El blog del Dr. Enrique Rubio

Mes: enero 2020 (Página 2 de 3)

Neuralgia del pudendo: algoritmo de Manejo

Neuralgia del pudendo: algoritmo de Manejo

trayectoria fistulosa desde la pared posterior del ano, caudal al músculo elevador, con extensión cutánea hasta la región interglútea paramedial dcha.

La presentación de casos de neuralgia del nervio pudendo no es frecuente, por ello estos tres casos, bien descritos que muestra la dificultad del manejo de esta patología
Se presentan 3 casos clínicos con etiología y evolución clínica diversa.
Discusión
Análisis de los criterios diagnósticos y tratamientos vigentes. Evaluación de los casos a la luz del algoritmo de diagnóstico y tratamiento propuesto.
Palabras clave:
Neuralgia del pudendo
Dolor perineal
Tratamiento del dolor
Introducción
El dolor perineal constituye uno de los retos diagnósticos y terapéuticos con los que se enfrentan múltiples especialistas como ginecólogos, urólogos y proctólogos. Los casos remitidos a la Unidades del Dolor suelen ser casos con dolor severo e incapacitante y que han recorrido ya múltiples especialistas con las consiguientes pruebas complementarias, tratamientos médicos, rehabilitación y, a veces, intervenciones quirúrgicas.
Su prevalencia no está bien estudiada ya que parte de la dificultad de poder utilizar una terminología exacta y común. La variedad de síntomas: dolor anal, vaginal, clitoriano o peneano, perineal, dolor neuropático/inflamatorio, y la presencia o no de sintomatología miccional, sintomatología simpática, tenesmo vesical o rectal, incontinencia hacen que los términos empleados para catalogarla puedan ser tan amplios como la misma sintomatología: dolor perineal, dolor pelvirrectal, neuralgia del pudendo, vulvodinia, proctalgia, dispareunia, cistitis intersticial, trigonitis…
Dejando a un lado los cuadros que cursan con afectación miccional, como las cistitis intersticiales y vejigas neurógenas, que merecen un capítulo aparte por su complejidad, el manejo del resto de los dolores perineales se encuentra poco sistematizado en la literatura y cuando lo está parece centrado en resaltar las bondades de algún tratamiento muy específico1.
Hace ya casi 50 años2 que se indicó que muchos de los dolores crónicos del periné de causa no filiada podían estar en relación con una neuralgia del pudendo. Los pacientes suelen referir dolor perineal, más frecuentemente unilateral, en el área de inervación del nervio pudendo, casi siempre en el área específica de alguna de sus 3 ramos terminales, que cubren el área perianal, vulvovaginal y clitoriana en la mujer, y perianal escroto-rafe medio y dorsal del pene en el varón.
En nuestra Clínica del Dolor valoramos a unos 130 nuevos pacientes/mes, de los cuales los casos de dolor perineal constituyen algo más del 5%; la gran mayoría son mujeres entre 30 y 60 años, el dolor suele ser severo con EVA basal>7, y acuden remitidas por otros especialistas, como urólogos, neurólogos y ginecólogos.
En este artículo, queremos presentar 3 casos clínicos de dolor perineal severo en mujeres con sospecha de neuralgia del pudendo y evolución clínica muy diversa. Junto a ello presentamos en la discusión un algoritmo de manejo diagnóstico y terapéutico del paciente con dolor perineal crónico severo con sospecha de neuralgia del pudendo, que creemos ayuda a abordar de manera racional estos casos tan complejos.
Breve recuerdo anatómico
El nervio pudendo se forma en el plexo sacro por la fusión de ramas de S2, S3 y S4. Entra en la región glútea acompañado de la arteria pudenda interna y de la vena homónima por debajo del músculo piramidal, y sale de la pelvis por el agujero ciático mayor para volver a entrar tras rodear la espina isquiática cubierto por el ligamento sacrotuberoso, y ya en la región perineal, a través del agujero ciático menor, acceder al canal pudendo o de Alcock. El canal pudendo está formado por la prolongación lateral de la fascia del obturador interno y limitado medial y cranealmente por la fosa isquiorrectal y lateralmente por el obturador interno y el isquion. En el canal se encuentra el nervio rodeado de los vasos y tejido graso. En más del 50% de los casos forma un tronco único, pero puede presentarse como 2 ramos (36%), 3 e incluso 43.
A lo largo del canal el nervio, se divide en sus 3 ramos terminales: 1) nervio rectal inferior que inerva la región perianal, esfínter anal y elevador del ano; 2) nervio perineal que inerva la mayor parte del escroto o labios mayores y la mucosa de la uretra y labios menores, así como inervación motora de los músculos isquiocavernoso, bulboesponjoso, perineal transverso superficial y profundo, y el esfínter de la uretra, y 3) nervio dorsal del pene o del clítoris, que inerva el dorso del pene o del clítoris.
Casos clínicosCaso 1
Mujer de 57 años, que refiere dolor en la región perineal, de predominio derecho, de 2 años y medio de evolución, sin claro antecedente previo. Ha tenido un curso oscilante en este tiempo, sin llegar nunca a desaparecer, y resulta invalidante desde hace 4 meses. No presenta sintomatología urinaria ni rectal. Lo refiere como «un peso» localizado en el periné derecho, acompañado de disestesias en la hemivulva derecha y crisis de proctalgia. Empeora en sedestación sentada pero también la despierta por la noche.
Valorada por varios ginecólogos, urólogos y proctólogos con múltiples pruebas de imagen, solo se objetiva una lesión del fascículo puborrectal del elevador del ano en un estudio ecográfico, por lo que fue remitida a fisioterapia sin referir mejoría.
Seguía tratamiento farmacológico con AINE, tramadol, paracetamol y complejo de vitamina B con alivio parcial.
En la RM de suelo pélvico solicitada en la primera visita se objetivó la existencia de un trayecto fistuloso en cara posterior de ano, con extensión paramedial derecha hasta la grasa subcutánea (fig. 1). La paciente fue remitida a cirugía general e intervenida del seudodivertículo/fístula, con desaparición total de la sintomatología.

Figura 1.
Esta paciente muestra una trayectoria fistulosa desde la pared posterior del ano, caudal al músculo elevador, con extensión cutánea hasta la región interglútea paramedial dcha.
(0,14MB).
Caso 2
Mujer de 34 años con cuadro de dolor perineal muy severo, de predominio izquierdo, de un año de evolución. No refiere ningún desencadenante claro, tan solo historia de candidiasis de repetición. Asocia dispareunia, dolor al defecar y, en ocasiones, disuria, no polaquiuria ni tenesmo vesical o rectal. Empieza a añadir dolor en la cara interna del muslo. A la exploración, marcadas alodinia e hiperalgesia. Anímicamente, muy afectada: dolor severo (EVA 7/10), con marcada repercusión en su vida diaria (Lattinen 17/20).
Ha sido valorada por múltiples especialistas y está en tratamiento con AINE, tramadol, gabapentina, duloxetina y fisioterapia. Aporta EMG de pudendos, con afectación de predominio izquierdo y, en especial, del ramo rectal.
Se solicitó RM de suelo pélvico y valoración por el psicólogo de la Unidad, que objetivó un importante trastorno mixto ansioso-depresivo reactivo, iniciándose tratamiento con psicoterapia.
En la RM de suelo pélvico se objetivó un área seudoespiculada adyacente a la pared posterolateral izquierda de la vagina, superficial al elevador del ano y anterolateral al ano, con intenso realce tras la administración de contraste y alta probabilidad de afectación de los ramos inferiores del pudendo, correspondiente a tejido fibroinflamatorio (fig. 2).

Figura 2.
Paciente con lesión hiperrealzante tras la introducción de CIV en secuencias T1 de RM, con aspecto fibroinflamatorio/cicatricial, en la mitad izquierda de periné, lateral y profunda al límite vulvovaginal, que con alta probabilidad, por su localización y extensión en profundidad, afecta a los ramos rectal y vaginal del pudendo.
(0,23MB).
Ante esos hallazgos, se programó bloqueo del pudendo izquierdo con neuroestimulador para incidir especialmente en el ramo rectal y vaginal, inyectando una mezcla de anestésico (lidocaína con bupivacaína)+hialuronidasa 600 UI+acetónido de triamcinolona 40mg. Se incluyó también un bloqueo del nervio obturador ipsolateral en el mismo acto. La paciente marchó sin dolor, con el área de dolor habitual anestesiada.
A los pocos días, tuvo que volver a la consulta por exacerbación del dolor habitual hasta hacerse insoportable e impedirla trabajar o cualquier otra actividad. Se le había explicado que durante los primeros días podía presentar más dolor del habitual pero que en pocos días iría desapareciendo, pero ante lo exagerado del cuadro y el transcurso de 5 días con la misma sintomatología, se realizó un nuevo estudio analítico y de imagen para descartar complicaciones infecciosas. Se añadió tratamiento con un opioide mayor indicado para dolor neuropático (tapentadol) a dosis bajas.
Valorada 2 semanas después la sintomatología, había ido cediendo y se fue retirando la medicación progresivamente. A los 5 meses, fue reevaluada refiriendo la casi completa desaparición del dolor (EVA 1/10), con la consiguiente recuperación anímica.
Caso 3
Mujer de 35 años que acude en 2001 remitida por su ginecólogo por un cuadro de dolor perineal derecho de 3 años de evolución y que pone en relación con un parto eutócico. El dolor es continuo, de intensidad moderada, pero con episodios de exacerbación con descargas lancinantes, que suele coincidir con la micción o algunos movimientos de la pierna. Sintomatología urinaria ocasional, en posible relación con infecciones del tracto urinario incidentales. No sintomatología rectal. Severa dispareunia. Anímicamente estable. Las crisis la obligan a acudir a urgencias y se acompañan de marcada distensión abdominal. Aporta RM de pelvis normal, RM columna lumbosacra normal, ecografías normales, estudios urológicos normales. Se ha realizado resección quirúrgica del área de fibrosis en torno a la episiotomía, con mejoría transitoria. No es posible realizar EMG del pudendo por intenso dolor. En tratamiento inicial con AINE, tramadol y varios coadyuvantes. Estudiada y tratada por múltiples especialistas y Unidades del Dolor en España y Francia.
La RM de suelo pélvico objetivó un área de fibrosis en periné derecho próximo al isquion compatible con fibrosis o neuroma del nervio pudendo. Se realizó un bloqueo del mismo con anestésico+corticoide depot y radiofrecuencia pulsada, con mejoría de un mes y reaparición de los síntomas. Valorada simultáneamente por otros especialistas, realizaron resección quirúrgica del neuroma con marcada mejoría sintomática de 2 meses de duración para luego recaer con mayor intensidad (fig. 3). También fue intervenida de una enfermedad pélvica inflamatoria derecha, objetivada en una nueva prueba de imagen, realizándose anexectomía derecha, pero sin mejorar la sintomatología de base.

Figura 3.
Corte coronal, secuencia potenciada en T1 de la pelvis, en la que se identifica una extensa lesión lineal con trayectoria entre la apófisis isquiática y el músculo elevador del ano en la hemipelvis derecha, compatible con cirugía previa complicada. Es una lesión que coincide con la distribución teórica de múltiples ramas del nervio pudendo derecho.
(0,08MB).
La frecuencia de los síntomas se fue agravando progresivamente, con muy escasa respuesta al tratamiento farmacológico con altas dosis de opioides mayores y multitud de coadyuvantes. Ha requerido largos períodos de hospitalización para controlar la sintomatología. Las maniobras de Valsalva tan exageradas con las quería contener el dolor lancinante descrito como un «cable de alta tensión metido en la vagina» le provocaron un hematoma subdural diagnosticado durante un ingreso por presentar diplopía por parálisis del VI par izquierdo.
Durante estos años, se han realizado todo tipo de estudios y tratamientos, incluyendo neurólisis con alcohol y radiofrecuencia convencional (80°C) (mejorías de 2 meses como máximo), bloqueos y radiofrecuencia pulsada del ganglio de la raíz dorsal de S2, S3 y S4, bloqueos caudales, bloqueo del nervio pudendo en el canal de Alcock bajo control ecográfico, analgesia epidural mediante catéter DuPen retrógrado (muy buen control del dolor durante 8 meses, hasta que hubo que retirarlo por fibrosis), tratamientos con lidocaína por vía iv (nula respuesta), ketamina iv (nula respuesta), lacosamida iv (respuesta parcial a dosis máximas, pero con marcados secundarismos), estimulador de raíces sacras (ineficaz), estimulación periférica con electrodo subcutáneo (ineficaz)… (fig. 4). Se desestimó intentar la descompresión quirúrgica del canal Alcock por 2 especialistas diferentes.

Figura 4.
Radiografía AP simple de pelvis para mostrar electrodos de estimulación, raíces sacras y catéter intratecal.
(0,07MB).
Tras el implante de una bomba de analgesia intratecal implantada con dosis moderadas de cloruro mórfico, consiguió volver a trabajar y ha estado bien controlada durante año y medio. Recientemente, ha requerido ingreso de 3 semanas por mal control analgésico en posible relación con un cuadro de hiperalgesia inducida por opioides que ha obligado a bajar drásticamente la dosis de cloruro mórfico y modificar la posología de infusión continua a bolus añadiendo altas dosis de neuromoduladores para poder controlar el cuadro.
Discusión
Los dolores perineales crónicos severos catalogados como neuralgias del pudendo constituyen un conjunto de cuadros clínicos abigarrados en los que la sintomatología neuropática puede estar presente en mayor o menor medida en función de la causa desencadenante. De antemano, hemos querido dejar de lado los cuadros con sintomatología miccional o rectal preponderante, como las cistitis intersticiales o los casos de dolor tenesmal rectal secundarios a radioterapia, que constituyen entidades clínicas específicas.
Es fundamental intentar establecer un diagnóstico etiológico antes de empezar un tratamiento que no sea puramente sintomático y, para ello, aparte de la historia clínica cuidadosa y la exploración, desempeñan un papel imprescindible la RM de suelo pélvico y el estudio neurofisiológico (tabla 1).
Tabla 1.
Posibles etiologías de neuralgia del pudendo propuestas
Parto
Cirugía incontinencia
Bartolinitis
Fístula anal/absceso isquiorrectal
Traumatismo (ciclismo)
Cirugía del prolapso (vaginal o rectal)
Neuritis infecciosas (herpes)
Cirugía de cadera
Atrapamiento (síndrome de Alcock)
Endometriosis
La RM de suelo pélvico realizada por un radiólogo informado sobre la patología de la paciente orienta de manera decisiva el diagnóstico y el tratamiento subsiguiente. El hallazgo de tejido fibroinflamatorio en el territorio de distribución del pudendo o sus ramas, la presencia de fístulas o divertículos rectales que han pasado inadvertidos con otras pruebas, o los pequeños desgarros de fibras en la musculatura del suelo pélvico son hallazgos frecuentes, pero requieren el compromiso del radiólogo para realizar un estudio cuidadoso de la zona. Del mismo modo, el estudio electromiográfico del nervio pudendo requiere un neurofisiólogo experimentado en la técnica, la cual a su vez es más costosa por requerir un electrodo especial en cada caso.
Sin embargo, la mayoría de los estudios se fundamentan en criterios clínicos subjetivos. Ya en 2006 un grupo de trabajo multidisciplinar estableció unos criterios clínicos (Criterios de Nantes) que incluyen: 1) dolor en la distribución anatómica del nervio pudendo; 2) agravamiento de los síntomas en sedestación; 3) el dolor no le despierta por la noche; 4) ausencia de déficit sensoriales en la exploración clínica, y 5) mejoría del dolor con un bloqueo diagnóstico del pudendo4. Se consideraban criterios de exclusión la existencia de dolor limitado al área coccígea, glútea o hipogástrica, dolor paroxístico o prurito y el hallazgo de otras causas por técnicas de imagen.
En nuestra práctica clínica, estos criterios resultan de poca utilidad: una paciente puede tener patología hemorroidal asociada y referir también dolor nocturno, y en la exploración la mayoría de las pacientes tienen unas severas alodinia e hiperalgesia que dificultan cualquier exploración, más que los déficits sensoriales descritos. De hecho, en la mayoría de los casos, cuando realizamos un bloqueo del pudendo tenemos que hacerlo bajo sedación iv moderada para que puedan tolerar el procedimiento estimulando correctamente cada ramo nervioso afectado. Tampoco se refieren a un dato clínico que suele ser característico: la mayoría de los casos suelen ser unilaterales o, por lo menos, de distribución asimétrica. Los casos de dolor bilateral y simétrico casi siempre obedecen a patología miofascial secundaria a trastornos de adaptación (estrés, ansiedad, etc.). En este sentido, tenemos que recurrir en muchas ocasiones a la valoración por el psicólogo de la Unidad de los trastornos de ansiedad y depresión encubiertos.

