INJERENCIAS
Según aclara el Diccionario panhispánico de dudas, todas las formas del verbo injerir, que quiere decir ‘introducir una cosa en otra’, así como el sustantivo injerencia se escriben con j y no deben confundirse con las formas del verbo ingerir, que significa ‘introducir por la boca comida, bebida o medicamentos’.
Siempre tenemos una razón, o siempre hicimos lo que debíamos , hablando se entiende la gente. Son algunas de las mentiras que nos rodean y confunden. Ninguna es verdad, al menos siempre. Si se las puede aceptar en ocaciones, pero están moduladas por un mundo lleno de datos
Le sorprendía a, Arthur Schopenhauer, la necesidad del ser humano por tener siempre razón y, y que los demás lo reconozcan, eso no existe las injerencias, no le permiten seguir, contaminan el resultado. Es la dialéctica clarificadora que nos llega desde Sócrates y Aristóteles
Comento una editorial de MÀRIUS CAROL 30/04/2018 23:38 | Actualizado a 01/05/2018 03:24 , cuenta en La Vanguardia. Se cumple medio siglo del Mayo del 68, que, según escribe Joaquín Estefanía en su libro Revoluciones (Galaxia Gutenberg), fue una manera de rebelarse contra el sistema en la que muchos de sus participantes despreciaban el poder: querían la palabra, no el poder. Un error que, a juicio de Estefanía, aprendieron pronto los indignados del siglo XXI. Pero a aquel movimiento en las calles de París, a aquellas barricadas en el Barrio Latino (“gozo de rebeldía justa”, lo calificó el intelectual mexicano Carlos Monsiváis), le debemos muchas novedades que se irían integrando en la vida cotidiana. El feminismo, el ecologismo, el respeto a las minorías, la libertad sexual, la libertad de oportunidades, el pacifismo, la lucha por los derechos civiles o la cogestión en las empresas estaban debajo de los adoquines con los que los estudiantes (y también no pocos trabajadores) combatieron en el corazón de la capital francesa.
En Francia se daban las condiciones para la revuelta: tras una década de prosperidad económica sin precedentes, había empezado un deterioro de la situación. Aquel 1968 comenzó con medio millón de parados y dos millones de obreros cobrando el salario mínimo. El general De Gaulle veía como su popularidad bajaba –ganó las elecciones con apuros ante François Mitterrand– y su autoritarismo era cuestionado por las nuevas generaciones. Los medios de comunicación pasaban a ser de masas y la sociedad de consumo disparaba las diferencias. Los Beatles, los Rolling Stones, Bob Dylan o Léo Ferré eran expresión de la protesta. Igual que filósofos como Wilhelm Reich, Herbert Marcuse o Louis Althusser.
Todo intervino en el cambio, o estamos predispuestos y preparados para cambiar, había alguien imaginaba que esto ocurriría.
No nos hemos enterado todavía que, todo se contamina , porque el número de injerencias es tan grande , que excepcionalmente usamos un solo parámetro en el diseño.
Me parece un descubrimiento encontrar que puedo convertir una idea en materia, y de hecho el mundo que tenemos se estableció como lo tenemos, cuando un homo, más listo que los demás vio que podía convencer. Y hacernos marchar por donde quisiera, eso sí sin tener en cuenta que nada va solo, y que nuestra mente se contamina involuntariammene de un entorno agresor y los resultados, ahí están: Eran Imprevisibles, siempre más complicados de lo que esperábamos, con unas consecuencias sociales, a veces terriblemente complicadas en su manejo.
La revolución industrial, trajo un mundo más cómodo, pero con injerencias, sobre todo a nivel médico, con contaminantes, patógenos de todo tipo que hacían inesperados los resultados y por supuesto en principio solo aprendimos a y la mayoría de las veces seguimos tratando el sintoma.
La aparición de enfermedades crónicas, no contagiosas , pero aun asi casi pandemias, que además no matan pero que nos mantienen en el medico cada día, sobre todo a los mayores.
De una manera especial me he dedicado a la patología de la columna vertebral. Y siempre me ha sorprendido su evolución y lo difícil de su solución. Duele cada vez que puede y nuestra conducta terapéutica se limita, a tratar el brote de dolor y a veces se benefician temporalmente de la cirugía.
Todos los humanos de nuestros tiempos, sufren alguna vez o muchas veces, dolor e impotencia funcional por problemas de columna o de artrosis en general. Da lo mismo toda articulación será afectada, es cuestión de tiempo.
Y la sufrían ya los Dinosauros hace 300 millones de años, y en los estudios raquídeos del hombre, las lesiones empiezan antes de la adolescencia, a partir de entonces, se ve un devenir de lesiones que destruyen sistemáticamente el disco articular en general o intervertebral en particular. Pero no es esto solo, al mismo tiempo aparece un tercio de la población que tiene alteraciones psíquicas, con el brote de artrosis o sin el. Y toda una sociedad que intenta convencer al paciente que puede hacer algo por sanarse. Porque las molestias psíquicas no son modificables, con voluntad y aprendizaje . Son tan quimicas como las demás lesiones de nuestro cuerpo en la enfermedad, y si no las conocemos y eliminamos, pues persisten y a poner paños calientes. “Por Ahora”.
Cuando vivimos necesitamos alimentos y expulsamos basuras y esta debe ser eliminada de manera eficaz, de no hacerlo se acumula, ensucian nuestro organismo y muchas veces provocan autoinmunidad, que es algo asi como autodestrucción .
Estamos mal hechos o no sabemos remediar las injerencias del medio.
¿Y para arreglarlo como?.
Pero el paradigma que estamos utilizando, no es lo suficientemente eficaz.
Por lo pronto pensar un poco, que como relata el Sr. Carol, cada vez que unos descontentos intenten sanar el mundo, con los medios mentales que disponemos, puede ocurrir que la cosa se contagie. No es diferente hablar de sociedad y de artrosis de la columna. Todo afecta a todo.
¿Puede ser la solución igual para todo, o tenemos que esperar un rato mas en adaptarnos al medio?