta en la organización de proyectos de esta magnitud.
En 1990 se inauguró definitivamente el Proyecto Genoma Humano calculándose quince años de trabajo. Sus objetivos principales en una primera etapa eran la elaboración de mapas genéticos y físicos de gran resolución, mientras se ponían a punto nuevas técnicas de secuenciación, para poder abordar todo el genoma. Se calculó que el Proyecto Genoma Humano estadounidense necesitaría unos 3000 millones de dólares y terminaría en 2005. En 1993 los fondos públicos aportaron 170 millones de dólares, mientras que la industria gastó aproximadamente 80 millones.
El proyecto genoma humano tiene una extensión que es el proyecto microbioma humano . El mismo intenta caracterizar las comunidades microbianas encontradas en diversas localizaciones del cuerpo humano para determinar las posibles correlaciones entre los cambios del microbioma y el estado de salud.
Se consideraría al microbioma como la rama más alta de al último órgano humano por investigar.2

En 1984 comenzaron las actividades propias del PGH, De forma independiente el Departamento de Energía de Estados Unidos (DOE) se interesó por el proyecto, al haber estudiado los efectos que las actividades de sus programas nucleares producían en la genética y en las mutaciones.

En 1994 Craig Venter funda, con un financiamiento mixto, el Instituto para la Investigación Genética (TIGR) que se dio a conocer públicamente en 1995 con el descubrimiento de la secuencia nucleotídica del primer organismo completo publicado, la bacteria Haemophilus influenzae con cerca de 1740 genes (1.8 Mb). En mayo de 1998 surgió la primera empresa relacionada con el PGH llamada Celera Genomics. La investigación del proyecto se convirtió en una carrera frenética en todos los laboratorios relacionados con el tema, ya que se intentaba secuenciar trozos de cromosomas para rápidamente incorporar sus secuencias a las bases de datos y atribuirse la prioridad de patentarlas.

El 6 de abril de 2000 se anunció públicamente la terminación del primer borrador del genoma humano secuenciado que localizaba a los genes dentro de los cromosomas. Los días 15 y 16 de febrero de 2001, las dos prestigiosas publicaciones científicas estadounidenses, Nature y Science, publicaron la secuenciación definitiva del Genoma Humano, con un 99.9% de fiabilidad y con un año de antelación a la fecha presupuesta. Sucesivas secuenciaciones condujeron finalmente al anuncio del genoma esencialmente completo en abril de 2003, dos años antes de lo previsto.3 En mayo de 2006 se alcanzó otro hito en la culminación del proyecto al publicarse la secuencia del último cromosoma humano en la revista Nature.
Una extensión del proyecto genoma humano es el del microbioma humano, que intenta caracterizar las comunidades microbianas encontradas en diversas localizaciones del cuerpo humano para determinar las posibles correlaciones entre los cambios de dicho microbioma y el estado de salud. Algunos autores consideran al microbioma humano el último órgano por investigar.4
Cuáles eran los objetivos principales
Desde el principio de la investigación, se propuso desarrollar el PGH a través de dos vías independientes, pero relacionadas y ambas esenciales:
Secuenciación: se trataba de averiguar la posición de todos los nucleótidos del genoma (cada una de las cuatro posibles bases nitrogenadas típicas del ADN).
Cartografía o mapeo genético: consistía en localizar los genes en cada uno de los 23 pares de cromosomas del ser humano.

Identificación de los genes en el genoma humano]
El genoma humano está compuesto por aproximadamente 30 000 genes, cifra bastante próxima a la mencionada en el borrador del proyecto, publicado en el año 2000, ocasión en la que los genes oscilaban entre 26 000 y 38 000. Otra peculiaridad del genoma humano es que la cifra de genes es solo dos o tres veces mayor que la encontrada en el genoma de Drosophila, y cualitativamente hablando, existen genes comunes a los de bacterias y que no han sido hallados en nuestros ancestros.

Determinación de la secuencia de bases nitrogenadas que forman el ADN humano]
Los humanos poseen poco más de 3 mil millones de bases nitrogenadas, similar al tamaño de genomas de otros vertebrados.
Actualmente las bases de datos donde se almacena toda la información surgida del Proyecto Genoma Humano. Si accedemos a Internet podremos conocer libremente aspectos de alto interés en la comparación entre genomas de distintas especies de animales y plantas. Gracias al uso libre de este conocimiento es posible determinar la función de los genes, así como averiguar cómo las mutaciones influyen en la síntesis de proteínas.
Aprovisionamiento de herramientas multimedia para el análisis de datos
Se ha inducido un gran desarrollo tecnológico a partir de la creación de herramientas de análisis de datos generadas en el Proyecto Genoma Humano. Este desarrollo facilitará y hará posible definir los temas de estudio futuros con vistas a las tareas pendientes. Entre las tecnologías beneficiadas gracias al PGH figuran las de manejo computacional de datos, las que permiten la generación de las anteriores, técnicas de biología molecular relacionadas con la secuenciación de trozos de ADN automáticamente y aquellas que permiten ampliar la cantidad de material genético disponible como la RCP pero no es posible realizar esta acción porque está fuera de las leyes universales propuestas por la ONU en cualquier parte del globo terrestre.

Supervisión de los temas éticos, legales y sociales derivados del Proyecto =[editar]
Se ha producido una importante corriente de liberación de derechos que anteriormente estaban en manos del Estado, en relación a la transferencia de tecnologías al sector privado. Esta medida ha suscitado aplausos y críticas. Por un lado se amplía el acceso libre a los datos del Proyecto con lo que muchas más personas pueden seguir estudiando este campo, pero por otro esto puede suponer el incremento de poder de ciertos sectores que a su vez, aumentaran su influencia en la sociedad.

El objetivo relacionado con el estudio de la ética del PGH es un tema de gran controversia actual, y ha necesitado de grandes sumas de dinero estatales así como de un importante trabajo de laboratorios e investigadores. Lo cual ha provocado un deterioro del apoyo a otros proyectos de investigación no menos importantes, que se han visto muy afectados o incluso cancelados.