Autores
Pudendal neuralgia: Algorithm for diagnostic and therapeutic management in a pain unit
Martín Avellanala,c,
, Antonio Ferreirob, Gonzalo Diaz-Reganona,c, Alejandro Ortsa,c, Lucio Gonzalez-Monteroa,c
a Clínica del Dolor, Hospital Universitario de Madrid y Hospital Sanitas La Moraleja, Madrid, España
b Servicio de Radiología, Hospital Universitario de Madrid, Madrid, España
c Consultores en Dolor, Madrid, España

NEURALGIA DEL NERVIO PUDENDO


El nervio pudendo se encuentra en la región pélvica inerva los genitales externos de ambos sexos, así como también los esfínteres de la vejiga urinaria y el suelo de la pelvis

Anatomía [
Hace medio siglo que se ha relacionado el dolor del periné con la afectación del pudendo Los pacientes suelen referir dolor perineal, más frecuentemente unilateral, en el área de inervación del nervio pudendo, casi siempre en el área específica de alguna de sus 3 ramos terminales, que cubren el área perianal, vulvovaginal y clitoriana en la mujer, y perianal escroto-rafe medio y dorsal del pene en el varón.
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El nervio pudendo se forma en el plexo sacro por la fusión de ramas de S2, S3 y S4. Entra en la región glútea acompañado de la arteria pudenda interna y de la vena homónima por debajo del músculo piramidal, y sale de la pelvis por el agujero ciático mayor para volver a entrar tras rodear la espina isquiática cubierto por el ligamento sacrotuberoso, y ya en la región perineal, a través del agujero ciático menor, acceder al canal pudendo o de Alcock. El canal pudendo está formado por la prolongación lateral de la fascia del obturador interno y limitado medial y cranealmente por la fosa isquiorrectal y lateralmente por el obturador interno y el isquion. En el canal se encuentra el nervio rodeado de los vasos y tejido graso. En más del 50% de los casos forma un tronco único, pero puede presentarse como 2 ramos (36%), 3 e incluso 43.
A lo largo del canal el nervio, se divide en sus 3 ramos terminales: 1) nervio rectal inferior que inerva la región perianal, esfínter anal y elevador del ano; 2) nervio perineal que inerva la mayor parte del escroto o labios mayores y la mucosa de la uretra y labios menores, así como inervación motora de los músculos isquiocavernoso, bulboesponjoso, perineal transverso superficial y profundo, y el esfínter de la uretra, y 3) nervio dorsal del pene o del clítoris, que inerva el dorso del pene o del clítoris.
Patología
Un parto complicado puede comprimir el nervio pudendo de la parturienta causando una pérdida temporaria de la función, pero una lesión permanente es rara. El pinzamiento del nervio es extremadamente raro, pero puede ocurrir. Un tumor pélvico (especialmente un teratoma sacrococcigeo de gran tamaño), o una cirugía destinada a removerlo, pueden dañar permanentemente el nervio.
la prevalencia en Francia es de 1/6.000.
Etiología
La causa de la NP es incierta. El nervio pudendo puede estar comprimido o atrapado. Existen numerosas zonas potenciales de compresión del nervio: pinzamiento por los ligamentos posteriores de la pelvis (que comprenden los ligamentos sacrotuberosos y sacroespinosos), en el canal de Alcock (debido a la división de la aponeurosis del músculo obturador) y el proceso falciforme del ligamento sacrotuberoso. También existe la posibilidad de un atrapamiento proximal a nivel del canal subpiriforme y un atrapamiento distal del nervio dorsal del clítoris/pene a nivel del canal subpúbico. La NP también se puede producir por montar en bicicleta en exceso, tras el parto y por la formación de cicatrices como consecuencia de cirugía o radiación.

Diagnóstico de la neuralgia del pudendo

El diagnóstico se basa en tres elementos fundamentales:
Datos clínicos que corroboren el cuadro y diagnóstico diferencial con otras patologías del área.
Resonancia Magnética selectiva del suelo pélvico: Es un estudio fundamental y que no suele realizarse de forma habitual.
Requiere una gran implicación del radiólogo para realizar modos y cortes específicos para explorar el área.
Electromiograma del nervio pudendo. Es un estudio neurofisiológico que se realiza en muy pocos centros. Requiere aparataje y entrenamiento especiales. Permite detectar si efectivamente el nervio está dañado y la magnitud del mismo.
Métodos diagnósticos
Los criterios diagnósticos para la NP incluyen la presencia de dolor en la distribución del nervio pudendo que empeora al sentarse, sin afectación sensitiva objetiva, que no produce despertar nocturno y que se alivia con el bloqueo del nervio pudendo. La RMN permite clasificar la NP, basándose en el lugar de compresión: tipo I, en la escotadura ciática; tipo II, la espina isquiática y el ligamento sacrociático; tipo IIIa, el músculo obturador interno; tipo IIIb, el obturador interno y los músculos piriformes, y tipo V, las ramificaciones distales del nervio pudendo. Una imagen normal no excluye el diagnóstico de la NP.
Diagnóstico diferencial
El diagnóstico diferencial incluye la compresión por tumores de los nervios (neurofibroma, schwannoma), la compresión extrínseca (endometriosis, metástasis ósea), infecciones o afectación dermatológica local (uretritis crónica, liquen escleroso), otras neuropatías sacras (post-herpética), proctalgia transitoria, neuropatía perineal debido al estiramiento durante el parto, síndromes complejos de dolor regional, neuropatía perineal que afecta al nervio cluneal inferior, bursitis isquiática, síndrome piriforme y vulvodinia provocada.

La neurografía por resonancia magnética (RM) se está imponiendo como un cuarto pilar junto con el interrogatorio, la clínica y los estudios electrofisiológicos para el diagnóstico de las mononeuropatías y polineuropatías5, 6. La neurografía por RM confiere muchas ventajas sobre el histórico electromiograma, como estándar de referencia. El uso de cortes de alta resolución, en particular, en equipos 3T, permite visualizar al NP desde la emergencia de las raíces sacras, el recorrido por sus diferentes segmentos y delimitar, en ocasiones, los ramos distales. Además, brinda información acerca del sitio exacto de las lesiones, la posible causa de la neuropatía y, los cambios musculares posdenervación7-10.
El objetivo principal de esta revisión es describir las bases anatómicas, la clínica y causas de atrapamiento del nervio pudendo, con énfasis en el diagnóstico mediante neurografía por RM.
Protocolo de estudio de RM de alta resolución del nervio pudendo
El protocolo de neurografía por RM cuenta con secuencias ponderadas en T1, particularmente útiles para valorar el grosor, curso y continuidad del nervio, así como el plano graso perineural; las secuencias que ponderan T2, detectan cambios en la intensidad de señal, que en caso de tratarse de una mononeuropatía debe compararse con el nervio contralateral. Es conveniente realizar secuencias volumétricas, que superan a las convencionales en su resolución espacial. La inyección de medio de contraste se reserva para cuando hay sospecha de procesos inflamatorios o tumorales11.
La neurografía del NP se planifica desde el nivel de las vértebras lumbares 4-5 hasta la raíz del muslo.
Bases anatómicas con correlación con RM
Segmentos del nervio pudendo
El NP (Fig. 1), la mayor rama del plexo sacro, se origina de las raíces nerviosas ventrales de los nervios sacros tercero a quinto (S3 a S5), la mayoría de las veces solo de la raíz S3. Presenta tres segmentos: el primero, desde el origen y su recorrido por la región presacra. El segundo segmento recorre la región glútea, por debajo o entre las fibras del músculo coccígeo y piriforme, cruza la espina del isquión donde toma contacto con el ligamento sacroespinoso (LSE) y el sacrotuberoso (LST)12. En este nivel el NP presenta variaciones anatómicas, que van desde la presencia de uno, dos o incluso tres troncos13. El tercer segmento del NP, se ubica por debajo del músculo elevador del ano, a lo largo de la tuberosidad isquiática, en una vaina de la aponeurosis del músculo obturador interno que conforma el canal de Alcock o canal pudendo14.
El NP normal tiene un trayecto continuo, es de bordes regulares y presenta un neto plano de clivaje con el tejido graso perineural, desde su origen hasta la entrada en el canal de Alcock, en donde toma contacto directo con el músculo obturador interno; en este segmento, el NP evaluado en ponderación T1 no puede distinguirse del plano muscular y solo puede ser visualizado en ponderación T2, donde presenta una intensidad de señal mayor que la del músculo.
Ramos distales del nervio pudendo
El NP tiene 3 ramos terminales: nervio rectal inferior, nervio perineal y nervio dorsal del clítoris o pene13, 14.
Los tres ramos terminales del NP contienen fibras motoras, sensitivas y autonómicas en diferente proporción. El NP brinda inervación motora a los músculos esfínter externo del ano, elevador del ano, bulbocavernoso, isquiocavernoso, esfínter estriado de la uretra y perineales superficiales y profundos. Es el responsable de la inervación sensitiva de los tegumentos de la región perineal, pene, clítoris, escrotos, labios mayores y menores, membrana perineal, uretra y ano. Es el nervio social, controla la erección y los esfínteres voluntarios; también se le atribuye participación en la sensación durante el coito, en la masturbación y el deseo de orinar.

Manejo y tratamiento
El abordaje incluye el tratamiento del dolor neuropático (con gabapentina, pregabalina, duloxetina, amitriptilina), estimulación percutánea del nervio tibial posterior, fisioterapia, osteopatía y psicoterapia a corto plazo. El efecto de la infiltración anestésica en el nervio pudendo es limitado. En las formas refractarias, la descompresión transglútea del nervio pudendo ha resultado ser efectiva. En aquellos en los que la cirugía ha sido inefectiva, se puede proponer el uso de un neuroestimulador implantable a nivel del cono terminal.
Realizar bloqueos selectivos del nervio y de los músculos afectados con diversas sustancias según los casos: anestésicos, corticoides, toxina botulínica, hialuronidasa (para eliminar zonas de fibrosis). Se realizan con aparatos de neuroestimulación y si es preciso bajo control ecográfico. Los resultados con uno o dos tratamientos suelen ser muy buenos y permanentes.

Cuando existe un síndrome miofascial acompañante es importante completar el tratamiento con rehabilitación y fisioterapia del suelo pélvico.
En casos más rebeldes y especiales se puede recurrir a tratamientos con radiofrecuencia, cirugía para liberar el nervio o implante de sistemas de neuromodulación.

HONGOS Y ELA

40894232 – superoxide dismutase 1 (sod1) enzyme. converts superoxide radical in hydrogen peroxide. gene mutations cause als (amyotrophic lateral sclerosis). cartoon + line representation. n-to-c gradient coloring.

HONGOS Y ELA

La esclerosis lateral amiotrófica o ELA, es una enfermedad de las neuronas en el cerebro, el tronco cerebral y la médula espinal que controlan el movimiento de los músculos voluntarios.
La ELA también es conocida como la enfermedad de Lou Gehrig.

