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Las necesidades humanas parten de unas necesidades básicas que se van desarrollando hacía deseos más elevados.
Las teorías sobre la evolución de los humanos, han defendido siempre que para llegar al homo sapiens había que partir de animales inferiores, cuyas necesidades para sobrevivir debían partir de lo elemental, para irse complicando hasta lo espiritual.
No debió ser difícil encontrar una teoría evolutiva, pero sí lo es encontrar una explicación de partida para explicar cada estadio de la evolución.
El Padre de la psicología evolutiva, Abraham Maslow formuló una teoría en que aparece una jerarquía de necesidades humanas y a medida que van satisfaciendo estas necesidades básicas, el ser humano desarrolla necesidades y deseos más elevados.
Abraham Maslow , fue un psicólogo americano fundador de la psicología humanista.
Nació en Brooklyn el1 de abril de 1908-Palo Alto, y murió en California, 8 de junio de 1970)
La psicología humanista estudia la tendencia humana básica hacia la salud mental, la que se manifestaría como una serie de procesos de búsqueda de autoactualización y autorrealización. Su posición se suele clasificar en psicología como una «tercera fuerza», y se ubica teórica y técnicamente entre los paradigmas conductismo y el psicoanálisis. Sus últimos trabajos lo definen además como pionero de la psicología humanista. El desarrollo teórico más conocido de Maslow es la pirámide de las necesidades, modelo que plantea una jerarquía de las necesidades humanas, en la que la satisfacción de las necesidades más básicas o subordinadas da lugar a la generación sucesiva de necesidades más altas o superorde nadas. Maslow el cree que las necesidades no satisfechas generan una alteración en la conducta ya que una necesidad suplida no genera por si misma ningún efecto. Las únicas necesidades que nacen con inhibido, solas básica, es decir decir las necesidades fisiológicas y que las demás surgen a partir de estas necesidades una vez que ya han sido suplidas.1

Parece que la niñez de Marlow no fue afortunada, si era un ratón de biblioteca. En Nueva York entró en contacto con muchos inmigrantes europeos que llegaban a Estados Unidos, y esto cambió su vida . En Brooklyn; conoce a muchos científicos como Alfred Adler, Erich Fromm, Karen Horney, así como varios psicólogos de la Gestalt y freudianos. Dos personas en concreto Ruth Benedict y el psicólogo de la Gestalt Max Wertheimer, a quienes admiraba tanto profesional como personalmente. Esto fue definitivo en sus estudios Galeana y marcó su trayectoria. Esta sería la base de su investigación y pensamiento a lo largo de toda su vida sobre la salud mental y el potencial humano.
En 1951 Maslow se mudó a Boston y pasó a ser jefe del departamento de psicología en la Universidad de Brandeis, donde permaneció diez años y tuvo la oportunidad de conocer a Kurt Goldstein (quien le introdujo al concepto de autorrealización) y empezó su propia andadura teórica. Fue aquí también donde empezó su cruzada a favor de la psicología humanista (corriente que ulteriormente llegó a tener mayor alcance que la teoría de las necesidades).
La tesis central de la pirámide de las necesidades, que ha tenido aplicación en diversos campos incluso más allá de la psicología, expresa que los seres humanos tienen necesidades estructuradas en diferentes estratos, de tal modo que las necesidades secundarias o superiores van surgiendo a medida que se van satisfaciendo las más básicas. La aplicación de las teorías de Maslow en la psicología laboral buscaba afianzar la estima de los trabajadores, ayudarlos a crecer, a autorrealizarse y a innovar en la empresa.
Sus ideas no fueron exclusiva y tomó de su entorno información para enriquecer su creatividad. No cabe duda de que Maslow se convirtió en el líder de la escuela humanista de psicología que surgió en los años 1950 y 1960, a la que él se refería como la «tercera fuerza» —más allá de la teoría freudiana y el conductismo—. En 1967, la American Humanist Association lo nombró Humanista del Año. En los últimos años de su vida y ya semi retirado de la actividad docente, Maslow se dedicó a un gran proyecto teórico no acabado: desarrollar una filosofía y una ética que concordaran con las hipótesis de la psicología humanista. Abraham Maslow influyó notablemente en la visión del mundo para la sociedad. Proporcionó un nuevo rostro al estudio del comportamiento humano. Llamó a su nueva disciplina «Psicología Humanista».
Su entorno influyeron sus ideas. Puede la segunda guerra mundial del
vida familiar y sus experiencias influyeron en sus ideas psicológicas. Tras la Segunda Guerra Mundial, Maslow comenzó a cuestionarse el modo en que los psicólogos llegan a sus conclusiones, y, aunque no estaba totalmente en desacuerdo, tenía sus propias ideas sobre cómo entender la mente humana.2
Los psicólogos humanistas postulan que todas las personas tienen un intenso deseo de realizar completamente su potencial, para alcanzar un nivel de «autorrealización». Para probar que los seres humanos no solamente reaccionan ciegamente a las situaciones, sino que tratan de realizar una tarea mayor, Maslow estudió mentalmente a individuos saludables en lugar de a personas con serios problemas psicológicos. Esto le proporcionó información para su teoría de que la gente vive «experiencia cumbre», momentos sublimes en la vida en los que el individuo está en armonía consigo mismo y con su entorno. Desde la perspectiva de Maslow, las personas autorrealizadas pueden vivir muchas experiencias cumbre durante el día, mientras que otras tienen esas experiencias con menor frecuencia.3
Maslow ideó una ayuda visual para explicar su teoría, que llamó «jerarquía de necesidades», consistente en una pirámide que contiene las necesidades humanas, psicológicas y físicas. Ascendiendo por la pirámide se llega a la autorrealización.