Métodos de estudio
Existen dos técnicas de cartografía genética principales: el ligamiento, que intenta averiguar el orden de los genes; y la cartografía física, que se encarga de estudiar la distancia de los genes en el interior del cromosoma. Las trescientas técnicas utilizan marcadores genéticos, que son características moleculares o físicas . Uno desarrolló en la década de 1900 la cartografía mediante ligamiento al estudiar la frecuencia con la que ciertas características se heredaban unidas en moscas de la fruta. Así llegó a la conclusión de que algunos genes debían estar ligados en los cromosomas. Los mapas de ligamiento humano se han creado estudiando pautas de herencia de familias muy extensas y con varias generaciones conocidas. Aunque al principio se limitaban a los rasgos físicos heredables, fácilmente reconocibles, actualmente hay técnicas más elaboradas que permiten crear mapas de ligamiento comparando la posición de genes diana en comparación con el orden de los marcadores genéticos o de partes conocidas del ADN.
La cartografía física es capaz de medir la distancia real entre puntos de los cromosomas. Las técnicas más avanzadas combinan robótica, informática y uso de láser para calcular la distancia entre marcadores genéticos conocidos. Para conseguirlo, se fragmenta el ADN de los cromosomas humanos aleatoriamente. A continuación se duplican muchas veces para estudiar en los clones, que son las secuencias duplicadas, la ausencia o presencia de marcas genéticas identificables. Los clones que comparten varias marcas provienen de segmentos solapados normalmente. Estas regiones pueden utilizarse después para determinar el orden de las marcas en los cromosomas y su secuencia. Para obtener la secuencia real de nucleótidos hacen falta mapas físicos altamente detallados que recogen el orden de las piezas clonadas con exactitud.
En el Proyecto Genoma Humano se utilizó un método de secuenciación desarrollado por Frederick Sanger, bioquímico británico y dos veces premio Nobel. Este método replica piezas específicas de ADN y las modifica de modo que acaben en una forma fluorescente.
Actualmente se detecta el nucleótido modificado del extremo de las cadenas con modernos secuenciadores de ADN automáticos. Estos determinan los nucleótidos que hay exactamente en la cadena. A continuación se combina esta información de manera informatizada, y así se reconstruye la secuencia de pares de bases del ADN original.
Un aspecto muy importante es duplicar rápidamente y con exactitud el ADN, tanto para después cartografiarlo como para secuenciarlo. Al comienzo de la investigación en este campo se clonaba el material genético introduciéndolo en organismos unicelulares de rápida división, pero en la década de los ochenta se generalizó el uso de la PCR (reacción en cadena de polimerasa). Esta técnica se puede automatizar fácilmente y es capaz de copiar una sola molécula de ADN muchos millones de veces en poco tiempo. Kary Mullis obtuvo el Premio Nobel de Química por idearla, en 1993.
Donantes de genoma
El PGH e IHGSC internacional (sector público) recogieron el semen de hombres y la sangre de mujeres de muchos donantes diferentes, pero solo unas pocas de estas muestras fueron estudiadas después realmente. Así se garantizó que la identidad de los donantes estuviera salvaguardada de modo que nadie supiera qué ADN sería el secuenciado. También han sido utilizados clones de ADN de varias bibliotecas, la mayoría de las cuales fueron creadas por el Dr. J. Pieter de Jong. Se comunicó de manera informal, pero es bien conocido por la comunidad en general, que gran parte del ADN secuenciado provenía de un único donante anónimo de Buffalo, Nueva York, su nombre en clave era RP11. Los científicos encargados utilizaron principalmente los glóbulos blancos de dos hombres y dos mujeres elegidos aleatoriamente.
Ventajas
El trabajo sobre la interpretación de los datos del genoma se encuentra todavía en sus etapas iniciales. Se prevé que un conocimiento detallado del genoma humano ofrecerá nuevas vías para los avances de la medicina y la biotecnología. Por ejemplo, un número de empresas, como Myriad Genetics ha empezado a ofrecer formas sencillas de administrar las pruebas genéticas que pueden mostrar la predisposición a una variedad de enfermedades, incluyendo cáncer de mama, los trastornos de la hemostasia, la fibrosis quística, enfermedades hepáticas y muchas otras. Además, la etiología de los cánceres, la enfermedad de Alzheimer y otras áreas de interés clínico se consideran susceptibles de beneficiarse de la información sobre el genoma y, posiblemente, pueda a largo plazo conducir a avances significativos en su gestión.
Hay también muchos beneficios tangibles para los biólogos. Por ejemplo, un investigador de la investigación de un determinado tipo de cáncer puede haber reducido su búsqueda a un determinado gen. Al visitar la base de datos del genoma humano en la World Wide Web, este investigador puede examinar lo que otros científicos han escrito sobre este gen, incluyendo (potencialmente) la estructura tridimensional de su producto; su/s función/es; sus relaciones evolutivas con otros genes humanos, o genes de ratones, levaduras, moscas de la fruta; las posibles mutaciones perjudiciales; las interacciones con otros genes; los tejidos del cuerpo en el que este gen es activado; las enfermedades asociadas con este gen u otro tipo de datos. Además, la comprensión más profunda de los procesos de la enfermedad en el ámbito de la biología molecular puede determinar nuevos procedimientos terapéuticos. Dada la importancia del ADN en biología molecular y su papel central en la determinación de la operación fundamental de los procesos celulares, es probable que la ampliación de los conocimientos en este ámbito facilite los avances médicos en numerosas áreas de interés clínico que puede no haber sido posible por otros métodos.