LA ELA ES UNA DE LAS ENFERMEDADES MÁS TERRIBLES QUE CONOCEMOS
La enfermedad suele atacar entre los 40 y los 60 años y es más común entre los hombres que entre las mujeres. No se conoce la causa de la enfermedad. Puede ser parte de una tendencia familiar, pero generalmente se presenta aleatoriamente. No existe una cura. Las medicinas pueden aliviar los síntomas y, algunas veces, prolongar la supervivencia.
Síntomas
Los signos y síntomas de la ELA varían mucho de una persona a otra, según qué neuronas estén afectadas. Algunos signos y síntomas son:
Dificultad para caminar o realizar actividades diarias normales
Tropezones y caídas
Debilidad en las piernas, los pies o los tobillos
Debilidad o torpeza en las manos
Dificultad para hablar o problemas para tragar
Calambres musculares y espasmos en brazos, hombros y lengua
Llanto, risa o bostezos inapropiados
Cambios cognitivos y de comportamiento
La ELA con frecuencia comienza en las manos, los pies o las extremidades y luego se extiende a otras partes del cuerpo. A medida que la enfermedad avanza y las células nerviosas se destruyen, los músculos se debilitan. Esto eventualmente afecta la masticación, la deglución, el habla y la respiración.
Generalmente no hay dolor en los estadios tempranos de la ELA, y el dolor es poco común en los estadios avanzados. La ELA no suele afectar al control de la vejiga ni a los sentidos.
Causas
La ELA afecta las células nerviosas que controlan los movimientos voluntarios de los músculos, como caminar y hablar (neuronas motoras). La ELA hace que las neuronas motoras se deterioren gradualmente y luego mueran. Las neuronas motoras se extienden desde el cerebro hasta la médula espinal y los músculos de todo el cuerpo. Cuando las neuronas motoras están dañadas, dejan de enviar mensajes a los músculos, por lo que los músculos no pueden funcionar.
La ELA se hereda en el 5 % al 10 % de las personas. Se desconoce la causa en el resto de las personas.
Los investigadores continúan estudiando las posibles causas de la ELA. La mayoría de las teorías se centran en una interacción compleja entre los factores genéticos y ambientales.
Factores de riesgo
Estos son algunos de los factores de riesgo establecidos para la esclerosis lateral amiotrófica:
Factor hereditario. Entre el 5 y el 10 % de las personas con esclerosis lateral amiotrófica la heredaron (esclerosis lateral amiotrófica familiar). La mayoría de los hijos de personas con esclerosis lateral amiotrófica familiar tienen un 50 % de probabilidades de desarrollar la enfermedad.
La edad. El riesgo de esclerosis lateral amiotrófica aumenta con la edad, y es más común entre los 40 y mediados de los 60 años.
Sexo. Antes de los 65 años, la esclerosis lateral amiotrófica es un poco más común en hombres que en mujeres. Esta diferencia de sexo desaparece después de los 70 años.
La genética. Algunos estudios que examinan todo el genoma humano encontraron muchas similitudes en las variaciones genéticas de las personas con esclerosis lateral amiotrófica familiar y algunas personas con esclerosis lateral amiotrófica no hereditaria. Estas variaciones genéticas podrían hacer que las personas sean más susceptibles a la esclerosis lateral amiotrófica.
Los siguientes factores ambientales podrían desencadenar la esclerosis lateral amiotrófica.
Tabaquismo. Fumar es el único factor de riesgo ambiental probable de la esclerosis lateral amiotrófica. El riesgo parece ser mayor para las mujeres, particularmente después de la menopausia.
Exposición a toxinas ambientales. Cierta evidencia sugiere que la exposición al plomo u otras sustancias en el lugar de trabajo o el hogar podría estar relacionada con la esclerosis lateral amiotrófica. Se han realizado muchos estudios, pero ningún agente o sustancia química ha sido asociado consistentemente con la esclerosis lateral amiotrófica.
Servicio militar. Los estudios indican que las personas que han servido en las Fuerzas Armadas tienen un mayor riesgo de sufrir de esclerosis lateral amiotrófica. No está claro qué podría desencadenar el desarrollo de esclerosis lateral amiotrófica. Podría incluir la exposición a ciertos metales o productos químicos, lesiones traumáticas, infecciones virales y esfuerzo intenso.
Es una patología neurodegenerativa y progresivo, con una múltiple cantidad de mutaciones en diversos genes, que tienen como resultado su principal manifestación clínica que es la afectación de la neurona motora superior (primera motoneurona), y neurona motora inferior (segunda motoneurona), siendo este el fenotipo de la forma clásica presente en un 80 % de los casos. Existen otras variantes fenotípicas donde predomina específicamente un componente clínico las cuales son: Esclerosis lateral primaria (afectación neurona motora superior), Atrofia muscular progresiva (afectación de neurona motora inferior), y parálisis bulbar progresiva (sintomatología bulbar). Es necesario aclarar que no es una patología puramente motora ya que también existen afecciones extra motoras como alteraciones cognitivas y del comportamiento.
Una media de vida 3 a 5 años
La esclerosis lateral amiotrófica tiene una supervivencia realmente corta de 3 a 5 años en su forma clásica (mayor edad de inicio entre 65 y75 años), y en sus otras variantes llega a alcanzarse 20 años o más, encontrando que es menos letal cuanto más temprano sea la edad de inicio. Predomina con mayor frecuencia en hombres.
Respecto a su etiología, si bien es cierto que puede ser causada por diversas mutaciones genéticas las más comunes son: Mutación del gen C9orf72 en 40 % de las formas familiares y 8 % de las esporádicas; Mutación del gen SOD1(participa en mecanismos de defensa celular contra radicales libres) en 10-20% de las formas familiares y esporádicas. Por otro lado, se investigan aun alguna posible asociación con factores de riesgo ambientales o tóxicos.
Clínicamente se presenta con un déficit motor por paresia y atrofia muscular principalmente en las extremidades de carácter simétrico y que progresa rápidamente teniendo como desenlace el fallo respiratorio. Algunas otras manifestaciones con menor frecuencia, que son características de afección bulbar son disfagia y disartria. Es muy importante decir que no hay afectación motora en la musculatura ocular ni alteraciones de tipo sensitivo lo cual es un gran refuerzo para el diagnóstico diferencial de otras entidades patológicas similares. Recordemos que el predominio de algunas manifestaciones clínicas nos ayudara a definir a alguna variante de la esclerosis lateral amiotrófica.
La fisiopatología del alzhéimer y la ELA, clave para adelantar el diagnóstico
La esclerosis lateral amiotrófica (ELA), el párkinson y el alzhéimer afectan a la capacidad cognitiva y están cada vez más presentes en la sociedad. No tienen cura y, pese a que se han dado pasos importantes, aún no se conocen bien sus causas, por eso estudiar su fisiopatología sigue siendo la clave.
Una serie de personalidades científicas han sufrido esta patología de una manera dramática que pasó a describir
La ELA
El científico británico Stephen Hawking sufrió esclerosis lateral amiotrófica. EFE/TAL COHEN
Jeffrey D. Rothstein, director del Brain Science Institute (Baltimore, EE.UU.), es experto en ELA, una enfermedad con una incidencia anual de tres casos por cada 100.000 habitantes en España.
Afecta a las neuronas motoras de la corteza cerebral, al tronco cerebral y a la médula espinal y produce una debilidad y atrofia muscular progresiva. Sus causas aún no se conocen pero en “los últimos años se han producido descubrimientos clave”, asociando alteraciones en el transporte de proteínas a nivel celular con ésta.
“Los avances en la genética de la ELA suponen para nosotros una revolución”, señaló este investigador, quien insiste en que entender sus mecanismos es lo que abre la puerta a los tratamientos.
En cuanto a si en este tipo de enfermedades se invierten menos recursos, este científico ha remachado que “todo el mundo pide más dinero”, aunque reconoció que es una “ecuación complicada”.
A su juicio, es una cuestión de retorno, pero en el caso de los pacientes con enfermedades neurodegenerativas el gasto para las arcas públicas es altísimo, lo que habría que tener en cuenta.
Para Arthur Konnerth, del Instituto de Neurociencia de la Universidad Técnica de Múnich (Alemania) e investigador en la enfermedad de Alzheimer, no es tanto la inversión, en este caso de la industria, sino que se pueda investigar con primates, que “sería fundamental”.
El alzhéimer
El envejecimiento activo busca la participación social de las personas mayores. Este concepto es cada vez más visible en la sociedad. EFE/Kiyoshi Ota
Kommerth explicó que el alzhéimer es la principal causa del declive intelectual en la población mundial ya que se caracteriza por la pérdida progresiva de memoria, funciones cognitivas y demencia.
En la actualidad se conoce aún muy poco sobre las causas que llevan al deterioro de las funciones cerebrales en la enfermedad, pero una característica esencial es la acumulación de proteína beta-amiloide en el cerebro, ha subrayado este experto.
Koomerth, quien señaló que otra de las cosas implicadas en alzhéimer es el mal funcionamiento de los circuitos cerebrales, detalló que muchos ensayos con fármacos no terminan de funcionar -el 60 % de los ensayos clínicos en fase II se abandonan- porque aún no entienden a fondo las causas tempranas de la enfermedad y porque se trata de patologías de progreso lento: “no sabemos cuándo empiezan”.
Christian Haass, jefe de la división de Bioquímica de la Universidad Ludwig-Maximilians (Múnich), dijo que parte de la esencia de las investigaciones ahora está en tratar de prevenir la producción del péptido beta-amiloide: un “abordaje precoz”.
Hace unos días vuelve a aparecer uno de los varios trabajos del trabajos publicados por el Doctor Carrasco, de la facultad de medicina de Madrid

He visto publicados varios trabajos de este autor en los que afirma de una manera muy da que se etiología está claramente relacionada con los hongos , y lo repite y parece tan lógico que llama la atención que otros autores no corroboren estos hallazgos.
Recientemente he tenido ocasión de leer una publicación

La presencia de hongos en pacientes con ELA nos vuelve a ilusionar con el origen microbiano de la enfermedad. Estas aéreo clínico lleva ya varios años en los medios y de difícil de entender cómo sólo el Dr. Carrasco, habla sólo del tema

Crédito de
El grupo de investigación que lidera Luis Carrasco, catedrático de microbiología de la Universidad Autónoma de Madrid (UAM), ha vuelto a detectar hongos en el sistema nervioso central de pacientes fallecidos con esclerosis lateral amiotrófica (ELA).
El profesor Carrasco y sus colegas sostienen desde hace años que la ELA y otras enfermedades neurodegenerativas como el alzhéimer tienen un origen microbiano, específicamente en infecciones fúngicas que, dependiendo de la enfermedad, varía la vía de infección, las regiones infectadas y el tipo de especies.
En una entrevista que realizamos a Carrasco en 2015 en relación a los descubrimientos de hongos en pacientes fallecidos con alzhéimer, opinó que la vía más directa para saber si sus hipótesis —cuestionadas por muchos— son o no acertadas, es hacer un ensayo clínico con fármacos antifúngicos. La ELA podría estar causada por hongos en el cerebro
Hasta diez veces he visto publicadas y siempre por el Dr. Carrasco la relación entre hongos y
ELA, pero no la he vuelto a ver publicada por nadie más parece muy lógica y sobre todo muy apetecible.
Sigo teniendo presente: el algoritmo
La alteración de la microbiota
Desequilibró de los gérmenes que la componen
En migración de los mismos
Alineación en regiones varios de nuestra economía
La invasión de esta región es por macrófagos y la enfermedad neurodegenerativa

Está claro que esto no debe ser así, no hay publicaciones sobre el tema. Recientemente vuelvo a encontrar una publicación sobre el tema
¿Hongos? Una noticia que nos ha cogido a absolutamente todos con el pie cambiado
Un grupo de científicos españoles ha publicado un estudio que apunta que una compleja infección por hongos podría ser clave para desarrollar esclerosis lateral amiotrófica

CARLOS MATALLANAS
Este es el artículo número 32 del presente blog y, sin duda, hasta ahora no he afrontado ninguno tan complejo de escribir. Seguro que toda la comunidad de pacientes de ELA, nuestros seres queridos y los profesionales que nos atienden estarán al corriente de la noticia. Para el resto, la recuerdo rápidamente en este inicio.
Un grupo de científicos españoles publicó el último día de abril un pequeño estudio pero cuyas conclusiones son, en sí mismas, muy sorprendentes. Según sus resultados, una compleja infección por hongos podría ser clave para desarrollar esclerosis lateral amiotrófica.
Estos profesionales del Centro de Biología Molecular Severo Ochoa, sustentado por la Universidad Autónoma de Madrid (UAM) y el Centro Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), analizaron muestras de tejido cerebral y de líquido cefalorraquídeo de fallecidos por ELA y encontraron varias especies de hongos, en abundancia y de forma diseminada. Elementos no hallados en los cadáveres sin ELA usados para el experimento.
Según Luis Carrasco, catedrático de Microbiología de la UAM y responsable del estudio, el sistema que ellos han elaborado para la detección de estos hongos no deja lugar a dudas, por lo que entiende que los resultados son rotundos y esclarecedores. Si bien, con ellos simplemente han podido elaborar una hipótesis del posible origen de la ELA, instando al resto de la comunidad científica a seguir esa teoría para comprobarla, completarla y darle validez y uso, llegado el caso.
El estudio del doctor Carrasco y su equipo lanza básicamente una hipótesis, que debe ser confirmada primero, y completada a continuación
La rotundidad de esas conclusiones, publicadas en una modesta revista científica (International Journal of Biological Sciences), hizo que la prensa generalista lanzara rápidamente la noticia a la sociedad. El mismo jueves, pasados unos pocos minutos de la una de la tarde, escuché en el boletín informativo de la emisora de radio que tenía puesta un titular espectacular: “Hallan la causa de la esclerosis lateral amiotrófica”. La frase, digna de los mejores dramas de Hollywood, me hizo dar un respingo y subir el volumen para no perder detalle al desarrollo de la información. Ahí todo se atenuó bastante al escuchar al propio Luis Carrasco dando, a grandes rasgos, las nociones que les acabo de explicar líneas más arriba.
De una a dos, a Marta y a mí nos dio tiempo a buscar bien la publicación científica, leerla con detalle, mandársela a la gente que conocemos que saben bien sobre todo esto, calmar a los familiares y amigos que seguro al enterarse podrían estar viviendo o iban a vivir un momento de euforia aún injustificado y, por supuesto, dentro de la mesura, también nos dio tiempo para emocionarnos.
Cuando dieron las dos, la misma emisora seguía incluyendo la noticia en el boletín, si bien (seguro que alertados por lo que significa no ser fieles a la estricta realidad en algo tan delicado), el titular fue reescrito y redactado sin tanta rotundidad. Algo así como “científicos españoles hallan una posible causa de la esclerosis lateral amiotrófica en un estudio preliminar”. Habrá quien piense que ambas afirmaciones son prácticamente la misma, pero tanto por mi condición de periodista como por la de afectado por la noticia, les aseguro que son como la noche y el día. La primera es casi temeraria, la segunda es precisa e informativamente correcta.
Esa misma tarde, a mi hermano Javier le llamaron del programa La Ventana de la Cadena Ser para entrar en directo y hablar acerca del hallazgo. Habló después del doctor Carrasco, que explicó más profundamente su estudio, y mi hermano simplemente dio nuestra visión particular de como una familia afectada por la ELA había reaccionado ante esto.
[‘Cryptococcus spp’. y ‘Malasezzia spp’ y ‘Candida albicans’, los tres hongos que podrían estar relacionados con la ELA. (Creative Commons)]
‘Cryptococcus spp’. y ‘Malasezzia spp’ y ‘Candida albicans’, los tres hongos que podrían estar relacionados con la ELA. (Creative Commons)
Una llamada a la calma
Explicado todo el mapa de la novedad en sí, ahora intentaré ser lo más responsable posible, como me obliga el seguimiento que tiene este blog. Como a los periodistas que se lanzaron a la piscina para luego rebajar sus eufóricas palabras, la publicación del estudio también ha cogido con el pie cambiado a todas las personas implicadas. En las redes sociales, a lo largo del puente, se fueron enviando de aquí para allá las noticias de los distintos medios que recogían el resultado del estudio. Así que supongo que la expectación que sentimos en mi familia será compartida por todas las que están en la misma situación.
Es analizando todo el fenómeno en su conjunto donde toca llamar a la calma y a la prudencia. Es fenomenal que se siga investigando, y cada vez se hace más y con más recursos. Solo así se ganará a la ELA y la humanidad logrará dominar a esta asesina y a otras que se le parecen, aunque no sean tan crueles y devastadoras. Pero el estudio del doctor Carrasco y su equipo lanza básicamente una hipótesis, que debe ser confirmada primero, y completada a continuación. Quizá con demasiada ligereza, el propio investigador pedía a los enfermos en una entrevista publicada este lunes que instasen a los respectivos médicos a buscarles hongos y a tratarlos de inmediato si se encontraban. Y esta iniciativa creo que debe tenerla siempre el facultativo, jamás el enfermo. Si bien, no está de más que cualquier enfermo informe sobre este estudio a su médico, por si no está al corriente de ello. Y será este quien deba tomar cualquier decisión al respecto o recomendarle cualquier línea a seguir si lo ve necesario.
Si los enfermos debemos tener el talante de aguantar y no dejar que la euforia nos embriague, los científicos están obligados a mantenerse expectantes
Esos son los tiempos de la ciencia, y hay que respetarlos. Ya sabemos que la enfermedad avanza a una velocidad mayor y da dolor a quienes la sufren no poder encontrar nunca algo a lo que agarrarse para mejorar. O al menos, algo con lo que dejar de empeorar día a día. Pero aquí no hay elección, cada uno debe permanecer en su trinchera, peleando en su día a día contra todas las bombas que le caen sin cesar y haciendo todo lo posible por mantenerse lo más entero posible. Llegará un momento, seguro, que los enfermos de ELA empezarán a salir de esa trinchera. Y será la gente de ciencia quien encuentre el camino seguro. Lógicamente, hasta que eso llegue, seguirán cayendo muchos dentro de estas crueles trincheras donde estamos confinados. Es imposible saber a día de hoy si cada uno de nosotros será uno de los elegidos o las ayudas llegarán demasiado tarde en nuestro caso concreto.
Eso por el lado de los enfermos. Pero la misma mesura, aunque en sentido contrario, le pido modestamente desde aquí a los científicos y profesionales. Nos consta que hay expertos en la investigación de la ELA que han acogido con demasiado escepticismo los resultados del estudio. Está claro que tiene elementos muy mejorables, empezando por el número de muestras (solo se analizaron tres cadáveres con la enfermedad y cinco sin ella) y pasando por la falta de explicación de algunos pormenores del sistema de análisis que hacen dudar a los más puristas.
Aun así, es totalmente imprudente y nada inteligente rechazar de plano los resultados. Si los enfermos debemos tener el talante de aguantar y no dejar que la euforia nos embriague, los científicos están obligados (por ética profesional y respeto profundo a la condición humana) a mantenerse expectantes ante lo expuesto por este estudio de investigadores españoles. Y por supuesto que los más críticos (que ya los ha habido a nivel internacional) deberían ser los primeros en intentar comprobar si de verdad hubo fallos o si los resultados no son del todo tan rotundos o convincentes.
Para ello, si he entendido bien a los expertos que me han informado, lo primero es repetir el estudio de manera más completa en un ambiente y escenario diferente. Si todo sale igual, habrá motivos firmes para la alegría y lo siguiente será empezar a desarrollar ensayos con pacientes, donde entra la medicina y las farmacéuticas. Según la hipótesis del doctor Carrasco, este paso sería mucho más sencillo que habitualmente, al ser las infecciones fúngicas bastante conocidas y existir tratamientos efectivos desde hace años y de uso común en la sanidad mundial. Lo que no quita que hubiara que averiguar el correcto reajuste de los mismos para tratar algo que se intuye lo suficientemente complejo como para llevar decenas de años escondido del saber médico.
Paralelamente, debería continuar también la búsqueda de respuestas, acerca de cómo se daría esa infección, si los hongos son causa o consecuencia del proceso, como influyen exactamente en el fallo de las motoneuronas, qué tipo de genética tienen las personas a las cuales les apareció la enfermedad, y un largo e indeterminado etcétera. Porque no se trata solo de salvar a los enfermos actuales. Dominar una enfermedad significa que se pueda prever su aparición, tratarla una vez aparecida y, por supuesto, el fin último, curarla. Por eso, y lo recuerdo de nuevo, estos avances nos incumben a todos.
Se pide celeridad, eficiencia y eficacia
En definitiva, la pelota está en el tejado de los expertos, institutos y centros investigadores de la ELA, es ahí donde corresponde demostrar que Carrasco está equivocado o que acierta. Entiendo que les haya cogido a ellos también con el pie cambiado, como a todos, pero se pide celeridad, eficiencia y eficacia científica. Y creo que la espectacularidad de lo hallado merece ser confirmado o descartado lo antes posible. Las creencias, las suposiciones y la suficiencia profesional deben permanecer fuera de los laboratorios. La gente de la calle no necesita ese rigor para subsistir, pero el científico sí, y sin él es inviable que haga bien su trabajo. Yo soy ajeno a ese mundo, pero el propio sentido común me hace pensar de esa manera.
Les he comentado alguna vez que los hallazgos de un pequeño laboratorio de un rincón del planeta donde apenas hay recursos pueden resultar clave para encontrar respuestas importantes que ni en los centros más especializados y con más recursos lograron dar con ellas. Es la grandeza del saber y la ciencia, una suma de trabajos continua que no cesa. Podríamos estar ante uno de esos casos, de esas carambolas inesperadas que marcan un hito. O no, podría resultar que las muestras estaban contaminadas o el sistema fue erróneo o algo desvirtuó los resultados. Profesionales, como son, de nuestras universidades y colaboradores del CSIC sabemos que tienen una preparación de primer orden mundial. Pero como en todo, aquí también hay egos, y este pequeño estudio no está dentro de las líneas generales de investigación mundial de la ELA. De ahí supongo el escepticismo que ha levantado de primeras.
A todos nos gustaría que ese fuera al fin el camino tan ansiado por el que avanzar. Y merecemos saber todos si de verdad es o no es ese
Aunque desde aquí recuerdo una cosa. Nadie, ninguno de los expertos que durante décadas persiguen la explicación de la enfermedad que ahora sufro, ha encontrada nada relevante. Nada relevante es eso, nada relevante. Se van sabiendo detalles de aquí y allá, pero absolutamente nada que de verdad abra siquiera un camino por el que avanzar en la investigación y comprensión de la enfermedad. Eso ha sido muy frustrante tanto para los profesionales como para los millones de muertos por la enfermedad y los que la sufrimos ahora. Simplemente por esa falta de resultados histórica, el hecho de que los hongos (donde nunca jamás nadie miró) puedan ser el camino por el que seguir merece que gran parte de los expertos pongan todos sus ojos en esa dirección hasta ver si es la correcta.
A todos nos gustaría que ese fuera al fin el camino tan ansiado por el que avanzar. Y merecemos saber todos si de verdad es o no es ese. Para andar hay que empezar dando el primer paso, y en la lucha científica contra la ELA no tenemos ni eso.
Para terminar, me gustaría ampliar información sobre Luis Carrasco, porque su biografía lo merece. Catedrático de Microbiología de la UAM, se quedó ciego por una retinopatía hace dos décadas y fue capaz de ser el primer enfermo en hallar la causa de su enfermedad, hasta entonces desconocida y que afecta a 12.000 personas en España al año. Su éxito llegó en 2005, y repasando la hemeroteca encontré estas palabras suyas nada más publicar sus conclusiones tras nueve años investigándose a sí mismo: “Prefiero estar ciego y saber la causa que seguir viendo mientras la ignoro”. Ese es, en resumen, el espíritu del saber y la ciencia, ¿no?
Por cierto, la causa de su enfermedad resultaron ser los hongos, de ahí que se especializara en buscarlos de manera diseminada por el organismo y especialmente en el sistema nervioso, y que siga centrándose en ellos, ahora para intentar explicar el Alzheimer, la esclerosis múltiple o la esclerosis lateral amiotrófica. Y con la ELA puede que, con este estudio recién publicado, haya vuelto a acertar. Les toca a sus colegas seguir el trabajo y ver si hay camino por recorrer en esa dirección. Él y su equipo, seguros de estar en lo correcto, prometen seguir esos pasos.
Si así resultara de forma definitiva, Carrasco lo habría conseguido mirando hacia donde nadie había mirado nunca. Eso se llama talento, no depende de grandes presupuestos y en España lo tenemos y lo formamos de sobra. Aunque luego se le desprecie y no se le dé las oportunidades que merece. Algo que nos convierte en un país más triste y pobre en todos los sentidos. Quizá si eso no pasara, un estudio como este sería mucho más completo, tendría mayor recorrido y no sería mirado con tanto escepticismo en la escena internacional. Pero eso ya es otra historia, que me lío y empiezo a hablarles de temas que no tocaban hoy. Hoy nos tocaba mirar al futuro, no a los erróneos caminos ya recorridos.

