Inteligencia Artificial
En 1950, Alan Turing intentaba saber si las máquinas (calculadoras y computadoras básicamente) eran capaces de pensar.
Buscaba los límites y las diferencias de la inteligencia natural y la inteligencia artificial,
Turing diseñó la primera computadora capaz de jugar ajedrez
Creía que las computadoras debían diseñarse a partir de un modelo del cerebro humano.
aunque posteriormente se descubrió que era mejor estudiar las funciones del cerebro para saber cómo desarrollar una máquina que pudiera procesar la información.,
Desarrollo una inteligencia capaz de resolver juegos (como las damas y el ajedrez) que tuviera un gran número de situaciones por calcular, problemas a solucionar, tomar decisiones, hacer memoria, corregir los errores, entre otros.
Las computadoras que responden a estos estímulos, no significa que los comprendan.
Se le llama Inteligencia Artificial a la maquina que tiene una inteligencia similar a la de los humanos.
Los sistemas que desarrollan inteligencia artificial, imitan el funcionamiento del sistema nervioso por medio de redes neuronales artificiales. Este tipo de inteligencia automatiza la toma de decisiones, resolución de problemas, y el aprendizaje.
• Sistemas que imitan el comportamiento físico del hombre (androides). La meta es que los robots realicen tareas de manera más eficiente que los humanos.
• Sistemas que imitan el pensamiento lógico de los humanos, es decir, que perciben, razonan, y actúan.
• Sistemas que actúan de manera racional, es decir, que son capaces de percibir el entorno y actuar en consecuencia.
Actualmente –sobre todo en la red social Telegram –se ha implementado el uso de chatbots, es decir sistemas de Inteligencia Artificial que “conversan” contigo. Pocas veces los humanos han notado la diferencia entre platicar con un sistema y con otro ser humano. Este experimento cumple un concepto hecho por Alan Turing, en el que afirmaba que la Inteligencia Artificial existiría como tal hasta que no fuéramos capaces de discernir una diferencia entre ambos.

Lo que diferencia a la inteligencia artificial de la humana, es que estos sistemas no cuentan con inteligencia emocional. Al menos hasta ahora.

Los sistemas de Inteligencia Artificial cada vez tienen un parecido mayor a los humanos.
Mientras un robot no se amotine, no hay de qué preocuparse.

A las maquinas, se les enseña a ver, pero también a mirar como un ser humano: a captar los matices y a distinguirlos y expresarlos.

Con la inteligencia artificial: obtenemos millones de decisiones humanas y y con ellas construimos un algoritmo que es la fórmula que intenta reproducir el juicio humano y enseña a la máquina y esta aprende. Es decir, reproduce el juicio humano.
El gran desafío es que la lógica más precisa no es binaria sino gradual. Y toda percepción es subjetiva.
El algoritmo decide por agregación. Y así amplifica los prejuicios de la mayoría de los usuarios de esas redes. Si los opinadores son todos blancos, ricos y occidentales, la estética del ordenador también lo será. Su inteligencia no es mayor que la de quienes le suministraron los datos.
La máquina reproducirá las emociones de los que la programan. Es una forma de captar numéricamente la subjetividad. De ese modo, se da a la inteligencia artificial capacidad estética.
Y el 50% son o americanos o británicos que son fundamentalmente los que desarrollan la inteligencia artificial, no son rigurosamente representantes de diversidad de los humanos.
La inteligencia artificial puede reducir la diversidad, y para corregir ese empobrecimiento , los datos deben ser recogidos de amplios grupos y además compararlos.
Es más fácil para la máquina detectar con precisión las características positivas que las negativas y coincidir con los juicios humanos. Ya que para el humano la visión positiva de las cosas es más objetiva. La negativa es consecuencia, de prejuicios previos o de malas experiencias personales que no son fáciles de generalizar para la inteligencia artificial.
Los productos de la observación dicen algo tan atrevido como: La inteligencia artificial demuestra que es más fácil saber por qué amamos que por qué odiamos.
La inteligencia artificial en el leve contexto que he explicado, pero con muchísimos mas algoritmos, nos dará un tipo de inteligencia, impensable.
El tomar los estudios intermedios, como definitivos, asegura el fracaso
Hace falta lo de ser constante y analizar todos los datos antes de aceptarlos
Un Ciborg mezcla de inteligencia humana y de una maquina inteligente nos acercara a los dioses.
BIBLIOGRAFIA
DANIEL GATICA. LA VANGURDIA día 15 Marzo 2019
ALAN TURING