El análisis de las similitudes entre las secuencias de ADN de diferentes organismos es también la apertura de nuevas vías en el estudio de la evolución. En muchos casos, las cuestiones de evolución ahora se pueden enmarcar en términos de biología molecular y, de hecho, muchos de los grandes hitos evolutivos (la aparición de los ribosomas y orgánulos, el desarrollo de planes de embriones con el cuerpo, el sistema inmune de vertebrados) pueden estar relacionados a nivel molecular. Muchas de las preguntas acerca de las similitudes y diferencias entre los seres humanos y nuestros parientes más cercanos (los primates, y de hecho los otros mamíferos) se espera que sean iluminados por los datos de este proyecto.
El Proyecto Diversidad del Genoma Humano (PDGH), derivado de investigaciones dirigidas a la asignación del ADN humano – que varía entre los grupos étnicos – que se rumorea que ha sido detenido, realmente continúa y hasta la fecha ha arrojado nuevas conclusiones. En el futuro, el PGH podría exponer nuevos datos en la vigilancia de las enfermedades, el desarrollo humano y la antropología. El PGH podría desbloquear secretos y crear nuevas estrategias para combatir la vulnerabilidad de los grupos étnicos a ciertas enfermedades. También podría mostrar cómo las poblaciones humanas se han adaptado a estas vulnerabilidades.
Además, el PGH tiene una consecuencia muy importante, y es que se pueden conocer la base molecular de ciertas enfermedades hereditarias y que se puede realizar un diagnóstico de las mismas:
Conocer las bases moleculares de las enfermedades hereditarias
Una de las aplicaciones más directas de conocer la secuencia de genes que componen el genoma humano es que se puede conocer la base molecular de muchas enfermedades genéticas y se puede realizar un diagnóstico adecuado. Algunas de estas enfermedades son las siguientes:
Enfermedad de Gaucher: esta enfermedad es producida por una mutación recesiva en el gen que codifica la enzima glucocerebrosidasa, que se localiza en el cromosoma 1. Esta enzima se encarga de metabolizar los glucocerebrósidos (un tipo de lípidos). En los enfermos de Gaucher, estos lípidos no pueden ser descompuestos y se acumulan principalmente en el hígado, en el bazo y en la médula ósea. Los síntomas de la enfermedad de Gaucher incluyen fuertes dolores, fatiga, ictericia, daños óseos, anemia y muerte. Gracias al PGH se pudo realizar la primera terapia efectiva contra esta enfermedad, inyectándose la enzima sintetizada en escherichia coli en el torrente sanguíneo de los enfermos. Esto detiene el avance de los síntomas y en muchos casos los revierte.
Enfermedad de Alzheimer: Esta enfermedad es una enfermedad degenerativa que destruye el cerebro, haciendo que los enfermos pierdan la memoria y el juicio, y que finalmente impide que se puedan valer por sí solos. El único método seguro para diagnosticar la enfermedad de Alzheimer se encuentra en la autopsia, pero actualmente, mediante resultados obtenidos con la resonancia magnética y tomografía por emisión de positrones de las proteínas beta amiloide y tau, los investigadores pueden detectar cambios cerebrales asociados a la fase preclínica (hasta 20 años antes de los primeros síntomas) de la enfermedad. El Alzheimer esporádico es el más común y de origen multifactorial, aunque el mayor factor de riesgo sea la edad, mientras que el Alzheimer de origen genético ronda en un 1% de los casos. Gracias al PGH se han localizado marcadores para el Alzheimer de origen genético en los cromosomas 1, 14, 19 y 21.
Enfermedad de Huntington: Esta enfermedad es también una enfermedad degenerativa y conduce a un deterioro mental que termina en demencia. Normalmente comienza a aparecer entre los 30 y los 50 años y presenta síntomas tales como cambios en la personalidad y en el estado de ánimo, depresión y pérdida gradual del control sobre los movimientos voluntarios, causando espasmos primero y grandes movimientos al azar posteriormente. Esta enfermedad presenta una herencia autosómica dominante, es decir, si uno de los padres la posee, sus hijos tienen el 50% de probabilidad de padecerla también. La Enfermedad de Huntington no se salta generaciones. Si no se hereda el gen, no se puede transmitir a la descendencia. Del mismo, modo, si se hereda el gen, inevitablemente se padecerá la enfermedad, más tarde o más temprano. En 1993 se consiguió aislar el gen que provoca esta enfermedad, localizado en el cromosoma 4, y en lo que se han ido desarrollando las investigaciones posteriores, ha sido fundamentalmente en conocer las razones que hacen que la Enfermedad de Huntingnton se manifieste de forma tardía, y muchas líneas de investigación están dirigidas a encontrar un tratamiento y una cura.
Síndrome de Marfan: Es una enfermedad congénita del tejido conectivo que afecta a numerosos órganos y sistemas, incluyendo el esqueleto, los pulmones, los ojos, el corazón y los vasos sanguíneos. Esta enfermedad se caracteriza por un crecimiento anormal de las extremidades (especialmente de los dedos), una dislocación parcial del cristalino (en el 50% de los pacientes), anormalidades cardiovasculares (la arteria aorta suele ser más ancha y más frágil que en las personas normales) y otras deformaciones. El síndrome de Marfan es también una enfermedad autosómica dominante, por lo que los descendientes de personas afectadas poseen el 50% de posibilidades de padecerla. La enfermedad está asociada al gen FBN1, localizado en el cromosoma 15. El FBN1 codifica una proteína llamada fibrilina, que es esencial para la formación de fibras elásticas del tejido conectivo. Sin el soporte estructural de las fibras elásticas, muchos tejidos presentan una debilidad que puede conducir los síntomas comentados anteriormente.
Gracias al PGH se han podido estudiar y diagnosticar
, de una u otra manera, las secuencias genéticas tras la secuenciación del genoma por el Proyecto Genoma Humano. El diagnóstico de cierta enfermedad, gracias al PGH se puede realizar de manera presintomática y prenatal.
El conocimiento de la base molecular de las enfermedades permite realizar el diagnóstico presintomático y gracias a él tomar medidas preventivas, como alteraciones en el estilo de vida, evitar la exposición a factores de riesgo, realizar un seguimiento continuo del individuo o realizar intervenciones puntuales, para poder tratar la enfermedad aunque todavía no haya aparecido.