CROMOSOMA » Y» EN EL CÁNCER

En el cromosoma Y, que determina el sexo masculino, hay seis genes cruciales implicados en la regulación del ciclo celular que, cuando dejan de funcionar, pueden dar lugar al desarrollo de tumores. (Rost-9D / Getty Images/iStockphoto)

Cromátida del cromosoma Y.
El cromosoma Y es uno de los cromosomas sexuales (gonosomas o heterocromosomas) de los individuos heterogaméticos. Está presente solo en los individuos machos en el caso de que el animal sea mamífero.
Si el animal es ovíparo el cromosoma X es el propio de las hembras.
El resto de los animales, normalmente, carecen de cromosomas sexuales ya que el sexo no está condicionado por ellos sino por otras cuestiones. En el caso de algunos insectos el sexo está determinado mediante el número de copias del cromosoma X, mediante diploidía (XX) o haploidía (X) de este cromosoma. En esos casos, las hembras son diploides y los machos haploides.
Mediante la filogénesis se puede deducir que el cromosoma Y surge en la evolución con bastante posterioridad al cromosoma X, tratándose de una mutación de dicho cromosoma X. La pérdida de uno de los segmentos de X dio lugar a la forma estructural del cromosoma Y. De esta manera, por lo general, las dimensiones de los cromosomas Y son bastante más reducidas que las de los cromosomas X.[cita requerida] El cromosoma Y, dado su menor tamaño, incluye también menos información genética que el resto de los cromosomas, de lo que podemos deducir una relación entre el tamaño y la cantidad de información contenida.

El sistema de determinación del sexo XY
El cromosoma Y forma, junto al cromosoma X, el sistema de determinación del sexo XY.
En los animales con este tipo de diferenciación asexual cromosómica, la sola presencia de pares cromosómicos XX significa la expresión genética que da por resultado un individuo hembra, mientras que la asociación y combinación XY significa la expresión genética que resulta en un individuo macho. Existe un gen en el cromosoma Y, denominado SRY (del inglés Sex-determining Region Y), que produce una proteína denominada TDF (del inglés, testis-determining factor), o factor determinador de los testículos, que es el responsable de que el embrión desarrolle los testículos y se convierta en masculino. No existe un gen equivalente para la diferenciación de los ovarios, de manera que el embrión será por defecto femenino a no ser que posea el mencionado gen.
Los gametos con cromosomas Y son producidos en las gónadas masculinas (los testículos), lo cual supone una activación a partir de hormonas; más precisamente a partir de un nivel suficiente de testosterona. De este modo se pueden hacer rastreos filogenéticos (muy precisos si se combinan con estudios con el ADN mitocondrial), ya que el cromosoma Y pasa exclusivamente de padre a hijo, a través de toda la progenie masculina. Si el espermatozoide que realiza la fecundación es portador del cromosoma X el bebé será niña (un X del padre y un X de la madre), pero si es Y será un varón.
Razón de sexos 1:1[]
El principio de Fisher resumió por qué casi todas las especies que usan la reproducción sexual tiene un relación de sexo de 1:1, que quiere decir que 50% de descendientes recibirán el cromosoma Y, y 50% no. W.D. Hamilton dio la siguiente explicación en su artículo Extraordinary sex ratios («Relaciones de sexo extraordinarias») de 1967.1 Asume que cuestan iguales cantidades de energía producir machos que hembras.
1. Se parte de la suposición que los nacimientos de machos son menos comunes que los de las hembras.
2. Luego, un macho recién nacido tiene mejoras perspectivas de aparearse que una hembra recién nacida, y por eso es probable que vaya a tener más descendientes.
3. Así, padres genéticamente dispuestos a producir machos tienden a tener más nietos nacidos de ellos que la media.
4. Así se diseminan los genes que facilitan la tendencia a producir machos, y los nacimientos de machos tornan más comunes.
5. A medida que la relación entre sexos se aproxima a 1:1, las ventajas asociadas con la producción de machos desaparecen.
6. El mismo razonamiento ocurre si las hembras se sustituyen por machos en todo el argumento. Así, la relación de equilibrio es 1:1.
1. .
17/01/2020 06:00Actualizado a17/01/2020 10:40
Los hombres no solo tienen más riesgo de desarrollar cáncer que las mujeres, sino también tienen un pronóstico peor. Según un informe de 2018 de la Agencia Internacional de Investigación sobre el Cáncer (IARC) de la Organización Mundial de la Salud, uno de cada cinco hombres tendrá algún tumor a lo largo de su vida, frente a una de cada seis mujeres; y de esos, uno de cada ocho hombres y una de cada 11 mujeres morirán.
Estudios previos habían apuntado a que factores como el tabaco, más consumido por la población masculina, podían influir a la hora de explicar esa diferencia entre sexos, pero se desconocían los motivos subyacentes.
Ahora, un equipo de investigadores, liderados por el Instituto de Salud Global de Barcelona (ISGlobal), centro impulsado por ‘la Caixa’, ha arrojado luz sobre los mecanismos biológicos que explican por qué los hombres tienen un riego mayor de padecer la enfermedad. En un estudio con 9000 individuos, han descubierto que la pérdida de ciertos genes en el cromosoma Y, presente solo en hombres, aumenta la probabilidad de desarrollar cáncer.
En concreto, han visto que el riesgo aumenta cuando se pierde la función de seis genes clave. Estos genes están implicados en la regulación del ciclo celular, un proceso que, de fallar, puede dar lugar, precisamente, al desarrollo de tumores.
Los resultados, recogidos en Journal of the National Cancer Institute, abren la puerta a poder diseñar tests de detección precoz de la enfermedad así como mejores tratamientos de medicina personalizada.
“Las personas con pérdida del cromosoma Y tenían tres veces más riesgo de desarrollar un cáncer que la población sana en general”, destaca Juan Ramón González, coordinador del estudio y jefe del grupo de bioinformática en epidemiología genética de ISGlobal.
Algunos estudios habían apuntado a factores como el consumo de tabaco, pero los investigadores de ISGlobal han hallado mecanismos biológicos

En algunos tipos de cáncer, como el de pulmón, “el riesgo atribuible a la pérdida del cromosoma Y era similar al riesgo que tienen los fumadores de padecer esta enfermedad”, añade.
Los hombres tienen más riesgo de cáncer que las mujeres
“Las personas con pérdida del cromosoma Y tenían tres veces más riesgo de desarrollar un cáncer que la población sana en general”
Los investigadores analizaron 25 tumores comparando tejidos sanos y tumorales y hallaron que “el riesgo era enorme, hasta ocho veces mayor de desarrollar cáncer si había pérdida del cromosoma Y. En algunos tumores, como el de pulmón y riñón, el riesgo era hasta 30 veces más alto”, resalta este investigador.
Curiosamente, estos seis genes clave en el cromosoma Y tienen una copia similar en el cromosoma X, que comparten hombres y mujeres. En este sentido, los científicos han constatado que cuando la copia de estos genes en el cromosoma X también muta en las mismas células “la posible protección biológica de estos genes contra el cáncer se pierde por completo”, destaca Alejandro Cáceres, primero autor del trabajo.
Por qué se pierde la función del cromosoma Y
La pérdida del cromosoma Y se asocia al envejecimiento, pero también a factores de riesgo; el tabaco es, por el momento, el único que se ha demostrado que influye, pero los investigadores de ISGlobal sospechan que otros, como la polución medioambiental, podrían tener también un papel clave.
El tabaco es uno de los factores de riesgo que afecta la función del cromosoma Y. (Xavier Cervera)
Comprender las diferencias biológicas entre hombres y mujeres en cáncer es clave para poder desarrollar tratamientos y prevención personalizadas. También para poder desarrollar tests de detección precoces, como por ejemplo para cáncer colorrectal.
“Ahora si hay sospecha de que una persona puede tener cáncer colorrectal se realiza un análisis de heces para buscar sangre oculta, pero puede dar muchos falsos positivos y llevar a realizar pruebas invasivas y caras, que pueden no ser inocuas, como la colonoscopia”, apunta González. “Utilizando la desregulación de estos seis genes en el cromosoma Y como biomarcador, podríamos detectar precozmente por ejemplo un adenocarcinoma”.
No es el único resultado relevante de este estudio. Los investigadores han hallado que la pérdida de funcionalidad estos genes en el cromosoma Y también aumenta la probabilidad de los hombres de sufrir alzheimer.
“Es un hallazgo muy importante, hemos identificado genes que dejan de funcionar en dos enfermedades sumamente prevalentes en la sociedad, como son el cáncer y el alzheimer”, valora González, quien avanza que junto a su grupo están a punto de publicar sus resultados sobre cromosoma Y y esta enfermedad neurodegenerativa
Referencias
↑ Hamilton, W.D. (1967). «Extraordinary sex ratios». Science 156 (3774): 477-488. PMID 6021675. doi:10.1126/science.156.3774.477
Juan Ramón González, la Ilíada peligro porque te epidemiología genética de ISGlobal.
Journal of the National Cancer Institute, “Las personas con pérdida del cromosoma Y tenían tres veces más riesgo de desarrollar un cáncer que la población sana en general”, destaca
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Joan Massagué descifra el origen de las metástasis


¿Qué es la metástasis?
Todo el mundo sabe lo que es una metástasis Generalización del tumor
A la metástasis, también se denomina enfermedad diseminada, enfermedad a distancia o enfermedad secundaria.
. Si no hay metástasis se tiene la opción de eliminar el tumor mediante cirugía y existen claras opciones de curación, complementando en muchos casos este tratamiento con quimioterapia y radioterapia. En caso contrario la cirugía no será una opción de tratamiento y éste se centrará en el uso de quimioterapia y radioterapia: será de carácter paliativo y tenderá a aliviar los posibles síntomas, mejorar la calidad de vida y aumentar el tiempo de supervivencia.

