Las células eucariotas, las que componen nuestro organismo, se dividen de manera repetitiva hasta que los telómeros se lo permiten. Los telómeros son acúmulos de ADN en los extremos de los cromosomas y su misión es la estabilidad estructural de los cromosomas. Los telómeros marcan en la célula el tiempo y las veces que una célula eucariota puede dividirse. A partir de este momento la célula muere. A su vez una enzima la telomerasa sirve para conservar la vida del telómero. A medida que las células se dividen disminuye la cantidad de telomerasa, de forma que esta es imprescindible para prevenir el envejecimiento y por el contrario cuando algún mecanismo la hace persistir la célula se hace inmortal..

El telómero se acorta con cada una de las divisiones celulares, Las células con alteración de los telómeros de sus cromosomas se hacen inestables, y ya no se duplican entrando en muerte celular programada o apoptosis. Muchas células cancerosas reactivan la actividad de telomerasa, favoreciendo la proliferación e incluso llegando a celula maligna que es ya inmortal..

Elizabeth H. Blackburn, Carol W. Greider y Jack W. Szostak, han recibido el premio Nobel de Medicina de este año 2009 por descubrir «cómo se protegen los cromosomas por telómeros y por la enzima telomerasa”

En el año 1900, la edad media del hombre occidental estaba alrededor de los 40 años, y en la actualidad un siglo mas tarde llega a 83,5 años en la mujer y algo mas de 78 años de vida media en el hombre.
¿Que ha pasado aquí? Los telómeros son más resistentes y están más protegidos por la telomerasa y permiten que una célula se multiplique más o incluso muchas mas veces.

Hayflick dice de una manera casi romántica, que el envejecimiento es un proceso estocástico que aparece después de alcanzar la madurez reproductiva y es necesario para mantener una fidelidad molecular en el organismo. El envejecimiento es un proceso natural universal relacionado con la edad que aparece en casi todo el mundo vivo, con excepciones en algunos animales, la trucha arco iris, alguna clase de tortugas, la langosta americana y muchos peces y algunos árboles.

Sin embargo dice Schopenhauer, que exigir la inmortalidad del hombre es querer perpetuar un error hasta el infinito.
Pero nos guste o no, la vida se esta alargando, lo que no sabemos de manera acertada cual es la causa. Hasta los animales del Zoo, viven mas, pero no sucede esto en los países subdesarrollado, donde los animales y el hombre tienen una menor supervivencia.

Los autores del premio Nobel de este año, se atreven a decir que la buena alimentación y la higiene son los verdaderos responsables de esta supervivencia al estabilizar los telomeros. A mi me parece demasiado sencillo para ser verdad, el hombre tiene que vivir más tiempo porque ese es el mandato.

Todos los mamíferos, al menos que ocurra un accidente deben vivir entre cuatro y cinco veces el tiempo que tardan en madurar, y en el hombre la maduración se alcanza cuando se cierran las suturas craneales que ocurre entre los 21 y los 25 años. Por tanto el tiempo que nos corresponde de vida esta entre 110 y 125 años. De aquí para arriba. Recientemente una serie de estudiosos afirman que el hombre puede vivir mas de mil años al igual que lo hacen las células eucariotas, solo tiene que producirse la fecundación de manera artificial en un útero donde se mantenga la esterilidad y donde no este el feto expuesto a una continua infección de los millones de gérmenes que viven continuamente en los órganos genitales. Por supuesto con una nutrición adecuada.

Esto ha sido la ilusión del hombre y de los dioses, la inmortalidad y la libertad. Pero esta vez no va de broma, lo vamos viendo cada día. Vivimos claramente más tiempo, pero estamos teniendo mucho tiempo para enfermar, quizás por el incontable contacto con las sustancias y gérmenes que nos rodean y tener una inmunidad insuficiente. Al mismo tiempo de forma paradójica somos más desgraciados y nos deleitamos con una mentira de que ¿cualquier tiempo pasado fue mejor?.

Hace falta llegar a viejo o muy viejo con una salud inmejorable física y sobre todo psíquica y entonces no será importante ya de viejo, con una vida realizada, morirse placidamente o por lo menos como dice Rowe y Kahn en 1987, se trata de envejecer con éxito.