En cuanto al diagnóstico prenatal, éste consiste en un conjunto de técnicas que sirven para conocer la adecuada formación y el correcto desarrollo del feto antes de su nacimiento, para poder conocer posibles malformaciones desde los primeros estadios de desarrollo del embrión. La técnica más común de diagnóstico prenatal es la amniocentesis, que consiste en el análisis del líquido amniótico que rodea al feto durante el embarazo. Las células desprendidas del feto y que flotan en dicho líquido sirven para obtener un recuento exacto de cromosomas y para detectar cualquier estructura cromosómica anormal. El diagnóstico prenatal conlleva una importante polémica. Las mujeres cuyo hijo se observe que presentan características de padecer cierta enfermedad o que presentan malformaciones en sus cromosomas, decidirán abortar, lo que para los detractores del aborto es una aberración. La polémica está también alimentada por el hecho de que se pueden conocer tanto enfermedades que se desarrollen desde el primer día de vida del individuo como enfermedades que pueden aparecer a su edad avanzada, como el Alzheimer, por ejemplo. En ese caso, ¿abortaríamos a un feto que puede presentar la Enfermedad de Alzheimer casi al final de su vida, privándole de una vida previa normal? Esto conlleva también a realizar un baremo de qué enfermedades podrían considerarse suficientes para realizar el aborto, poniéndose por ejemplo, el daltonismo.
Por otra parte, y como consecuencia del desarrollo de las técnicas de la fecundación in vitro, hoy en día se puede realizar el conocido como diagnóstico genético preimplantacional (DGPI). Éste permite testar los embriones desde un punto de vista genético y cromosómico para así elegir el que se encuentre sano e implantarlo en el útero de la madre. El DGPI evita la gestación de un niño afectado genética o cromosómicamente, y conlleva la decisión de los padres de realizar, en su caso, un aborto terapéutico.
Terapia génica, terapia farmacológica y medicina predictiva]
Una vez que se conocen qué genes producen qué enfermedades, y las características para diagnosticar una enfermedad conociendo la secuencia de bases, es necesario realizar una terapia para acabar con esa enfermedad, ya que de ser de otra manera, el diagnóstico de una enfermedad no es más que una carga emocional que el paciente tiene que soportar de la mejor manera posible, conviviendo con la impotencia y la ansiedad que le puede suponer a un paciente el saber que en un determinado lapso de tiempo es posible que padezca una enfermedad. Una consecuencia, por tanto, del PGH es desarrollar terapias contra las enfermedades que ha diagnosticado. Se conocen la terapia génica, la terapia farmacológica y la medicina predictiva:
La terapia génica es una consecuencia directa del PGH y supone la probabilidad de curar las enfermedades hereditarias cartografiadas por éste, insertando copias funcionales de genes defectivos o ausentes en el genoma de un individuo para tratar dicha enfermedad. Las técnicas actuales de terapia génica no pueden asegurar que el gen se inserte en un lugar apropiado del genoma, existe la posibilidad de que interfiera con el funcionamiento de un gen importante o incluso que active un oncogén, provocando así un cáncer en el paciente. Sin embargo, estas técnicas sólo se utilizan con pacientes que ya corren peligro inminente de muerte, por lo que la posibilidad de contraer un cáncer en un futuro incierto no constituye un impedimento muy grave para aceptar el tratamiento.
El primer caso que se conoce de terapia génica tuvo lugar en los NIH (National Institutes of Health. En español: Institutos Nacionales de la Salud), en Bethesda, Maryland. Consistió en la inoculación de glóbulos blancos genéticamente modificados a una niña que padecía inmunodeficiencia severa combinada (deficiencia de adenosina-desaminasa o ADA). Esta enfermedad es una enfermedad rara, y la carencia de ADA se puede tratar con trasplantes de médula ósea. Sin embargo, el trasplante sólo es posible si el paciente tiene un hermano que no esté afectado por la enfermedad y que sea compatible. Otra posibilidad es inyectar la proteína directamente, pero las inyecciones no llegan inmediatamente al lugar necesario y constituyen un mal sucedáneo de los sutiles mecanismos que controlan y dirigen la producción de ADA en circunstancias normales. La operación consistió en la extracción de linfocitos T de la paciente, su modificación genética y su reimplantación. Con esto las células comenzaron a producir la ADA.
Cuando se realizó esta primera intervención, los doctores de los NIH estudiaron las implicaciones éticas que podía tener esta operación y llegaron a la conclusión de que no existía diferencia moral con respecto a cualquier tipo de trasplante de tejidos o de órganos. Esta comparación residía en que los genes trasplantados sólo afectaban a las células somáticas del individuo, de modo que sólo afectaban a la niña misma y que no lo harían por tanto a su descendencia. Podemos diferenciar entonces dos tipos de terapia génica, en línea somática y en línea germinal. Esta última consiste en introducir genes nuevos, biológicamente funcionales, en células germinales (óvulos y/o espermatozoides) antes de que se produzca la fecundación. El embrión que surge tras la fecundación partirá de una única célula modificada genéticamente, por lo que todas sus células posteriores presentarán la misma modificación, incluyendo las futuras células germinales que producirá, pudiendo transmitir sus características a las generaciones futuras.
Todos los estudios nacionales han rechazado la terapia en línea germinal, de momento, ya que opinan que todavía no se dispone de los suficientes conocimientos para evaluar los riesgos que supone este tipo de terapia y que es necesario realizar un estricto examen ético antes de comenzar a aplicarla, si esto se acabara produciendo.
La terapia farmacológica se ve también facilitada por el PGH ya que éste permite encontrar alteraciones en la secuencia del ADN de genes específicos y esto conlleva a que se realice el tratamiento con medicamentos de una manera dirigida, neutralizando las alteraciones y modificando favorablemente el curso de la enfermedad de forma más efectiva que los tratamientos de la medicina actual, que están generalmente dirigidos a aliviar los síntomas.