Cuando se genera un tumor en cualquier parte del organismo (tumor primario), éste se vasculariza creando sus propios vasos sanguíneos con el fin de alimentarse y de este modo poder sobrevivir y además seguir creciendo. Es un proceso que se conoce como angiogénesis y que facilita que las células cancerosas más competentes pasen al torrente sanguíneo y viajen a través de la sangre y los vasos linfáticos hacia el resto del cuerpo. Si estas células son capaces de traspasar los capilares que llevan la sangre a otros órganos, entonces se asientan en ellos y, si evolucionan y se adaptan a ese nuevo medio, comienzan a reproducirse y a generar un nuevo tumor (tumor secundario).

Otro aspecto importante cuando no se han detectado metástasis es que las células cancerosas que se desplazan a través de los vasos linfáticos llegan a los ganglios y producen un aumento de su tamaño, lo que se conoce como adenopatías
Tampoco es infrecuente que en ocasiones un cáncer sea diagnosticado como consecuencia de los síntomas producidos por una metástasis, como puede ser el dolor causado por una metástasis ósea.

Cuando las células cancerosas procedentes del tumor primario migran a través de la sangre y se asientan en otro órgano, no tiene por qué desarrollarse la metástasis de forma inmediata. De hecho, el cáncer metastásico puede permanecer latente durante años o décadas a pesar de haberse diseminado y comenzar a crecer sin previo aviso de forma muy agresiva.
Todas estas circunstancias hacen que la existencia de metástasis implique un peor pronóstico. Tal es así, que los expertos consideran que el 90% de los fallecimientos por cáncer se producen a causa de las metástasis.

Las células que inician las metástasis son fundamentalmente distintas de las que originan el cáncer los tumores primarios, los tumores primarios se inician por mutaciones genéticas, las metástasis lo hacen reactivando genes que no están mutados pero estaban inactivos.
El objetivo es prevenir las metástasis eliminando la enfermedad residual que queda después de un tratamiento.
Hay dos momentos en que podemos tener la oportunidad de hacerlo.
¿En qué momentos?
Uno es cuando a una persona se le ha detectado un tumor y se le ha eliminado. Ese tumor ha estado allí durante meses o años, liberando una gran cantidad de células malignas a la sangre, antes de ser diagnosticado. La mayoría de las células liberadas a la sangre muere, pero una minoría sobrevive y llega a infiltrar otros tejidos. Aún no forman una metástasis, y tal vez no lo harán nunca. Sobre este proceso no sabíamos nada. Ahora sabemos quiénes son estas células, cómo el sistema inmunitario las mantiene a raya y cómo algunas veces llegan a formar metástasis. Conociéndolas, podremos explotar sus vulnerabilidades y eliminar de manera más efectiva la enfermedad residual.
¿Cuál es el otro momento?
Cuando una persona ya ha tenido una metástasis y ha recibido tratamientos que la han hecho desaparecer. Desafortunadamente, la desaparición no es completa. Quedan células tumorales residuales y la metástasis puede reaparecer al cabo de un tiempo. Pensamos que las células que quedan después del tratamiento vuelven a utilizar los mismos trucos biológicos que sus predecesoras y que por lo tanto tienen las mismas vulnerabilidades, que podremos atacar con fármacos.
¿El objetivo es prevenir la aparición o reaparición de metástasis, más que tratar las metástasis ya existentes?
Como se produce la metástasis y como se generaliza es un problema aún discontinuo precisamente este trabajo es consecuencia de la publicación del Dr. Massagué, es fundamental el conocimiento de la formación de la metástasis porque de ello ha de depender su tratamiento
Si los tumores primarios se inician por mutaciones y las metástasis no, ¿son adecuados para tratar las metástasis los fármacos actuales que atacan mutaciones?
Tenemos todo un arsenal de terapias moleculares y otros tratamientos que hacen desaparecer metástasis declaradas y que tienen al campo de la oncología esperanzado. El reto es hacer desaparecer también la enfermedad residual.
En estos días se ha publicado en la vanguardia varios trabajos sobre la visión que tiene el Doctor Massagué, que cambia la comprensión de la enfermedad y abre la vía a mejorar los tratamientos
_Joan Massagué, investigador del cáncer, en el Instituto Sloan Kettering de Nueva York (Memorial Sloan Kettering Cancer Center)
JOSEP CORBELLA, BARCELONA

Las células que inician las metástasis hackean un mecanismo de reparación natural del cuerpo humano y lo utilizan para extender el cáncer a otros órganos, según ha descubierto el científico Joan Massagué en una serie de investigaciones que cambian completamente la comprensión de las metástasis y abren la vía a nuevas estrategias para prevenirlas y curarlas.

Los resultados muestran que las metástasis:
NO SE INICIAN POR MUTACIONES GENÉTICAS QUE HABILITAN A LAS CÉLULAS DEL TUMOR PRIMARIO PARA MIGRAR A OTROS ÓRGANOS, COMO SE HABÍA ASUMIDO HASTA AHORA. SE PRODUCEN POR UNA REPROGRAMACIÓN DE LAS CÉLULAS, QUE REACTIVAN GENES QUE NO ESTÁN MUTADOS PERO ESTABAN APAGADOS.
Con esta reprogramación, algunas células tumorales adquieren un comportamiento de células madre regenerativas, que es lo que les permite crear las metástasis.
Para Massagué, director del Instituto Sloan Kettering de Nueva York, este descubrimiento supone la culminación de una línea de trabajo que inició hace casi veinte años, cuando decidió investigar la biología de las metástasis, pues son la causa de cerca del 90% de de las muertes por cáncer. Hasta entonces, las investigaciones sobre las bases biológicas del cáncer se habían focalizado en los tumores primarios.
Desde el año 2003, Massagué y otros investigadores que han seguido su estela han descrito multitud de alteraciones genéticas presentes en metástasis causadas por diferentes tipos de tumores. Pero “hay tantos genes especializados en metástasis que uno no sabe por dónde empezar; además, su aplicación clínica es limitada”, explica el científico, para quien mejorar el tratamiento de los pacientes es una prioridad.
“Por eso dirigí las investigaciones a identificar el programa central de las células iniciadoras de metástasis. Ahora lo tenemos”. Este programa central, añade, ofrece “una nueva visión de la metástasis”.
El descubrimiento cambia la comprensión de cómo las células tumorales colonizan órganos distantes
En una investigación presentada esta semana en la revista Nature Cancer , Massagué y su equipo demuestran que las células que inician las metástasis utilizan de manera maliciosa un mecanismo que, en los tejidos sanos, es beneficioso.
SE TRATA DE UN MECANISMO QUE PERMITE REGENERAR LOS TEJIDOS CUANDO SUFREN UNA ROTURA.

Para ello, las células segregan una molécula llamada L1CAM que favorece la adhesión entre células y permite sellar las heridas. Esta misma molécula es utilizada por algunas de las células que escapan de un tumor para adherirse a otros tejidos e iniciar las metástasis.
Trabajos anteriores del laboratorio de Massagué habían detectado que L1CAM está presente en metástasis procedentes de distintos tipos de tumores (mama, pulmón, riñón y colorrectal) que afectan a distintos órganos (cerebro, pulmón, hígado y hueso). El nuevo trabajo, basado en tumores colorrectales, revela el mecanismo por el que L1CAM inicia las metástasis.
Los resultados muestran que las metástasis no se producen por una selección natural de células del tumor primario con mutaciones genéticas que las habilitan para colonizar otros órganos. “Olvidémonos de las mutaciones que causan metástasis. No hay muchas, tal vez ninguna”, declara Massagué.
“Este concepto de que las células que causan metástasis no adquieren mutaciones nuevas es novedoso e importante”, señala Joaquín Arribas, investigador Icrea en el Instituto de Oncología de Vall d’Hebron (VHIO) que se formó en el laboratorio de Massagué en Nueva York en los años 90. “Cambia el campo de juego de la investigación sobre metástasis”.
Una de las implicaciones de este descubrimiento es que las células madre que causan los tumores primarios son distintas de las que causan metástasis. Por lo tanto, los modelos basados en el crecimiento de tumores primarios no son adecuados para comprender las metástasis ni para ensayar fármacos contra ellas.
Olvidémonos de las mutaciones que causan metástasis. No hay muchas, tal vez ninguna”
JOAN MASSAGUÉ Director de la investigación
Una segunda investigación del laboratorio de Massagué presentada la semana pasada en Nature confirma que las metástasis se deben a la reprogramación de células tumorales, que adquieren propiedades de células madre regenerativas. En este caso la investigación se ha centrado en metástasis hepáticas de cáncer de páncreas. Los resultados identifican las moléculas que permiten a las células tumorales atrincherarse en el hígado. Se trata de moléculas implicadas en el desarrollo embrionario y en la fibrosis –la formación de tejido conectivo, como en una cicatriz–, lo que indica que el proceso de metástasis se basa en la reprogramación.
Una tercera investigación dirigida por Massagué que ha explorado las metástasis causadas por tumores pulmonares apunta en la misma línea.
“Partiendo desde diferentes perspectivas y estudiando diferentes tipos de tumor, llegamos al resultado común de que las metástasis están causadas por células tumorales que actúan como células madre regenerativas”, resume Massagué.
El avance clave
Las metástasis se producen por una reprogramación de las células, que reactivan genes que no están mutados pero estaban apagados
Estos trabajos “confirman que las metástasis son un proceso muy complejo”, destaca Joan Seoane, que fue investigador posdoctoral en el laboratorio de Joan Massagué de 1998 al 2003 y actualmente es investigador Icrea en el Instituto de Oncología de Vall d’Hebron (VHIO). “Sólo si comprendemos esta complejidad podremos desarrollar tratamientos eficaces contra las metástasis”, que es uno de los grandes retos pendientes de la investigación del cáncer. “Los nuevos resultados son un avance relevante hacia este objetivo”.
Precisamente con el objetivo de trasladar los resultados de sus investigaciones a los pacientes, el equipo de Massagué ha desarrollado anticuerpos contra la molécula L1CAM –la que permite a las células que escapan de un tumor adherirse a otros tejidos–. En ensayos con cultivos de células tumorales de pacientes, estos anticuerpos han resultado altamente eficaces contra aquellas células que tienen niveles elevados de la molécula.
Sólo si comprendemos la complejidad de las metástasis podremos desarrollar tratamientos eficaces”JOAN SEOANE Investigador del Instituto de Oncología de Vall d’Hebron (VHIO)
El equipo del Instituto Sloan Kettering ha iniciado ensayos de los anticuerpos en ratones para tratar metástasis incipientes. También tiene ensayos en curso en ratones para tratar de eliminar las células metastásicas que puedan quedar después de tratamientos de quimioterapia o inmunoterapia.
“Desarrollar fármacos contra las metástasis es más complicado que hacerlo contra los tumores primarios, porque comprendemos peor la biología de las metástasis y porque los ensayos clínicos serán más largos y costosos”, advierte Eduard Batlle, investigador Icrea en el Institut de Recerca Biomèdica de Barcelona (IRB). “Pero tenemos que aprender a prevenir y tratar las metástasis para seguir reduciendo la mortalidad del cáncer. Los nuevos resultados de Joan Massagué son un avance muy importante en esta dirección”.
Este trabajo puede aclarar cómo se producen las metástasis, pero no como se curan. De forma que estamos donde antes necesitamos ahora que hemos descubierto cómo se producen y tenemos que aprender cómo se curan.
Nuestras ganas de solucionar el problema, no no proporcionan una solución hay que seguir.
Ha sentado las bases para comprender los distintos aspectos del problema en toda su complejidad, incluyendo cómo las células salen del tumor primario, cómo sobreviven en el torrente sanguíneo, cómo se evaden del sistema inmunitario, cómo anidan en un órgano distante, cómo se mantienen durante años en un estado de latencia y cómo después vuelven a proliferar”, destaca Eduard Batlle, del IRB.
Karuna Ganesh y Joan Massagué, investigadores del Instituto Sloan Kettering de Nueva York (Memorial Sloan Kettering Cancer Center)
Joan Massagué, investigador del cáncer, en el Instituto Sloan

Kettering de Nueva York (Memorial Sloan Kettering Cancer Center)

JOSEP CORBELLA, BARCELONA
15/01/2020 06:00Actualizado a15/01/2020 22:14

Antonio Musa, médico personal del emperador Augusto

Antonio Musa, médico personal del emperador Augusto
07/03/2016 franciscojaviertostado
Augusto Emperador Romano. Museo del Prado (Madrid).
Nunca una dieta de lechuga y unos baños fríos hicieron tanto por un Imperio. Me refiero, claro está, al tratamiento que indicó el médico personal del emperador Augusto para una dolencia que casi le costó la vida.
El colegio de médicos de Barcelona dedica preferentemente a médicos desde hace años una muy bien dirigida agenda cultural que acertadamente llevan los médicos, tocan temas tan variados como ciencias ,letras y artes.
Ayer el día veinte de enero Yo me quede con la duda de que tenia el Emperador y que si había algo mas que la slechugas y el agua frio.
el Dr Jaume Fontanet, hablo del medico del emperador Augusto, muy enfermo el, y con una patología, que en aquellos tiempos y posiblemente en los que vivimos, no era curable, salvo con “lechuga y Baños fríos”, pero el Dr MUSA, debió ser muy espabilado o se guardaba una varita mágica y consiguió curar a su majestad. A cambio este le lleno de honores.
Aunque los asistentes les gusto mucho el tema, que estaba muy bien dictado, yo me quede con la duda de
“que padecia el emperador y que le habia dado el Dr Musa, a mas del agua fría y las lechugas” .
El Dr no lo sabia, pero su admiración por el Dr Musa, para el era vital. Y podía explicar este prodigio.
Mas o menos como las curanderas de mi pueblo. Pero no mas

francisco javier tostadocuenta como sigue:

A nuestros ojos podría parecer una afirmación exagerada pero en aquellos tiempos el futuro de Roma dependió de ello. El médico en cuestión era Antonio Musa (63 a. C. – 14 a.C.), un antiguo esclavo griego, como la gran mayoría de los galenos de entonces. Su hermano, Euforbo, fue médico del rey Juba II de Numidia, y ambos conocían bien los tratamientos con hidroterapia y plantas (de hecho el género Euphorbia se debe a él).
Musa aprendió su arte de Asclepíades de Bitina cuya corriente era la más seguida en la medicina de entonces. Su fama hizo que acabara convirtiéndose en el médico del emperador y, probablemente, también de toda la familia imperial. De hecho, Musa junto con Quinto Stertinius Jenofonte y Cayo Stertinius Jenofonte fueron los galenos que cuidaron de la ilustre dinastía Julio-Claudia.
Antonius Musa.
Trabajo le dio Augusto porque su salud resultó ser muy frágil desde que quedó huérfano de padre al morir Cayo Octavio Turino cuando era pretor y gobernador de Macedonia mientras regresaba de Grecia. No se sabe la causa de la muerte pero la casualidad hizo que la muerte le sorprendiera en Nola (Nápoles) en el mismo lugar que a su hijo (algunos dicen que en la misma habitación).
Muchos le consideran el emperador más grande ya que sus políticas extendieron el poder de Roma iniciando un tiempo de paz (Pax Augusta) que nunca más se repetiría. Y aunque le consideraron hijo de un dios sus enfermedades le recordarían que no era más que un simple mortal. Aunque hábil y sagaz en política, en la batalla pocas veces participaría en el combate argumentando que no se encontraba bien y que prefiría permanecer en la retaguardia. Muestra de ello la encontramos en la campaña militar contra Cneo Pompeyo en Hispania y en la batalla de Filipos. No obstante, sus males no impedirían que fuera el emperador hasta Adriano que más tiempo pasara en las provincias que en Roma e incluso Italia, trabajando duramente atendiendo sus deberes como emperador.
Padecería de artritis, tiña, tifus, resfriados, colitis, bronquitis, eccemas, cálculos biliares… evitando las corrientes de aire y sintiendo verdadero pánico a los truenos y las tormentas. Pero entre todos sus males el más grave que se recuerda es el sucedido en el año 23 a. C., coincidiendo con una grave epidemia que asolaba Roma a consecuencia del desbordamiento del río Tíber. Augusto tenía 40 años de edad y se encontraba en Hispania intentando dar fin a las conocidas como Guerras Cántabras. Comenzaría a sentirse mal como nunca lo estuvo antes y regresó a Tarraco para recuperarse. No se sabe con certeza qué mal tuvo, algunos dicen que una enfermedad hepática o del estómago aunque también presentaba dolores articulares, pero lo cierto es que los tratamientos habituales como la aplicación de compresas calientes no hicieron más que empeorar su estado hasta el punto que, viendo cerca su fin, se planteó nombrar a su sucesor, cosa que no llegaría a hacer.
Fue entonces cuando aparece en escena su médico personal, Antonio Musa, quien modificaría el tratamiento aplicando baños de agua caliente alternando con otros fríos en las zonas doloridas y añadiendo una estricta dieta de lechuga. Milagrosamente, el emperador acabaría sanando y en agradecimiento le recompensaría con una fortuna en dinero, el derecho a llevar el anillo de oro del status de eques, además de erigirle una estatua junto a la de Esculapio en la Isla Tiberina, el hospital de la antigua Roma, en el lugar donde actualmente se encuentra la iglesia de San Bartolomé. El Senado también le otorgaría el derecho de quedar exento del pago de impuestos, beneficio que se extendería a todos los médicos a partir de entonces. Para un antiguo esclavo todos estos honores superaban con creces lo imaginable, pero lo más importante es que a partir de entonces se regularía la profesión médica, y en tiempos de Antonino Pío se obligaría a que en todas las ciudades los médicos fueran elegidos oficialmente y que los pobres pudieran ser atendidos gratuitamente.
Todo esto se debe a Antonio Musa que, aunque salvó la vida del emperador Augusto no podría hacer lo mismo con su nieto Marcello, designado sucesor del Imperio. Y es que ante la enfermedad nadie es infalible.
Como decía al principio Augusto murió en Nola a la edad de 76 años, algo impensable años atrás, encontrándose Tiberio y su esposa Livia en su lecho de muerte. Sus últimas palabras fueron “Acta est fabula, plaudite” (Suet.Aug. 97-99) que se traduciría como “La comedia ha terminado. ¡Aplaudid!”, aunque antes, públicamente, dijo: “Mirad, encontré una Roma hecha de ladrillo, y os la dejo de mármol”. En su entierro le acompañarían numerosas plañideras hasta la Ciudad Eterna, siendo su cuerpo quemado en una pira cerca de su mausoleo.
Augusto, aunque menos reconocido que Julio César, su obra permanecería mucho más en el tiempo. Un dios, pero mortal al fin y al cabo.
Una novela:
Augusto. De revolucionario a emperador, de Adrian Goldsworthy. Ed. La Esfera.
Links fotos:
Manel; Wellcomeimages.org
Información basada en el artículo “La misteriosa enfermedad que torturó al emperador Augusto hasta los 40 años” en ABC Cultura
La misteriosa enfermedad que torturó al emperador Augusto hasta los 40 años”
Todo vale, la escritura todo lo tapa, y la imaginación no tiene limites

MONOS CLONADOS DE UN MACACO GENÉTICAMENTE MODIFICADO CON TRASTORNO DEL RITMO CIRCADIANO

CINCO MONOS CLONADOS DE UN MACACO GENÉTICAMENTE MODIFICADO CON TRASTORNO DEL RITMO CIRCADIANO

National Science Review

Portada de National Science Review con los cinco monos clónicos.
Academia China

El año científico arrancó a lo grande con la presentación a finales de enero en Shanghai de cinco monos clonados de un macaco genéticamente modificado con trastorno del ritmo circadiano a cargo de un equipo del Instituto de Neurociencia de la Academia de Ciencias de China. Utilizaron la edición genética con CRISPR/Cas9 para desactivar un gen (BMAL1) crucial para el ciclo de sueño-vigilia. Los monos clonados se mueven más por la noche, duermen menos y muestran síntomas relacionados con la psicosis, como el miedo y la ansiedad, cuando se colocan en entornos desconocidos.
Dos meses más tarde, otro equipo del Instituto de Zoología Kunming, la Academia de Ciencias de China y la Universidad de Carolina del Norte, informaba en National Science Review de la inserción de un gen humano en embriones de monos rhesus que mostraron un desarrollo cerebral parecido al humano. El gen, la microcefalina o MCPH1, se expresa durante la etapa fetal del desarrollo y está relacionado con el tamaño del cerebro. Algunos científicos cuestionaron la ética de estos primates transgénicos, “un camino muy arriesgado”, dijo James Sikela, de la Universidad de Colorado.
En esta línea vanguardista y algo frankensteiniana, en julio se informaba de que Hiromitsu Nakauchi, que dirige equipos en las universidades de Tokio y de Stanford, recibía la aprobación del Gobierno nipón para crear embriones de ratón y rata con células humanas y que se desarrollen en animales gestantes. El objetivo final de Nakauchi es producir animales con órganos hechos de células humanas que eventualmente puedan ser trasplantados a personas. Embriones híbridos humano-animales ya se han generado en Estados Unidos, pero nunca llegaron a término. Nakauchi ha matizado que irá despacio con sus experimentos hasta desarrollar embriones híbridos de 70 días en cerdos.
Hasta veinte días
Los que sí consiguieron cultivar embriones de mono in vitro durante 20 días fueron dos equipos chinos, en uno de los cuales participaba el español Juan Carlos Izpisúa, del Instituto Salk, en California. Según se informaba en octubre en Science, el equipo de Izpisúa consiguió que sobrevivieran durante ese tiempo 46 de 200 embriones de mono. Los autores del otro ensayo, dirigido por Li Lei, del Instituto de Zoología de la Academia de Ciencias de China, en Pekín, lograron tres embriones. El avance incluye el proceso de gastrulación, es decir, cuando comienzan a emerger los tipos celulares básicos que dan lugar a diferentes órganos y tejidos, alrededor del día 14, una de las fronteras del desarrollo embrionario que estuvo a punto de traspasar en 2016 Magdalena Zernicka-Goetz, del Instituto Tecnológico de California, si la normativa legal no se lo hubiera impedido. A partir del día 20, fase en la que los embriones empezaron a colapsarse en esos ensayos, quizá por un medio de cultivo no apropiado, entra en juego el sistema nervioso primitivo. Aunque se hayan efectuado en macacos, y haya diferencias notables en el desarrollo de monos y humanos, han reavivado el debate sobre cuánto tiempo se debe permitir que los embriones humanos se desarrollen fuera del útero.
En otro alarde de laboratorio, y desafiando a la muerte cerebral, investigadores de la Universidad de Yale en New Haven revivieron los cerebros sin cuerpo de varios cerdos cuatro horas después de que fueran sacrificados. Aunque no lograron restaurar la conciencia, plantean preguntas inquietantes sobre la muerte cerebral, la reanimación y los trasplantes. Según publicaron en abril en Nature, conectaron las cabezas a un sistema que bombeaba un sustituto de la sangre. La técnica restauró algunas funciones, como la capacidad de las células para producir energía y eliminar desechos, y ayudó a mantener las estructuras internas de los cerebros.

Redacción
29 diciembre, 2019

INMUNOTERAPIA CONTRA EL CÁNCER, Ignacio Melero

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INMUNOTERAPIA CONTRA EL CÁNCER

La inmunoterapia, es una terapia biológica, es un tipo de tratamiento para el cáncer que estimula las defensas naturales del cuerpo a fin de combatir el cáncer. Utiliza sustancias producidas por el cuerpo o fabricadas en un laboratorio para mejorar o restaurar la función del sistema inmunitario

La inmunoterapia es un tipo de tratamiento del cáncer que ayuda al sistema inmunitario a combatir el cáncer. El sistema inmunitario ayuda a su cuerpo a combatir las infecciones y otras enfermedades. Está compuesto de glóbulos blancos de la sangre y órganos y tejidos del sistema linfático.
La inmunoterapia es un tipo de terapia biológica. La terapia biológica es un tipo de tratamiento que usa sustancias producidas por organismos vivos para tratar el cáncer.

La inmunoterapia también combate el cáncer Varios tipos de inmunoterapia se usan para tratar el cáncer. Estos tratamientos pueden ayudar al sistema inmunitario a atacar el cáncer directamente o a estimular el sistema inmunitario de una forma más general.
Los tipos de inmunoterapia
Los inhibidores de punto de control, los cuales son fármacos que ayudan al sistema inmunitario a responder con más fuerza a un tumor. Estos fármacos funcionan al soltar los «frenos» que detienen a las células T (un tipo de glóbulo blanco y componente del sistema inmunitario) para que no destruyan a las células cancerosas. Estos fármacos no atacan al tumor directamente. Más bien, ellos interfieren con la capacidad de las células cancerosas para evadir el ataque del sistema inmunitario.
Transferencia adoptiva celular, la cual es un tratamiento que intenta reforzar la capacidad natural de sus células T para combatir el cáncer. En este tratamiento, las células T se toman de su tumor. Luego, las que son más activas contra su cáncer se hacen crecer en lotes grandes en el laboratorio.
El proceso de hacer crecer las células T en el laboratorio se puede llevar de 2 a 8 semanas. Durante este tiempo, usted puede recibir tratamientos como quimioterapia y radioterapia para reducir sus células inmunitarias. Después de estos tratamientos, las células T que se hicieron crecer en el laboratorio se regresarán a su cuerpo por medio de una aguja en su vena.
Para más información acerca de un tipo específico de transferencia adoptiva celular llamada terapia de células T y CAR, la cual usa células T que se han cambiado en el laboratorio, vea Células T y CAR: manipulación de células inmunitarias de pacientes para tratar sus cánceres.
Anticuerpos monoclonales, conocidos también como anticuerpos terapéuticos, los cuales son proteínas del sistema inmunitario creadas en el laboratorio. Estos anticuerpos están diseñados para que se adhieran a blancos específicos que se encuentran en las células cancerosas. Algunos anticuerpos monoclonales marcan a las células cancerosas para que las vea con más facilidad y las destruya el sistema inmunitario, estos son un tipo de inmunoterapia. Otros anticuerpos monoclonales que se usan en el tratamiento del cáncer no causan una respuesta del sistema inmunitario. Dichos anticuerpos monoclonales son considerados como terapia dirigida, en lugar de inmunoterapia.
Vea la sección sobre terapia dirigida para saber más.
Vacunas de tratamiento, las cuales trabajan contra el cáncer al reforzar la reacción de su sistema inmunitario a las células cancerosas. Las vacunas de tratamiento son diferentes de las que ayudan a prevenir enfermedades.
Tipos de inmunoterapia que mejoran la respuesta inmunitaria del cuerpo para combatir el cáncer son:
Citocinas, las cuales son proteínas producidas por las células de su cuerpo. Tienen funciones importantes en las respuestas inmunitarias normales del cuerpo y en la capacidad del sistema inmunitario para responder al cáncer. Los dos tipos principales de citocinas usadas para tratar el cáncer son los interferones y las interleucinas.
Bacilo de Calmette-Guérin, BCG, es una inmunoterapia que se usa para tratar el cáncer de vejiga. Es una forma debilitada de la bacteria que causa la tuberculosis. Cuando se inserta directamente en la vejiga con un catéter, el BCG causa una reacción inmunitaria contra las células cancerosas. También se está estudiando en otros tipos de cáncer.
¿Quién recibe inmunoterapia?
La inmunoterapia no se usa todavía tanto como la cirugía, la quimioterapia y la radioterapia. Sin embargo, las inmunoterapias han sido aprobadas para tratar a personas con muchos tipos de cáncer. Para aprender acerca de las inmunoterapias que pueden usarse para tratar su cáncer, vea los resúmenes de PDQ® de tratamiento del cáncer en adultos y los resúmenes de tratamiento del cáncer en niños.
Se están estudiando muchas otras inmunoterapias en estudios clínicos, los cuales son estudios de investigación que incluyen a personas. Para encontrar un estudio que puede ser una opción para usted, vea la búsqueda de estudios clínicos.
¿Cómo funciona la inmunoterapia contra el cáncer?

Papel del NCI en la investigación de inmunoterapia
El NCI respalda una amplia gama de investigación para la inmunoterapia, desde ciencia básica hasta estudios clínicos.

Una razón por la que las células cancerosas prosperan es porque son capaces de esconderse del sistema inmunitario. Ciertas inmunoterapias pueden marcar las células cancerosas para facilitar al sistema inmunitario que las encuentre y las destruya. Otras inmunoterapias refuerzan el sistema inmunitario para que funcione mejor contra el cáncer.
Las inmunoterapias pueden causar también reacciones alérgicas graves o hasta mortales. Sin embargo, estas reacciones son raras.
¿Cómo se administra la inmunoterapia?
Las diferentes formas de inmunoterapia pueden administrarse en formas diferentes. Estas son:
Intravenosa (IV)
La inmunoterapia se administra directamente en una vena.
Oral
La inmunoterapia se da en tabletas o cápsulas para tomarse por la boca.
Tópica
La inmunoterapia tiene presentación de crema que usted aplica a su piel. Este tipo de inmunoterapia puede usarse para cáncer de piel muy al principio.
Intravesical
La inmunoterapia se administra directamente en la vejiga.
¿A dónde va a recibir la inmunoterapia?
Usted puede recibir la inmunoterapia en el consultorio del doctor, en una clínica o en la unidad ambulatoria de un hospital. Ambulatoria significa que usted no pasa la noche en el hospital.
¿Con qué frecuencia se recibe la inmunoterapia?
Con qué frecuencia y durante cuánto tiempo recibe usted inmunoterapia depende de:
Su tipo de cáncer y lo avanzado que esté
El tipo de inmunoterapia que reciba
Cómo reaccione su cuerpo al tratamiento
Es posible que reciba tratamiento todos los días, una vez por semana o una vez por mes. Algunas inmunoterapias se dan en ciclos. Un ciclo es un período de tratamiento seguido de un período de descanso. El período de descanso da a su cuerpo la posibilidad de recuperarse, de reaccionar a la inmunoterapia y de producir nuevas células sanas.
Las complicaciones de la inmunoterapia los tumores es enorme, prácticamente toda nuestra biología puede afectarse con esta medicación y en alguna y la alguna ocasión estas complicaciones son graves

¿Cómo se sabe si la inmunoterapia está funcionando?
Usted verá a su doctor con regularidad. El doctor le hará exámenes físicos y le preguntará cómo se siente. Tendrá exámenes médicos, como análisis de sangre y diferentes tipos de exploraciones. Estos exámenes medirán el tamaño de su tumor y vigilarán los cambios en sus análisis de sangre

Ignacio Melero Bermejo (Madrid, 1964)1 es un investigador español, especialista en inmunoterapia. Catedrático de Inmunología de la Universidad de Navarra, investigador principal del CIMA2 y académico correspondiente de la Real Academia Nacional de Medicina.