Desde la base que sustenta nuestro muestras necesidades básicas se va ascendiendo hasta conseguir la autorrealización. Cada tramo de la pirámide es imprescindible para ascender al siguiente.
En la base de la pirámide se encuentran las «necesidades básicas» o «necesidades fisiológicas», que incluyen la alimentación (comer y beber), la respiración, la eliminación (orinar, defecar, sudar, etc.), el descanso y el sueño y, en general, el mantenimiento involuntario e instintivo de las funciones corporales que hacen posible la vida.
El siguiente nivel es el de las «necesidades de seguridad y protección»: seguridad, orden y estabilidad. Estos dos primeros escalones son importantes para la supervivencia de la persona.
El tercer nivel es el de «necesidad de amor y pertenencia», compuesto por necesidades psicológicas; cuando los seres humanos han cuidado de sí mismos físicamente, están listos para compartirse a sí mismos con otros.
El cuarto nivel se alcanza cuando los individuos se sienten cómodos con lo que han conseguido; este es el nivel de «necesidad de estima», que incluye el éxito y el estatus, fundamentalmente en la percepción propia (autoestima), aunque también en la percepción que los demás le transmiten (heteroestima).
La cima de la pirámide es la «necesidad de autorrealización», y se supera cuando se alcanza un estado de armonía y entendimiento.5
El estudio demás lo está fundado en personas notables y equilibradas. Y omitió enfermos, de forma que no es extensible a la población normal que tiene un importante porcentaje de personas desequilibradas en mayor o menor grado
Maslow basó su estudio en las ideas de otros psicólogos, en Albert Einstein y en personas que conocía que claramente cumplían con el estándar de autorrealización. Usó los escritos y realizaciones de Einstein para ejemplificar las características de la persona autorrealizada. Encontró que todos los individuos que estudió presentaban rasgos de personalidad similares. Todos estaban «centrados en la realidad», capaces de diferenciar lo que era fraudulento de lo que era genuino. También estaban «centrados en los problemas», en el sentido de que trataban las dificultades de la vida como problemas que requerían solución. Estos individuos también estaban cómodos cuando estaban solos y tenían relaciones personales saludables. Solo tenían unos pocos familiares y amigos cercanos, más que un gran número de relaciones superficiales.6 Una figura histórica que resultó útil a Maslow en su camino hacia el entendimiento de la autorrealización fue Lao-Tsé, el «padre del taoísmo». Un principio del taoísmo consiste en que las personas no obtienen significado personal ni placer buscando posesiones materiales.
Cuando Maslow introdujo estas ideas, algunos no estaban preparados para entenderlas; otros le tildaron de acientífico. Algunas veces considerado como en desacuerdo con Freud y su teoría psicoanalítica, Maslow realmente posicionó su trabajo como un complemento vital al de Freud. En su libro Toward a Psychology of Being (1968), afirmaba: «Es como si Freud nos proporcionase la mitad enferma de la psicología y ahora debamos completarla con la mitad sana». Maslow encuentra dos facetas de la naturaleza humana, la sana y la enferma, de modo que considera que deberían existir dos caras en la psicología.
Consecuentemente, argumentaba Maslow, la forma en la que las necesidades esenciales son satisfechas es tan importante como las necesidades en sí mismas. Juntos, estos dos elementos definen la experiencia humana. En la medida en que una persona satisface su impulso de cooperación social, establece relaciones significativas con otras personas y amplía su mundo. En otras palabras, establece conexiones significativas con una realidad externa —un componente esencial de la autorrealización—. Por contra, en la medida en que las necesidades vitales encuentran egoísmo y satisfacción del deseo de competición/competencia, la persona adquiere emociones hostiles y limita sus relaciones con la realidad externa —su conciencia permanece internamente limitada.
Ruth Benedict y Max Wertheimer fueron modelos de la autorrealización para Maslow. A partir de ellos generalizó que, entre otras características, las personas autorrealizadas tienden a enfocar sus problemas fuera de sí mismas; tienen un sentido claro de lo que es verdadero y lo que es falso; son espontáneos y creativos; y no están demasiado aferrados a las convenciones sociales.
Más allá de la rutina de la satisfacción de las necesidades, Maslow previó experiencias extraordinarias, llamadas «experiencias cumbre», que constituyen momentos de profundo amor, entendimiento, felicidad, o arrobamiento, durante los que la persona se siente más completa, viva, autosuficiente, e incluso como la propia continuación del mundo, más consciente de la verdad, la justicia, la armonía, la bondad, y ese tipo de sentimientos. Las personas autorrealizadas tienen muchas experiencias de este tipo.
Maslow utilizó el término «metamotivación» para describir a las personas autorrealizadas que actúan impulsadas por fuerzas innatas que están más allá de sus necesidades básicas, de tal modo que pueden explorar y alcanzar su completo potencial humano.7
Es de vital importancia, mencionar que Sostrom terminó los trabajos de Maslow; ya que debido a su muerte no los pudo concluir.
Bibliografía

Maslow, Abraham Harold (2005). El management según Maslow: una visión humanista para la empresa de hoy (orig.: Maslow on Management). Barcelona: Editorial Paidós Ibérica. ISBN 84-493-1698-7.
• – (2001). Visiones del futuro. Barcelona: Editorial Kairós. ISBN 84-7245-416-9.
• – (1998). El hombre autorrealizado: Hacia una psicología del ser. Barcelona: Editorial Kairós. ISBN 84-7245-228-X.
• – (1994). La personalidad creadora. Barcelona: Editorial Kairós. ISBN 84-7245-325-1.
• – (1991). Motivación y personalidad. Madrid: Ediciones Díaz de Santos. ISBN 84-87189-84-9.
• – (1982). La amplitud potencial de la naturaleza humana. México: Editorial Trillas. ISBN 968-24-1126-2.