El PGH permite además, en relación con la farmacología, modificar los medicamentos para que se ajusten a las características genéticas del paciente y así poder metabolizar el fármaco de la mejor manera posible, lo que en consecuencia, elimina o minimiza los efectos secundarios indeseables del mismo. Gracias al PGH el médico tendrá un perfil genético del paciente antes de iniciar el tratamiento.
La medicina predictiva permite diagnosticar enfermedades, gracias a los conocimientos del genoma, que aún no se han desarrollado en el paciente. Se distinguen dos tipos de enfermedades que se pueden diagnosticar mediante la medicina predictiva. Las monogénicas, que se pueden identificar fácilmente ya que se conocen perfectamente las leyes deterministas que las regulan; y las poligénicas, para cuyo buen estudio es necesario realizar sondeos poblacionales. Por ejemplo se pueden encontrar los genes que regulan el nivel de colesterol en la sangre (unos veinte). Determinadas combinaciones de variedades de estos genes sitúan al sujeto en un grupo de riesgo de padecer enfermedades tempranas de las arterias coronarias y ataques cardíacos. Si además el sujeto lleva una dieta rica en grasas animales y una vida sedentaria (también influyen por tanto agentes externos como puede ser el modo de vida y la alimentación), es muy posible que muera de infarto antes de los cincuenta años. La meta es conocer exactamente qué combinaciones de genes son especialmente peligrosas y en esto tiene un papel muy importante el Proyecto Genoma Humano. La medicina predictiva también causa una importante controversia en la sociedad ya que los estudios poblaciones que se realizan para estudiar las enfermedades poligénicas se pueden utilizar para discriminar a ciertas personas o grupos, lo que se llamaría discriminación genética. Este tema se tratará en el apartado Aspectos Éticos.
Aspectos éticos y controversia
Aunque la medicina proporciona la base para la evolución de la bioética, actualmente somos testigos de su aplicación a la investigación científica relacionada. Así pues, el PGH ha dado lugar a una de las áreas de conocimiento biológico con mayor crecimiento. Los conocimientos genómicos derivados del Proyecto Genoma Humano, se utilizan para mejores y más rápidos diagnósticos basados en el análisis directo del ADN, e incluso para el diagnóstico prenatal en aquellos casos en los que se sospecha que el bebé tenga alteraciones morfológicas, funcionales o ponga en peligro la vida de su madre. También es posible aplicar este conocimiento a personas asintomáticas para averiguar si han heredado de algún progenitor una mutación causal de una enfermedad genética que pueda desarrollarse en el futuro.
Así planteado el tema, se percibe entonces una importante brecha entre la capacidad diagnóstica y predictiva del conocimiento genómico por un lado, y la falta de intervenciones preventivas y terapéuticas por otro, lo que lleva a conflictos éticos surgidos del Proyecto Genoma Humano. Además hay determinadas áreas como el asesoramiento a parejas en riesgo de transmitir enfermedades genéticas a su descendencia, que han suscitado mucho interés y para las que se han dictado una serie de principios éticos:
Respeto a la dignidad individual y a la inteligencia básica de las personas, así como a sus decisiones médicas y reproductivas (libre elección de interrumpir o continuar un embarazo con riesgo).
Informar objetivamente al paciente sin tener en cuenta los valores subjetivos del profesional médico.
Protección a la privacidad de la información genética.
Desmitificación del Proyecto Genoma Humano, aclarando verdaderamente su alcance con acciones específicas en educación.
Otro problema de gran importancia es la obtención de patentes de genes por parte de compañías biotecnológicas, gobiernos y centros de investigación universitarios, para una posterior venta o explotación comercial, sin tener en cuenta que parte de los fondos empleados en el PGH era de los contribuyentes. También debemos observar el PGH contextualizado social e históricamente, atendiendo a la desigualdad social y económica entre países, que va a producir una inequidad en el acceso a los beneficios que se extraigan de la investigación.
Una solución a todas estas tensiones podría ser la formación de profesores de ciencias o la enseñanza directa a estudiantes como una forma de abrir las mentes y aclarar definitivamente el alcance del Proyecto Genoma Humano en la sociedad. Pero es imprescindible incorporar temas de bioética a los programas de enseñanza.
Tanto en Estados Unidos como en la Unión Europea se han desarrollado programas para contemplar las consecuencias éticas y sociales de la investigación científica y que no se produzcan conflictos. En Estados Unidos se encuentra el ELSI y fuera de ellos se encuentra la Declaración Universal sobre el Genoma Humano y los Derechos Humanos, promovida por la UNESCO

El ELSI es el Programa Ético, Legal y Social (Ethical, Legal and Social Implications Research Program, en inglés) que desarrolló el NHGRI (National Humane Genome Research Institute, en inglés, o Instituto Nacional de Investigación del Genoma Humano, de Estados Unidos) en 1990. Este programa permite un acercamiento a la investigación científica teniendo en cuenta las implicaciones éticas, legales y sociales que ésta supone, al mismo tiempo que se está investigando para, de esta manera, poder identificar los posibles futuros problemas y solucionarlos antes de que la información científica se extienda. El programa de investigación ELSI tiene un papel muy importante en todo lo relacionado con el PGH, y se encarga de analizar las implicaciones éticas y sociales de la investigación genética de la siguiente manera:
Examinando las ediciones que rodean la terminación de la secuencia humana del ADN y del estudio de la variación genética humana.
Examinando las ediciones llevadas a cabo por la integración de tecnologías e información genética para el cuidado médico y actividades de la salud pública.
Explorando las maneras en las cuales el nuevo conocimiento genético puede actuar recíprocamente con una variedad de perspectivas éticas, filosóficas y teológicas.
Explorando cómo influyen en el uso e interpretación de la información genética, de la utilización de servicios genéticos y del desarrollo de la política, los factores y los conceptos socioeconómicos de la raza y de la pertenencia étnica.
Para alcanzar estas metas, las actividades y la investigación del programa de ELSI se centran en cuatro áreas del programa:
Aislamiento e imparcialidad en el uso y la interpretación de la información genética.