Tras licenciarse en Medicina por la Universidad de Navarra, realizó la especialidad en Inmunología en el Hospital Universitario de la Princesa (Madrid). Al concluir la especialidad, viajó a Seattle (Estados Unidos), donde trabajó en el instituto de investigación farmacéutica de la compañía Bristol-Myers Squibb junto con los doctores Lieping Chen y Karl E. Hellstrom, entre 1994 y 1998. Allí consiguió la identificación de 4-1BB (CD137) como diana en inmunoterapia del cáncer.3
En 1998 regresó a Pamplona, incorporándose al CIMA y a la Clínica Universidad de Navarra donde dirige un equipo de investigación traslacional que trabaja en estrategias de inmunoterapia del cáncer basadas en terapia celular, terapia génica y anticuerpos monoclonales.4
Sus áreas de investigación actuales se centran en la investigación traslacional de banco a cama con células, genes y estrategias de inmunoterapia contra el cáncer mediadas por anticuerpos monoclonales.5
Desde 2017 trabaja, entre otras investigaciones, en un ensayo clínico en fase I con la primera inmunoterapia desarrollada íntegramente en España. El ensayo trata a varios pacientes con tumores sólidos de mal pronóstico, suministrándoles un tratamiento con BO-112, nombre que recibe el fármaco antitumoral.6 En enero de 2019, se hizo público mediante un comunicado del Hospital Gregorio Marañón, la Clínica Universidad de Navarra y el Hospital Ramón y Cajal, los resultados de este ensayo. El estudio presentado demuestra que la primera inmunoterapia contra el cáncer desarrollada íntegramente en España es segura para los pacientes.7 Además, los datos preliminares indican que BO-112 ha conseguido controlar la enfermedad en el 58% de los casos, reduciendo el tumor en el 17%.8 Mucho antes de que los fármacos de inmunoterapia del cáncer empezaran a curar a pacientes desahuciados y revolucionaran la oncología, Ignacio Melero ya había decidido dedicar su carrera a dirigir las células inmunitarias contra los tumores.
Emprendió este camino, y contribuyó a que avanzara, en un momento en que no había ninguna certeza de adónde llevaría. De si llevaría a la curación de los pacientes, o por lo menos a mejorar los tratamientos del cáncer como esperaba, o de si sería un ejercicio intelectual sin aplicación clínica. “Desde luego, pensábamos que avanzábamos en la buena dirección, pero no sabíamos adónde llegaríamos”, reconoce

Hoy, veinte años más tarde, Ignacio Melero está considerado como el principal referente de la inmunoterapia del cáncer en España.
En el laboratorio de La Princesa, Melero hizo su tesis sobre los linfocitos NK, también llamados células asesinas porque se dedican a matar otras células, entre ellas las tumorales. “Ya tenía claro en aquella época que me quería dedicar al cáncer”, recuerda Melero. Contrariamente a la tradición de la ciencia española de aposentarse en el hospital o universidad en que uno se ha formado, “mis jefes en La Princesa me presionaron para que me marchara; me dijeron que, si quería continuar mi carrera científica, tenía que salir al extranjero”.
Fue un buen consejo. Convenció a su mujer –“y sobre todo a mis suegros”- para marcharse a Seattle (EE.UU.) al laboratorio de Karl Hellstrom en la compañía Bristol-Myers Squibb. “Era la meca de la inmunología. Aunque trabajábamos para la industria, teníamos una gran libertad para investigar. Teníamos la sensación de que estábamos inventando el futuro”.
Pasó allí cuatro años muy productivos, de 1994 a 1998, en los que investigó qué señales necesitan las células inmunitarias para reconocer y destruir las células tumorales. “Abrió un nuevo campo de investigación en inmunología tumoral. En aquella etapa realizó estudios seminales que llevaron a varias empresas biofarmacéuticas a desarrollar nuevos compuestos”, destaca Antoni Ribas, oncólogo de la Universidad de California en Los Ángeles (UCLA) y presidente de la Asociación Americana de Investigación del Cáncer.
De aquellos años en Seattle conserva la amistad y la relación profesional con algunos de los investigadores que han transformado la inmunooncología en los últimos veinte años. Entre ellos, Carl June (que introdujo la terapia con células CAR-T) y Lieping Chen (que descubrió la molécula PD-L1 en la que se basan muchos fármacos de inmunoterapia).
Pero la decisión de BMS de cerrar el laboratorio de Hellstrom en Seattle llevó a una diáspora de aquellos visionarios que pensaban que algún día podrían curar cánceres dirigiendo las células inmunitarias contra células tumorales. Muchos de ellos se reubicaron en otros centros de investigación en Estados Unidos. Melero, tras un breve paso por la sede de BMS en Princeton, recibió una oferta de la Clínica Universidad de Navarra.
“Jesús Prieto, mi antiguo profesor de inmunología, se volvió a cruzar en mi vida”, recuerda. “Me invitó a venir un día a dar un seminario aquí en Pamplona y me dijo que iban a hacer un instituto de investigación”. Aunque no había más que un solar donde ahora se levanta el Centro de Investigación Médica Aplicada (CIMA) de la Universidad de Navarra, aceptó la oferta.
Desde su regreso a Navarra, Melero se ha convertido en “el número uno de España en su campo y en una figura reconocida internacionalmente”, destaca López-Botet. Antoni Ribas, de UCLA, coincide en que es “uno de los mejores del mundo”. Ha contribuido a mejorar los tratamientos de la inmunoterapia ante distintos tipos de cáncer y “ha conseguido posicionar su programa de Pamplona en la vanguardia de la revolución de la inmunología tumoral”, destaca Ribas.
“Las expectativas de la inmunoterapia son tan altas que todos los días temo que defrauden a los pacientes”, admite Melero. “Pero estamos al principio de la historia. En este momento tenemos tres objetivos. Queremos aprender a combinar fármacos para conseguir una mayor eficacia sin que los efectos secundarios sean intolerables; queremos identificar qué pacientes responderán a la terapia lo antes posible después de iniciar el tratamiento; y queremos comprender por qué el inmunoterapia fracasa en algunos pacientes. Cuando consigamos estos tres objetivos, un porcentaje muy elevado de cánceres podrán beneficiarse de tratamientos que estimulan el sistema inmunitario
10/10/18 15:31 María Pilar Huarte
El Dr. Ignacio Melero, catedrático de Inmunología de la Universidad de Navarra, ha sido nombrado académico correspondiente de la Real Academia Nacional de Medicina de España. El acto de ingreso y entrega de medalla y diploma académico se celebró ayer en la sede de la Corporación. Durante la sesión científica el Dr. Melero, codirector del Servicio de Inmunología de la Clínica Universidad de Navarra e investigador senior del Programa de Inmunología e Inmunoterapia del Centro de Investigación Médica Aplicada (CIMA), impartió la conferencia “Anticuerpos monoclonales inmunoestimulantes: nuevas herramientas terapéuticas en el tratamiento del cáncer”.

↑ López, Ángeles (14 de marzo de 2016). «’En inmunoterapia, lo mejor está por llegar’». El Mundo (Madrid). Consultado el 9 de enero de 2019.
↑ Ramírez de Castro, N.; Ibarra, R. (1 de octubre de 2018). «El nobel de Medicina premia a los padres del tratamiento estrella del cáncer». ABC (Madrid). Consultado el 9 de enero de 2019.
↑ Redacción (12 de octubre de 2018). «El catedrático Ignacio Melero, académico correspondiente de la Real Academia Nacional de Medicina de España». Agencia Europa Press (Pamplona). Consultado el 9 de enero de 2019.
↑ Redacción ABC Salud (18 de octubre de 2015). ««La inmunoterapia está revolucionando el tratamiento del cáncer»». ABC (Madrid). Consultado el 9 de enero de 2019.
↑ Saltar a:a b «Ignacio Melero, MD, PhD.». Sitc Cancer Immunotherapy Connect (en inglés). [2017]. Consultado el 9 de enero de 2019.
↑ Tolosa, Amparo (23 de febereo de 2017). «Primera inmunoterapia desarrollada íntegramente en España». Genética médica (Madrid). Consultado el 9 de enero de 2018.
↑ Hospital General Universitario Gregorio Marañon, ed. (3 de enero de 2019). «La primera inmunoterapia española contra el cáncer es segura para los pacientes». Madrid. Consultado el 9 de enero de 2019.
↑ Agencia EFE (4 de enero de 2019). «La primera inmunoterapia española controla el cáncer en un 58% de casos». Diario de Navarra (Pamplona). p. 25.

MEMORIA Y SU RELACIÓN CON LOS SENTIDOS

William Beecher Scoville, cirujano que intervino a Henry Molaison
Por si fuera poco la biología de la memoria, su relación con los órganos de los sentido la coloca muy cercana al imposible
Las funciones cerebrales superiores son un verdadero problema a la hora de entenderlas y de ellas la memoria tiene una especial dificultad. La memoria se localiza en múltiples partes del cerebro, pero es el lóbulo límbico el que tiene mayor actividad para modular esta capacidad
Un enlace entre la operación de Scoville al paciente HM y la descripción que hace Marta Bueno y José R. Alonso Al relacionar la memoria con los sentidos

La operación de Scoville 1986 a Henry Molaison, a punto de cumplir 60 años. Le están haciendo una entrevista. Las preguntas se quedan colgando en el aire, Henry no es capaz de contestar sobre el mundo que le rodea. ¿La razón? Sus recuerdos se congelaron en 1953, cuando tenía 27 años.
Henry nació en el año 1926 y durante toda su vida padeció una epilepsia intratable. La misma le hacía sufrir crisis parciales y convulsiones imparables durante toda su juventud.
En el año 1953 Henry, tratado por el neurocirujano William Beecher Scoville, fue intervenido en lo que en aquel momento era una operación experimenta l. La operación se centró en la extirpación de los lóbulos que generaban la epilepsia.
La cirugía tuvo el resultado deseado: los ataques epilépticos desaparecieron, sin embargo, aquella intervención, realizada en ambos lados del cerebro, destruyó la mayor parte de sus estructuras, incluyendo su hipocampo (encargado de la memoria episódica y de hechos) y su amígdala cerebral (encargada del procesamiento y almacenamiento de reacciones emocionales). Estas consecuencias lo hicieron profundamente amnésico, incapaz de retener más de 30 segundos.
William Beecher Scoville, cirujano que intervino a Henry Molaison
Su amnesia, devastadora para Henry, se convirtió en el punto de mira de cientos de científicos y especialistas y en uno de los temas de investigación más importantes de la historia, revolucionando completamente todos los conocimientos sobre cómo funciona la memoria. Henry no era capaz de incorporar nueva información a su memoria a largo plazo, no podía recordar los sucesos de los dos años previos a la cirugía y tampoco los de once años atrás. Era capaz de adquirir nuevas habilidades motoras pero luego olvidaba que las había aprendido.
Henry tenía siempre una gran sonrisa en su rostro. Impresionaba realmente a los científicos porque no parecía tener ningún problema en su cerebro. Sin embargo, todos los sucesos de la vida de este amante de los crucigramas, cayeron en un abismo y desaparecieron por completo. Así, en 15 minutos podía contar 5 veces la misma historia, todos los caminos le parecían nuevos y veía la misma película durante todo el día entero sin recordar absolutamente nada del guión.

El encéfalo de Henry,
Henry Molaison, siempre nombrado entre los científicos como H. M. para preservar su intimidad, murió a causa de una enfermedad pulmonar. Antes de morir le hizo el regalo más grande a la ciencia: donó su cerebro. El proyecto, encabezado por Jacopo Annese, director del Observatorio Cerebral de la Universidad de San Diego, proporcionó una observación microscópica completa por todo el cerebro. En el año 2009, la disección del órgano de Henry fue retransmitida en directo y en ella se obtuvieron 2401 secciones de su cerebro, encontrando dos partes dañadas por completo y otras 16 potencialmente problemáticas.
En el año 2014 se realizó la creación de un mapa tridimensional del cerebro de Henry, la cual se encuentra a disposición de todos los científicos del mundo interesados en estudiar su caso. La aportación a la neurociencia y a la neuropsicología cognitiva es enorme, se contribuyó en conocimientos sobre la amnesia, el aprendizaje de habilidades motoras, la memoria espacia l y la consolidación de los recuerdos.

Tenemos una memoria más breve incluso que la memoria de trabajo: la memoria sensorial. Es mucho más efímera que la memoria de Dory, la pequeña amiga azul de Nemo, que se ha convertido ya en un referente para los recuerdos de corta duración. Aun así, si lo que percibimos con alguno de nuestros sentidos nos parece interesante y valioso para ser guardado, lo procesamos y lo almacenamos en una memoria un poco más duradera.
Esta memoria de los sentidos a tan corto plazo la podemos definir como la capacidad para retener impresiones de información sensorial después de que los estímulos originales hayan desaparecido. Recordamos durante un breve período de tiempo lo que percibimos con la vista, el oído, el olfato, el gusto y el tacto. Lo guardamos con mucha precisión pero muy brevemente, en el margen de 200 a 500 milisegundos (entre 1/5 y 1/2 segundo) después de la percepción del estímulo, y siempre menos de un segundo (aunque ahora se cree que la memoria ecoica, la que se activa al escuchar un sonido, dura un poco más, entre tres y cuatro segundos). De hecho, la memoria sensorial dura tan poco tiempo que a menudo se considera parte del proceso de percepción. Sin embargo, esta memoria representa un paso esencial para almacenar información en estancias de nuestro cerebro más persistentes.
En los años 1960, George Sperling realizó una serie de experimentos sobre la memoria sensorial (Sperling, 1960). En uno de ellos, a los participantes se les mostraban en un monitor tres filas de cuatro letras cada una durante 1/20 segundos, e inmediatamente después de que se apagara la pantalla, los participantes escuchaban un sonido de tono alto, medio o bajo. Si el tono era agudo, debían repetir la fila superior, si el tono era medio se les requería la fila central y si era grave, debían repetir la fila inferior. Sperling descubrió que los participantes podían recordar las letras siempre que el tono sonara dentro del margen de un tercio de segundo después de la visualización. Cuando el intervalo se alargaba más de un tercio de segundo, el recuerdo de las letras disminuía significativamente. Si sonaba después de un segundo del apagado de la pantalla era imposible recordar nada. Sperling en las que amputo a un enfermo la punta de ambos lóbulos temporalescalculó así el intervalo de tiempo en que es efectiva la memoria visual antes de desvanecerse.
Este almacenaje en la memoria sensorial no requiere atención consciente y, de hecho, generalmente se considera que está totalmente fuera de nuestro control. El cerebro está diseñado para procesar prioritariamente información que será útil en una fecha posterior, y para permitir que el resto pase desapercibido. Por eso, a medida que nos llegan estímulos del entorno que nos rodea, se almacenan en la memoria sensorial de manera automática e inconsciente y de la misma manera, se vacían de nuevo de forma sistemática. Esta memoria de los sentidos no puede fortalecerse a través del ensayo ni con la práctica voluntaria aunque queramos con todas nuestras fuerzas rememorar una caricia de ensueño que en su momento no transferimos a un lugar más duradero. Aunque no debemos preocuparnos, ya que si mereció la pena de verdad seguro que la guardamos bien.