Integración clínica de las nuevas tecnologías genéticas.
Ediciones que rodean la investigación de la genética.
Educación pública profesional.
El ELSI también ha iniciado una serie de emprendimientos educacionales que están dirigidos a entrenar a profesionales de la salud para que puedan interpretar los nuevos tests diagnósticos basados en el ADN que comenzarán a surgir más y más frecuentemente gracias a la información obtenida del PGH. Además de esta formación de profesionales de la salud también se necesita que los políticos y el público en general tengan un criterio suficiente sobre algunos asuntos críticos relacionados con las pruebas genéticas. Por ello, es necesario extender la información genética en las escuelas, los medios de comunicación, alentar la discusión pública sobre el tema y suministrar también información a los políticos. Una de las iniciativas es el establecimiento de la Coalición Nacional para la Educación de los Profesionales de la Salud en Genética (NCHPEG), también en EE. UU., pero rápidamente se queda insuficiente ya que sólo abarca a los profesionales de la Salud.
Declaración Universal sobre el Genoma Humano y los Derechos Humanos]
Así como Estados Unidos tiene un programa para regular las implicaciones sociales y éticas que tienen las investigaciones científicas para tratar de regularlas y que no haya conflictos, la UNESCO redactó en 1997 la “Declaración Universal sobre el Genoma Humano y los Derechos Humanos”, cuyo prefacio es el siguiente:
La Declaración Universal sobre el Genoma Humano y los Derechos Humanos, aprobada el 11 de noviembre de 1997 por la Conferencia General en su 29ª reunión por unanimidad y por aclamación, constituye el primer instrumento universal en el campo de la biología. El mérito indiscutible de ese texto radica en el equilibrio que establece entre la garantía del respeto de los derechos y las libertades fundamentales, y la necesidad de garantizar la libertad de la investigación. La Conferencia General de la UNESCO acompañó esa Declaración de una resolución de aplicación, en la que pide a los Estados Miembros que tomen las medidas apropiadas para promover los principios enunciados en ella y favorecer su aplicación. El compromiso moral contraído por los Estados al adoptar la Declaración Universal sobre el Genoma Humano y los Derechos Humanos es un punto de partida: anuncia una toma de conciencia mundial de la necesidad de una reflexión ética sobre las ciencias y las tecnologías. Incumbe ahora a los Estados dar vida a la Declaración con las medidas que decidan adoptar, garantizándole así su perennidad.
Federico Mayor, 3 de diciembre de 1997.
Está compuesta por 25 artículos que se dividen en las siguientes áreas, destacando en cada una de ellas un determinado artículo:
La dignidad humana y el genoma humano. Contiene los 4 primeros artículos y establece la base la declaración y su objeto, el ser humano y el genoma humano. Cabe destacar el artículo 1: “El genoma humano es la base de la unidad fundamental de todos los miembros de la familia humana y del reconocimiento de su dignidad intrínseca y su diversidad. En sentido simbólico, el genoma humano es el patrimonio de la humanidad”.
Derechos de las personas interesadas. Está compuesta por los artículos desde el 5 al 9 y presenta los derechos que tienen las personas como portadoras de los genes y sus consecuencias sociales. Cabe destacar el artículo 6 porque está relacionado con la discriminación genética, que será tratada más adelante: “Nadie podrá ser objeto de discriminaciones fundadas en sus características genéticas, cuyo objeto o efecto sería atentar contra sus derechos humanos y libertades fundamentales y el reconocimiento de su dignidad”.
Investigaciones sobre el genoma humano. Formada por los artículos 10, 11 y 12. Trata la imposición de la dignidad humana sobre cualquier tipo de investigación relativa al genoma humana, el derecho de todas las personas a acceder a los progresos de la biología y a la orientación de la investigación en el campo de la biología, genética y medicina hacia un alivio del sufrimiento y una mejora de la salud del individuo y de toda la humanidad. Se puede destacar el artículo 10 que alienta a los Estados miembros a actuar sobre posibles conductas contrarias a la declaración: “No deben permitirse las prácticas que sean contrarias a la dignidad humana, como la clonación con fines de reproducción de seres humanos. Se invita a los Estados y a las organizaciones internacionales competentes a que cooperen para identificar estas prácticas y a que adopten en el plano nacional o internacional las medidas que correspondan, para asegurarse de que se respetan los principios enunciados en la presente Declaración”.
Condiciones de ejercicio de la actividad científica. Contiene los artículos del 13 al 16 y en ellos se otorga a los Estados miembros la potestad de regular las actividades relacionadas con la investigación y de crear organismos para regular las consecuencias éticas y sociales causadas por ella, como declarar el artículo 16: “Los Estados reconocerán el interés de promover, en los distintos niveles apropiados, la creación de comités de ética independientes, pluridisciplinarios y pluralistas, encargados de apreciar las cuestiones éticas, jurídicas y sociales planteadas por las investigaciones sobre el genoma humano y sus aplicaciones”.
Solidaridad y cooperación internacional. Esta parte está formada por los artículos 17, 18 y 19 y se refiere a la cooperación y solidaridad tanto entre los individuos que forman los Estados miembros como entre los Estados mismos, refiriéndose en primer lugar a casos como enfermedades genéticas y en el segundo a compartir conocimientos científicos sobre el genoma humano entre países que tengan una gran investigación desarrollada y otros que la tengan menos, como dice el artículo 18: “Los Estados deberán hacer todo lo posible, teniendo debidamente en cuenta los principios establecidos en la presente Declaración, para seguir fomentando la difusión internacional de los conocimientos científicos sobre el genoma humano, la diversidad humana y la investigación genética, y a este respecto favorecerán la cooperación científica y cultural, en particular entre países industrializados y países en desarrollo”.
Fomento de los principios de la Declaración. Son los artículos 20 y 21 e impulsan a los Estados miembros de la UNESCO a fomentar y extender los principios entre los individuos que los forman, también entre los políticos, y además comprometerse a favorecer el debate abierto y la libre expresión de corrientes socioculturales, religiosas o filosóficas. El artículo 20 también impulsa la información desde la educación: “Los Estados tomarán las medidas adecuadas para fomentar los principios establecidos en la Declaración, a través de la educación y otros medios pertinentes, y en particular, entre otras cosas, la investigación y formación en campos interdisciplinarios y el fomento de la educación en materia de bioética, en todos los niveles, particularmente para los responsables de las políticas científicas”.
Aplicación de la Declaración. Los artículos del 22 al 25 se refieren a la obligación de los Estados de fomentar el respeto frente a los enunciados de la Declaración, difundirlos y hacerse cargo de que se realicen correctamente. Así, el artículo 23 declara: “Los Estados tomarán las medidas adecuadas para fomentar mediante la educación, la formación y la información, el respeto de los principios antes enunciados y favorecer su reconocimiento y su aplicación efectiva. Los Estados deberán fomentar también los intercambios y las redes entre comités de ética independientes, según se establezcan, para favorecer su plena colaboración”.
Discriminación genética y patente de genes
Entramos ahora en los que posiblemente sean los dos puntos más importantes de la controversia causada por el PGH, que se pasan a explicar a continuación:
Discriminación genética
El ELSI tiene un papel muy importante en el campo de la discriminación genética. Cuando se dieron los primeros pasos del PGH, los científicos tuvieron muy claro desde el principio que era necesario realizar un estudio ético y social, inicialmente a pequeña escala y si era necesario, a mayor; sobre alguna enfermedad que pudiera tener lugar en la sociedad, para evitar cualquier tipo de discriminación genética. Un ejemplo interesante de discriminación genética tuvo lugar en Estados Unidos durante los años setenta y relacionada con una campaña que realizó el gobierno para detectar portadores del gen de la anemia de células falciformes.
Capilares sanguíneos en los que se pueden observar eritrocitos falciformes.
La anemia de células falciformes, además, tiene un componente relacionado con la raza muy importante, ya que es la enfermedad genética más frecuente entre la población negra. Se trata de una enfermedad recesiva bastante cruel ya que los que la sufren no pueden realizar esfuerzos, ya que corren un grave riesgo de sufrir una insuficiencia respiratoria aguda que les ocasione repentinamente la muerte. Pues bien, la discriminación genética aparece cuando el gobierno realizó un estudio poblacional para detectar individuos que portaran este gen. La anemia de células falciformes no tiene cura y por tanto, si alguien era diagnosticado de anemia de células falciformes no poseía la más mínima esperanza de curación. El problema se hizo patente cuando el gobierno declaró obligatorio en varios estados realizar la prueba de detección a los recién nacidos y a los escolares, sin seguir un programa paralelo de orientación genética que pudiera ofrecer consejo a las familias afectadas, y cuando el público comenzó a confundir a las personas portadoras (heterocigóticas) con las enfermas, debido a la completa falta de una campaña informativa. Por si esto fuera poco, Linus Pauling, que había descubierto el método de análisis de la hemoglobina, realizó unas desafortunadas declaraciones en las que sugería que se marcara de alguna manera a los portadores para que no se mezclaran y no tuvieran hijos entre sí. La información que se recogió en este estudio pasó a formar parte del historial médico de los niños que estaban afectados. Las compañías de seguros comenzaron entonces a negarse a formalizar el seguro si conocían que su posible cliente padecía anemia de células falciformes, e incluso si era simplemente portador del gen. También el mercado de trabajo comenzó a discriminar a los enfermos y portadores. A las personas de color que portaban el gen se les negaba por ejemplo el trabajo en compañías aéreas porque se pensaba que su sangre reaccionaría mal al encontrarse a bajas presiones causados por la altura del avión (algo que es erróneo).
Un gran problema que tuvo el caso de la anemia de células falciformes en los años setenta fue que no se conocían métodos de estudio del feto y que tampoco estaba permitido el aborto. Esto se ha podido superar actualmente y es un problema menor para el programa ELSI, ya que ahora sí existe la posibilidad de detectar la enfermedad en el feto y, además de que ya está permitido, el aborto terapéutico tiene una aceptación social casi mayoritaria.
En definitiva, es necesario realizar un estudio social y ético y dar la información necesaria a la opinión pública para que no se produzcan casos de discriminación genética, si ya no tan llamativos como el de la anemia de células falciformes en EE. UU., pero sí a menor escala como puede ser la predisposición hacia enfermedades cardíacas o a las discapacidades mentales, por ejemplo.
Patente de genes
El concepto de «patente de genes» aparece también con la secuenciación del genoma producida por el PGH. Y es que resulta necesario compatibilizar las expectativas terapéuticas y de avance científico con las expectativas de aspecto económico, procurando encontrar un equilibrio razonable entre el altruismo que unos buscan en el conocimiento público de la información proporcionada por el PGH y otros que encuentran esta información suficiente para sacarle provecho económico. Es necesario combinar la moralidad con el interés económico. El elemento fundamental de todo esto se encuentra en las empresas privadas que realizan investigaciones en el genoma humano. Como tales empresas privadas, necesitan obtener un beneficio que supla las grandes inversiones que hacen en investigaciones para obtener posteriormente productos farmacéuticos, desarrollar terapias clínicas u otras aplicaciones. Para esto, necesitan proteger sus hallazgos para que nadie se aproveche de su esfuerzo. La cuestión reside en determinar cuál es el marco jurídico apropiado para garantizar debidamente esas expectativas de beneficio. Es, por tanto, lógico que se tratara de amparar bajo la protección de las patentes a los descubrimientos relacionados con la descodificación y aislamiento del ADN, considerándolo una sustancia o estructura que, como otras, se encuentra en la naturaleza y de cuyo conocimiento se puede derivar algún uso diagnóstico y con el fin de compensar las inversiones económicas realizadas. De este modo, los investigadores o instituciones que patentaran la secuencia parcial o total de cierto gen podrían ser acreedores de los derechos que se derivaran de ella para la obtención de fármacos. Por otro lado, hay gente que piensa que las patentes no hacen más que impedir el desarrollo biotecnológico y que la información que se encuentra en los genes debería ser de acceso público.