En su libro Our Senses: an immersive experience (2018), Rob DeSalle nos cuenta los avances de la neurociencia en cuanto a la naturaleza y evolución de nuestros sentidos. Sabemos que no se limitan a los cinco aristotélicos sino que contamos con 33 sentidos analizados y algunos «observados» con técnicas de neuroimagen. Estos sentidos actúan de manera coordinada para que el cerebro elabore una representación del mundo que nos rodea, de nosotros mismos y del lugar que ocupamos en él. Entre los añadidos a los cinco clásicos podemos nombrar el sentido del dolor o nocicepción, la percepción de frío y calor o termocepción, el que percibe la presión y el peso, el sentido del tiempo o cronocepción o el del hambre, entre otros. Todos son el resultado de una adaptación evolutiva de nuestro sistema nervioso a las condiciones ambientales.
No obstante, nos centraremos en nuestros cinco básicos para utilizarlos de manera sencilla en tareas de estudio. Cuando los estímulos son visuales hablamos de memoria icónica, cuando son auditivos, de memoria ecoica y cuando la percepción es táctil se habla de memoria háptica. El gusto y el olor son algo más especiales. Este último está más relacionado con la memoria que los otros sentidos ya que el bulbo olfatorio y la corteza olfatoria, donde se procesan las sensaciones olfativas, están funcionalmente muy cerca del hipocampo y la amígdala, separadas por solo dos o tres sinapsis.

El hipocampo y la amígdala están implicados en los procesos de memoria, lo que hace que los olores puedan asociarse más rápida e intensamente con los recuerdos y las emociones. Además, son recuerdos que se mantienen por mucho tiempo, tienen un enorme poder evocador y ese olor a lavanda o a jabón Lagarto nos devuelve de nuevo a la casa de la abuela y los montones de ropa limpia.
La información de la memoria sensorial se fija como recuerdo a través de un proceso de atención y selección; es decir, cuando nos concentramos de manera específica en un aspecto del entorno mientras ignoramos otras cosas, este proceso filtra los estímulos para retener sólo los que nos parecen interesantes.
Human perception infographic scheme. Five senses (sight, smell, hearing, touch, taste) as represented by organs, surrounding brain. Line icon set, vector illustration.

Con todo, ¿podemos usar estos cinco sentidos para hacer más efectivo el estudio? Si sacamos partido a las percepciones sensoriales en la tarea de estudiar, si utilizamos estímulos adecuados que nos ayuden a aprender, contaremos con una herramienta más para mejorar el proceso. No nos referimos a comer dulces durante el estudio, ni a poner música o no ponerla, ni a iluminar la habitación con luz artificial o natural, ni a leer en pantalla o en papel. Tampoco queremos animar a mantener el cuarto con un olor permanente a canela o a pachuli según la asignatura. Simplemente, los sentidos están ahí y la neurociencia tiene algo que decir sobre ellos y su incidencia en el proceso cognitivo.
Ya hemos visto que el sentido del olfato está estrechamente relacionado con la memoria. De hecho, este sentido puede ser el más potente de todos para recuperar información. Ciertos aromas tienen una capacidad excepcional para desencadenar recuerdos vívidos. Esto se conoce como «efecto Proust» y hace alusión al pasaje inicial del libro Por el camino de Swann en el que el protagonista rememora su pasado tras oler una magdalena sumergida en la taza de té.
Al estudiar podemos utilizar la memoria olfativa en nuestro beneficio. Por ejemplo, si usamos un perfume original, nuevo para nosotros, mientras estudiamos y lo volvemos a utilizar justo antes del examen, se activará la memoria que evoca el contenido de lo estudiado. Por esto el olor debe ser diferente a cualquier otro y recordarnos sólo el contenido del examen.
De la misma manera que el olfato, el gusto también activa recuerdos. Está demostrado que los recuerdos gustativos tienden a ser los recuerdos asociativos más fuertes que podemos hacer. ¿Por qué es así? Un estudio realizado entre la Universidad de Haifa y el Instituto Riken de Japón (Chinnakkaruppan et al., 2014) descubrió que existe un vínculo funcional entre la región del cerebro responsable de la memoria del gusto, nuestra corteza insular, el área responsable de codificar el sabor y el área a la que va a parar la experiencia de este estímulo. En otras palabras, igual que el olfato, el gusto evoca recuerdos a través de nuestro hipocampo, el área del cerebro responsable de recuperar vivencias. Si aplicamos este sentido al estudio podemos saborear un caramelo con un gusto novedoso, extraño y diferente, para asociarlo sólo al contenido de los apuntes, mientras asimilamos información y después no debemos olvidar esa rareza de caramelo en el examen. Sin estudiar antes con ánimo, no hay nada que hacer, pero el sabor y la textura tienen cierto poder para desencadenar recuerdos de lo aprendido.

Vamos con la memoria ecoica; si lo que escuchamos es de nuestro interés, lo almacenado brevemente en la memoria sensorial pasa a la memoria de trabajo. Allí podemos administrar temporalmente la información requerida para llevar a cabo tareas cognitivas complejas como el aprendizaje, el razonamiento y la comprensión. Por lo tanto, si escuchamos algo que queremos utilizar en un futuro, este sentido es de gran ayuda. Entonces, podemos reproducir por audio el contenido que queremos aprender. Por otro lado, si consideramos la influencia de la música en el estudio, no encontraremos evidencias que demuestren sus beneficios o sus peligros en el proceso cognitivo. Sin embargo, lo que sí sabemos es que escuchar música cambia nuestro estado de ánimo, induce la producción de dopamina, el neurotransmisor que promueve sentimientos de felicidad, emociones positivas y bienestar. Esto nos puede hacer ver el tiempo de estudio de otra manera disminuyendo la ansiedad frente a los apuntes. Según la investigación realizada por Alice Isen, psicóloga estadounidense y profesora de psicología y marketing en la Universidad de Cornell, a medida que nuestro estado de ánimo mejora, también lo hace nuestra capacidad para resolver problemas, aprender y ser creativos.
Podría parecer que la cuestión del tacto está más alejada de las herramientas de estudio. Sin embargo, existe una fuerte correlación entre nuestro sentido del tacto y nuestra capacidad de concentración. Pequeños ejercicios físicos repetitivos pueden aumentar los niveles de neurotransmisores necesarios para la atención, por ejemplo, «estrujar» una pelota antiestrés o dar vueltas al lápiz, o incluso garabatear al margen del texto.

Estos estímulos activan la memoria háptica y nos ayudan a focalizar el interés.
Finalmente, consideremos el sentido de la vista; nuestro cerebro es en gran medida un procesador de imágenes, ya que el noventa por ciento de la información que recibimos del exterior es visual. Estos estímulos ponen en marcha esta memoria sensorial. Además, actualmente dedicamos mucho tiempo a las pantallas y estamos saturados de imágenes e incluso de texto si estudiamos en este formato. Para recuperar la frescura en el impacto visual y recoger información con este sentido es importante hacer descansos. Una buena manera es aplicar la regla 20-20-20 que supone un descanso de 20 segundos sin mirar la pantalla cada 20 minutos mirando a un punto situado a 20 metros de distancia, es decir, perder la mirada en el horizonte. Esto permite que los músculos de los ojos se relajen y que desaparezca la fatiga ocular y la sobrecarga sensorial.
Con todo esto, tenemos a los cinco sentidos implicados en los momentos de estudio y puede resultar beneficioso ser conscientes de ellos.

En esto de la conciencia entra en juego otro de los 33-34 sentidos identificados por diferentes autores: el sentido de la identidad. Éste percibe quiénes somos y como representamos el mundo que nos rodea, como procesamos los estímulos y cómo actuamos ante ellos. Desde ahí, ponemos el foco en nuestros cinco canales receptores clásicos y, como hemos indicado, los utilizamos en nuestro favor para optimizar la grata tarea de aprender.

Referencias

Chinnakkaruppan A, Wintzer ME, McHugh TJ, Rosenblum K (2014). Differential Contribution of Hippocampal Subfields to Components of Associative Taste Learning. Journal of Neuroscience 34(33): 11007-11015. DOI: 10.1523/JNEUROSCI.0956-14.2014

DeSalle R (2018) Our senses: an immersive experience, New Haven: Yale University Press.

Sperling G. (1960) The information available in brief visual presentations. Psychological Monographs: General and Applied, 74(11): 1–29. DOI: 10.1037/h00937591960, George Sperling realizó una serie de experimentos sobre la memoria sensorial (Sperling, 1960).

Marta Bueno y José R. Alonso Rela cion de la memoria con los sentidos

MEMORIA Y SU RELACIÓN CON LOS SENTIDOS

El hipocampo y la amígdala están implicados en los procesos de memoria, lo que hace que los olores puedan asociarse más rápida e intensamente con los recuerdos y las emociones. Además, son recuerdos que se mantienen por mucho tiempo, tienen un enorme poder evocador y ese olor a lavanda o a jabón Lagarto nos devuelve de nuevo a la casa de la abuela y los montones de ropa limpia.
La información de la memoria sensorial se fija como recuerdo a través de un proceso de atención y selección; es decir, cuando nos concentramos de manera específica en un aspecto del entorno mientras ignoramos otras cosas, este proceso filtra los estímulos para retener sólo los que nos parecen interesantes.
Human perception infographic scheme. Five senses (sight, smell, hearing, touch, taste) as represented by organs, surrounding brain. Line icon set, vector illustration.

Con todo, ¿podemos usar estos cinco sentidos para hacer más efectivo el estudio? Si sacamos partido a las percepciones sensoriales en la tarea de estudiar, si utilizamos estímulos adecuados que nos ayuden a aprender, contaremos con una herramienta más para mejorar el proceso. No nos referimos a comer dulces durante el estudio, ni a poner música o no ponerla, ni a iluminar la habitación con luz artificial o natural, ni a leer en pantalla o en papel. Tampoco queremos animar a mantener el cuarto con un olor permanente a canela o a pachuli según la asignatura. Simplemente, los sentidos están ahí y la neurociencia tiene algo que decir sobre ellos y su incidencia en el proceso cognitivo.
Ya hemos visto que el sentido del olfato está estrechamente relacionado con la memoria. De hecho, este sentido puede ser el más potente de todos para recuperar información. Ciertos aromas tienen una capacidad excepcional para desencadenar recuerdos vívidos. Esto se conoce como «efecto Proust» y hace alusión al pasaje inicial del libro Por el camino de Swann en el que el protagonista rememora su pasado tras oler una magdalena sumergida en la taza de té.
Al estudiar podemos utilizar la memoria olfativa en nuestro beneficio. Por ejemplo, si usamos un perfume original, nuevo para nosotros, mientras estudiamos y lo volvemos a utilizar justo antes del examen, se activará la memoria que evoca el contenido de lo estudiado. Por esto el olor debe ser diferente a cualquier otro y recordarnos sólo el contenido del examen.
De la misma manera que el olfato, el gusto también activa recuerdos. Está demostrado que los recuerdos gustativos tienden a ser los recuerdos asociativos más fuertes que podemos hacer. ¿Por qué es así? Un estudio realizado entre la Universidad de Haifa y el Instituto Riken de Japón (Chinnakkaruppan et al., 2014) descubrió que existe un vínculo funcional entre la región del cerebro responsable de la memoria del gusto, nuestra corteza insular, el área responsable de codificar el sabor y el área a la que va a parar la experiencia de este estímulo. En otras palabras, igual que el olfato, el gusto evoca recuerdos a través de nuestro hipocampo, el área del cerebro responsable de recuperar vivencias. Si aplicamos este sentido al estudio podemos saborear un caramelo con un gusto novedoso, extraño y diferente, para asociarlo sólo al contenido de los apuntes, mientras asimilamos información y después no debemos olvidar esa rareza de caramelo en el examen. Sin estudiar antes con ánimo, no hay nada que hacer, pero el sabor y la textura tienen cierto poder para desencadenar recuerdos de lo aprendido.

Vamos con la memoria ecoica; si lo que escuchamos es de nuestro interés, lo almacenado brevemente en la memoria sensorial pasa a la memoria de trabajo. Allí podemos administrar temporalmente la información requerida para llevar a cabo tareas cognitivas complejas como el aprendizaje, el razonamiento y la comprensión. Por lo tanto, si escuchamos algo que queremos utilizar en un futuro, este sentido es de gran ayuda. Entonces, podemos reproducir por audio el contenido que queremos aprender. Por otro lado, si consideramos la influencia de la música en el estudio, no encontraremos evidencias que demuestren sus beneficios o sus peligros en el proceso cognitivo. Sin embargo, lo que sí sabemos es que escuchar música cambia nuestro estado de ánimo, induce la producción de dopamina, el neurotransmisor que promueve sentimientos de felicidad, emociones positivas y bienestar. Esto nos puede hacer ver el tiempo de estudio de otra manera disminuyendo la ansiedad frente a los apuntes. Según la investigación realizada por Alice Isen, psicóloga estadounidense y profesora de psicología y marketing en la Universidad de Cornell, a medida que nuestro estado de ánimo mejora, también lo hace nuestra capacidad para resolver problemas, aprender y ser creativos.
Podría parecer que la cuestión del tacto está más alejada de las herramientas de estudio. Sin embargo, existe una fuerte correlación entre nuestro sentido del tacto y nuestra capacidad de concentración. Pequeños ejercicios físicos repetitivos pueden aumentar los niveles de neurotransmisores necesarios para la atención, por ejemplo, «estrujar» una pelota antiestrés o dar vueltas al lápiz, o incluso garabatear al margen del texto.

Estos estímulos activan la memoria háptica y nos ayudan a focalizar el interés.
Finalmente, consideremos el sentido de la vista; nuestro cerebro es en gran medida un procesador de imágenes, ya que el noventa por ciento de la información que recibimos del exterior es visual. Estos estímulos ponen en marcha esta memoria sensorial. Además, actualmente dedicamos mucho tiempo a las pantallas y estamos saturados de imágenes e incluso de texto si estudiamos en este formato. Para recuperar la frescura en el impacto visual y recoger información con este sentido es importante hacer descansos. Una buena manera es aplicar la regla 20-20-20 que supone un descanso de 20 segundos sin mirar la pantalla cada 20 minutos mirando a un punto situado a 20 metros de distancia, es decir, perder la mirada en el horizonte. Esto permite que los músculos de los ojos se relajen y que desaparezca la fatiga ocular y la sobrecarga sensorial.
Con todo esto, tenemos a los cinco sentidos implicados en los momentos de estudio y puede resultar beneficioso ser conscientes de ellos.

En esto de la conciencia entra en juego otro de los 33-34 sentidos identificados por diferentes autores: el sentido de la identidad. Éste percibe quiénes somos y como representamos el mundo que nos rodea, como procesamos los estímulos y cómo actuamos ante ellos. Desde ahí, ponemos el foco en nuestros cinco canales receptores clásicos y, como hemos indicado, los utilizamos en nuestro favor para optimizar la grata tarea de aprender.

Referencias

Chinnakkaruppan A, Wintzer ME, McHugh TJ, Rosenblum K (2014). Differential Contribution of Hippocampal Subfields to Components of Associative Taste Learning. Journal of Neuroscience 34(33): 11007-11015. DOI: 10.1523/JNEUROSCI.0956-14.2014

DeSalle R (2018) Our senses: an immersive experience, New Haven: Yale University Press.

Sperling G. (1960) The information available in brief visual presentations. Psychological Monographs: General and Applied, 74(11): 1–29. DOI: 10.1037/h00937591960, George Sperling realizó una serie de experimentos sobre la memoria sensorial (Sperling, 1960).

Marta Bueno y José R. Alonso Rela cion de la memoria con los sentidos

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