Las patentes sobre secuencias totales o parciales de genes continúan estando en una importante controversia y se pueden encontrar tres posiciones diferentes:
La postura de la UNESCO: afirma que el Genoma Humano es patrimonio de la Humanidad y que debe quedar excluido de cualquier apropiación pública o privada.
La postura estadounidense: representada por los NIH y Craig Venter (dueño de la empresa Celera Genomics, empresa biotecnológica involucrada en el estudio del Genoma Humano). Parten de que los genes, por muy esenciales que sean para la vida, no son vida humana, y tampoco pueden clasificarse como materia exclusivamente humana ya que los compartimos con otras especies. Opinan que no hay nada que choque contra los criterios de patentabilidad impuestos por la USPTO (http://en.wikipedia.org/wiki/USPTO_registration_examination), por lo que nada debería impedirles proteger la información obtenida y conseguir beneficios para poder avanzar en sus investigaciones.
La postura europea: se encuentra en una posición intermedia. Niega la patentabilidad de cualquier genoma individual completo pero admite que se puedan patentar los genes humanos individualmente si han sido aislados. También mantiene cláusulas de moralidad que permitan rechazar administrativa o jurisdiccionalmente determinadas solicitudes de patente. (Directiva Europea 98/44/CE Art. 5 https://web.archive.org/web/20160304212509/http://www.cgcom.org/sites/default/files/54_Directiva_98_44_CE.pdf). La Directiva europea pretende solucionar los problemas de las patentes estableciendo una distinción de planos. Por un lado se encontrarían los genes “tal y como se encuentran en la naturaleza”, que actuarían como patrimonio común de la humanidad y a los que se debe proteger, y por otro lado se encontrarían los genes “que han sido aislados de su medio natural por procedimientos técnicos”, sobre los que sí podría implantarse una patente al haberse modificado su naturaleza a través del procedimiento técnico.
Y ahora qué: el proyecto genoma humano[editar]
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Cifras y datos

Este diagrama esquemático muestra un gen en relación a su estructura física (doble hélice de ADN) y a un cromosoma (derecha). Los intrones son regiones frecuentemente encontradas en los genes de eucariotas, que se transcriben, pero son eliminadas en el procesamiento del ARN (ayuste) para producir un ARNm formado sólo por exones, encargados de traducir una proteína. Este diagrama es en exceso simplificado ya que muestra un gen compuesto por unos 40 pares de bases cuando en realidad su tamaño medio es de 20 000-30 000 pares de bases).
El Consorcio Internacional, integrado por 20 grupos de diferentes países y por otro lado la empresa privada Celera, hicieron público, el 12 de febrero de 2001, el mapa provisional del genoma humano (GH) que aporta una extraordinaria información acerca de las bases genéticas del ser humano.
El Consorcio Internacional ha calculado que el genoma humano contiene 20 500 genes.
De los 300 000 clones de partida fueron válidos 30 000 clones que representan un total de 3200 megabases. Estos resultados alcanzados en octubre del 2000, representan el 90% del genoma. La secuencia obtenida es de enorme trascendencia y son muchos y variados los puntos de interés pudiendo destacarse algunos datos:
El humano tiene solo el doble de genes que la mosca del vinagre, un tercio más que el gusano común y apenas 5.000 genes más que la planta Arabidopsis.
3200 millones de pares de bases forman genes, repartidos entre los 23 pares de cromosomas. Los cromosomas más densos (con más genes codificadores de proteínas) son el 17, 19 y el 22. Los cromosomas X, Y, 4, 18 y 13 son los más áridos.
El equipo de Celera Genomics utilizó para secuenciar el genoma humano muestras de ADN de tres mujeres y dos hombres (un afroamericano, un chino, un asiático, un hispanomexicano y un caucasiano). El equipo de Celera utilizó ADN perteneciente a doce personas. Cada persona comparte un 99,99 por ciento del mismo código genético con el resto de los seres humanos. Sólo 1250 nucleótidos separan una persona de otra.
Hasta ahora se han encontrado 223 genes humanos que resultan similares a los genes bacterianos.
Sólo un 5 % del genoma codifica proteínas. El 25% del genoma humano está casi desierto, existiendo largos espacios libres entre un gen y otro.
Se calcula que existen entre 250 000 y 300 000 proteínas distintas. Por tanto cada gen podría estar implicado por término medio en la síntesis de unas diez proteínas.
Algo más del 35% del genoma contiene secuencias repetidas. Lo que se conoce como ADN basura.
Se han identificado un número muy elevado de pequeñas variaciones en los genes que se conocen como polimorfismos nucleótidos únicos, SNP de su acrónimo inglés. Celera ha encontrado 2,1 millones de SNP en el genoma y el Consorcio 1,4 millones. La mayoría de estos polimorfismos no tienen un efecto clínico concreto pero de ellos depende, por ejemplo, el que una persona sea sensible o no a un determinado fármaco y la predisposición a sufrir una determinada enfermedad.

Referencias
↑ «BBC NEWS». 14 de abril de 2003. Consultado el 22 de julio de 2006. Texto « Human genome finally complete » ignorado (ayuda); Texto « Science/Nature » ignorado (ayuda)
↑ Baquero F; Nombela C, (18 de julio de 2012). «The microbiome as a human organ». The microbiome as a human organ. PMID 22647038. doi:10.1111/j.1469-0691.2012.03916. Detalles bibliográficos de Proyecto Genoma Humano
Página: Proyecto Genoma Humano
Autor: colaboradores de Wikipedia
Editor: Wikipedia, La enciclopedia libre.
Última revisión: 6 de febrero del 2020, 10:44 UTC
Fecha de consulta: 10 de febrero del 2020, 18:49 UTC
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